Press Statement

Abordar las desigualdades para garantizar la salud y los derechos de todos

 

Declaración de Winnie Byanyima, Directora Ejecutiva de ONUSIDA, con motivo del Día de la Cobertura Universal de Salud

12 de diciembre de 2021
Winnie Byanyima
Directora Ejecutiva de ONUSIDA
Secretaria General Adjunta de las Naciones Unidas

Mientras conmemoramos el Día de la Cobertura Universal de Salud en 2021, el mundo se adentra en el tercer año de la pandemia de COVID-19, que nos ha recordado que nadie está a salvo hasta que todo el mundo lo esté. Además, demuestra como las pandemias exponen las desigualdades entre personas, países y comunidades.

La cobertura universal de salud significa que todas las personas y comunidades pueden acceder a los servicios de salud que necesitan sin tener que pasar por dificultades económicas. Sin embargo, dado que al menos la mitad de la población mundial carecía de acceso a los servicios de salud esenciales incluso antes de la pandemia de COVID-19, aún queda mucho trabajo por hacer.

Debemos centrarnos urgentemente en tres cuestiones:

  • En primer lugar, abordar las desigualdades que nos impiden alcanzar la cobertura universal de salud y acabar con el sida.
    • Necesitamos sistemas de datos centrados en las personas que pongan de manifiesto las desigualdades y den prioridad al esfuerzo por resolverlas.
    • Debemos poner los derechos humanos en el foco de atención. La declaración política de la Reunión de Alto Nivel de las Naciones Unidas sobre la Cobertura Universal de Salud en 2019 pidió a los países que "lleguen primero a los más desfavorecidos".
  • En segundo lugar, reforzar el apoyo a las respuestas basadas en la comunidad y dirigidas por ella.
    • Cuatro décadas de respuesta al sida han demostrado que este respaldo es un pilar fundamental para la efectividad de las respuestas a la pandemia.
    • La participación comunitaria debe ser parte integral de los sistemas de salud.
  • En tercer lugar, impulsar la inversión en salud, una financiación sostenible e innovadora y umbrales ambiciosos para los compromisos financieros.
    • La Declaración de Abuja, firmada por los gobiernos africanos, para destinar el 15 % de los ingresos a la sanidad, es un ejemplo de ello.
    • Para lograr la cobertura universal de salud y el control de la pandemia, necesitamos un cambio de paradigma respecto a la financiación de la salud mundial e inversiones en respuestas lideradas por la comunidad, basadas en los derechos humanos, centradas en las personas y respuestas transformadoras de género.

Con motivo del Día de la Cobertura Universal de Salud, pido apoyo y medidas urgentes para garantizar la salud y los derechos para todos.

Press Statement

ONUSIDA insta a una cobertura sanitaria universal basada en los derechos humanos y centrada en las personas

GINEBRA, 12 de diciembre de 2020 - Al mundo le quedan únicamente diez años para hacer realidad el objetivo de la cobertura sanitaria universal recogido en los Objetivos de Desarrollo Sostenible. De hoy en diez años, todo el mundo debería tener acceso a unos servicios sanitarios básicos de calidad, y a vacunas y medicamentos seguros, eficaces, de calidad y económicamente asequibles. Sin embargo, ese objetivo hoy parece estar más lejos que nunca. En el año 2017, menos de la mitad de la población mundial tenía cubierta la atención sanitaria esencial y, si las tendencias actuales continúan su camino, se calcula que para 2030 solo el 60 % de las personas de todo el mundo disfrutarán de la cobertura sanitaria universal.

En este Día Internacional de la Cobertura Sanitaria Universal, ONUSIDA llama al mundo a cumplir su obligación y procurar una cobertura sanitaria universal basada en los derechos humanos y centrada en las personas.

Con el lema escogido este año para celebrar este Día Internacional de la Cobertura Sanitaria Universal, «Salud para todos: protejamos a todas las personas», lo que se pretende es insistir en que la salud es un derecho humano fundamental.

Es inaceptable que a día de hoy las desigualdades sigan impactando la capacidad de la gente para acceder a la atención sanitaria. La salud es un derecho humano, pero demasiado a menudo se pasa por alto y se niega, sobre todo a las personas más vulnerables, marginadas y criminalizadas.

