Reportaje

El Fondo Robert Carr para Redes de la Sociedad Civil recibe un empujón económico en un evento de alto nivel

29 de septiembre de 2015

Una sociedad civil activa, vibrante y comprometida ha sido el sostén de la respuesta global al sida durante más de tres décadas y su papel está a punto de tornarse aun más esencial con la aparición de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y el programa de Acción acelerada contra el VIH.

El Fondo Robert Carr para Redes de la Sociedad Civil (RCNF) se ha comprometido a reforzar las redes internacionales de la sociedad civil que actúan en la lucha contra el VIH, prestando especial atención a las poblaciones marginadas y desfavorecidas. En una reunión de alto nivel durante la 70ª sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas el 29 de septiembre en Nueva York, defensores y donantes se juntaron para garantizar que el fondo se reponga y pueda continuar su vital trabajo.

A los coanfitriones, Michel Sidibé, director ejecutivo de ONUSIDA, y la embajadora Deborah Birx, coordinadora mundial de los EE. UU. para el sida, se unieron al presidente del Fondo, Michel Kazatchkine, y otros participantes.

El Sr. Sidibé subrayó que las organizaciones basadas en la comunidad eran el motor de la respuesta al sida, ya que participan en la defensa y la investigación, prestan servicios de calidad y llegan a las personas que se han dejado atrás. "La sociedad civil ayudó a romper la conspiración de silencio sobre el sida. Es el perro guardián, impulsa los resultados", indicó el Sr. Sidibé. "En esta nueva fase de desarrollo sostenible, que aúna el trabajo por la salud de la gente y por un planeta saludable, necesitamos a la sociedad civil para hacer avanzar la responsabilización y garantizar la responsabilidad compartida. El Fondo Robert Carr ha demostrado que podemos llegar a todas las personas y crear el compromiso político que necesitamos".

A lo largo de la reunión se presentaron los logros del RCNF y diversos representantes de comunidades marginadas contaron cómo se habían beneficiado de ellos. Entre ellos se encontraban Felicita Hikuam, de AIDS Right Alliance of Southern Africa, y Gai Gurung de Youth Lead Tailandia.

"Trabajando a nivel regional reforzamos la capacidad de los grupos comunitarios de base para implantar los servicios, controlar los objetivos e identificar las carencias y luchar por solventarlas", declaró la Sra. Hikuam. "Robert Carr fue claro acerca de no trabajar en nichos aislados. Con ayuda del Fondo podemos trabajar en todos los sectores para crear solidaridad y lograr el avance de estas cuestiones", añadió".

La embajadora Birx anunció la nueva contribución de 10 millones de dólares del gobierno de EE. UU. al Fondo. "Estas son las organizaciones regionales que dan esperanza a las personas en la base. No infravaloremos el poder de las personas para combatir el sida. Esa es la misión de los grupos comunitarios, levantarse ante los gobiernos y exigir más. Los recursos del Fondo van dirigidos a respaldar a los seres humanos", dijo la Sra. Birx.

El nombre del Fondo es un homenaje al médico jamaicano Robert Carr, que tuvo un papel esencial en el fomento de la respuesta al sida y la protección de los derechos humanos en poblaciones que reciben una atención inadecuada en un nivel regional, nacional y mundial.