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Feature Story

La respuesta nunca está en fijar el objetivo en las trabajadoras sexuales

08 Junio 2020

Cuando el Gobierno de Camerún ordenó que nadie podría moverse de sus hogares como parte de la respuesta a la COVID-19, Marie-Jeanne Oumarou (nombre ficticio) salió corriendo a comprar comida, cogió a sus tres niños y se los llevó al campo.

Con sus hijos ya en buenas manos, solo deseó poder seguir trabajando.

«Jamás imaginé lo difícil que sería el confinamiento», confiesa. «Para nosotras, las trabajadores sexuales, no tiene ningún sentido».

En los últimos diez años la Sra. Oumaro conoció lo mejor y lo peor de lo que en Yaundé, la capital de Camerún, se conoce como couloirs, las zonas de los pequeños hoteles en los que ejercen las trabajadoras sexuales. Abandonada y con tres niños pequeños, en el año 2010 recurrió al trabajo sexual para sobrevivir.  Poco a poco logró conocer a distintas mujeres mayores, antiguas trabajadoras sexuales, a las que paga dinero para poder acceder a lugares seguros en los que trabajar. Sin embargo, la COVID-19 ha cambiado su vida de la noche a la mañana. 

«Los hoteles estaban cerrados, apenas había clientes, la policía estaba constantemente controlando, así es imposible sobrevivir», señala.

Denise Ngatchou, directora ejecutiva de Horizons Femmes, una organización no gubernamental que ayuda a las mujeres vulnerables, cuenta lo mucho que le impresionó el que las trabajadoras sexuales se convirtieran, de pronto, en el blanco.

«La policía detenía y encerraba a las mujeres, sin dar ninguna información», relata. «Nos sentíamos totalmente indefensas y no podíamos hacer nada, ya que era el Gobierno el que tenía todo el poder respecto a las medidas frente a la COVID-19».

Rosalie Pasma, directora de uno de los centros de acogida de Horizons Femmes, tuvo que encogerse de hombros para mostrar su acuerdo durante una entrevista por Skype.

«Todo se complicó muchísimo más durante la COVID-19», insiste. «Sufrimos directamente el confinamiento por más de un motivo. Ha habido mujeres que no han podido acudir a sus revisiones por falta de transporte, por ejemplo, y nuestro asesor legal tampoco ha sido capaz de acceder a las comisarías para defender a las mujeres arrestadas».

La Sra. Ngatchou se encargó de canalizar todo, porque, para ella, no había razón para rendirse. Horizons Femmes juró ante todo mantenerse abierta. Un mínimo de la plantilla trabajó incansablemente e hizo horas extra para seguir realizando pruebas del VIH y prestando otros servicios respetando siempre las medidas de prevención. 

«La gente nos decía que interrumpiéramos todas nuestras actividades de concienciación sobre el terreno, pero las mantuvimos todo lo que pudimos. Aconsejamos a las mujeres respecto a las medidas para prevenir la enfermedad del coronavirus, de manera que todas conocieran los posibles riesgos», explica.

Asimismo, continuaron repartiendo mascarillas y lanzaron un proyecto de crowdfunding para adquirir más equipos de protección. Lo que más entristece a la Sra. Ngatchou es que muchísimas cosas sucedieron ante sus propios ojos y ni tan siquiera pudo hacer nada.

«El suavizar las leyes contra el trabajo sexual y el poner fin a los arrestos arbitrarios de trabajadoras sexuales realmente supondría una enorme diferencia para nosotras», advierte.

Al final, está convencida de que el castigar a las trabajadoras sexuales no hace sino empeorar la situación.

«¿Tú no crees que, si las trabajadoras sexuales se esconden, tienen más posibilidades de trabajar e infectar e infectarse que si dispusieran de una estructura que las ayudase?», plantea.

Reflexionando sobre sus propias palabras, añade que esta idea hace referencia tanto a la COVID-19 como al VIH.

A principios de abril, ONUSIDA y la Red global de proyectos de trabajo sexual hicieron saltar las alarmas y llamaron la atención sobre la crueldad y los problemas a los que se enfrentaban las trabajadoras sexuales en todo el mundo. Instaron a los países a garantizar el respeto, la protección y el cumplimiento de los derechos humanos de las trabajadoras sexuales.

«Las autoridades tienen que llegar a entender que no promovemos el trabajo sexual, sino la buena salud», recalca la Sra. Ngatchou. «Esa y solo esa es la prioridad».

Nuestra acción

Press Statement

ONUSIDA insta a los Gobiernos a poner fin a los arrestos arbitrarios y discriminatorios de personas LGBTI y a velar por el respeto a sus derechos humanos

GINEBRA, 15 de mayo de 2020— Antes del Día Internacional contra la Homofobia, la Transfobia y la Bifobia (IDAHOT, por sus siglas en inglés) que se celebra cada año el 17 de mayo, ONUSIDA está llamando a los Gobiernos a acabar de inmediato con las detenciones arbitrarias y discriminatorias de personas lesbianas, gais, bisexuales, transgénero e intersexuales (LGBTI) por razón de su orientación sexual o identidad de género. Asimismo, insta a los países a dictar leyes que protejan sus derechos humanos.

Desde el comienzo de la pandemia de COVID-19, ha habido numerosos informes de prensa con relación a asesinatos de personas transgénero en Puerto Rico; arrestos a personas LGBTI en Egipto, la República Unida de Tanzania y Uganda, y un aumento de la violencia y los abusos en Camerún y la República de Corea.

