HIV testing and counselling

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Indetectable = intransmisible

20 Julio 2018

Indetectable = intransmisible es el mensaje de una nueva publicación de ONUSIDA. Si las pruebas de los últimos 20 años ya demostraban que el tratamiento del VIH es sumamente efectivo para reducir la transmisión del VIH, ahora hay evidencias contundentes de que las personas que viven con el VIH con una carga viral indetectable no pueden transmitir el VIH mediante el intercambio sexual.

Entre 2007 y 2016 se llevaron a cabo tres amplios estudios sobre la transmisión sexual del VIH entre miles de parejas en las que uno de los componentes vivía con el VIH y el otro no. En dichos estudios no se produjo ni un solo caso de transmisión sexual del VIH de una persona que viviera con el VIH con supresión vírica a su pareja seronegativa. No obstante, la campaña informativa advierte de que la única forma de saber si se presenta supresión vírica es mediante la realización de una prueba de carga vírica.

Para muchas personas que viven con el VIH, la noticia de que ya no pueden transmitir el VIH les ha cambiado la vida. Además de poder elegir entre tener relaciones sexuales con o sin preservativo, muchas personas que viven con el VIH y tiene supresión vírica se sienten liberadas del estigma que conlleva vivir con el virus. Saber que ya no pueden transmitir el VIH en sus relaciones sexuales puede facilitar que muchas personas que viven con el VIH se sientan firmemente comprometidas con la prevención a la hora de abordar sus relaciones presentes o futuras.

El objetivo de la nueva serie de campañas de ONUSIDA es el de informar a los lectores acerca de cuestiones emergentes o de gran importancia en la respuesta al sida. Se trata de resúmenes breves pero informativos con información actual del ámbito de la respuesta al sida, y cuentan con recomendaciones para los directores de los programas e indicaciones para las respuestas nacionales.

Publicación

Press Release

ONUSIDA advierte de que el progreso se está ralentizando y de que se acaba el tiempo para lograr los objetivos sobre el VIH fijados para 2020

Las nuevas infecciones van en aumento en unos 50 países, las muertes relacionadas con el sida no disminuyen todo lo rápido que deberían y la ausencia de incrementos de los recursos supone una amenaza para el éxito. La mitad de las nuevas infecciones por el VIH se produce entre personas pertenecientes a poblaciones clave y sus parejas, que todavía no reciben los servicios que necesitan.

PARIS/GINEBRA, 18 de julio de 2018 — El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida (ONUSIDA) está enviando a los países una clara señal de advertencia. En un nuevo informe, publicado hoy en París (Francia) en un acto organizado en colaboración con Coalition PLUS, ONUSIDA advierte de que la respuesta mundial al VIH se encuentra en un punto precario. Cuando se cumple la mitad del plazo para alcanzar los objetivos establecidos para 2020, el informe, Miles to go—closing gaps; breaking barriers; righting injustices, advierte de que el ritmo del progreso no cumple las expectativas mundiales. En él, se insta a que se emprendan medidas inmediatas para orientar el rumbo y alcanzar los importantes objetivos fijados para 2020.

“Estamos dando la voz de alarma”, afirmó Michel Sidibé, Director Ejecutivo de ONUSIDA. “Hay regiones enteras que se están quedando atrás, no se mantienen los enormes avances que logramos en relación con los niños, las mujeres siguen estando entre las personas más afectadas, los recursos continúan sin ajustarse a los compromisos políticos y sigue ignorándose a las poblaciones clave. Todos estos elementos están obstaculizando el progreso y deben abordarse de frente y con urgencia”.

Crisis de prevención del VIH

Las nuevas infecciones van en aumento en unos 50 países y, a escala mundial, solo han disminuido un 18% durante los últimos siete años, de 2,2 millones en 2010 a 1,8 millones en 2017. Aunque esta cifra representa casi la mitad del nivel máximo de nuevas infecciones registrado en 1996 (3,4 millones), la reducción no es lo suficientemente rápida para alcanzar el objetivo de menos de 500.000 de aquí a 2020.

La reducción de las nuevas infecciones por el VIH ha sido mayor en la región más afectada por el VIH, África oriental y meridional, donde las nuevas infecciones por el VIH se han reducido en un 30% desde 2010. Sin embargo, en Europa oriental y Asia central, la cifra anual de nuevas infecciones por el VIH se ha duplicado, mientras que, en el Oriente Medio y África septentrional, las nuevas infecciones por el VIH han aumentado más de un 25% en los últimos 20 años.

El aumento del tratamiento no debe darse por sentado

Gracias a la implantación de la terapia antirretrovírica, el número de muertes relacionadas con el sida es el más bajo que se ha registrado este siglo (940.000), tras haberse situado por debajo de un millón por primera vez en 2016. Sin embargo, el actual ritmo de descenso no es lo suficientemente rápido para alcanzar el objetivo fijado para 2020 de menos de 500.000 muertes relacionadas con el sida.

En solo un año, otros 2,3 millones de personas accedieron al tratamiento por primera vez. Este es el aumento anual más significativo hasta la fecha, con el que el número total de personas que reciben tratamiento asciende a 21,7 millones. Casi el 60% de los 36,9 millones de personas que viven con el VIH recibía tratamiento en 2017, lo cual supone un logro importante, pero, para alcanzar el objetivo de 30 millones de personas, debe producirse un aumento anual de 2,8 millones de personas, y hay indicios de que el ritmo de este incremento se está ralentizando.

África occidental y central van a la zaga

Solo el 26% de los niños y el 41% de los adultos que viven con el VIH tuvieron acceso al tratamiento en África occidental y central en 2017, frente al 59% de los niños y el 66% de los adultos de África oriental y meridional. Desde 2010, las muertes relacionadas con el sida disminuyeron un 24% en África occidental y central, frente al descenso del 42% en África oriental y meridional.

