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ONUSIDA suma fuerzas con la Campaña Un Millón de Trabajadores Sanitarios Comunitarios para alcanzar el objetivo 90-90-90

02 Febrero 2016

La iniciativa de ONUSIDA y de la Comunidad Un Millón de Trabajadores Sanitarios Comunitarios (1mCHW) ha anunciado una asociación importante de carácter estratégico para alcanzar el objetivo 90-90-90 y establecer las bases de un desarrollo y una asistencia sanitaria sostenible.

Esta nueva asociación surgió en una reunión de alto nivel entre ocho ministros de sanidad africanos y otros actores internos en Addis Ababa (Etiopía) que tuvo lugar el 1 de febrero. En dicha reunión, se habló del objetivo 90-90-90 y de recursos humanos para la asistencia sanitaria. Los participantes recalcaron la importante influencia que puede tener el objetivo 90-90-90 a nivel mundial para reforzar dichos recursos.

En el discurso de apertura, Marc Angel, defensor de ONUSIDA para el objetivo 90-90-90, comentó a los participantes que es fundamental contar con más recursos humanos.

"Para alcanzar el objetivo 90-90-90 se necesitan trabajadores sanitarios, especialización y laboratorios suficientemente equipados", afirmó el Sr. Angel.

Jeffrey Sachs, director del Instituto de la Tierra en la Universidad de Columbia (Nueva York) y fundador de la iniciativa Un Millón de Trabajadores Sanitarios Comunitarios, ha hecho énfasis en su compromiso para con el objetivo 90-90-90. Como asesor especial del secretario general de la ONU en lo que respecta a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), el Sr. Sachs se ha comprometido a posicionar el objetivo 90-90-90 en el plano central de la defensa de los ODS.

"El esfuerzo 90-90-90 de ONUSIDA es histórico: un acercamiento científico, riguroso y audaz para acabar con la epidemia del sida", afirmó el Sr. Sachs. "El final del sida está a nuestro alcance; los trabajadores sanitarios comunitarios desempeñarán un papel fundamental a la hora de capacitar a las comunidades para frenar las muertes ocasionadas por el sida y acabar con la transmisión del virus. La campaña Un Millón de Trabajadores Sanitarios Comunitarios tiene el honor de colaborar con ONUSIDA en su programa pionero".

Copatrocinado por ONUSIDA, la Unión Africana y el ministerio de Salud de Etiopía, el encuentro mostró un gran apoyo al objetivo 90-90-90. Además, se coincidió en que este ofrece una oportunidad única para contratar y movilizar a cientos de miles de trabajadores sanitarios comunitarios.

"Etiopía no escatimará en esfuerzos para alcanzar el objetivo 90-90-90," anunció Kesetebirhan Admasu, el ministro de Salud de Etiopía. "Estamos decididos a relegar al sida a los libros de historia."

Para alcanzar el objetivo de tratamiento 90-90-90,  será necesario que, en los próximos cinco años, se doble el número de personas que tienen acceso a la terapia antirretrovírica. Los programas del VIH han proporcionado estrategias innovadoras para mejorar la eficiencia de la prestación de servicios, pero es evidente que, para alcanzar el objetivo, será necesario aumentar el número de trabajadores sanitarios disponible en la prestación de servicios del VIH.

Sin embargo, muchos países de África y de otras regiones presentan una grave escasez de trabajadores sanitarios. Si bien África representa el 25% de la carga mundial sanitaria, en ella, sólo se encuentra  el 3% del total de trabajadores sanitarios.

Para aliviar estas escaseces, la reunión se centró en la importancia que tiene la formación y la contratación de trabajadores sanitarios comunitarios formados, experimentados, supervisados y remunerados para ampliar el acceso a los servicios del VIH. "Debemos reforzar la conexión entre las comunidades y los proveedores de servicios," dijo el director ejecutivo de ONUSIDA, Michel Sidibé. "Tenemos que servirnos de las comunidades y las organizaciones de la sociedad civil para llegar a las personas a las que es difícil llegar."

La campaña Un Millón de Trabajadores Sanitarios Comunitarios aúna a más de 150 organizaciones de todo el mundo en un gran esfuerzo por contratar y desplegar trabajadores sanitarios comunitarios preparados, capacitados, supervisados y remunerados , prestando especial atención a las comunidades rurales más marginadas.

Países como Etiopía, Ghana y Malawi ya han hecho grandes progresos en la formación y el despliegue de trabajadores sanitarios comunitarios que presten servicios sanitarios de base comunitaria.

