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Según los expertos que participaron en un evento paralelo a la Asamblea Mundial de la Salud organizada en Ginebra (Suiza), la falta de protección y promoción de los derechos y la autonomía de las mujeres jóvenes y adolescentes sigue siendo un desafío para un enfoque acelerado que acabe con la epidemia de sida.

Los participantes subrayaron que aumentar los servicios de VIH disponibles para adolescentes y mujeres jóvenes no es suficiente. Los datos muestran que menos del 30% de las adolescentes y mujeres jóvenes casadas de entre 15 y 24 años tienen la última palabra en sus hogares cuando se trata de su propia atención sanitaria.

Las restricciones de edad, incluido el consentimiento parental y de su pareja, impiden el acceso a servicios sanitarios sexuales, reproductivos y del VIH.de salud del VIH y de salud sexual y reproductiva. Además, hay estudios que demuestran que las mujeres que han sufrido violencia por parte de su pareja íntima tienen un 1.5 más de probabilidades de contraer el VIH. A nivel mundial, se estima que el 20% de las mujeres jóvenes casadas o en una relación han experimentado violencia física o sexual por parte de su pareja en los últimos 12 meses.

Según los participantes, hay programas prometedores que trabajan para transformar las normas de género y reducir la incidencia del VIH entre mujeres jóvenes y niñas. Por ejemplo, programas de comunidades que se centran en reducir la violencia en la pareja y programas de transferencia de efectivo que proporcionan a las niñas capacitación económica y autonomía.

El Derecho a la Salud de las Adolescentes: Enfoques para Asegurar el Futuro que se Merece, el evento fue copatrocinado por ONUSIDA.