HIV testing and counselling

Feature Story

Las ciudades lideran la consecución de objetivos clave en la respuesta al VIH

27 Septiembre 2023

Las ciudades se han reunido en Ámsterdam para celebrar la conferencia anual sobre la Acción acelerada en las ciudades entre los días 25 y 27 de septiembre de 2023. En ella, han compartido diversas iniciativas con el fin de poder lograr los objetivos clave del VIH.

En Nairobi, Kenia un análisis detallado de la situación ayudó al condado a entender mejor las carencias en la respuesta al VIH y a identificar las actuaciones prioritarias. Los datos mostraron la falta de puntos de servicios sanitarios, especialmente para los grupos de población clave y los jóvenes que viven en asentamientos informales.
 Además, el estigma social y la discriminación también provocan el distanciamiento de las personas.  Zipporah Achieng puede atestiguarlo, ya que la joven vive con el VIH en las polvorientas calles de Kibera, uno de los numerosos asentamientos informales.  «Antes, la vida no era sencilla, los trabajadores sanitarios no estaban bien entrenados y, cuando veían a los jóvenes entrar en el hospital, empezaban a juzgarles, discriminándoles».

El condado de Nairobi, con el respaldo de Acción acelerada en las ciudades, el proyecto conjunto de ONUSIDA y la Asociación Internacional de Proveedores de Atención al Sida (IAPAC, por sus siglas en inglés) financiado por la Fundación de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, ha desarrollado actividades para fomentar la concienciación, hacer frente a las vulnerabilidades y reducir la discriminación con el foco puesto especialmente en los jóvenes. Los asentamientos informales comprenden el 60% de la población de Nairobi a pesar de que ocupan menos del 10% de la ciudad. En un periodo de cinco años, los miembros de la comunidad han trabajado mano a mano con los profesionales sanitarios en el establecimiento de 30 centros de salud para la población joven, los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres y los trabajadores sexuales.  Consecuentemente, el estigma social contra las personas que viven con el VIH se ha visto reducido, mientras que la aceptación del VIH y otros servicios sanitarios ha aumentado considerablemente en este tiempo.   

La Sra. Achieng es ahora educadora inter pares. Comparte su experiencia abiertamente en la comunidad e incentiva a las personas a que acudan a la clínica.  «Ahora sé qué es lo correcto y qué no. Estoy contenta porque la vida ha cambiado. La vida es bonita, hay medicina, hay apoyo y simplemente soy feliz», explicó la Sra. Achieng.

El compromiso adoptado por Nairobi para acelerar los servicios relativos al VIH prestados tanto a los jóvenes como a los grupos de población clave no solo ha contribuido a alcanzar los objetivos de salud pública de la ciudad, sino que también ha sentado un inspirador precedente para otros centros urbanos del país.

El debate en relación con los actos sexuales y con el VIH en Indonesia continúa siendo tabú y la información al respecto es escasa. Como consecuencia, los conocimientos acerca del VIH son limitados, especialmente entre los jóvenes. En el año 2018, ONUSIDA creó una aplicación de conversación informática en línea llamada Tanya Marlo, que se integró en la popular aplicación de mensajería LINE. «Encontrar información fiable sobre el VIH y la salud sexual era tremendamente difícil antes de que Marlo existiera. Resultaba complejo obtener la información adecuada», señaló Arisdo González, un usuario de la aplicación.

El apoyo prestado por la iniciativa Acción acelerada en las ciudades ha permitido a este programa piloto crecer hasta convertirse en una herramienta clave para llegar a los jóvenes y para aumentar tanto la prevención del VIH como la realización de sus pruebas.

Solo el año pasado, se registraron 200 000 interacciones en redes sociales y una media de 100 usuarios reciben asesoramiento cada mes. «Tanya Marlo ha causado sensación entre los jóvenes de Indonesia», indicó Tina Boonto, directora nacional de ONUSIDA en Indonesia. «Los jóvenes pueden hablar con Marlo a cualquier hora, en cualquier lugar y en secreto, nadie tiene por qué enterarse». Para garantizar su sostenibilidad y su futuro desarrollo, el grupo comunitario YKS ha tomado las riendas de la gestión de la aplicación.

Kiev se sumó a la iniciativa Acción acelerada en las ciudades en el año 2016 y ha progresado notablemente hacia los objetivos clave del VIH hasta que Rusia declaró la guerra a Ucrania. Muchas personas temieron que los tratamientos, los servicios para el VIH y la divulgación al respecto se desintegrasen.  Gracias a los fondos de emergencia y al respaldo del proyecto Acción acelerada en las ciudades, se realizaron varias intervenciones para ayudar a aquellos que lo necesitan. En concreto, se centraron en los miembros de grupos de población clave y vulnerable, como las personas que se inyectan drogas y los miembros de la comunidad LGTBIQ+. «Desde la invasión, hemos logrado mantener el número de pruebas realizadas, no hemos perdido ningún paciente y hemos garantizado el acceso continuo a la terapia antirretroviral», afirmó el doctor Vitali Kazeka, director del centro contra el sida de Kiev.