Etiopía, por ejemplo, ha formado a decenas de miles de agentes de extensión sanitaria que han aumentado el acceso a servicios sanitarios de calidad. La creación del programa de trabajadores sanitarios comunitarios en Etiopía se ha asociado con un incremento de 19 años en la esperanza de vida en dos décadas. Actualmente, Ghana está desplegando 20 000 trabajadores sanitarios comunitarios en un excepcional esfuerzo nacional. 

Otros países se están poniendo en marcha para imitar estos esfuerzos nacionales exitosos que tienen como fin ampliar los recursos humanos para la salud. Lesotho, por ejemplo, se ha embarcado en un esfuerzo nacional para crear una red de agentes de extensión sanitaria guiada por Etiopía y Malawi.

Gran parte de los debates de esta reunión, que tuvo un día de duración, se centraron en cómo el impulso para alcanzar el objetivo 90–90–90 puede conducir a una ampliación sostenible de los recursos humanos para la salud. El esfuerzo mundial para alcanzar este objetivo implicará la prestación de atención simplificada y descentralizada a millones de personas sanas que viven con el VIH. Los cuidados personales, incluidas innovaciones como los grupos de observancia inter pares o la distribución comunitaria de tratamiento antirretrovírico, desempeñarán un papel fundamental en la gestión de la atención del VIH crónico.

Los trabajadores sanitarios comunitarios resultarán fundamentales a la hora de proporcionar estos servicios simplificados y descentralizados. El enfoque de Acción acelerada requiere un aumento considerable de la financiación para la prestación de servicios de base comunitaria y un aumento del 5% actual al 30% en la proporción de los servicios del VIH que se ofrecen a través de canales comunitarios.

Los mismos modelos de base comunitaria que resultarán fundamentales para conseguir que la epidemia del sida deje de suponer una amenaza para la salud pública también tienen un papel potencialmente fundamental a la hora de abordar los otros objetivos sanitarios de los ODM. La movilización de trabajadores sanitarios comunitarios a través del impulso para alcanzar el objetivo 90–90–90 también puede favorecer la prestación de otros servicios sanitarios importantes. De forma similar, los modelos de atención crónica generados por la ampliación del tratamiento del VIH pueden aplicarse a la gestión de enfermedades no contagiosas que cada vez tienen un peso mayor, como la hipertensión o la diabetes.

Aunque la hoja de ruta de acción para el 90-90-90 y el personal sanitario es clara, la financiación supone un posible obstáculo, ya que es necesario que haya inversiones para la formación, supervisión y remuneración de los trabajadores comunitarios. Los ministros de sanidad y otros participantes estuvieron de acuerdo en que para movilizar las inversiones necesarias para ampliar el personal sanitario será pertinente realizar tanto desembolsos nacionales como incrementos adicionales en la asistencia internacional. El Sr. Sachs exigió la creación de un fondo para reforzar los sistemas sanitarios.

"Aquí, en África, debemos comprometer nuestros propios recursos internos con la sanidad", afirmó Olawale Maiyegun, el director de asuntos sociales de la Comisión de la Unión Africana. "Debemos estar a la altura de nuestro compromiso en la Declaración de Abuja de destinar a la sanidad al menos un 15% de nuestro presupuesto interior".

"La salud no es un coste", aseguró el Sr. Sidibé. "La salud no es gasto. La salud es una inversión. Si la incrementamos podemos acabar con la epidemia. Pero si no aportamos los recursos que necesitamos, el sida repuntará y todas nuestras inversiones de los últimos 30 años se perderán".

En la planificación de la reunión, la organización copatrocinadora trabajó con la Organización Mundial de la Salud, la Sociedad Africana de Ciencias de Laboratorio, la Asociación Internacional de Proveedores de Atención al Sida, la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y la Media Luna Roja, la Oficina del Coordinador de los Estados Unidos para el sida, la Universidad de Columbia, la Red de Soluciones para el Desarrollo Sostenible, la campaña Un Millón de Trabajadores Sanitarios Comunitarios y el gobierno de Luxemburgo.

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ONUSIDA y Luxemburgo promueven la meta 90-90-90

09 Noviembre 2015

El ambicioso objetivo de tratamiento del VIH fijado para el año 2020 ha influido considerablemente en el enfoque de los gobiernos y socios para dar respuesta al sida, según palabras de altos funcionarios de Luxemburgo y de ONUSIDA, reunidos con motivo de la sesión informativa sobre las misiones diplomáticas celebrada el pasado 9 de noviembre en Ginebra, Suiza.