Por su estatus socioeconómico, género, edad,  orientación sexual o nacionalidad, a mucha gente se le prohíbe cuidar de su salud. Al igual que sabemos que sucede en la respuesta al VIH, la igualdad es esencial para lograr la cobertura sanitaria universal. De esta forma, para progresar y hacer realidad el derecho a la salud de todos, debemos lograr mayor igualdad, inclusión social y cohesión en nuestras sociedades. Solo acercándonos a la cobertura sanitaria universal a partir de los derechos humanos y con las personas en el centro lograremos garantizar una salud equitativa para todos.

La COVID-19 ha dejado ver cómo se ha relegado los sistemas de salud públicos en muchos países del mundo. Para promover la salud y el bienestar, los países tienen que invertir en las principales funciones de los sistemas sanitarios, incluida la sanidad pública, como bienes comunes para la salud.

El dinero nunca podría ser el motivo por el que una persona pudiera o no recibir atención sanitaria. Nadie debería caer en la pobreza por tener que asumir los costes derivados de los cuidados de su salud. ONUSIDA pide a todos los Gobiernos que eliminen las tasas de usuario y que la salud para todos se financie con fondos públicos.

Aun antes de la pandemia de la COVID-19, la respuesta mundial al sida había perdido fuerza, en parte debido a las mínimas inversiones que se estaban haciendo en los sistemas de salud. La cobertura sanitaria universal y la erradicación del sida no se pueden ni conseguir ni sostener sin sistemas sanitarios resilientes y con un buen funcionamiento capaces de responder a las necesidades de todas las personas, sin discriminación ni estigma.

La respuesta al VIH nos ha demostrado que son las comunidades las que marcan la diferencia. Durante la pandemia de la COVID-19, las organizaciones lideradas por la comunidad, entre ellas las comunidades formadas por personas que viven con el VIH, en todos los rincones del mundo se han movilizado para proteger a los más vulnerables, para lo que han trabajado con los Gobiernos con el fin de mantener en marcha los servicios esenciales.

Las comunidades han hecho grandes campañas para lograr la dispensación multimensual de los antirretrovirales. También han organizado los repartos domiciliarios de los medicamentos y han proporcionado apoyo económico, alimentos y cobijo a las poblaciones en riesgo. Las comunidades forman parte de los sistemas sanitarios y son fundamentales para conseguir la cobertura sanitaria universal. Por ello, su liderazgo merece un reconocimiento y un apoyo mucho mayores. Hay que valorar la inmensidad de sus innovaciones y agradecerles su enorme contribución para lograr que todas las personas en todo el mundo vean respetado su derecho a la salud.

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Mensaje de la Directora Ejecutiva de ONUSIDA con motivo del Día de la Cobertura Sanitaria Universal

En este Día de la Cobertura Sanitaria Universal, alzo la voz en solidaridad con todas aquellas personas que carecen de acceso a los servicios sanitarios que precisan. Hoy, 10 000 de esas personas morirán. Cada dos minutos una mujer fallecerá dando a luz. Y cada segundo, tres personas serán empujadas a caer en la pobreza extrema por tener que sufragarse su atención sanitaria. Hoy en día quienes más necesitan la atención sanitaria son precisamente quienes menos posibilidades tienen de recibirla. Esto ha de cambiar, y debe hacerlo enseguida.

La cobertura sanitaria universal es un derecho humano de todas y cada una de las personas que habitan este planeta. Sin importar quiénes sean o dónde vivan, todo el mundo tiene derecho a recibir servicios sanitarios de calidad sin enfrentarse a la crudeza económica. Este no es sino un compromiso histórico adquirido por los Estados miembros de las Naciones Unidas en la declaración política firmada en la primera reunión de alto nivel sobre la cobertura sanitaria universal que se celebró el pasado mes de septiembre.

