humanitarian response

Logística salvavidas en Ucrania

14 de abril de 2022

El 10 de abril, Tetyana Pryadko (nombre ficticio) recibió una llamada telefónica de su médico, el cual le comunicó que había llegado su terapia antirretroviral para tratar el VIH. Para Tetyana, que recibe tratamiento desde hace 10 años, fue una llamada importante. Su tratamiento no se había interrumpido ni una sola vez en todo ese tiempo, pero en ese momento solo le quedaban cinco días de suministro. Vive en Chernígov, que fue primera línea de la guerra, aislada de las anteriores cadenas de suministro que le proporcionaban su tratamiento contra el VIH de forma continuada.

Antes de que estallara la guerra, la terapia antirretroviral estaba ampliamente disponible en Ucrania. Larisa Getman, jefa del Departamento de Gestión y Respuesta al VIH del Centro de Salud Pública del Ministerio de Salud de Ucrania, explicó que “la mayor parte de la terapia antirretroviral era adquirida por el Estado a través de la Agencia Nacional de Adquisiciones”. 100% Life es la mayor organización de personas que viven con el VIH en Ucrania y lleva a cabo la adquisición de productos médicos a través de los proyectos del Fondo Mundial. Asimismo, gestiona ayuda humanitaria en el marco de los programas PEPFAR, incluidos los suministros urgentes de medicamentos antirretrovirales.

Valeria Rachinskaya, directora de Derechos Humanos, Género y Desarrollo Comunitario de 100% Life, que a su vez lleva muchos años recibiendo terapia antirretroviral, explicó que la pandemia de COVID-19 había mejorado la adherencia al tratamiento. El motivo es que se ha vuelto habitual tener en casa un suministro de medicamentos para varios meses, pues se enviaba por correo a quienes no podían acceder a una clínica. El asesoramiento a distancia y el uso generalizado de aplicaciones móviles también se han convertido en algo rutinario.

“La población no carecía de medicamentos cuando empezó la guerra. Las personas que vivían en las ciudades más bombardeadas fueron las que peor lo pasaron, ya que no solo se destruyeron las instalaciones médicas, sino que también se interrumpieron las cadenas logísticas”, dijo.

“Antes de la guerra, todo el proceso de adquisición y entrega en Ucrania era bastante fácil”, explicó Evgenia Rudenka, jefa del Departamento de Adquisiciones de 100% Life. “La carga se entregaba en el aeropuerto, la despachábamos en nuestro almacén y la transportábamos. Pero estalló la guerra y hubo que buscar urgentemente la manera de hacer llegar esos medicamentos al país y, sobre todo, a los pacientes. De hecho, desarrollamos estos mecanismos, junto con nuestros socios, en los primeros días del conflicto”.

A petición del Centro de Salud Pública de Ucrania y con el apoyo de USAID y los CDC, el Plan de Emergencia del Presidente de los Estados Unidos para el Alivio del Sida (PEPFAR) se comprometió a prestar asistencia en el abastecimiento urgente de terapia antirretroviral. Chemonics, una agencia de adquisiciones del PEPFAR, buscó existencias sobrantes en todo el mundo y logró conseguir suministros vitales.

Gracias al apoyo de la Unión Europea, que desarrolló de inmediato los regímenes especiales de tránsito de la ayuda humanitaria para Ucrania, se han empezado a realizar entregas a través de países vecinos, principalmente Polonia y Rumanía. “Con la ayuda del servicio ferroviario, hemos organizado la recogida de la carga en una estación alejada del punto principal de entrega de la mayor parte de la ayuda humanitaria que llega a Ucrania. Esto se hizo con el fin de realizar una distribución inmediata a las regiones. (Debido a que un gran número de suministros humanitarios procedentes de diferentes países pasa por la Agencia Estatal de Reservas Estratégicas de Polonia, es bastante difícil sacar las mercancías de allí con rapidez). Así que hemos contratado a una empresa de logística que puede entregar las mercancías a través del régimen de tránsito humanitario a un almacén en Leópolis. Desde allí podemos proceder directamente a su reparto,” dijo la Sra. Rudenka.

La parte más difícil e importante del proceso es la entrega a toda Ucrania, incluidas las zonas de primera línea.

Según Evgenia, muchas empresas de logística han dejado de operar durante la guerra, y las que quedan han duplicado o triplicado el coste de sus servicios.

Las organizaciones comerciales no están dispuestas a ir a ciudades como Járkov, Jersón o Mikolaiv. Sin embargo, hay conductores voluntarios, que trabajan de forma coordinada con las autoridades locales, que se desplazan hasta allí para evacuar a gente y entregar medicamentos y otros bienes.

“Donde hay enfrentamientos armados, los conductores voluntarios descargan, por ejemplo, en la sede de la administración regional. Luego nosotros nos comunicamos con las instituciones médicas a las que van destinados los suministros, les decimos dónde recoger la mercancía”, explicó.

Aun así, varios voluntarios han sido atacados y cuatro han muerto.

“La situación de las personas que viven con el VIH en Ucrania es desesperada. Estamos intentando entregar medicamentos, alimentos y otros tipos de asistencia urgente a las personas necesitadas, pero el trabajo es peligroso y los conductores voluntarios están arriesgando sus vidas. Si no recibimos más ayuda, no estoy seguro de cuánto tiempo más podremos continuar así, especialmente para seguir llegando a la gente en las zonas de primera línea", dijo Dmytro Sherembey, presidente del Consejo de Coordinación de 100% Life.

