Reportaje

«Si a la gente se le pide que se aísle, hemos de tener la certeza de que cuentan con alimentos y medicación»

26 de mayo de 2020

Cuando las tiendas y los mercados de productos no esenciales cerraron en Senegal en respuesta al brote de la COVID-19 en el país, y se prohibieron, además, los movimientos entre regiones, muchas personas que trabajaban en el sector informal, entre ellas mucha gente que vive con el VIH, perdieron todos sus ingresos. El hambre comenzó a acercarse a muchos de forma tremendamente peligrosa.

En tan solo unos días, la Red nacional de asociaciones de personas que viven con el VIH en Senegal (RNP+, por sus siglas en inglés) se movilizó y dio a conocer a todos sus miembros las opciones de ayudas para alimentos que el Gobierno había puesto a disposición de un millón de hogares. Al mismo tiempo, empezó a asesorar a las personas, con el fin de evitar los contagios de la enfermedad del coronavirus.

«Si a la gente se le pide que se aísle, hemos de tener la certeza de que cuentan con alimentos y medicación». Las comunidades de personas que viven con el VIH se ayudan unas a otras a cuidarse, a aislarse, a acceder a la medicación cuando se necesita y a cuidar de las familias de los otros», explica Soukèye Ndiaye, presidenta de RNP+.

Los líderes de las comunidades y las organizaciones no gubernamentales están desempeñando un papel muy activo en Senegal, donde se encargan de proporcionar información clara y precisa para evitar el pánico, y se enfrentan al estigma y la discriminación, tanto contra el VIH como contra la COVID-19. RNP+ se ocupa de monitorizar la respuesta a la COVID-19 a medida que esta se desarrolla, se fija en cómo esta está afectando a los más vulnerables y llama la atención del Gobierno y los proveedores de servicios con relación a los problemas urgentes.

Su actuación conjunta con la Alianza nacional de comunidades para la salud y ENDA Santé permitió a RNP+ distribuir más de 200 lotes de alimentos y productos de higiene a las familias más pobres que viven con el VIH. La Oficina regional de ONUSIDA en el país ha dado también un paso al frente para proporcionar una cantidad económica capaz de garantizar que el programa Una familia-Un kit siga prestando ayuda a las personas que más lo necesitan.

RNP+ está defendiendo asimismo la posibilidad de financiar a las personas que viven con el VIH con el fin de facilitarles el viajar a los centros sanitarios, ya que se han incrementado los gastos relacionados con los transportes. Asimismo, trata incansablemente de conseguir un apoyo económico para aumentar el alcance del trabajo de los sanitarios de la comunidad, quienes están contribuyendo sobremanera al suministro de la terapia antirretroviral.

Durante la pandemia de la COVID-19, resulta vital garantizar la continuidad del tratamiento del VIH distribuyendo suministros multimensuales de terapia antirretroviral. Aunque RNP+ ha instado al Gobierno para que todas las personas que viven con el VIH dispongan de reposiciones multimensuales, la debilidad de la cadena de suministro, incluyéndose aquí la valoración inadecuada por parte de algunas clínicas de las necesidades de suministros de terapia antirretroviral y la irregularidad de los suministros a nivel central, han hecho que no todas las personas estén recibiendo los medicamentos que necesitan. ONUSIDA le está prestando su apoyo al Gobierno para seguir los pedidos de medicinas antirretrovirales y reforzar la cadena de suministro.

El papel de las comunidades, principalmente de las comunidades de los más vulnerables, es vital en esta era de la COVID-19 que estamos viviendo. «La historia de la epidemia del VIH nos ha dejado claro que la respuesta a una epidemia solo es efectiva si las comunidades afectadas están plenamente integradas en la respuesta, desde su planificación hasta su puesta en marcha y supervisión. Solo así será una respuesta basada en las realidades y las necesidades de todos», apunta Demba Kona, directora regional de ONUSIDA para Senegal.