HIV Prevention

Un debate en la Asamblea General de las Naciones Unidas destaca la necesidad de actuar urgentemente para acelerar y mantener los progresos en la respuesta al VIH

26 de junio de 2024

El 19 de junio de 2024, la Asamblea General de las Naciones Unidas se reunió para evaluar los progresos realizados en la respuesta a la epidemia de sida. La sesión anual proporcionó una plataforma para que los Estados miembros reflexionaran sobre los logros, se enfrentaran a los obstáculos persistentes y trazaran el camino a seguir para poner fin al sida en 2030. El informe de progreso del Secretario General de las Naciones Unidas constituyó la base del debate.

Los Estados miembros celebraron los importantes logros alcanzados para poner fin al sida, al tiempo que destacaron los retos actuales que deben superarse para alcanzar la promesa de acabar con el sida como amenaza para la salud pública para 2030.  

El compromiso con los objetivos 95-95-95 y los progresos realizados en la eliminación de la transmisión vertical del VIH, especialmente mediante el uso de servicios comunitarios descentralizados, se destacaron como fundamentales para el éxito de la respuesta al VIH. 

Muchos Estados miembros destacaron el papel crucial que ha tenido en la lucha contra el VIH la promoción de un enfoque centrado en los derechos humanos. Destacaron la importancia de las respuestas multisectoriales integrales, incluida la educación sobre sexualidad y el apoyo firme a la salud y los derechos sexuales y reproductivos. Señalaron los perjuicios de las acciones que socavan la igualdad de género y los derechos LGBTQI+. Hicieron hincapié en el deber común de todos los países de proteger los derechos humanos de todas las personas. 

Se hizo hincapié en la necesidad de mantener la solidaridad mundial y mejorar la cooperación multilateral como elementos clave para afrontar los retos pendientes. Se hicieron eco de los llamamientos para aumentar la financiación nacional e internacional, señalando que la inversión sostenida es crucial para mantener el progreso y ampliar el acceso a opciones innovadoras de prevención y tratamiento. 

El examen anual de la Asamblea General de las Naciones Unidas sirvió de recordatorio conmovedor de la responsabilidad colectiva de defender los derechos y la dignidad de todas las personas afectadas por el VIH.

Inspirada en las lecciones aprendidas de la respuesta al sida, la próxima Cumbre del Futuro, prevista para septiembre de 2024, explorará cómo pueden superarse los retos comunes.

En un contexto de cambios geopolíticos e incertidumbres económicas, la respuesta al VIH es un ejemplo de cómo la solidaridad multilateral salva y transforma vidas. 

ONUSIDA apoya a las comunidades LGBTQ+ de todo el mundo cuando comienzan las celebraciones del Orgullo

29 de mayo de 2024

GINEBRA, 29 de mayo de 2024- A medida que las comunidades LGBTQ+ y sus aliados toman las calles para celebrar el mes del Orgullo, ONUSIDA expresa su solidaridad, rechazando la criminalización, la discriminación y el estigma de las personas LGBTQ+ e insistiendo en el respeto para todos.

«Las celebraciones del Orgullo son una demostración del poder de la inclusión», afirmó la Directora Ejecutiva de ONUSIDA, Winnie Byanyima. «El Orgullo ha liderado al mundo durante mucho tiempo en la lucha por proteger los derechos humanos de las personas LGBTQ+. Hemos avanzado mucho. Pero todo ese progreso conseguido está bajo amenaza. Hoy más que nunca, el mundo necesita el espíritu del Orgullo: para proteger la salud de todos, necesitamos proteger los derechos de todos».

Tenemos mucho que celebrar. Los datos de ONUSIDA reflejan que son 123 países los que no penalizan las relaciones entre personas del mismo sexo. Y esto supone el mayor número de países que rechazan la criminalización hasta la fecha.

Cada vez más países han eliminado las perjudiciales leyes punitivas anti-LGBTQ+, que a menudo son restos de la época colonial. Solo desde 2019, Botswana, Gabón, Angola, Bhután, Antigua y Barbuda, Barbados, Singapur, San Kitts y Nevis, las Islas Cook, Mauricio y Dominica han derogado todas las leyes que criminalizaban a las personas LGBTQ+.

