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Expertos destacados hacen un llamamiento para que el sistema de justicia penal garantice que la aplicación de la ley en las causas penales relacionadas con el VIH se base en evidencias científicas

Los procesos penales a personas que viven con el VIH por actos que no entrañan riesgo de exposición al virus o de transmisión del VIH ha llevado a los científicos a emitir un comunicado urgente en el que instan al sistema de justicia penal a que se apoye en las evidencias científicas para valorar los procedimientos relacionados con la ocultación del estado serológico, la exposición al virus o la transmisión del VIH

ÁMSTERDAM (GINEBRA), 25 de julio de 2018—Un grupo de 20 científicos destacados expertos en el VIH y procedentes de todo el mundo ha emitido un comunicado consensuado en el que se insta a los gobiernos y a quienes trabajan en los sistemas legales y judiciales a que presten una mayor atención a los importantes progresos científicos que se han logrado en el campo del VIH en aras de garantizar que la aplicación del derecho penal en los casos relacionados con el VIH se base en las evidencias científicas..

“La ciencia ha avanzado mucho en los últimos años, y esto ha sido fundamental para que los países pudieran tomar decisiones basadas en las pruebas en lo tocante a sus programas de lucha contra el VIH”, afirmaba Michel Sidibé, director ejecutivo de ONUSIDA. “Con todos los nuevos avances científicos de que disponemos a día de hoy, tenemos que seguir basándonos en las evidencias para la administración de justicia. Nadie debería ser criminalizado por culpa de que el sistema judicial ignore o no entienda los riesgos de transmisión del VIH”.

El grupo de científicos expertos convocados por ONUSIDA, la Asociación Internacional de Proveedores de Atención al Sida (IAPAC, por sus siglas en inglés) y la Sociedad Internacional del Sida advierten de que la aplicación indiscriminada e inapropiada del derecho penal contra las personas que viven con el VIH por todo el mundo sigue siendo sumamente preocupante. Alrededor de 73 países cuentan con leyes que penalizan la ocultación del estado serológico, la exposición al virus o la transmisión del VIH, y 39 han aplicado otras disposiciones penales en casos similares.

“Muchas de estas leyes no tienen en cuenta las medidas que reducen las probabilidades de transmisión del VIH, como la utilización de preservativos, y se promulgaron mucho antes de que se comprobara la efectividad de los tratamientos antirretrovíricos o de la profilaxis previa a la exposición”, apuntaba José M. Zuniga, presidente y director general de la IAPAC. “La mayoría de personas que viven con el VIH y conocen su estado toman medidas para evitar transmitir el VIH a otros.

En consecuencia, las leyes que penalizan específicamente la ocultación del estado serológico, la exposición al virus o la transmisión del VIH, agudizan el estigma relacionado con el VIH y reducen la aceptación de los servicios para el VIH”.

La mayoría de procesos penales se originaron atendiendo a consideraciones sobre el riesgo de transmisión del VIH a través de la actividad sexual. Algunos fueron el resultado de acciones como morder, escupir o incluso arañar. El procesamiento y la condena se han visto a menudo influidos por el desconocimiento o la falta de comprensión de las evidencias científicas en cuanto a las probabilidades reales de transmisión del virus. En muchos casos, el estigma y el miedo relacionados con el VIH, y tan profundamente arraigados pese a los magníficos progresos logrados en su tratamiento y prevención, han ejercido una gran influencia.

“Secundamos esta declaración consensuada de expertos, de importancia mundial, que suscribe lo que llevamos defendiendo ya mucho tiempo”, explica Sally Cameron, analista principal de políticas de la Red de Justicia del VIH, en representación del comité ejecutivo de HIV Justice Worldwide, una coalición mundial de la sociedad civil que lucha por poner fin a la criminalización injusta. “La penalización del HIV es un fenómeno global que va en aumento y que acosa injustamente a las personas que viven con el VIH mediante procesos penales y castigos muy duros. Esta declaración tan esperada sostiene que, desde nuestra actual comprensión de la ciencia del VIH, así como desde la perspectiva de los derechos humanos y de los principios legales más fundamentales, esta clase de injusticias resultan inadmisibles”.

La declaración, consensuada, contrastada y suscrita por otros 70 científicos más de todo el mundo, se publicó el día de hoy en Journal of the International AIDS Society, la publicación de la Sociedad Internacional del Sida. En ella se describen de forma que puedan comprenderse perfectamente en el contexto del derecho penal las evidencias científicas en cuanto a las probabilidades de transmisión del VIH en diversas circunstancias, los efectos a largo plazo de la infección por el VIH y los métodos para probar la transmisión del VIH.

La declaración, basada en un análisis detallado de las mejores pruebas científicas disponibles sobre la transmisión del VIH y la eficacia del tratamiento, señala que no es posible transmitir el VIH por medio de la saliva como resultado de morder o escupir, incluso aunque la saliva contenga pequeñas cantidades de sangre. Tampoco hay posibilidad alguna de transmitir el VIH cuando se utiliza adecuadamente un preservativo para mantener relaciones sexuales o si la persona que vive con el VIH tiene una carga viral indetectable.

Además, un tratamiento antirretrovírico eficaz, una carga vírica baja, la utilización de profilaxis previa a la exposición (medicamentos antirretrovíricos que toma la persona seronegativa antes de la posible exposición) o de profilaxis posterior a la exposición (medicamentos antirretrovíricos que se toman tras la posible exposición) son todos ellos factores que reducen significativamente las probabilidades de transmisión del VIH.

Las indicaciones internacionales sobre el VIH en el ámbito de la ley penal recomiendan que “la prueba de causalidad en relación a la transmisión del VIH se debe basar siempre en las pruebas de varias fuentes pertinentes, como registros médicos, métodos científicos rigurosos e historia sexual” (Acabar con la penalización indiscriminada de la ocultación del estado serológico, la exposición al virus y la transmisión del VIH: consideraciones científicas críticas, médicas y legales).

Los expertos recomiendan encarecidamente que se tomen mayores precauciones a la hora de valorar el enjuiciamiento penal, incluyendo una evaluación pormenorizada de las actuales evidencias científicas sobre los riesgos y daños del VIH. Se espera que la declaración consensuada ayude a los legisladores, fiscales y tribunales a guiarse por la mejor información científica disponible y, de este modo, a evitar una aplicación indebida de las leyes penales, tal y como sucede ahora mismo en muchos países de todo el mundo.

Acceda al texto completo de la Declaración consensuada de expertos sobre la ciencia del VIH en el ámbito del derecho penal (en inglés)

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ONUSIDA advierte de que el progreso se está ralentizando y de que se acaba el tiempo para lograr los objetivos sobre el VIH fijados para 2020

Las nuevas infecciones van en aumento en unos 50 países, las muertes relacionadas con el sida no disminuyen todo lo rápido que deberían y la ausencia de incrementos de los recursos supone una amenaza para el éxito. La mitad de las nuevas infecciones por el VIH se produce entre personas pertenecientes a poblaciones clave y sus parejas, que todavía no reciben los servicios que necesitan.

PARIS/GINEBRA, 18 de julio de 2018 — El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida (ONUSIDA) está enviando a los países una clara señal de advertencia. En un nuevo informe, publicado hoy en París (Francia) en un acto organizado en colaboración con Coalition PLUS, ONUSIDA advierte de que la respuesta mundial al VIH se encuentra en un punto precario. Cuando se cumple la mitad del plazo para alcanzar los objetivos establecidos para 2020, el informe, Miles to go—closing gaps; breaking barriers; righting injustices, advierte de que el ritmo del progreso no cumple las expectativas mundiales. En él, se insta a que se emprendan medidas inmediatas para orientar el rumbo y alcanzar los importantes objetivos fijados para 2020.

“Estamos dando la voz de alarma”, afirmó Michel Sidibé, Director Ejecutivo de ONUSIDA. “Hay regiones enteras que se están quedando atrás, no se mantienen los enormes avances que logramos en relación con los niños, las mujeres siguen estando entre las personas más afectadas, los recursos continúan sin ajustarse a los compromisos políticos y sigue ignorándose a las poblaciones clave. Todos estos elementos están obstaculizando el progreso y deben abordarse de frente y con urgencia”.