«Las detenciones y el acoso arbitrarios y discriminatorios a la comunidad LGBTI ha de terminar ya mismo», insiste Winnie Byanyima, Directora Ejecutiva de ONUSIDA. «La crisis causada por la COVID-19 ha sacado a la luz y exacerbado la desigualdad, la violencia y los abusos a los que las personas LGBTI se enfrentan a diario. Hemos de romper el silencio y alzar la voz contra las leyes draconianas, las cuales solo sirven para seguir marginando a las personas», añadió.

A fecha de diciembre de 2019, más de 70 países criminalizan los comportamientos sexuales entre personas del mismo sexo. De acuerdo con la Declaración Universal de Derechos Humanos y la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, los Gobiernos tienen la obligación moral y legal de abolir dichas leyes y dictar otras que protejan a las personas de la discriminación.

Hace tan solo unas semanas, ONUSIDA y MPact lanzaron un plan de 12 puntos para defender los derechos humanos de la comunidad LGBTI y garantizar su inclusión en las estrategias para la respuesta a la COVID-19.

A nivel mundial, los gais y otros hombres que tienen relaciones sexuales con hombres tienen 27 veces más probabilidades de vivir con el VIH que la población general. Se calcula que, en el año 2017, los gais y otros hombres que tienen relaciones sexuales con hombres representaron el 18 % de las nuevas infecciones por el VIH en todo el mundo. Al mismo tiempo, las mujeres transgénero tienen 12 veces más probabilidades de contraer el VIH que todos los adultos en edad reproductiva. Se considera que el 0,1-1,1 % de la población mundial es transgénero y que el 16,5 % de las mujeres transgénero vive con el VIH.

IDAHOT, la celebración mundial de la diversidad sexual y de género, ha escogido para 2020 el lema «Rompe el silencio», con el fin de conmemorar la decisión adoptada en 1990 por la Organización Mundial de la Salud respecto a desclasificar la homosexualidad como enfermedad mental.

Este día de conmemoración representa un enorme hito anual mundial con el que se pretende llamar la atención de legisladores, medios de comunicación, audiencia, empresas, líderes de opinión y autoridades locales, para que sean todos conscientes de la alarmante situación a la que se enfrentan las personas con distintas orientaciones sexuales, identidades de género o expresiones y características sexuales diferentes.

«Necesitamos solidaridad para salvar vidas. Todos tenemos que aportar nuestro granito de arena para construir comunidades y sociedades sanas capaces de responder al VIH, la COVID-19 y la siguiente pandemia que nos golpee en el futuro», resaltó la Sra. Byanyima.

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Un hueco en la foto para las personas transgénero

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ONUSIDA apoya la decisión de que la 23.ª Conferencia internacional sobre el sida se celebre de manera virtual, mientras espera que se encuentre alguna forma de hacer realidad la conferencia VIH2020

GINEBRA, 27 de marzo de 2020—ONUSIDA apoya la decisión de la Sociedad Internacional del SIDA respecto a celebrar de manera virtual durante el mes de julio la 23.ª Conferencia internacional sobre el sida. Asimismo, espera que las redes de los grupos de población clave que se encargan de organizar la conferencia VIH2020 encuentren una solución alternativa para que el encuentro siga en pie.

En vista de la pandemia COVID-19, AIDS 2020: Virtual, organizada por la Sociedad Internacional del SIDA, permitirá a los participantes acceder y comprometerse con lo más reciente en cuanto a ciencia, defensa y conocimientos en materia del VIH, y, además, hacerlo con seguridad.

Los organizadores de VIH2020, una conferencia que iba a tener lugar en México como alternativa segura para las personas que no pueden o no entrarán en los Estados Unidos de América, han cancelado la conferencia y continuarán buscando una alternativa después de que el Gobierno mexicano suspendiera todos los grandes eventos previstos en el país.

«Quisiera darles las gracias a los organizadores por seguir adelante con la Conferencia internacional sobre el sida y por hacerlo de tal manera que se estén protegiendo las vidas y el bienestar de miles de participantes. Animo a todas las personas a participar en AIDS 2020: Virtual. Deseo que se una más gente que nunca y que todos volvamos a comprometernos para seguir avanzando en la respuesta al sida», insistió Winnie Byanyima, Directora Ejecutiva de ONUSIDA. «Ojalá que la conferencia VIH2020 pueda celebrarse de alguna manera. ONUSIDA brinda todo su apoyo a los coorganizadores y les agradece su decisión de poner la salud y la seguridad de las comunidades por delante de todo».

Infinidad de personas esperaban con ilusión asistir a la conferencia AIDS 2020 en San Francisco y Oakland, Estados Unidos. En vez de ello, AIDS 2020: Virtual permitirá a los asistentes de todo el mundo participar en sesiones virtuales, satélites, exposiciones, podcasts y redes de la comunidad interactivas. Se espera que la conferencia VIH2020 se celebre de manera similar.

Kevin Osborne, director ejecutivo de la Sociedad Internacional del SIDA, adelantó que «El encuentro AIDS 2020: Virtual girará en torno a la resiliencia. No hay palabra que defina mejor lo que necesitamos hoy en día. En la actualidad, la resiliencia es puesta a prueba por un panorama sanitario mundial que cambia en cuestión de segundos y al que ahora hemos de añadir la pandemia de COVID-19. En solidaridad con ello, ahora más que nunca la comunidad del VIH debe aunar fuerzas en nuestro compromiso conjunto de garantizar que las pruebas y los derechos humanos continúen siendo los pilares fundamentales de nuestra respuesta».