Sin embargo, los derechos humanos de la comunidad LGBTQ+ están amenazados por una red extremista contra los derechos coordinada y bien financiada a nivel mundial que está gastando millones en promover el odio y la división social y proponiendo leyes cada vez más draconianas para castigar a las personas LGBTQ+. Los ataques contra las personas LGBTQ+ violan los derechos humanos y socavan la salud pública.

Estos tiempos peligrosos requieren valor y solidaridad por parte de todos. Desde siempre, el Orgullo ha sido tanto una protesta y una conmemoración como una celebración. Hace más de 50 años, los primeros manifestantes de Nueva York sabían que la celebración del Orgullo era el antídoto al estigma y la discriminación, un rechazo de la vergüenza que otros intentaban imponerles.

Los movimientos liderados por activistas LGBTQ+ han impulsado gran parte del progreso logrado en lo referente a la protección de los derechos humanos de todos y la protección de la salud de todos.

Hoy en día nos encontramos en un momento crucial: el fin del sida como amenaza para la salud pública es factible en esta década, pero el progreso se ve obstaculizado por el retroceso de los derechos humanos.

En un momento en el que el respaldo a los defensores de los derechos humanos es vital y urgente, el apoyo financiero a las organizaciones de la sociedad civil se está reduciendo a medida que los países donantes reducen sus presupuestos.

La evidencia es cristalina: el estigma mata, la solidaridad salva vidas.

Este es un momento de solidaridad. Este es un momento para el Orgullo.

ONUSIDA

El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA) lidera e inspira al mundo para hacer realidad su meta global de cero nuevas infecciones por el VIH, cero discriminación y cero muertes relacionadas con el sida. ONUSIDA aúna los esfuerzos de 11 organizaciones de las Naciones Unidas (ACNUR, UNICEF, PMA, PNUD, UNFPA, UNODC, ONU Mujeres, OIT, UNESCO, OMS y Banco Mundial) y trabaja en estrecha colaboración con asociados mundiales y nacionales para poner fin a la epidemia de sida para el 2030 como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Obtenga más información en unaids.org y conecte con nosotros a través de Facebook, Twitter, Instagram y YouTube.

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Se han reducido las nuevas infecciones por el VIH en varios países de la Coalición Mundial para la Prevención del VIH, pero aún es necesario acelerar el progreso global

13 de marzo de 2024

Según un nuevo informe, HIV Prevention: From Crisis to Opportunity , las infecciones por el VIH siguen disminuyendo en los países que forman parte de la Coalición Mundial para la Prevención del VIH a un ritmo más rápido que en el resto del mundo.

Los once países en los que se centra esta coalición han reducido su número anual de nuevas infecciones por el VIH en al menos un 66 % desde 2010. En comparación, la reducción media de las nuevas infecciones por el VIH desde 2010 en todo el mundo es del 38 %. La Coalición Mundial para la Prevención del VIH es una coalición de 38 países que trabajan juntos para acelerar la disminución de las nuevas infecciones por el VIH con el objetivo de que el 95 % de las personas en riesgo de contraer el VIH tenga acceso a opciones eficaces de prevención combinada.

Los países de la coalición que han dado prioridad a la prevención y el tratamiento primarios y que se han centrado en llegar a las personas más en riesgo han logrado los descensos más fuertes y constantes en las nuevas infecciones por el VIH.

A nivel mundial, se observa que el progreso en la prevención del VIH ha sido muy desigual y la mayoría de los países del mundo no están actualmente en camino de alcanzar los objetivos para 2025. De hecho, varios países están experimentando crisis de prevención al contar con poco acceso a los servicios y, en consecuencia, están registrando un aumento de las nuevas infecciones por el VIH.

«Los hallazgos de este informe ofrecen lecciones cruciales para la acción», aseguró Angeli Achrekar, directora ejecutiva adjunta del Programa de ONUSIDA. «El informe muestra que el liderazgo político sostenido, la inversión en programas eficaces para la prevención del VIH y un entorno político propicio son cruciales para poner fin al sida como amenaza para la salud pública para 2030».

La disminución de las nuevas infecciones por el VIH se ha visto impulsada por el impacto acumulado de las opciones de prevención combinada del VIH y el aumento del acceso al tratamiento antirretroviral, que también ha aumentado la supresión viral en las personas que viven con el VIH. Las personas que reciben tratamiento y alcanzan la supresión viral no pueden transmitir el VIH.

