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Las inversiones en VIH, sanidad y pandemias son vitales para la recuperación económica en África

15 Febrero 2022

Líderes y expertos en sanidad y financiación mundial se reunieron en un evento virtual de alto nivel para abordar uno de los problemas más acuciantes del mundo actual: la seguridad sanitaria para todos. El evento, “Invertir en la sanidad es invertir en la recuperación económica: Financiación del VIH, fortalecimiento de los sistemas sanitarios públicos, y la preparación y respuesta ante pandemias” se celebró antes de la sexta Cumbre Unión Africana-Europea (UE) que se celebra los días 17 y 18 de febrero.

Aunque acoge al 16% de la población mundial y se enfrenta al 26% de la carga de morbilidad mundial, África sólo representa el 2% del gasto en salud mundial. A pesar del Compromiso de Abuya de 2001 de que los gobiernos destinen el 15% de su presupuesto a la sanidad, la media continúa siendo sólo del 7%.

Los ponentes hablaron de cómo África se ha quedado atrás en la respuesta ante la COVID-19, ya que menos de 12% de la población africana está totalmente vacunada en contra de la COVID-19. El acceso insuficiente a las vacunas, los medicamentos y las tecnologías, y los sistemas sanitarios deficientes han impedido la realización efectiva del derecho a la sanidad de todos los africanos durante la pandemia. Asimismo, las limitaciones fiscales y la insostenible carga de la deuda están obstaculizando el camino hacia la recuperación.

Copatrocinado por el Gobierno de Francia, el evento fue convocado por ONUSIDA, la Unión Africana, el Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria, el Banco Mundial, los Programas de las Naciones Unidas para el Desarrollo, y la Organización Mundial de la Salud. Moderada por el Dr. Donald Kaberuka, Alto Representante para la Financiación, Unión Africana (UA), la sesión se esforzó por encontrar la manera de ampliar la base de ingresos de los países africanos para aumentar la financiación de la sanidad e impulsar la solidaridad mundial.

Los participantes subrayaron la necesidad general de invertir en el fortalecimiento de los sistemas sanitarios para la atención sanitaria universal, incluidos los servicios liderados por la comunidad, y evitar sobrecargar a los más vulnerables con gastos de bolsillo para superar la crisis de la COVID-19. Más allá, la lucha contra las actuales pandemias de VIH y COVID-19, y otras enfermedades infecciosas como la malaria y la tuberculosis, debe producirse simultáneamente para prevenir futuras pandemias y proteger la seguridad sanitaria mundial.

"Si continuamos como hasta el momento - si no tomamos las medidas necesarias para acelerar el acceso y eliminar las desigualdades en la respuesta al VIH - el mundo podría enfrentarse a 7,7 millones de muertes por sida en los próximos diez años - 4,7 millones de esas muertes se producirían en África"

Winnie Byanyima DIRECTORA EJECUTIVA DE ONUSIDA

Los líderes destacaron lo esenciales que son las inversiones en VIH, los sistemas sanitarios y la preparación ante pandemias para salvar vidas humanas y para la recuperación económica, y que no habrá una recuperación pronunciada para África sin seguridad sanitaria para todos.

“Menos de la mitad de las clínicas sanitarias en África disponen de agua y electricidad. Tenemos que hacer más, sabemos donde está la brecha de financiación: inversiones en la sanidad, recursos humanos e infraestructura"

Remy Rioux DIRECTOR GENERAL DE LA AGENCIA FRANCESA DE DESARROLLO (AFD)

La lucha contra las pandemias existentes, como el COVID-19 y el VIH, debe realizarse al mismo tiempo que los países refuerzan sus sistemas sanitarios y se fortalecen en la preparación ante pandemias. 

“Las enfermedades no son una opción, pero las pandemias son algo que podríamos elegir evitar. En última instancia, la clave para proteger de forma sostenible a todo el mundo de las enfermedades infecciosas es por medio de la financiación nacional"

Peter Sands DIRECTOR EJECUTIVO DEL FONDO MUNDIAL DE LUCHA CONTRA EL SIDA, LA TUBERCULOSIS Y LA MALARIA

Los participantes elogiaron el aumento del liderazgo y la soberanía africana y pidieron una asociación renovada entre África y la UE que apoye a las instituciones africanas y se confíe en su liderazgo, en colaboración con las instituciones multilaterales. En concreto, solicitaron a la UE que siga dedicando mecanismos de financiación a la lucha contra el VIH, la sanidad y la preparación ante pandemias, incluyendo una asistencia oficial para el desarrollo (AOD) sostenida y aumentada.

“Invertir en la sanidad es una decisión política. La juventud de África puede ser su mayor ventaja. Una atención sanitaria de calidad es la base sobre la que florecerá la juventud africana. No podemos seguir tratando el gasto sanitario como algo secundario”

Yared Negash DEFENSOR DE LA FINANCIACIÓN DE LA SALUD DE LOS JÓVENES

Los miembros del panel también reconocieron la importancia de la financiación nacional para la sostenibilidad a largo plazo. Sin embargo, las actuales limitaciones financieras son agobiantes para muchos países en la región. Será fundamental tomar medidas decisivas para erradicar la evasión y la elusión fiscal: cada año se pierden entre 25 y 50 mil millones que podrían destinarse a la sanidad y la educación de los africanos. El aumento de los ingresos nacionales requiere valientes reformas fiscales internacionales y nacionales. Entre las posibles vías que se debatieron para ampliar la base de ingresos figuran la lucha contra la evasión fiscal, la mejora de las condiciones en las que los países africanos obtienen financiación, las políticas de alivio y cancelación de la deuda y la reasignación de los Derechos Especiales de Giro.

El camino para lograr la seguridad sanitaria mundial de la humanidad es reforzar el apoyo africano para alcanzar la soberanía sanitaria.

Dr John Nkengasong DIRECTOR DE LOS CENTROS PARA EL CONTROL Y PREVENCIÓN DE ENFERMEDADES DE ÁFRICA (AFRICA CDC)

Los ponentes destacaron que se necesita urgentemente una mayor asignación de ingresos, así como una mejor inversión y uso de los recursos sanitarios y de pandemias, aprovechando la infraestructura del sida y las lecciones aprendidas de la respuesta al sida basada en los derechos para prevenir futuras pandemias.

“La pandemia de COVID-19 ha creado una trágica oportunidad para revisar el pensamiento de manera fundamental, fortalecer los sistemas sanitarios de modo efectivo, y remodelar la movilización de recursos sanitarios, incluyendo la inversión nacional"

Stephanie Seydoux EMBAJADORA DE SALUD MUNDIAL EN FRANCIA

Los líderes pidieron una sólida financiación internacional, a través de la reasignación de los derechos especiales de giro, el alivio de la deuda, nuevas fuentes de financiación en condiciones favorables y una AOD adicional. Identificaron el reabastecimiento del Fondo Mundial en 2022 como un momento clave para asegurar un apoyo global a la lucha contra el sida, malaria y tuberculosis, para retomar el camino.

