Declaración de prensa
ONUSIDA acoge con beneplácito los resultados del ensayo a gran escala sobre la prevención del VIH que muestra un descenso del 30 % en el número de nuevas infecciones.
06 marzo 201906 marzo 2019SEATTLE/GINEBRA, 6 marzo de 2019—ONUSIDA acoge con beneplácito los resultados de
SEATTLE/GINEBRA, 6 marzo de 2019—ONUSIDA acoge con beneplácito los resultados del ensayo HPTN 071 (PopART). Estos mostraron un descenso del 30 % en nuevas infecciones por el VIH en aquellos casos en los que se habían ofrecido servicios de prevención, entre los que se incluyen el asesoramiento y la realización de pruebas del VIH a domicilio. Además, se les asignaron los cuidados y el tratamiento a las personas diagnosticadas, según los criterios del país. El estudio se desarrolló entre 2013 y 2018 e incluyó 21 comunidades urbanas de Zambia y Sudáfrica, lo que supuso una población total de un millón de personas. Fue el mayor estudio de su género llevado a cabo.
«ONUSIDA felicita al equipo del ensayo PopART por un estudio tan importante, que claramente pone de manifiesto la enorme repercusión de la prevención comunitaria, la realización de pruebas y la vinculación al tratamiento», dijo Michel Sidibé, Director Ejecutivo de ONUSIDA. «Esto reafirma el llamamiento de ONUSIDA para conseguir más trabajadores sanitarios en toda África, así como la necesidad de una mayor inversión en la prevención y en el tratamiento del VIH. Además, es necesaria la renovación la mejora de los instrumentos y los mecanismos mediante los que se ofrecen estos servicios. También demuestra la necesidad imperiosa de llegar a los hombres y a la gente joven».
Había tres grupos de estudio. Los grupos A y B contaron con el paquete de prevención del VIH, que incluye lo siguiente: el asesoramiento y las pruebas del VIH anuales a domicilio; la vinculación a la asistencia en el centro de salud local para las personas que viven con el VIH; las visitas de seguimiento a los afectados para garantizar que fueron atendidos y que cumplen el tratamiento; la opción de la circuncisión masculina voluntaria para los hombres seronegativos; los servicios de prevención de la transmisión maternoinfantil del VIH; la derivación al tratamiento para las enfermedades de transmisión sexual; la distribución de preservativos en la comunidad y la detección de la tuberculosis, junto a la posterior derivación al tratamiento.
El grupo de estudio A ofreció la iniciación inmediata del tratamiento antirretrovírico a las personas con un resultado positivo en la prueba del VIH, independientemente del recuento de linfocitos CD4. Por el contrario, el grupo B solo suministró el tratamiento a las personas aptas según los requisitos del país. Esta condición recogía a aquellos que, al principio del ensayo, tuvieran un recuento de linfocitos CD4 de 350, que luego se modificó a 500, y, finalmente, en 2016 se ofreció el tratamiento a todas las personas que vivían con el VIH, como en el grupo A. El grupo de estudio C no disponía de intervención doméstica, pero las personas tenían acceso a las pruebas del VIH y a los servicios de tratamiento de acuerdo con lo estipulado por el país.
Tanto el grupo de estudio A como el B alcanzaron el objetivo 90–90–90* en general. En el B, la incidencia del VIH descendió un 30 % en comparación con la opción de atención básica que ofrecen los países que participaron en el estudio. En el A, la disminución fue solo del 7 %, que resulta sorprendente a pesar de no ser estadísticamente significativo; la transmisión continua también se daba a un ritmo considerable (1,5 %) en este grupo.Se está desarrollando un análisis más exhaustivo para explicar por qué la incidencia no disminuyó más en el grupo A, pese a la alta supresión viral (esta fue del 72 % en el A, 68 % en el B y 60 % en el C)
El análisis de subgrupos también indicó que en ambos grupos (A y B) la cobertura de la terapia antirretrovírica fue mayor en las mujeres mayores de 25 años y en hombres mayores de 40, pero en hombres y personas jóvenes, mucho menor. Además, demostró que estos últimos tenían muchas menos posibilidades de alcanzar la supresión vírica. Esto pone de manifiesto la importancia de alcanzar el objetivo 90-90-90 no solo a nivel nacional, sino también dentro de cada grupo poblacional.
La repercusión del acceso comunitario a la realización de pruebas, al tratamiento y a la prevención primaria en el ensayo es evidente y respalda la prioridad de ONUSIDA de fortalecer las plataformas comunitarias. ONUSIDA promueve esta labor gracias a la iniciativa 90–90–90, a la Acción acelerada en las ciudades y a la Coalición Mundial para la Prevención del VIH, que fue convocada por ONUSIDA y por el Fondo de Población de las Naciones Unidas para impulsar el acceso a las estrategias de prevención combinadas en lugares con una alta incidencia del VIH. El trabajo de la coalición se centra particularmente en las mujeres jóvenes y en sus parejas masculinas, ya que se descubrió en el ensayo PopART que estos grupos necesitan un mejor acceso a los servicios.
ONUSIDA recalca que todavía no hay un método para prevenir el VIH totalmente eficaz. Así, para poner fin a la epidemia de Sida, ONUSIDA recomienda encarecidamente la combinación de las diferentes opciones que existen para la prevención. Entre estas se incluyen las siguientes: el acceso inmediato de las personas que viven con el VIH a la terapia antirretrovírica; el uso correcto y sistemático de preservativos masculinos o femeninos; el comienzo de las relaciones sexuales a una edad más avanzada; un menor número de parejas; la circuncisión masculina voluntaria, y el uso de la profilaxis pre-exposición en las personas con alto riesgo de infección por el VIH.
Los resultados del ensayo PopART se presentaron en la Conferencia sobre Retrovirus e Infecciones Oportunistas, que tuvo lugar en Seattle (Estados Unidos de América) del 4 al 7 de marzo de 2019.
* El objetivo consiste en que, para el 2020, el 90 % de las personas que viven con el VIH conozcan su estado serológico, el 90 % de las personas diagnosticadas accedan al tratamiento y el 90 % de las personas bajo tratamiento hayan disminuido la carga viral.
ONUSIDA
El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA) lidera e inspira al mundo para hacer realidad su meta global de cero nuevas infecciones por el VIH, cero discriminación y cero muertes relacionadas con el sida. ONUSIDA aúna los esfuerzos de 11 organizaciones de las Naciones Unidas (ACNUR, UNICEF, PMA, PNUD, UNFPA, UNODC, ONU Mujeres, OIT, UNESCO, OMS y Banco Mundial) y trabaja en estrecha colaboración con asociados mundiales y nacionales para poner fin a la epidemia de sida para el 2030 como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Obtenga más información en unaids.org y conecte con nosotros a través de Facebook, Twitter, Instagram y YouTube.
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