La carga del VIH de Nigeria es más de la mitad (51%) de la total de la región y se han observado muy pocos progresos en la reducción de las nuevas infecciones en los últimos años. Las nuevas infecciones por el VIH solo se redujeron un 5% (9.000) en siete años (de 179.000 a 170.000) y solo 1 de cada 3 personas que viven con el VIH sigue un tratamiento (33%), si bien la cobertura del tratamiento del VIH ha aumentado con respecto al 24% de hace dos años.

El progreso en relación con los niños se ha ralentizado

El informe muestra que los logros alcanzados en lo que respecta a la situación de los niños no se han mantenido. Las nuevas infecciones por el VIH entre los niños solo se han reducido un 8% en los dos últimos años, solo la mitad (52%) de todos los niños que viven con el VIH están recibiendo tratamiento y 110.000 niños murieron a causa de enfermedades relacionadas con el sida en 2017. Aunque el 80% de las mujeres embarazadas que viven con el VIH tuvo acceso a medicamentos antirretrovíricos para prevenir la transmisión del virus a su hijo en 2017, unos 180.000 niños contrajeron el VIH al nacer o en el período de lactancia, una cifra que dista mucho del objetivo de menos de 40.000 para finales de 2018.

“Un niño que contrae el VIH o muere a causa del sida ya es demasiado”, declaró el Sr. Sidibé. “Poner fin a la epidemia del sida no es un logro que esté asegurado y el mundo necesita prestar atención a esta señal de advertencia y poner en marcha un plan acelerado para alcanzar los objetivos”.

Las poblaciones clave representan casi la mitad de las nuevas infecciones por el VIH en todo el mundo

En el informe también se pone de relieve que no se está prestando suficiente atención a las poblaciones clave en los programas de VIH. Las poblaciones clave y sus parejas sexuales representan el 47% de las nuevas infecciones por el VIH en todo el mundo y el 97% de las nuevas infecciones en Europa oriental y Asia central, donde un tercio de las nuevas infecciones por el VIH se produce entre las personas que se inyectan drogas.

La mitad de los trabajadores sexuales de Eswatini, Lesotho, Malawi, Sudáfrica y Zimbabwe vive con el VIH. El riesgo de contraer el VIH es 13 veces superior para las trabajadoras sexuales, 27 veces superior entre los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, 23 veces superior para las personas que se inyectan droga y 12 veces superior para las mujeres transgénero.

“El derecho a la salud para todas las personas no es negociable”, afirmó el Sr. Sidibé. “Los trabajadores sexuales, los gays y otros hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, los presos, los migrantes, los refugiados y las personas transgénero son los más afectados por el VIH, pero siguen quedando excluidos de los programas de VIH. Se necesitan más inversiones para llegar a estas poblaciones clave”.

El estigma y la discriminación persisten

La discriminación por parte de los trabajadores sanitarios, el personal encargado de hacer cumplir la ley, los profesores, los empleadores, los padres, los líderes religiosos y los miembros de las comunidades impide que los jóvenes, las personas que viven con el VIH y las poblaciones clave accedan a la prevención y al tratamiento del VIH, así como a otros servicios de salud sexual y reproductiva.

En 19 países, 1 de cada 5 personas que viven con el VIH encuestadas afirmó que se le había denegado la asistencia sanitaria y 1 de cada 5 personas que viven con el VIH evitó visitar un centro sanitario por miedo al estigma o la discriminación relacionados con su estado serológico respecto del VIH. En 5 de cada 13 países acerca de los que hay datos disponibles, más del 40% de las personas afirmaron que consideraban que los niños que viven con el VIH no deberían poder asistir a la escuela con niños seronegativos.

“Las comunidades están haciéndose eco del llamamiento de ONUSIDA”, explicó Vincent Pelletier, líder positivo y Director Ejecutivo de Coalition PLUS. “Necesitamos un acceso universal a servicios de prevención adaptados y protección contra la discriminación. Exhortamos a los dirigentes mundiales a que cumplan sus compromisos con financiación, tanto en los países donantes como en aquellos en los que se ejecutan los programas”.

Es necesaria una nueva agenda para poner fin a la violencia contra las mujeres

En 2017, alrededor del 58% de todas las nuevas infecciones por el VIH entre adultos mayores de 15 años se produjo entre mujeres, y 6.600 mujeres jóvenes con edades comprendidas entre los 15 y los 24 años se infectaron con el VIH cada semana. Esta mayor vulnerabilidad al VIH se ha relacionado con la violencia. Más de una de cada tres mujeres en todo el mundo ha sufrido violencia física o sexual, a menudo a manos de sus compañeros íntimos.

“La desigualdad, la falta de empoderamiento y la violencia contra las mujeres constituyen infracciones de los derechos humanos y siguen impulsando las nuevas infecciones por el VIH”, afirmó el Sr. Sidibé. “No debemos cejar en nuestro empeño por abordar y arrancar de raíz el acoso, el abuso y la violencia, ya sea en el hogar, en la comunidad o en el lugar de trabajo”.

El objetivo 90-90-90 puede y debe conseguirse

Se han logrado progresos en relación con el objetivo 90-90-90. Tres cuartos (75%) de las personas que viven con el VIH conocen ahora su estado serológico con respecto al VIH; de las personas que conocen su estado, el 79% tuvo acceso al tratamiento en 2017 y, de las personas con acceso al tratamiento, el 81% suprimió su carga viral.

