Reportaje
Rompiendo el círculo vicioso del estigma del VIH en Tayikistán
03 de marzo de 2020
03 marzo 202003 marzo 2020Tahmina Khaidarova contrajo matrimonio según las tradiciones culturales de su familia: sus padres
Tahmina Khaidarova contrajo matrimonio según las tradiciones culturales de su familia: sus padres decidieron que su primo sería su marido. Rara vez lo vio, ya que trabajaba en otro país y regresaba a su casa, en Tayikistán, sólo una vez al año y por poco tiempo. Después de que su hija pequeña cayera enferma de gravedad y falleciera, Tahmina quiso volver a quedarse embarazada para así amainar el dolor de su pérdida. Sin embargo, durante un examen médico, se le diagnosticó VIH. Al poco, su marido falleció de una enfermedad relacionada con el sida.
Hoy día, la señora Khaidarova es la directora de la Red Tayika de Mujeres que Viven con el VIH (por sus siglas en inglés, TNW). Esta red pretende informar a las mujeres acerca del VIH, proteger sus derechos y romper el círculo vicioso del estigma de las mujeres que viven con el VIH. La señora Khaidarova superó ese estigma y se convirtió en una líder en la lucha por los derechos de las mujeres que viven con el VIH en Tayikistán.
Explicó que las mujeres que son conscientes del riesgo de contraer el VIH a través de sus maridos migrantes no suelen poder hablar con ellos acerca del uso del preservativo. «Entiendo la gravedad del problema, pero no puedo pedir a mi marido que use un preservativo, no lo entendería», explica una mujer a la señora Khaidarova.
Las mujeres que viven con el VIH en Tayikistán relatan historias de discriminación. Pueden estar influenciadas por los familiares de su marido y que les desaconsejen el acceso a los servicios médicos, a la terapia antirretrovírica y al tratamiento para la tuberculosis. También suelen estar sometidas a la violencia doméstica o forzadas a abandonar la casa con sus niños cuando los maridos prohíben a sus mujeres que busquen un tratamiento. Tras el fallecimiento de su marido, pueden sufrir violencia y abusos por parte de la familia de su marido, especialmente en áreas rurales.
Cuando las mujeres que viven con el VIH buscan ayuda, se enfrentan un nuevo reto: la estigmatización y la discriminación por parte de los trabajadores sanitarios. A muchas mujeres les dicen que no podrán tener hijos en un futuro o que deberían casarse con un hombre con VIH o que ni deberían casarse ni tener relaciones sexuales.
«El estigma y la discriminación contra las mujeres que viven con el VIH puede traer consecuencias devastadoras. Puede frenarlas a la hora de acceder a los servicios sanitarios que necesitan, destrozar familias y afectar profundamente a su capacidad para vivir una vida normal», afirma la señora Khaidarova. «Debemos acabar con el estigma y con la discriminación: ahora».
El gobierno ha reconocido la necesidad de contrarrestar el estigma y la discriminación contra las mujeres en general y contra las mujeres que viven con el VIH. Las mujeres son una de las prioridades dentro de la estrategia nacional de desarrollo. Por eso, el nuevo programa nacional sobre el sida de 2021 y 2025 incluye un bloque separado relativo a los derechos humanos y a la reducción del estigma y de la discriminación contra las mujeres que viven con el VIH.
La señora Khaidarova ha impulsado la campaña #InSpiteOff (es decir, a pesar de) en las redes sociales para centrar la atención en la cuestión de la discriminación relativa al VIH en la familia, en la sociedad y, muy a menudo, en los entornos médicos. La campaña #InSpiteOf ha publicado historias en Instagram en las que muestra diferentes facetas de las mujeres que viven con VIH, y ha desafiado los estereotipos y los mitos que existen en torno al virus. Así han dado a conocer el derecho a vivir con dignidad y con respeto de las mujeres que viven con el VIH en Europa del este y en Asia central.
Un rasgo común de todas las mujeres que aparecían en la campaña es que recibieron apoyo en un momento crítico de sus vidas por parte de sus seres queridos, de organizaciones o comunidades de mujeres, y que no sólo viven con el VIH y retan los estereotipos de la sociedad, sino que ayudan a los demás.
«Conté mi historia para ayudar a aquellas mujeres que hoy día afrontan los mismos retos. Creo de verdad que todos juntos podemos romper el círculo vicioso del estigma contra las mujeres que viven con el VIH en Tayikistán. Tenemos que lidiar con nuestro propio miedo para así combatir el estigma y la discriminación en la sociedad», sentenció la señora Khaidarova.