Uno de los principales logros de Kiev es el establecimiento de refugios diseñados para satisfacer las necesidades específicas de los grupos de población clave afectados por el VIH. Estos refugios ofrecen un entorno favorable y seguro, así como servicios sanitarios, servicios de asesoramiento, programas de reducción de daños y educación básica sobre la prevención del VIH. «El proyecto Acción acelerada en las ciudades logra que las personas que viven con el VIH y las que pertenecen a grupos de población clave se sientan ciudadanos en igualdad de condiciones. Ven que hay iniciativas especiales que se preocupan por ellos y por su futuro», declaró Nataliia Salabai, persona de enlace de Acción acelerada en las ciudades de ONUSIDA en Kiev.

En diciembre de 2014, se lanzó el proyecto Acción acelerada en las ciudades y desde entonces ha llegado a más de 500 ciudades y municipios que se han comprometido a acelerar su respuesta local frente al VIH, la tuberculosis y la hepatitis viral para lograr el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 3.3 en 2030.

Hoy en día, más de la mitad de la población mundial vive en ciudades, donde reside una parte importante, que va en aumento, de las personas que viven con el VIH, la tuberculosis y otras enfermedades. El riesgo de contraer el VIH y tuberculosis y la vulnerabilidad ante estas infecciones a menudo son mayores en las zonas urbanas que en las rurales debido a dinámicas urbanas, como las redes de contactos sociales, las migraciones, el desempleo y las desigualdades sociales y económicas.

In five years, 30 friendly health centres opened in informal settlements in Nairobi

Jakarta, Indonesia: Meet Chatbot Marlo

Despite war, Kyiv HIV outreach remains solid

Fast-Track Cities' initiatives to end AIDS

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Resumen ejecutivo — El camino que pone fin al sida: Actualización mundial sobre el sida 2023 de ONUSIDA

13 de julio de 2023

Este informe deja claro que existe un camino para acabar con el sida. Tomar ese camino ayudará a garantizar la preparación para abordar los retos de otras pandemias y a avanzar en los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Los datos y ejemplos reales del informe dejan muy claro cuál es ese camino. No es un misterio. Es una elección. Algunos líderes ya lo están siguiendo, y con éxito. Resulta inspirador observar que Botsuana, Eswatini, Ruanda, la República Unida de Tanzania y Zimbabue ya han alcanzado los objetivos 95-95-95, y que al menos otros 16 países (ocho de ellos del África subsahariana) están a punto de hacerlo.

Press Release

Un nuevo informe de ONUSIDA demuestra que el sida puede acabar antes del 2030 y describe el camino para conseguirlo

GINEBRA, 13 de julio de 2023- Un nuevo informe publicado hoy por ONUSIDA muestra que existe un camino claro para poner fin al sida. Dicho camino también nos ayudará a prepararnos para futuras pandemias y abordarlas, así como a avanzar hacia la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. El informe, The Path that Ends AIDS, contiene datos y casos prácticos que ponen de relieve que poner fin al sida es una elección política y financiera, y que los países y líderes que ya están siguiendo este camino están logrando resultados extraordinarios.

Botswana, Eswatini, Ruanda, la República Unida de Tanzania y Zimbabwe ya han alcanzado los objetivos «95-95-95», y al menos otros 16 están cerca de hacerlo. Eso significa que el 95 % de las personas que viven con el VIH conoce su estado serológico, que el 95 % de las personas que saben que viven con el VIH está recibiendo un tratamiento antirretroviral que salva vidas y que el 95 % de las personas que están bajo tratamiento está consiguiendo la supresión del virus. Otros 16 países, ocho de ellos en el África subsahariana, la región donde se concentra el 65 % de todas las personas que viven con el VIH, también están cerca de hacerlo.

«El fin del sida nos brinda una ocasión para un legado excepcionalmente poderoso para los líderes actuales», afirmó Winnie Byanyima, Directora Ejecutiva de ONUSIDA. «Las generaciones futuras podrían recordarlos como los que fueron capaces de poner fin a la pandemia más mortal del mundo. Podrían salvar millones de vidas y proteger la salud de todos. Podrían demostrar todo lo que un buen liderazgo es capaz de conseguir».  

El informe destaca que las respuestas al VIH tienen éxito cuando están ancladas en un fuerte liderazgo político. Esto significa seguir los datos, la ciencia y las pruebas; abordar las desigualdades que frenan el progreso; permitir que las comunidades y las organizaciones de la sociedad civil desempeñen su papel vital en la respuesta; y garantizar una financiación suficiente y sostenible.

El progreso ha sido más sólido en los países y en las regiones que han realizado más inversiones financieras, como en África oriental y meridional, donde las nuevas infecciones por el VIH se han reducido en un 57 % desde 2010.

Gracias al apoyo y la inversión para poner fin al sida entre los niños, el 82 % de las mujeres embarazadas y lactantes que vivían con el VIH en todo el mundo lograron acceder al tratamiento antirretroviral en 2022, frente al 46 % en 2010. Esto ha permitido reducir en un 58 % las nuevas infecciones por el VIH entre los niños de 2010 a 2022, el número más bajo desde la década de 1980. 

Y el progreso en la respuesta al VIH se ha fortalecido garantizando que los marcos jurídicos y políticos no socaven los derechos humanos, sino que los habiliten y protejan. Varios países han eliminado las leyes dañinas en 2022 y 2023, incluidos cinco (Antigua y Barbuda, las Islas Cook, Barbados, Saint Kitts y Nevis, y Singapur) que han despenalizado las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo.