Hay 6 países (Botswana, Camboya, Dinamarca, Eswatini, Namibia y los Países Bajos) que ya han alcanzado sus objetivos 90-90-90 y otros 7 países que avanzan por el buen camino. La deficiencia más importante se encuentra en los primeros 90; en África occidental y central, por ejemplo, solo el 48% de las personas que viven con el VIH conoce su estado serológico.

Un buen año para la respuesta contra la tuberculosis

Se han observado avances en el tratamiento y el diagnóstico del VIH entre las personas con tuberculosis (alrededor de 9 de cada 10 personas con tuberculosis a las que se les diagnostica el VIH reciben tratamiento). Sin embargo, la tuberculosis sigue siendo una de las principales causas de muerte para las personas que viven con el VIH, y 3 de cada 5 personas que empiezan a seguir el tratamiento del VIH no se someten a reconocimientos, pruebas ni tratamientos para la tuberculosis. La Reunión de Alto Nivel sobre la Lucha contra la Tuberculosis de las Naciones Unidas, que se celebrará en septiembre de 2018, constituye una oportunidad para reforzar el impulso dirigido a alcanzar los objetivos relacionados con la tuberculosis y el VIH.

El coste de la falta de acción

En 2017, había en torno a 20.600 millones de dólares estadounidenses disponibles para la respuesta al sida, un aumento del 8% desde 2016 y un 80% del objetivo para 2020 establecido por la Asamblea General de las Naciones Unidas. Sin embargo, no se adquirieron compromisos nuevos importantes y, en consecuencia, es poco probable que se mantenga el aumento anual de los recursos. El logro de los objetivos fijados para 2020 solo será posible si aumentan las inversiones nacionales y de los donantes.

Posibilidades para seguir avanzando

Desde los municipios de África meridional hasta las aldeas remotas del Amazonas y las megalópolis asiáticas, las múltiples innovaciones que figuran en las páginas del informe ponen de manifiesto que, mediante la colaboración entre los sistemas de salud y las distintas comunidades, es posible reducir el estigma y la discriminación de manera satisfactoria, así como ofrecer servicios a la mayor parte de las personas que más los necesitan.

Estos enfoques innovadores siguen favoreciendo las soluciones necesarias a fin de alcanzar los objetivos para 2020. Cuando la combinación de actividades de prevención del VIH (entre ellas, la distribución de preservativos y la circuncisión médica masculina voluntaria) se lleva a cabo a una escala significativa, se logra reducir el nivel de nuevas infecciones por el VIH. La profilaxis previa a la exposición (PPrE) de administración oral está teniendo efectos positivos, en especial entre las poblaciones clave. El hecho de ofrecer asesoramiento y pruebas del VIH a los familiares y las parejas sexuales de las personas a las que se ha diagnosticado el VIH ha mejorado de manera significativa el acceso a las pruebas.

En África oriental y meridional se han combinado unas inversiones nacionales e internacionales considerables con un firme compromiso político y comunitario, y se están observando avances significativos hacia el logro de los objetivos fijados para 2020.

“Para cada problema existe una solución”, afirmó el Sr. Sidibé. “Los dirigentes políticos, los Gobiernos nacionales y la comunidad internacional tienen la responsabilidad de realizar inversiones financieras suficientes y de crear los contextos jurídicos y normativos propicios para llevar las innovaciones al plano mundial. De este modo, se generará el impulso necesario para lograr los objetivos para 2020”.

En 2017, aproximadamente:

36,9 millones (31,1 millones-43,9 millones) de personas en todo el mundo vivían con el VIH

21,7 millones (19,1 millones-22,6 millones) de personas tenían acceso al tratamiento

1,8 millones (1,4 millones-2,4 millones) de personas contrajeron la infección por el VIH

940.000 (670.000-1,3 millones) personas murieron por enfermedades relacionadas con el sida

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Servicios para el VIH más cerca de las personas en Osh, Kirguistán

14 Junio 2018

Absamov Mannap Kamilovich trabaja como asesor en una clínica de salud primaria de la ciudad de Osh, en la zona sur de Kirguistán. El Sr. Kamilovich se inyectó drogas durante más de 20 años, pero, tras un período de tratamiento comunitario, dejó de hacerlo y emprendió una nueva vida.

En 2013, después de que se realizara una prueba del VIH, le pidieron que se incorporara en calidad de asesor al equipo multidisciplinar que acababa de formarse para abordar el VIH.

Los primeros equipos multidisciplinares en relación al VIH comenzaron a trabajar en el sur de Kirguistán en 2014. Dichos equipos constan de un especialista en enfermedades infecciosas o un médico de cabecera, un enfermero y un asesor. Su objetivo es mejorar la calidad de los servicios médicos y sociales para las personas que viven con el VIH y sus familias, y operan en las clínicas de salud locales.

Los equipos multidisciplinares para el VIH cuentan con una subvención que la Federación Rusa les concede a través de un programa de cooperación regional implementado por ONUSIDA con la colaboración de la organización no gubernamental Araket Plus. Hasta la fecha, en Kirguistán ya se han formado diez equipos multidisciplinares para abordar el VIH.

El Sr. Kamilovich trabaja hasta con siete pacientes al día, que acuden a una clínica local desde la que tienen acceso a un paquete integral de servicios médicos.

El Sr. Kamilovich cuenta que al principio muchos tenían miedo de visitar las clínicas, ya que les preocupaba que el personal médico les estigmatizara y discriminara. “Tuve que convencerles, explicarles que en la clínica local podían obtener todos los servicios médicos que necesitaban”.

Ainagul Osmonova, el director del proyecto, cree que las personas que viven con el VIH han llegado a confiar plenamente en los asesores..