La cobertura sanitaria universal es clave en nuestro tiempo y en la respuesta al sida, porque los mejores resultados de salud se deben, en primer lugar y sobre todo, a abordar las injusticias. La demostración de que la cobertura sanitaria se torne verdaderamente universal estará tanto en una salud mejorada, como en la eliminación de una desigualdad inaceptable en cuanto a resultados sanitarios para la mayoría de las poblaciones marginadas. Llegará el día en que los padres no tendrán que escoger entre a qué hijo salvar porque el tratamiento tiene un coste demasiado caro.

Cada año 100 millones de personas son obligadas a caer en la pobreza extrema y 900 millones se enfrentan a una gravísima dificultad económica por tener que pagar de su bolsillo la atención médica. A pesar de todos los esfuerzos por reducir estas cifras, alarmantemente siguen en aumento. El incremento más rápido tiene lugar en África, donde dos tercios de los países todavía tienen que pagar tasas por utilizar cualquier nivel de atención. Y esto ha de cambiar. Las tasas de usuario atrapan a las personas, sobre todo a las mujeres y a los niños, en ciclos de pobreza, enfermedad e impotencia. Es una enorme injusticia obligar a las personas a escoger entre pagar por la comida, la educación o los servicios sanitarios que precisan. Constituye toda una violación de los derechos humanos el hecho de detener a los pacientes en los hospitales cuando no pueden permitirse abonar la factura. La cobertura sanitaria universal ha de levantar las barreras económicas que impiden el acceso a la atención sanitaria. Para garantizar el respeto a los derechos humanos y lograr salvar vidas, el acceso a una atención sanitaria de calidad debería estar disponible para todos.

Sin embargo, la cobertura sanitaria universal tiene también que ir más allá del sector sanitario, para lidiar asimismo con los determinantes sociales, económicos y estructurales de la salud, como son la pobreza, la falta de educación formal, la desigualdad de género y la violencia de género. Del mismo modo, debe asegurarse de que los grupos de población clave y vulnerables no queden excluidos del acceso a los servicios sanitarios debido a las barreras legales, al estigma y a la discriminación por ser quienes son.

La respuesta al sida nos ha enseñado que las organizaciones lideradas por las comunidades constituyen la parte central de cualquier sistema sanitario eficaz. Hace tan solo unos días celebramos el Día Mundial del Sida haciendo un llamamiento a todo el mundo para que en todos los rincones se reconozca que son las comunidades quienes marcan la diferencia. Si en la actualidad más de 24 millones de personas tienen acceso al tratamiento para el VIH, ello se debe primeramente y, ante todo, a la labor de todas esas comunidades que abogan por los servicios, los defienden, los acercan a las personas y hacen que los sistemas asuman su responsabilidad.

Para que la cobertura sanitaria universal consiga resultados de salud cuantificables, debe financiar e incluir los servicios liderados por la comunidad. Las comunidades necesitan estar en el centro, implicarse en cada paso de la gobernanza sanitaria, la planificación, la implementación, la monitorización, la comunicación y la investigación.

Haciendo mío el lema de este año del Día de la Cobertura Sanitaria Universal, «Cumplamos nuestra promesa», insto a todos los Gobiernos y comunidades a aprovechar y dar aún más fuerza al dinamismo generado por el compromiso en la declaración política, para trabajar juntos y avanzar hacia servicios sanitarios de calidad e iguales para todos, que lleguen a las personas más necesitadas y mejoren su bienestar. Esto será fundamental tanto para acabar con el sida como para logar los Objetivos de Desarrollo Sostenibles.

Winnie Byanyima

Directora Ejecutiva de ONUSIDA

Secretaria general adjunta de las Naciones Unidas

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ONUSIDA aplaude el compromiso de los Estados miembros de las Naciones Unidas de prestar servicios sanitarios de calidad a mil millones más de personas para 2023

ONUSIDA insiste en que es fundamental que la sociedad civil y las comunidades adquieran un compromiso en cada uno de los aspectos relacionados con la cobertura sanitaria universal para que nadie se quede atrás