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ONUSIDA advierte de que la guerra en Ucrania supone una amenaza de catástrofe humanitaria para las personas afectadas por y que viven con el VIH

13 de abril de 2022

Se pide de manera urgente un aumento del apoyo internacional para respaldar el heroico trabajo de las redes lideradas por la comunidad, que intentan proporcionar tratamiento contra el VIH capaz de salvar vidas a la población 

GINEBRA, 13 de abril de 2022— La guerra en Ucrania ha provocado la destrucción y alteración de los servicios sanitarios y de las cadenas logísticas de suministro de las que depende la supervivencia de cientos de personas afectadas por y que viven con el VIH. Más de un cuarto de millón de ucranianos viven con el VIH, y la falta de acceso a terapia antirretroviral y servicios de prevención traería consigo una ola de muertes y el riesgo de un resurgimiento de la pandemia de sida en Ucrania. Las redes lideradas por la comunidad, vitales para mantener estos servicios que pueden salvar vidas, necesitan con urgencia recibir más apoyo internacional.  

Más de 40 instalaciones médicas en las que antes de la guerra se ofrecía tratamiento contra el VIH, así como servicios de prevención y atención, están ahora cerradas. Hay distintos niveles de alteración de los servicios en otros emplazamientos. El 11 de abril, la Organización Mundial de la Salud (OMS) verificó más de 100 ataques contra instalaciones sanitarias en Ucrania, además del caos en el que se encuentran inmersas las rutas de suministro dentro del país. El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia informa de que los ataques contra la infraestructura hídrica y los cortes de electricidad han dejado a 1,4 millones de personas sin acceso al agua, mientras que otros 4,6 millones tienen acceso limitado. Mientras tanto, el Banco Mundial prevé que la economía de Ucrania se contraiga en un 45 % este año, lo que es una amenaza inminente para el mantenimiento de programas sanitarios y sociales esenciales. 

La semana pasada se entregaron en Leópolis más de 18 millones de dosis de medicamento antirretrovírico que puede salvar vidas, obtenidas por el Plan de emergencia del presidente de los Estados Unidos para el alivio del sida (PEPFAR). Estas se distribuyen esta semana en colaboración con el Centro de Salid Pública del Ministerio de Salud de Ucrania y 100% Life, la organización de personas que viven con el VIH más grande de Ucrania. Si se consigue entregárselas a aquellos que las necesitan, las medicinas serían suficiente para tratar a todas las personas que viven con el VIH y reciben tratamiento de primera línea durante 6 meses. Este primer tramo es parte del compromiso de PEPFAR para financiar 12 meses de tratamiento contra el VIH en Ucrania. ONUSIDA calcula que aproximadamente 260 000 personas vivían con el VIH en Ucrania antes del comienzo de la guerra, de los cuales 152 000 tomaban medicación diaria contra el VIH.  

El Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria (Fondo Mundial) también proporciona financiación urgente para garantizar la continuación de servicios del VIH y la tuberculosis que salvan vidas. 

Lo más importante ahora es asegurarse de que estos medicamentos lleguen a las personas que lo necesitan a tiempo. Las organizaciones de la sociedad civil están haciendo esfuerzos heroicos para entregar suministros médicos esenciales y servicios del VIH a las personas afectadas por y que viven con el VIH, poblaciones vulnerables inclusive. Llegan a personas en ubicaciones que suponen un verdadero desafío, a pesar de los obstáculos que se encuentran. Pero las organizaciones, de las que dependen estas entregas y sistema de salud, necesitan más apoyo internacional para seguir operando.  

“La situación de las personas que viven con el VIH en Ucrania es desesperada. Estamos intentando entregar medicinas, comida y asistencia urgente a las personas que lo necesitan, pero este trabajo es peligroso y los voluntarios están arriesgando sus vidas”, afirma Dmytro Sherembey, líder del Consejo de Coordinación de 100% Life. “Si no recibimos más ayuda, no sé durante cuánto tiempo podremos continuar, sobre todo para alcanzar a las personas en las zonas de primera línea”. 

ONUSIDA hasta ahora ha liberado 200 000 dólares americanos para cubrir las necesidades humanitarias urgentes y los objetivos del programa en ciudades que albergan grandes epidemias de VIH (Chernihiv, Dnipro, Kharkiv, Kryvy Rih, Kiev, Odesa y Poltava). Ahora hace un llamamiento urgente a la comunidad internacional para que se done a mayores 2.42 millones de dólares a las organizaciones de la sociedad civil que proporcionan servicios del VIH en Ucrania, así como para aquellas que reciban a refugiados afectados por el VIH en otros países. Esto sería parte del aumento de apoyo ahora necesario.  

“Las organizaciones de la sociedad civil y comunidades de personas que viven con y son afectadas por el VIH son el cimiento de la respuesta al VIH en Ucrania”, afirma Winnie Byanyima, Directora Ejecutiva de ONUSIDA. “Necesitan más apoyo financiero y logístico de manera urgente para poder garantizar la continuación del tratamiento contra el VIH, así como de los programa de prevención y atención. Rogamos a los donantes que ayuden a perpetuar este servicio esencial a la hora del salvar vidas y evitar un resurgimiento de la pandemia de sida en Ucrania”.  

La única razón por la que se han podido mantener los servicios a pesar de la guerra es porque la innovadora respuesta al VIH en Ucrania es producto de una asociación entre la provisión pública y comunitaria. Pero las redes de la sociedad civil, de cuyo valor y creatividad dependen los servicios del VIH, necesitan más apoyo internacional para poder continuar operando al nivel requerido.  

Garantizar el acceso a suministros médicos y servicios para grupos vulnerables es todo un desafío. ONUSIDA trabaja codo con codo con asociados humanitarios en Ucrania e internacionalmente para obtener soluciones urgentes y proporcionar apoyo médico y humanitario a cientos de miles de ucranianos.  