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UNAIDS Executive Director remarks

Press Statement

ONUSIDA da la bienvenida al primer acuerdo de licencia del Acceso Mancomunado a Tecnología contra la COVID-19 de la OMS

 

GINEBRA, 24 de noviembre de 2021—ONUSIDA da la bienvenida al primer acuerdo de licencia del Acceso Mancomunado a Tecnología contra la COVID-19 (C-TAP) de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Se negoció entre el Consejo Superior de Investigaciones Científicas y el Medicines Patent Pool.

La iniciativa C-TAP se basa en un modelo de éxito para aumentar el acceso a productos contra el VIH, la tuberculosis y la hepatitis C en países de renta media y baja. Ha demostrado eficacia para superar algunas barreras de acceso a las tecnologías sanitarias para la COVID-19. Sin embargo, ha sido hasta la fecha poco aprovechada y, las empresas farmacéuticas y otros titulares de tecnologías de COVID-19, se han mostrado reacios a unirse al C-TAP.

“Doy la bienvenida a este acuerdo, pero pido a otras empresas farmacéuticas y a aquellos que poseen la tecnología COVID-19 a que compartan sus conocimientos,” declaró Winnie Byanyima, Directora Ejecutiva de ONUSIDA. “Piensen en cuántas vidas podrían salvarse si las vacunas, los medicamentos y otras tecnologías COVID-19 se pusieran a disposición de todos los que los necesitan.”

Este nuevo acuerdo de licencia demuestra que es posible compartir conocimientos, tecnología y derechos de propiedad intelectual en la lucha contra la COVID-19.

Compartir los derechos de propiedad intelectual, los datos y los conocimientos debería ser un factor esencial en la preparación y la respuesta ante una pandemia. ONUSIDA anima a los institutos de investigación y a los poseedores de tecnologías que salvan vidas, incluyendo a los fabricantes de vacunas, que sigan y se unan al C-TAP e insta a los gobiernos de los países con compañías farmacéuticas a que garanticen que las tecnologías se ofrezcan al C-TAP con urgencia.

El acuerdo contiene disposiciones clave de acceso, como el derecho no exclusivo a desarrollar las patentes, los conocimientos técnicos y el material bajo licencia. No existen limitaciones geográficas, por lo que compañías cualificadas a nivel mundial podrán desarrollar las licencias y comercializar los productos derivados de ellas. Los términos de este acuerdo estarán disponibles al público, asegurando así la transparencia. Incluye un paquete de transferencia de tecnología.

El acuerdo abarca la concesión de licencias de una tecnología para detectar anticuerpos contra el SARS-CoV-2, virus causante de la COVID-19, a partir de la infección por este o de una vacuna, y permitirá medir la eficacia de los programas de vacunación y ayudará en la gestión de los de refuerzo. Las pruebas derivadas de la tecnología son de uso fácil, lo que ayudará en su aplicación en zonas de recursos limitados. Así, las compañías en países de renta media y baja no tendrán que pagar los derechos para poder hacer uso de esta.

ONUSIDA apoyó un llamamiento a la acción en mayo de 2020, liderado por el Gobierno de Costa Rica y la OMS, que condujo a la creación del C-TAP. ONUSIDA es miembro del Comité Directivo del C-TAP.

ONUSIDA da las gracias al Gobierno de España por respaldar y facilitar el acuerdo y por su apoyo económico al C-TAP.

Press Release

Día Mundial del Sida 2021: Demos un paso al frente, seamos audaces, acabemos con el sida, pongamos fin a las desigualdades y a las pandemias

Hay millones de vidas en juego. Por eso, aprovechando el acto celebrado por ONUSIDA y la OMS para conmemorar el Día Mundial del Sida, los socios mundiales, entre ellos el príncipe Harry, el Duque de Sussex, alzaron la voz e instaron, con carácter urgente, a ampliar el acceso a los tratamientos y las tecnologías de salud, y velar por el respeto a los derechos humanos.

GINEBRA, 1 de diciembre de 2021 - Con ocasión del Día Mundial del Sida 2021, ONUSIDA, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y sus socios se reunieron en un evento especial celebrado en Ginebra (Suiza) para poner de relieve la urgente necesidad de acabar con las desigualdades económicas, sociales, culturales y legales que impulsan la pandemia de sida y otras pandemias en todo el mundo.

«Queremos lanzar una advertencia urgente. Solo saldremos de esta situación que nos atrapa si actuamos rápidamente para acabar con las desigualdades que impulsan la pandemia de sida», insistió Winnie Byanyima, Directora Ejecutiva de ONUSIDA. «Los líderes mundiales deben trabajar juntos desde ya para afrontar todos estos desafíos que tenemos ante nosotros. Os insto a ser valientes a la hora de acompañar las palabras con acciones. Es horrible e inconcebible que, cada minuto que pasa, el sida nos esté arrebatando otra vida muy valiosa. No tenemos tiempo que perder».

El mundo está lejos de cumplir con el compromiso común de poner fin al sida para 2030. En el año 2020 había 37,7 millones de personas viviendo con el VIH, se registraron 1,5 millones de nuevas infecciones por el VIH y lamentamos 680 000 muertes relacionadas con el sida. Alrededor del 65 % de las infecciones por el VIH en todo el mundo se produjeron entre los grupos de población clave, incluidos los trabajadores sexuales y sus clientes, los gais y otros hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, las personas que se inyectan drogas y las personas trans, así como sus parejas sexuales.

«Incluso antes de la irrupción de la pandemia de la COVID-19, muchas de las poblaciones con mayor riesgo eran dejadas atrás en lo referente a los servicios de pruebas, prevención y atención al VIH», señaló Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS. «La pandemia ha empeorado la situación con la interrupción de los servicios sanitarios esenciales y el aumento de la vulnerabilidad de las personas con VIH a la COVID-19. Al igual que estamos demostrando con la COVID-19, tenemos todas las herramientas para poner fin a la epidemia de sida. Solo tenemos que usarlas bien. En este Día Mundial del Sida, renovamos nuestro llamamiento a todos los países para que utilicen todas las herramientas existentes con el fin de reducir las desigualdades, prevenir las infecciones por el VIH, salvar vidas y poner fin a la epidemia de sida».

Si el mundo no planta cara a la discriminación y las desigualdades, ONUSIDA y la OMS advierten de que la próxima década podría sufrir 7,7 millones de muertes relacionadas con el sida.