NUEVA YORK/GINEBRA, 23 de septiembre de 2019—ONUSIDA recibe con gran agrado el sólido compromiso adquirido por los Estados miembros de las Naciones Unidas para lograr la cobertura sanitaria universal de cara a 2030. Los Estados miembros reforzaron su compromiso de conseguir la cobertura sanitaria universal en la primera reunión de alto nivel sobre la cobertura sanitaria universal de la Asamblea General de las Naciones Unidas, la cual se celebró en Nueva York (EE. UU.) el día 23 de septiembre. Durante esta reunión, los Estados miembros de las Naciones Unidas adoptaron una declaración política con relación a la cobertura sanitaria universal, en la cual volvieron a respaldar el derecho de las personas a disfrutar del mayor nivel de salud física y mental como parte integral de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

En un contexto tan preocupante como el actual, en el que el espacio cívico se va reduciendo, ONUSIDA se siente reforzada por el llamamiento hecho por los Estados miembros en su declaración política para contar con la sociedad civil en la gestión del sistema de salud, la elaboración de políticas sanitarias y el proceso de revisión de la cobertura sanitaria universal. Hacer partícipes a la sociedad civil y a las comunidades de todo el mundo será fundamental para garantizar el éxito de la cobertura sanitaria universal en todos los rincones.

«Instamos fuertemente a los Gobiernos a invertir en el liderazgo y las capacidades de las distintas comunidades, especialmente de aquellas que no cuentan con ningún tipo de representación», señaló Gunilla Carlsson, Directora Ejecutiva en funciones de ONUSIDA. «Para llegar hasta los que se han quedado más atrás, la cobertura sanitaria universal debe conseguir que las comunidades se comprometan y den prioridad a sus enfoques transformadores de la sociedad y basados en los derechos humanos. Ello nos garantizará el acceso a los servicios sanitarios, nos permitirá obtener resultados centrados en las personas y contribuirá a eliminar las disparidades en lo referente a la salud».

ONUSIDA está enormemente comprometida para permitir a las comunidades, sobre todo a las más vulnerables, participar en el diseño, la aplicación y el control de las cuestiones relacionadas con el ámbito de la salud. Como parte de esa misión, ONUSIDA ha trabajado con otros socios en el Plan de acción global para una vida sana y el bienestar para todos, con el fin de asegurar el pleno compromiso de las comunidades y de la sociedad civil en lo que a la cobertura sanitaria universal se refiere. Este plan de acción global se presentará en la ciudad de Nueva York el día 24 de septiembre.

ONUSIDA también agradece el compromiso de los Estados miembros para no dejar a nadie atrás, incluyéndose aquí niños, jóvenes, personas con discapacidades, personas que viven con el VIH, gente mayor, comunidades indígenas, personas desplazadas internas y migrantes. ONUSIDA recuerda también a los Estados miembros la necesidad de llegar a los grupos más afectados por el VIH, como los trabajadores sexuales, los gais y otros hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, los transgénero, las personas que se inyectan drogas, los presos y las personas en territorios en conflicto. Su objetivo es siempre el de garantizar que incluso los más marginados tengan acceso a los servicios sanitarios.

La declaración política referente a la cobertura sanitaria universal admite que la acción que se está llevando actualmente a cabo resulta inadecuada para conseguirla, y que al menos la mitad de la población mundial carece de acceso a los servicios sanitarios básicos. A día de hoy más de 800 millones de personas tienen que gastar al menos un 10 % de sus ingresos en su atención sanitaria, y se calcula que en torno a 100 millones de personas cada año caen en la pobreza como consecuencia de los gastos relacionados con la salud que ellas mismas tienen que asumir.

Por ese motivo, ONUSIDA celebra el compromiso que los Estados miembros han contraído en la declaración política para frenar el aumento y revertir la tendencia en cuanto a los gastos en atención sanitaria que las personas han de sufragarse. Asimismo, aplaude su promesa de prestar progresivamente servicios sanitarios de calidad a mil millones más de personas para 2023, con vistas a llegar a todo el mundo para 2030.

ONUSIDA apoya también el compromiso de los Estados miembros para garantizar un gasto público nacional suficiente en el sistema sanitario, acercar a las personas servicios sanitarios básicos de calidad y proporcionar una financiación adecuada, predecible, fundamentada en pruebas y sostenible para apoyar los esfuerzos nacionales y lograr la cobertura sanitaria universal. Por su parte, ONUSIDA continuará luchando por obtener mayores recursos para que los servicios sanitarios y aquellos otros relacionados con la prevención y el tratamiento del VIH queden incluidos en los paquetes de atención sanitaria. 