El número de personas que reciben tratamiento antirretroviral se ha cuadruplicado: de 7,7 millones en 2010 a 29,8 millones en 2022

No obstante, el informe también establece que poner fin al sida no llegará automáticamente.  El sida se cobró una vida cada minuto en 2022. Alrededor de 9,2 millones de personas siguen sin acceso al tratamiento, incluidos 660 000 niños que viven con el VIH.

Las mujeres y las niñas siguen siendo con diferencia las más afectadas, especialmente en el África subsahariana. En todo el mundo, 4000 jóvenes y chicas contrajeron el VIH cada semana en 2022. Solo el 42 % de los distritos con una incidencia del VIH superior al 0,3 % en el África subsahariana están actualmente cubiertos por programas específicos de prevención del VIH para chicas adolescentes y mujeres jóvenes.

Casi una cuarta parte (23 %) de las nuevas infecciones por el VIH se produjeron en Asia y el Pacífico, donde las nuevas infecciones están aumentando alarmantemente en algunos países. El aumento pronunciado de las nuevas infecciones continúa en Europa oriental y Asia central (un aumento del 49 % desde 2010) y en Oriente Medio y el norte de África (un aumento del 61 % desde 2010). Estas tendencias se deben sobre todo a la ausencia de servicios de prevención del VIH para los grupos de población clave y marginados, así como a los obstáculos que plantean las leyes punitivas y la discriminación social.  

La financiación para el VIH también disminuyó en 2022, tanto la procedente de fuentes internacionales como la procedente de fuentes nacionales, y volvió al mismo nivel que en 2013. La financiación ascendió a 20,8 mil millones de dólares estadounidenses en 2022, muy por debajo de los 29,3 mil millones de dólares estadounidenses necesarios para 2025. 

Ahora podemos poner fin al sida mediante el aumento de la voluntad política invirtiendo en una respuesta al VIH sostenible mediante la financiación de lo que más importa: la prevención y el tratamiento del VIH basados en la evidencia, la integración de los sistemas sanitarios, las leyes no discriminatorias, la igualdad de género y las redes comunitarias capacitadas.

«Tenemos esperanza, pero no el optimismo relajado que podríamos sentir si todo fuera como debería ir. En su lugar, es una esperanza arraigada en ver la oportunidad de éxito, una oportunidad que depende de la acción», manifestó la Sra. Byanyima. «Los hechos y las cifras reflejados en este informe no dicen que el mundo ya esté en el camino adecuado, pero sí que puede estarlo. El camino está claro». 

En 2022, se estima que:

  • 39,0 millones de personas vivían con el VIH en todo el mundo
  • 29,8 millones de personas tenían acceso al tratamiento antirretroviral
  • 1,3 millones de personas se infectaron por el VIH
  • 630 000 personas murieron por enfermedades relacionadas con el sida

Contacto

ONUSIDA
Michael Hollingdale
tel. +41 79 500 2119
hollingdalem@unaids.org

Video: Mesa redonda

Conferencia de prensa

Resumen del informe

Hoja informativa

Contenido para las redes sociales

Diapositivas claves sobre datos epidemiológicos

Press Release

Brasil acoge el anuncio sobre la creación del Consejo mundial sobre desigualdad, sida y pandemias

ONUSIDA constituye un grupo para obtener pruebas de las desigualdades que impulsan las pandemias y defiende la adopción de enfoques multisectoriales para fortalecer la respuesta al sida y otras pandemias 

BRASILIA/GINEBRA, 6 de junio de 2023 - Brasil alberga el anuncio del nuevo Consejo mundial sobre desigualdad, sida y pandemias presidido por la primera dama de Namibia, Monica Geingos; el director del University College London Institute for Health Equity, sir Michael Marmot, y el economista ganador del Premio Nobel, Joseph E. Stiglitz. La ministra de Salud de Brasil, Nísia Trindade, es miembro fundador.

«Para mí es un placer presentar el Consejo mundial sobre desigualdad, sida y pandemias. Ha llegado el momento de poner en práctica las lecciones aprendidas. Para ello, hemos de reducir las desigualdades que impulsan las crisis sanitarias actuales y fortalecer nuestra preparación para las pandemias del futuro», afirmó la Sra. Trindade. «Brasil tiene el firme compromiso de aportar su granito de arena mediante una mayor cooperación y una formulación de políticas basada en pruebas para construir así sistemas de salud más resilientes en todo el mundo».

Las desigualdades sociales y económicas dentro de los países y entre ellos están agravando y perpetuando las pandemias, y amplificando su impacto entre los más pobres y más vulnerables. Las mismas desigualdades interrelacionadas que impulsan el VIH, la COVID-19, la viruela símica y otras enfermedades están dejando a los países y comunidades en riesgo de futuros brotes y pandemias. Sin embargo, la experiencia demuestra que hay acciones a nivel global, regional y nacional que pueden generar respuestas a la pandemia que, en lugar de exacerbar, reducen la desigualdad.

La labor del Consejo mundial consistirá en reunir las pruebas fundamentales para los responsables políticos y elevar la atención política sobre la necesidad de tomar medidas para acabar con las desigualdades que impulsan el sida y otras pandemias. De manera significativa, el Consejo animará y apoyará a las comunidades de primera línea a la hora de defender los cambios políticos necesarios para combatir las pandemias actuales y prepararse mejor para los brotes futuros.

