Reportaje
La red de personas que viven con el VIH de la República de Corea abre sus puertas en Seúl
10 de noviembre de 2015
10 noviembre 201510 noviembre 2015Munsu vive con el VIH desde hace 20 años y ha tenido un papel activo en el movimiento contra el s
Munsu vive con el VIH desde hace 20 años y ha tenido un papel activo en el movimiento contra el sida en la República de Corea. Sin embargo, como miles de personas en su situación, no ha comunicado su estado serológico a su familia porque teme su reacción y el aislamiento social que tal relevación traería consigo.
Es plenamente consciente del estigma y la discriminación a los que se enfrentan las personas seropositivas en su país.
Munsu es miembro fundador de la Red coreana de personas que viven con el VIH/Sida (KNP), una organización con sede en Seúl que cuenta con unos 2000 miembros, creada en 2011 para agrupar a cinco organizaciones existentes bajo una misma denominación y proporcionar una voz conjunta y conectada a la comunidad seropositiva del país. El 30 de octubre de 2015, tras varios años de esfuerzo, la KNP+ abrió su primera oficina y espacio comunitario oficial.
Una epidemia de miedo
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Corea, en el país hay más de 10 000 personas que viven con el VIH. La epidemia de la República de Corea se concentra principalmente en los hombres homosexuales en contextos urbanos, ya que los varones representan el 92 % de todas las infecciones por el VIH desde que comenzó la recogida de datos en 1985.
A pesar de la baja prevalencia del VIH en el país, el miedo al virus es un problema. Una encuesta nacional realizada en 2005 indicó que solo la mitad de los encuestados cuidaría de un familiar si él o ella fuera seropositivo. Los informes también indican que la fobia al VIH está presente en los centros de atención sanitaria.
En el acto celebrado en el centro comunitario de la KNP+, Minji Kim, una joven doctora y voluntaria de la KNP+, habló de la ignorancia sobre el VIH que encontró en la facultad de Medicina. "Una de nuestras clases se centró en el sida y las reacciones de mis compañeros me sorprendieron", dijo Minji. "Hacían bromas y se burlaban de las personas que viven con el VIH. Supe que tenía que hacer algo para cambiar eso".
Munsu cree que una de las razones por las que se teme tanto al VIH en la sociedad coreana es que está vinculado a la homosexualidad, la sexualidad transgénero y otros temas que se consideran negativos. Esta "doble dosis" de exclusión, afirmó, obliga a muchas personas que viven con el VIH a aislarse, en especial de sus familias.
Puesto que el apego a los seres queridos es particularmente fuerte en la sociedad coreana, el rechazo de los familiares puede significar el abandono de muchas personas que viven con el VIH y su segregación de los actos sociales. Esta situación se extiende a la prestación de atención sanitaria, indicó. "Muchas personas que viven con el VIH no pueden ingresar en un hospital porque no tienen ningún familiar que se haga cargo de ellas y sea su cuidador. Esto es esencial en Corea si se quieren recibir servicios médicos", declaró Munsu.
La superación del estigma como prioridad
Puesto que el estigma en la vida diaria es una de las principales preocupaciones que más citan los miembros de la KNP+, la organización y sus socios están dando prioridad a los trabajos para responder a ella. Con su oficina permanente ya abierta, la KNP+ se está preparando para recopilar el primer índice de estigma de las personas que viven con el VIH en Corea.
La iniciativa del índice de estigma es una colaboración entre la Red global de personas que viven con el VIH, la Comunidad internacional de mujeres que viven con el VIH/Sida y ONUSIDA. La iniciativa pretende documentar el estigma y la discriminación relacionados con el VIH y ofrecer un mecanismo para comparar experiencias en diferentes entornos y a lo largo del tiempo. Los resultados se utilizarán para luchar por el cambio y el progreso y corregir la situación. El índice de estigma también es importante porque empodera a las personas que viven con el VIH en el proceso, implicándolas directamente en las fases de diseño, despliegue y análisis. Este enfoque participativo está dirigido por organizaciones de personas que viven con el VIH con ayuda de socios nacionales e internacionales.
El índice de estigma se realizará en 2016. Un equipo de investigación supervisará su desarrollo y se espera que su despliegue esté operativo en enero de 2016.
La KNP+ es optimista y está convencida de que los resultados del índice de estigma influirán en las políticas, en especial en lo referente a derechos humanos, mejorarán los programas de apoyo psicosocial para las personas que viven con el VIH y potenciarán el uso de los servicios, al facilitar que la gente acuda a ellos. La organización también espera utilizar los datos recopilados para crear una campaña nacional de cero casos de estigmatización que prevé lanzar en 2017. Y lo que es más importante para la organización, el índice de estigma debe iniciar un diálogo largo tiempo pospuesto sobre la eliminación del miedo al VIH, muy arraigado en la sociedad coreana.
Steve Kraus, director del equipo regional de apoyo de ONUSIDA para Asia y el Pacífico, felicitó a la organización por sacar el índice de estigma adelante y declaró que es una herramienta clave para llevar el cambio a las personas que viven con y está afectadas por el VIH.
"Nuestra experiencia en todos los países de nuestra región que consiguen recopilar el índice de estigma demuestra que se producen cosas increíbles: se establecen un mayor diálogo y comprensión y se crea un espacio para la movilización política", declaró el Sr. Markus. "Este a su vez se utiliza para defender presupuestos, políticas, programas y sobre todo para llegar a la comunidad y asegurarse de que no se deja a nadie atrás y que todos se sienten incluidos en la respuesta nacional".