Crisis de prevención del VIH

Las nuevas infecciones van en aumento en unos 50 países y, a escala mundial, solo han disminuido un 18% durante los últimos siete años, de 2,2 millones en 2010 a 1,8 millones en 2017. Aunque esta cifra representa casi la mitad del nivel máximo de nuevas infecciones registrado en 1996 (3,4 millones), la reducción no es lo suficientemente rápida para alcanzar el objetivo de menos de 500.000 de aquí a 2020.

La reducción de las nuevas infecciones por el VIH ha sido mayor en la región más afectada por el VIH, África oriental y meridional, donde las nuevas infecciones por el VIH se han reducido en un 30% desde 2010. Sin embargo, en Europa oriental y Asia central, la cifra anual de nuevas infecciones por el VIH se ha duplicado, mientras que, en el Oriente Medio y África septentrional, las nuevas infecciones por el VIH han aumentado más de un 25% en los últimos 20 años.

El aumento del tratamiento no debe darse por sentado

Gracias a la implantación de la terapia antirretrovírica, el número de muertes relacionadas con el sida es el más bajo que se ha registrado este siglo (940.000), tras haberse situado por debajo de un millón por primera vez en 2016. Sin embargo, el actual ritmo de descenso no es lo suficientemente rápido para alcanzar el objetivo fijado para 2020 de menos de 500.000 muertes relacionadas con el sida.

En solo un año, otros 2,3 millones de personas accedieron al tratamiento por primera vez. Este es el aumento anual más significativo hasta la fecha, con el que el número total de personas que reciben tratamiento asciende a 21,7 millones. Casi el 60% de los 36,9 millones de personas que viven con el VIH recibía tratamiento en 2017, lo cual supone un logro importante, pero, para alcanzar el objetivo de 30 millones de personas, debe producirse un aumento anual de 2,8 millones de personas, y hay indicios de que el ritmo de este incremento se está ralentizando.

África occidental y central van a la zaga

Solo el 26% de los niños y el 41% de los adultos que viven con el VIH tuvieron acceso al tratamiento en África occidental y central en 2017, frente al 59% de los niños y el 66% de los adultos de África oriental y meridional. Desde 2010, las muertes relacionadas con el sida disminuyeron un 24% en África occidental y central, frente al descenso del 42% en África oriental y meridional.

La carga del VIH de Nigeria es más de la mitad (51%) de la total de la región y se han observado muy pocos progresos en la reducción de las nuevas infecciones en los últimos años. Las nuevas infecciones por el VIH solo se redujeron un 5% (9.000) en siete años (de 179.000 a 170.000) y solo 1 de cada 3 personas que viven con el VIH sigue un tratamiento (33%), si bien la cobertura del tratamiento del VIH ha aumentado con respecto al 24% de hace dos años.

El progreso en relación con los niños se ha ralentizado

El informe muestra que los logros alcanzados en lo que respecta a la situación de los niños no se han mantenido. Las nuevas infecciones por el VIH entre los niños solo se han reducido un 8% en los dos últimos años, solo la mitad (52%) de todos los niños que viven con el VIH están recibiendo tratamiento y 110.000 niños murieron a causa de enfermedades relacionadas con el sida en 2017. Aunque el 80% de las mujeres embarazadas que viven con el VIH tuvo acceso a medicamentos antirretrovíricos para prevenir la transmisión del virus a su hijo en 2017, unos 180.000 niños contrajeron el VIH al nacer o en el período de lactancia, una cifra que dista mucho del objetivo de menos de 40.000 para finales de 2018.

“Un niño que contrae el VIH o muere a causa del sida ya es demasiado”, declaró el Sr. Sidibé. “Poner fin a la epidemia del sida no es un logro que esté asegurado y el mundo necesita prestar atención a esta señal de advertencia y poner en marcha un plan acelerado para alcanzar los objetivos”.

Las poblaciones clave representan casi la mitad de las nuevas infecciones por el VIH en todo el mundo

En el informe también se pone de relieve que no se está prestando suficiente atención a las poblaciones clave en los programas de VIH. Las poblaciones clave y sus parejas sexuales representan el 47% de las nuevas infecciones por el VIH en todo el mundo y el 97% de las nuevas infecciones en Europa oriental y Asia central, donde un tercio de las nuevas infecciones por el VIH se produce entre las personas que se inyectan drogas.

La mitad de los trabajadores sexuales de Eswatini, Lesotho, Malawi, Sudáfrica y Zimbabwe vive con el VIH. El riesgo de contraer el VIH es 13 veces superior para las trabajadoras sexuales, 27 veces superior entre los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, 23 veces superior para las personas que se inyectan droga y 12 veces superior para las mujeres transgénero.

“El derecho a la salud para todas las personas no es negociable”, afirmó el Sr. Sidibé. “Los trabajadores sexuales, los gays y otros hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, los presos, los migrantes, los refugiados y las personas transgénero son los más afectados por el VIH, pero siguen quedando excluidos de los programas de VIH. Se necesitan más inversiones para llegar a estas poblaciones clave”.

El estigma y la discriminación persisten

La discriminación por parte de los trabajadores sanitarios, el personal encargado de hacer cumplir la ley, los profesores, los empleadores, los padres, los líderes religiosos y los miembros de las comunidades impide que los jóvenes, las personas que viven con el VIH y las poblaciones clave accedan a la prevención y al tratamiento del VIH, así como a otros servicios de salud sexual y reproductiva.

En 19 países, 1 de cada 5 personas que viven con el VIH encuestadas afirmó que se le había denegado la asistencia sanitaria y 1 de cada 5 personas que viven con el VIH evitó visitar un centro sanitario por miedo al estigma o la discriminación relacionados con su estado serológico respecto del VIH. En 5 de cada 13 países acerca de los que hay datos disponibles, más del 40% de las personas afirmaron que consideraban que los niños que viven con el VIH no deberían poder asistir a la escuela con niños seronegativos.

“Las comunidades están haciéndose eco del llamamiento de ONUSIDA”, explicó Vincent Pelletier, líder positivo y Director Ejecutivo de Coalition PLUS. “Necesitamos un acceso universal a servicios de prevención adaptados y protección contra la discriminación. Exhortamos a los dirigentes mundiales a que cumplan sus compromisos con financiación, tanto en los países donantes como en aquellos en los que se ejecutan los programas”.

Es necesaria una nueva agenda para poner fin a la violencia contra las mujeres

En 2017, alrededor del 58% de todas las nuevas infecciones por el VIH entre adultos mayores de 15 años se produjo entre mujeres, y 6.600 mujeres jóvenes con edades comprendidas entre los 15 y los 24 años se infectaron con el VIH cada semana. Esta mayor vulnerabilidad al VIH se ha relacionado con la violencia. Más de una de cada tres mujeres en todo el mundo ha sufrido violencia física o sexual, a menudo a manos de sus compañeros íntimos.

“La desigualdad, la falta de empoderamiento y la violencia contra las mujeres constituyen infracciones de los derechos humanos y siguen impulsando las nuevas infecciones por el VIH”, afirmó el Sr. Sidibé. “No debemos cejar en nuestro empeño por abordar y arrancar de raíz el acoso, el abuso y la violencia, ya sea en el hogar, en la comunidad o en el lugar de trabajo”.

El objetivo 90-90-90 puede y debe conseguirse

Se han logrado progresos en relación con el objetivo 90-90-90. Tres cuartos (75%) de las personas que viven con el VIH conocen ahora su estado serológico con respecto al VIH; de las personas que conocen su estado, el 79% tuvo acceso al tratamiento en 2017 y, de las personas con acceso al tratamiento, el 81% suprimió su carga viral.

Hay 6 países (Botswana, Camboya, Dinamarca, Eswatini, Namibia y los Países Bajos) que ya han alcanzado sus objetivos 90-90-90 y otros 7 países que avanzan por el buen camino. La deficiencia más importante se encuentra en los primeros 90; en África occidental y central, por ejemplo, solo el 48% de las personas que viven con el VIH conoce su estado serológico.