«La respuesta al sida es uno de los mejores ejemplos de cómo las comunidades que están experimentando desigualdades interseccionadas pueden unirse para superarlas y salvar millones de vidas», afirmó con relación al anuncio Winnie Byanyima, Directora Ejecutiva de ONUSIDA y miembro del Consejo Mundial y de Brasil. «Un gran movimiento de personas que viven infectadas y afectadas por el VIH ha conseguido reducir el precio de los medicamentos y las pruebas diagnósticas, ha fortalecido las respuestas sanitarias nacionales, ha permitido el aumento de una sólida red de organizaciones lideradas por la comunidad y ha garantizado la eliminación de las leyes discriminatorias punitivas en muchos países. No obstante, las políticas y los enfoques basados en evidencias deben aplicarse en todas partes y para todos, y lamentablemente ese no es el caso en este momento». 

Las desigualdades basadas en el género ponen en peligro la salud de las mujeres de todo el mundo. Por ejemplo, en países como Ghana, Costa de Marfil y Liberia, la prevalencia del VIH entre las mujeres jóvenes es más de 5 veces superior a la de los hombres jóvenes de la misma edad, lo que refleja, en parte, la desigualdad económica y educativa.

«La desigualdad de género alimenta pandemias como la del sida y la COVID-19» afirmó Monica Geingos, primera dama de Namibia. «Aumenta la vulnerabilidad de las mujeres y las niñas a los virus mortales puesto que limita el acceso a la información, los recursos económicos y las elecciones de vida, y socava su habilidad para protegerse a sí mismas y a sus familiares. Tenemos que reinventar las respuestas a la pandemia capaces de reducir la desigualdad y no de exacerbarla».

«Las desigualdades en el acceso a la salud y otros servicios esenciales son, en gran medida, el resultado de decisiones políticas deliberadas», dijo Joseph Stiglitz. «Para luchar contra las futuras pandemias, debemos conocer las lecciones aprendidas de la respuesta al VIH y adoptar métodos que migren la desigualdad para hacer del mundo un lugar más saludable, justo y seguro para todos».

Los logros y fracasos de la respuesta al VIH proporcionan valiosas lecciones sobre cómo el mundo puede hacer frente a futuras pandemias. Por ejemplo, los hombres gais tienen más probabilidades de vivir con el VIH. Pero sucede que las leyes y políticas impulsan el tamaño de la brecha. En Malasia, donde los gais son criminalizados y arrestados, los hombres gais tienen 72 veces más probabilidades de infectarse que otros adultos; pero en Tailandia, donde las relaciones entre personas del mismo sexo son legales y la respuesta comunitaria a la pandemia es fuerte, los hombres gais solo presentan 12 veces más probabilidades. Los virus atraviesan los grupos de población. Estos contribuyen a por qué Tailandia, con una desigualdad menor, se está acercando al control de la epidemia mientras Malasia está perdiendo terreno en la lucha contra el sida.

Mientras tanto, el problema de la desigualdad va más allá del VIH y se hace extensible a otras pandemias. Así, por ejemplo, los países con una desigualdad de ingresos más acusada han experimentado una mayor mortalidad por COVID-19. En el mayor pico de la pandemia de COVID-19, los países ricos gastaron miles de millones de dólares en respuestas, pero casi la mitad de los países en desarrollo se vieron obligados a reducir el gasto sanitario, lo que sin duda socavó la capacidad para combatir las pandemias globales. Varios países de África continúan indicando un número significativo de muertes por MPox durante la pandemia, pero las vacunas que se utilizan en los países de ingresos altos no están disponibles.

Incluso en los países que han hecho un buen progreso contra el VIH, algunas comunidades han tenido dificultades para beneficiarse del asombroso ritmo de los avances médicos. En Brasil, las infecciones por el VIH están cayendo drásticamente entre la población blanca, ya que se ha ampliado el acceso al tratamiento y se están implementando nuevas herramientas de prevención, como la profilaxis previa a la exposición. Sin embargo, las infecciones por el VIH entre la población negra siguen aumentando.

«Las estrategias basadas en pruebas para abordar los determinantes sociales de la salud son cruciales no solo para mejorar los resultados sanitarios de las personas, sino también para construir economías más sólidas y sociedades más justas», subrayó sir Michael Marmot, de Brasilia. «La salud es un buen marcador de lo bien que una sociedad lo está haciendo en general. Hablar de equidad sanitaria es hablar de desigualdades sociales». 

Contacto

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Curso virtual sobre VIH, género y derechos humanos: empoderando a los docentes de medicina en Guatemala

18 Mayo 2023

La Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de San Carlos de Guatemala (USAC), en colaboración con ONUSIDA, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), lanzó un curso en línea titulado Conceptos clave sobre VIH, género y derechos humanos. El curso de cuatro módulos está diseñado para proporcionar al personal docente un conocimiento detallado sobre los conceptos clave relacionados con el VIH, su tratamiento y prevención, y el marco legal nacional e internacional que guía la respuesta al VIH, así como las dimensiones de género y derechos humanos de la epidemia.

