Reportaje
Sudán del Sur trata las preocupaciones de los refugiados afectados por el VIH
11 de enero de 2011
11 enero 201111 enero 2011Una versión de esta historia apareció primero en www.unhcr.org
Mary Kiden desea volver a casa en Sudán del Sur luego de haber escapado hace más de dos décadas a Uganda noroccidental, pero le preocupa si recibirá la atención de salud que ella necesita para seguir viviendo y mantener a su familia.
La mujer de cuarenta y un años vive con el VIH y toma los medicamentos antirretrovirales. En Oliji, en la región del Nilo Occidental de Uganda, ella recibe la ayuda adecuada, pero la infraestructura en Sudán del Sur está destrozada, ya que la región lucha por emerger luego de años de guerra entre el gobierno de Khartoum y el Ejército de Liberación del Pueblo de Sudán, y cinco años de frágil paz.
Para ayudarla a tomar una decisión informada sobre si retornar a Sudán del Sur, la ACNUR invitó recientemente a Mary a participar en una visita ‘de inspección’ a Kajo Keji, en el estado de Ecuatoria Central. Sin embargo, durante su largo viaje de regreso a casa, comenzó a encontrar razones por las cuales no podría volver.
Le contó a sus compañeros refugiados que al ser el único sostén de su familia, temía no ser capaz de mantener a su madre y a sus hijos. Lo que más le preocupaba era no poder tener acceso a los medicamentos antirretrovirales y a ser estigmatizada por los habitantes de su aldea, la cual ni siquiera contaba con un centro de salud en los años en que ella se marchó.
Pero cuando Mary finalmente llegó a su pueblo se sorprendió gratamente por lo que vio. El pueblo ahora cuenta con un enorme centro médico, con nuevas construcciones usadas para pruebas de VIH y consejería, para informar sobre el VIH y distribuir medicamentos. La Organización Mundial de la Salud y el Ministerio de Salud de Sudán también han estado suministrando los medicamentos antirretrovirales en el último año.
Animada por su visita al hospital, Mary luego se reunió con los miembros del grupo "Loving Club Association," que incluía a un primo que había perdido de vista hacía mucho tiempo. Este grupo de apoyo, que ha recibido capital semilla de parte de ACNUR para proyectos de subsistencia, reúne a aproximadamente 230 personas que viven con el VIH. Las ganancias han sido utilizadas para comprar tierras y proporcionar alimentos a sus miembros. Según datos de ONUSIDA, en 2009 había alrededor de 260.000 personas VIH positivas en Sudán.
Mary concluyó su visita pasando algún tiempo en su aldea con su primo Elia y su esposa, quien también es VIH positiva. Se alegró mucho cuando Elia le ofreció un terreno fértil si ella y su madre decidían regresar.
En su viaje de regreso a Uganda, Mary señaló que sus preocupaciones por los medicamentos, la atención médica, el apoyo y la aceptación se habían disipado y esperaba regresar a Kajo Keji con su anciana madre y sus hijos en 2012. “Estoy realmente muy feliz”, agregó.