Un buen año para la respuesta contra la tuberculosis

Se han observado avances en el tratamiento y el diagnóstico del VIH entre las personas con tuberculosis (alrededor de 9 de cada 10 personas con tuberculosis a las que se les diagnostica el VIH reciben tratamiento). Sin embargo, la tuberculosis sigue siendo una de las principales causas de muerte para las personas que viven con el VIH, y 3 de cada 5 personas que empiezan a seguir el tratamiento del VIH no se someten a reconocimientos, pruebas ni tratamientos para la tuberculosis. La Reunión de Alto Nivel sobre la Lucha contra la Tuberculosis de las Naciones Unidas, que se celebrará en septiembre de 2018, constituye una oportunidad para reforzar el impulso dirigido a alcanzar los objetivos relacionados con la tuberculosis y el VIH.

El coste de la falta de acción

En 2017, había en torno a 20.600 millones de dólares estadounidenses disponibles para la respuesta al sida, un aumento del 8% desde 2016 y un 80% del objetivo para 2020 establecido por la Asamblea General de las Naciones Unidas. Sin embargo, no se adquirieron compromisos nuevos importantes y, en consecuencia, es poco probable que se mantenga el aumento anual de los recursos. El logro de los objetivos fijados para 2020 solo será posible si aumentan las inversiones nacionales y de los donantes.

Posibilidades para seguir avanzando

Desde los municipios de África meridional hasta las aldeas remotas del Amazonas y las megalópolis asiáticas, las múltiples innovaciones que figuran en las páginas del informe ponen de manifiesto que, mediante la colaboración entre los sistemas de salud y las distintas comunidades, es posible reducir el estigma y la discriminación de manera satisfactoria, así como ofrecer servicios a la mayor parte de las personas que más los necesitan.

Estos enfoques innovadores siguen favoreciendo las soluciones necesarias a fin de alcanzar los objetivos para 2020. Cuando la combinación de actividades de prevención del VIH (entre ellas, la distribución de preservativos y la circuncisión médica masculina voluntaria) se lleva a cabo a una escala significativa, se logra reducir el nivel de nuevas infecciones por el VIH. La profilaxis previa a la exposición (PPrE) de administración oral está teniendo efectos positivos, en especial entre las poblaciones clave. El hecho de ofrecer asesoramiento y pruebas del VIH a los familiares y las parejas sexuales de las personas a las que se ha diagnosticado el VIH ha mejorado de manera significativa el acceso a las pruebas.

En África oriental y meridional se han combinado unas inversiones nacionales e internacionales considerables con un firme compromiso político y comunitario, y se están observando avances significativos hacia el logro de los objetivos fijados para 2020.

“Para cada problema existe una solución”, afirmó el Sr. Sidibé. “Los dirigentes políticos, los Gobiernos nacionales y la comunidad internacional tienen la responsabilidad de realizar inversiones financieras suficientes y de crear los contextos jurídicos y normativos propicios para llevar las innovaciones al plano mundial. De este modo, se generará el impulso necesario para lograr los objetivos para 2020”.

En 2017, aproximadamente:

36,9 millones (31,1 millones-43,9 millones) de personas en todo el mundo vivían con el VIH

21,7 millones (19,1 millones-22,6 millones) de personas tenían acceso al tratamiento

1,8 millones (1,4 millones-2,4 millones) de personas contrajeron la infección por el VIH

940.000 (670.000-1,3 millones) personas murieron por enfermedades relacionadas con el sida

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La Junta de ONUSIDA reitera su firme compromiso con el mandato de poner fin a la epidemia del sida hasta 2030

Los miembros de la Junta respaldan las medidas adoptadas por ONUSIDA para inspirar una reforma de las Naciones Unidas mediante la promoción del más alto nivel de integridad y dignidad en el trabajo, y alientan a todos los países a subsanar el déficit de financiación en la respuesta mundial al VIH, así como la financiación íntegra de ONUSIDA.

GINEBRA, 29 de junio 2018—En la 42ª reunión de la Junta Coordinadora del Programa, que se celebró en Ginebra (Suiza) del 26 al 28 de junio, los miembros de la Junta manifestaron su apoyo a ONUSIDA y destacaron el papel fundamental que debe desempeñar la organización para poner fin a la epidemia del sida.

En su discurso de apertura, el Director Ejecutivo de ONUSIDA, Michel Sidibé, acogió con beneplácito el apoyo manifestado por la Junta y reiteró la importancia de concentrarse en los retos y las oportunidades que se presenten en el futuro para alcanzar los compromisos de acción acelerada para 2020 convenidos por la Asamblea General de las Naciones Unidas. "Los 37 millones de personas que viven con el VIH hoy en día, junto con los 1,8 millones que lo contraerán durante este año, cuentan con nosotros. El sida no está erradicado, pero puede estarlo, y en ONUSIDA estamos plenamente comprometidos con el objetivo de poner fin a la epidemia del sida."

La Junta pidió a ONUSIDA que siguiera reforzando las medidas conjuntas y la colaboración a escala nacional como parte de las iniciativas de reforma de las Naciones Unidas. Los miembros también pidieron a ONUSIDA que siguiera fomentando la presentación de informes de rendimiento en función de los objetivos nacionales, con especial atención a  los efectos, los resultados y la identificación de esferas en las que existan dificultades y escollos particulares, y que proponga medidas para afrontarlos.

La Junta alentó a los Gobiernos donantes a realizar contribuciones plurianuales y a hacer sus aportaciones al Marco Unificado de Presupuesto, Resultados y Rendición de Cuentas 2016–2021 tan pronto como les resulte posible para financiar íntegramente el presupuesto de 484 millones de dólares estadounidenses de ONUSIDA para 2018-2019. Durante la reunión, Australia comunicó una importante noticia relacionada con la financiación de ONUSIDA. Este país confirmó su compromiso de aportar casi 1 millón de dólares en fondos adicionales para la prevención del VIH en la región de Asia y el Pacífico.

Los miembros de la Junta expresaron su apoyo a las medidas que ONUSIDA prevé poner en marcha para abordar el acoso en el lugar de trabajo. El Sr. Sidibé manifestó también ante la Junta su compromiso de liderar el cambio y describió las medidas proactivas que se están llevando a cabo en ONUSIDA para prevenir el acoso sexual, el comportamiento contrario a la ética en el lugar de trabajo y todas las formas de abuso.

"ONUSIDA está adoptando medidas concretas para garantizar la tolerancia cero y la impunidad cero ante el acoso y el abuso de poder", afirmó el Sr. Sidibé. "Me comprometo a luchar por un lugar de trabajo donde todo el mundo pueda desempeñar sus funciones con respeto y dignidad."

Entre estas medidas se incluye un plan de cinco puntos que tiene por objeto velar por que todas las formas de acoso y abuso de poder se identifiquen de manera temprana, se aborden de forma rápida y efectiva, y con las debidas garantías procesales, además de garantizar la protección de los supervivientes y los denunciantes de irregularidades. ONUSIDA también ha creado una línea telefónica urgente, anónima y confidencial, ha publicado su  Plan de Acción en materia de Género 2018–2023 e instado a la creación de ungrupo independiente de expertos sobre acoso para formular recomendaciones normativas en relación con la mejora de la respuesta de ONUSIDA e identificar las esferas que deben reformarse. La Junta acogió con beneplácito esta solicitud y ha actuado sin demora para definir el mandato del grupo independiente de expertos. Este grupo informará a la Junta a fin de garantizar que su supervisión sigue siendo completamente independiente.

La Asociación del Personal de ONUSIDA formuló un declaración a la Junta para poner de relieve la voluntad y el compromiso genuinos del personal en lo que se refiere a lograr cambios positivos. La Asociación del Personal también presentó datos obtenidos en una reciente encuesta del personal en la que el 89% de los entrevistados manifestaron que el compromiso con los objetivos de la organización es lo que les motiva para ir a trabajar día tras día.