Junto a su compromiso para lograr la cobertura sanitaria universal, los Estados miembros también reafirmaron los fuertes compromisos que ya adquirieron en la Declaración política sobre el VIH y el sida que adoptaron en junio de 2016. Justo en esta declaración política, los Estados miembros reconocieron que el progreso alcanzado en lo referente a la protección y el fomento de los derechos humanos, tanto de las personas que viven con el VIH como de las que corren el riesgo de contraerlo o están afectadas por el virus, queda lejos de ser suficiente. Por ello, se comprometieron a revisar y reformar toda aquella legislación que pudiera crear barreras o reforzar el estigma y la discriminación.

«Hemos de eliminar las barreras legales para garantizar el respeto al derecho a la salud», señaló la Sra. Carlsson. «La respuesta al sida se ha basado en el compromiso con los derechos humanos, la igualdad de género y la no discriminación, y en las necesidades que se han de satisfacer de los grupos de población clave».

Los avances en la respuesta al sida y la consecución de la cobertura sanitaria universal están interconectados y se refuerzan mutuamente. Ambas cosas contribuirán a conseguir las metas relacionadas con la salud de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. También, claro está, trabajando en los dos aspectos se logrará poner fin a la epidemia de sida para 2030.

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El compromiso de la sociedad civil con la cobertura sanitaria universal

26 Junio 2019

Lograr la cobertura sanitaria universal en un país supone un objetivo ambicioso, pero transformador. Las comunidades son fundamentales para la respuesta al sida y lo serán también para la exitosa implementación de la cobertura sanitaria universal. Cuando los Gobiernos nacionales constituyen un comité para coordinar la universalización de la atención sanitaria, se torna fundamental garantizar la participación de todas las comunidades importantes. La sociedad civil, incluidas las personas que viven con el VIH, debe estar involucrada en la toma de decisiones. Si la sociedad civil no se compromete pronto con el desarrollo de iniciativas para la cobertura sanitaria universal, las decisiones respecto de los servicios de salud se tomarán sin tener en cuenta la voz de las personas más afectadas por esas decisiones. El gráfico que vemos a continuación recoge cuatro formas en las que las comunidades contribuyen al diseño y la puesta en marcha de la cobertura sanitaria universal. 

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África - Conseguir asistencia sanitaria sin comprometer la calidad

08 Marzo 2019

El entusiasmo por la Asistencia Sanitaria Universal (ASU) en África está creciendo y muchos países africanos ya la han integrado en sus medidas de sanidad nacional. Sin embargo, con 11 millones de africanos relegados cada año a la pobreza extrema debido a los gastos en sanidad, ¿cómo puede lograr África una ASU que ofrezca un paquete de atención sanitaria de calidad para las personas de África?

 

Esto ha suscitado un debate en la capital de Ruanda (Kigali) durante uno de los mayores congresos sobre salud de África que ha tenido lugar esta semana: laConferencia Sanitaria Internacional de 2019.  Durante el evento, copatrocinado por el Ministerio de Sanidad de Ruanda y la Fundación Internacional Africana de Medicina e Investigaciones (AMREF Salud África), 1500 líderes mundiales de la sanidad compartieron nuevas ideas y soluciones nacionales para los apremiantes retos a los que se enfrenta el continente en esta materia.

 

Los participantes debatieron sobre la necesidad de los países de adoptar los principios de la ASU y hacer todo lo que esté en su mano para que funcione. Señalaron que un buen sistema de sanidad permite a los niños aprender y a los adultos contribuir a la sociedad y a la economía. Además, recalcaron que la sanidad puede ayudar a las personas a salir de la pobreza y ofrece una base para la seguridad económica a largo plazo, lo que supone una cuestión esencial para el futuro del continente.

El presidente del país anfitrión, Paul Kagame, recibió el premio de excelencia en reconocimiento por su liderazgo político relacionado con la ASU. Agradeció a AMREF mediante un tweet: «Debemos este progreso a socios como vosotros que han unido sus fuerzas con las nuestras en esta trayectoria para proveer una vida digna y saludable a todos los ruandeses». El Ministro de Sanidad de Etiopía recibió también un premio por su trabajo a la hora de fomentar la atención primaria.

