El aumento de la resiliencia de la infraestructura del sistema sanitario en toda África fue el tema principal de los debates en el segundo Foro sobre Desarrollo Sanitario China-África, que se celebró en Ciudad del Cabo (Sudáfrica) del 4 al 6 de octubre. Los debates tuvieron como resultado la Declaración de Ciudad del Cabo, que servirá de plan de acción sobre la salud como parte intrínseca del desarrollo en África.

El África subsahariana representa el 14 % de la población mundial y el 24 % de la carga global de la enfermedad. Miles de muertes podrían evitarse mediante el acceso puntual a los medicamentos, incluido el 70 % de las muertes relacionadas con el sida. Durante la reunión, los participantes coincidieron en que la producción local de medicamentos y suministros médicos en África es limitada y que los sistemas sanitarios necesitan un refuerzo significativo. Michel Sidibé, director ejecutivo de ONUSIDA, recordó a los participantes que para poner fin a la epidemia de sida para 2030, África debe explorar medios innovadores de producción de antirretrovíricos, no solo para garantizar que más personas accedan al tratamiento contra el VIH, sino también para que la gente pase de los tratamientos de primera línea a los de segunda línea, que actualmente tienen un precio prohibitivo.

Aunque todavía quedan muchos problemas, los participantes pudieron escuchar que África se está transformando y ofrece muchas posibilidades de colaboración e inversión. La economía del continente está experimentado un rápido crecimiento, con un producto interior bruto de 2,4 billones de dólares estadounidenses en 2013, que se espera que aumente hasta los 3,3 billones de dólares en 2020. El gasto sanitario ascendió de 28 400 millones de dólares en 2000 a 117 000 millones en 2012. El valor de la industria farmacéutica de África está aumentando de forma constante y muchos países están demostrando un firme liderazgo político en la respuesta al sida.

Los cinco ámbitos principales de la Declaración de Ciudad del Cabo son: desarrollo de una innovadora tecnología de la información y la comunicación para la salud; crear sistemas de vigilancia regionales; mejorar las capacidades básicas de los reglamentos sanitarios internacionales; potenciar el uso y la regulación de los medicamentos tradicionales y centrarse en las colaboraciones público-privadas.

Las conclusiones del foro conformarán el programa para la próxima Cumbre de Cooperación China-África de alto nivel, que se celebrará en diciembre de 2015 también en Ciudad del Cabo.

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