Durante la reunión, la Junta escuchó las declaraciones de varios representantes de poblaciones clave sobre diversos asuntos, entre otros, la necesidad de garantizar el respeto y la dignidad en el uso de la terminología, la financiación y el apoyo, las consultas significativas con la sociedad civil, el respeto de los derechos humanos y la igualdad de género. Además, se plantearon algunas preocupaciones acerca de las necesidades crecientes y específicas de los desplazados en entornos de emergencia humanitaria y de las personas que se encuentran en establecimientos penitenciarios.

El Sr. Sidibé invitó a la primera dama de Panamá y Embajadora Especial de ONUSIDA para América Latina, Lorena Castillo de Varela, a presentar a la Junta la innovadora labor que desempeña en pro de la cero discriminación.

El último día de la reunión, la Junta participó en una sesión temática sobre el fin de la tuberculosis y el sida. Todos los años se diagnostican alrededor de 10 millones de nuevos casos de tuberculosis, que sigue siendo la principal causa de muerte entre las personas que viven con el VIH y representa una de cada tres muertes relacionadas con el sida. Los participantes hablaron acerca de la necesidad urgente de aumentar los esfuerzos conjuntos para abordar la epidemia paralela e interrelacionada de la tuberculosis y el VIH.

Representantes de los Estados Miembros de las Naciones Unidas y organizaciones internacionales, así como organizaciones no gubernamentales y de la sociedad civil, asistieron a la reunión de tres días de duración, presidida por Anna Wechsberg, Directora de Políticas del Departamento de Desarrollo Internacional del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte; Cui Li, Viceministra de Familia y Salud Nacional de China, ocupó la vicepresidencia y Argelia actuó como Relator.

El informe elaborado por el Director Ejecutivo de ONUSIDA para la Junta y las decisiones de esta pueden consultarse en http://www.unaids.org/en/whoweare/pcb/42.

Quotes

Conocemos las iniciativas que ONUSIDA pone en práctica para fortalecer las políticas encaminadas a prevenir y gestionar los incidentes de acoso y explotación y abusos sexuales y, por ello, encomiamos a ONUSIDA y a su Director Ejecutivo.

Australia, Bélgica, Canadá, Dinamarca, Ecuador, Finlandia, Francia, Alemania, Irlanda, Japón, Lichtenstein, Luxemburgo, México, Mónaco, Países Bajos, Noruega, Portugal, Suecia, Suiza, el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte y los Estados Unidos de América

Es importante reconocer el compromiso de todo el personal de ONUSIDA y los Copatrocinadores, que vienen a trabajar todos los días para poner fin a la epidemia del VIH/sida.

Presidencia de la Junta Coordinadora del Programa (JCP)

Queremos reiterar nuestro firme compromiso con el mandato de ONUSIDA de poner fin a la epidemia de sida para 2030 y trabajar con la Secretaría y su personal a fin de continuar con la misión y superar los desafíos actuales.

Austria, Dinamarca, Finlandia, Islandia, Noruega, Suecia y Suiza

Para la labor de los Estados Unidos en la esfera del VIH/sida es primordial que ONUSIDA cuente con una posición sólida y sana. ¿Por qué? Porque la Secretaría debe hablar con autoridad de las dificultades que afrontan los grupos de población clave y las mujeres de todo el mundo para que los Gobiernos de los países receptores respondan a los problemas fundamentales de dichos grupos de población.

Estados Unidos de América

Reafirmamos nuestro apoyo a la importante función que desempeña ONUSIDA a la hora de guiar la respuesta internacional al sida y contribuiremos activamente al proceso diseñado para lograr un entorno inclusivo de tolerancia cero frente a todas las formas de acoso en la Secretaría de ONUSIDA. Nos gustaría hacer hincapié en que el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida sigue siendo un modelo único en las Naciones Unidas y cuenta con medios para adaptarse a los cambios necesarios para contribuir a la aplicación de la Agenda 2030, de conformidad con la reforma del sistema de las Naciones Unidas para el desarrollo, como muestra el Plan de Acción Conjunto.

Alemania, Francia, Liechtenstein y Mónaco

ONUSIDA siempre ha estado a la vanguardia del sistema de las Naciones Unidas. Felicitamos a la Secretaría de ONUSIDA por responder de manera rápida y activa a todos los retos encontrados y animamos al Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida a seguir defendiendo la igualdad de género y el empoderamiento de la mujer en el sistema de las Naciones Unidas.

Grupo de observadores y miembros de la JCP en América Latina y el Caribe

En la región africana, el VIH/sida todavía es motivo de gran preocupación y conlleva graves repercusiones socioeconómicas. En el pasado decenio, hemos logrado un progreso revolucionario y necesitamos conservar este impulso para conseguir el objetivo de poner fin al sida para 2030, que es muy ambicioso pero factible. A medida que avanzamos en esta esfera, exhortamos a los miembros de la Junta y, de hecho, al mundo entero, a que no pierda de vista este importante objetivo para ONUSIDA.

Grupo de África

Como país en el que se está aplicando una acción acelerada, apreciamos las repercusiones positivas que esta organización está logrando sobre el terreno y, por tanto, exhortamos a todas las partes interesadas a que no pierdan de vista el papel fundamental que desempeña ONUSIDA en la respuesta al VIH/sida.

Zimbabwe

Nunca nos cansaremos de sostener el argumento de que la reducción de los recursos dirigidos a los programas de VIH y la sociedad civil no es un problema relacionado con la financiación, sino que es una cuestión de voluntad política, de rendición de cuentas y de compromiso por salvar vidas que se encuentra en la primera línea de los deberes y las responsabilidades gubernamentales, antes de entrar en otras cuestiones políticas.

Organizaciones no gubernamentales de Asia y el Pacífico

Este es el ONUSIDA que conocemos, con sus puntos fuertes y sus carencias. Somos un grupo de personas comprometidas con la respuesta al sida y con las personas a las que atendemos. Estamos orgullosos de nuestros logros. Reconocemos el valor de nuestros compañeros a todos los niveles de la organización. Como ocurre en cualquier otra organización, hay determinadas esferas en las que podemos y debemos mejorar. Pero allí donde vemos problemas, descubrimos soluciones.

Asociación de Personal de ONUSIDA

Contacto

UNAIDS Geneva
Sophie Barton-Knott
tel. +41 22 791 1697
bartonknotts@unaids.org

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ONUSIDA celebra el nombramiento de Gunilla Carlsson como nueva directora ejecutiva adjunta de Dirección y Gobernanza

 

GINEBRA, 12 de diciembre de 2017 António Guterres, secretario general de las Naciones Unidas ha nombrado directora ejecutiva adjunta de Dirección y Gobernanza y secretaria general adjunta de las Naciones Unidas a Gunilla Carlsson.

“La capacidad de ejercer un liderazgo dinámico y el profundo conocimiento de las dificultades con que cuenta Gunilla Carlsson son notorios”, afirmaba Michel Sidibé, director ejecutivo de ONUSIDA. “Gunilla no es una líder al uso. Estoy seguro de que su enfoque innovador y su amplia red de contactos serán fundamentales para el progreso de ONUSIDA”.

La Sra. Carlsson fue parlamentaria electa en Suecia de 2002 a 2013 y ministra de Cooperación al Desarrollo Internacional de 2006 a 2013. También fue miembro electo del Parlamento Europeo de 1995 a 2002.

La Sra. Carlsson, ejerciendo un firme liderazgo en asuntos de salud y desarrollo, fue miembro de la comisión The Lancet: Derrotar al sida - Avanzar en la salud global, así como del Consejo de Asesoramiento sobre Género del Banco Mundial, y colaboró con el Grupo de Alto Nivel de las Naciones Unidas en la agenda para el desarrollo después de 2015. En la actualidad, es asesora principal para el Banco Africano de Desarrollo y trabaja en la junta de GAVI, la Alianza para las Vacunas, como vicepresidenta.

La Sra. Carlsson asumirá su nuevo puesto a principios de 2018. Sucede en el cargo a Jan Beagle, que fue nombrada secretaria general adjunta de Gestión en junio de 2017.