El curso es un paso significativo para abordar los desafíos del VIH en el país teniendo en cuenta que en Guatemala cada día se producen tres nuevas infecciones por el VIH y solo el 73% de las 31.000 personas que viven con el VIH reciben tratamiento antirretroviral (según estimaciones) y dado el alto nivel persistente de estigma y discriminación hacia las personas que viven con el VIH. El curso tiene como objetivo dotar al personal docente y a los estudiantes de los recursos necesarios para promover, proteger y hacer efectivos los derechos humanos de las personas adultas, adolescentes y niños que viven con o en riesgo de adquirir el VIH, en toda su diversidad.

El curso consta de 140 horas de estudio, incluidas 70 horas de teoría y 70 horas de práctica, y se realizará entre mayo y agosto de 2023. Los participantes del curso se incorporarán a clases virtuales y talleres grupales sincrónicos y deberán presentar las tareas requeridas según un horario de trabajo.

El curso comprende cuatro módulos: Módulo 1 - Actualización sobre el VIH y el sida; Módulo 2 - Marco legal nacional e internacional para la respuesta al VIH; Módulo 3 - Marco de políticas del sector de la salud para la respuesta al VIH; Módulo 4- Conceptos clave sobre género y derechos humanos.

Durante la inauguración, Marie Engel, directora nacional de ONUSIDA, expresó su esperanza de que los participantes disfrutaran del curso tanto como ella y otros socios lo habían hecho al desarrollarlo. También enfatizó que "el curso se enriquecerá con los conocimientos y experiencias individuales de los participantes, sus dudas e inquietudes. Obviamente, hay mucho conocimiento y sabiduría entre los participantes del curso que los facilitadores se esforzarán por capturar".

El Dr. José María Gramajo, Coordinador General del Área de Docentes y Posgrados de la Facultad de Ciencias Médicas de la USAC, destacó que “este curso de actualización contribuirá al desarrollo profesional de los docentes de la facultad, compartiendo con ellos los últimos conocimientos sobre las innovaciones relacionadas con la prevención, detección y atención del VIH, y asegurando una comprensión profunda de los temas transversales relevantes para el VIH y otros problemas de salud pública".

El personal docente y los estudiantes son catalizadores con el poder de cambiar la respuesta nacional al VIH. Tal como lo expresó la Dra. Mirna Herrarte, Coordinadora del Programa Nacional de VIH, ITS y Sida, “Me alegra saber que hay tantos profesionales que quieren saber más sobre el VIH. En el país se revisan constantemente los esquemas de tratamiento del VIH. Como anécdota, hace un año Guatemala tenía más de 200 esquemas de antirretrovirales, bajo mi liderazgo hemos reducido esos esquemas en un 75%”.

Persisten las desigualdades en los servicios de salud y VIH más básicos, como el acceso a la detección, el tratamiento y los preservativos. La iniciativa de colaboración de la USAC es un paso importante para garantizar que todos los sectores, incluido el académico, se comprometan a poner fin a las desigualdades sociales, económicas y legales. La Universidad de San Carlos de Guatemala es la universidad más grande y antigua de Guatemala, y la única universidad nacional y pública del país centroamericano.

Inauguración del curso

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Moldova lleva los servicios de reducción del daño a todas las cárceles

05 Mayo 2023

Alexander Godin camina entre un gran número de puertas cerradas y escoltadas por un guardia hacia la farmacia del centro penitenciario 16. Esa es su rutina diaria. Se dirige a tomar su medicación, que consiste en una dosis de metadona similar a la de un jarabe. La metadona es un tratamiento agonista opioide que ayuda a las personas a superar los síntomas de abstinencia, reducir la dependencia a la heroína y prevenir la infección por el VIH por agujas infectadas.

Desde el año 2000, algunas cárceles de Moldova ofrecen servicios de reducción del daño.

Y hoy en día estos servicios ya están disponibles en todas.

«Llevo 10 años recibiendo tratamiento de sustitución con metadona», explica el Sr. Godin. Fue su familia quien le instó a aprovecharse de estos servicios para volver a estar sano.

«Durante años consumí drogas y opioides y, para ello, me hacía falta dinero, por lo que ahí también comenzaron los problemas con mi familia», añadió.  Desde que participa en el programa, se siente mucho mejor.

Cualquier nuevo recluso de los 17 centros penitenciarios del país tiene acceso a un psiquiatra y a un médico y, si se considera necesario, se le ofrece unirse a un programa de tratamiento. Los servicios integrales de reducción del daño no solo incluyen el tratamiento de la dependencia a los medicamentos, sino también el intercambio de jeringuillas y agujas, y las pruebas del VIH. La prevalencia del VIH es del 11 % entre las personas que se inyectan drogas en Moldova, frente al 0,36 % entre la población general.

Sin duda, son uno de los grupos más afectados del país. 

Para Maria Potrîmba, directora de enfermedades infecciosas en la prisión 16 (Pruncul), el ayudar a los reclusos a evitar las drogas tiene efectos de impacto positivo.

«Cuando un paciente recibe este tratamiento de sustitución, la persona es más consciente de las consecuencias y es más probable que se adhiera a su otro tratamiento», explicó.

Los centros penitenciarios y de internamiento también se aseguran de proporcionar jeringuillas limpias con una recogida regular cada dos días que realizan prisioneros voluntarios.