Rico Gustav, director ejecutivo de la Red mundial de personas que viven con el VIH (GNP+), señaló que «como coorganizadores de VIH2020, la Red mundial de personas que viven con el VIH y otras organizaciones mundiales somos unánimes en nuestra decisión de cancelar la conferencia». Ante todo, lo primero es siempre la salud y la seguridad de las comunidades. Mientras el COVID-19 afecta a cada vez más países y comunidades, nosotros nos vamos adaptando para seguir apoyando a nuestros miembros en estos tiempos tan extremadamente difíciles. Los coorganizadores de VIH2020 continuarán defendiendo y promoviendo el liderazgo de los grupos de población clave y de las personas que viven con el VIH para que sigan respondiendo al VIH y a otras cuestiones sanitarias local, nacional y globalmente, y para que no cesen de explorar entornos virtuales que permitan celebrar la conferencia».

ONUSIDA insta a todo el mundo a recordar que el COVID-19 es una enfermedad grave. Todas las personas que viven con el VIH deberían adoptar todas las medidas de prevención recomendadas para minimizar la exposición y prevenir la infección por el virus que causa el COVID-19.

Al igual que en la población general, las personas mayores que viven con el VIH o las personas que viven con el VIH y sufren problemas cardíacos o pulmonares tienen mayor riesgo de infectarse con el virus y padecer síntomas más graves. Día a día, y a partir de la experiencia de los países y las comunidades que están respondiendo a ambas epidemias, iremos aprendiendo más sobre cómo el VIH y el COVID-19 impactan juntos a las personas que viven con el VIH. Se compartirán e imitarán las lecciones aprendidas con relación a la puesta en marcha de innovaciones y a la adaptación del sistema de suministro con el fin de minimizar el impacto sobre las personas que viven con el VIH.

La respuesta al VIH ha demostrado que la respuesta sanitaria pública sólida y eficaz que comprometa a las comunidades afectadas debe basarse en los derechos humanos y ocuparse de los contextos tanto biológicos como sociales de las enfermedades. Mientras el COVID-19 avanza hacia lugares de alta densidad demográfica y amenaza a las personas y las comunidades más marginadas, es fundamental priorizar las necesidades informativas, los suministros básicos de higiene como el jabón y el agua, la comida suficiente y los apoyos sociales que respondan a la falta de ingresos y a la pobreza. Y todo ello ha de abordarse como parte de la preparación y de la respuesta.

«La pandemia de COVID-19 está afectando a las vidas de miles de millones de personas en todo el mundo», apuntó la Sra. Byanyima. «Sin embargo, no debemos olvidar que la epidemia del VIH aún no ha terminado. Incluso en estos tiempos tan convulsos, nuestros socios están trabajando para garantizar que la respuesta al sida siga en marcha. Son muchos los héroes sin capa que día a día luchan para garantizar que sigan disponibles los servicios de prevención y tratamiento del VIH para las personas que viven con el VIH y están afectadas por el virus».

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El consentimiento paterno perjudica el derecho a la sanidad de los adolescentes

16 Marzo 2020

Muchos países cuentan con leyes o con políticas que impiden que los adolescentes accedan a los servicios sanitarios esenciales sin el consentimiento de su progenitor o de su tutor legal. La intención original pudo haber sido la de proteger a los menores, pero tales restricciones a menudo causan el efecto contrario y aumentan el riesgo de infección por el VIH, así como otros problemas de salud entre los adolescentes.

Un alto porcentaje de países a lo largo del mundo restringe a los adolescentes el acceso a las pruebas y al tratamiento del VIH. Por ejemplo, en 2019 los adolescentes menores de 18 años necesitaron un consentimiento paterno explícito en 105 de los 142 países para realizarse la prueba del VIH. En 86 de los 138 países que presentaron datos, necesitaron dicho consentimiento para acceder al tratamiento contra el VIH y a la atención correspondiente. Este tipo de legislaciones y de políticas pueden complicar u obstaculizar a los adolescentes el acceso a la profilaxis pre-exposición (PPrE), una herramienta de prevención altamente efectiva.

Las investigaciones realizadas en el África subsahariana muestran que en los países donde la edad de consentimiento es de 15 años, o menos, los adolescentes son un 74 % más propensos a haberse realizado las pruebas del VIH en los últimos 12 meses; en comparación con los países en los que la edad de consentimiento es de 16 años o más, en los que las jóvenes se benefician especialmente de un acceso más fácil.

En el sitio web de ONUSIDA Laws and Policies Analytics puede consultar información detallada sobre los países que cuentan con leyes de consentimiento.

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La despenalización funciona, pero pocos países dan un paso más allá

03 Marzo 2020

Gracias a la reunión de la Comisión de Estupefacientes de las Naciones Unidas celebrada esta semana en Viena, Austria, la atención diplomática se centra de nuevo en las drogas. En 2018, las personas que se inyectaban drogas representaban del 12 % de las nuevas infecciones por el VIH a nivel mundial.