Los esfuerzos para la ampliación del tratamiento durante los próximos cinco años van a ser trascendentales a la hora de acabar con la epidemia de sida. La meta 90-90-90 se basa en conseguir que, para el año 2020, un 90% de personas que vive con VIH conozca su diagnóstico, que un 90% de quienes conozcan su diagnóstico puedan acceder al tratamiento antirretrovírico y que un 90% de los pacientes en tratamiento posea un nivel de carga vírica indetectable.

A diferencia de otros objetivos de tratamiento precedentes, enfocados únicamente en el número de personas que inician el tratamiento del VIH, la meta 90-90-90 centra su atención en el propósito final del tratamiento del VIH: la supresión vírica, que reduce considerablemente tanto el riesgo de enfermedades y muertes relacionadas con el sida como el riesgo de transmisión del VIH.

En la reunión informativa, representantes de ONUSIDA y del gobierno de Luxemburgo definieron las áreas prioritarias en las que se aplicará la meta 90-90-90. También se subrayó que existe la voluntad política y las herramientas científicas para poner fin a la epidemia del sida. Si bien es cierto que se ha conseguido un éxito considerable en diferentes áreas y regiones del mundo, todavía es necesario hacer más para garantizar que no se da a nadie de lado y para asegurar el acceso de los niños al tratamiento.

Luxemburgo, colaborador histórico de ONUSIDA, este año fue un socio estratégico en la lucha para acabar con la epidemia del sida como amenaza para la salud pública en el año 2030. El acuerdo entre ONUSIDA y Luxemburgo tiene como objetivo potenciar las ventajas terapéuticas y preventivas de la terapia antirretrovírica.

En la sesión informativa, Marc Angel, Diputado del Parlamento de Luxemburgo, fue nombrado defensor de ONUSIDA con motivo de la meta 90-90-90. Marc Angel ha defendido la causa contra el sida durante más de 25 años.

Siendo miembro de la Cámara de Diputados de Luxemburgo desde el año 2004, el Sr. Angel ejerce también como Presidente del Comité de Asuntos Exteriores y Europeos, de Defensa, de Cooperación y Desarrollo y de Inmigración en el Parlamento de Luxemburgo.

Quotes

“Luxemburgo ha sido un ejemplo magnífico en su apoyo y en el suministro de fondos catalíticos al proyecto Acción acelerada, que será por primera vez una realidad en África. Muchos países están muy cerca de conseguir el objetivo. El propósito de hoy es convertir la meta 90-90-90 en una realidad para todas las personas que estén siendo dejadas de lado, para las poblaciones clave”.

Luiz Loures, Director Ejecutivo Adjunto de programas de ONUSIDA

“Luxemburgo está ejerciendo su influencia para lograr el apoyo político, técnico y financiero que acelere el acceso a la terapia antirretrovírica”.

Jean-Marc Hoscheit, Representante Permanente de Luxemburgo ante la Organización de las Naciones Unidas en Ginebra

“La meta 90-90-90 es mucho más que un objetivo respecto al tratamiento. Se trata de llevar la esperanza, ayudar a la gente a tener una vida sana y crear un futuro mejor. Por esta razón estoy orgulloso de ser defensor de esta iniciativa y de asociarme con ONUSIDA”.

Marc Angel, miembro de la Cámara de los Diputados de Luxemburgo; defensor de ONUSIDA con motivo de la meta 90-90-90

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Destacados científicos mundiales estudian las estrategias para alcanzar el objetivo 90-90-90

22 Julio 2015

Eminentes investigadores sobre el VIH han declarado, al describir los resultados de varios ensayos clínicos en el África subsahariana, que los innovadores modelos de prestación de servicios están consiguiendo resultados en toda la cascada de tratamiento del VIH que se aproximan o superan el objetivo 90–90–90.

Los resultados del estudio se presentaron en un seminario de un día celebrado por el British Columbia Centre for Excellence in HIV/AIDS y el Departamento de Sida de la Universidad de la Columbia Británica, antes de la inauguración de la 8ª Conferencia de la Sociedad Internacional del Sida sobre patogénesis, tratamiento y prevención del VIH en Vancouver (Canadá). Los estudios se están llevando a cabo en varios países del África subsahariana muy afectados, como Botswana, Kenya, Malawi, Sudáfrica, Swazilandia, Uganda y Zambia.