Los equipos han ayudado a que las personas que viven con el VIH accedan al tratamiento antirretrovírico. En 2013, tan solo 285 personas a las que se les había diagnosticado VIH recientemente iniciaron el tratamiento antirretrovírico. Gracias a los equipos multidisciplinares para el VIH, a finales de 2017 la cifra había ascendido a 885 personas.

Los asesores ayudan a los equipos a incorporar a las personas que viven con el VIH en los programas y a facilitarles tanto a esas personas como a sus familias el acceso a los servicios de asistencia social, entre los que se incluye un servicio de asistencia psicológica para las familias y los niños afectados por el VIH. Los asesores establecen un contacto estrecho con los familiares de las personas que viven con el VIH y con las organizaciones comunitarias.

Los equipos multidisciplinares trabajan en estrecha colaboración con el Centro contra el sida de Osh. Dado que muchos de los servicios para las personas que viven con el VIH se prestan ahora en las clínicas, el papel del centro ha pasado a centrarse más en la coordinación, la formación y la realización de seminarios destinados a médicos de cabecera y al personal sanitario de las clínicas.

De acuerdo a Meerim Sarybaeva, directora nacional de ONUSIDA en Kirguistán, el traspaso de los servicios del Centro contra el sida a los centros de atención primaria ha supuesto un incremento en la cobertura de pacientes que siguen los programas de tratamiento, asistencia y apoyo en relación al VIH. “La experiencia nos demuestra que no debemos temer al cambio. Todas las personas que viven con el VIH y sus familiares necesitan poder acceder a los servicios allí donde viven y sin temor al estigma y la discriminación”, afirma.

El Sr. Kamilovich asegura que adora su trabajo. Gracias a él, muchas personas que viven con el VIH abandonaron el consumo de drogas, comenzaron el tratamiento antirretrovírico y aún siguen cumpliéndolo.

 

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Aplicación de la Declaración de Compromiso en la Lucha contra el VIH/SIDA y las declaraciones políticas sobre el VIH/SIDA - Informe del Secretario General (72 período de sesiones - Asamblea General)

03 de abril de 2018

El septuagésimo segundo período de sesiones de la Asamblea General coincide con el punto medio de la etapa acelerada de la respuesta mundial al VIH. Los datos epidemiológicos y sobre programas comunicados por los países muestran que el mundo está haciendo grandes progresos.

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Respuesta al impacto perjudicial para la salud y los derechos humanos de las leyes penales

08 Mayo 2018

Las personas tienen derechos humanos fundamentales para poder tomar decisiones sobre sus vidas y sus cuerpos. Estos derechos se basan en preferencias personales sobre, entre otras cosas, la atención sanitaria y el tratamiento. Con respecto a los derechos sexuales y reproductivos, los temas clave que se han tratado son los derechos de las personas para decidir cuándo, si y con quién tener relaciones sexuales, hijos, casarse y su capacidad para expresar su género y sexualidad.

Recientemente, se reunieron los principales expertos legales de todo el mundo para sentar las bases de una serie de principios para responder al uso indebido y al abuso de las leyes criminales que afectan a los derechos humanos básicos, así como su impacto en la salud y en la igualdad. A lo largo de los próximos meses, se elaborarán dichos principios y se guiará a la sociedad civil y a los responsables políticos para el desarrollo y uso de las leyes que garantizan los derechos humanos y que protegen la sanidad pública.

Al comienzo de la reunión, Tim Martineau, Director Ejecutivo Adjunto de ONUSIDA, a.i., señaló: "Aunque hay avances significativos en la prevención del VIH, su tratamiento y atención, hay una gran discrepancia en la prevención del VIH en poblaciones clave, que son las más vulnerables a la infección por el VIH en muchos aspectos debido a la falta de protección jurídica y a la criminalización injusta de su comportamiento".

Los expertos legales se centraron en la criminalización relacionada con la sexualidad, la reproducción, el uso personal de drogas y la criminalización sobredimensionada de la no divulgación del VIH, su exposición y transmisión. En el mundo, las prácticas sexuales entre personas del mismo sexo estan criminalizadas en 73 países, con 13 Estados donde se impone la pena de muerte. A nivel mundial, el trabajo sexual está tipificado como delito en aproximadamente 116 países y unos 72 países criminalizan la no divulgación del VIH, su exposición y transmisión. A menudo, las leyes penales causan que aumente el estigma contra grupos que ya están marginados y excluidos y, además, se han asociado a la discriminación y a la negación de servicios sanitarios mínimos. La criminalización, a su vez, crea un entorno en el que las personas son menos propensas a buscar asistencia policial cuando se violan sus derechos.

Kate Gilmore, la Alta Comisionada Adjunta para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, destacó que el derecho penal juega un papel esencial en el reconocimiento, protección y cumplimiento de los derechos, incluida la lucha contra la impunidad por las violaciones de esos derechos. "Aquí, nuestro propósito es levantar el escudo del derecho penal reduciendo su espada, porque, si reducimos el abuso del derecho penal, aseguramos una mejor protección".

Sam Zarifi, el Secretario General Adjunto de la Comisión Internacional de Juristas, dijo, "El uso indebido del derecho penal afecta a los más marginados y, en particular, a quienes se les ha arrebatado sus bienes y se les ha privado del derecho al voto".

La reunión tuvo lugar el 3 y 4 de mayo y la dirigió la Comisión Internacional de Juristas, en colaboración con ONUSIDA y con la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.