La Alianza por la Salud Pública trabaja para proporcionar el apoyo urgente que se necesita durante el conflicto. Utiliza minibuses para dar respuesta a necesidades humanitarias, como la evacuación de poblaciones vulnerables y la entrega de alimento y medicina. Las comunidades en primera línea de respuesta están haciendo un esfuerzo excepcional para llegar a la población. Por ejemplo, la Alianza por la Salud Pública ha desplegado varias clínicas móviles para hacer llegar la terapia de sustitución de opiáceos a las personas que consumen drogas en zonas donde las instalaciones han tenido que cerrar. ONUSIDA también trabaja con el uno de sus copatrocinadores, la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, y con el Fondo Mundial para conseguir suministros de terapia de sustitución de opiáceos. 

El conflicto ha hecho que millones de personas abandonen el país, por lo que miles de mujeres ucranianas y niños que viven con VIH están en países de acogida y necesitan apoyo. Las redes de sociedad civil respaldadas por los copatrocinadores y socios de ONUSIDA ayudan a los refugiados a acceder a la terapia antirretroviral en la República de Moldova y por toda la Unión Europea.  

Como parte de los esfuerzos para garantizar la continuidad del tratamiento contra el VIH, el copatrocinador de ONUSIDA, la OMS, ha participado en la negociación de un acuerdo con la farmacéutica ViiV Healthcare en virtud del cual se donarán medicinas contra el VIH a Polonia, República Checa y otros países de la Unión Europea que reciben un gran número de refugiados ucranianos.  

ONUSIDA también urge a la comunidad internacional a ayudar a los centros de acogida de refugiados a fortalecer su apoyo a las personas en más riesgo. Para esto deberían mejorar sus servicios psicosociales, de tratamiento y prevención contra el VIH, y los relacionados con la violencia de género. Un copatrocinador de ONUSIDA, ONU Mujeres, afirma que las denuncias se abuso sexual y tráfico de personas en Ucrania son indicadores de una crisis de protección. ONUSIDA ha advertido del elevado riesgo para las personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersexuales. 

Byanyima respalda el llamamiento de las Naciones Unidas a acabar con la guerra. “Lo que más necesitamos es paz”, asegura. “La guerra en Ucrania tiene que terminar. Ahora. La recuperación necesita que esta guerra termine. Incluso cuando esto pase vamos a necesitar mucha ayuda. Las personas que viven con el VIH en Ucrania corren un grave peligro por culpa de esta guerra. Las redes lideradas por la comunidad, que dan respuesta a los servicios del VIH y arriesgan sus vidas para salvar las de los demás, necesitan todo el apoyo posible”. 

Número de atención sobre el VIH en Ucrania: 0800 500 451. 

Puede encontrar más apoyo a los refugiados ucranianos que viven con el VIH en la página web de la  Iniciativa de Terapia Antirretroviral para Ucranianos en el Extranjero, establecida en coordinación con el Centro de Salud Pública de Ucrania. Se está recopilando más información sobre la ubicación y las necesidades de las personas que viven con el VIH en Ucrania, y de aquellos que se han visto obligados a huir del país.

ONUSIDA

El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA) lidera e inspira al mundo para hacer realidad su meta global de cero nuevas infecciones por el VIH, cero discriminación y cero muertes relacionadas con el sida. ONUSIDA aúna los esfuerzos de 11 organizaciones de las Naciones Unidas (ACNUR, UNICEF, PMA, PNUD, UNFPA, UNODC, ONU Mujeres, OIT, UNESCO, OMS y Banco Mundial) y trabaja en estrecha colaboración con asociados mundiales y nacionales para poner fin a la epidemia de sida para el 2030 como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Obtenga más información en unaids.org y conecte con nosotros a través de Facebook, Twitter, Instagram y YouTube.

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En el Día Mundial de la Asistencia Humanitaria, ONUSIDA reconoce la gran labor de los #HéroesSinCapa

19 de agosto de 2020

GINEBRA, 19 de agosto de 2020 - Hoy, cuando se celebra el Día Mundial de la Asistencia Humanitaria, ONUSIDA reconoce y celebra el poder de las comunidades, todas esas personas y grupos que aúnan sus fuerzas para cambiar el mundo. Ellos son los verdaderos #HéroesSinCapa.

ONUSIDA sabe bien que la gente, cuando se junta, es mucho más fuerte, y que las comunidades han sido siempre un pilar fundamental de la respuesta al VIH. Los héroes se ponen en pie y alzan la voz para asegurarse de que tanto ellos como sus familias, parejas y amigos puedan acceder a los servicios relacionados con las pruebas, el tratamiento y los cuidados para el VIH. Son invencibles en la lucha contra el estigma y la discriminación. Exigen respeto y compromiso en todas aquellas decisiones que afectan a sus vidas.

Los entornos humanitarios y frágiles son lugares inestables, impredecibles y volátiles. El conflicto, el desastre y los desplazamientos agotan los servicios sanitarios, aíslan a las comunidades y aumentan las vulnerabilidades, ya que incrementan el riesgo de quedarse atrás. Además, como ya hemos visto con la COVID-19, cualquier entorno puede resultar débil y quebrarse cuando se presenta un desafío nuevo o inesperado. Mientras la COVID-19 se extendía por todo el globo, la asistencia humanitaria ha sido prestada por sanitarios, trabajadores esenciales y otras grandes personas que no han dudado en arriesgar su vida y la de su familia por ayudar a los demás.

Las organizaciones lideradas por la comunidad están siendo la salvación para los grupos de población de todo el mundo que se están dejando desatendidos, que son marginados y a los que cuesta llegar. Todas ellas tienen gran experiencia a la hora de responder a las crisis de salud y derechos humanos que surgen dentro de las comunidades. Las muchas redes y los innumerables grupos liderados por la comunidad que emergieron para responder al VIH poseen una ingente experiencia práctica y fuerza organizativa, y gozan de un enorme acceso a la comunidad para facilitar el suministro de apoyo que salva vidas e influir en las prácticas de la vida real de las personas, con el fin de proteger mejor su salud.