“Me gustaría expresar mi más sincero agradecimiento a Joel Rehnstrom por su labor como director ejecutivo adjunto en funciones”, añadió el Sr. Sidibé.

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Naomi Capmbell, Marc Jacobs y ONUSIDA anuncian su colaboración en una camiseta de edición limitada para el Día Mundial del Sida

 

Ginebra, 1 de diciembre de 2017.— El célebre diseñador de moda Marc Jacobs ha diseñado una camiseta de edición limitada para recaudar fondos para las actividades de ONUSIDA en apoyo a todas las personas que viven con el VIH o afectadas por él a lo largo de todo el mundo. La camiseta costará 55 dólares y podrá comprarse en marcjacobs.com.

La camiseta gira entorno al mismo tema que la campaña del Día Mundial del Sida de este año, #myrighttohealth: que todas las personas, independientemente de quiénes sean o dónde vivan, tienen derecho a la salud.

La idea inicial de esta colaboración fue de la actriz, modelo y activista Naomi Campbell.

“Colaborar con Marc Jacobs me pareció lo más adecuado”, explicaba la Sra. Campbell. “Dada su comprensión de la epidemia mundial de VIH y de los muchos amigos que hemos perdido por culpa de esta enfermedad, no se me ocurre nadie mejor con quien seguir trabajando en la difusión de la labor de ONUSIDA”.

A ONUSIDA le entusiasma trabajar con la Sra. Campbell y el Sr. Jacobs, que llevan mucho tiempo defendiendo una respuesta al sida en la que no se excluya a nadie. La colaboración ha sido coordinada por la CAA Foundation, la rama filantrópica de la Creative Artists Agency (CAA), que representa a la Sra. Campbell.

“La larga historia de compromiso de Naomi Campbell con la acción humanitaria es extraordinariamente encomiable y honesta”, afirmaba el Sr. Jacobs. “Fue todo un honor que me pidiera colaborar en esta camiseta en apoyo a ONUSIDA como parte del esfuerzo constante por concienciar sobre esta causa de importancia mundial”.

La Sra. Campbell y el Sr. Jacobs están especialmente interesados en concienciar sobre la vulnerabilidad de los jóvenes ante el VIH. Se estima que en 2016 hubo 610 000 nuevas infecciones por el VIH entre los jóvenes de 15 a 24 años, y el 59% de las nuevas infecciones por el VIH en dicho grupo de edad se produjo entre mujeres jóvenes. En el este y el sur de África las mujeres entre 15 y 24 años representan dos tercios de las nuevas infecciones por el VIH entre este grupo de edad.

“Las jóvenes se enfrentan a muchos retos en su transición a la vida adulta y, a menudo, son demasiadas las reglas que están en su contra”, decía Michel Sidibé, director ejecutivo de ONUSIDA. “Esta camiseta especial ayudará a que en ONUSIDA continuemos con nuestro trabajo de tratar de nivelar el campo de juego y de hacer que las jóvenes avancen y puedan tomar decisiones independientes y significativas para sus vidas, y reivindicar su derecho a la salud”.

Las desigualdades de género, incluida la violencia de género, agravan la vulnerabilidad de las mujeres y las niñas ante el VIH, y obstaculizan su acceso a los servicios para el VIH. A los jóvenes a menudo se les niega la información y la libertad que necesitan para tomar decisiones libres y fundadas en relación a su salud sexual, y la mayoría carece de los conocimientos necesarios para protegerse del VIH. Las investigaciones también ponen de manifiesto la importancia de que las niñas sigan en la escuela el mayor tiempo posible, ya que las jóvenes sin formación académica tienen el doble de posibilidades de contraer el VIH que las jóvenes que sí que la han recibido.

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En el Día Mundial del Sida, ONUSIDA advierte que los hombres tienen menos probabilidades de acceder al tratamiento del VIH y mayores de morir de enfermedades relacionadas con el sida

Un nuevo informe de ONUSIDA muestra un área de dificultad para llegar a los hombres con los servicios para el VIH

OTTAWA/GINEBRA, 1º de diciembre de 2017—En el Día Mundial del Sida, ONUSIDA publicó un nuevo informe que revela una menor probabilidad de que los hombres se realicen la prueba de VIH y accedan a la terapia antirretrovírica, y una probabilidad mayor de que mueran de enfermedades relacionadas con el sida. El informe Blind spot (punto ciego) señala que a escala mundial menos de la mitad de los hombres que viven con el VIH se encuentran en tratamiento, en comparación con el 60% de las mujeres. Los estudios muestran que los hombres son más propensos que las mujeres a comenzar el tratamiento tarde, a interrumpirlo, y a ser inaccesibles a la hora del seguimiento terapéutico.

«Abordar las desigualdades que ponen en riesgo a las mujeres y niñas de contraer el VIH se encuentra en el primer plano de la respuesta al sida», dijo Michel Sidibé, director ejecutivo de ONUSIDA. «Pero existe un área de dificultad en cuanto a los hombres: estos no están utilizando los servicios para prevenir el VIH o realizarse la prueba de VIH, ni están accediendo al tratamiento en la medida en la que lo están haciendo las mujeres».

En África subsahariana, los hombres y niños que viven con el VIH tienen un 20% menos de probabilidades de conocer su estado serológico y un 27% menos de acceder al tratamiento que las mujeres y niñas que viven con el VIH. En KwaZulu-Natal, la provincia con la prevalencia del VIH más alta de Sudáfrica, solo uno de cada cuatro hombres de 20 a 24 años de edad que vivían con el VIH en 2015 sabían que tenían el virus.

En África occidental y central, una región que lucha por responder con eficacia al VIH, solo el 25% de los hombres que viven con el VIH están recibiendo el tratamiento. Cuando las personas no están en tratamiento, es más probable que transmitan el VIH.

«Cuando los hombres tienen acceso a los servicios de prevención y tratamiento del VIH, el beneficio se triplica», dijo Sidibé. «Estos se protegen, protegen a sus parejas sexuales, y también a sus familias».

El informe pone de relieve datos de África subsahariana que indican que el uso del preservativo durante las relaciones sexuales con una pareja no habitual es menor entre los hombres mayores, quienes también son más propensos a vivir con el VIH —el 50% de los hombres de 40 a 44 años y el 90% de los hombres de 55 a 59 años informaron no usar preservativo—. Estos datos coinciden con estudios que muestran un ciclo de transmisión del VIH de los hombres mayores a las mujeres más jóvenes, y de las mujeres adultas a los hombres adultos de edad similar en lugares con una alta prevalencia del VIH.

El informe Blind spot también indica que la prevalencia del VIH es sistemáticamente mayor entre los hombres en los grupos de población clave. Fuera de África oriental y meridional, el 60% de las nuevas infecciones por el VIH entre los adultos se producen entre los hombres. El informe describe las dificultades notables que enfrentan los hombres de los grupos de población clave para acceder a los servicios para el VIH, entre ellas la discriminación, el hostigamiento y la negación de los servicios de salud.

Los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres son 24 veces más propensos a contraer el VIH que los hombres de la población general, y en más de dos docenas de países, la prevalencia del VIH entre los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres es del 15% o mayor. No obstante, estudios recientes sugieren que el uso del preservativo está disminuyendo en Australia, Europa y Estados Unidos de Norteamérica. En Estados Unidos, por ejemplo, el porcentaje de hombres homosexuales seronegativos y otros hombres que tienen relaciones sexuales con hombres que no usan preservativo durante el acto sexual aumentó del 35% al 41% entre 2011 y 2014.

«No podemos permitir que se instale la autocomplacencia», dijo Sidibé. «Si esto sucede, el VIH cobrará fuerza y nuestras esperanzas de poner fin a la epidemia de sida en 2030 se harán trizas».

El informe Blind spot señala que cerca del 80% de los 11,8 millones de personas que se inyectan drogas son hombres, y que la prevalencia del VIH entre estas supera el 25% en varios países. El uso del preservativo entre las personas que se inyectan drogas es bajo en casi todo el mundo, y el porcentaje de hombres que para hacerlo utilizaron material de inyección estéril durante la última inyección de drogas varía de país en país. En Ucrania, por ejemplo, el porcentaje de hombres que se inyectan drogas que usaron una aguja estéril en la última inyección fue superior al 90%, mientras que en Estados Unidos, solo alrededor del 35% utilizó una aguja estéril.