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Comprobación del progreso de los 10 compromisos mediante la Vigilancia Global de ONUSIDA

07 Mayo 2018

En la Reunión de Alto Nivel sobre Acabar con el SIDA que se celebró en las Naciones Unidas en 2016, los países se comprometieron a alcanzar 10 compromisos de vía rápida para 2020 —un objetivo que busca acelerar el progreso para conseguir que para el 2030 se haya acabado con la epidemia del SIDA, como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. La Asamblea General de las Naciones Unidas, con la finalidad de contribuir a que se consiga llegar a los plazos, ha solicitado un informe anual del progreso que ha tenido lugar para cumplir estos 10 compromisos.

ONUSIDA proporciona ayuda a los países para recabar información sobre sus respuestas nacionales al VIH mediante el Marco de Vigilancia Global del SIDA (GAM), una colección anual compuesta por 72 indicadores de la respuesta al VIH en un país. Estos datos forman parte del conjunto que se emplean para informar a la Asamblea General.

A diferencia de las estimaciones epidemológicas del VIH que producen los países para aportar datos sobre el estado de la epidemia en un país, es decir, datos para poder hacer las estimaciones sobre las personas que viven con el VIH, las muertes relacionadas con el SIDA, etc. — el GAM colecciona información de programas de VIH, incluido el número de personas que viven con el VIH que conocen su estado serológico, personas que disponen de un tratamiento contra el VIH, que sufren del estigma o de la discriminación. Una lista completa de los indicadores se da en las directrices del GAM.

Una característica notable de la recogida de datos para el GAM y las estimaciones epidemológicas del VIH es la rapidez con la que se adquiere la información, para presentarla y difundirla. En diciembre, ONUSIDA se encarga de distribuir las directrices del GAM a países. A finales de marzo, los países presentan sus datos en línea. En colaboración con la Organización Mundial de la Salud, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia y el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades, los datos se validan y finalizan. Las estimaciones epidemiológicas del VIH se producen a lo largo de la misma línea de tiempo, con el software a disposición de los países a principios de enero y las estimaciones finales que presentan los países a finales de marzo. El análisis de los resultados globales de ambas colecciones de datos se publican en el informe de ONUSIDA a mitad de año, en el sitio web AIDSinfo y, por último, se informa a la Asamblea General de las Naciones Unidas.

A pesar de la corta línea de tiempo que se dispone para los informes, en 2017, un total de 174 países presentó datos sobre sus indicadores de respuesta programática a través del GAM. La proporción de países que han enviado sus datos a través de la página web del GAM ha mejorado progresivamente: de 53 % de los países en 2004 a 96 % en 2012, aunque el porcentaje cayó en 2017 a un 90 %, cuando el ciclo de informes cambió de bienal a anual. Antes de 2015, GAM se conocía como el Informe Mundial de Avances en la Lucha contra el SIDA (GARPR) y se empleaba para informar sobre los objetivos mundiales para la respuesta al SIDA en los Objetivos de Desarrollo del Milenio.

Un componente clave para asegurar que los datos relacionados con el VIH sean tan exactos como sea posible es recoger la información apropiada para poder comenzar. Por lo tanto, cada año que se realiza una revisión de cada indicador y los ajustes que se llevan a cabo para establecer los indicadores se realizan con el fin de garantizar que la información en las respuestas nacionales al SIDA sea exacta y pertinente. En 2018, dos nuevos indicadores, en la prueba del VIH entre mujeres embarazadas y en las experiencias de discriminación relacionados con el VIH en entornos de atención, se añadieron, mientras que otros se modificaron.

Los indicadores se seleccionan cuidadosamente para garantizar la mejor recolección de datos con la menor carga de sistemas de monitoreo de los países y, además, se alinean con los indicadores para los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
 Los indicadores también son granulares y a los países se les pide que proporcionen datos desglosados a nivel municipal para algunos indicadores.

Pensando sobre el futuro, la recogida de datos liderada por las comunidades, como a través de aplicaciones móviles o de observatorios de la comunidad, se observan como herramientas de recogida de datos complementarias para diferentes perspectivas de las respuestas al SIDA de los países.

El GAM es otra forma en la que ONUSIDA ayuda a los países monitorear y responder a sus epidemias de VIH y trabajar para acabar con el SIDA en el 2030.

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Consiguiendo cambios

25 Abril 2018

David Chipanta comenzó su labor en ONUSIDA como Director para Liberia, ayudando a fortalecer el Comité Nacional de Lucha contra el SIDA y el Marco Estratégico Nacional. Se siente particularmente orgulloso por haber puesto especial atención al género y a la eliminación de la violencia sexual en la Respuesta contra el SIDA en el país, así como por darle a la red nacional de personas que viven con el VIH más voz.

"Me pareció emocionante poder abordar muchas de las barreras que impiden el acceso al tratamiento para el VIH, la prevención, la atención y el apoyo”, comentó. Cuando habla de esas "barreras", se refiere al estigma, la discriminación, la pobreza y la desigualdad que limitan que las personas puedan acceder a los servicios para el VIH.

Asimismo, el Sr. Chipanta, quien se formó como economista, subrayó: "No se puede olvidar la importancia que tiene todo aquello que se relaciona con la vida de las personas—como si se sienten seguros, si tienen comida, una casa, una familia o incluso un trabajo”. Como ejemplo habló sobre la situación en Zambia, donde algunas personas sólo pueden tomar su medicación para el VIH durante las temporadas lluviosas porque es cuando más comida tienen.

"Me impactó lo importante que es la periferia, porque, fuera de ella, los servicios para el VIH tienen un efecto limitado”, dijo el Sr. Chipanta. En la actualidad, trabaja como Asesor principal de Protección social en Ginebra (Suiza), puesto en el que se encarga de: hacer que las personas afectadas por el VIH se asocien a la red de seguridad social, mejorar los medios de subsistencia y la educación, y reducir la pobreza.