Asegurar que todas las personas tienen acceso a los servicios sanitarios básicos supone un reto, y la clave para el éxito de la ASU será asegurar que la calidad de los servicios es lo suficientemente buena como para mejorar la salud de las personas que acceden a ella.

 

«Necesitamos llevar un seguimiento del  impacto de la ASU», afirmó Michel Sidibé, mientras co-moderaba una reunión ministerial de alto nivel. «La asistencia sanitaria por sí sola no es suficiente, necesitamos  proporcionar unos servicios de calidad, asequibles y accesibles para todos. La medida definitiva para el éxito de la ASU radica en que aquellos que son más pobres y se encuentran más marginados, junto con la población que está en una situación social vulnerable, puedan beneficiarse».

 

Durante la conferencia, Sidibé participó en una reunión con los jóvenes. Se dirigió a ellos para hablarles sobre su compromiso significativo en el proceso de implantar la ASU y afirmó que necesitan «reivindicar su propio espacio». Sidibé también conversó con los grupos de la sociedad civil sobre el destacado progreso realizado para alcanzar los objetivos de tratamiento 90-90-90 de ONUSIDA en África y sobre la necesidad vital de su compromiso continuo con el VIH dentro de la ASU.

 

La primera Reunión de Alto Nivel de las Naciones Unidas sobre la Asistencia Sanitaria Universal tendrá lugar el 23 de septiembre de 2019 durante la Asamblea General de las Naciones Unidas que tendrá como tema «Asistencia Sanitaria Universal: Avanzando Juntos para Construir un Mundo más Saludable».

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Comienza la Junta Coordinadora del Programa de ONUSIDA

26 Junio 2018

La 42ª reunión de la Junta Coordinadora del Programa de ONUSIDA (JCP) se celebra en Ginebra (Suiza) del 26 al 28 de junio.

En la ceremonia inaugural, Michel Sidibé, el director ejecutivo de ONUSIDA, informó sobre los progresos que se han conseguido en la respuesta al sida y planteó los desafíos y las oportunidades que aún están por venir. Subrayó que los avances logrados en la respuesta al sida son irregulares y precarios, y solicitó una atención renovada y el compromiso conjunto para poner fin a la epidemia de sida para 2030.

También destacó la importancia de adoptar un enfoque transformador en relación a la epidemia, que tiene que incluir la reforma de las leyes y las políticas en aras de acabar con la discriminación, una participación más amplia de las iniciativas comunitarias centradas en las personas en la prestación de servicios relacionados con el VIH, el uso de datos actualizados sobre ubicaciones y poblaciones en la toma de decisiones, la mitigación de las carencias de financiación para conseguir los Objetivos de Acción acelerada y la reafirmación de la relación existente entre poner fin al sida y conseguir la cobertura sanitaria universal.

También se informó a los miembros de la JCP sobre las acciones preventivas que se han tomado en ONUSIDA para acabar con el acoso sexual, las conductas indecorosas en el lugar de trabajo y cualquier forma de abuso. Entre estas acciones se incluye el establecimiento de un plan interno de cinco puntos que garantice que se tomen medidas inmediatas y eficaces contra laos comportamientos inapropiados y el abuso de autoridad, así como la estrecha colaboración con las partes interesadas, entre las que se cuenta la sociedad civil, para recabar información de gran utilidad sobre cómo fortalecer los esfuerzos de ONUSIDA en este sentido.

Posteriormente ese mismo día, se puso al día a la JCP sobre el proceso de establecimiento del Grupo Independiente de Expertos en prevención y respuesta ante el acoso, que incluye el acoso sexual, la intimidación y el abuso de poder en la Secretaría de ONUSIDA.

El segmento temático de la reunión tendrá lugar el último día, y el tema central será el poner fin a la tuberculosis y al sida. Los participantes estudiarán los desafíos a la hora de abordar la tuberculosis, la tuberculosis asociada al VIH y la tuberculosis resistente a los medicamentos en el contexto de la cobertura sanitaria universal y los Objetivos de Desarrollo Sostenible. También compartirán casos de buenas prácticas que ejemplifiquen una colaboración efectiva, tanto dentro de los programas nacionales de lucha contra la tuberculosis y el VIH como con las comunidades, para lograr una asistencia integral en relación a la tuberculosis y el VIH y fortalecer los sistemas sanitarios.

El Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte preside la 42ª reunión de la JCP, China ocupa la vicepresidencia y Argelia participa como ponente.

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Japón acoge una importante conferencia sobre la financiación de la respuesta al sida, la tuberculosis y la malaria

17 Diciembre 2015

Japón acogió la 5ª Reunión preparatoria de reabastecimiento del Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria (Fondo Mundial) el 16 y 17 de diciembre, que sentó las bases para una conferencia a mediados de 2016 en la que los donantes finalizarán el siguiente ciclo de financiación de tres años del Fondo Mundial.

Los participantes fueron el ministro de Asuntos Exteriores, Fumio Kishida, los ministros de Sanidad de varios países, Margaret Chan, la directora general de la Organización Mundial de la Salud, Bill Gates, copresidente de la Bill & Melinda Gates Foundation, y Luiz Loures, director ejecutivo adjunto de ONUSIDA.

"Tenemos una oportunidad sin precedentes en los próximos cinco años para detener la epidemia de sida", declaró el Sr. Loures. "Si ampliamos los servicios de atención, tratamiento y prevención y creamos un entorno en el que la gente tenga pleno acceso a ellos estaremos en el vía de poner fin a la epidemia de sida para 2030".

En las vísperas de la reunión, Japón también organizó una conferencia sobre la cobertura sanitaria universal a fin de evaluar los sistemas económicos y de financiación que necesitan los países para fomentar el acceso a una atención sanitaria y unos medicamentos asequibles. La cobertura sanitaria universal es fundamental para poner fin a la epidemia de VIH, tuberculosis y malaria, que está impulsada por la pobreza, el estigma y la discriminación.

Japón ha sido uno de los principales inversores en la respuesta al sida, prestando apoyo a los programas centrados en poblaciones clave en toda Asia e invirtiendo en proyectos como el Kenya HIV Situation Room, que utiliza tecnología de vanguardia para proporcionar datos de alta calidad sobre la epidemia del país.

Durante su estancia en Japón, el Sr. Loures también visitó PLACE Tokyo, que proporciona servicios basados en la comunidad relacionados con el VIH y la salud sexual, incluidos servicios de asesoramiento para las personas que viven con el VIH.

"El papel de las comunidades sigue siendo tan fundamental como siempre para abordar las realidades, necesidades y problemas de las personas que viven con el VIH en Japón", declaró el Sr. Loures. "Felicito a PLACE Tokyo por el trabajo que están haciendo para apoyar a las personas que viven con el VIH, sus socios y familiares".

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Se centra la atención en el papel de la UE para lograr una cobertura sanitaria universal en África

16 Octubre 2012

De izquierda a derecha: Dr. Jan Paehler, responsable de políticas del sector de salud de la Dirección general de Cooperación para el desarrollo - EuropeAid, Comisión Europea, David Evans, director del Departamento de financiación de los Sistemas de salud en la Organización Mundial de la Salud, Jean-Marc Chataigner, director general adjunto de asuntos mundiales, desarrollo y asociaciones del Ministerio de Asuntos exteriores de Francia, Laura Shields, periodista y moderadora en The Media Coach, Rosemary Museminali, representante de ONUSIDA para la Unión africana, ONUSIDA, Stefan Seebacher, jefe del Departamento de salud de la Federación internacional de la Cruz Roja, e Indu Capoor, director del Centro de educación y capacitación en materia de salud y conciencia de la nutrición.
Fotografía: EDD

Los expertos en salud mundial se reunieron en la conferencia de los Días Europeos del Desarrollo (EDD por sus siglas en inglés) para debatir el papel de la Unión Europea a la hora de dar su apoyo a los países de ingresos bajos y medios para alcanzar una cobertura sanitaria universal. La conferencia, de dos días de duración celebrada en Bruselas el 16 y el 17 de octubre, tendrá como tema principal el "Crecimiento inclusivo y sostenible para el desarrollo humano".