En el transcurso del evento se proyectó un gran vídeo narrado por el príncipe Harry, el duque de Sussex, y la Sra. Byanyima, en el que se demostraron los tristes paralelismos entre el acceso al tratamiento contra el VIH y el acceso a las vacunas contra la COVID-19. Entre 1997 y 2006, se estima que 12 millones de personas murieron por enfermedades relacionadas con el sida en países de bajos y medianos ingresos, ya que el precio de los medicamentos los dejaba fuera del alcance de muchos de los países más afectados por el VIH. Hoy en día, 10 millones de personas en todo el mundo todavía no tienen acceso a los medicamentos para el VIH que salvan vidas. El duque de Sussex instó al mundo a aprender de la historia del sida y acabar con el acceso desigual a las vacunas contra la COVID-19, así como a garantizar que los nuevos medicamentos y tecnologías para el VIH estén disponibles para todos.

Durante el acto se leyó una carta escrita por el duque de Sussex y dirigida a la OMS y ONUSIDA en la que conmemoró los 40 años de sida y expresó su gratitud por el trabajo realizado hasta la fecha. En su carta recalcó la importancia de conseguir la distribución igualitaria de las vacunas contra la COVID-19, una de las lecciones extraídas de la respuesta al VIH.

Todos los ponentes alertaron sobre el impacto del VIH en los jóvenes. «La gente joven sigue siendo estigmatizada, especialmente en los grupos de población clave, y las desigualdades continúan comprometiendo la calidad de nuestras vidas», dijo Joyce Ouma, de la Red mundial de jóvenes que viven con el VIH.

«Los jóvenes son el futuro de las naciones y la piedra angular de la respuesta mundial al sida», subrayó Anutin Charnvirakul, viceprimer ministro y ministro de Sanidad Pública de Tailandia. «Nuestro compromiso mundial con la acción inmediata debe ser, por encima de todo, erradicar todo tipo de estigmas».

Durante el evento, los participantes rindieron un cálido homenaje a los 36 millones de personas que han muerto por el sida desde el inicio de la pandemia y subrayaron la urgente necesidad de hacer más por las personas más afectadas por el VIH.

La embajadora de Namibia, Julia Imene-Chanduru, en nombre de la directiva de la Junta Coordinadora del Programa de ONUSIDA, afirmó: «El sida sigue siendo una emergencia que no debemos olvidar en nuestra respuesta a la COVID-19».

Los ponentes animaron a todos los países, socios y a la sociedad civil a ser audaces a la hora de asumir el compromiso adquirido en la Declaración política sobre el sida adoptada en la Reunión de alto nivel de las Naciones Unidas en materia de sida y en la Estrategia Mundial contra el Sida 2021-2026: Poner fin a las desigualdades, Poner fin al sida, pues ambas comparten el objetivo de acabar con las desigualdades.

«Podemos ver la importancia de la estrategia de ONUSIDA, haciendo hincapié en acabar con las desigualdades», dijo Stephanie Seydoux, embajadora francesa para la salud mundial. «Esto es lo que nos permite avanzar en la lucha contra esta pandemia y garantizar la salud de todos».

«Sabemos cómo vencer al sida y cómo vencer las pandemias», añadió la Sra. Byanyima. «Se pueden implementar las políticas para abordar las desigualdades que se interponen en el camino del progreso, pero ello requiere que los líderes den un paso al frente decididos y se muestren audaces».

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La continuación del tratamiento preocupa cada vez más

08 Noviembre 2021

Los datos de Sudáfrica resaltan el reto al que se enfrentan muchos programas de tratamiento cuando se trata de retener eficazmente a las personas en la atención del VIH.

El programa de tratamiento del VIH en Sudáfrica beneficia a muchas más personas que viven con dicho virus que en cualquier otro del mundo, pues en 2020 más de 5 millones de adultos (mayores de 15 años) recibieron terapia antirretroviral. Entre los 2,5 millones de adultos que viven con el VIH en Sudáfrica sin recibir el tratamiento, un porcentaje cada vez mayor corresponde a personas que lo habían iniciado pero que no continúan.

Los esfuerzos por apoyar que las personas que reciben tratamiento lo mantengan y que logren una supresión viral duradera son cruciales para mejorar los resultados de salud. Además mejora los beneficios de prevención del tratamiento y evita la aparición de cepas del VIH resistentes a los medicamentos. Hace poco, la Organización Mundial de la Salud actualizó sus directrices sobre el tratamiento del VIH con una nueva recomendación para rastrear a aquellas personas que se han desvinculado de la atención médica y brindarles apoyo para que la retomen.

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Un nuevo informe se hace eco de las grandes desigualdades en el acceso a los servicios de prevención y tratamiento del VIH para niños: los socios hacen un llamamiento a la acción urgente

Casi la mitad (46 %) de los 1,7 millones de niños que viven con el VIH en el mundo no estaban siguiendo un tratamiento en 2020 y 150 000 niños se infectaron por el VIH, cuatro veces más que el objetivo para 2020 de 40 000

GINEBRA, 21 de julio de 2021-En el informe final de la iniciativa Start Free, Stay Free, AIDS Free, ONUSIDA y sus socios* advierten de que el progreso hacia el fin del sida entre niños, adolescentes y mujeres jóvenes se ha detenido e insisten en que, lamentablemente, no se ha cumplido ninguno de los objetivos para 2020.

El informe refleja que el número total de niños en tratamiento descendió por primera vez, pese al hecho de que casi 800 000 niños que viven con el VIH no están actualmente en tratamiento. También muestra que se han pasado por alto las oportunidades para identificar a los recién nacidos y a los niños pequeños que viven con el VIH de forma temprana: más de un tercio de los niños nacidos de madres que viven con el VIH no se han sometido a pruebas. Si no se les administran medicamentos, alrededor del 50 % de los niños que viven con el VIH mueren antes de su segundo cumpleaños. 

«Hace más de 20 años, las iniciativas para que las familias y los niños evitaran la transmisión vertical y se acabaran las muertes infantiles por sida pusieron en marcha lo que ahora se ha convertido en nuestra respuesta mundial al sida. El origen de todo estuvo en la reacción y el compromiso sin precedentes de todos los socios. Al principio hubo un notable avance, pero, aunque a día de hoy contamos con más herramientas y conocimientos que nunca, los niños se están quedando muy por detrás de los adultos. En lo que a población infantil se refiere, estamos muy lejos de alcanzar nuestros objetivos», afirmó Shannon Hader, directora ejecutiva adjunta de programas de ONUSIDA. «Las desigualdades son alarmantes: los niños tienen casi un 40 % menos de probabilidades que los adultos de recibir un tratamiento que salve vidas (el 54 % de los niños frente al 74 % de los adultos), y representan un número desproporcionado de muertes (solo el 5 % de todas las personas que viven con el VIH son niños, pero los niños representan el 15 % de todas las muertes relacionadas con el sida). Se trata del derecho de los niños a la salud y a una vida sana, es concederles el valor que tienen en nuestra sociedad.  Ha llegado el momento de reactivarnos en todos los frentes: necesitamos el liderazgo, el activismo y las inversiones para hacer por los niños lo que ellos se merecen».