En los establecimientos penitenciarios, donde el 90% de los presos son hombres, se estima que la prevalencia del VIH se encuentra entre el 3% y el 8%, aunque los preservativos y los servicios para la reducción de daños rara vez se encuentran disponibles para la población carcelaria.

Si bien las pruebas de VIH han podido llegar a las mujeres, especialmente las que usan los servicios prenatales, no se han podido encontrar los mismos puntos de acceso para los hombres, lo que limita la aceptación de las pruebas de VIH entre los hombres.

«El concepto de masculinidad tóxica y los estereotipos masculinos crean condiciones para que las prácticas sexuales más seguras, realizarse la prueba de VIH, y el acceso y cumplimiento del tratamiento —o incluso las conversaciones sobre sexualidad— sean un desafío para los hombres», dijo Sidibé. «Pero los hombres tienen que hacerse cargo. Esta baladronada está costando vidas».

El informe expone la necesidad de invertir en los niños y las niñas a edad temprana, asegurándose de que estos tengan acceso a una educación sexual integral y adecuada para la edad, que aborde la igualdad de género y que se base en los derechos humanos, para crear relaciones sanas y promover conductas con propósitos saludables tanto para los niños como para las niñas.

El informe muestra que los hombres visitan los centros de atención sanitaria con menor frecuencia que las mujeres, se realizan menos controles de salud y reciben diagnósticos de enfermedades que pueden ser mortales en estadios más avanzados que las mujeres. En Uganda, algunos hombres informaron que preferirían evitar saber su estado serológico y recibir el tratamiento que puede salvar vidas, pues asociaban el ser seropositivos al estigma de la castración. Un estudio de Sudáfrica mostró que el 70% de los hombres que habían muerto de enfermedades relacionadas con el sida nunca habían buscado atención para el VIH.

El informe alienta a los programas de VIH a fomentar que los hombres usen los servicios sanitarios y a hacer que estos servicios sean accesibles con mayor facilidad para los hombres. Esto incluye facilitar servicios de salud personalizados que comprendan más horas de atención, la utilización de farmacias para ofrecer a los hombres servicios sanitarios, llegar a ellos en sus lugares de trabajo y esparcimiento, incluidos los bares y clubes deportivos, y usar las nuevas tecnologías de comunicación, como las aplicaciones para teléfonos móviles.

También insta al logro de un ámbito legal y de políticas propicio, que aborde las barreras comunes al acceso a los servicios para el VIH, especialmente para los grupos de población clave, y que pueda adaptarse a las necesidades y realidades diversas de los hombres y niños. 

El informe Blind spot señala que al posibilitar que los hombres permanezcan libres del VIH, se realicen las pruebas con regularidad y comiencen y permanezcan en tratamiento si son seropositivos, los beneficios no solo mejorarán los resultados de la salud masculina, sino que también contribuirán a reducir las nuevas infecciones por el VIH entre las mujeres y las niñas y a cambiar las costumbres de género dañinas.


Se estima que en 2016 (y en junio de 2017*):

*20,9 millones [18,4–21,7 millones] de personas estaban accediendo a la terapia antirretrovírica

36,7 millones [30,8–42,9 millones] de personas en todo el mundo vivían con VIH

1,8 millones [1,6–2,1 millones] de personas contrajeron la infección por el VIH

1 millón [830 000–1,2 millones] de personas murieron a causa de enfermedades relacionadas con el sida

 

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El Director Ejecutivo de ONUSIDA nombra a la profesora Quarraisha Abdool Karim Embajadora Especial de ONUSIDA

CIUDAD DEL CABO/GINEBRA, 20 de noviembre de 2017—El Director Ejecutivo de ONUSIDA, Michel Sidibé, ha nombrado a la Directora Científica Adjunta del Centro para el Programa de Investigación del Sida en Sudáfrica, Quarraisha Abdool Karim, Embajadora Especial de ONUSIDA para los Adolescentes y el VIH. Esta noticia se anunció en Ciudad del Cabo durante la presentación de un nuevo informe de ONUSIDA, Right to health.

La profesora Abdool Karim es una de las principales investigadoras del sida a nivel mundial. Ha hecho contribuciones pioneras a la comprensión de la epidemia de VIH entre los jóvenes, en especial entre las jóvenes, y es una firme defensora de los derechos de las personas que viven con el VIH y están afectadas por él. En su nuevo papel como Embajadora Especial de ONUSIDA, se centrará en los adolescentes y el VIH, al tiempo que promoverá la implicación de las jóvenes en la ciencia.

"Me alegra mucho que Quarraisha Abdool Karim haya aceptado este puesto", afirmó el Sr. Sidibé. "Como defensora férrea y constante de los jóvenes que viven con el VIH y están afectados por el virus, utilizará su nuevo puesto para seguir traduciendo la investigación y el conocimiento científicos en soluciones centradas en las personas y en programas de prevención destinados a reducir los factores que hacen a los jóvenes tan vulnerables a las infecciones por el VIH. ONUSIDA espera con interés brindarle apoyo en su labor".

Los jóvenes son especialmente vulnerables al VIH. Se estima que, en 2016, se produjeron unas 610.000 nuevas infecciones por el VIH entre jóvenes con edades comprendidas entre los 15 y los 24 años; las mujeres representan el 59% de las nuevas infecciones en este grupo de edad. En África Oriental y Meridional, las jóvenes de entre 15 y 24 años representan dos tercios de las nuevas infecciones por el VIH en este grupo de edad.    

"A medida que aumenta nuestra comprensión de la epidemia del VIH y la dinámica de transmisión que hace que los jóvenes se enfrenten a un mayor riesgo de infección, todos los sectores de la sociedad deben colaborar para asegurarse de que los adolescentes tienen acceso a información y servicios que puedan mantenerlos sanos y salvos durante el período crucial de sus vidas que conduce a la edad adulta", aseguró la profesora Abdool Karim.

La Sra. Abdool Karim es profesora de Epidemiología Clínica en la Facultad de Salud Pública Mailman de la Universidad de Columbia (Estados Unidos de América) y profesora honorífica de Salud Pública en la Facultad de Medicina Nelson R. Mandela de la Universidad de KwaZulu-Natal (Sudáfrica). Es miembro del Panel de Expertos Científicos y Asesora Científica del Director Ejecutivo de ONUSIDA.

En 2013, la profesora Abdool Karim recibió la condecoración más prestigiosa de Sudáfrica, la Orden de Mapungubwe, por su contribución a la respuesta al VIH.

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ONUSIDA anuncia que casi 21 millones de personas que viven con el VIH reciben tratamiento actualmente

Un nuevo informe de ONUSIDA destaca el derecho a la salud como clave para poner fin al sida

CIUDAD DEL CABO/GINEBRA, 20 de noviembre de 2017 — Se están logrando progresos notables en el tratamiento del VIH. En vísperas del Día Mundial del Sida, ONUSIDA ha presentado un nuevo informe que muestra que el acceso al tratamiento ha aumentado significativamente. En 2000, solo 685 000 personas que vivían con el VIH tenían acceso al tratamiento antirretrovírico. En junio de 2017, alrededor de 20,9 millones de personas tenían acceso a esos medicamentos vitales. Ese aumento tan espectacular no habría sido posible sin el coraje y la determinación de las personas que viven con el VIH que exigen y reivindican sus derechos, respaldados por un liderazgo y un compromiso financiero firmes y constantes.

«Muchas personas no recuerdan que en el año 2000 en Sudáfrica solo había 90 personas en tratamiento», afirmó en Khayelitsha (Sudáfrica) el Director Ejecutivo de ONUSIDA, Michel Sidibé. «En la actualidad, Sudáfrica cuenta con el mayor programa mundial de ese tratamiento que salva vidas, con más de 4 millones de personas en tratamiento. Este es el tipo de aceleración que necesitamos estimular, sostener y replicar».