Un grupo de expertos de alto nivel denominado "Construcción de un contrato social para la salud" estuvo debatiendo qué podían hacer los países africanos para alcanzar la cobertura sanitaria universal y cómo podían dar su apoyo la UE y los asociados para el desarrollo.

La UE reconoce que la salud es un derecho de todos y un objetivo imprescindible dentro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Sin embargo, todavía queda mucho camino para alcanzar una cobertura sanitaria universal. Todo el grupo coincidió en que se necesita mejorar la coordinación, así como el apoyo técnico y financiero, para garantizar el derecho a la salud a todo el mundo.

Durante su presentación, Rosemary Munseminali, representante de ONUSIDA ante la Unión Africana, hizo énfasis en que "la Ruta para la responsabilidad compartida y solidaridad mundial " aprobada por los jefes de estado en la Cumbre de la Unión Africana representa un hito y demuestra su compromiso de buscar soluciones en África para la respuesta al VIH, la tuberculosis y la malaria".

"Pero África todavía necesita ayuda internacional", añadió. "Los asociados europeos para el desarrollo deben reforzar la solidaridad global y apoyar a los países dando los siguientes pasos juntos".

Este debate ha llegado durante un período crítico para Europa, ya que la UE está considerando su papel en la salud mundial y muchos estados miembros están tomando decisiones sobre asistencia sanitaria internacional que podrían tener consecuencias directas para los habitantes de los países más pobres.

"La nueva ruta para la responsabilidad compartida y solidaridad global" aprobada por los jefes de estado en la Cumbre de la Unión Africana representa un hito y demuestra su compromiso de buscar soluciones en África para responder al VIH, a la tuberculosis y a la malaria

La representante de ONUSIDA ante la Unión Africana, Rosemary Museminali

Los expertos también debatieron cómo la UE, trabajando junto con sus asociados para el desarrollo, podría asegurar un crecimiento inclusivo y equitativo en los países con ingresos bajos y medios a través del fomento de la responsabilidad compartida para la cobertura sanitaria universal en el contexto de sus estrategias de protección social y salud global.

"Hay que tener en cuenta las necesidades del país y su capacidad para distribuir servicios, pero también el compromiso de cada país de poner en marcha las iniciativas propuestas", manifestó Jan Paehler, responsable de políticas del sector de la salud de la Dirección general de la cooperación para el desarrollo - EuropeAid, Comisión Europea. "Tenemos que adaptar nuestro apoyo a las necesidades de cada país". 

Los participantes también investigan el papel de las Organizaciones de la sociedad civil (OSC) a la hora de asegurar el derecho a la salud a todo el mundo. Para estas organizaciones era fundamental que su papel tradicional evolucionara de ser responsable de controlar a los gobiernos a ser organizaciones capaces de distribuir cobertura sanitaria universal y protección social. Por ello, algunos asociados como la UE deberían "invertir más en desarrollo de capacidades de la comunidad para proporcionar servicios a sus comunidades, en especial los grupos de población clave a los que es más difícil hacer llegar sistemas tradicionales de salud", dijo Stefan Seebacher, jefe del Departamento de salud de la Federación internacional de la Cruz Roja.

El grupo lo organizaron conjuntamente Acción por la salud global, la asociación Countdown 2015 Europe, la International Planned Parenthood Federation (Federación internacional de planificación de la familia), la organización Marie Stopes International, Oxfam International, Cruz Roja, la asociación de respuesta al sida Stop Aids Alliance y ONUSIDA. El grupo reunió a representantes de alto rango de la Comisión Europea, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Francia, la Organización Mundial de la Salud, la Federación internacional de sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja y el Centro de educación y capacitación en materia de salud y Conciencia de la nutrición con sede en la India.

Organizado por la Comisión Europea, los Días Europeos del Desarrollo constituyen el primer foro de Europa para tratar asuntos internacionales y cooperación para el desarrollo. Este año ha reunido a más de 6.000 personas y 1.500 organización de la comunidad para el desarrollo bajo el lema "Apoyar un crecimiento inclusivo y sostenible para el desarrollo humano".

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