“Estos excepcionales resultados del ensayo clínico vuelven a mostrar de qué modo la innovación impulsa el progreso en la respuesta al sida", dijo Michel Sidibé, director ejecutivo de ONUSIDA. "Los resultados demuestran que el objetivo 90-90-90 es más que un sueño. Es totalmente factible".

Diane Havlir, de la Universidad de California, en San Francisco, presentó los resultados provisionales del estudio SEARCH (Sustainable East Africa Research for Community Health) en más de 30 comunidades rurales de Kenya y Uganda. Este ensayo, que ha incluido a más de 334 000 personas, evalúa un programa con diversos componentes, entre ellos el uso de campañas centradas en la comunidad para el diagnóstico de diversas enfermedades dirigidas a realizar las pruebas diagnósticas del VIH y vincular a las personas seropositivas con el inicio inmediato del tratamiento antirretrovírico.

El programa SEARCH ha logrado que un 90 % de la población conozca su estado serológico. Más del 90 % de los participantes que viven con el VIH de Uganda y el 83 % de Kenya reciben tratamiento antirretrovírico. A las 24 semanas el 92 % de los participantes en el ensayo que había comenzado el tratamiento antirretrovírico había logrado la supresión vírica.

El ensayo PopART de Richard Hayes, de la London School of Hygiene and Tropical Medicine, ofreció unos resultados igualmente esperanzadores, aunque preliminares. Este ensayo, realizado en 21 comunidades, evalúa un paquete combinado de prevención del VIH que incluye campañas repetidas de diagnóstico del VIH en las comunidades y el inicio inmediato del tratamiento antirretrovírico para todas las personas cuyo diagnóstico determina que son seropositivas. Entre los más de 115 000 miembros de la comunidad incluidos en el ensayo, el 90 % de los hombres que viven con el VIH y el 92 % de las mujeres que viven con el VIH conocían su estado serológico tras el programa PopART. De las personas a las que se ha diagnosticado la infección por el VIH, el 62 % de los hombres y el 65 % de las mujeres recibían tratamiento antirretrovírico, lo que resalta la necesidad de fortalecer aun más el vínculo con la atención en el caso de las personas que viven con el VIH. Los datos sobre las tasas de supresión vírica entre los participantes en PopART estarán disponibles el año que viene.

Max Essex, de la School of Public Health de la Universidad de Harvard, presentó los datos iniciales del protocolo de prevención combinado de Botswana. El Sr. Essex y sus colegas han descubierto que el 79 % de las personas que viven con el VIH en Botswana conocía su estado serológico a mediados de 2015, el 86 % de los adultos a los que se había diagnosticado su estado seropositivo recibía tratamiento antirretrovírico y el 96 % de las personas que recibía tratamiento antirretrovírico había logrado la supresión vírica.

El programa de Médicos Sin Fronteras (MSF) en el distrito de Chiradzulu de Malawi ha obtenido unos resultados igualmente impresionantes, según David Maman de MSF. En Chiradzulu, el 77% de todas las personas que viven con el VIH conoce su estado serológico, el 84 % de las personas diagnosticadas como seropositivas recibe tratamiento antirretrovírico y el 91 % de las personas que recibe tratamiento antirretrovírico ha conseguido la supresión vírica.

François Dabis, del Instituto de Salud Pública de Burdeos, describió los resultados preliminares de otro estudio en el distrito de Hlabissa en KwaZulu Natal (Sudáfrica), sobre una iniciativa de diagnóstico y tratamiento que incluye campañas de seis meses de pruebas diagnósticas en la comunidad y la creación de centros de tratamiento antirretrovírico en todas las comunidades del estudio. Entre las más de 26 000 personas de las comunidades del estudio, el 85 % conoce su estado serológico. Entre las personas diagnosticadas como seropositivas incluidas en el programa, el 86 % recibe tratamiento antirretrovírico. Los resultados del estudio indican que la vinculación con la atención sigue siendo insuficiente y continúa siendo un área de interés para trabajos e innovaciones adicionales.

Varios temas importantes surgieron a partir de los datos de este estudio. Los investigadores recalcaron la importancia y el valor de implicar a y colaborar con las comunidades locales en el desarrollo de enfoques programáticos adaptados a las necesidades y circunstancias locales. La mayoría de estudios han adoptado también enfoques multidisciplinares en el ámbito del desarrollo, control y evaluación de los programas, en los que han participado especialistas de las ciencias sociales, economistas y representantes de la comunidad, así como médicos y bioestadísticos.

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