“ONUSIDA ha conseguido que haya una mayor conciencia sobre los servicios de protección social y sobre los impedimentos que tienen las personas que viven con el VIH”, explicó. Como es el caso de Liberia y Sierra Leona, donde describió que al ver que los trabajadores sexuales decían que no podían acceder a los servicios de protección social porque los administradores a menudo los trataban mal, como solución, decidió implementar una formación de sensibilidad en su oficina.

Otro tema en el que se involucra de corazón es la educación de las niñas. Se ha demostrado que, si las niñas continúan en la escuela, hay una menor prevalencia de VIH y, además, es un factor importante para conseguir un mayor acceso al tratamiento para el VIH. "En los entornos de recursos escasos, subrayamos la importancia de las transferencias de fondos para que las niñas puedan estar en la escuela“, añadió el Sr. Chipanta. Su próximo desafío es buscar que haya más sinergías con los programas de orientación, el empoderamiento y el apoyo social.

"Nunca pensé que llegaría a lograr tanto porque soy una persona que vive con el VIH", dijo. En 1991, creyó que su vida había acabado porque descubrió su estado serológico respecto del VIH en Zambia, su país de origen. "Pensé: antes de que muera, quiero ayudar a otros”, declaró.

A lo que añadió: “A nivel personal, estaba motivado por trabajar en el campo del VIH, pero sentía que quería convertirme en un experto por mí mismo“.

Krittayawan (Tina) Boonto reflexionó sobre sus 20 años en ONUSIDA y tampoco podía creer lo lejos que había llegado. La Sra. Boonto comenzó a trabajar en Tailandia, su país de origen, antes de trasladarse a Ginebra.

"Se suponía que iba a ser algo temporal, pero me quedé durante siete años”, declaró.

En 2005, se dirigió a Indonesia para ser la Asesora de Coordinación del Programa. Colaboró con el Ministerio de Salud en el apoyo técnico y el acceso a los recursos financieros del Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria. Fue una experiencia particularmente importante, porque, en 2010, fue trasladada a Myanmar para ser la Asesora principal de Inversión y Eficiencia.

"El país estaba abriéndose al exterior, así que me fue muy útil mi experiencia en otros paises", detalló. Por ejemplo, ONUSIDA decidió descentralizar la provisión de medicamentos antirretrovirales para que las personas de las zonas rurales pudieran tener un tratamiento en los centros de atención primaria de la salud sin tener que viajar a las ciudades principales.

“Fue muy gratificante poder estar ahí y ver el cambio“. Según la Sra. Boonto, el acceso a los medicamentos antirretrovirales aumentó hasta una cifra de más de 120 000 personas, de las 30 000 personas que constaban hace tres años.

"Ese fue el momento en el que me di cuenta que más que una cuestión de dinero, también se trata de la predisposición a cambiar“, comentó.

Hace un año, regresó a Indonesia, pero esta vez como Directora para el país de ONUSIDA. Ha sido un reto para ella porque, a pesar de las mejoras que hay desde la primera vez que estuvo en el país, todavía queda mucho por hacer en Indonesia para que sea como Tailandia o Myanmar, en cuanto al acceso a los medicamentos antirretrovirales o reducir el número de nuevas infecciones por el VIH. "En la región, es la tercera después de India y China sobre el número de nuevas infecciones por el VIH", dijo la Sra. Boonto.

Su táctica ha sido fomentar una mayor conciencia del VIH en los responsables de tomar decisiones e insistirles que la epidemia todavía no está bajo control. "Presentamos datos y nos encargamos de hacer que el VIH fuera una prioridad", expresó. Recientemente, se ha encargado de hacer sonar la alarma para que todos conozcan la importancia de la tuberculosis, una enfermedad que sigue siendo una de las causas principales de muerte entre las personas que viven con el VIH, a pesar de que se puede prevenir y tiene tratamiento.

“Todo se reduce a la voluntad política y a conseguir que los distritos autónomos del país se unan, una vez que lo apruebe el Ministerio de Salud“, explicó. “Mi trabajo no me permite olvidar por qué estoy trabajando: por las personas que viven con el VIH“, declaró la Sra. Boonto vehemente. A lo que agregó: “Todavía tenemos importancia y nos necesitan y esa es la mayor satisfacción de todas“.

La satisfacción para Catherine Sozi, la Directora del Equipo de apoyo regional para África Oriental y Meridional de ONUSIDA, es observar cómo se produce el cambio, tal y como manifestó: “A lo largo de 10 años hemos conseguido que muchísimas personas tuvieran un tratamiento, 21 millones de personas han podido recibirlo“. En su tercera temporada en Sudáfrica, siente que el trabajo de sensibilización de ONUSIDA ha dado sus frutos. Recordó que, hace 15 años, mientras trabajaba en Zambia, tuvo una conversación con el gobierno, en la que muchos temían que no tendrían dinero ni apoyo si los países comenzaban a ofrecer medicamentos antirretrovirales. "Planteé la situación de que el dinero vendría según creciera el compromiso con los países y que se trabajaría para conseguir bajar los precios”, comentó. En 2005, el precio de los medicamentos antirretrovirales era alto. "Los gobiernos escucharon a la sociedad civil y a nosotros y, viendo los resultados sólidos en 2015, de repente, parecía viable ponerle fin al SIDA”, explicó la Sra. Sozi.

