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Los líderes religiosos se reúnen para incrementar las acciones sobre la pobreza y el desarrollo

24 de septiembre de 2015

Las comunidades religiosas de todo el mundo se encuentran en la primera línea para empujar a las sociedades a hacer más por combatir la pobreza y satisfacer las nuevas prioridades mundiales de desarrollo. Este es el mensaje que surgió del evento de alto nivel que se celebró la víspera de la intervención del Papa en la 70ª sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York esta semana.

La reunión, titulada Cumplir el imperativo moral de acabar con la pobreza extrema y lograr los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) y celebrada el 24 de septiembre, reunió a multitud de líderes religiosos y organizaciones confesionales, así como a representantes de gobiernos, organizaciones multilaterales, como el Banco Mundial y las Naciones Unidas, incluido ONUSIDA.

Los participantes analizaron la manera concreta de colaborar entre ellas, y junto a gobiernos y otros socios, para garantizar que los ODS se hagan realidad. Los grupos confesionales deben emplear su alcance e influencia para marcar la diferencia sobre el terreno. Los líderes religiosos presentaron un marco de actuación para ayudar a las organizaciones confesionales a planificar y ejecutar acciones específicas a nivel nacional.

En el evento, destacados líderes religiosos reconocieron, y presentaron, el papel que estas organizaciones han tenido tradicionalmente para contribuir a aliviar la pobreza y combatir los problemas en materia de salud y desarrollo, como el VIH. La respuesta al sida se ha beneficiado enormemente de sus esfuerzos, por ejemplo, en la dispensación de atención sanitaria y la lucha contra el estigma y la discriminación. Este es especialmente el caso del África subsahariana, donde las organizaciones confesionales proporcionan servicios a millones de personas que viven con el VIH, como se reconoció en una serie recientemente publicada en The Lancet sobre la atención sanitaria dispensada por organizaciones confesionales.

Phumzile Mabizela, director ejecutivo de INERELA+, la red interconfesional mundial de líderes religiosos que viven con o están personalmente afectados por el VIH, aprovechó la oportunidad durante la reunión de dirigir un llamamiento a la acción a las organizaciones confesionales a fin de que se acelere la respuesta al sida en el este y el sur de África. Estas se comprometieron a utilizar el capital social que han desarrollado en sus respectivas comunidades para fomentar el enfoque de acción acelerada y la ejecución de programas eficaces que defiendan la ampliación del acceso al tratamiento antirretrovírico y las pruebas y la prevención del VIH.

Citas

"Nuestras fes nos incitan a reducir la desigualdad y tender la mano a aquellos que quedan atrás. El programa de ODS se esfuerza por hacer lo mismo. Debemos trabajar juntos para erradicar la pobreza y no dejar a nadie atrás".

Thomas Gass, subsecretario general de las Naciones Unidas para la Coordinación de Políticas y Asuntos Interinstitucionales

"En algunos países, las organizaciones confesionales son responsables de la prestación del 60 % de los servicios. El desafío al que nos enfrentamos será la ejecución de los ODS. Debemos ser humildes, pero vosotros no. Aprender de las organizaciones confesionales contribuirá a definir el camino que se debe seguir".

Luiz Loures, director ejecutivo adjunto de ONUSIDA

"La comunidad religiosa es la guardiana de complicados asuntos públicos. Debemos tender la mano a la gente, especialmente a las jóvenes que no pueden tomar decisiones sobre su cuerpo. ¿Son nuestros espacios sagrados espacios seguros para aquellas que han sobrevivido a la violencia sexual y la violación?"

Phumzile Mabizela, director ejecutivo de INERELA+