2009 ICAAP

Informe de las Naciones Unidas: Recordando la crisis asiática del 97, la actual crisis financiera deja a los migrantes en una situación más vulnerable al VIH

12 de agosto de 2009

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La recesión económica mundial está teniendo un efecto negativo sobre el colectivo de migrantes ya que están excluidos de los conjuntos de medidas de estímulo, mientras que los programas del sida corren peligro. Esta es la conclusión a la que ha llegado un informe de las Naciones Unidas dado a conocer durante el ICAAP 09.Fotografía: ONUSIDA/O.O'Hanlon

La recesión económica mundial está teniendo un efecto negativo sobre el colectivo de migrantes ya que están excluidos de los conjuntos de medidas de estímulo, mientras que los programas del sida corren peligro. Esta es la conclusión a la que ha llegado un informe de las Naciones Unidas dado a conocer durante la celebración del IX Congreso internacional sobre el sida en Asia y el Pacífico (ICAAP). Tal como ocurrió en la crisis asiática de 1997, es previsible que los efectos negativos sobre la salud y la migración sean aún más graves porque los fondos aportados por los donantes y los programas gubernamentales se están viendo recortados. 

El informe, titulado La amenaza planteada por la crisis económica al acceso universal a los servicios relacionados con el VIH para los migrantes, es el resultado de la colaboración entre el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida (ONUSIDA). Traza paralelismos entre la actual crisis y la que en 1997 afectó al continente asiático, cuando las economías de Hong Kong, Indonesia, Japón, Corea, Malasia, Singapur y Tailandia fueron arrastradas por la crisis como resultado del colapso del mercado de valores de Tailandia. El informe expone que las tendencias actuales en las políticas de migración y en los programas del sida reproducen las de 1997, lo que es muy preocupante.  

“Es crucial que los responsables de formular las políticas no tomen las mismas decisiones que se tomaron en el 97 respecto de los recortes en los programas básicos sobre el VIH/sida y las políticas desfavorables para los trabajadores migrantes. A diferencia de las importantes medidas de estímulo que los países están poniendo en marcha para potenciar sus economías, el gasto relativo al sida destinado a impulsar una respuesta integral representa tan solo el 0,01% de tales medidas”, ha declarado Caitlin Wiesen, directora del Equipo regional del PNUD de prácticas sobre el VIH para Asia y el Pacífico.

De acuerdo con JVR Prasada Rao, director del Equipo de apoyo regional de ONUSIDA para Asia y el Pacífico, “aún antes de producirse la crisis financiera, los programas del VIH y los servicios para migrantes y poblaciones móviles suelen quedar desatendidos en los programas nacionales. Además, en la última crisis financiera ya vimos cómo los programas de prevención del VIH fueron los primeros en sufrir recortes presupuestarios. Las cuestiones relacionadas con los migrantes son de suma importancia en una región con un crecimiento económico rápido como Asia. Debemos insistir enérgicamente para que los donantes y los gobiernos no reduzcan los recursos asignados a los programas del VIH para migrantes.”

En medio de la crisis, los países suelen introducir políticas restrictivas respecto de la migración, como repatriar a los trabajadores migrantes o dificultándoles la obtención del permiso de trabajo. La recesión de 1997 puso de manifiesto que estas medidas no funcionan. Por el contrario, al negarse la entrada formal de la migración, muchas personas entran ilegalmente en los países, lo que con frecuencia las hace más vulnerables al VIH. 

De acuerdo con el informe, los gobiernos han dejado de expedir permisos de trabajo, están tomando medidas drásticas contra los migrantes indocumentados (Malasia, Taiwán), y muchos trabajadores extranjeros de los sectores industrial y de la construcción están siendo despedidos (Indonesia, China). En diversos países, son cada vez más numerosos los informes sobre el empeoramiento de las condiciones de trabajo (Hong Kong, Taiwán, Malasia y Singapur).

“En momentos de recesión económica, no podemos olvidarnos de las necesidades y los derechos de los trabajadores migrantes pues son una parte integral fundamental de muchas economías, en particular en nuestra región”, ha manifestado Dhanan Sunoto, de la Secretaría de la ASEAN. “Es crucial asegurar que a los potenciales migrantes no se les impida trabajar en el extranjero basándose en su estado positivo del VIH, y que los migrantes que trabajan en el extranjero no sean repatriados por su estado seropositivo”.

Como dice la Dra. Sophia Kisting, directora del Programa de la OIT sobre el VIH/sida y el mundo del trabajo, “en el contexto de Ia actual crisis económica nos llegan informes  que denuncian un incremento en las violaciones de los derechos humanos y una creciente presión sobre los trabajadores migrantes para que se desplacen del empleo formal al informal o regresen a sus países de origen. Estas tendencias probablemente exacerbarán la vulnerabilidad al VIH”.

La Dra. Kisting añade que su organización está avanzando con celeridad en esta área.  “La OIT está preparando un instrumento internacional de derechos humanos sobre el VIH/sida y el mundo del trabajo. En el caso de que se adopte en 2010, esta norma dará un nuevo impulso a las políticas antidiscriminatorias en los ámbitos nacional y del lugar de trabajo”.