En docenas de países en todo el mundo, la legislación que penaliza a los grupos de población clave o que discrimina a las personas que viven con el VIH socava los intentos de prevenir las nuevas infecciones y las muertes relacionadas con el sida. La despenalización del consumo de drogas y de la posesión para consumo personal reduce el estigma y la discriminación que obstaculizan la reducción de daños, y el acceso a la atención sanitaria y a los servicios legales. En los países donde se despenaliza el consumo de drogas y se da acceso a programas exhaustivos de reducción de daños, la prevalencia y la transmisión del VIH tiende a descender drásticamente entre las personas que consumen drogas.

La República Checa, los Países Bajos, Portugal y Suiza se encuentran entre los pocos países que han despenalizado el consumo de drogas y la posesión para consumo personal, además de haber invertido en programas de reducción de daños. Por consiguiente, en estos países el número de positivos entre las personas que se inyectan drogas es bajo.

Al menos 67 países tipifican el consumo de drogas y la posesión para uso personal como un delito penal, por lo que es hora de que los países den un paso más allá hacia la despenalización.

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«Seguimos luchando»

28 Febrero 2020

«Durante cinco años he sufrido acoso y amenazas: amenazas de violación, amenazas de muerte, denigraciones, difamaciones, llamadas de teléfono a mi familia, a mi madre», afirma la presentadora de televisión libanesa Dima Sadek.

Con el objetivo de sensibilizar a la sociedad sobre el acoso sexual y las intimidaciones que sufren las mujeres en Líbano (especialmente las periodistas en el marco de las recientes protestas), la Fundación Árabe para las Libertades y la Igualdad (en inglés Arab Foundation for Freedoms and Equality), socios regionales de ONUSIDA en derechos y salud, ha creado un vídeo que esclarece la violación de derechos humanos que sufren tantas mujeres de este país.

El vídeo está realizado en colaboración con el programa de HIVOS Mujeres Empoderadas para el Liderazgo (en inglés Women Empowered for Leadership, o por sus siglas WE4L), financiado por el Ministerio neerlandés de Asuntos Exteriores. Su objetivo es poner de manifiesto casos de agresiones y abusos; reporteras que sufren violaciones de su integridad física, cuyos números de teléfono personales han sido filtrados y posteriormente han recibido pornografía y amenazas de violación; y a las que atacan verbal y físicamente en directo.

«No piensas que alguien pueda ser así de hiriente o diga cosas así. No les conoces y ellos a ti tampoco, pero por el simple hecho de que vuestras visiones políticas difieren, se creen legitimados para hablarte de esa manera», afirma Layal Saad, una reportera.

Debido a que las manifestantes también han denunciado ataques similares, entre ellos intimidaciones y abusos tanto en línea como fuera de ella, el vídeo pretende sensibilizar sobre el acoso sexual, las intimidaciones y la violencia en general que sufren las mujeres en el día a día. Además, resalta la necesidad de políticas que permitan que las mujeres accedan a puestos de responsabilidad.

La periodista Diana Moukalled indicó que la protección legal frente al acoso sexual es imprescindible, dado que en Líbano actualmente no existen leyes que lo penalicen. «Las libanesas se encuentran entre las mujeres más marginadas del mundo, no solo de nuestra región. Vemos que están presentes en muchos niveles, aunque existe una clara divergencia entre el papel de las libanesas y su representación», declaró.

«Seguimos luchando» es el título del vídeo, que refleja el sentimiento de las muchas mujeres que lo vieron y actuaron en consecuencia. Un sentimiento de resistencia frente a la adversidad y también de tenacidad para lograr la justicia social que reclaman las mujeres en Líbano.

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Bélgica celebra el Día Mundial del Sida

05 Diciembre 2019

Gunilla Carlsson, directora ejecutiva adjunta de ONUSIDA y responsable de gestión y buen gobierno, conmemoró el Día Mundial del Sida en Bruselas, Bélgica, para celebrar el poder de las comunidades junto con la sociedad civil. A su lado estaba también Barbara Trachte, secretaria de Estado de la región de Bruselas capital.

La Sra. Carlsson presentó algunos de los mensajes clave de Power to people, el nuevo informe de ONUSIDA, el cual muestra que, cuando la gente tiene el poder de elegir, saber, crecer, pedir y trabajar juntos, es posible salvar vidas, evitar las injusticias y restaurar la dignidad.

«La respuesta al sida muestra que, cuando las comunidades están capacitadas y empoderadas, el cambio se hace realidad. Ahora más que nunca necesitamos una respuesta comunitaria plenamente financiada», insistió con rotundidad la Sra. Carlsson.

Además, aprovechó la ocasión para agradecer al Gobierno regional de Bruselas y al Gobierno federal de Bélgica su enorme apoyo a las personas que viven con el VIH y a las organizaciones que trabajan por el virus, las enfermedades sexuales relacionadas, la salud reproductiva y los derechos humanos. Durante muchos años, Bélgica ha invertido energía y recursos para satisfacer las necesidades de los más vulnerables y de las comunidades afectadas por el VIH en todo el mundo. Su principal preocupación han sido siempre los derechos humanos, la igualdad de género, los grupos de población clave, el fortalecimiento de los sistemas sanitarios, y la salud y los derechos sexuales y reproductivos.

«Hoy, 1 de diciembre, es importante reforzar la idea de que indetectable = intransmisible, para así cambiar el punto de vista de la sociedad sobre las personas que viven con el VIH», recalcó Thierry Martin, director de Plataforme Prévention Sida.