Start Free, Stay Free, AIDS Free es un marco de acción de cinco años que comenzó en 2015 tras el enorme éxito del Plan mundial para eliminar las nuevas infecciones por el VIH en niños para 2015 y mantener a sus madres con vida. En aquel entonces se instó a adoptar un enfoque de acción acelerada para garantizar que cada niño iniciara su vida sin VIH y permaneciera libre de sida durante la adolescencia. En el caso de los niños y adolescentes seropositivos, se trabajó para que todos tuvieran acceso a un tratamiento antirretroviral. Este enfoque se centró sobre todo en 23 países, 21 de los cuales estaban en África, los cuales representaban el 83 % del número mundial de mujeres embarazadas que viven con el VIH, el 80 % de los niños que viven con el VIH y el 78 % de las mujeres jóvenes de entre 15 y 24 años que acaban de infectarse por el VIH.

«La comunidad del VIH tiene una larga historia en la que ha tenido que hacer frente a desafíos sin precedentes. Hoy nos hace falta la misma energía y perseverancia para abordar las necesidades de los más vulnerables: nuestros hijos. Los líderes africanos tienen el poder de ayudarnos a cambiar el ritmo de la atención, y deben actuar y liderar hasta que no quede ningún niño que viva con el VIH», insistió Ren Minghui, director general adjunto de la División de Cobertura Sanitaria Universal/Enfermedades Transmisibles y No Transmisibles de la Organización Mundial de la Salud.

Aunque no se alcanzaron los objetivos para 2020, los 21 países prioritarios de África sí lograron un mayor progreso que los países sobre los que no se estableció prioridad. Sin embargo, hubo grandes disparidades entre los países y estos aún soportan la mayor carga de la enfermedad: Son solo 11 países los que concentran casi el 70 % de esos «niños que faltan», aquellos que viven con el VIH pero no están en tratamiento. De los años 2015 a 2020, hubo un descenso del 24 % en las nuevas infecciones por el VIH entre niños en los países prioritarios, frente a la bajada del 20 % observada en todo el mundo. Los países diana también lograron una cobertura de tratamiento del 89 % para las mujeres embarazadas que viven con el VIH, en comparación con el 85 % en todo el mundo, pero aún por debajo del objetivo del 95 %, y hubo grandes diferencias entre los países. Por ejemplo, Botsuana logró una cobertura de tratamiento del 100 %, pero la República Democrática del Congo solo alcanzó el 39 %.

«Aunque estamos profundamente angustiados por el déficit mundial de VIH pediátrico, también nos alienta el hecho de que tengamos las herramientas que necesitamos para cambiar la situación», afirmó Angeli Achrekar, coordinadora mundial de los Estados Unidos para el sida. «Por ello, entendamos este informe como una llamada a la acción para desafiar la complacencia y trabajar incansablemente con el objetivo de cerrar la brecha»

El informe describe tres acciones necesarias para acabar con las nuevas infecciones por el VIH entre los niños en los países diana. En primer lugar, llegar a las mujeres embarazadas con pruebas y tratamiento lo antes posible. Se produjeron 66 000 nuevas infecciones por el VIH entre los niños porque sus madres no recibieron ningún tratamiento durante el embarazo o la lactancia. En segundo lugar, garantizar la continuidad del tratamiento y la supresión vírica durante el embarazo, la lactancia y toda la vida: 38 000 niños se infectaron por el VIH porque sus madres dejaron de ser atendidas durante el embarazo y la lactancia. En tercer lugar, prevenir las nuevas infecciones por el VIH entre las mujeres embarazadas y lactantes: 35 000 nuevas infecciones entre los niños se produjeron porque una mujer se infectó por el VIH durante el embarazo o la lactancia.

Sí se han dado algunos pasos al frente que han ayudado a evitar nuevas infecciones por el VIH entre chicas adolescentes y mujeres jóvenes. En los países prioritarios, el número de chicas adolescentes y mujeres jóvenes que contraen el VIH descendió un 27 % entre 2015 y 2020. Sin embargo, el número de chicas adolescentes y mujeres jóvenes que adquirieron el VIH en los 21 países prioritarios fue de 200 000, el doble del objetivo mundial establecido para 2020 (100 000). Además, la COVID-19 y el cierre de las escuelas están alterando muchos servicios educativos, sexuales y reproductivos para las chicas adolescentes y las mujeres jóvenes. En este sentido, destaca la urgente necesidad de redoblar los esfuerzos ligados a la prevención del VIH para llegar a las mujeres jóvenes y adolescentes.

«Las vidas de las niñas y las jóvenes más vulnerables penden de un hilo. Están encerradas en ciclos de vulnerabilidad y negligencia profundamente arraigados que deben interrumpirse urgentemente. Con el respaldo de los Estados miembros de las Naciones Unidas, la nueva estrategia mundial contra el sida nos recomienda a todos a abordar estas vulnerabilidades entrecruzadas para detener e invertir los efectos del VIH para 2030. En el caso de las niñas y las mujeres jóvenes, sabemos que podemos alcanzar logros rápido. Solo necesitamos el coraje para aplicar las soluciones, y la disciplina para implementarlas con rigor y escala», apuntó Chewe Luo, directora del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia y directora asociada de programas de salud.

ONUSIDA y sus socios continuarán trabajando juntos para desarrollar nuevos marcos que aborden la agenda inacabada. Los Estados miembros de las Naciones Unidas adoptaron oficialmente los nuevos objetivos para 2025 en la Declaración política sobre el VIH y el sida de 2021:  Acabar con las desigualdades y estar en condiciones de poner fin al sida para 2030 en junio de este mismo año. En ella se proporciona una hoja de ruta para los próximos cinco años.

«Es evidente que acabar con la transmisión maternoinfantil requiere enfoques innovadores que apoyen integralmente a la mujer a lo largo de toda su vida. Por supuesto, se precisan también esfuerzos intensificados de prevención primaria, como la profilaxis previa a la exposición (PPrE), el acceso a una atención completa a la reproducción y la atención centrada en las adolescentes y las mujeres jóvenes. El informe Start Free, Stay Free, AIDS Free incluye nuevos objetivos para 2025 que, si se cumplen, impulsarán una nueva era de prevención y tratamiento del VIH para mujeres, niños y familias. No hay tiempo para complacencias. Tenemos ante nosotros la ocasión de redoblar las inversiones para reducir y eliminar la transmisión maternoinfantil», recordó Chip Lyons, presidente y director ejecutivo de la Fundación Elizabeth Glaser para el Sida Pediátrico.