El informe esboza resumidamente una serie de recomendaciones fundamentales: 

  1. Establecer mecanismos protectores, tales como fondos de carácter social, planes de seguridad social y programas de capacitación para ayudar a los migrantes a regresar a su hogar o a recolocarlos en el propio entorno.
  2. Convertir las estrategias regionales y nacionales relativas al VIH que incluyen a los migrantes y las poblaciones móviles en presupuestos y servicios concebidos para llegar a las personas que se desplazan.  
  3. Mantener los programas y presupuestos dedicados a la prevención: cada US$1 invertido en prevención puede ahorrar hasta US$8 en costos de tratamiento evitados. 
  4. Apoyar las organizaciones de la sociedad civil en la vigilancia del comportamiento de los migrantes relativo a la solicitud de atención, de modo que éstos no tengan que sacrificar el tratamiento en aras de otras necesidades básicas.

El informe ha sido presentado en el simposio El efecto de la crisis económica sobre la migración laboral y el VIH, organizado conjuntamente por el PNUD, la OIT, ONUSIDA y la JUNIMA.    

Salman Ahmad, embajador de buena voluntad de ONUSIDA, alza su voz en favor de la participación de los jóvenes en la respuesta al sida

13 de agosto de 2009

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Salman Ahmad, embajador de buena voluntad, durante una de sus actuaciones en el IX Congreso Internacional sobre el sida en Asia y el Pacífico (ICAAP), celebrado en Bali, Indonesia, del 9 al 13 de agosto. Fotografía: ONUSIDA/Donang Wahyu

Durante el IX Congreso internacional sobre el sida (ICAAP), los participantes de un debate sobre el papel de los jóvenes en la respuesta al sida llegaron a un acuerdo claro y unánime: los jóvenes son esenciales para detener la propagación del VIH.

 “Los jóvenes deben embarcarse en esta respuesta para cambiar la situación, ya que la toma de decisiones sobre sus vidas y su sexualidad determinará su estatus en el futuro”, declaró Salman Ahmad, embajador de buena voluntad de ONUSIDA y uno de los cantantes de rock más populares de Asia, durante la inauguración del primer debate con los jóvenes del Espacio de diálogo comunitario del ICAAP.

James Chau, presentador de un programa de entrevistas de Beijing de la Televisión Central de China (CCTV), quien también es embajador de buena voluntad de ONUSIDA, copresidió el debate. “Es importante que los jóvenes puedan participar y ocupar un sitio en los principales foros y plataformas para que alcen su voz y se hagan escuchar”, afirmó.

Con el tema “perspectiva de los jóvenes sobre los compromisos de los líderes con sus problemas y su participación en la respuesta”, el debate pretendía ofrecerles la oportunidad de dialogar sobre su papel en la respuesta al sida de la región de Asia y el Pacífico.

Salman Ahmad, comprometido con la promoción de la participación de los jóvenes en la respuesta al sida, manifestó que este tipo de diálogo permite que los jóvenes demuestren su compromiso y ayuden a diseñar políticas e ideas que les incluyan y representen. “Esto, a su vez, puede respaldarse mediante redes y asociaciones”, declaró Salman. “Conectar a los jóvenes, intercambiar conocimientos y experiencias y establecer relaciones duraderas y sólidas ayudará a que los individuos puedan ponerse en pie e implicarse, y a demostrar a los líderes y a los responsables de la toma de decisiones que los jóvenes pueden y quieren marcar la diferencia”, añadió.

Inaugurada oficialmente el 10 de agosto de 2009, la Aldea Asia Pacífico es un espacio donde los delegados han podido hablar sobre la diversidad y llevar a cabo pequeños debates en grupo, actividades educativas informales, y actuaciones de danza, arte y cultura.

Además de hablar directamente con los jóvenes locales y compartir sus opiniones, Salman también participó en la reunión de embajadores del sida celebrada el 9 de agosto. Allí compartió su experiencia personal sobre la importancia de los jóvenes en la prevención del VIH, poniendo un énfasis especial en el papel que desempeñan a la hora de promover la consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio. “La cuestión principal es cómo aprovechar y captar la energía y el idealismo de los jóvenes”.

Organizada por Ani Bambarg Yudhoyono, Primera Dama de Indonesia y embajadora nacional del sida, la reunión de embajadores y defensores del sida pretendía abordar la necesidad de liderazgo en la región de Asia y el Pacífico y explorar las formas en las que los embajadores y los defensores pueden contribuir a reducir la propagación y el impacto del VIH de manera más efectiva. Uno de los objetivos de la reunión era promover un programa para los jóvenes.

Salman Admand, líder y fundador de uno de los grupos de rock más importantes de Asia meridional, “Junoon”, fue nombrado embajador de buena voluntad de ONUSIDA en 2005, y desde entonces ha ayudado a ONUSIDA en sus iniciativas de sensibilización para reducir la propagación del VIH. 

El VIH en las crisis humanitarias: oportunidades y retos

12 de agosto de 2009

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La relación entre las crisis humanitarias y el VIH fue el asunto principal en la reunión satelite organizada por ACNUR y ONUSIDA en el IX congreso internacional sobre el sida en Asia y el Pacífico. Fotografía: ONUSIDA/O.O'Hanlon

Millones de personas de todo el mundo se ven forzadas a desplazarse ya sea por conflictos o por catástrofes naturales, por lo que analizar la relación entre las crisis humanitarias y el VIH es cada vez más urgente. Una reunión satélite organizada por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida (ONUSIDA) puso de manifiesto la importancia de esta cuestión y sus repercusiones en Asia durante el IX Congreso internacional sobre el sida en Asia y el Pacífico.