Durante su visita a Bélgica, la Sra. Carlsson también se encontró con el ministro-presidente del Gobierno flamenco, Jan Jambon, quien firmó un nuevo acuerdo de colaboración con ONUSIDA para los dos años siguientes. Flandes ha sido un socio muy valorado y prominente desde la fundación de ONUSIDA y ha invertido tanto recursos como energía para lograr satisfacer las necesidades de las comunidades afectadas por el VIH. Durante todo este tiempo, sus esfuerzos se han centrado sobre todo en las poblaciones vulnerables y en las chicas de Sudáfrica.

El Sr. Jambon expresó su gran confianza respecto a la renovación de su colaboración a largo plazo con ONUSIDA. «Desde sus comienzos, ONUSIDA ha estado trabajando hacia un enfoque multisectorial basado en los derechos humanos y centrado en las personas, desde el que se han abordado las cuestiones determinantes de salud y bienestar para la respuesta al sida, especialmente en el caso de las poblaciones más vulnerables, incluyéndose aquí las comunidades de personas lesbianas, gais, bisexuales, transgénero e intersexuales, entre otras, y esto es ahora más importante que nunca», señaló.

El Sr. Jambon también dio la bienvenida a las reformas que se han producido dentro de ONUSIDA para reforzar una cultura positiva en el lugar de trabajo. «Estoy convencido de que las nuevas políticas y el nuevo liderazgo permitirán a la plantilla llegar al mayor número de personas posible y maximizar sus resultados colectivos», dijo.

En su viaje, la Sra. Carlsson asistió a un panel de discusión con los miembros del parlamento, los representantes de la sociedad civil y las Naciones Unidas. Allí se proporcionaron datos actualizados respecto al estado de la epidemia y la respuesta del VIH, y se pusieron de manifiesto las acciones de apoyo clave llevadas a cabo por el Parlamento Europeo y la Unión Europea. Del mismo modo, alabó el importantísimo papel desempeñado por los parlamentarios en la respuesta mundial al VIH.

Region/country

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Será un empleado de ONUSIDA quien intente conseguir el récord mundial de Murphs en el Día Mundial del Sida

29 Noviembre 2019

Peter Koopmans, empleado de ONUSIDA, intentará hacerse con el récord mundial de Murphs en el Día Mundial del Sida, que se celebra el 1 de diciembre, mientras intenta recaudar fondos para una organización benéfica que lucha contra el VIH.

Este entrenamiento, que lleva el nombre de un militar de la armada de los Estados Unidos fallecido en Afganistán en 2005, era uno de los favoritos de Michael Murphy. Inicialmente llamado Body Armor (armadura corporal), un Murph consiste en llevar un chaleco de 10 kg mientras:

  • Se corre durante una milla (1,6 km).
  • Se hacen 100 dominadas.
  • Se realizan 200 flexiones.
  • Se llevan a cabo 300 sentadillas.
  • Se corre otra milla.

El Sr. Koopmans intentará realizar 15 Murphs en 24 horas dentro de la sede de ONUSIDA en Ginebra, Suiza. Serán 15 los Murphs que lo verán correr 30 millas y hacer 1500 dominadas, 3000 flexiones y 4500 sentadillas. Durante los últimos ocho meses ha estado entrenando duro para batir el récord y se ha recluido infinidad de tiempo en el gimnasio.

«Siempre he querido desafiarme a mí mismo con este reto, y esto además me permite influir de manera directa en las vida de los demás», señaló el Sr. Koopmans. El resto del personal de ONUSIDA y sus amigos lo animarán durante todo el día y algunos incluso intentarán hacer Murphs con él.

Todos los fines recaudados irán destinados a la operación Bobbi Bear, una organización de derechos humanos comprometida a ayudar a los niños que han sufrido abusos sexuales y a concienciar respecto del VIH en KwaZulu-Natal, Sudáfrica.

Puedes realizar donaciones y/o seguir al Sr. Koopmans mientras realiza su impresionante hazaña a través de esta página web, así como también te recomendamos disfrutar de este vídeo para obtener una visión general del desafío.

Press Release

Para acabar con el VIH, la clave está en garantizar que las personas y las comunidades tengan poder para elegir, saber, prosperar y exigir

Los enfoques innovadores respecto a los tratamientos para prevenir el VIH (profilaxis preexposición), la integración de los servicios de planificación familiar con las pruebas del VIH, la supresión de la carga vírica (I = I), la reducción del daño y una salud sexual integral otorgan a las personas en general el poder para protegerse del VIH, y a quienes ya viven con el virus les permiten crecer y desarrollarse

NAIROBI/GINEBRA, 26 de noviembre de 2019—Según un nuevo informe de ONUSIDA, Power to the people (el poder a las personas), publicado antes del Día Mundial del Sida, las personas y las comunidades que viven con el VIH o que están afectadas por el virus participan en la toma de decisiones y en la prestación de servicios relacionados con el VIH. Así mismo, se observa cómo se han reducido los casos de nuevas infecciones y cómo cada vez más personas tienen acceso al tratamiento. Cuando las personas tienen el poder de escoger, de saber, de prosperar y de exigir, cuando la gente trabaja codo con codo, se consigue salvar vidas, acabar con las injusticias y restaurar la dignidad.