Dado su cargo, está entusiasmada por la energía positiva que hay en la región, aunque todavía queden muchos desafíos por afrontar. "Queda mucho camino por delante para detener las nuevas infecciones por el VIH, conseguir que aún más personas tengan tratamiento y que continúen con este, lo que supone, además, hacer pruebas de VIH a un número mayor de adolescentes, niños y adultos, incluidas las poblaciones clave”, dijo. Añadió que otro gran problema es abordar la desmesurada violencia sexual que hay, que conduce, en parte, a que haya un número mayor de nuevas infecciones por el VIH entre las niñas y mujeres jóvenes.

"En este caso, una respuesta biomédica no será de ayuda. Necesitamos cambiar la manera en la que se cuenta con los núcleos familiares, la policía y el sistema legal, además de conseguir dirigentes religiosos, mujeres activistas, organizaciones no gubernamentales y hombres que se involucren para conseguir cambiar la situación”, afirmó la Sra. Sozi. Se formó como médico en Uganda y admite que su trayectoria profesional la ha impulsado mucho más allá de lo que ella se esperaba.

"El Programa de liderazgo de las mujeres de ONUSIDA me ha empoderado para convertirme en líder y asegurarme de que podría tener a mi cargo a un personal mayor y diverso, así como que dispondría de los recursos necesarios y seguir siendo técnicamente fuerte”, comentó.

Los cuatro años durante los que trabajó como Directora para China de ONUSIDA, antes de su último traslado a Sudáfrica, resultaron ser muy enriquecedores a nivel profesional y personal. "Pasamos un tiempo maravilloso en el país, como una familia, y es una experiencia muy diversa en todos los sentidos”, describió. El compromiso del gobierno y la sociedad civil para trabajar en la epidemia fue estimulante y desafiante.

Uno de sus logros más grandes en Asia fue su contribución para conseguir un diálogo sobre salud entre China y África. "Para que mí, apoyar el diálogo Sur-Sur sobre la cooperación para la salud entre China y África significó mucho”, manifestó la Sra. Sozi. "Veo que conseguí facilitar el cambio”.

 

Feature Story

Poner fin a la epidemia del SIDA entre los niños, los adolescentes y las jóvenes

27 Abril 2018

Poner fin a la epidemia del SIDA entre los niños, los adolescentes y las jóvenes precisa de ambiciosos objetivos y un modelo muy acelerado. Aprovechando los éxitos del Plan Mundial para Eliminar las Nuevas Infecciones por VIH en Niños para el 2015 y para Mantener con Vida a sus Madres, ONUSIDA, Plan de Emergencia del Presidente de los Estados Unidos de América para Luchar contra el SIDA (PEPFAR) y socios*, han puesto en marcha los objetivos Start Free Stay Free AIDS Free en 2016, para proporcionar un marco de trabajo urgente para el futuro.

Start Free Stay Free AIDS Free prioriza acciones en 23 países** que representan el 87 % de las nuevas infecciones de VIH entre los niños de 0-14 años y aproximadamente el 87 % de los niños y adolescentes que viven con VIH a nivel mundial. En 2016, se estimó que 2,1 millones de niños vivían con el VIH.

En su primer informe de progreso, Start Free Stay Free AIDS Free refleja los logros alcanzados durante el primer año de aplicación y destaca las áreas donde se necesita una acción urgente.

“El mundo se encuentra en una vía rápida para la eliminación de nuevas infecciones de VIH entre niños y garantizar que sus madres estén vivas y sanas, pero necesitamos hacer más para garantizar que todos los niños que viven con VIH tengan acceso al tratamiento inmediatamente” dijo Michel Sidibé, Director Ejecutivo de ONUSIDA.

El informe muestra que, en 2016, a nivel mundial, había 160 000 nuevas infecciones entre los niños y que 140 000 se produjeron en los países 23 prioritarios. Aunque hubo una disminución general en las nuevas infecciones por el VIH, la reducción fue a un ritmo mucho más lento que en años anteriores.

El informe destaca las preocupaciones concernientes a las nuevas infecciones de VIH entre mujeres jóvenes y niñas. En 2016, unos 200 000 adolescentes entre 15 a 19 años se infectaron con el VIH en los países de los 23 prioritarios, el 72 % eran mujeres jóvenes.

La mayoría (más de 70 %) de todas las nuevas infecciones por el VIH entre los jóvenes están en el África Subsahariana que también tiene el crecimiento de población juvenil más rápido  del mundo.

"Una gran cantidad de nuevas infecciones por el VIH entre adolescentes y una población con rápido crecimiento puede producir una explosión de VIH entre las jóvenes en África", afirmó Deborah Birx, la Coordinadora Mundial de los Estados Unidos para el SIDA. "PEPFAR está trabajando con más fuerza e inteligencia para evitar nuevas infecciones por el VIH y, en última instancia, ayudar a poner fin al SIDA entre niños, adolescentes y mujeres jóvenes. Cada persona merece tener la oportunidad de sobrevivir, prosperar y alcanzar sus sueños”.


Objetivos Start Free

Reducir los casos de nuevas infecciones de VIH en niños a 40 000 para 2018

Alcanzar y mantener que el 95 % de mujeres embarazadas que viven con el VIH tengan de por vida un tratamiento contra el VIH para el 2018.

Objetivos Stay Free

Reducir el número de las nuevas infecciones por el VIH entre los adolescentes y jóvenes a menos de 100 000 para el 2020.

Proporcionar la circuncisión médica voluntaria para la prevención del VIH a 25 millones de hombres adicionales a nivel mundial para el 2020, especialmente en jóvenes de edades entre 10-29.

Objetivos AIDS Free

Asegurar que 1,6 millones de niños (0-14 años) y 1,2 millones de adolescentes (15-19) que viven con el VIH tengan acceso al tratamiento antirretroviral para el 2018


Progresos en el acceso al tratamiento

El informe muestra que, a pesar de los importantes logros en el acceso al tratamiento antirretroviral para mujeres embarazadas que viven con el VIH, se necesita mucho más que alcanzar los logros de los niños.

