Feature Story

El Grupo de referencia de ONUSIDA sobre el VIH y los derechos humanos ha hecho pública una declaración que alenta a los Estados miembros de las Naciones Unidas para que reiteren sus esfuerzos en cuanto a derechos humanos, esfuerzos que han dado lugar a 30 años de mejora en la respuesta mundial al sida. La declaración esboza las cinco prioridades clave para los Estados miembros que elaboran, entre ahora y junio de 2011, el documento final para la reunión de alto nivel sobre el sida. 

“El compromiso para con los derechos humanos es el principio básico del éxito que hemos podido observar. Nos une, da resultados y es fundamental para nuestro desarrollo futuro”, dijo Jonathan Cohen, vicepresidente del Grupo de referencia y director de la iniciativa legal y sanitaria de las Fundaciones para una Sociedad Abierta.

La declaración emitida por el Grupo de referencia exige a los Gobiernos que hagan hincapié en un sistema basado en los derechos humanos que obligue a las naciones a “cumplir con los derechos humanos en la sanidad, lo cual respeta, protege y cumple con los derechos humanos de quienes viven con el VIH, los que se ven afectados o los que son vulnerables a él”. 

Asimismo, subraya que el principal reto para los próximos cinco años será conseguir que el tratamiento para el VIH se encuentre a disposición de todos aquellos que lo necesitan pero que no lo están recibiendo. Entre otras medidas tomadas, el Grupo hace hincapié en que se requerirá una flexibilidad máxima en lo que respecta al acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (ADPIC), con el fin de garantizar la competencia necesaria para la reducción de los precios de tratamientos de segunda y tercera línea, así como la producción en su forma genérica. 

Además, la declaración exige a los Estados miembros que reafirmen su compromiso para la eliminación de las leyes, las políticas, las prácticas, el estigma y la discriminación que impiden darle respuestas eficaces al sida. Esto incluye varios tipos de leyes, políticas y prácticas como las que penalizan a las personas que viven con el VIH, las que permiten la violencia y la discriminación hacia las mujeres, o las que dificultan el acceso a los servicios para el VIH, incluidos el tratamiento, la prevención y el cuidado paliativo.

Michaela Clayton, vicepresidenta del Grupo de referencia y directora de la Alianza en la Respuesta al Sida y por los Derechos de África del Sur, señaló que resulta extremadamente preocupante el aparente estancamiento de los recursos financieros para el VIH, el cual amenaza también los logros obtenidos. “La crisis que estamos viendo hoy en día no es una crisis económica, sino una crisis de prioridades. Lo que necesitamos es solidaridad en lo que respecta a las prioridades adecuadas y establecer normas de compromiso que se deberían desarrollar y replicar para otros imperativos en la sanidad, el desarrollo y los derechos humanos”.

Además, el Grupo declara que la comunidad internacional debe renovar su compromiso para situar a quienes viven con el VIH en el eje central de la respuesta al sida. De acuerdo con la declaración, las personas que viven con el VIH deberán tener la posibilidad de vivir de forma satisfactoria, cuidar su salud, mantener la dignidad y la seguridad, y prevenir futuras transmisiones del VIH. Aquellos que viven con el sida deberán participar de forma significativa en todos los aspectos de la respuesta al VIH.

El Grupo de referencia de ONUSIDA sobre VIH y derechos humanos se constituyó en 2002 para asesorar a ONUSIDA en todos los asuntos relacionados con el VIH y los derechos humanos. El Grupo habla con una voz independiente y sus opiniones y recomendaciones no reflejan necesariamente las posiciones de la Secretaría de ONUSIDA o de sus copatrocinadores.