«Cuando las personas y las comunidades cuentan con poder y con medios, se logra el cambio», apuntó Winnie Byanyima, Directora Ejecutiva de ONUSIDA. «La solidaridad de las mujeres, de los jóvenes, de los gais y otros hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, de los trabajadores sexuales, de los consumidores de drogas y de las personas transgénero ha logrado transformar la epidemia de sida, al capacitarlos a todos ellos para poner fin a la epidemia».

El informe fue lanzado el 26 de noviembre en Kenia por la Directora Ejecutiva de ONUSIDA, la secretaria del gabinete del ministerio de salud de Kenia y los representantes de la comunidad. En él se pone de manifiesto el enorme progreso alcanzado, sobre todo en lo concerniente a la expansión del acceso al tratamiento. Hacia mediados de 2019, aproximadamente 24,5 millones de personas de los 37,9 millones de personas que viven con el VIH lograron acceso al tratamiento. Al continuar la adherencia al tratamiento, cada vez es menor el número de gente que fallece por enfermedades relacionadas con el sida.

«El trabajo conjunto del Gobierno con la sociedad civil, al que se suma la importantísima implicación de las comunidades, nos ha permitido reducir de manera significativa las nuevas infecciones por el VIH y el número de muertes relacionadas con el sida», insistió Sicily Kanuki, secretaria del gabinete del ministerio de salud keniata. «Las comunidades están en el mismísimo centro de la respuesta al sida y son imprescindibles para erradicarlo».

No obstante, el progreso alcanzado con respecto a la reducción de las infecciones por el VIH se entremezcla con la cifra de 1,7 millones de personas que se vieron afectadas por el virus en 2018. Las nuevas infecciones por el VIH se redujeron un 28 % de 2010 a 2018 en África oriental y meridional, la región más afectada por el VIH. Como señal prometedora y alentadora, la tasa de incidencia del VIH entre las chicas adolescentes y las mujeres jóvenes de la región con edades comprendidas entre los 15 y los 24 años pasó de 0,8 % en 2010 a un 0,5 % en 2018, lo que supone un descenso de un 42 %. Sin embargo, las chicas y las mujeres jóvenes todavía son las más castigadas por las nuevas infecciones del VIH. Así, cuatro de cinco nuevas infecciones por el VIH entre adolescentes del África subsahariana tienen lugar entre chicas.

Fuera de África oriental y meridional, las nuevas infecciones por el VIH se han reducido únicamente un 4 % desde 2010. De mayor preocupación es el aumento de nuevas infecciones por el VIH en algunas regiones. La cifra anual de nuevas infecciones por el VIH aumentó un 29 % en Europa oriental y Asia central, un 10 % en Oriente Medio y África del Norte, y un 7 % en América Latina.

«En muchos lugares del mundo se ha logrado un espectacular progreso en lo concerniente a la reducción de nuevas infecciones por el VIH, muertes relacionadas con el virus y actitudes discriminatorias, sobre todo en África oriental y meridional. Pero, desgraciadamente, la desigualdad de género y el rechazo a los derechos humanos siguen dejando a mucha gente atrás», afirmó la Sra. Byanyima. «Las injusticias sociales, la desigualdad, el no reconocimiento de los derechos de las personas, y el estigma y la discriminación están impidiendo avanzar en la lucha para acabar con el VIH y alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible».

Con poder y juntos

Como defiende el informe, cuando las personas y las comunidades gozan de poder y de medios, se logra el cambio. Las comunidades han apostado por programas del VIH que se basen en los derechos humanos y que tengan a las personas en el centro, pues así se garantiza que las respuestas al sida aborden las desigualdades y las injusticias que alimentan la epidemia.

Las mujeres y las chicas son la columna vertebral en cuanto a la atención a sus familias y a sus comunidades, y desempeñan un trabajo que no se paga, ni a menudo se valora, al ocuparse de atender a los niños, los enfermos, los ancianos y las personas con discapacidad. Son ellas quienes sustentan los frágiles sistemas de apoyo social. Y esto ha de cambiar. La implicación y el liderazgo de las comunidades de mujeres son esenciales en la respuesta al VIH.

«Como líder de la comunidad, soy capaz de relacionarme con las personas y de comprender lo que hay tras ellas mucho mejor que alguien de fuera. Llevo 25 años conviviendo con el VIH, así que la gente viene a mí a contarme sus problemas, por ejemplo, los que tienen que ver con el estigma relacionado con el VIH, la revelación y la adherencia. Nunca me he echado para atrás en este papel que he asumido, puesto que soy parte de esta comunidad», confiesa Josephine Wanjiru, activista en una comunidad del VIH en Kiandutu, Thika (Kenia).

Con poder para escoger

Las mujeres y las chicas piden métodos anticonceptivos integrados, pruebas tanto del VIH como de otras infecciones de transmisión sexual, así como opciones de prevención y cuidados. Casi el 40 % de las mujeres adultas y el 60 % de las chicas adolescentes (de entre 15-19 años) del África subsahariana no ven satisfechas sus necesidades con relación a los métodos anticonceptivos modernos.

En muchos países del África subsahariana, de acuerdo con el informe, el número de mujeres jóvenes que toman su medicina para evitar el VIH (profilaxis preexposición) es elevado en aquellos proyectos que integran la profilaxis previa a la exposición en servicios de atención sanitaria dedicados a la juventud y en clínicas de planificación familiar, y siempre y cuando la provisión de esta profilaxis preexposición esté al margen de los servicios de tratamiento.

Desde 2016 se han realizado también once millones de circuncisiones masculinas médicas voluntarias, 4 millones solo en 2018 en los 15 países prioritarios.

