Reportaje
El Cuerno de África en crisis: hambruna, desplazamiento y VIH
20 de septiembre de 2011
20 septiembre 201120 septiembre 2011La sequía y la hambruna actuales en el Cuerno de África han puesto en grave peligro las vidas de millones de personas en Somalia, Kenya, Djibouti y Etiopía. Se estima que en la región 13 millones de personas tienen una necesidad urgente de asistencia humanitaria, incluidos comida y atención médica.
El centro y el sur de Somalia son las zonas más duramente golpeadas en la región, donde los prolongados conflictos civiles, las débiles estructuras del estado y el acceso limitado a la asistencia humanitaria plantean un complejo conjunto de desafíos. Según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), en el Cuerno de África hay más de 800 000 refugiados somalíes, de los cuales, más de 250 000 han huido a Kenya, Etiopía y Djibouti desde enero de 2011.
El VIH en situaciones de emergencia
Aunque los datos sobre el VIH en el centro y el sur de Somalia son escasos, la experiencia y las pruebas han demostrado que las personas en situaciones de emergencia suelen tener un acceso limitado a la prevención, el tratamiento, la atención y el apoyo para el VIH. La salud de las personas que viven con el VIH se pone aún más en riesgo si no se cubren sus necesidades nutricionales. El desplazamiento, la pérdida del sustento y el aumento de la violencia sexual pueden plantear riesgos adicionales de infección por el VIH.
Se calcula que 3 millones de keniatas - entre ellos aproximadamente 90 000 personas que viven con el VIH - están afectados por la sequía y la inseguridad alimentaria, especialmente en las regiones semiáridas del norte de Kenya. La mayoría de servicios del país funcionan en la actualidad y la interrupción del tratamiento aún es escasa. Sin embargo, el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH y el sida (ONUSIDA) y sus socios temen que esta situación pueda cambiar, ya que las intervenciones a nivel comunitario y el soporte nutricional para las personas que viven con el VIH sufren cada vez más interrupciones.
En las últimas semanas, muchas personas del norte de Kenya se han desplazado a los barrios marginales de Nairobi en busca de un medio de subsistencia. Los habitantes de la ciudad han visto duplicarse los precios de los alimentos básicos. El riesgo de transacciones sexuales sin protección (o "comida por sexo") está aumentando y podría conllevar un incremento del número de nuevas infecciones por el VIH.
"Si en las emergencias no se tienen en cuenta las vulnerabilidades relacionadas con el VIH, el llamamiento a la unión de Kenya para lograr una "sociedad sin el VIH" sigue siendo un sueño improbable", dijo el profesor Alloys S. S. Orago, director del Consejo nacional de control de sida de Kenya. "Reducir la vulnerabilidad de las personas que viven con el VIH en situaciones de emergencia requiere el compromiso efectivo de todas las partes implicadas", añadió.
Respuesta de ONUSIDA y sus socios
Junto con el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y ACNUR, el Secretariado de ONUSIDA y otros copatrocinadores han advertido de la urgente necesidad de proporcionar servicios para el VIH a las poblaciones afectadas por emergencias en toda la región.
En colaboración con los socios regionales y las autoridades nacionales, la familia de ONUSIDA ha estado trabajando para evaluar el impacto de la crisis actual en la epidemia del VIH y las necesidades relacionadas de las poblaciones afectadas en todo el Cuerno de África. Este dato se está usando para integrar de forma eficaz el VIH en la respuesta humanitaria en toda la región.
Muchos somalíes han huido a un campo de refugiados en Dadaab, en el norte de Kenya, donde disponen de amplios servicios de salud reproductiva y VIH, incluidos atención obstétrica de urgencia, servicios de prevención del VIH y el suministro de tratamiento antirretrovírico. Todos los hospitales del campo ofrecen servicios para los supervivientes de la violencia sexual, como profilaxis posterior a la exposición para la prevención del VIH, anticoncepción y apoyo psicosocial.
Si en las emergencias no se tienen en cuenta las vulnerabilidades relacionadas con el VIH, el llamamiento a la unidad de Kenya para lograr una "sociedad sin el VIH" seguirá siendo un sueño improbable
Profesor Alloys S. S. Orago, director del Consejo nacional de control de sida de Kenya
En Kenya, la familia de las Naciones Unidas está colaborando con el gobierno nacional y las organizaciones no gubernamentales (ONG) para garantizar que los servicios para el VIH estén disponibles en las zonas afectadas por la emergencia. ACNUR está llevando a cabo estudios en los campos de refugiados y el FMA está proporcionando datos sobre nutrición y el VIH para las provincias del norte y noreste, donde las poblaciones locales afectadas por la sequía también necesitan servicios de prevención, tratamiento y de atención y apoyo para el VIH.
En Etiopía, ACNUR y sus socios - incluidas más de diez ONG internacionales - están trabajando en campos de refugiados para reducir la transmisión del VIH, evitar la violencia sexual y ofrecer atención a los supervivientes de dicha violencia. Desde el inicio de la emergencia, se han reforzado las medidas de seguridad de los productos sanguíneos y se dispone de preservativos masculinos. Para las personas que viven con el VIH, se sigue un protocolo antirretrovírico nacional que incluye el análisis de células CD4, la vigilancia clínica y el fomento de la observancia del tratamiento.
Como parte de una respuesta continental más amplia, la Unión Africana (UA) prometió recientemente más de 350 millones de dólares estadounidenses para paliar la crisis humanitaria en el Cuerno de África. En una reunión de ministros y de jefes de estado de la UA celebrada el 25 de agosto, todos los ponentes expresaron su solidaridad con las poblaciones afectadas y destacaron la necesidad de abordar la crisis actual y las causas subyacentes, incluidos los conflictos y el cambio climático.
La familia de ONUSIDA y sus socios seguirán vigilando y respondiendo a las necesidades para el VIH en el Cuerno de África basándose en las directrices del IASC para el abordaje del VIH en situaciones humanitarias. La respuesta al VIH en la región está guiada por la visión de ONUSIDA de “cero nuevas infecciones por el VIH, cero discriminaciones y cero muertes relacionadas con el sida”.