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22 de julio de 2010 - Viena (Austria) - Es la historia que se repite cada d&i
22 de julio de 2010 - Viena (Austria) - Es la historia que se repite cada día en todo el mundo y, sin embargo, son muy pocos los que la conocen. Una mujer, un hombre o un niño que vive con el VIH vive expuesto a un mayor riesgo de contraer tuberculosis en un lugar donde no existen medidas para frenar la propagación de la infección; puede suceder en el lugar de trabajo, en un centro penitenciario, en una clínica o incluso en sus propias casas. La persona se pone enferma; comienza a toser, a tener fiebre y a sentirse cada vez más débil.
Esta es la historia que se ha repetido una y otra vez entre los 20.000 participantes de la Conferencia internacional sobre el sida 2010; una historia que puede tener un final feliz si dicha persona tiene la suerte suficiente como para tener acceso tanto a los antirretrovíricos como a un tratamiento contra la tuberculosis. No obstante, en la mayoría de las ocasiones, la historia tiene otro final. Si no siguen un tratamiento adecuado, cerca de 9 de cada 10 personas que viven con el VIH y que han contraido la tuberculosis fallecerán en los dos o tres meses siguientes.
La epidemia dual se ha extendido por África, Asia y Europa oriental, y afecta tanto a niños como a mujeres y hombres de todas las profesiones y condiciones sociales. Una de cada cuatro de las muertes que se dan entre las personas que viven con el VIH está relacionada con la tuberculosis, lo que implica que aproximadamente medio millón de personas fallecen anualmente de manera innecesaria.
“Cada tres minutos, la vida de una persona que vive con el VIH se hace más corta debido a la tuberculosis; esto es algo completamente inaceptable a día de hoy, puesto que la tuberculosis es una enfermedad que se puede prevenir y curar", afirmó el Dr. Jorge Sampaio, enviado especial del secretario general de las Naciones Unidas para la iniciativa Alto a la tuberculosis.
Los líderes del sector de la salud pública que se reunieron en esta conferencia se han comprometido a cumplir un nuevo y ambicioso programa para poner fin a este tipo de muertes evitables. El Dr. Sampaio, por su parte, presidió la conferencia durante el día de hoy, en la que se firmó un nuevo documento al respecto: un memorando de entendimiento entre el Programa conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida (ONUSIDA) y la Iniciativa Alto a la tuberculosis. Dicho acuerdo une en compromiso a ambas organizaciones, a fin de conseguir un objetivo común: esforzarse por reducir a la mitad el número de personas que viven con el VIH y que fallecen a causa de la tuberculosis para el próximo 2015, en comparación con los índices registrados en 2004. Otra de las metas clave del mencionado acuerdo consiste en suministrar tratamiento antirretrovírico a todos los pacientes de tuberculosis que vivan con el VIH.
"Ya contamos con las herramientas necesarias para evitar que las personas que viven con el VIH fallezcan a causa de la tuberculosis", declaró el Sr. Michel Sidibé,
director ejecutivo de ONUSIDA. "Ahora tenemos que unirnos a nuestros asociados que trabajan en materia de tuberculosis, a fin de promover un enfoque basado en pruebas y en los derechos humanos para hacer frente a la tuberculosis y al VIH. Juntos podemos eliminar las muertes por sida relacionadas con la tuberculosis".
La iniciativa Alto a la tuberculosis y ONUSIDA tratarán de ejercer influencia sobre los programas de salud gubernamentales para que estos puedan llegar a todas las personas que necesitan atención relacionada con la tuberculosis o el VIH, a través de la integración de servicios de diagnóstico y tratamiento para ambas dolencias; asimismo, intentarán aumentar la disponibilidad de los recursos necesarios para alcanzar dicho objetivo. Otro de los fines que se persiguen consiste en movilizar a las organizaciones de la sociedad civil, a las comunidades afectadas por la tuberculosis y el VIH y al sector privado para crear asociaciones sólidas destinadas a hacer frente a la tuberculosis y al VIH de forma conjunta.
Siguiendo la línea del tema central de la conferencia internacional sobre el sida de este año, los suscriptores del acuerdo hicieron especial hincapié en las necesidades de los grupos marginales. "Queremos hacer un llamamiento a los líderes mundiales, a fin de que promuevan el acceso universal a los servicios relacionados con la tuberculosis y el VIH para las mujeres y las niñas, los huérfanos, los desplazados, los migrantes, los reclusos, los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, los usuarios de drogas y los demás grupos más vulnerables", afirmó el Dr. Marcos Espinal, secretario ejecutivo de la iniciativa Alto a la tuberculosis.
A lo largo del 2010 y del 2011, el liderazgo asumido por Alto a la tuberculosis y ONUSIDA permitirá la organización de al menos dos visitas conjuntas anuales a países gravemente afectados por la tuberculosis y el VIH; y, además, fomentará su nueva iniciativa por medio de la celebración de, al menos, un acontecimiento internacional al año.