Con poder para saber

El poder para saber permite a las personas librarse del VIH o, cuando ya viven con el virus, mantenerse sanas. Sin embargo, la gente descubre su estado serológico positivo demasiado tarde, en ocasiones incluso años después de haberse infectado, lo que lleva a un retraso en el comienzo del tratamiento y facilita la transmisión del VIH. En Mozambique, por ejemplo, el tiempo medio para el diagnóstico tras la infección, en el caso de los hombres, estaba en cuatro años.

La adherencia a un tratamiento efectivo logra suprimir el virus hasta niveles indetectables, lo que hace que la gente lleve una vida sana y evita la transmisión del virus. El saber esto da a las personas que viven con el VIH la oportunidad de llevar vidas normales. También les hace tener la confianza de que están protegiendo a sus seres queridos y las ayuda a plantarles cara al estigma y la discriminación.

Las pruebas caseras del VIH actualmente están ayudando cada vez a más personas a conocer su estado serológico en privacidad, con lo que se están rompiendo las barreras del estigma y la discriminación, y se está facilitando el acceso al tratamiento.

El conocimiento del VIH entre la gente joven es alarmantemente bajo en muchas regiones. En países que tienen a su disposición datos recientes de la encuesta, se ve que solo el 23 % de las mujeres jóvenes y el 29 % de los hombres jóvenes (ambos entre los 15-24 años) tiene un conocimiento completo y adecuado del VIH. Los estudios nos muestran cómo la educación integral sobre sexualidad no nos lleva ni a una mayor actividad sexual, ni a correr más riesgos sexualmente hablando, ni a mayores tasas de infección ni por el VIH ni por otro tipo de infección de transmisión sexual.

Con poder para prosperar

El poder para prosperar consiste en garantizar que las personas tengan derecho a la salud, el tratamiento, la educación, el trabajo y un estándar de vida adecuado para su salud y bienestar.

Las nuevas infecciones por el VIH entre los niños se han reducido en un 41 % desde 2010, y aproximadamente el 82 % de las mujeres embarazadas que viven con el VIH está tomando ya un tratamiento antirretrovírico. Sin embargo, aún hay miles de niños sin acceso a estas medidas. La mitad de todos los niños nacidos con el VIH y cuyo diagnóstico no llega pronto morirá antes de cumplir los dos años. Sin embargo, en todo el mundo, al 59 % de los niños expuestos al VIH se les realizaron las pruebas antes de cumplir dos meses.

En 2018, 160 000 niños (de entre 0 y 14 años) se infectaron por el VIH y 100 000 pequeños fallecieron como consecuencia de una enfermedad relacionada con el sida. Murieron bien por no ser diagnosticados, bien por carecer de tratamiento, prueba impactante de que los niños son dejados atrás.

Las desigualdades de género, las normas y las prácticas patriarcales, la violencia, la discriminación, las violaciones de los derechos y el acceso limitado a los servicios de salud sexual y reproductiva exacerban el riesgo de infección por el VIH entre las chicas adolescentes y las mujeres jóvenes, sobre todo en el África subsahariana. Cada semana aproximadamente 6000 chicas jóvenes (de entre 15 y 24 años) se infectan por el VIH. 

En Eswatini, un estudio reciente mostró que las chicas adolescentes y las mujeres jóvenes que habían sido víctimas de violencia de género tenían 1,6 veces más posibilidades de contraer el VIH que aquellas que no habían vivido los abusos. Según el mismo estudio, la capacitación económica de las mujeres y de las chicas ayudó a reducir las nuevas infecciones entre las mujeres más de un 25 % y aumentó las opciones de que las mujeres jóvenes y las chicas pudieran volver a la escuela y concluir sus estudios.

Los grupos de población clave son dejados atrás

Los grupos de población clave y sus parejas concentran al menos el 75 % de las nuevas infecciones por el VIH fuera del África subsahariana y tienen menos oportunidades de acceder al tratamiento que otras personas. Más de un tercio de los grupos de población clave desconoce su estado serológico. El apoyo de las comunidades entre los gais y otros hombres que tienen relaciones sexuales con hombres es efectivo y está ayudando a aumentar la toma de profilaxis previa a la exposición, promover relaciones sexuales más seguras, aumentar la práctica de pruebas del VIH y apoyar la adherencia al tratamiento.

Las personas transgénero son víctimas de la discriminación en cada una de las esferas de su vida, incluyéndose aquí la educación y el empleo, y solo el 10 % trabaja en la economía formal. Sin embargo, el activismo de la comunidad nos ha llevado a ser capaces de atender los derechos y las realidades de las personas transgénero, algo que se llevaba mucho tiempo esperando.

Algunos estudios también señalan que las actividades de capacitación de la comunidad llevadas a cabo entre los trabajadores sexuales pueden triplicar el uso de los preservativos con los clientes y reducir en más de un 30 % las posibilidades de infección por el VIH.

Con poder para exigir

El poder para exigir y pedir da a las comunidades y a las personas poder para participar en todas decisiones que las afectan. Hay constancia de medidas enérgicas, restricciones y hasta ataques contra los grupos y las campañas que muestran su apoyo a los grupos de población clave. Algunos Gobiernos se niegan a reconocer, apoyar y participar en las organizaciones de la comunidad como parte de sus respuestas nacionales al VIH, y, por consiguiente, se pierden el ingente potencial que tienen las comunidades para llegar a las personas más afectadas por el VIH.