El aumento del número de personas que reciben tratamiento está haciendo que más personas que viven con el VIH se mantengan vivas y sanas. La investigación científica también ha demostrado que una persona que vive con el VIH que se adhiere a un régimen de tratamiento antirretrovírico eficaz tiene hasta un 97 % menos de probabilidades de transmitir el VIH. A medida que se ha ido ampliando el acceso al tratamiento a las mujeres embarazadas que viven con el VIH, se han reducido rápidamente las nuevas infecciones por el VIH en los niños. Entre 2010 y 2016, las nuevas infecciones por el VIH en los niños se redujeron en un 56 % en África oriental y meridional, la región más afectada por el VIH, y en un 47 % a nivel mundial.

«En 2001, la primera persona en Khayelitsha comenzó el tratamiento del VIH. Hoy en día aquí hay casi 42 000 personas en tratamiento. El éxito del programa de tratamiento de Khayelitsha es un microcosmos del éxito masivo del programa de VIH de Sudáfrica», afirmó Aaron Motsoaledi, Ministro de Salud de Sudáfrica.

Los retos actuales consisten en garantizar que los 15,8 millones de personas que necesitan tratamiento puedan acceder a los medicamentos y volver a situar la prevención del VIH en lo alto de los programas de salud pública, especialmente en los países en los que están aumentando las nuevas infecciones por el VIH.

El nuevo informe de ONUSIDA, Mi salud, mi derecho, destaca que las personas más marginadas de la sociedad y las más afectadas por el VIH siguen enfrentándose a grandes dificultades para acceder a los servicios sanitarios y sociales que tan urgentemente necesitan. Sin embargo, el informe también ofrece ejemplos innovadores de cómo están respondiendo las comunidades marginadas.

En la India, por ejemplo, un colectivo de profesionales del sexo ha capacitado a trabajadoras sexuales para que trabajen como auxiliares de enfermería, proporcionando servicios de salud sin estigma a ese sector y a la comunidad en general. En Uganda, grupos de abuelas confeccionan y venden cestas tradicionales para poder pagar la escolarización de los nietos a su cargo que perdieron a sus padres a causa del sida.

En 2016, alrededor de 1,8 millones de personas contrajeron la infección por el VIH, lo que representa una disminución del 39 % con respecto a los 3 millones de personas que contrajeron la infección en el pico de la epidemia a finales de los años noventa. En el África subsahariana, las nuevas infecciones por el VIH han disminuido en un 48 % desde 2000.

Sin embargo, las nuevas infecciones por el VIH están aumentando a un ritmo rápido en los países que no han ampliado los servicios de salud y VIH a las zonas y poblaciones donde son más eficaces. En Europa oriental y Asia central, por ejemplo, las nuevas infecciones por el VIH han aumentado en un 60 % desde 2010 y las muertes relacionadas con el sida en un 27 %.

Se encuentran referencias al derecho a la salud en la legislación regional e internacional, en tratados y declaraciones de las Naciones Unidas y en leyes y constituciones nacionales de todo el mundo. El derecho a la salud se define en el artículo 12 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales como el derecho de toda persona al disfrute del más alto nivel posible de salud física y mental. Esto incluye el derecho de todas las personas, también las que viven con el VIH y las que están afectadas por él, a la prevención y el tratamiento de la mala salud, a tomar decisiones sobre su propia salud y a ser tratadas con respeto y dignidad y sin discriminación.

El informe de ONUSIDA Mi salud, mi derecho deja claro que los Estados tienen obligaciones básicas en materia de derechos humanos para respetar, proteger y cumplir el derecho a la salud.

El informe da voz a las comunidades más afectadas por el VIH —incluidas las personas que viven con el VIH, las profesionales del sexo, las personas que consumen drogas, los hombres homosexuales y otros hombres que tienen relaciones sexuales con hombres y los jóvenes— para que manifiesten qué significa para ellos el derecho a la salud.

«Hace casi veinte años, la lucha se centraba en el acceso al tratamiento. Ahora, mi lucha no es solo cuestión de acceso, sino también de garantizar que tenga el apoyo que necesito para llevar una vida sana y positiva. Ese es mi derecho a la salud», afirma Cindy Mguye, representante de la sociedad civil.

Dondequiera que el derecho a la salud está en peligro, el VIH se propaga. En el África subsahariana, por ejemplo, el 67 % de las nuevas infecciones por el VIH entre los jóvenes se producen entre mujeres jóvenes y niñas de 15 a 24 años. Los estudios han demostrado que un gran número de mujeres jóvenes y niñas de la región contrae el VIH de hombres mayores, lo que plantea múltiples preocupaciones sobre la capacidad de las mujeres jóvenes y las niñas para negociar relaciones sexuales más seguras, permanecer en el sistema educativo y acceder a servicios de salud sexual y reproductiva apropiados para su edad.

Los estudios también han demostrado las dificultades a que se enfrentan los servicios de salud para llegar a los hombres con las pruebas y el tratamiento del VIH, así como a los servicios de salud en general, lo que demuestra el desafío de alentarlos a ejercer su derecho a la salud. En 2016, los hombres en el África subsahariana tenían un 18 % menos de probabilidades de acceder al tratamiento y un 8 % más de probabilidades de morir por enfermedades relacionadas con el sida que las mujeres.

Además, el informe Mi salud, mi derecho es una clara demostración de los retos que se avecinan en los esfuerzos por poner fin a la epidemia del sida como amenaza para la salud pública para 2030, como se señala en la Declaración política de las Naciones Unidas sobre el fin del sida de 2016.

En el informe se subraya que para reducir las nuevas infecciones por el VIH y las muertes relacionadas con el sida y garantizar el acceso a los servicios de salud esenciales, es preciso aumentar la financiación para atender las necesidades de salud. También ofrece ejemplos de cómo mejorar la financiación, incluido el aumento de la proporción del gasto sanitario en las economías nacionales, el ahorro mediante la eficiencia y la asociación con el sector privado. El déficit de financiación para el VIH se estima en 7 000 millones de dólares para 2020.

ONUSIDA ha establecido un programa para acelerar la respuesta al VIH para 2020 con vistas a poner fin a la epidemia de sida como amenaza para la salud pública para 2030. Seguirá trabajando en estrecha colaboración con sus copatrocinadores y asociados para garantizar que todas las personas, en cualquier lugar, puedan ejercer su derecho a la salud y acceder a los servicios sanitarios y sociales que necesiten.


Se estima que en 2016 (y en junio de 2017*):

*20,9 millones [18,4 millones–21,7 millones] de personas estaban accediendo al tratamiento antirretrovírico (en junio de 2017)

36,7 millones [30,8–42,9 millones] de personas vivían con el VIH en el mundo

1,8 millones [1,6–2,1 millones] de personas se infectaron con el VIH

1,0 millones [830 000–1,2 millones] de personas murieron a causa de enfermedades relacionadas con el sida

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ONUSIDA lanza la campaña del Día Mundial del Sida 2017: Mi salud, mi derecho

GINEBRA, 6 de noviembre de 2017—En las vísperas del Día Mundial del Sida, que se celebra el 1 de diciembre, ONUSIDA ha lanzado la campaña para el Día Mundial del Sida de este año. La campaña, Mi salud, mi derecho, se centra en el derecho a la salud y explora los desafíos a los que se enfrentan las personas de todo el mundo para ejercer sus derechos.

“Todas las personas, independientemente de la edad, el género, el lugar en el que viven o las personas a las que aman, tienen derecho a la salud”, afirmó Michel Sidibé, director ejecutivo de ONUSIDA. “Sean cuales sean sus necesidades sanitarias, todos necesitan que los recursos sanitarios estén disponibles y sean accesibles, de buena calidad y sin discriminación”.

El derecho a la salud se recoge en el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de 1966 como el derecho de todos a disfrutar de una salud mental y física de acuerdo a unos estándares lo más altos posibles. Esto incluye el derecho de cualquier persona a acceder a la prevención y el tratamiento de sus enfermedades, a tomar decisiones sobre su propia salud y a que se la trate con respeto y dignidad.

