Reportaje

Mejorar la vida de todos midiendo la homofobia

08 de marzo de 2018

Se ha desarrollado un nuevo índice que mide los niveles de homofobia para demostrar su efecto en determinados países.

Como ya sabemos, la homofobia —que aquí entendemos como cualquier actitud negativa, creencia o acción contra personas que no comparten la misma orientación sexual o identidad de género— afecta a la salud pública. Los varones homosexuales y otros que mantienen relaciones sexuales con hombres, tienen que enfrentarse al estigma existente y una mayor probabilidad de tener comportamientos que ponen en riesgo su salud sexual. Por otra parte, son menos propensos a adherirse a la terapia antirretrovírica y su tasa de realización de pruebas de VIH es baja. Sin embargo el conocimiento sobre los niveles de homofobia, particularmente en países de bajos ingresos e ingresos medios, es escaso.

El nuevo índice, publicado en la revista europea sobre salud pública (European Journal of Public Health) , combina tanto los datos que representan la homofobia institucional, como las leyes y la homofobia presente en la sociedad —las relaciones entre personas y grupos de personas. Los datos que se recogen en el índice se proporcionaron de diversas fuentes, entre las que se incluyen las Naciones Unidas, el Fondo Monetario Internacional y la Asociación Internacional de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans e Intersex. A escala regional, se llevó a cabo un cuestionario a más de 460.000 personas donde se les preguntaba cuestiones relacionadas con sus reacciones ante la homosexualidad.

El índice térmico de homofobia (Homophobic Climate Index) da resultados de 158 países. La región más inclusiva fue Europa occidental, seguida por América Latina. Por el contrario, África y Oriente medio fueron las regiones donde se encontraban los países más homofóbicos. Exceptuando Sudáfrica y Cabo verde, que se encontraban entre los diez países más inclusivos de entre los países de bajos ingresos e ingresos medianos. Colombia fue el más inclusivo entre los países de bajos ingresos e ingresos medianos; y Suecia resultó ser el más incluso de todos los países.

A raíz de comparar los resultados del índice con otros datos, los investigadores descubrieron que los países con los niveles más altos de homofobia eran los mismos que resultaban tener los niveles más altos de desigualdad de género, abusos contra los derechos humanos, gastos en sanidad escasos y una baja satisfacción con la vida. Se descubrió una relación entre el aumento del índice térmico de homofobia con una baja esperanza de vida en varones y un rendimiento económico pobre.

Por lo tanto, el índice muestra los efectos perjudiciales que crea la homofobia en un país con respecto a la vida y el bienestar de sus ciudadanos que no solo afectan a varones homosexuales y hombres que tienen sexo con personas de su mismo género. Erik Lamontagne, Asesor principal de Economía de ONUSIDA, comentó, “Este índice proporciona a las comunidades datos significativos que pueden ser de gran ayuda en su campaña para conseguir una sociedad más inclusiva”.

Gracias al conocimiento sobre los efectos dañinos que provoca la homofobia, los países podrán alcanzar una posición mejor para responder a ellos y para mejorar la vida de todos.