* El Plan de Emergencia del Presidente de los Estados Unidos para el Alivio del Sida, ONUSIDA, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia y la Organización Mundial de la Salud, con el apoyo de la Fundación Elizabeth Glaser para el Sida Pediátrico.

 

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ONUSIDA Ginebra | Sophie Barton-Knott | tel. +41 79 514 68 96 | bartonknotts@unaids.org

WHO Geneva | Sonali Reddy | +41795090747 | reddys@who.int

Elizabeth Glaser Pediatric AIDS Foundation | Clare Dougherty | tel. +1 202.448.8483 | cdougherty@pedaids.org

 

 

PEPFAR
El PEPFAR es el mayor compromiso de cualquier nación para abordar una sola enfermedad en la historia. Supervisado y gestionado por el Departamento de Estado de los Estados Unidos, y respaldado por la compasión y la generosidad del pueblo norteamericano, PEPFAR  ha salvado ya 20 millones de vidas, ha evitado millones de nuevas infecciones por el VIH y ha contribuido a transformar la respuesta mundial al VIH/sida.

 

UNICEF
UNICEF trabaja en algunos de los lugares más rigurosos del mundo para llegar a los niños más desfavorecidos. Presente en más de 190 países y territorios, UNICEF trabaja para construir a todos los niños, en todos los rincones del globo, un mundo mejor. Sigue a UNICEF en Twitter, Facebook, Instagram y YouTube

 

OMS
Dedicada al bienestar de todas las personas y guiada por la ciencia, la Organización Mundial de la Salud (OMS) lidera y defiende los esfuerzos mundiales para brindar a todos, en todas partes, las mismas oportunidades para disfrutar de una vida segura y saludable. Somos la agencia de las Naciones Unidas para la salud que conecta a naciones, socios y personas en primera línea en más de 150 zonas geográficas. Lideramos la respuesta mundial a las emergencias sanitarias, evitando enfermedades, abordando las causas raíz de los problemas de salud y ampliando el acceso a los medicamentos y la atención sanitaria. Nuestra misión es promover la salud, hacer del mundo un lugar seguro y ayudar a los vulnerables. https://www.who.int/es/home

 

Fundación Elizabeth Glaser para el Sida Pediátrico
La Fundación Elizabeth Glaser para el Sida Pediátrico ha demostrado desempeñar un papel líder en la lucha por una generación sin sida. Ha conseguido acercar a más de 31 millones de mujeres embarazadas servicios para prevenir la transmisión del VIH a sus bebés. Fundada en 1988, la Fundación Elizabeth Glaser para el Sida Pediátrico ha prestado apoyo a más de 15 000 centros y actualmente trabaja en 17 países para ofrecer servicios de asesoramiento, prevención, diagnóstico y tratamiento del VIH, junto con una atención sanitaria a familias de alta calidad. Cada etapa de la vida, desde la infancia hasta la edad adulta, plantea desafíos nuevos y diferentes. El objetivo de la Fundación es llegar a vivir en un mundo en el que ninguna otra madre, niño o familia quede devastado por esta enfermedad. Para obtener más información, visite www.pedaids.org.

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El PNUD y ONUSIDA apoyan a más de 300 mujeres embarazadas y lactantes que viven con el VIH en Abiyán

08 Julio 2021

Al igual que ha sucedido en el resto del mundo, la COVID-19 ha golpeado con fuerza Costa de Marfil. En cuanto se confirmaron los primeros casos de COVID-19 en marzo de 2020, el Gobierno desarrolló un plan de respuesta nacional. Desgraciadamente, las medidas restrictivas para proteger a la población tuvieron un impacto en el uso de los servicios sanitarios, incluidos los relacionados con el VIH, lo que amenazó la ya de por sí frágil retención en la atención de las personas que viven con el VIH. Las mujeres embarazadas y lactantes que viven con el VIH y sus hijos, uno de los grupos más vulnerables, se han visto particularmente afectadas, cuando el mantener su acceso a los servicios y la atención era esencial para evitar desandar lo andado durante años.

El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y ONUSIDA aunaron fuerzas para ayudar a retener a 333 mujeres embarazadas y lactantes que viven con el VIH en los servicios prenatales, de maternidad y pediátricos de Abiyán. El proyecto se encargará de suministrar, durante nueve meses, 1000 kits de alimentos y 1000 kits de higiene para ayudar a las beneficiarias con la asistencia alimentaria y ayudarlas a protegerse contra la COVID-19.  Cada kit de alimentos contiene 20 kilos de arroz, 6 litros de aceite, 10 pastillas de jabón y 4 cajas de harina para niños. Por su parte, los kits de higiene constan de 2 botellas de gel hidroalcohólico, 2 botellas de jabón líquido y 50 mascarillas quirúrgicas. El proyecto también tiene como objetivo garantizar que las mujeres tengan acceso al completo paquete de servicios desarrollado en el marco del programa de prevención de la transmisión maternoinfantil del VIH (transmisión vertical) de Costa de Marfil, con el fin de garantizar que todos los hijos expuestos de las beneficiarias del proyecto sean examinados pronto y tengan acceso a una atención adecuada. Del mismo modo, se persigue documentar y compartir buenas prácticas.

Una de las beneficiarias, Ouattara Maimouna, que lleva cinco años viviendo con el VIH y es madre lactante de tres hijos, afirmó: «Doctor, este regalo fue increíblemente importante para nosotros. ¡Nos ha ayudado muchísimo! Esta reserva de comida es la que me ayuda a alimentar a mi familia. Nunca podré agradecerlo lo suficiente, porque justo entonces se me habían acabado las opciones para poder seguir tirando del pequeño negocio que me permitía sacar adelante a mi familia».

«Desde el comienzo del proyecto en diciembre de 2020, se han distribuido aproximadamente 700 kits de higiene y 700 kits de alimentos. Los socios que han puesto en marcha el Plan emergencia del Presidente de los Estados Unidos para paliar los efectos del SIDA (PEPFAR, por sus siglas en inglés) coinciden en que los kits han contribuido a la adhesión de las mujeres embarazadas y lactantes a las medidas para prevenir la transmisión vertical, a los servicios de atención pediátrica y del VIH, y a los grupos de apoyo personal», afirmó Brigitte Quenum, directora nacional de ONUSIDA para Costa de Marfil.