«Llama la atención ver todo lo que se ha logrado en la respuesta al sida en los últimos 20 años. Pero el progreso hasta la fecha no ha sido equitativo y aún no es sostenible, y nunca debemos confundir el progreso con estar seguros del éxito», insistió Mitchell Warren, copresidente de la Coalición Mundial para la Prevención del VIH y director ejecutivo de AVAC. «Nuestro progreso es frágil, y todo lo que hemos logrado hasta el día de hoy podría desaparecer más rápido de lo que tardamos en conseguirlo si permitimos que la complacencia se apodere de nosotros».

Los grupos de población clave y las adolescentes siguen teniendo un alto riesgo de nuevas infecciones

La incidencia del VIH continúa siendo inaceptablemente alta entre las poblaciones en las que persisten las brechas en lo referente a las inversiones en prevención del VIH. Aquí se incluyen los grupos de población clave de todas las regiones del mundo y las adolescentes y mujeres jóvenes de algunas regiones del África subsahariana.

Alrededor de 3100 mujeres y niñas jóvenes de entre 15 y 24 años se infectaron con el VIH cada semana en el África subsahariana en 2022, y la incidencia del VIH disminuyó con menos rapidez que la de los hombres jóvenes. Los programas de prevención específicos para mujeres jóvenes solo están llegando al 43 % de las áreas subnacionales en las que hay una elevada incidencia del VIH entre este grupo de población femenino.

Aunque los países de la coalición han demostrado una sólida mejora en la reducción de las nuevas infecciones por el VIH, en todo el globo sigue suponiendo un reto llegar a los grupos de población clave con mayor riesgo de nuevas infecciones por el VIH, incluidos los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, los trabajadores sexuales y las personas que se inyectan drogas. Cada semana, se producen más de 11 000 nuevas infecciones por el VIH entre grupos de población clave y sus parejas sexuales en todo el mundo.

Solo el 44 % de los trabajadores sexuales, el 28 % de los hombres gays y otros hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, y el 37 % de las personas que se inyectan drogas tuvieron acceso a dos o más servicios de prevención del VIH en los tres meses anteriores, según los valores medios informados por los países de la Coalición Mundial para la Prevención del VIH, frente a un objetivo del 90 %.

La prevención del VIH se ve obstaculizada por deficiencias en la financiación de los programas de prevención y por leyes punitivas. El estigma social, la violencia, la discriminación y la exclusión social son obstáculos para el acceso de los grupos de población clave a los servicios y a la información en materia de salud, lo que agrava su riesgo de infección por el VIH. Reformar la legislación es un factor crucial para los programas de prevención. Proteger los derechos humanos de todas las personas es vital para proteger la salud de todos.

La inversión en preservativos y programas médicos voluntarios de circuncisión masculina, ambos eficaces para prevenir el VIH, ha disminuido en algunos de los países con la mayor epidemia de VIH. Además, las innovadoras opciones de prevención del VIH, como la profilaxis previa a la exposición (PrEP), un medicamento para prevenir el VIH, siguen estando disponibles solo para una pequeña parte de las personas que las necesitan.

A día de hoy, existen oportunidades sin precedentes para la prevención del VIH en 2024. Existe una gama creciente de opciones de prevención, incluidas las herramientas existentes y las nuevas tecnologías de prevención de acción prolongada, así como ejemplos nacionales de cómo implementar la prevención a escala y aumentar las opciones disponibles para las comunidades.

Los programas de prevención del VIH deben ser a escala, eficientes y equitativos. Sabemos cúales son las acciones necesarias para el éxito y la sostenibilidad; ya se ha demostrado que funcionan y se han acordado: colaborar, seguir la ciencia, abordar las desigualdades, proteger los derechos de todos, dejar que las comunidades lideren e invertir en lo que se necesita. Dar un paso atrás en la financiación de recursos o en los programas de inclusión nos perjudicaría a todos. Sin embargo, la solidaridad nos beneficiará a todos. Comunidades, países y socios internacionales pueden prevenir nuevas infecciones juntos.

