Reportaje
ONUSIDA y Luxemburgo aúnan esfuerzos en África occidental y central
09 de octubre de 2019
09 octubre 201909 octubre 2019África occidental y central continúa a la zaga respecto del resto del continente africano en lo r
África occidental y central continúa a la zaga respecto del resto del continente africano en lo referente a la prevención y el tratamiento para el VIH. En estas regiones millones de personas se encuentran en situación de vulnerabilidad frente a la infección por el VIH y hay 2,4 millones de personas que viven con el VIH sin tratamiento alguno. Tras las llamadas a la acción realizadas en la Reunión de alto nivel para poner fin al sida de 2016 y en la cumbre de la Unión Africana de julio de 2016, ONUSIDA y sus socios lanzaron un plan para acelerar los esfuerzos con el objeto de detener las nuevas infecciones por el VIH y de garantizar que todo el mundo de la región tuviera acceso a un tratamiento que le salvara la vida.
Si bien los recursos disponibles en África occidental y central para responder al VIH aumentaron alrededor de un 65 % entre 2006 y 2016 (se alcanzaron aproximadamente los 2,1 mil millones de dólares estadounidenses), la mayoría de los países a día de hoy continúan dependiendo casi del todo de los donantes. Sin embargo, la financiación internacional sigue cayendo y los niveles de inversión actuales están muy por debajo de lo que en realidad se necesita para lograr un cambio sostenible.
Luxemburgo es un país que continúa comprometido con su inversión en África occidental y central. Marc Angel, presidente del comité de asuntos exteriores y desarrollo en el Parlamento de Luxemburgo, y defensor acérrimo de los objetivos 90-90-90 de ONUSIDA, se unió al Programa en una visita reciente a Senegal para comprobar en persona cómo, con la contribución de Luxemburgo a ONUSIDA para acelerar la respuesta al sida en África occidental y central, la situación estaba cambiando.
Respaldados económicamente por Luxemburgo, ONUSIDA y los demás socios han abierto en África occidental y central un innovador instituto de la sociedad civil para el sida y la salud. El instituto funciona como un mecanismo de coordinación para las alrededor de 80 organizaciones no gubernamentales que trabajan velando por los intereses de las personas afectadas por el VIH en 20 países a lo largo y ancho de toda el África occidental y central.
Uno de esos grupos es CEPIAD, el primer centro para la reducción del daño destinado a las personas que se inyectan drogas en África occidental. El personal médico y los asistentes sociales son pioneros en la región, al tratar a las personas consumidoras de drogas desde el punto de vista de la salud pública, sin emitir juicios sobre ellas. En Mbour, en el centro de tratamiento para los grupos de población clave, el Sr. Angel escuchó lo que le contaron antiguos usuarios de drogas, quienes no dudaron en compartir sus historias personales sobre cómo el centro los había ayudado a reinsertarse en sus familias y en la sociedad.
«Solo al incluir a los grupos de población clave, se podrán hacer realidad los objetivos de 90-90-90», señaló el Sr. Angel. «Los actores de la sociedad pública y civil de Senegal han de seguir trabajando codo con codo para lograr este objetivo». Para la cooperación al desarrollo de Luxemburgo, la clave está en la dimensión que tengan los derechos humanos tanto en la lucha contra el sida como en la salud mundial. Junto con ONUSIDA, nosotros también hemos de asegurarnos de que las voces de las comunidades se escuchen. Para ello hemos de trabajar por todo el país, sobre todo con las poblaciones más vulnerables, incluidos los niños.
El Sr. Angel también visitó la clínica destinada a los tratamientos pediátricos del Albert Royer Hospital, donde disfrutó de un rato con jóvenes que viven con el VIH, quienes compartieron con él sus experiencias relacionadas con el tratamiento del VIH, gracias al cual llevaban una vida normal. Se dio cuenta del progreso alcanzado al haber detenido las nuevas infecciones por el VIH entre los niños senegaleses y también del importante trabajo en materia de salud sexual y reproductiva y el VIH, mediante la cual se había conseguido evitar las nuevas infecciones por el VIH entre adolescentes.
Durante las reuniones con el ministro de salud y acción social de Senegal, Abdoulaye Diouf Sarr, y con el secretario general del Comité nacional de sida de Senegal, Safiatou Thiam, el Sr. Angel ensalzó a Senegal por lograr reducir de ese modo la prevalencia nacional del VIH.
A pesar de ello, también puso de manifiesto áreas que son objeto de preocupación, como la elevada prevalencia del VIH entre los grupos de población clave. Insistió en que dar acceso al tratamiento a los grupos de población clave es decisivo si queremos acabar con el sida para 2030. También alzó la voz para pedir más recursos nacionales, con el objeto de responder al VIH en Senegal de manera efectiva y sostenible.