En esta fase de implementación, ya se están viendo algunas de las lecciones aprendidas. El proyecto ha sido muy bien recibido por las beneficiarias debido a su vulnerabilidad, que se ha visto agravada por la crisis de la COVID-19. El apoyo ha contribuido a aumentar el cumplimiento de las citas en las distintas consultas prenatales, mejorar la continuidad del tratamiento y de las pruebas de carga viral para las mujeres embarazadas y lactantes, y fortalecer la relación entre las mujeres que viven con el VIH y el personal que presta atención tanto clínica como comunitaria. El proyecto también enfatiza la importancia de tener en cuenta el componente social en el cuidado de las mujeres en lo relacionado con la prevención de la transmisión vertical de los servicios para el VIH.

La distribución de los kits de alimentación e higiene continuará hasta finales de 2021. Las mujeres embarazadas y lactantes que viven con el VIH se han vuelto más vulnerables en medio de la respuesta a la COVID-19 y deben diseñar estrategias de asistencia que respondan a sus sensibilidades específicas. «La movilización del PNUD, ONUSIDA, los socios implementadores del PEPFAR y sus socios de organizaciones no gubernamentales ha garantizado una coalición de apoyo para la defensa y el aumento de los esfuerzos de divulgación para llegar a las poblaciones vulnerables», añadió la Sra. Quenum. «Aunque esta iniciativa única es útil, hemos de esforzarnos para integrar otras actividades, como la promoción de la nutrición y la integración de un componente social en la atención a las mujeres que viven con el VIH en los servicios de transmisión vertical y otros centros de atención».

En los próximos meses comenzará a evaluarse la protección social inclusiva y sensible al VIH en colaboración con los principales ministerios implicados. Para ello hará falta movilizar fondos para cuestiones sociales relacionadas con las mujeres que viven con el VIH y promover medidas de apoyo sostenibles.

Feature Story

Servicios integrados e inclusión: clave para eliminar la transmisión maternoinfantil del VIH en Dominica

19 Mayo 2021

Durante cuatro años consecutivos, ningún niño de Dominica, un país del Caribe Oriental, nació con VIH; incluso en 2017, cuando, en dos semanas, la isla se enfrentó a sucesivos huracanes que terminaron por dañar el 90 % de su infraestructura.

Ahora, Dominica ha recibido la validación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) por eliminar la transmisión maternoinfantil del VIH y la sífilis. Es el octavo país o territorio del Caribe que ha alcanzado esta doble meta de eliminación, junto con Cuba, que lo consiguió en 2015, y Anguila, Antigua y Barbuda, las Bermudas, las Islas Caimán, Montserrat y Saint Kitts y Nevis, que lo consiguieron en 2017.

Durante una ceremonia virtual, los participantes reflexionaron sobre la mezcla de componentes políticos, sanitarios y comunitarios que se necesitan para crear un marco sostenible para la prevención del VIH y otras enfermedades en el contexto de salud materno infantil.

Roosevelt Skerrit, el Primer Ministro de Dominica, reiteró la importancia del compromiso del gobierno con la agenda de salud de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.  Señaló que las inversiones en los centros y sistemas de atención sanitaria ayudarían a Dominica a cumplir otros objetivos, como “una reducción de la mortalidad materna e infantil, un acceso universal a servicios de salud sexual y reproductiva y una cobertura sanitaria universal”.

“El camino que ha recorrido Dominica hasta alcanzar este ambicioso objetivo representa un cúmulo de años expandiendo la capacidad de los servicios de atención primaria para tratar las enfermedades transmisibles. También ha servido para adoptar enfoques armonizados e integrados en los servicios de salud materno infantil para mejorar los resultados en la salud de las mujeres y sus hijos”, declaró Carissa Etienne, Directora Regional para las Américas y Directora de la Organización Panamericana de la Salud.

A todas las mujeres embarazadas de Dominica se les ofrecen pruebas para el VIH y la sífilis cuando se inscriben en la atención prenatal. Para las que den positivo el tratamiento es totalmente gratuito. El acceso a los servicios de salud está disponible para todo el mundo, independientemente de la nacionalidad. Además, en la actualidad Dominica ofrece un diagnóstico precoz para los niños dentro del país, garantizando así una atención adecuada y oportuna para aquellos expuestos al VIH.

Los trabajadores sanitarios, incluidos un grupo de enfermeras comunitarias y personal de la Unidad de Respuesta Nacional contra el VIH y el sida, que coordinaron el apoyo psicosocial y los servicios de atención, han sido fundamentales para el éxito de la estrategia.

Dominica trabajó de forma crítica para reforzar su sistema de información sanitaria y poder aportar datos relacionados con la cobertura de la atención prenatal, los servicios de pruebas y de tratamiento y su impacto. El proceso de validación incluía también asesoramiento en materia de derechos humanos, equidad de género y participación comunitaria.    

Cumplir con los rigurosos requisitos de información y datos para certificar la eliminación de la transmisión maternoinfantil es un paso clave para varios países del Caribe que ya han logrado notables avances en la prevención de la transmisión maternoinfantil del VIH. Desde 2010, se ha duplicado la proporción de mujeres embarazadas que viven con el VIH en la región que reciben terapia antirretroviral para prevenir la transmisión a sus hijos. 

El Director de la Delegación Subregional Caribeña, James Guwani, ha destacado durante la ceremonia que el próximo mes el mundo adoptará una nueva declaración política de las Naciones Unidas para el sida.

“Uno de los testimonios más poderosos de nuestra capacidad para poner fin a la epidemia del sida es el éxito de asegurar que los niños no nazcan con VIH. Pero el trabajo no termina aquí”, afirmó el Sr. Guwani. “Debemos cambiar las actitudes y los prejuicios que hacen más difícil a las familias afectadas por el VIH que vivan, aprendan, trabajen y sean libres. Es nuestro deber proporcionar a los jóvenes la educación, el empoderamiento y el acceso a los servicios que necesitan para estar libres de VIH durante su vida. Y debemos mejorar el trabajo en la prevención de infecciones por el VIH en todos los grupos de población y en todas las comunidades. Dando prioridad a las personas podemos poner fin a la epidemia de sida”.

Press Statement

COVID-19: hagamos que sea la última pandemia

ONUSIDA acoge con gran satisfacción el informe y las recomendaciones del Panel Independiente de Preparación y Respuesta a la Pandemia. Entre otras, el grupo de expertos pide la creación de un Consejo Mundial sobre Amenazas para la Salud, con participación al más alto nivel político, para coordinar la acción mundial contra las pandemias y asegurar el acuerdo entre los gobiernos para liderar los esfuerzos con el objetivo de abordar los desafíos sanitarios, sociales y económicos de las grandes pandemias.

"Las recomendaciones del Panel Independiente de Preparación y Respuesta a la Pandemia son una llamada de atención para transformar los sistemas sanitarios en todo el mundo", dijo Winnie Byanyima, Directora Ejecutiva de ONUSIDA. "La salud es un bien público universal en esta sociedad interconectada: nadie está a salvo hasta que todo el mundo lo esté, por lo que debemos redefinir la salud para proporcionar la misma calidad de atención independientemente del área geoógrafica, los ingresos o la condición social."

