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Maksut Karimovitch Kulzhanov, responsable del Instituto de Salud Pública de Kazajstán y representante de Europa oriental en la Junta del Fondo Mundial, comparte sus puntos de vista sobre el progreso de Kazajstán hacia el ODM 6.

Maksut Karimovitch Kulzhanov, responsable del Instituto de Salud Pública de Kazajstán.

ONUSIDA: ¿Cuál considera el mayor logro de Kazajstán en su respuesta al VIH?

Kulzhanov: Citaría varios éxitos. En primer lugar, en nuestro país se está conteniendo la epidemia en la fase concentrada y a un nivel estable. En segundo lugar, la financiación pública de la respuesta al sida es cada vez mayor y, aunque los recursos son aún insuficientes, eso puede considerarse un logro, pues hace diez años no contábamos en absoluto con tales recursos. En mi opinión, un avance importante es el trabajo mejorado con las poblaciones vulnerables y el creciente apoyo que proporciona el gobierno a las ONG. La nueva ley adoptada para promover las actividades de las ONG está facilitando la participación de la sociedad civil en la labor de divulgación, que es una de las principales prioridades de Kazajstán.

ONUSIDA: ¿Cuáles son los principales obstáculos para alcanzar el ODM 6 en Kazajstán?

Kulzhanov: Los principales obstáculos son probablemente similares a los encontrados en otros países, como la complejidad de trabajar con poblaciones vulnerables y hacer que los diversos órganos y autoridades gubernamentales comprendan ciertos aspectos de la epidemia. También hay problemas con el acceso al tratamiento. En la actualidad, Kazajstán no tiene capacidad por sí solo para proporcionar tratamiento antirretroviral a todos los que lo necesitan. Al respecto, es crucial la asistencia prestada por el Fondo Mundial, pues ayuda a mantener la cobertura de tratamiento a un nivel aceptable.

ONUSIDA: ¿Cree usted que las inversiones en la respuesta al sida de Kazajstán contribuyen a la consecución de los demás ODM?

Kulzhanov: Las inversiones en la respuesta al sida en Kazajstán están dirigidas a las actividades en esta área específica. En cuanto a los demás ODM, en particular disminuir la mortalidad infantil y la salud materna, el gobierno está haciendo esfuerzos considerables en esos ámbitos y se han logrado algunos avances. Estos objetivos son también una prioridad para Kazajstán, que adoptó hace tres años los criterios de la OMS, así como su metodología y enfoques. Esto ya está dando buenos resultados.

ONUSIDA: ¿Qué puede hacerse para cambiar el curso de la epidemia de VIH en Kazajstán?

Kulzhanov: Un aspecto muy importante es la financiación y la planificación de la respuesta. Lamentablemente, en nuestra región —y específicamente en Kazajstán— los gobiernos aún no tienen la capacidad para garantizar la financiación de la respuesta, y no pocas veces también les faltan conocimientos técnicos en ese campo. Por eso concedemos una gran importancia a trabajar con el Fondo Mundial, que es prácticamente el único organismo que puede tener un impacto real en términos de financiación de la respuesta. Por otro lado, es importante trabajar con otras organizaciones internacionales, como ONUSIDA, que proporcionan un apoyo crucial técnico y consultivo.

Como representante de nuestra región en la Junta del Fondo Mundial, la tarea fundamental hoy es cambiar los criterios que adoptó el Fondo Mundial hace unos años y que ahora están restringiendo fuertemente la concesión de ayudas a nuestros países. Las categorías de países según la definición del Banco Mundial, con base en su ingreso, no siempre reflejan la realidad en toda su complejidad.

En nuestra región, donde la brecha entre ricos y pobres es muy amplia, y la situación general desde el punto de vista del bienestar es bastante buena, ciertas poblaciones viven en la extrema pobreza. Es precisamente dentro de estos grupos de población donde la epidemia se está extendiendo de manera especialmente rápida. Eso lo pasan por alto los criterios del Fondo Mundial. Debemos hacer todo lo posible para cambiar tales criterios, de modo que el Fondo Mundial funcione para todos los países. Eso es especialmente importante para nuestra región, que está a solo un paso de una epidemia generalizada.

ONUSIDA: ¿Qué se está haciendo en su país para priorizar la prevención del VIH?

Kulzhanov: Nuestros programas oficiales sitúan la prevención del VIH entre las cinco prioridades programáticas, pero queda mucho por hacer, por ejemplo, en el ámbito de la prevención del VIH entre los migrantes. La migración en la región va en aumento. Hay migrantes legales y migrantes ilegales, pero estos últimos son la mayoría. Están completamente aislados de todos los servicios: no tienen acceso a los servicios médicos, ni a la educación ni a la información. Un estudio piloto que realizamos en uno de los grandes mercados en Almaty puso de manifiesto que muchos de los migrantes, que en su mayoría son jóvenes sexualmente activos, simplemente desconocen los condones u otros medios de protección. De manera que queda mucho por hacer en este ámbito. En general, falta coordinación y una mejor interacción multisectorial. Debemos aunar esfuerzos en todos los niveles