ONUSIDA

El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA) lidera e inspira al mundo para hacer realidad su meta global de cero nuevas infecciones por el VIH, cero discriminación y cero muertes relacionadas con el sida. ONUSIDA aúna los esfuerzos de 11 organizaciones de las Naciones Unidas (ACNUR, UNICEF, PMA, PNUD, UNFPA, UNODC, ONU Mujeres, OIT, UNESCO, OMS y Banco Mundial) y trabaja en estrecha colaboración con asociados mundiales y nacionales para poner fin a la epidemia de sida para el 2030 como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Obtenga más información en unaids.org y conecte con nosotros a través de Facebook, Twitter, Instagram y YouTube.

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Prevención del VIH

En las vísperas del Día Mundial del Sida, ONUSIDA pide apoyo urgente para que las comunidades lideren la lucha para poner fin al sida

28 de noviembre de 2023

Un nuevo informe de ONUSIDA demuestra el papel fundamental que desempeñan las comunidades en la respuesta al VIH y cómo la financiación insuficiente y las barreras perjudiciales están impidiendo su trabajo para salvar vidas y obstaculizan acabar con el sida.

LONDRES/GINEBRA, 28 de noviembre de 2023. A medida que se acerca el Día Mundial del Sida (1 de diciembre), ONUSIDA insta a los gobiernos de todo el mundo a liberar el poder de las comunidades locales para liderar la lucha para poner fin al sida. Un nuevo informe de ONUSIDA, Que lideren las comunidades, muestra que el sida puede dejar de ser una amenaza para la salud pública antes de 2030, pero solo si las comunidades de primera línea reciben todo el apoyo necesario de los gobiernos y los donantes.

«Las comunidades de todo el mundo han demostrado que están preparadas y dispuestas y que son capaces de liderar la ruta a seguir. Pero necesitan eliminar las barreras que obstaculizan su trabajo y disponer de los recursos adecuados para poder ampliar su contribución», afirmó Winnie Byanyima, directora ejecutiva de ONUSIDA. «Con demasiada frecuencia, los responsables de la toma de decisiones tratan a las comunidades como problemas que deben gestionarse, en lugar de ser reconocidas y apoyadas como líderes. Las comunidades no se interponen en la ruta a seguir, sino que iluminan la ruta para poner fin al sida».

El informe, presentado en Londres durante un evento del Día Mundial del Sida encabezado por la organización de la sociedad civil STOPAIDS, muestra cómo las comunidades han sido la fuerza impulsora del progreso.

La defensa de la comunidad desde las calles hasta los tribunales y los parlamentos ha garantizado cambios revolucionarios en la política. La campaña de las comunidades ayudó a abrir el acceso a los medicamentos genéricos para el VIH, lo que condujo a reducciones considerables y sostenidas en el coste del tratamiento antirretroviral de 25 000 USD por persona y año en 1995 a menos de 70 USD en muchos de los países más afectados por el VIH a día de hoy.

Que lideren las comunidades muestra que invertir en programas contra el VIH dirigidos por la comunidad aporta beneficios transformadores. Establece cómo los programas realizados por organizaciones comunitarias en Nigeria se asociaron con un aumento del 64 % en el acceso al tratamiento del VIH, una duplicación de la probabilidad de uso de los servicios de prevención del VIH y un aumento cuádruple en el uso constante del preservativo entre las personas en riesgo de contraer el VIH. Señala también cómo entre los trabajadores sexuales, a los que llegó un paquete de intervenciones entre iguales en la República Unida de Tanzania, la tasa de incidencia del VIH se redujo a menos de la mitad (5 % frente al 10,4 %).

«Somos el vehículo del cambio que puede poner fin a las sistemáticas injusticias que siguen impulsando la transmisión del VIH. Hemos visto desarrollos revolucionarios con U=U, hemos mejorado el acceso a los medicamentos y hemos hecho grandes avances en la descriminalización», afirmó Robbie Lawlor, cofundador de Access to Medicines Ireland. «Sin embargo, se espera de nosotros que movamos montañas sin ningún apoyo financiero. Se supone que luchamos por un mundo más equitativo y tenemos la tarea de desmantelar el estigma, pero nos dejan fuera de debates que son cruciales. Estamos en un punto de inflexión. Las comunidades ya no pueden relegarse a la periferia. Ahora es el momento del liderazgo».