La relación entre las crisis humanitarias y la epidemia del VIH no es directa. Las situaciones de emergencia pueden ampliar la vulnerabilidad ante la transmisión del VIH, pero esto no se traduce necesariamente en un aumento de las conductas de riesgo o una mayor prevalencia del VIH. Las personas que se enfrentan a situaciones de conflictos o a catástrofes naturales suelen perder su fuente de ingresos, y algunas se ven forzadas a adoptar conductas de riesgo para satisfacer sus necesidades básicas. Las normas sociales y sexuales pueden desmoronarse y las mujeres quedar en una situación especialmente vulnerable ya que los conflictos y los desplazamientos suelen asociarse con un aumento de las violaciones. Sin embargo, las crisis humanitarias también pueden desempeñar un papel protector, ya que en ocasiones reducen la movilidad de la población y pueden mejorar el acceso a los servicios sanitarios de calidad y a otros servicios sociales, especialmente en los desplazamientos a largo plazo.

Durante esta reunión, titulada Oportunidades y retos a la hora de abordar el VIH entre diversas poblaciones humanitarias, los participantes que trabajan con personas desplazadas o en otros contextos humanitarios exploraron estos controvertidos temas. Asimismo, coincidieron en que siempre que sucede una crisis humanitaria, ya sea en un entorno de baja o de alta prevalencia, las intervenciones necesarias para prevenir y responder al VIH son mínimas.

El objetivo de la reunión era fomentar la sensibilización sobre la epidemia del VIH entre las principales partes interesadas, alentándolas a garantizar que las poblaciones humanitarias tengan acceso a los servicios de prevención, tratamiento, atención y apoyo, independientemente de su situación. Los participantes también aprovecharon la oportunidad para intercambiar ideas, experiencias, lecciones aprendidas y los problemas y los logros conseguidos por los programas de VIH en los entornos humanitarios de Asia, con el fin de desarrollar y fortalecer las asociaciones entre los principales agentes en este ámbito. 

Los oradores fueron seleccionados para explorar información e ideas de diverso tipo. En las presentaciones se trataron las siguientes cuestiones: un análisis general de los principios de la epidemia y de los programas del VIH en conflictos y de la experiencia hasta la fecha en la región de Asia; cómo integrar el VIH en la respuesta a las catástrofes en China; los éxitos y las dificultades de los programas del VIH entre los usuarios de drogas inyectables afganos refugiados en Pakistán; y los programas de tratamiento en los entornos de refugiados estables en Tailandia. 

ACNUR es el organismo de las Naciones Unidas encargado de abordar el VIH entre los refugiados y las personas desplazadas dentro de sus países debido a conflictos. Su objetivo es garantizar que puedan acceder a programas integrales relacionados con la prevención del VIH, como aquellos que abordan la prevención de la transmisión maternoinfantil, el asesoramiento y las pruebas voluntarios, el desarrollo y la difusión de materiales de información, educación y comunicación, y la atención, el apoyo, el tratamiento, el seguimiento y la evaluación.

ICAAP 2009: Acabar con los obstáculos jurídicos y la penalización

12 de agosto de 2009

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ONUSIDA organizó una reuniión satélite bajo el título "Acabar con los obstáculos jurídicos y la penalización". Fotografía: ONUSIDA/O.O'Hanlon

Los obstáculos jurídicos y la penalización están dificultando la capacitación de los grupos de población más expuestos al riesgo de infección por el VIH, como los usuarios de drogas inyectables, los profesionales del sexo y los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, al denegar y poner trabas a su derecho de llevar una vida saludable y segura. Para analizar y hacer frente a este problema social de repercusión mundial, ONUSIDA organizó una reunión satélite sobre esta cuestión, que se celebró el miércoles 12 de agosto durante el ICAAP.

La legislación puede ser una herramienta poderosa en la repuesta al sida. Las leyes, cuando se basan en el respeto a los derechos humanos y se aplican y acatan de manera adecuada, pueden promover resultados positivos en el ámbito de la salud pública y permitir que los individuos y las comunidades satisfagan sus derechos. Diversos campos de la legislación son esenciales para responder de manera efectiva al sida: el derecho a la salud pública, la no discriminación y la igualdad de la mujer, las relaciones familiares y la prevención de la violencia sexual, la propiedad intelectual, la seguridad social, así como las leyes sobre el consumo de drogas, el trabajo sexual y las cárceles.

Esta sesión del ICAAP reunió a representantes del los sectores ejecutivo, legislativo, judicial y a los responsables del cumplimiento de la ley con el fin de encontrar vías para eliminar los obstáculos jurídicos y la penalización con los que se topan las poblaciones más expuestas en múltiples contextos de Asia y el Pacífico. El simposio dio a los legisladores, los responsables del cumplimiento de la ley y a las personas afectadas la oportunidad de debatir qué soluciones son viables y efectivas.

“La situación regional de la penalización de las conductas de riesgo entre las poblaciones más expuestas al VIH no da pie al optimismo", afirmó Anand Grover, relator especial de las Naciones Unidas sobre el derecho a la salud, quien presidió el simposio. “La importancia de los derechos humanos y de su defensa se ha convertido actualmente en el eje central de las Naciones Unidas y del mundo”.

Además de explorar las implicaciones que tienen los obstáculos jurídicos y la penalización en los esfuerzos de prevención del VIH, los participantes también analizaron el papel esencial que desempeñan los responsables del cumplimiento de la ley a la hora de definir el entorno jurídico y de influir en el acceso a los servicios del VIH. Frecuentemente, los responsables del cumplimiento de la ley consiguen que se acaten las disposiciones jurídicas o las directivas jurídicas observadas mediante vías que no respetan los derechos humanos de las poblaciones afectadas, lo que las convierte en obstáculos adicionales al acceso a la prevención y al tratamiento del VIH.