ONUSIDA comparte la preocupación del grupo de expertos sobre el impacto de la COVID-19 en la profundización de las desigualdades dentro de los países y entre ellos.  Las mujeres han tenido que soportar una carga desproporcionada. A pesar de constituir casi el 60 % del personal sanitario y de los trabajadores de primera línea, las necesidades de las mujeres no se han incluido en la mayoría de las respuestas a la COVID-19, lo que ha aumentado la brecha de desigualdad. 

"Al igual que el VIH, la COVID-19 ha explotado los aspectos débiles de la sociedad y ha puesto de manifiesto la fragilidad de los recientes logros en materia de salud pública", añadió Byanyima.  "Las enseñanzas adquiridas de la respuesta al sida pueden contribuir a un nuevo paradigma para la salud mundial en el que las personas se sitúen en el centro, se eliminen las desigualdades y se consagre el derecho a la sanidad en cualquier parte del mundo".  

ONUSIDA también elogia el informe por destacar la urgencia de equidad en el acceso a vacunas pidiendo la redistribución urgente de 1000 millones de vacunas de los países de altos ingresos a los de ingresos bajos y medios para septiembre de 2021, a la que seguirán otros 1000 millones de dosis que se redistribuirán durante 2022.

ONUSIDA apoya firmemente el llamamiento a los países del G7 para que se comprometan a proporcionar el 60 % de los US$ 19 000 millones que el Acelerador del acceso a las herramientas contra el COVID-19 (Acelerador ACT) necesita en 2021 para vacunas, pruebas diagnósticas y tratamientos y para el fortalecimiento de los sistemas de salud y que el resto se movilice a partir de otros países del G20 y de otros con mayores ingresos. Debería adoptarse una fórmula de reparto de la carga basada en la disponibilidad de fondos para financiar estos bienes públicos mundiales de forma continua, previsible, sostenible y equitativa. 

ONUSIDA está dispuesto a apoyar los esfuerzos para aumentar la resiliencia y la preparación ante a pandemias, aprovechando especialmente la experiencia de ONUSIDA con unas respuestas lideradas por la comunidad, el activismo y los enfoques basados en los derechos, así como en el aprovechamiento de las inversiones en las infraestructuras y las redes únicas del VIH para crear sistemas sanitarios resistentes.  ONUSIDA insta a todos los asociados que apliquen las lecciones aprendidas de la respuesta al VIH para garantizar un enfoque dirigido a las comunidades, equitativo y basado en los derechos humanos, con el fin de apoyar una mayor preparación y respuesta ante pandemias que garanticen la salud de todos.

La preparación ante el VIH y la pandemia se abordará en la Reunión de Alto Nivel sobre el VIH de la Asamblea General de las Naciones Unidas, que se celebrará entre el 8 y el 10 de junio.

Contacto

UNAIDS Geneva
Sophie Barton-Knott
tel. +41 79 514 68 96
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Press Release

Los beneficios de continuar con la prestación de servicios relacionados con el VIH que permiten salvar vidas superan cien veces más el riesgo de transmisión por COVID-19

En algunos países se ha informado de una interrupción de los servicios del VIH de hasta un 75 %. Para prevenir un incremento de las muertes relacionadas con el sida, los servicios del VIH deben continuar durante la pandemia de COVID-19

GINEBRA, 13 de abril de 2021 — ONUSIDA y la Organización Mundial de la Salud (OMS) han apoyado la modelización matemática para establecer los beneficios de continuar con los servicios del VIH en comparación con el potencial daño de la transmisión adicional de la COVID-19. El análisis muestra que mantener los servicios del VIH evitaría entre 19 y 146 muertes relacionadas con el sida por cada 10 000 personas en un plazo previsto de 50 años, mientras que las muertes adicionales relacionadas con la COVID-19 por una exposición asociada a los servicios del VIH serían de 0,002 a 0,015 por cada 10 000 personas. Se ha demostrado que los beneficios de continuar con la prestación de servicios del VIH durante la pandemia de COVID-19 superan los riesgos de muertes adicionales relacionadas con la COVID-19.

“Ahora, el mundo debería hacer inversiones que no le dejen en un compromiso tan duro en el futuro”, declaró Peter Ghys, Director del Departamento de Información Estratégica y Evaluación de ONUSIDA. “Necesitamos construir futuros sistemas de salud que sean robustos y reconozcan las contribuciones lideradas por la comunidad como parte de un sistema resiliente y no como una ocurrencia en el último momento”.

En este análisis se han detectado cuatro interrupciones en los servicios del VIH: circuncisión médica masculina voluntaria, pruebas de diagnóstico del VIH, pruebas para detectar carga vírica y programas para prevenir la transmisión maternoinfantil del VIH. Se han comparado las muertes por COVID-19 de trabajadores sanitarios y usuarios en 2020 y 2021 causadas por el mantenimiento del acceso a los servicios del VIH con las muertes relacionadas con el sida evitadas tanto en la actualidad como en los próximos 50 años gracias al mantenimiento de estos servicios. En países con una serie de epidemias de VIH y COVID-19 se han aplicado estos modelos.

La pandemia de COVID-19 ha provocado que se propague la interrupción de los servicios de salud, con restricciones en los movimientos de la población y servicios de salud suspendidos o limitados en muchos países. Este análisis demuestra que el potencial daño por la transmisión adicional de COVID-19 en los servicios de salud para el VIH necesita equilibrarse cuidadosamente con los beneficios de aquellos servicios que, según el análisis, incluyen menos muertes relacionadas con el sida. Estos resultados pueden parecer intuitivos, pero es importante darse cuenta de que algunos servicios se han cerrado para proteger a las personas que viven con el VIH frente a la exposición a la COVID-19 y sus potenciales consecuencias letales. Sin embargo, el riesgo de no mantener los servicios del VIH implica un mayor riesgo de muerte relacionada con la falta de prevención del VIH, con el acceso a un diagnóstico y con el tratamiento final, lo cual es inaceptable.

Mientras exista el riesgo de transmisión de la COVID-19 a corto plazo relacionada con la prestación de servicios del VIH, el riesgo de muertes adicionales por COVID-19 es, por lo menos, 100 veces menor que las muertes relacionadas con el sida evitadas por continuar con esos servicios. Puede que se necesiten esfuerzos adicionales para fomentar la búsqueda de servicios sanitarios para el VIH durante la actual pandemia de COVID-19.