El jefe de la unidad médica de la cárcel 13 (Chisinau) considera que los servicios de reducción del daño son importantes tanto para los reclusos como para los propios empleados de la cárcel.

«Todos los voluntarios son reclusos, y la gran mayoría de ellos son personas que han recibido ya tratamiento por enfermedades transmisibles como el VIH, la hepatitis o la tuberculosis», afirmó Oleg Costru.

Con el paso de los años, Moldova ha ido dedicando más recursos a su programa en las cárceles. «Al principio, cuando se empezaron a ofrecer estos servicios, en realidad se financiaban con fuentes externas», explicó Irina Barbîroș, directora del departamento médico de la administración nacional de centros penitenciarios. «A medida que fueron pasando los años, el Estado asumió tanto su compromiso como la financiación de estos servicios dentro del presupuesto estatal».

ONUSIDA, UNODC y OMS llevan mucho tiempo apoyando la ampliación de estos servicios a todas las cárceles. A día de hoy, de acuerdo con Harm Reduction International, solo 59 países de todo el mundo proporcionan tratamientos con agonistas opiáceos en las cárceles.

Y esto pese a que se ha demostrado que la reducción del daño no aumenta el número de personas con dependencia a las drogas, sino que proporciona beneficios para la salud personal y pública.

Svetlana Plamadeala, directora nacional de ONUSIDA en Moldova, ha visto cómo los proyectos piloto van ganando terreno en el país y se siente muy orgullosa del éxito de la cobertura nacional.

«Se trata realmente de anteponer a las personas y de adoptar un enfoque sólido en lo que a salud pública se refiere», aseguró. Para ella, para poner fin al sida, la clave está en proteger la salud y los derechos humanos de las personas que consumen drogas. «Se trata simplemente de igualar».

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Mplus Tailandia: prestación de servicios contra VIH con estilo

13 Diciembre 2022

“¡Esta no es la clínica de tu madre!”, exclamó asombrado un visitante.

Todos los productos publicitarios son elegantes y alegres, desde las pancartas hasta los folletos.  Las caritas sonrientes y los torsos tonificados están por todas partes.  El edificio entero es morado e incluso los archivos y las mascarillas del personal son de colores a juego.  Algunos de los presentadores Facebook Live tienen el atractivo y la energía de las estrellas del K-pop.  Además, el lema de esta organización es claramente optimista:  “la comunidad te llena de felicidad”.

Durante casi dos décadas, la fundación Mplus de Tailandia ha perfeccionado un enfoque único de prestación de servicios relacionados con el VIH a grupos de población clave, como los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres o las mujeres transgénero.

Su estrategia va mucho más allá de una imagen de marca moderna.  Mplus ha sabido aprovechar las asociaciones nacionales e internacionales para crear un servicio de salud dirigido por grupos de población clave y ha obtenido resultados extraordinarios.  De hecho, ellos administran más de la mitad de la profilaxis previa a la exposición (PrEP) en la provincia tailandesa de Chiang Mai.

Este año realizaron pruebas al 95 % de las casi 8000 personas a las que llegaron con sus servicios presenciales.  De aquellos que dieron positivo, el 91 % fue sometido a tratamiento, mientras que el 9 % restante está bajo un seguimiento individualizado. El 100 % de los clientes que se sometieron a pruebas de carga vírica resultaron tener supresión viral.   

“Las organizaciones de la comunidad son las que mejor pueden llegar a los grupos de población clave para que reciban sus servicios. Nos hemos dado cuenta de que las personas que no quieren realizarse pruebas en los hospitales están cómodos con aquellos que saben que entenderán sus vidas”, explicó Pongpeera Patpeerapong, Director de la fundación Mplus.   

Desde su creación en 2003, Mplus ha evolucionado hasta ofrecer una extensa gama de servicios. Ahora tienen centros de salud en cuatro provincias y sus unidades de análisis móviles atienden a clientes en otros cinco distritos. Asimismo, trabajan con un hospital de cada provincia, dando acceso a la atención médica y ayudando con el seguimiento.  Mplus ofrece pruebas rápidas y monitoreos de carga viral y de CD4. Además, está autorizada a administrar medicamentos.  Incluso cuentan con un pequeño grupo de motocicletas que realiza entregas de PrEP a las zonas más alejadas.

Sus actuaciones, tanto online como en persona, se basan en una estrategia dirigida entre iguales.  Su presencia en las redes sociales es impresionante, desde Twitter hasta Tik Tok.  Hay grupos privados de Facebook y aplicaciones especiales para que los clientes puedan conectarse con la comunidad.  En persona van más allá de los simples puestos de información, ya que organizan fiestas y encuentros deportivos. No se trata solo de actividades para unir a las personas.  Los clientes reservan citas online y las interacciones cara a cara normalmente acaban en la realización de una prueba del VIH.

Mplus también otorga asistencia técnica a otros países.  Por ejemplo, ha respaldado a una organización en Laos con intervenciones online y ha ayudado a grupos comunitarios en Camboya para que desarrollen campañas de fomento del PrEP.

Desempeñaron un papel fundamental en la defensa nacional de la homologación de los trabajadores sanitarios comunitarios.  Todo el personal de Mplus está certificado por el Departamento de Control de Enfermedades tras completar un riguroso programa de estudio, evaluación y práctica.