Y siguen apareciendo también nuevos héroes. Algunos están ayudando a mantener el acceso a tratamientos para el VIH que salvan vidas.  Otros muchos están aportando su granito de arena para que los miembros más vulnerables de la sociedad puedan sobrevivir a los confinamientos y superar el impacto de la pandemia. Hay también quienes velan por aquellas personas que tienen más riesgo de ser víctimas de la violencia.

ONUSIDA felicita a todos los #HéroesSinCapa y las comunidades que están tanto en la retaguardia como en la primera línea. Les da las gracias por construir una resiliencia de base que garantice que no quede nadie atrás, para lograr así una cobertura sanitaria universal que garantice el acceso justo y gratuito a los servicios relacionados con el VIH.

ONUSIDA se compromete a construir una cultura de solidaridad, confianza, bondad y ética del cuidado, no solo en respuesta a la COVID-19, sino en todos los entornos humanitarios a lo largo y ancho del globo. Hemos visto a muchísimas personas poner dinero de su bolsillo para ayudar a sus familias, vecinos y compañeros. Y por ello llamamos a la financiación continuada para las organizaciones de la comunidad.

ONUSIDA pide que se continúe apoyando y defendiendo a quienes trabajan para poner fin al sufrimiento y la injusticia, pues es el único modo de promover la paz y respaldar el respeto a los derechos humanos.

Y no solo hoy, sino todos los días del año. 

ONUSIDA

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Respuesta a la COVID-19

Prevención del VIH y la violencia sexual y de género en las operaciones de paz y humanitarias

15 de agosto de 2019

Solo en África hay actualmente siete operaciones de paz y un enorme número de operaciones humanitarias. En todo el continente, 600 millones de personas viven en países afectados por la fragilidad, el conflicto y la violencia, y siete de cada diez mujeres en situación de conflicto y en poblaciones de refugiados están expuestas a la violencia sexual y de género. En determinados contextos, las mujeres que han sido víctimas de violencia tienen un 50 % más de posibilidades de vivir con el VIH.

El personal uniformado que trabaja en las operaciones para el mantenimiento de la paz se encuentra habitualmente expuesto a una gran cantidad de riesgos para la salud durante su jornada, debido al tipo de trabajo que realizan, los lugares a los que son enviados y las condiciones en las que a menudo tienen que ejercer. Por ello, la salud y el bienestar de este personal uniformado es motivo de preocupación. Y de igual importancia es el bienestar de todas las personas entre quienes desarrolla su trabajo.

Para proteger tanto a este personal desplegado, como a los civiles, la Unión Africana elaboró en noviembre de 2018 un nuevo código de conducta para prevenir y denunciar la violencia sexual y de género, también en las operaciones de paz.

«Necesitamos urgentemente una estrategia más general, concertada y armonizada para abordar las cuestiones referentes a la violencia sexual y de género y al VIH durante los conflictos y en situaciones humanitarias», apunta Bineta Diop, enviada especial de la Unión Africana para cuestiones de mujeres, paz y seguridad.

El nuevo código de conducta, explicado resumidamente en la política de la Unión Africana referente a la prevención y la respuesta a la explotación y el abuso sexual durante las operaciones de paz, prioriza la eliminación de todas las formas de violencia de género y sitúa las operaciones de paz al frente a la hora de garantizar la justicia y la protección de las poblaciones vulnerables. Ahora el reto está en poner en práctica el código de conducta.

«La Unión Africana tiene cero tolerancia respecto a la violencia sexual y de género, e insta a los Estados miembros a poner en marcha de manera inmediata políticas  centradas en el sobreviviente y las cuales ofrezcan una amplia variedad de servicios de apoyo», señala Admore Kambudzi, directora del departamento de paz y seguridad de la Comisión de la Unión Africana.

En junio, la Comisión de la Unión Africana y la oficina de enlace de ONUSIDA con la Unión Africana, en colaboración con la oficina de las Naciones Unidas para la Unión Africana, convocaron la primera de una serie de reuniones dirigidas a formular recomendaciones prácticas para lograr una forma colectiva de abordar la violencia sexual y de género y el VIH en contextos frágiles.

Los participantes estuvieron de acuerdo en que es fundamental adoptar un enfoque centrado en los sobrevivientes respecto a la violencia sexual relacionada con los conflictos y que busque desarrollar la resiliencia de los sobrevivientes y proporcionarles apoyo psicosocial y de salud mental. Para lograr el éxito, será clave incluir a los hombres y a los varones jóvenes en la lucha para acabar con la violencia sexual y de género.

Los participantes también pidieron que se garantizaran la salud y el bienestar del personal uniformado de las operaciones de paz, tanto antes, como durante su servicio activo. Pronto se terminará un protocolo para integrar los programas relacionados con el VIH en las operaciones de paz de la Unión Africana y se reunirá a un equipo de expertos para trazar el mapa de la situación actual en los países afectados por la crisis, identificar los vacíos y los puntos fuertes, y proponer una forma de erradicar la violencia sexual y de género y la exposición al VIH.

«Insto a los socios a actuar para poner fin a la violencia sexual y de género y al VIH en los entornos frágiles dentro del contexto del tema de la Unión Africana para 2019, el año de los refugiados, retornados y desplazados internos», dice Clémence A. Habi Bare, director de la oficina de enlace de ONUSIDA con la Unión Africana.

Política de la Unión Africana referente a la prevención y la respuesta a la explotación y el abuso sexual durante las operaciones de paz

Seguridad y asuntos humanitarios

La campaña para la realización de la prueba del VIH reúne a los habitantes de Bangui

19 de febrero de 2019

El barrio PK5 de Bangui (República Centroafricana) es el hogar de una gran parte de la comunidad musulmana de la ciudad.  Mientras que antes se trataba de un área comercial muy concurrida y era el centro de la vida nocturna de Bangui, ahora se ha convertido en una zona de exclusión para muchos.