La campaña nos recuerda que el derecho a la salud va más allá del acceso a servicios sanitarios de calidad y a medicamentos y que también depende de diversas garantías de gran importancia, como una vivienda y unos saneamientos adecuados, condiciones de trabajo saludables, un entorno limpio y acceso a la justicia.

Es frecuente que cuando el derecho a la salud de una persona se ve comprometido no pueda prevenir con eficacia enfermedades y problemas de salud como el VIH ni acceder al tratamiento y la asistencia. Las personas a las que más se margina en la sociedad, como los trabajadores sexuales, las personas que se inyectan drogas, los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, las personas que están encarceladas y aquellas que migran, suelen ser las que más dificultades tienen para ejercer su derecho a la salud, y también son las más vulnerables al VIH.

La mayoría de los Objetivos de Desarrollo Sostenible están relacionados de una manera u otra con la salud. Alcanzar dichos objetivos, entre los que se incluye poner fin a la epidemia de sida como amenaza para la salud pública para 2030, dependerá en buena medida de que se consiga garantizar el derecho a la salud para todos.

Mi salud, mi derecho invita a las personas a compartir sus puntos de vista e inquietudes entorno a cómo garantizar su propio derecho a la salud, así como a crear un movimiento que ponga de manifiesto la importancia de eliminar las desigualdades sanitarias. Los materiales de la campaña incluyen sugerencias para tweets, pósteres y postales para descargar y un folleto informativo que además contiene los principales mensajes en relación al derecho a la salud.

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ONUSIDA y UNFPA lanzan una hoja de ruta para frenar nuevas infecciones por el VIH

La coalición global para la prevención del VIH celebra la primera reunión en Ginebra, Suiza, destinada a encontrar maneras de reforzar y apoyar el compromiso político por la prevención del VIH

GINEBRA, 10 de octubre de 2017—En el marco de los esfuerzos globales por poner fin a la epidemia de sida como una amenaza para la salud pública, ONUSIDA, el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) y otros socios han lanzado una hoja de ruta para reducir el número de nuevas infecciones por el VIH. La hoja de ruta de prevención del VIH para 2020 fue lanzada durante la primera reunión de la coalición global para la prevención del VIH. La coalición está presidida por los directores ejecutivos de ONUSIDA y UNFPA y reúne a los Estados miembros de las Naciones Unidas, la sociedad civil, organizaciones internacionales y otros socios como parte de los esfuerzos para reducir las nuevas infecciones por el VIH en un 75% para 2020.

A pesar de los avances logrados en la reducción de las muertes relacionadas con el sida, que han disminuido en casi un 50% desde el pico de la epidemia, la reducción en el número de nuevas infecciones en adultos está estancada. Si bien las nuevas infecciones por el VIH en niños han disminuido en un 47% desde 2010, las nuevas infecciones por el VIH en adultos solo han disminuido en un 11%.

"Ampliar el tratamiento no servirá por sí solo para poner fin a la epidemia de sida", dijo Michel Sidibé, Director Ejecutivo de ONUSIDA. "Necesitamos más energía, un liderazgo más fuerte, más inversión y una acción sostenida en torno a la prevención del VIH para garantizar que todos, especialmente los grupos de población clave con mayor riesgo de exposición al VIH, puedan protegerse frente al virus".

"El aumento de las infecciones nuevas en mujeres jóvenes y adolescentes en el África subsahariana es especialmente preocupante", dijo la Directora Ejecutiva del UNFPA, Natalia Kanem. "En muchos lugares, la falta de acceso a educación, la falta de representación y la falta de autonomía sobre sus propios cuerpos impiden a las adolescentes reclamar sus derechos humanos. Y son las niñas más pobres las que tienen menos poder para decidir si desean casarse, cuándo desean hacerlo y con quién, y si quieren quedarse embarazadas, y en su caso, cuándo y con qué frecuencia. Esta falta de poder hace que estas niñas sean extremadamente vulnerables a la infección por el VIH, a las infecciones de transmisión sexual y a embarazos no deseados."

En 2016, en la Declaración política de las Naciones Unidas sobre el VIH, los países se comprometieron a reducir las nuevas infecciones por el VIH en un 75% (de 2,2 millones en 2010 a 500 000 en 2020). La nueva hoja de ruta elaborada por ONUSIDA, UNFPA y otros socios pone a los países en la vía rápida para acelerar la consecución de este importante objetivo.

"La coalición está aquí para reconocer que todos importamos", dijo Laurel Sprague, Directora Ejecutiva, Red Mundial de Personas que Viven con el VIH/sida (GNP+). "Esto significa trabajar duramente para garantizar que todas las personas que viven con el VIH puedan permanecer sanas, vivas y libres de prejuicios descorazonadores y discriminación, y para garantizar que todas las personas que no sean VIH-positivas tengan el apoyo y los recursos que necesitan para seguir siendo VIH-negativas."

La hoja de ruta de prevención del VIH para 2020 incluye un plan de acción de 10 puntos que señala las medidas inmediatas y concretas que deben tomar los países para acelerar el progreso. Estas medidas incluyen realizar un análisis actualizado para evaluar dónde hay oportunidades para conseguir un mayor impacto, elaborar directrices que identifiquen deficiencias y medidas para una rápida ampliación, impartir formación para desarrollar competencias en materia de prevención del VIH y para crear redes, y hacer frente a los obstáculos jurídicos y políticos a fin de llegar a las personas más afectadas por el VIH, como los jóvenes y las poblaciones clave.

La hoja de ruta identifica los factores que han dificultado el progreso, como las deficiencias en liderazgo político, leyes punitivas, falta de servicios accesibles a los jóvenes y falta de servicios de prevención del VIH en entornos humanitarios.

La hoja de ruta identifica además deficiencias graves de financiación y asignación de presupuesto: ONUSIDA estima que cerca de un cuarto del presupuesto para VIH debería destinarse a programas de prevención del VIH. Sin embargo, en 2016, muchos países gastaron menos de un 10% de sus presupuestos para VIH en prevención, y muchos donantes internacionales gastaron menos de un cuarto. 

"ONUSIDA reclama un compromiso y liderazgo para obtener resultados tangibles", indicó Sidibé. "Liderazgo para abordar cuestiones políticas delicadas y liderazgo para movilizar una financiación adecuada de los programas de prevención del VIH." 

Para reducir las nuevas infecciones por VIH en un 75% será necesario prestar especial atención a la prevención del VIH, así como ampliar el tratamiento y las pruebas del VIH. Resultará fundamental la adopción de una perspectiva basada en la población y la ubicación geográfica para garantizar una planificación y programación efectivas y eficientes, y de una perspectiva centrada en las personas que responda a las necesidades de los grupos de población clave con mayor riesgo de exposición al VIH.

Se necesitarán esfuerzos conjuntos para llegar a las mujeres jóvenes y adolescentes y a sus parejas masculinas, para ampliar los programas de prevención combinada del VIH a las poblaciones clave, para aumentar la disponibilidad y el uso de preservativos, para ampliar los programas de circuncisión médica masculina voluntaria para la prevención del VIH y para garantizar que los grupos de población clave con mayor riesgo de exposición al VIH tienen acceso a las medicinas preventivas. 

La hoja de ruta anima a los países a desarrollar un plan de 100 días para medidas inmediatas, que incluyan el establecimiento de objetivos nacionales, la revisión del progreso alcanzado en relación con el plan al cabo de los 100 días, la reevaluación de sus programas de prevención nacionales y la adopción de medidas correctivas inmediatas. Destaca la forma en que los distintos socios pueden contribuir y señala medidas para la sociedad civil, los socios de desarrollo, las instituciones filantrópicas y la comunidad empresarial. La consecución de estos objetivos debería acelerar significativamente el progreso en la reducción de nuevas infecciones por VIH, poniendo a los países firmemente en el camino hacia el fin de la epidemia del sida.  

Hoja de ruta de prevención del VIH para 2020 (en inglés)  http://www.unaids.org/en/resources/documents/2017/hiv-prevention-2020-road-map

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