El programa sigue mejorando.  Mplus está reforzando su oferta de apoyo a la salud mental y emocional, y también está trabajando para poder obtener la certificación que les permita ofrecer tratamientos contra el VIH y contra las infecciones de transmisión sexual (ITS).

En el pasado, el programa estaba financiado en mayor medida por el Plan de Emergencia del Presidente de Estados Unidos para el Alivio del Sida, a través de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional. Sin embargo, actualmente, la mitad de sus inversiones provienen de la Oficina Nacional de Seguridad Sanitaria de Tailandia.

“La financiación nacional es esencial para poder desarrollar nuestros sistemas”, indicó Patpeerapong. “Las organizaciones de base comunitaria deben ser capaces de acceder a esta financiación nacional para tratar más problemas, como el estigma y la discriminación”.

El hecho de otorgar poder a los servicios de salud dirigidos por grupos de población clave ha sido un factor determinante en la mejora de los resultados del programa del VIH en Tailandia.  Una de cada cinco personas que viven con el VIH en Tailandia fue identificada y derivada por un servicio de salud dirigido por grupos de población clave en el marco del plan nacional de financiación sanitaria. Cuatro de cada cinco personas que reciben el PrEP en el país son atendidas por organizaciones lideradas por la comunidad.  Estos servicios cumplen una función en la estrategia tailandesa de Llegar, Reclutar, Examinar, Tratar, Prevenir, Retener (RRTTR, por sus siglas en inglés).

“Tailandia se encuentra en una buena posición para liderar la necesidad de una respuesta sostenible dirigida por la comunidad como parte esencial de la infraestructura sanitaria”, dijo el Director de ONUSIDA de Tailandia, Patchara Benjarattanaporn. "Mediante la creación de un sistema que permita la divulgación sanitaria podemos enfrentarnos al reto del diagnóstico tardío y facilitar un mejor acceso a los servicios a los grupos de población clave".

Tailandia ha incluido los servicios del VIH en su cobertura sanitaria universal y ha aumentado sus inversiones en los servicios de salud dirigidos por comunidades y por grupos de población clave. Los miembros de la Junta Coordinadora del Programa de ONUSIDA (JCP) visitaron Mplus y otros servicios de salud dirigidos por la comunidad en vista de la 51ª reunión de la JCP en Chiang Mai (Tailandia).

Press Release

Los Gobiernos, las ONG y las Naciones Unidas nos recuerdan que solo pondremos fin a las pandemias cuando seamos capaces de apoyar de verdad el liderazgo de las comunidades

CHIANG MAI, TAILANDIA, 15 de diciembre de 2022: las respuestas lideradas por la comunidad constituyen una parte fundamental de la respuesta a la pandemia de sida, a la que debe darse prioridad a la hora de destinar recursos. Este enfoque, acordado por los Gobiernos, las organizaciones de la sociedad civil y los organismos de las Naciones Unidas durante un encuentro internacional sobre el sida celebrado en Chiang Mai (Tailandia), también será clave para hacer frente a otras pandemias presentes y prepararse para las futuras, tal y como dijeron los delegados. En dicho encuentro se dio a conocer la primera definición internacional de respuesta a una pandemia liderada por la comunidad, establecida tras un proceso consultivo de dos años que reunió a 11 gobiernos en representación de cada región del mundo, y a 11 representantes de la sociedad civil. Este equipo de trabajo integrado por varias partes interesadas de ONUSIDA en lo referente a las respuestas lideradas por la comunidad fue convocado de forma conjunta por la Organización Mundial de la Salud y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, y presentó los resultados durante la 51.ª reunión de la Junta Coordinadora del Programa, parte del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH y el sida.

A partir de las nuevas definiciones y recomendaciones, el ministro alemán de Sanidad Karl Lauterbach y la directora ejecutiva de ONUSIDA, Winnie Byanyima, publicaron un artículo en The Lancet en el que instaban a incluir las «infraestructuras comunitarias» relacionadas con la prevención, preparación y respuesta ante una pandemia en la nueva planificación, en los acuerdos internacionales y en la financiación. En él, los líderes demuestran que una infraestructura comunitaria sólida, que trabaja de forma sinérgica con el Gobierno, es un elemento necesario, aunque en muchas ocasiones descuidado, para prevenir, preparar y dar una respuesta eficaz a la pandemia. Con las pruebas recogidas en materia de sida, viruela, COVID-19 y ébola, los autores explican de qué manera las organizaciones lideradas por la comunidad aportan confianza, brindan canales de comunicación y son capaces de llegar a grupos marginados, lo que muy positivamente complementa las funciones gubernamentales y permite alcanzar una mayor igualdad.

Las nuevas definiciones y recomendaciones internacionales pueden ayudar a los planificadores y financiadores de la lucha tanto contra el sida como contra otras epidemias a determinar los elementos imprescindibles de una respuesta comunitaria eficaz. Las organizaciones lideradas por la comunidad, definidas como «grupos y redes, ya sean organizadas formal o informalmente... en las que la mayoría de la gobernanza, el liderazgo, el personal, los portavoces, los miembros y los voluntarios reflejan y representan las experiencias, los puntos de vista y las voces de sus partes, y que cuentan con mecanismos transparentes de rendición de cuentas para sus partes», constituyen, sin duda, la columna vertebral de esa respuesta. Es también fundamental destacar que «no todas las organizaciones basadas en la comunidad están lideradas por la comunidad».