“Los ministerios de sanidad tienen en cuenta una serie de factores a la hora de decidir cuándo y cómo ofrecer servicios de salud esenciales durante la pandemia”, declaró Meg Doherty, Directora de los Programas Mundiales contra el VIH, la Hepatitis y las ITS de la OMS. “Este trabajo demuestra que, a largo plazo, los beneficios de continuar con los servicios clave del VIH son mucho mayores que los riesgos de transmisiones adicionales de la COVID-19. Se debe continuar con una prestación de servicios innovadora y segura a la vez que se trata de controlar la pandemia”.

El análisis completo se puede encontrar en: https://doi.org/10.1101/2021.03.01.21252663

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Michael Hollingdale
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Las muertes por tuberculosis entre las personas que viven con el VIH disminuyen a escala mundial, aunque subsisten deficiencias preocupantes en la atención a la tuberculosis

24 Marzo 2021

A escala mundial, el número de personas que viven con el VIH que murieron de tuberculosis (TB), una enfermedad que se puede curar y prevenir, se ha reducido de casi 600 000 muertes en 2010 a poco más de 200 000 en 2019. Estos datos suponen un descenso del 63%. En 2016, las Naciones Unidas fijaron un objetivo mundial para reducir las muertes por tuberculosis entre las personas que viven con el VIH en un 75% entre 2010 y 2020. Nueve países (Djibouti, Eritrea, Etiopía, India, Malawi, Sudáfrica, Sudán, Tailandia y Togo) alcanzaron o superaron este objetivo mundial a finales de 2019, un año antes de lo previsto.

Cambio en el porcentaje y el número de muertes por tuberculosis entre las personas que viven con el VIH de 2010 a 2019

Se ha avanzado en el cumplimiento de los objetivos mundiales al conseguir que el tratamiento preventivo para la tuberculosis sea más accesible para las personas que viven con el VIH. Este tratamiento preventivo reduce en gran medida el riesgo de enfermar y morir a causa de la enfermedad. En solo dos años (2018 y 2019), 5,3 millones de personas que viven con el VIH lo recibieron, lo cual puede salvarles la vida. Esto supone ya el 88% del objetivo de 6 millones fijado para 2022 en la  Declaración Política de las Naciones Unidas de 2018 para poner fin a la epidemia de tuberculosis

Aunque hay que aplaudir los progresos realizados en algunos países, estos logros ocultan las numerosas desigualdades y deficiencias que siguen existiendo a la hora de proporcionar la mejor atención de forma integrada a las personas que viven con el VIH y la tuberculosis. Estas deficiencias dieron lugar a aproximadamente 208 000 muertes en 2019 por tuberculosis relacionada con el sida que se podrían haber evitado (aproximadamente una de cada tres muertes por sida).

"Una de las mayores desigualdades en la respuesta mundial al VIH y la tuberculosis es la que se produce en la atención a los niños", afirmó Shannon Hader, directora ejecutiva adjunta del programa de ONUSIDA. "Ahora se dispone de herramientas mucho mejores para prevenir, diagnosticar y tratar la tuberculosis y la tuberculosis resistente a los fármacos en los niños pequeños, pero siguen siendo insuficientes. Todavía hay demasiados niños a los que no llegamos a atender con estas nuevas herramientas. Algunos profesionales sanitarios carecen de la confianza necesaria para tratar la tuberculosis entre los niños que viven con el VIH y, tanto por miedo a ocasionar algún daño como por su deseo de protegerlos, no siempre actúan. Los niños están siendo 'protegidos hasta la muerte'. Debemos fortalecer la confianza para tratar la tuberculosis y el VIH en los niños pequeños y lograr objetivos trascendentes".

La tuberculosis es especialmente difícil de diagnosticar entre los bebés y los niños más pequeños que viven con el VIH (los menores de dos años). Las formas más graves de tuberculosis (la tuberculosis diseminada y la meningitis tuberculosa) son frecuentes en este grupo de edad y son potencialmente mortales si no se diagnostican y tratan a tiempo. Se han hecho grandes avances de cara a mejorar el diagnóstico de la tuberculosis en los niños. El Servicio Farmacéutico Mundial de la iniciativa Alto a la tuberculosis ofrece medicamentos de bajo coste para el tratamiento y la prevención de la TB adaptados a los niños. El reto es que estas innovaciones alcancen la escala y la calidad necesarias para llegar a todos los niños que viven con el VIH que lo necesiten.

El Plan de Acción Pediátrica de Roma contra el VIH y la TB, que forma parte de la iniciativa conjunta de fe de ONUSIDA y el Plan de Emergencia del Presidente de los Estados Unidos para el Alivio del Sida, está eliminando las diferencias para los niños que viven con el VIH. Se trata de una asociación única de múltiples partes interesadas que ha estimulado una colaboración sin precedentes entre la comunidad religiosa, el sector privado, los reguladores, los donantes y otros para acelerar el desarrollo y la ejecución de mejores pruebas de diagnóstico, medidas preventivas y tratamientos para el VIH y la TB entre los niños que viven con el VIH.

En 2019, se informó de que menos de la mitad (49%) de las estimadas 815 000 personas que viven con el VIH y que también padecen TB estaban recibiendo tanto el tratamiento contra el VIH como el de la TB. Esto demuestra que siguen existiendo grandes lagunas en la detección, las pruebas y el tratamiento tanto del VIH como de la TB. Para solucionar esto, los programas nacionales deben ir más allá de los centros de salud tradicionales para encontrar a los millones de personas que todavía necesitan tratamiento para el VIH, la TB o ambos. Se necesita un enfoque integrado, comunitario y centrado en la persona. El cribado familiar y comunitario de múltiples enfermedades como la TB, el VIH, la COVID-19, la hipertensión, la diabetes y otras afecciones comunes puede contribuir a la desestigmatización y reducir los costes para los programas y las personas. Es fundamental animar a todas las personas a las que se les ha diagnosticado recientemente el VIH, la TB o la COVID-19 a que autoricen la detección confidencial de sus contactos familiares, domésticos y comunitarios, incluidos los niños y jóvenes.

Ya ha empezado la cuenta atrás para alcanzar los nuevos y ambiciosos objetivos de 2025 para la TB y el VIH establecidos en la nueva estrategia mundial contra el sida 2021-2026. La consecución de estos objetivos hará que el mundo vuelva a estar en el camino de acabar con el sida y la TB en 2030. Se necesita una respuesta a las pandemias de TB, VIH y COVID-19 colaborativa y coordinada. La respuesta debe estar arraigada en las comunidades afectadas y centrada en las necesidades de las personas más afectadas. Abordar las desigualdades que provocan la TB y el VIH ayudará a cerrar el "abismo mortal" entre los compromisos mundiales y la realidad vivida por las comunidades afectadas por la TB y el VIH. Al poner fin a las desigualdades, podemos evitar que los adultos, los jóvenes y los niños que viven con el VIH mueran de TB.

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