Reportaje
Mejorar la respuesta de Haití al sida
29 de enero de 2010
29 enero 201029 enero 2010Al tiempo que Haití comienza a reconstruirse tras la destrucción provocada por el terremoto de 7 grados de magnitud que tuvo su epicentro a unos 17 kilómetros de Puerto Príncipe el 12 de enero, están llegando los primeros informes de cómo ha repercutido el temblor en la respuesta de Haití al sida.
Haití es el país más afectado por la epidemia del VIH de los estados caribeños: allí viven la mitad de todas las personas seropositivas de esta región. Se estima que antes del terremoto había 120.000 personas VIH-positivas en el país y que unos 6.800 niños menores de 15 años también tenían el virus.
Están empezando a surgir los primeros datos sobre personas seropositivas que han resultado afectadas por el terremoto, así como sobre la necesidad de infraestructuras básicas para ofrecer servicios esenciales. Un primer informe estima que de las 120.000 personas seropositivas, menos de 70.000 viven en las zonas afectadas. Antes del terremoto, se estimaba que 19.000 personas seguían el tratamiento antirretrovírico.
El mundo tiene una oportunidad real para reconstruir mejor Haití, debemos mantener el flujo de ayuda hoy y mañana.
Michel Sidibé, director ejecutivo de ONUSIDA
“El mundo tiene una oportunidad real para reconstruir mejor Haití, debemos mantener el flujo de ayuda hoy y mañana" afirmó Michel Sidibé, director ejecutivo de ONUSIDA, al hablar sobre las promesas de la comunidad internacional.
El equipo nacional de ONUSIDA y sus copatrocinadores están trabajando con el gobierno de Haití y otros asociados como el PEPFAR y el Fondo Mundial de lucha contra el sida, la tuberculosis y la malaria, así como con organizaciones no gubernamentales, para reunir información que permita evaluar el impacto del terremoto en hospitales, equipos de laboratorio y recursos humanos. Ahora es esencial que se restablezcan los servicios de prevención, tratamiento, atención y apoyo relacionados con el VIH en las zonas afectadas.
El equipo nacional de ONUSIDA se reunió con empleados del centro antirretrovírico más antiguo de Haití, GHESKIO, que ha sido reabierto tras el terremoto. Antes del temblor, GHESKIO ofrecía tratamiento a unas 6.000 personas, de las cuales se ha localizado al 80%.
Aunque la clínica ha sufrido algunos daños en su estructura, los equipos básicos y, trágicamente, también ha sufrido perdidas humanas, los empleados afirman que tienen un stock de antirretrovíricos suficiente para cubrir las necesidades inmediatas.
Otros centros no han tenido tanta suerte. El equipo nacional de ONUSIDA también visitó el Hospital de la Paix, que ofrece servicios de prevención de la transmisión maternoinfantil en Puerto Príncipe. Sus empleados afirmaron que gran parte de sus existencias habían sido destruidas y que faltaban recursos económicos para comprar los sucedáneos de la leche materna necesarios para prevenir la transmisión maternoinfantil durante la lactancia. Los servicios de la clínica no pudieron reanudarse hasta 12 días después del terremoto.
Los miembros del equipo nacional de las Naciones Unidas sobre sida visitarán cinco de los principales centros de PTMI en los próximos días para evaluar si se han producido daños similares.
Estamos viendo un sufrimiento real. Es en estos momentos cuando se olvida a aquellos que corren un mayor riesgo. Debemos garantizar que los miembros marginados de nuestras comunidades tengan acceso a los servicios de prevención, tratamiento, atención y apoyo relacionados con el VIH.
Michel Sidibé , director ejecutivo de ONUSIDA
Un análisis inicial de la situación indica que entre las necesidades inmediatas a corto plazo están limitar la interrupción del tratamiento, ofrecer asistencia nutricional a las personas que siguen el tratamiento y garantizar la reanudación de los servicios de PTMI. Las redes de personas que viven con el VIH afirmaron al reunirse con el equipo nacional de ONUSIDA que necesitan urgentemente alimentos y agua, tiendas y material higiénico.
En Haití, la transmisión heterosexual, a menudo vinculada al trabajo sexual, es la principal vía de propagación del VIH, aunque están surgiendo datos que indican que se está produciendo una transmisión significativa entre hombres que tienen relaciones sexuales con hombres. Uno de los retos será garantizar que las poblaciones desplazadas dentro y alrededor de Puerto Príncipe puedan acceder a los recursos esenciales de prevención.
“Estamos viendo un sufrimiento real. Es en estos momentos cuando se olvida a aquellos que corren un mayor riesgo. Debemos garantizar que los miembros marginados de nuestras comunidades tengan acceso a los servicios de prevención, tratamiento, atención y apoyo relacionados con el VIH”, afirmó Sidibé, prometiendo que ONUSIDA formará parte del esfuerzo mundial de ayuda a Haití para construir un mañana mejor.
ONUSIDA se ha comprometido a trabajar con el gobierno de Haití y otros asociados para el desarrollo como el Fondo Mundial y el PEPFAR con el fin de ver cómo se puede fortalecer la respuesta al sida de Haití a largo plazo.
Se necesita ayuda para reestablecer las infraestructuras del sida así como para fortalecer a la sociedad civil, garantizando que se preste una atención especial a los servicios de prevención, tratamiento, atención y apoyo relacionados con el VIH para las poblaciones más expuestas al riesgo de infección, y que esto se realice bajo una autoridad coordinada para garantizar que no se produzcan deficiencias ni solapamientos en la respuesta nacional.