Como sucedió en gran parte del país, este barrio y sus residentes se vieron gravemente afectados por la violencia que azotó el país entre 2012 y 2013.  Esto desembocó en que los habitantes que no practican la religión musulmana abandonaran el barrio y que, a día de hoy, los grupos armados rivales continúen ejerciendo el control.  En todo el país, las consecuencias de la violencia han propiciado el desplazamiento de grandes masas de población y una crisis humanitaria. A finales del año 2018, se estimó que 2,9 millones de personas, más de la mitad de la población del país, necesitaban ayuda humanitaria y protección.

Sin embargo, la gente que habita el PK5 se mantiene firme. Tras percibir la necesidad de una mayor concienciación sobre el VIH en la comunidad, los dirigentes juveniles musulmanes y el Catholic University Center, con el apoyo de ONUSIDA, organizaron una campaña de sensibilización y de realización de pruebas del VIH del 23 de enero al 13 de febrero en el hospital Henri Dunant en el PK5.

Esta ha sido la primera de este tipo que ha tenido lugar en la zona desde los conflictos acontecidos entre 2012 y 2013. En las dos semanas que duró la campaña, 1500 personas se realizaron voluntariamente las pruebas del VIH y accedieron a los servicios de asesoramiento. De esta forma, se asignó el tratamiento pertinente a aquellos que obtuvieron un resultado positivo. 

El encargado de dar comienzo a la campaña fue Pierre Somse, Ministro de Sanidad, durante un evento al que asistieron líderes religiosos, mujeres y jóvenes. Este ministro se sometió a la prueba del VIH y señaló la importancia de que todas las personas sepan su estado serológico. Las estadísticas de conocimiento de este siguen siendo muy bajas, ya que solo el 53 % de las personas que viven con el VIH son conscientes de su estado.

«El gobierno se ha comprometido a aumentar los esfuerzos dedicados a proporcionar servicios sanitarios y sociales para toda la población centroafricana. No hemos olvidado la delicada situación que se sufre en el PK5 y no se dejará de lado a su población en nuestro intento de facilitar el acceso a las pruebas, el tratamiento, la atención y el apoyo del VIH», dijo Pierre Somse.

Pamela Ganabrodji, Directora de Información y Asesoramiento en el hospital Henri Dunant, añadió lo siguiente: «Estamos muy orgullosos de todo lo que hemos conseguido con esta campaña contra el VIH, pero los desafíos siguen ahí. Nos dirigimos al gobierno y a los colaboradores internacionales para que continúen financiando las actividades contra el VIH destinadas a mejorar los cuidados de salud sexual y reproductiva del hospital Henri Dunant, que son fundamentales en una comunidad en la que los tabúes sociales y culturales suponen una gran barrera».

El último día de la campaña, la población se reunió para tratar los desafíos que afronta la gente del PK5 con respecto al VIH y a la salud sexual y reproductiva. Se ha llegado a la conclusión de que se necesita mejorar los servicios sociales y de atención sanitaria básica, así como suplir la ausencia de oportunidades económicas que sufre la población. Esto se debe a que el escaso acceso a los anticonceptivos actuales, el desconocimiento sobre qué es el VIH y la pobreza siguen propiciando la vulnerabilidad ante el VIH de los jóvenes y las mujeres.

«Con esta campaña, nosotros, los jóvenes del PK5, demostramos que no estamos indefensos y que formamos parte de la solución para el problema del VIH y otras cuestiones sociales», dijo Aroufay Abdel Aziz, Presidente de la Juventud Musulmana de la República Centroafricana.

La segunda fase de la campaña de sensibilización y de realización de pruebas del VIH se prolongará hasta finales de marzo. Esta incluirá mensajes de prevención junto con las tareas de concienciación llevadas a cabo por educadores entre iguales y debates en grupos sobre el VIH y otras cuestiones de salud sexual y reproductiva.

«ONUSIDA seguirá cooperando con el gobierno y con otros organismos de las Naciones Unidas para reforzar la participación de los jóvenes en la respuesta al VIH», dijo Patrick Eba, el Director Nacional de ONUSIDA para la República Centroafricana.

ONUSIDA trabajará con las fuerzas armadas en la República Centroafricana para acabar con la violencia sexual, los malos tratos y las nuevas infecciones por el VIH

09 de octubre de 2018

La nueva iniciativa busca que militares y otro personal uniformado sean parte activa de la concienciación, la prevención y el tratamiento del VIH, además de trabajar para poner fin a la violencia de género y sexual por parte de las fuerzas de seguridad

BANGUI/GINEBRA, 9 de octubre de 2018—ONUSIDA ha firmado un memorando de entendimiento (MoU) con el Ministerio de Defensa Nacional y Reconstrucción del Ejército, el Ministerio de Sanidad y Población y el Comité Nacional de Lucha contra el SIDA de la República Centroafricana. El objetivo del memorando es reducir nuevos contagios de VIH entre miembros del ejército y otro personal uniformado, reducir la violencia sexual y los malos tratos por parte de las fuerzas del orden e incrementar el uso del tratamiento contra el VIH y los servicios de atención y apoyo.  

El memorando llega en un momento crítico. La República Centroafricana tiene la segunda tasa más alta de VIH de África central, estimada en un 4% en 2017. Sin embargo, entre el personal uniformado, la prevalencia del VIH se estima que es del 7,8%. Los conocimientos sobre el VIH entre el personal uniformado de la República Centroafricana son particularmente bajos. Además, abundan las denuncias de abuso sexual y violencia por parte del colectivo militar.

"Tenemos la responsabilidad de proteger a nuestro pueblo de la violencia y del VIH, y en especial a las mujeres y a las niñas, ya que son el grupo más vulnerable. Nos centramos en el personal uniformado con el objetivo de transformar la relación entre el nuevo ejército y la población, como un puente hacia la reconstrucción” manifestó Faustin-Archange Touadéra, presidente de la República Centroafricana.