En 2016, alrededor del 78 % de mujeres embarazadas que viven con VIH tuvieron acceso al tratamiento antirretrovírico en los 23 países prioritarios.

Solo con los datos de 2016 se estima que el aumento en el comienzo y la absorción de la terapia antiretroviral durante el embarazo y a lo largo de la lactancia ha evitado unos 270 000 casos de nuevas infecciones por el VIH entre niños.

Asimismo, ha aumentado el número de niños en tratamiento, pero no en una escala suficientemente grande. En 2010, sólo el 17 % de los niños de 0 a 14 años tenía acceso al tratamiento. Para el 2016, esta cantidad había aumentado aproximadamente al 43 %, con alrededor 920 000 niños con acceso al tratamiento antirretroviral. Aunque se trata de una notable mejora, el acceso al tratamiento para niños todavía está muy lejos de alcanzar al acceso para adultos. En 2016, cerca del 54 % de todos los adultos que vivían con el VIH tuvo acceso al tratamiento.

El informe cita varias razones para el lento crecimiento del acceso al tratamiento para los niños incluyendo bajas tasas de realización de pruebas diagnósticas. Sólo nueve de los 23 países prioritarios lograron probar y diagnosticar al 50 % o incluso a más cantidad de niños que estaban expuestos al VIH en 2016. Hay particularmente tasas bajas de diagnóstico infantil precoz en los primeros dos meses de vida, cuando es más importante realizar las pruebas relacionadas con el VIH en las que la mortalidad es máxima. Sin el acceso a pruebas y a tratamiento, la mitad de todos los niños con VIH morirán antes de su segundo cumpleaños.

Formas de avanzar

El informe expone un conjunto de acciones importantes que los países pueden tomar para eliminar los casos de nuevas infecciones de VIH entre los niños, para realizar pruebas y diagnosticar a los niños y jóvenes que han estado expuestos al VIH y para asegurar que tanto niños y jóvenes tengan acceso a la prevención del VIH, a medicamentos de calidad y, en función de su edad, a una adecuada educación sexual y reproductiva, a una atención y apoyo libre de estigma y discriminación a lo largo de su vida.

Otras acciones importantes incluyen: la aceleración de nuevos medicamentos y diagnósticos; promover participación de la comunidad y servicios; la circuncisión masculina médica voluntaria; el acceso a información sobre salud sexual y reproductiva; y el acceso a profilaxis previa a a la exposición (PrEP) para los jóvenes que se encuentren más en riesgo de VIH.

"El futuro de los niños y adolescentes depende de las acciones que tomamos hoy en día entre todos", dijo el Sr. Sidibé.

Las últimas estimaciones, de finales de 2017, se publicarán en julio del 2018 julio y proporcionarán más información sobre el progreso de los objetivos Start Free Stay Free AIDS Free.

 

* Unicef, OMS y la Fundación Elizabeth Glaser para el sida pediátrico.

** Angola, Botswana, Burundi, Camerún, Chad, Côte d'Ivoire, República Democrática del Congo, Etiopía, Ghana, Kenya, Lesotho, Malawi, Mozambique, Namibia, Nigeria, Sudáfrica, Uganda, República Unida de Tanzanía, Swazilandia, Zambia y Zimbabwe.

Feature Story

Las pruebas y los tratamientos dan resultado en Uganda y Zambia

05 Abril 2018

Los nuevos datos revelan que el método de análisis y tratamiento está teniendo un impacto significativo en la cantidad de personas que están accediendo al tratamiento contra el VIH. Después de que Uganda lo adoptase en 2017 y según datos gubernamentales, el número de hombres que ha comenzado por primera vez el tratamiento ha ascendido de los 60 000 en 2016 a los 80 000 el año consecutivo. El número de mujeres que también comenzaron a tratarse por primera vez en este mismo período ha aumentado de 107 000 a 138 000 en total.

Asimismo, cabe destacar que la brecha en cuanto a tratamiento entre las personas que han sido diagnosticadas como seropositivas y las que han comenzado el tratamiento contra el VIH ha disminuido tanto para hombres como para mujeres en Uganda. La brecha masculina disminuyó un 45 %, de 33 000 en 2016 a 18 000 en 2017; la femenina se redujo en un 60 % en este mismo período, cayendo de las 48 000 a las 19 000. A pesar de que hay mayor número de mujeres que están dando más resultados seropositivos en las pruebas que los hombres, la brecha en materia de tratamiento contra el VIH se está atenuando tanto para ellos como para ellas.

Se han observado tendencias similares en Zambia tras comenzar la política de análisis y tratamiento en 2017. Zambia ha sido testigo del incremento en la cantidad de personas que han comenzado por primera vez el tratamiento contra el VIH: de 23 000 en el primer trimestre de 2016 a 45 000 en el último trimestre de 2017. Según fuentes estatales, se trataría de un aumento del 65 %.


Mediante el método de análisis y tratamiento, si alguien da seropositivo en las pruebas, deberá comenzar de inmediato el tratamiento contra el VIH. Antes de la llegada de este método, las personas que vivían con el VIH tenían que esperar a que su recuento de linfocitos CD4 cayese hasta un cierto nivel para comenzar el tratamiento.


Los efectos del análisis y del tratamiento se observaron después de la reciente creación de las llamadas “salas de situación” en Uganda y Zambia. Las salas de situación son plataformas software interactivas que centralizan los datos del VIH, entre otras enfermedades, para mejorar el seguimiento de estas afecciones y generar programas para que los servicios lleguen a más gente.

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