Todos los participantes coincidieron en que existe indecisión a la hora de cambiar las disposiciones jurídicas existentes, y mostraron un cierto grado de inquietud respecto a los posibles resultados. Por otra parte, estos cambios solo se pueden conseguir a largo plazo, y el tiempo es uno de los principales factores a la hora de actuar adecuadamente contra el VIH. Por consiguiente, al mismo tiempo que se trabaja para conseguir que estos cambios sean una solución a largo plazo, también es importante encontrar el sitio y la oportunidad para actuar de manera constructiva con las estructuras que ya existen.

El PMA reconoce el papel fundamental que desempeñan la alimentación y la nutrición en la respuesta global al VIH/sida

11 de agosto de 2009

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El Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (PMA) y sus asociados examinaron el papel tan importante que desempeña la seguridad alimentaria y nutricional para las personas que viven con el VIH durante una reunión satélite en el ICAAP 09.Fotografía: PMA/Jim Holmes

A lo largo de una reunión satélite que tuvo lugar en el IX Congreso internacional sobre el sida en Asia y el Pacífico (ICAAP), celebrado en Bali (Indonesia), El Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (PMA) y sus asociados examinaron el papel tan importante que desempeña la seguridad alimentaria y nutricional para las personas que viven con el VIH. Los participantes estudiaron distintas formas de integrar este aspecto clave en el tratamiento, la atención y el apoyo relacionados con el VIH, así como las posibilidades y los retos que supone su puesta en práctica.

La comida y la nutrición constituyen dos componentes fundamentales de la respuesta mundial al sida que han pasado a gozar de un reconocimiento mayor tras el apoyo brindado por el PMA y otros organismos. Mejorar el estado nutricional de las personas que viven con el VIH representa una práctica óptima que ha sido científicamente demostrada. Sin la alimentación adecuada, las personas que viven con el VIH están desnutridas y, en consecuencia, el tratamiento no es tan efectivo. Por ello, el PMA está haciendo cada vez más hincapié en la necesidad de integrar la atención nutricional en el sector sanitario.

Dado que la epidemia del HIV se manifiesta de un modo diferente en cada país, las respuestas al sida nacionales deben reflejar la realidad y hacerle frente en su propio contexto, teniendo cuenta los riesgos y sus vulnerabilidades. Según el PMA, a través del mensaje de apoyo emitido por ONUSIDA que dice “Conoce tu epidemia y actúa en consecuencia”, lo que se quiere transmitir es que las respuestas al sida nacionales contarán con el factor alimentario cuando así sea necesario.

En Asia, existen aproximadamente 5 millones de personas que viven con el VIH. La transmisión viral se da principalmente en los grupos de poblaciones más vulnerables y susceptibles a la infección, tales como los trabajadores del sexo o los usuarios de drogas inyectables. En este contexto, la acción que está tomando el PMA en materia de sida refleja la actual tendencia de la epidemia, con actividades como la inclusión de redes de mitigación y seguridad especiales para dichos grupos dentro de los planes de acción nacionales o la creación de diferentes estrategias para reducir la pobreza.

El Dr. Martin W. Bloem, jefe del departamento de políticas sobre nutrición y VIH/sida del PMA, fue el encargado de dirigir la reunión satélite que llevó por título “Distintas formas de integrar la seguridad alimentaria y nutricional en el tratamiento, la atención y el apoyo relacionados con el VIH en la región de Asia: oportunidades y retos”. En la reunión también participaron los siguientes conferenciantes: El profesor Emeritus Praphan Phanuphak, director del Centro de investigación sobre el sida de la Cruz Roja en Tailandia; la Dra. Angela Kelly, jefa de equipo del Instituto de investigación médica de Papua Nueva Guinea; y la Sra. Ms Kaniz Fatima, principal responsable del proyecto principal sobre el VIH del PMA en Bangladesh.

Todos intercambiaron su experiencia y sus conocimientos acerca del impacto de la seguridad nutricional y alimentaria en las personas que viven con el VIH; debatieron sobre las oportunidades y retos que puede llegar a plantear el diseño de un programa de nutrición adecuado, así como la creación de unas directrices sobre nutrición y VIH; y finalmente discutieron acerca las prioridades y el desarrollo de futuras estrategias.

 

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Los consumidores de drogas inyectables desempeñan el papel central en una película contra el estigma

10 de agosto de 2009

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Imagen de una de las escenas de la película Suee (Aguja), estrenada durante la sesión satélite "Reformar los entornos de tratamiento: cómo hacer agradable el tratamiento farmacológico preceptivo del VIH", en el ICAAP 09.

La vida de los consumidores de drogas inyectables y el estigma y la discriminación por el VIH a los que se enfrentan constituyeron uno de los focos del Noveno Congreso Internacional sobre el Sida en Asia y el Pacífico con la presentación de la película Suee (Aguja) por parte de Response Beyond Borders, el consorcio asiático sobre consumo de drogas, VIH, sida y pobreza.

Estrenada durante la sesión satélite «Reformar los entornos de tratamiento: cómo hacer agradable el tratamiento farmacológico preceptivo del VIH», la película da voz a este grupo vulnerable con mensajes contra el estigma transmitidos por los propios consumidores de drogas inyectables. Suee fue dirigida por la galardonada directora, autora y guionista de cine india Sai Paranjpye, que pretendía ofrecer una panorámica inexorable sobre un mundo donde la prevalencia del VIH es desproporcionadamente alta.

