Reportaje

La PPrE en Sudáfrica

04 de noviembre de 2016

Muchas personas que pertenecen a grupos de población clave con mayor probabilidad de contraer la infección por el VIH solicitan el tratamiento de la PPrE, pero este aún no está disponible en numerosas áreas. En aquellos lugares en los que la PPrE no está disponible por medio de programas debidamente estructurados, la población intenta en ocasiones obtener el tratamiento mediante vías no oficiales. Automedicarse con la PPrE tendría como resultado un seguimiento inadecuado sin vinculación con los servicios sanitarios y un aumento del riesgo de utilizar productos de calidad inferior, así como de adquirir resistencia al medicamento y reducir el efecto del tratamiento.

Sudáfrica ha asumido estos retos y constituye el primer país de África en aprobar el uso de medicamentos antirretrovíricos para la prevención. El país ha tenido acceso a un suministro genérico de la PPrE, lo que reduce el precio de los medicamentos. Además, su entrega se integra en otros servicios.

 

El modelo de la PPrE sudafricano se basa tanto en derechos como en necesidades, y está destinado principalmente a los trabajadores sexuales, que presentan las mayores tasas de prevalencia del VIH en Sudáfrica y se enfrentan a altos niveles de estigma y discriminación. En colaboración con trabajadores sexuales, se han creado servicios de fácil acceso para el usuario. No obstante, la decisión de seguir el tratamiento de la PrEP continúa siendo una opción personal, libre de coerción.

 

Añadir el tratamiento de la PPrE al resto de servicios de prevención combinada es viable a nivel económico pese a los costes de distribución, ya que se espera que estos se vean cubiertos gracias a los ahorros procedentes de evitar nuevas infecciones por el VIH y a los beneficios derivados del mayor contacto entre los programas de salud sexual y los grupos de población clave con mayor probabilidad de contraer la infección por el VIH.

Con frecuencia me preguntan: "¿Cómo puede permitirse poner en práctica nuevas intervenciones?", y yo siempre respondo: "¿Cómo podemos permitirnos no hacerlo?" "Una vez que respondan a esta cuestión, sabrán lo que hay que hacer", comenta Aaron Motsoaledi, ministro de salud de Sudáfrica.