Reportaje
La verificación de datos sobre el VIH en el distrito de la capital nacional de Papua Nueva Guinea
06 de marzo de 2020
06 marzo 202006 marzo 2020Durante seis semanas, dos equipos cubrieron 12 clínicas de VIH en una misión de verificación de d
Durante seis semanas, dos equipos cubrieron 12 clínicas de VIH en una misión de verificación de datos en Papua Nueva Guinea. ONUSIDA se unió al grupo de trabajo técnico de información estratégica en el distrito de la capital nacional, que incluye Puerto Moresby, para inspeccionar los informes de las clínicas y ver si encajan con los informes del Departamento Nacional de Salud.
«La evaluación de la calidad de los datos forma parte del plan de monitorización y evaluación del país para garantizar la calidad de los datos y para dar parte de la respuesta al sida», explica Zimmbodilion Mosende, asesor de información estratégica de ONUSIDA Papua Nueva Guinea.
Bajo la dirección de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), los dos equipos de 12 integrantes se dividieron en grupos más pequeños para encontrar el número de nuevas personas registradas como inscritas en la terapia antirretrovírica, de personas que no regresan a las clínicas y el porcentaje de personas que vuelve a reabastecerse. Además, los grupos registraron información sobre, por ejemplo, la edad y el sexo de cada persona.
Los voluntarios de grupos de la sociedad civil, de ONGs internacionales, de asociados para el desarrollo y de delegaciones de enlace claves para el gobierno sumaban un total de casi 5000 personas en los registros.
Papua Nueva Guinea posee la incidencia y prevalencia de VIH más alta de la región del Pacífico. El país, de 8,4 millones de habitantes, cuenta con el 95% de los casos registrados de VIH de la región. Hay aproximadamente 45 000 personas que viven con el VIH en el país, de las cuales el 65 % recibe terapia antirretrovírica.
Los grupos intentaron averiguar si había discrepancias en los datos, y por qué. Albert Arija, especialista en monitorización y evaluación de USAID, describió las razones de las discrepancias, que van desde la falta de personal, lo que conlleva la reducción del tiempo disponible para llenar todos los registros, a los datos incorrectos en las entradas o a la malinterpretación de la información. Por el miedo al estigma y a la discriminación, algunos clientes no quieren dar información personal.
Otro dato clave que faltaba eran las fechas de nacimiento. «Muchas personas en Papua Nueva Guinea no pueden recordar su fecha de nacimiento exacta», afirma Arija.
El grupo de trabajo técnico aboga por el uso de formularios electrónicos y de registros a tiempo real. «Puesto que los formularios actuales de la terapia antirretrovírica son en papel, existen riesgos riesgos asociados a la calidad de parte de los datos potenciales, incluyendo los errores humanos de entrada y procesamiento de datos», afirma Mosende.
En general, la mayor parte de las clínicas gozan de un procesado de datos de buena calidad, según afirman los equipos de evaluación. Esperan simplificar el proceso completo para ampliar la verificación de datos a todo el país.