Para la producción de Suee, la Sra. Paranjpye, ganadora del Festival de Cine de Cannes, trabajó estrechamente con consumidores de drogas inyectables y dedicó tiempo a entrevistarlos en su propio ambiente e involucrarlos como actores de la película. El proyecto les «pertenece» en la medida en que esto es posible. La directora también consultó con un amplio espectro de asociados y obtuvo retroalimentación sobre el guión y otras ayudas de ONG que trabajan en la prevención del VIH entre consumidores de drogas inyectables, especialmente Sharan en Delhi y Sankalp en Mumbai. También recibió aportaciones de equipos del Centro Internacional de Investigaciones sobre la Mujer y el Banco Mundial, entre otros.

Suee explora diversos aspectos en la vida de los consumidores de drogas inyectables, como el tratamiento, atención, apoyo comunitario e inter pares, rehabilitación y mundo laboral. Su propósito es transmitir mensajes de esperanza y no desencadenar reacciones de piedad o miedo; aumentar la sensibilización y el poder de la audiencia, y presentar los hechos sin ningún tipo de crítica. Pensada para su distribución general, la película también puede utilizarse en campañas dirigidas a la juventud, ya que proporciona información y educación a los jóvenes para ayudarlos a prevenir el VIH y reducir tanto el riesgo como la vulnerabilidad.

La película surgió del Mercado para el Desarrollo en la Región de Asia Meridional (SAR DM), una iniciativa encabezada por el Banco Mundial consistente en un programa de subvenciones competitivas que identifica y apoya proyectos a pequeña escala que presentan un enfoque innovador para reducir el estigma y la discriminación por el VIH en la región. Veintiséis organizaciones de la sociedad civil en todo el sur de Asia ya han obtenido subvenciones de US$ 40.000 cada una para poner en práctica sus ideas.

La Sra. Paranjpye ha utilizado la subvención de SAR DM para producir no sólo la película Suee sino también otra titulada El sonido del claxon, que trata sobre camioneros.

El estigma y la discriminación se perciben como obstáculos importantes para la ampliación progresiva de los servicios de prevención del VIH en la región. Marginan a quienes viven con el virus y contribuyen a su aislamiento social y rechazo. También disuaden a los grupos vulnerables de acceder a servicios de tratamiento, atención y apoyo relacionados con el VIH.

Cabe esperar que Suee, cuando se distribuya de forma general, ocupe un lugar entre las múltiples intervenciones que contribuyen a reducir el estigma y la discriminación contra los consumidores de drogas inyectables en Asia meridional.

La película fue elegida por el comité de selección del Congreso y volverá a proyectarse el 11 de agosto.

Nota: Los asociados y copatrocinadores del Mercado para el Desarrollo en la Región de Asia Meridional son el ONUSIDA, el UNICEF, la ONUDD, el PNUD, el Fondo Mundial, el Gobierno de Noruega, el Centro Internacional de Investigaciones sobre la Mujer, la International Finance Corporation y el Organismo Sueco de Cooperación para el Desarrollo Internacional (OSDI).

Se necesita hacer más para ayudar a los jóvenes más expuestos al riesgo de infección por el VIH

10 de agosto de 2009

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Fotografía: ONUSIDA/O.O'Hanlon

Los servicios de prevención del VIH, en general, no están llegando actualmente a los jóvenes más expuestos al riesgo de infección en Asia, como los usuarios de drogas inyectables, los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres sin protección, y los profesionales del sexo y sus clientes. Para hacer frente a este problema, el Grupo de coordinación regional de las Naciones Unidas para Asia y el Pacífico  sobre los jóvenes más expuestos al riesgo está celebrando un simposio durante el IX Congreso internacional sobre el sida en Asia y el Pacífico.

Según los modelos de la epidemia presentados en el informe de la Comisión de Asia sobre el sida en 2008, cerca del 95% de las nuevas infecciones que se producen en esta región se dan entre estos jóvenes. Sin embargo, prácticamente el 90% de los recursos asignados para los jóvenes se destinan a aquellos menos expuestos al riesgo de infección, quienes representan menos del 5% de las infecciones

Este simposio, titulado "La prevención del VIH y los jóvenes más expuestos al riesgo” ha sido organizado conjuntamente por UNFPA, UNICEF, UNESCO, ONUSIDA, PNUD y la OMS, y también cuenta con la colaboración de 7Sisters, la Coalición de Redes regionales de Asia y el Pacífico sobre el VIH y el sida. En él se examinarán, entre otras cuestiones, cómo se deberían abordar las necesidades de estos jóvenes, qué es efectivo y que no, y cómo fortalecer las asociaciones entre los jóvenes, las ONG y los gobiernos.

Asimismo, se analizarán los vínculos entre los comportamientos sexuales de riesgo en jóvenes que viven en entonos donde coexisten varias de estas prácticas. El trabajo sexual, el consumo de drogas y las relaciones sexuales de riesgo con diversas parejas pueden darse conjuntamente dentro de una misma red social. Por ello, los participantes evaluarán qué enfoque podría abordar esta diversidad de necesidades, combinando y coordinando los programas que ya se han implantado y garantizando que este enfoque sea cercano a los jóvenes.