Gracias al memorando, los partidos involucrados movilizarán a asociados nacionales para responder a la violencia de género y al VIH a través de la defensa y las fuerzas de seguridad. El objetivo es reducir la incidencia y prevalencia del VIH y mejorar las relaciones entre la defensa y las fuerzas de seguridad con el resto de la población general a través de actividades integradas en torno a la prevención del VIH y la violencia de género.

“Este protocolo es el punto de partida”, afirmó Michel Sidibé, director ejecutivo de ONUSIDA. “Plasma en hechos la resolución del Consejo de Seguridad de 1983. Sitúa la prevención en el centro de nuestros esfuerzos para terminar con la violencia de género, a la que considera una causa y consecuencia del VIH. Esto es imprescindible y complementario a todos los esfuerzos para endurecer las penas por violencia sexual en la República Centroafricana”.

Se pondrá especial énfasis en formar y concienciar a las fuerzas de seguridad usando métodos que han dado resultados a la hora de reducir la violencia de género y prevenir el VIH. Estos incluyen una mejora en los mecanismos para denunciar la violencia sexual, proporcionar apoyo a las supervivientes y asegurar el acceso a herramientas efectivas de prevención del VIH. También habrá programas de apoyo psicosocial para los miembros de la defensa y las fuerzas de seguridad y sus familias.

Los principales beneficiarios de los programas y actividades serán la defensa y las fuerzas de seguridad de República Centroafricana, que incluyen el ejército, la policía, la gendarmería, funcionarios aduaneros, responsables de la gestión del agua y el sector forestal, y la policía municipal. La implementación del memorando también beneficiará al resto de la población, gracias a varias actividades integrales entre el ejército y los civiles, al impacto de los programas de prevención, tratamiento y atención del VIH y a los esfuerzos para eliminar la violencia relacionada con cuestiones de género y sexualidad, así como los malos tratos.

ONUSIDA proporcionará liderazgo y apoyo técnico a la iniciativa y movilizará a sus asociados y copatrocinadores, en especial a las organizaciones que trabajan en cuestiones de género y salud, con el fin de apoyar la implementación de las actividades desarrolladas en el memorando. ONUSIDA también garantizará una colaboración efectiva entre todos los asociados; aquí se incluye la participación activa de la sociedad civil. También jugará un papel fundamental en la demanda de recursos y en el apoyo de la monitorización, la evaluación y la documentación de la iniciativa.

La Misión Unidimensional Integrada de las Naciones Unidas para la Estabilización en la República Centroafricana y la Misión de Entrenamiento de la Unión Europea en la República Centroafricana se han comprometido a apoyar la iniciativa.

Los nuevos compromisos jugarán un papel importante en lo que respecta al avance del Plan Nacional de Recuperación y Consolidación de la Paz 2017-2021 en la República Centroafricana. Forman parte del conjunto de esfuerzos que se han puesto en marcha para implementar la resolución del año 1983 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, que recalca la importancia de concentrar los esfuerzos para acabar con la violencia relacionada con el género y la orientación sexual, así como para responder al VIH durante y después de los conflictos.  

Datos del VIH en la República Centroafricana en 2017:

  • Aproximadamente 160 000 personas (entre 130 000 y 190 000) vivían con el VIH.
  • El 53% de las personas que vivían con el VIH conocía su estado serológico.
  • El 32% de las personas que viven con el VIH tenían acceso a la terapia antirretrovírica.
  • Unas 8 700 personas (entre 7 600 y 11 000) contrajeron nuevas infecciones por el VIH.
  • Unas 15 000 personas (entre 12 000 y 17 000) murieron a causa de enfermedades relacionadas con el sida.

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La Unión Africana y ONUSIDA, que preside la alianza H6, unen sus fuerzas para abordar la salud y la violencia sexual y de género en las crisis humanitarias

24 de septiembre de 2018

En el evento de alto nivel celebrado durante la 73ª Sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas, líderes políticos y de la salud anunciaron una colaboración basada en acciones para el apoyo a mujeres y niñas

GINEBRA, 24 de septiembre de 2018         ONUSIDA, que preside la alianza H6 (la colaboración de seis órganos de las Naciones Unidas para tratar cuestiones relacionadas con la salud), y la Unión Africana se han comprometido a reforzar su colaboración para eliminar la violencia sexual y de género, prevenir el VIH y proteger la salud y los derechos de las mujeres en situaciones de emergencia humanitaria.

El anuncio del nuevo programa de trabajo para este objetivo común se produjo en un evento especial de alto nivel celebrado en Nueva York (Estados Unidos), en los actos paralelos a la 73ª Sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas.

“Estamos aquí reunidos para coordinar los esfuerzos de planificación e intervención de la Unión Africana y las Naciones Unidas con el fin de proteger los derechos de las personas, prevenir el VIH e impulsar el derecho a la salud”, explicaba Faustin-Archange Touadéra, presidente de la República Centroafricana y de la reunión.

Los efectos del incremento en la frecuencia y la escala de las crisis humanitarias están siendo devastadores, especialmente entre las mujeres y los niños. En 2017, alrededor de 68 millones de personas se vieron forzadas a desplazarse en todo el mundo como resultado de la persecución, el conflicto y la violencia generalizada, lo que implica un aumento de 2,9 millones con respecto a 2016 y un nuevo máximo histórico.

“Todos sabemos que ha llegado el momento de actuar. Mas de 2000 millones de personas viven en países afectados por la vulnerabilidad, la violencia y el conflicto, y la mayoría de ellas son mujeres y niñas. Es inaceptable. Tenemos que aumentar la visibilidad política e intensificar la cooperación internacional para acabar con la violencia de género y proteger la salud de las mujeres y los niños en los entornos de emergencia humanitaria”, apuntaba Michel Sidibé, director ejecutivo de ONUSIDA y presidente de la H6.

