Comunicado de prensa
Los Gobiernos, las ONG y las Naciones Unidas nos recuerdan que solo pondremos fin a las pandemias cuando seamos capaces de apoyar de verdad el liderazgo de las comunidades
15 diciembre 202215 diciembre 2022CHIANG MAI, TAILANDIA, 15 de diciembre de 2022: las respuestas lideradas por la
CHIANG MAI, TAILANDIA, 15 de diciembre de 2022: las respuestas lideradas por la comunidad constituyen una parte fundamental de la respuesta a la pandemia de sida, a la que debe darse prioridad a la hora de destinar recursos. Este enfoque, acordado por los Gobiernos, las organizaciones de la sociedad civil y los organismos de las Naciones Unidas durante un encuentro internacional sobre el sida celebrado en Chiang Mai (Tailandia), también será clave para hacer frente a otras pandemias presentes y prepararse para las futuras, tal y como dijeron los delegados. En dicho encuentro se dio a conocer la primera definición internacional de respuesta a una pandemia liderada por la comunidad, establecida tras un proceso consultivo de dos años que reunió a 11 gobiernos en representación de cada región del mundo, y a 11 representantes de la sociedad civil. Este equipo de trabajo integrado por varias partes interesadas de ONUSIDA en lo referente a las respuestas lideradas por la comunidad fue convocado de forma conjunta por la Organización Mundial de la Salud y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, y presentó los resultados durante la 51.ª reunión de la Junta Coordinadora del Programa, parte del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH y el sida.
A partir de las nuevas definiciones y recomendaciones, el ministro alemán de Sanidad Karl Lauterbach y la directora ejecutiva de ONUSIDA, Winnie Byanyima, publicaron un artículo en The Lancet en el que instaban a incluir las «infraestructuras comunitarias» relacionadas con la prevención, preparación y respuesta ante una pandemia en la nueva planificación, en los acuerdos internacionales y en la financiación. En él, los líderes demuestran que una infraestructura comunitaria sólida, que trabaja de forma sinérgica con el Gobierno, es un elemento necesario, aunque en muchas ocasiones descuidado, para prevenir, preparar y dar una respuesta eficaz a la pandemia. Con las pruebas recogidas en materia de sida, viruela, COVID-19 y ébola, los autores explican de qué manera las organizaciones lideradas por la comunidad aportan confianza, brindan canales de comunicación y son capaces de llegar a grupos marginados, lo que muy positivamente complementa las funciones gubernamentales y permite alcanzar una mayor igualdad.
Las nuevas definiciones y recomendaciones internacionales pueden ayudar a los planificadores y financiadores de la lucha tanto contra el sida como contra otras epidemias a determinar los elementos imprescindibles de una respuesta comunitaria eficaz. Las organizaciones lideradas por la comunidad, definidas como «grupos y redes, ya sean organizadas formal o informalmente... en las que la mayoría de la gobernanza, el liderazgo, el personal, los portavoces, los miembros y los voluntarios reflejan y representan las experiencias, los puntos de vista y las voces de sus partes, y que cuentan con mecanismos transparentes de rendición de cuentas para sus partes», constituyen, sin duda, la columna vertebral de esa respuesta. Es también fundamental destacar que «no todas las organizaciones basadas en la comunidad están lideradas por la comunidad».
«Aunque lo que más a menudo se entiende como infraestructura, como los laboratorios y los hospitales, también es importante para una respuesta eficaz a la pandemia, lo verdaderamente esencial es la infraestructura comunitaria, que incluye a las personas que deben encargarse de la divulgación, ganarse la confianza de las comunidades excluidas a las que han de llegar, recurrir a mecanismos de rendición de cuentas independientes y participar en la toma de decisiones», explicó el Dr. Matthew Kavanagh, vicepresidente ejecutivo adjunto en funciones de Política, Defensa y Conocimiento de ONUSIDA. «Este equipo de trabajo formado por Gobiernos, sociedad civil y organizaciones internacionales ha proporcionado nuevas e importantes herramientas para apoyar el desarrollo y la supervisión de la capacidad liderada por la comunidad. Solo lograremos poner fin al sida y detener el avance de otras epidemias cuando seamos capaces de garantizar la instauración de esta infraestructura comunitaria, reforzarla, fortalecerla, supervisarla y dotarla de recursos».