Otro de los puntos que se expondrán es que, si se desea ofrecer una respuesta integral y contrastada, se necesita el compromiso firme de los donantes y los gobiernos para abordar así las necesidades específicas de los jóvenes más expuestos al riesgo de infección. También se analizarán los contextos donde estos riesgos son más comunes. La implicación de estos jóvenes en el desarrollo de aquellas políticas, programas y procesos que les afectan y benefician se considera un requisito previo. Por ello, desempeñarán un papel activo y central en el simposio, ya que uno de los puntos prácticos que se evaluará es cómo implicar a los jóvenes en la toma de decisiones.

Entre los objetivos específicos de la reunión también estará sensibilizar a los responsables de formular políticas y de diseñar programas sobre la necesidad urgente de prevenir que los jóvenes más expuestos al riesgo se infecten por el VIH. También se intentará transmitir la necesidad de que se recopilen, analicen y utilicen más datos sobre este grupo que permitan respaldar las iniciativas de promoción y servir como base para definir las prioridades de asignación de presupuestos. Otro punto del programa del simposio es compartir las experiencias, tanto aquellas positivas como las que no lo son tanto, extraídas de los programas que ya se han realizado en este campo.

Entre los participantes en el simposio de hoy estará la directora ejecutiva adjunta de UNFPA, Purnima Mane. Jan de Lind van Wijngaarden, de UNESCO, y Margared Sheehan, de UNICEF, hablarán en representación del Grupo de coordinación regional de las Naciones Unidas para Asia y el Pacífico sobre los jóvenes más expuestos al riesgo. James Chau, miembro de la iniciativa AIDS2031, embajador de buena voluntad de ONUSIDA y presentador de televisión en China, dirigirá la mesa rendonda, en la que también participaran representantes médicos, ONG, ministerios de salud y representantes de jóvenes involucrados en trabajo sexual, el consumo de drogas y las relaciones sexuales entre hombres.

De la esperanza a la realidad: Transformando la respuesta al sida en Asia y el Pacífico

10 de agosto de 2009

20090810_MS_official_200.jpgMichel Sidibé, director ejecutivo de ONUSIDA

Más de mil personas se infectan por el VIH en Asia diariamente. La mayoría de estas infecciones se podrían haber evitado si simplemente hubiéramos invertido en iniciativas dirigidas a las personas más expuestas y a sus parejas, un coste que en total no llegaría ni a medio dólar estadounidense por persona.

Actualmente estamos empezando a vislumbrar los primeros avances en algunas partes de la región. Sin embargo, no son suficientes para detener la trayectoria de la epidemia.

La Comisión sobre el sida en Asia ha recomendado que se redefina la epidemia en la región. Debemos transformar la respuesta al sida con el fin de que resulte efectiva para las personas, especialmente para aquellos marginados y los que no tienen voz. Esto implica proteger a los profesionales del sexo, los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, los transexuales, los usuarios de drogas inyectables y las mujeres.

¿Cómo podemos conseguirlo?

1. Despenalizando los comportamientos sexuales entre adultos consensuados y el consumo de drogas.
2. Abordando la transmisión del VIH en las parejas estables.
3. Invirtiendo en programas de prevención, tratamiento, atención y apoyo relacionados con el VIH que se fundamenten en pruebas.
4. Adoptando un enfoque que combine “El sida más los Objetivos de Desarrollo del Milenio”

Despenalizar los comportamientos sexuales entre adultos consensuados y el consumo de drogas

Muchos países están modificando aquellas leyes que penalizan los comportamientos sexuales entre adultos consensuados (incluido el trabajo sexual) y el consumo de drogas, y los tribunales están ayudando a clarificar diversas leyes perjudiciales. En Indonesia, el Tribunal Supremo dictaminó que los usuarios de drogas necesitan atención, no prisiones. En Nepal, el tribunal superior ha establecido que los transexuales y los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres son iguales bajo la constitución. También en India, el Tribunal Superior de Delhi ha devuelto la dignidad a millones de personas eliminando una ley arcaica que discriminaba a los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres. Nueva Zelandia, por su parte, ha legalizado el trabajo sexual y cosechado los beneficios tanto de salud como de seguridad pública. Australia ha demostrado que cumplir la ley y alcanzar los objetivos de salud pública pueden ir de la mano a la hora de hacer frente al consumo de drogas. Podemos eliminar las leyes y las políticas punitivas que bloquean las respuestas efectivas al sida.

No obstante, la transformación real se tiene que producir en los corazones y las mentes de las personas. Los tribunales y los parlamentos solo pueden crear un entorno habilitante. Son las sociedades y las comunidades quienes tienen que cambiar las normas sociales que permiten el estigma y la discriminación.

Hace poco tiempo, los empleados de un hospital de la India marcaron en la frente de una mujer que acudía a realizarse una revisión rutinaria que era seropositiva. Este tratamiento inhumano desató protestas de la comunidad local y de los defensores de los derechos humanos, que llevaron al gobierno de Gujarat a abrir una investigación. Es este tipo de movilización comunitaria el paso necesario para acabar con estos actos discriminatorios.

Abordar la transmisión del VIH en las parejas estables

Las leyes perjudiciales y la discriminación de la sociedad han tenido un gran impacto negativo en las mujeres. En Asia, muchas se han infectado porque sus maridos o sus parejas contrajeron el VIH mediante el consumo de drogas o manteniendo relaciones sexuales con otros hombres o con profesionales del sexo. En India, la monogamia es el único factor de riesgo para alrededor del 90% de las mujeres seropositivas.