«Aunque lo que más a menudo se entiende como infraestructura, como los laboratorios y los hospitales, también es importante para una respuesta eficaz a la pandemia, lo verdaderamente esencial es la infraestructura comunitaria, que incluye a las personas que deben encargarse de la divulgación, ganarse la confianza de las comunidades excluidas a las que han de llegar, recurrir a mecanismos de rendición de cuentas independientes y participar en la toma de decisiones», explicó el Dr. Matthew Kavanagh, vicepresidente ejecutivo adjunto en funciones de Política, Defensa y Conocimiento de ONUSIDA. «Este equipo de trabajo formado por Gobiernos, sociedad civil y organizaciones internacionales ha proporcionado nuevas e importantes herramientas para apoyar el desarrollo y la supervisión de la capacidad liderada por la comunidad. Solo lograremos poner fin al sida y detener el avance de otras epidemias cuando seamos capaces de garantizar la instauración de esta infraestructura comunitaria, reforzarla, fortalecerla, supervisarla y dotarla de recursos».

La Junta del Programa conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida (ONUSIDA) se reunió en Chiang Mai para que los Estados miembros y los participantes no estatales pudieran debatir sobre el desarrollo de leyes y políticas pensadas para facilitar la respuesta liderada por la comunidad. Las propuestas del equipo de trabajo formado por las múltiples partes interesadas incluyen el desarrollo de sistemas mejorados para financiar organizaciones lideradas por la comunidad, que a menudo se enfrentan a obstáculos jurídicos, de capacidad y de elegibilidad de cara a los mecanismos de financiación nacionales e internacionales; la supervisión de la capacidad liderada por la comunidad, y la integración de los datos generados por los grupos comunitarios en la gestión de la respuesta. 

Para poner fin a la pandemia de sida, los miembros de la Junta señalaron que las respuestas comunitarias al VIH deben integrarse en todos los niveles de las estrategias nacionales contra el sida, incluidas la planificación, la elaboración de presupuestos, la puesta en marcha, el seguimiento y la valoración.

Estos principios desarrollados no solamente se aplican al sida. «Para poner fin a la COVID-19, la viruela y el ébola, y prepararnos para la próxima pandemia, es imprescindible esa unión entre el Gobierno y la comunidad. El marco recientemente convenido para definir y medir las respuestas lideradas por la comunidad nos ayuda a estar mejor preparados para abordar las desigualdades que no están sino frenando el progreso para poner fin al sida», insistió el Dr. Kavanagh.

En Tailandia, como los delegados pudieron comprobar de primera mano, los servicios sanitarios dirigidos por grupos de población clave han llegado a las personas con mayor riesgo de contraer el VIH, lo que ha permitido lograr una de las respuestas al VIH más equitativas de la zona. En Sudáfrica, los líderes de la comunidad que colaboran con Ritshidze, que representa a las personas que viven con el VIH, visitan clínicas y comunidades para valorar los servicios relacionados con la COVID-19, el VIH y la tuberculosis, y trasladan a la Administración la responsabilidad de abordar problemas detectados como los largos tiempos de espera o la falta de confidencialidad, culpable esta última de que muchas personas opten por mantenerse alejadas de los servicios sanitarios. En medio de la guerra, 100 % Life de Ucrania, una red de personas que viven con el VIH, ha recurrido a las redes entre iguales para comunicarse con las personas desplazadas y suministrar medicamentos, alimentos y asistencia en caso de emergencia.

«Los convenios internacionales en relación con la pandemia y la financiación deberían incluir objetivos específicos para la capacidad liderada por la comunidad», afirmó el Dr. Kavanagh. «Para que realmente resulten eficaces, las respuestas a la pandemia deben ir más allá de una comunicación unidireccional, para que así las comunidades puedan tomar decisiones a todos los niveles. El liderazgo comunitario no es solo algo que nos complace tener. Resulta absolutamente esencial para poner fin a las pandemias».

Para leer el artículo redactado por el ministro de Sanidad alemán y la directora ejecutiva de ONUSIDA y publicado en The Lancet para conmemorar la ocasión, consulte este enlace.

Consulte aquí el informe presentado en la reunión de la Junta Coordinadora del Programa de ONUSIDA.

Para conocer los recursos relacionados con la respuesta a la pandemia liderada por la comunidad, haga clic aquí.

 

 

Respuestas al sida lideradas por la comunidad — Informe final basado en las recomendaciones del Equipo de Trabajo Multilateral

Comment — Community pandemic response: the importance of action led by communities and the public sector

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Communities make the difference

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Desigualdades peligrosas — Informe del Día mundial del sida 2022

29 de noviembre de 2022

De acuerdo con el análisis elaborado por las Naciones Unidas antes de la conmemoración del Día Mundial del Sida, son las desigualdades las que están impidiendo poner fin al sida. Con la tendencia actual, el mundo será incapaz de cumplir los objetivos mundiales acordados en materia de sida. En este sentido, el nuevo informe de ONUSIDA, Desigualdades peligrosas, insiste en una serie de acciones urgentes para abordar las desigualdades que sí pueden poner en marcha la respuesta al sida.

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