La Junta del Programa conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida (ONUSIDA) se reunió en Chiang Mai para que los Estados miembros y los participantes no estatales pudieran debatir sobre el desarrollo de leyes y políticas pensadas para facilitar la respuesta liderada por la comunidad. Las propuestas del equipo de trabajo formado por las múltiples partes interesadas incluyen el desarrollo de sistemas mejorados para financiar organizaciones lideradas por la comunidad, que a menudo se enfrentan a obstáculos jurídicos, de capacidad y de elegibilidad de cara a los mecanismos de financiación nacionales e internacionales; la supervisión de la capacidad liderada por la comunidad, y la integración de los datos generados por los grupos comunitarios en la gestión de la respuesta.
Para poner fin a la pandemia de sida, los miembros de la Junta señalaron que las respuestas comunitarias al VIH deben integrarse en todos los niveles de las estrategias nacionales contra el sida, incluidas la planificación, la elaboración de presupuestos, la puesta en marcha, el seguimiento y la valoración.
Estos principios desarrollados no solamente se aplican al sida. «Para poner fin a la COVID-19, la viruela y el ébola, y prepararnos para la próxima pandemia, es imprescindible esa unión entre el Gobierno y la comunidad. El marco recientemente convenido para definir y medir las respuestas lideradas por la comunidad nos ayuda a estar mejor preparados para abordar las desigualdades que no están sino frenando el progreso para poner fin al sida», insistió el Dr. Kavanagh.
En Tailandia, como los delegados pudieron comprobar de primera mano, los servicios sanitarios dirigidos por grupos de población clave han llegado a las personas con mayor riesgo de contraer el VIH, lo que ha permitido lograr una de las respuestas al VIH más equitativas de la zona. En Sudáfrica, los líderes de la comunidad que colaboran con Ritshidze, que representa a las personas que viven con el VIH, visitan clínicas y comunidades para valorar los servicios relacionados con la COVID-19, el VIH y la tuberculosis, y trasladan a la Administración la responsabilidad de abordar problemas detectados como los largos tiempos de espera o la falta de confidencialidad, culpable esta última de que muchas personas opten por mantenerse alejadas de los servicios sanitarios. En medio de la guerra, 100 % Life de Ucrania, una red de personas que viven con el VIH, ha recurrido a las redes entre iguales para comunicarse con las personas desplazadas y suministrar medicamentos, alimentos y asistencia en caso de emergencia.
«Los convenios internacionales en relación con la pandemia y la financiación deberían incluir objetivos específicos para la capacidad liderada por la comunidad», afirmó el Dr. Kavanagh. «Para que realmente resulten eficaces, las respuestas a la pandemia deben ir más allá de una comunicación unidireccional, para que así las comunidades puedan tomar decisiones a todos los niveles. El liderazgo comunitario no es solo algo que nos complace tener. Resulta absolutamente esencial para poner fin a las pandemias».
Para leer el artículo redactado por el ministro de Sanidad alemán y la directora ejecutiva de ONUSIDA y publicado en The Lancet para conmemorar la ocasión, consulte este enlace.
Consulte aquí el informe presentado en la reunión de la Junta Coordinadora del Programa de ONUSIDA.
Para conocer los recursos relacionados con la respuesta a la pandemia liderada por la comunidad, haga clic aquí.
ONUSIDA
El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA) lidera e inspira al mundo para hacer realidad su meta global de cero nuevas infecciones por el VIH, cero discriminación y cero muertes relacionadas con el sida. ONUSIDA aúna los esfuerzos de 11 organizaciones de las Naciones Unidas (ACNUR, UNICEF, PMA, PNUD, UNFPA, UNODC, ONU Mujeres, OIT, UNESCO, OMS y Banco Mundial) y trabaja en estrecha colaboración con asociados mundiales y nacionales para poner fin a la epidemia de sida para el 2030 como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Obtenga más información en unaids.org y conecte con nosotros a través de Facebook, Twitter, Instagram y YouTube.