En 2008, las mujeres representaban el 35% de todos los adultos que vivían con el VIH en Asia, y muchas de ellas tenían parejas estables.

Invertir en programas de prevención, tratamiento, atención y apoyo relacionados con el VIH que se fundamenten en pruebas

Se necesita ampliar los programas de prevención del VIH. Los líderes políticos deben garantizar que se amplíen los servicios del VIH existentes para llegar a los más vulnerables. Para ello, se deben crear programas de intercambio de agujas y ofrecer terapia de sustitución oral para los consumidores de drogas (países como Bangladesh, China, Malasia, India y Vietnam han logrado grandes avances en estas áreas), ampliar el acceso a los medicamentos antirretrovíricos, distribuir preservativos y ofrecer servicios voluntarios de asesoramiento y pruebas del VIH para las poblaciones más expuestas al riesgo de infección. Es verdaderamente alentador que el Fondo mundial para la lucha contra el sida, la tuberculosis y la malaria esté recibiendo en los últimos años cada vez más solicitudes para estos programas. Sin embargo, necesitamos US$ 7.500 millones en 2010 para conseguir los objetivos nacionales, cuando en 2007 solo se dispuso del 10% de esta cifra. Por lo tanto, debemos invertir con inteligencia y equidad, especialmente ahora que nos encontramos en medio de una crisis económica.

Adoptar un enfoque que combine “El sida más los Objetivos de Desarrollo del Milenio”

Al contrario que en África, donde la epidemia del sida puede arrasar los esfuerzos de prevención, la región de Asia y el Pacífico puede combinar el desarrollo y la respuesta al sida. Reducir la pobreza y ampliar la educación y las inversiones en salud deben convertirse en los cimientos de un crecimiento económico sostenible en la región. Esto es lo que yo denomino un movimiento “Sida más ODM”.

Hace poco tiempo leí la historia de Nisha, una mujer seropositiva que vive en Nepal. Perdió a su marido en 2004, cuando aun no se podía acceder al tratamiento. Actualmente ella sigue la terapia antirretrovírica. Lleva una vida saludable, ha vuelto a trabajar y puede cuidar de sus tres hijos. Su familia ha conseguido aceptarla y sus hijos van a la escuela, donde reciben información sobre cómo protegerse del virus. Acceder al tratamiento le ha dado la oportunidad de cumplir sus sueños, un ejemplo de como la esperanza se convierte en realidad.  

"Capacitar a las personas, fortalecer las redes" — Inauguración del IX ICAAP

09 de agosto de 2009

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El presidente de la República de Indonesia, su Excelencia el Dr. Susilo Bambang Yudhoyono (derecha) inauguró oficialmente el IX Congreso Internacional sobre el sida en Asia y el Pacífico (ICAAP), que tuvo lugar en Bali (Indonesia), del 9 al 13 de agosto. Fotografía: ONUSIDA/Donang Wahyu

El Presidente de la República de Indonesia, Su Excelencia el Dr. Susilo Bambang Yudhoyono, ha inaugurado oficialmente el IX Congreso Internacional sobre el sida en Asia y el Pacífico (ICAAP), que este año se celebra en Bali (Indonesia) los días 9 a 13 de agosto bajo el lema “Capacitar a las personas, fortalecer las redes”.

En la ceremonia de apertura, el Sr. JVR Prasada Rao, director del Equipo de apoyo regional de ONUSIDA para Asia y el Pacífico, pronunció un discurso en nombre del Director Ejecutivo de ONUSIDA, Sr. Michel Sidibé, en el que instó a establecer unos entornos y unas normas sociales de apoyo, necesarios para conseguir una próxima generación libre de la amenaza del VIH.

El Congreso reúne a cientos de personas durante cinco días de debate acerca de la respuesta al sida en la región de Asia y el Pacífico. Los participantes examinarán distintas cuestiones y contextos relacionados con la epidemia de sida en la región, incluidos la movilidad y la migración, el uso de drogas inyectables, los derechos humanos y el género.

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El Sr. JVR Prasada Rao, director del equipo de apoyo regional de ONUSIDA para Asia y el Pacífico pronunció un discurso durante la ceremonia de apertura en nombre del director ejecutivo de ONUSIDA, el Sr. Michel Sidibé. Fotografía: ONUSIDA/Donang Wahyu

De acuerdo con el Sr. Rao, “se realizará una discusión basada en resultados para valorar si el acceso universal puede ser un objetivo realista para 2010 para muchos países en Asia y el Pacífico. En las múltiples sesiones y actividades que tendrán lugar a lo largo del Congreso, se abordarán todas y cada una de las facetas de la epidemia y de las respuestas en la región”.

El Sr. Rao afirmó, asimismo, que “lo que es realmente impresionante es que el Congreso pondrá de manifiesto el enorme progreso realizado por los grupos de la comunidad, trabajando juntos y en asociación con los gobiernos y otros asociados, en el liderazgo de la respuesta en muchos países de la región de Asia y el Pacífico”.

Programa del Congreso

Este acto, que tiene lugar cada dos años, es muy amplio e incluye 24 simposios, 32 talleres de capacitación y 75 reuniones satélite. El comité del programa ha aceptado alrededor de 349 resúmenes para 64 sesiones de presentaciones orales y otros 1932 para presentaciones en tablón.

Entre los objetivos principales de la celebración figuran capacitar a las personas y fortalecer las redes para responder con eficacia al sida en la región.