El informe destaca cómo las comunidades están a la vanguardia de la innovación. En Windhoek, Namibia, un proyecto autofinanciado por el Grupo de Capacitación de la Juventud está utilizando bicicletas eléctricas para proporcionar medicamentos contra el VIH, alimentos y apoyo a los jóvenes para comprobar que siguen las normas necesarias, ya que a menudo no pueden asistir a las clínicas debido a sus horarios escolares. En China, las organizaciones comunitarias desarrollaron aplicaciones para teléfonos inteligentes que facilitan el autodiagnóstico, lo que contribuyó a que el aumento de las pruebas del VIH fuese casi cuatro veces mayor en todo el país entre 2009 y 2020.

El informe revela cómo las comunidades también están haciendo que los proveedores de servicios sean responsables. En Sudáfrica, cinco redes comunitarias de personas que viven con el VIH inspeccionaron 400 centros en 29 distritos y realizaron más de 33 000 entrevistas con personas que viven con el VIH. En la provincia del Estado Libre, estos resultados llevaron a los funcionarios de salud provinciales a implementar nuevos protocolos de citas para reducir los tiempos de espera en la clínica y dispensar medicamentos antirretrovirales para períodos de tres y seis meses.

A pesar de la clara evidencia de impacto dirigido por la comunidad, las respuestas dirigidas por la comunidad no son reconocidas, tienen pocos recursos y, en algunos lugares, incluso están en el punto de mira. La represión de la sociedad civil y de los derechos humanos de las comunidades marginadas dificulta que las comunidades proporcionen servicios de prevención y tratamiento del VIH. La subfinanciación de las iniciativas lideradas por la comunidad hace que tengan dificultades para seguir operando y les impide expandirse. Si se eliminan estos obstáculos, las organizaciones lideradas por la comunidad pueden añadir un impulso aún mayor para poner fin al sida.

En la Declaración política de 2021 para poner fin al sida, los Estados miembros de las Naciones Unidas reconocieron el papel crítico que desempeñan las comunidades en la prestación de servicios para el VIH, especialmente a personas en mayor riesgo de contraerlo. Sin embargo, mientras que en 2012, cuando más del 31 % de la financiación del VIH se canalizó a través de organizaciones de la sociedad civil, diez años más tarde, en 2021, solo el 20 % de la financiación para el VIH estaba disponible, un retroceso sin precedentes en los compromisos que ha costado y sigue costando vidas.

«En estos momentos, la acción liderada por la comunidad es la contramedida más importante en la respuesta al sida», dijo Solange Baptiste, directora ejecutiva de la Coalición Internacional de Preparación para el Tratamiento. «Sin embargo, sorprendentemente, no es una piedra angular de los planes, agendas, estrategias o mecanismos de financiación globales para mejorar la preparación y la salud de todos ante la pandemia. Es hora de cambiar eso».

Cada minuto se pierde una vida por el sida. Cada semana, 4000 niñas y mujeres jóvenes se infectan con el VIH, y de los 39 millones de personas que viven con el VIH, 9,2 millones no tienen acceso a tratamientos que salven vidas. Existe un camino que pone fin al sida. Se puede acabar con el sida antes de 2030, pero solo lo conseguiremos si las comunidades lideran.

ONUSIDA insta a: Convertir los roles de liderazgo de las comunidades en el núcleo de todos los planes y programas para el VIH; financiar los roles de liderazgo de las comunidades de forma completa y fiable; y eliminar las barreras a los roles de liderazgo de las comunidades.

El informe incluye nueve ensayos de invitados de líderes comunitarios, en los que comparten su experiencia sobre los logros que han alcanzado, las barreras a las que se enfrentan y lo que el mundo necesita para poner fin al sida como amenaza para la salud pública.

ONUSIDA

El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA) lidera e inspira al mundo para hacer realidad su meta global de cero nuevas infecciones por el VIH, cero discriminación y cero muertes relacionadas con el sida. ONUSIDA aúna los esfuerzos de 11 organizaciones de las Naciones Unidas (ACNUR, UNICEF, PMA, PNUD, UNFPA, UNODC, ONU Mujeres, OIT, UNESCO, OMS y Banco Mundial) y trabaja en estrecha colaboración con asociados mundiales y nacionales para poner fin a la epidemia de sida para el 2030 como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Obtenga más información en unaids.org y conecte con nosotros a través de Facebook, Twitter, Instagram y YouTube.

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