Comunicado de prensa
Los líderes de la salud pública promueven un ambicioso programa para acabar con los casos de muerte por tuberculosis entre las personas que viven con el VIH
22 julio 201022 julio 201022 de julio de 2010 - Viena (Austria) - Es la historia que se repite cada d&i
22 de julio de 2010 - Viena (Austria) - Es la historia que se repite cada día en todo el mundo y, sin embargo, son muy pocos los que la conocen. Una mujer, un hombre o un niño que vive con el VIH vive expuesto a un mayor riesgo de contraer tuberculosis en un lugar donde no existen medidas para frenar la propagación de la infección; puede suceder en el lugar de trabajo, en un centro penitenciario, en una clínica o incluso en sus propias casas. La persona se pone enferma; comienza a toser, a tener fiebre y a sentirse cada vez más débil.
Esta es la historia que se ha repetido una y otra vez entre los 20.000 participantes de la Conferencia internacional sobre el sida 2010; una historia que puede tener un final feliz si dicha persona tiene la suerte suficiente como para tener acceso tanto a los antirretrovíricos como a un tratamiento contra la tuberculosis. No obstante, en la mayoría de las ocasiones, la historia tiene otro final. Si no siguen un tratamiento adecuado, cerca de 9 de cada 10 personas que viven con el VIH y que han contraido la tuberculosis fallecerán en los dos o tres meses siguientes.
La epidemia dual se ha extendido por África, Asia y Europa oriental, y afecta tanto a niños como a mujeres y hombres de todas las profesiones y condiciones sociales. Una de cada cuatro de las muertes que se dan entre las personas que viven con el VIH está relacionada con la tuberculosis, lo que implica que aproximadamente medio millón de personas fallecen anualmente de manera innecesaria.
“Cada tres minutos, la vida de una persona que vive con el VIH se hace más corta debido a la tuberculosis; esto es algo completamente inaceptable a día de hoy, puesto que la tuberculosis es una enfermedad que se puede prevenir y curar", afirmó el Dr. Jorge Sampaio, enviado especial del secretario general de las Naciones Unidas para la iniciativa Alto a la tuberculosis.
Los líderes del sector de la salud pública que se reunieron en esta conferencia se han comprometido a cumplir un nuevo y ambicioso programa para poner fin a este tipo de muertes evitables. El Dr. Sampaio, por su parte, presidió la conferencia durante el día de hoy, en la que se firmó un nuevo documento al respecto: un memorando de entendimiento entre el Programa conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida (ONUSIDA) y la Iniciativa Alto a la tuberculosis. Dicho acuerdo une en compromiso a ambas organizaciones, a fin de conseguir un objetivo común: esforzarse por reducir a la mitad el número de personas que viven con el VIH y que fallecen a causa de la tuberculosis para el próximo 2015, en comparación con los índices registrados en 2004. Otra de las metas clave del mencionado acuerdo consiste en suministrar tratamiento antirretrovírico a todos los pacientes de tuberculosis que vivan con el VIH.
"Ya contamos con las herramientas necesarias para evitar que las personas que viven con el VIH fallezcan a causa de la tuberculosis", declaró el Sr. Michel Sidibé,
director ejecutivo de ONUSIDA. "Ahora tenemos que unirnos a nuestros asociados que trabajan en materia de tuberculosis, a fin de promover un enfoque basado en pruebas y en los derechos humanos para hacer frente a la tuberculosis y al VIH. Juntos podemos eliminar las muertes por sida relacionadas con la tuberculosis".
La iniciativa Alto a la tuberculosis y ONUSIDA tratarán de ejercer influencia sobre los programas de salud gubernamentales para que estos puedan llegar a todas las personas que necesitan atención relacionada con la tuberculosis o el VIH, a través de la integración de servicios de diagnóstico y tratamiento para ambas dolencias; asimismo, intentarán aumentar la disponibilidad de los recursos necesarios para alcanzar dicho objetivo. Otro de los fines que se persiguen consiste en movilizar a las organizaciones de la sociedad civil, a las comunidades afectadas por la tuberculosis y el VIH y al sector privado para crear asociaciones sólidas destinadas a hacer frente a la tuberculosis y al VIH de forma conjunta.
Siguiendo la línea del tema central de la conferencia internacional sobre el sida de este año, los suscriptores del acuerdo hicieron especial hincapié en las necesidades de los grupos marginales. "Queremos hacer un llamamiento a los líderes mundiales, a fin de que promuevan el acceso universal a los servicios relacionados con la tuberculosis y el VIH para las mujeres y las niñas, los huérfanos, los desplazados, los migrantes, los reclusos, los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, los usuarios de drogas y los demás grupos más vulnerables", afirmó el Dr. Marcos Espinal, secretario ejecutivo de la iniciativa Alto a la tuberculosis.
A lo largo del 2010 y del 2011, el liderazgo asumido por Alto a la tuberculosis y ONUSIDA permitirá la organización de al menos dos visitas conjuntas anuales a países gravemente afectados por la tuberculosis y el VIH; y, además, fomentará su nueva iniciativa por medio de la celebración de, al menos, un acontecimiento internacional al año.