Los jóvenes y las mujeres

La Bali Youth Force (BYF), una coalición de redes y organizaciones de jóvenes con representación colectiva en todos los países de Asia y el Pacífico, ha fomentado una participación importante de jóvenes en el IX ICAAP.

La Secretaría y los copatrocinadores de ONUSIDA participarán en la mayoría de los actos, y también los dirigirán. Entre ellos, destaca la presentación de un nuevo informe, Transmisión del VIH en las relaciones íntimas de pareja en Asia, en el que se pone de relieve el mayor riesgo de contraer la infección por el VIH que tienen las mujeres que tienen relaciones de pareja de largo plazo.  

La epidemia de VIH en Asia y el Pacífico

Según la Comisión Independiente sobre el Sida en Asia (2008), el sida sigue siendo la causa más probable de defunción y pérdida de días de trabajo entre las personas de entre 15 a 44 años de edad.

De acuerdo con el Informe sobre la epidemia mundial de sida 2008, se calcula que, el año anterior, había 5 millones de personas que vivían con el VIH en Asia. Los distintos modos de transmisión del VIH presentes en la región; esto es, el trabajo sexual, el uso de drogas inyectables y las relaciones sexuales sin protección entre hombres, hacen que la epidemia de Asia sea una de las más diversas en el mundo. Las epidemias de la región del Pacífico son relativamente pequeñas, pues se estima que, en 2007, 74 000 personas vivían con el VIH en Oceanía.  

Los Embajadores del sida se reúnen en Indonesia

09 de agosto de 2009

20090810_ambassadors_260_200.jpg Los embajadores del sida debatieron sistemas para fortalecer sus papel en la consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Fotografía: ONUSIDA/Donang Wahyu

Anticipándose a la ceremonia oficial de inauguración del IX Congreso Internacional sobre el Sida en Asia y el Pacífico (ICAAP), en Bali se celebró una reunión de alto nivel de embajadores del sida. El acto fue presidido por la Primera dama y embajadora nacional del sida de Indonesia, Sra. Ani Bambang Yudhoyono, y el embajador de Australia, Sr. Murray Proctor.

La reunión de embajadores del sida abordó la necesidad de contar con un firme liderazgo en la región de Asia y el Pacífico y examinó las maneras en que la labor de los embajadores puede tener un mayor efecto en la reducción de la propagación y el impacto del VIH.  

Los embajadores del sida debatieron sistemas para fortalecer su papel en la consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Asimismo, examinaron cómo podían abordar los desafíos actuales, tales como una mejor coordinación entre y con los donantes, programas para resolver los desequilibrios de poder entre los sexos, el impulso de un programa para los jóvenes y el reconocimiento de las consecuencias de la epidemia sobre el desarrollo.  

El Enviado especial del secretario general de las Naciones Unidas para el VIH/sida en Asia y el Pacífico, el Dr. Nafis Sadik, también participó en el acto, juntamente con, entre otros, la Primera dama de Camboya, Sra. Bun Rany Hun Sen; la embajadora del sida y Ex Primera dama de Papua Nueva Guinea, Sra. Roslyn Morauta; el embajador del sida de los Países Bajos, Dr. Wijnroks; el director del Equipo regional de apoyo de ONUSIDA para Asia y el Pacífico, el Sr. JVR Prasada Rao; la directora ejecutiva adjunta del UNFPA, la Sra. Purnima Mane, y el embajador de Buena Voluntad del ONUSIDA, Sr. Salman Ahmed, quién participó en los debates como defensor de los jóvenes e insistió en el papel que éstos pueden desempeñar en el liderazgo de los esfuerzos de prevención del VIH.

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La reunión de alto nivel de los Embajadores del sida fue inaugurada por la Primera dama y Embajadora del sida en Indonesia, la Sra. Ani Bambang Yudhoyono (ver fotografía), así como por el Embajador del sida en Australia, el Sr. Murray Proctor. Fotografía: ONUSIDA/Donang Wahyu

Con objeto de trasladar a la acción su compromiso de reducir la propagación y el impacto del VIH, los delegados dieron su apoyo a una declaración conjunta que luego presentó la Primera dama de Indonesia, Su Excelencia la Sra. Ibu Ani Bambang Yudhoyono, en la ceremonia de apertura del IX ICAAP.

En dicha declaración, los embajadores del sida instan a los gobiernos, las organizaciones donantes y todos los asociados de la comunidad a apoyar y sostener los programas del VIH con el objetivo en mente de alcanzar el acceso universal a la prevención, atención, tratamiento y apoyo integrales relacionados con el VIH, y al mismo tiempo a mantener los progresos realizados en la puesta en práctica de la Declaración de compromiso adoptada en el periodo extraordinario de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas dedicado al sida en 2001, a pesar de las fuertes presiones resultantes de la actual crisis económica mundial.

La epidemia de VIH en Asia y el Pacífico

Según la Comisión independiente sobre el sida en Asia (2008), el sida sigue siendo la causa más probable de defunción y pérdida de días de trabajo entre las personas de 15 a 44 años de edad.

De acuerdo con el Informe sobre la epidemia mundial de sida 2008, se calcula que, en 2007, en Asia había 5 millones de personas que vivían con el VIH. Los distintos modos de transmisión del VIH presentes en la región, eso es el trabajo sexual, el uso de drogas inyectables y las relaciones sexuales sin protección entre varones, hacen que la epidemia de Asia sea una de las más diversas en el mundo. Las epidemias de la región del Pacífico son relativamente pequeñas, pues, en 2007, 74 000 personas vivían con el VIH en Oceanía.

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