Las personas y las comunidades pondrán fin al sida

El trabajo de las organizaciones lideradas por las comunidades es único y poderoso, y puede impactar de un modo muy sustancial en cómo el mundo siga avanzando para erradicar el sida. ONUSIDA insta a todos los países a apoyar plenamente y permitir la gran labor de las organizaciones lideradas por las comunidades, a garantizar que estas tengan su sitio y ocupen su lugar en las reuniones en las que se toman decisiones respecto de la salud y el bienestar de los miembros de la comunidad, y a eliminar toda barrera que obstaculice su implicación en la respuesta al VIH. Solo financiando plenamente y apoyando por completo el trabajo de las organizaciones de las comunidades se logrará hacer realidad el deseo de acabar con el sida.

Contacto

UNAIDS Geneva
Sophie Barton-Knott
tel. +41 79 514 68 96
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UNAIDS Media
tel. +41 22 791 4237
communications@unaids.org

Informe (en inglés)

Discurso de la Directora Ejecutiva de ONUSIDA Winnie Byanyima durante la presentación del informe del Día Mundial del Sida

Mensaje de Winnie Byanyima, Directora Ejecutiva de ONUSIDA, para el Día Mundial del Sida de 2019

Press Statement

Mensaje de Winnie Byanyima, Directora Ejecutiva de ONUSIDA, para el Día Mundial del Sida de 2019

1 de diciembre de 2019

Creo firmemente en las comunidades.

Las comunidades son las que pueden hacer realidad el cambio.

Las comunidades son nuestra mayor esperanza para erradicar el sida, porque son ellas quienes llevan luchando contra el VIH desde el principio.

Mientras la epidemia causaba estragos en nuestros países, en nuestras ciudades y en nuestros pueblos, las mujeres formaban comunidades y se apoyaban para soportar juntas la carga del cuidado de sus familias.

Desde hace muchísimo tiempo hemos dado por sentado su voluntariedad.

Ante la adversidad, las comunidades de hombres gais, trabajadores sexuales y personas consumidoras de drogas se han organizado para reivindicar su derecho a la salud como ciudadanos en condiciones de igualdad.

Por ello, sabemos que las comunidades han demostrado su gran valía. No cabe debate alguno al respecto.

Sin las comunidades, 24 millones de personas de todo el mundo hoy no tendrían acceso al tratamiento. Sin las comunidades lideradas por mujeres que viven y están afectadas por el VIH, no estaríamos hoy cerca de poner fin a las nuevas infecciones entre los niños, así como tampoco seríamos capaces ni de criar huérfanos ni de cuidar de los enfermos.

Hace 25 años, una mujer de Burundi llamada Jeanne fue la primera persona que hizo público su estado serológico positivo. Actualmente Jeanne se encarga de hacer que los líderes asuman su responsabilidad y de luchar por el derecho a la atención sanitaria.

A pioneras como Jeanne se han unido líderes jóvenes como Yana, una joven ucraniana de 20 años que nació con el VIH. Yana fundó Teenergizer, un grupo que reúne a jóvenes de todas las partes del este de Europa. En un mundo en el que los hombres mayores tienen el mando, su único objetivo es que jóvenes como ella puedan alzar la voz y elegir.

Pensemos en Fiacre. Vive en la República Centroafricana y, como otros miles de jóvenes, llegó allí desplazado por el conflicto. Fiacre va en bicicleta a una clínica y pasa todas las barreras y controles con el objeto de recoger sus medicinas antirretrovíricas y las de los miembros de su grupo. De no ser por él, todas y cada una de esas personas tendrían que enfrentarse solas a un viaje que es peligroso. Es simplemente sorprendente.

Como pueden ver, las comunidades marcan la diferencia en todo el mundo.

Sin embargo, debe cambiar nuestra actitud de dar por sentado el esfuerzo de las comunidades.

En este Día Mundial del Sida, ONUSIDA quiere elogiar y rendir homenaje a los logros que los activistas y las comunidades han cosechado en la lucha contra el VIH. Queremos recordar y honrar a todos los que se han ido quedando por el camino. Fueron ellos y ellas quienes desafiaron el silencio y acercaron a las comunidades los servicios que salvan vidas. Sin embargo, y por sólidas que resultan, las infinitas contribuciones realizadas por las mujeres y por muchos otros no podrán reemplazar nunca la responsabilidad de los Gobiernos.

Recordemos que los Gobiernos se han comprometido a que, al menos, el 30 % de los servicios del VIH sean liderados por las comunidades.

También han acordado que el 6 % de toda la financiación para el VIH irá destinada a la movilización de las comunidades, la promoción de los derechos humanos y el cambio de leyes dañinas que no hacen sino obstaculizar nuestro camino para erradicar el sida.

Seamos claros: hoy por hoy defender los derechos humanos y plantar cara a la discriminación, la criminalización y el estigma constituye un trabajo arriesgado.

Hagamos, por tanto, un llamamiento a los Gobiernos para que abran los espacios, con el fin de que los activistas puedan llevar a cabo su trabajo de la mejor manera que saben.

Con las comunidades al frente y los Gobiernos cumpliendo sus promesas, lograremos acabar con el sida.

Winnie Byanyima

Directora Ejecutiva de ONUSIDA

Secretario General Adjunto de las Naciones Unidas

Día Mundial del Sida 2019

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