ONUSIDA prestará su apoyo a la Unión Africana para desarrollar un plan de acción conjunto entre esta y las Naciones Unidas. El plan incluirá el desarrollo de herramientas didácticas y de sensibilización para el personal uniformado en las operaciones de mantenimiento de la paz, así como medidas que garanticen una mejora en los índices de explotación sexual y de violencia contra las mujeres y las niñas.

“La colaboración entre las Naciones Unidas y la Unión Africana brinda una oportunidad para fortalecer la labor de ambas y para ofrecer respuestas conjuntas e integrales a las necesidades de las poblaciones vulnerables en situaciones de crisis”, afirmaba Smaїl Chergui, miembro del Comisionado para la Paz y la Seguridad de la Unión Africana.

La protección de la salud y los derechos de las mujeres y los jóvenes será fundamental para mitigar la vulnerabilidad, el conflicto y el desastre. Se estima que el 60% de todas las muertes maternas evitables o, lo que es lo mismo, alrededor de 500 muertes diarias, se producen en entornos de conflicto y emergencia humanitaria.

“En Sudán del Sur, el 52% de las jóvenes contraen matrimonio antes de haber cumplido los 18. Insto a los líderes a no seguir guardando silencio. Reclamamos la inclusión de las mujeres en los procesos políticos. Son nuestros cuerpos, nuestras vidas y nuestros futuros los que están en juego. Haya conflicto o no, tenemos derecho al más alto nivel posible de salud”, puntualizaba Riya William Yuyada, directora ejecutiva de la asociación de Sudán del Sur Crown the Woman.

En la actualidad, existen muy pocos programas eficaces para evitar la violencia de género durante el conflicto y contra las poblaciones de refugiados. Los estudios muestran que la violencia contra mujeres y niñas aumenta durante los períodos de conflicto, en que la violación y otras formas de violencia sexual a menudo constituyen una práctica de guerra habitual.

“No estamos hablando de conseguir que cese el fuego, sino de reconocer que las mujeres y los niños tienen derecho a la vida, a la salud y a la paz. Es en este punto donde debemos concentrar nuestras energías y nuestro tiempo para garantizar que las mujeres y las niñas estén a salvo”, dijo Bience Gawanas, asesora especial sobre África para la Secretaría general de las Naciones Unidas.

La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas y la Agenda 2063 de la Unión Africana han creado una importante ventana política. En el contexto del Marco Conjunto de las Naciones Unidas y la Unión Africana para una Alianza Reforzada en materia de Paz y Seguridad, los nuevos compromisos proporcionan una valiosa oportunidad para mejorar la colaboración en materia de seguridad y salud en situaciones de crisis humanitaria.

“Lo que debemos explicar no es el motivo para establecer una colaboración, sino la razón de que todavía no estemos colaborando para acabar con la violencia sexual y de género y para proteger la salud y los derechos de las mujeres y los niños en los entornos de emergencia humanitaria. Si nos preguntamos cuáles son las causas fundamentales de la privación, la pobreza y el abuso, veremos que las mujeres y los niños están en el meollo del asunto”, afirmaba Sigrid Kaag, ministra de Comercio Exterior y Cooperación al Desarrollo de los Países Bajos.

Entre los compromisos suscritos por ONUSIDA y la Unión Africana se encuentra el de trabajar por garantizar que haya suficientes fondos para fortalecer la implementación coordinada de los programas de respuesta a la explotación y los abusos sexuales y al VIH en los entornos de emergencia humanitaria. Este fortalecimiento de la cooperación entre la Unión Africana y las Naciones Unidas resultará crucial para garantizar una paz, seguridad y desarrollo que sean sostenibles y se centren en las personas.

Para obtener más información sobre la nueva colaboración entre ONUSIDA y la Unión Africana, visite unaids.org/es

 

CITAS ADICIONALES

Deborah Birx, coordinadora mundial de los Estados Unidos para el sida y representante especial para la Diplomacia Sanitaria Mundial

No se trata solo de fondos, sino también de políticas, leyes y justicia para las niñas y niños, especialmente teniendo en cuenta que el 60% de la población africana tiene menos de 20 años.

 

Elhadj As Sy, secretario general de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja

Lo que ellos necesitan, lo que piden a gritos, es la paz. Anhelan nuevas esperanzas, y tratan de preservar la dignidad humana que han perdido en el camino. Ese el último retazo que queda, como decimos en África, y que la violencia sexual y de género hace jirones. La protección no debería ser siempre la última de las prioridades.

 

Michaëlle Jean, secretaria general de la Organización Internacional de la Francofonía

La violencia, las violaciones y las agresiones a mujeres, niños y niñas se da en todas las partes del mundo y es comparable a un arma de destrucción masiva. Estamos aquí para hacer más contra toda forma de discriminación y contra los crímenes perpetrados contra las mujeres.

 

Pramilla Patten, representante especial de la Secretaría General de las Naciones Unidas sobre la Violencia Sexual en los Conflictos

La vergüenza, el estigma, el riesgo de padecer represalias y la falta de acceso a los servicios provocan que el problema de no denunciar se cronifique. Aislando a las víctimas y excluyéndolas de la asistencia médica, se las estigmatiza y se facilita la propagación del VIH.

El conflicto armado crea condiciones, como las violaciones, la esclavitud sexual y el tráfico y la explotación de seres humanos, que permiten la proliferación del VIH en los entornos donde el estado de derecho y los servicios de salud pública se han desmoronado.

 

Bintou Keita, subsecretaria general de las Naciones Unidas para las Operaciones de Mantenimiento de la Paz

Para facilitar el diálogo, en la actualidad se están desplegando mujeres para los servicios de mantenimiento de la paz, así como asesores para la protección femenina que contribuyen a la adopción de un enfoque más integral en dichos servicios. El personal para el mantenimiento de la paz, hombres y mujeres que se han comprometido a procurar los mejores servicios posibles, también proporciona a los civiles paz y seguridad.

