Reportaje

El VIH en los pequeños estados insulares en desarrollo

27 de septiembre de 2019

«No estoy preparada para compartir ni revelar mi estado serológico en público. Tengo miedo de que me dejen aislada, de ser víctima del estigma y la discriminación. Para mí, lo correcto es que solo yo sepa mi estado, en lugar de contárselo a otras personas», pronunció Mara John (nombre ficticio), una mujer procedente de una isla del Pacífico y que vive con el VIH. Historias similares con relación al abandono, el autoestigma, la pobreza y la ausencia de derechos humanos se escuchan a personas que viven con el VIH en pequeños estados insulares en desarrollo (PEID).

El pasado 27 de septiembre, los Estados Miembros de las Naciones Unidas celebraron durante la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York (EE. UU.) una reunión de alto nivel para revisar el estado de los PEID. En su informe publicado antes del encuentro, la Secretaría General de las Naciones Unidas subraya que los PEID, sobre todo los del Caribe, continúan haciendo frente a «elevadas tasas de desempleo juvenil, pobreza, embarazos en adolescentes, así como a un elevado riesgo de contraer la infección por el VIH».

Los PEID, un grupo de 38 países entre los que se incluyen islas en el Pacífico, en el Caribe y en otros lugares, han recibido un sólido apoyo debido a las importantes limitaciones a las que se enfrentan (por ejemplo, el tamaño de su territorio, su lejanía o exposición al cambio climático) como resultado de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible, también conocida como Río+20, que se celebró en junio del año 2012. En 2014 los Estados miembros de las Naciones Unidas adoptaron las Modalidades de acción acelerada para los pequeños estados insulares en desarrollo con el fin de recoger las acciones con vistas al desarrollo sostenible en los PEID, incluyéndose aquí el compromiso a lograr el acceso universal a la prevención, el tratamiento, el apoyo y la atención del VIH, así como la eliminación de la transmisión maternoinfantil.

Si bien los PEID han sido testigos de un progreso, lo cierto es que continúa habiendo grandes diferencias entre, por ejemplo, Cuba, que en 2015 obtuvo la primera certificación del mundo que avala que un país ha eliminado la transmisión maternoinfantil del VIH, y la República de Mauricio, donde el 30 % de las personas que se inyectan drogas se dice que viven con el VIH.

«Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) destacan la idea de no excluir a nadie. Esto cobra especial sentido en el caso de las personas que viven con el VIH en pequeños estados insulares en desarrollo y que se ven obligadas a convivir con el rechazo, el estigma, la discriminación y las desigualdades. Hemos de hacer más para tener la certeza de que reciben los servicios que necesitan», señaló Gunilla Carlsson, Directora Ejecutiva en funciones de ONUSIDA.

Por lo general, en estas islas pequeñas, los grupos de población clave, entre los que se incluyen los gais y otros hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, los transgénero, los trabajadores sexuales y los consumidores de drogas inyectables soportan una carga desproporcionadamente elevada del VIH. Sin embargo, en algunos PEID el VIH impacta también de manera significativa en la población general, si bien los grupos de población clave y sus parejas sexuales representan el 47 % de nuevas infecciones por el VIH en el Caribe en 2018, más de la mitad de todas las nuevas infecciones por el VIH detectadas entre la población general. El estigma y la discriminación por parte del personal de la atención sanitaria siguen suponiendo un ingente desafío en el Pacífico. Por ejemplo, el 60 % de las mujeres trabajadoras sexuales entrevistadas en Fiyi reconocieron evitar las pruebas del VIH debido al miedo a ser estigmatizadas por los proveedores de atención sanitaria, y lo mismo afirmó más del 30 % de los gais y otros hombres que tienen relaciones sexuales con hombres.

Otro aspecto compartido por los PEID es el que tiene que ver con la enorme fortaleza de las comunidades de personas que viven con el VIH y la presencia de una excepcional voluntad política que, a menudo, se halla en el más alto nivel. Ratu Epeli Nailatikau, expresidente de Fiyi y actual portavoz del Parlamento de Fiyi, lleva años alzando la voz contra el estigma y la discriminación.

Las redes de personas que viven con el VIH y de grupos de población clave están en el centro del movimiento para poner fin al sida en los PEID. En el Pacífico, las personas que viven con el VIH se reunieron para sacar a la luz un informe en 2018 en el que describían la situación con sus propias palabras. Asimismo, la Red mauriciana de personas que viven con el VIH ha proporcionado un liderazgo vocal con respecto a la respuesta y esboza de manera clara los desafíos de la comunidad en su informe de 2018 titulado Índice de estigma hacia las personas que viven con el VIH. En el Caribe, el activista y académico tardío Robert Carr es valorado por ayudar a dar forma a la idea global que se tiene sobre lo importante que resulta el trabajar para garantizar el cumplimiento de los derechos humanos de las comunidades vulnerables y marginadas como parte de la respuesta al sida. En 2005 colaboró para establecer la Coalición de comunidades vulnerables del Pacífico, la cual funciona en nombre de los grupos que más habitualmente quedan detrás.

ONUSIDA está trabajando para ayudar a los PEID a través de su equipo para el Caribe, cuya sede está en Jamaica; de su equipo para las islas del Pacífico desde su sede de Fiyi y para las islas del Océano Índico desde la oficina de ONUSIDA en las Islas Seychelles. Se da prioridad a los PEID en los que la prevalencia del VIH es mayor, a través de programas dirigidos a las poblaciones más vulnerables.

Small Island Developing States Summit

Small Island Developing States

List of SIDS

Overview Report of the People Living with HIV Stigma Index Study in Seven Countries in the Pacific