Una evaluación reciente de los datos sobre el estigma relacionado con el VIH que ONUSIDA encargó a ICRW reveló que éste sigue siendo elevado y afecta negativamente a la calidad de vida de las personas que viven con el VIH. Fotografía: ONUSIDA

En los últimos años se han dado grandes pasos en la comprensión del estigma y la discriminación relacionados con el VIH, sobre cómo medirlos y reducirlos. Sin embargo, la gran variedad de medidas utilizadas para evaluar las causas, niveles y consecuencias del estigma hace que sea difícil comparar su prevalencia en diferentes contextos y poblaciones. Asimismo, la falta de indicadores normalizados en programas nacionales y mundiales ha sido un gran obstáculo a la hora de ampliar los programas de reducción del estigma.

Para consolidar la comprensión del estigma y de su devastador impacto en la vida de las personas, ONUSIDA ha reunido a investigadores, expertos en monitoreo y evaluación, ejecutores de programas del VIH y personas que trabajan en el ámbito político con el fin de compartir experiencias en la medición del estigma, revisar las herramientas de medición actuales y establecer las bases para desarrollar un conjunto de indicadores comunes normalizados sobre el estigma y la discriminación relacionados con el VIH.

“Hemos confirmado que aunque los idiomas y las caras del estigma varían de unos lugares a otros, la estructura subyacente es la misma”, afirmó Barbara de Zalduondo, directora de prioridades y apoyo programático de ONUSIDA. “Hemos venido convencidos de que existen factores comunes al estigma y de que podemos utilizar varias herramientas para medirlos de forma comparativa.”

La reunión se celebró del 23 al 25 de noviembre en Washington DC con el apoyo de la Red mundial de personas que viven con el VIH (GNP+), el Centro internacional de investigación sobre la mujer (ICRW, por sus siglas en inglés) y la Federación International Planned Parenthood (IRPF, por sus siglas en inglés).

Una evaluación reciente de los datos sobre el estigma relacionado con el VIH que ONUSIDA encargó a ICRW reveló que éste sigue siendo elevado y afecta negativamente a la calidad de vida de las personas que viven con el VIH. El estigma y la discriminación también actúan como impedimentos a la hora de acceder a las pruebas, el tratamiento y la atención relacionados con el VIH, y dificultan asimismo la adherencia al tratamiento.

Los participantes también coincidieron en cuáles eran las áreas clave que deben medirse para comprender el estigma asociado con el VIH y el estigma asociado al trabajo sexual, el uso de drogas inyectables y la homosexualidad, y se mostraron entusiastas con los resultados de la reunión.

“Actualmente contamos con herramientas para comprender y reducir el estigma, y podemos adoptar acciones concretas para ayudar a las personas que viven con el VIH y dejar de hablar en términos abstractos”, declaró Kenly Sikwese, coordinadora del Índice de estigma en personas que viven con el VIH en Zambia.