 

Lorena Castillo de Varela, primera dama de Panamá

Desde que comenzó mi andadura con ONUSIDA y las Naciones Unidas, dos poderosas palabras me han servido de guía: cero discriminación. Los desafíos a los que se enfrentan las mujeres y los niños, especialmente en entornos de emergencia humanitaria, se ven exacerbados por el estigma y la discriminación, y obstaculizan el acceso a servicios sanitarios vitales, como las pruebas del VIH y medicamentos que salvan vidas. La cero discriminación debería llegar a todos y cada uno de los rincones del mundo.

 

Martine Moise, primera dama de Haití

Haití ha sufrido numerosas catástrofes naturales, desde terremotos a huracanes, que han puesto a las mujeres y las niñas en una situación de especial vulnerabilidad. Además, en Haití la violencia de género también es muy frecuente. Apoyo plenamente la lucha contra la violencia ejercida sobre las mujeres y contra la violencia de género. Esta es una lucha en la que todos y cada uno de nosotros debemos participar.

 

Laure-Marie Kitanu, coordinadora de la Red de Mujeres que Viven con el VIH de la República Democrática del Congo

Hemos rogado a la comunidad internacional que nos ayude en relación a las pruebas y la prevención del VIH, y pedimos a todos que hagan de la paz y la estabilidad la mayor prioridad para que podamos llegar a una solución duradera. Celebramos esta iniciativa de la Unión Africana y ONUSIDA.

 

Contribución por escrito de Ashraf El Nour, director de la Organización Internacional para las Migraciones dirigida a la sede de las Naciones Unidas (Nueva York)

La Oficina Internacional para las Migraciones hace un llamamiento a los gobiernos de la Unión Africana y a los colaboradores para garantizar que se respete el derecho a la salud de los migrantes, independientemente de su condición, a fin de mejorar la resiliencia de las poblaciones que viven en situación de vulnerabilidad. No hacerlo, no solo pone en peligro la seguridad sanitaria de los grupos vulnerables, sino la del conjunto de la comunidad donde viven.

[FIN]

 

Contacto

ONUSIDA | Sophie Barton-Knott | tel. +41 79 514 6896 | bartonknotts@unaids.org

 

ONUSIDA

El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA) lidera e inspira al mundo para hacer realidad su meta global de cero nuevas infecciones por el VIH, cero discriminación y cero muertes relacionadas con el sida. ONUSIDA aúna los esfuerzos de 11 organizaciones de las Naciones Unidas —ACNUR, UNICEF, PMA, PNUD, UNFPA, ONUDD, ONU Mujeres, OIT, UNESCO, OMS y el Banco Mundial— y trabaja en estrecha colaboración con colaboradores a nivel mundial y nacional para poner fin a la epidemia de sida para el año 2030 como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Siga leyendo en unaids.org/es y conecte con nosotros en Facebook, Twitter, Instagram y Youtube.

 

Unión Africana

El objetivo de la Unión Africana es: “Una África integrada, próspera y en paz, cuyas riendas descansen en las manos de sus propios ciudadanos y que represente una fuerza dinámica en el panorama mundial”. Esta meta de una África nueva, con la mirada puesta en el futuro, dinámica e integrada requerirá de la lucha infatigable en los diversos frentes y del esfuerzo a largo plazo para llegar a materializarse por completo. La Unión Africana ha pasado de apoyar a los movimientos de liberación de los antiguos territorios africanos sometidos al colonialismo y el apartheid, tal y como recogían tanto la Organización para la Unidad Africana allá por 1963 como el Acta Constitutiva, a convertirse en una organización que encabeza el desarrollo y la integración de África.

 

H6

La alianza H6 se vale de la fuerza colectiva de UNFPA, UNICEF, ONU Mujeres, OMS, ONUSIDA y el Grupo Banco Mundial para proporcionar apoyo técnico y promover la Estrategia Mundial “Todas las mujeres, todos los niños” y respaldar el liderazgo y las acciones de los países en relación a la salud de las mujeres, los niños y los adolescentes. En la actualidad, ONUSIDA preside la H6. Para obtener más información, visite http://www.unaids.org/es/topic/H6

ONUSIDA

El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA) lidera e inspira al mundo para hacer realidad su meta global de cero nuevas infecciones por el VIH, cero discriminación y cero muertes relacionadas con el sida. ONUSIDA aúna los esfuerzos de 11 organizaciones de las Naciones Unidas (ACNUR, UNICEF, PMA, PNUD, UNFPA, UNODC, ONU Mujeres, OIT, UNESCO, OMS y Banco Mundial) y trabaja en estrecha colaboración con asociados mundiales y nacionales para poner fin a la epidemia de sida para el 2030 como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Obtenga más información en unaids.org y conecte con nosotros a través de Facebook, Twitter, Instagram y YouTube.

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HIV in humanitarian and emergency settings

Additional resources

La bienvenida a África: historias de esperanza y superación de los refugiados en Uganda

29 de marzo de 2018

"Ahora mismo, solo quiero ir a un país donde haya paz", dice un joven estudiante que huyó del conflicto de la República Democrática del Congo, su país natal. Su nuevo hogar es el asentamiento de refugiados de Kyangwali, en el distrito de Hoima (Uganda). Este lugar le va a dar la oportunidad de cumplir el sueño de tener una vida tranquila.

Este asentamiento se encuentra a orillas del lago Alberto, en la frontera entre el sur de la República Democrática del Congo y el norte de Uganda. La mayoría de los refugiados en Kyangwali huyen de conflictos interétnicos que tienen lugar en el este de la República Democrática del Congo y realizan este peligroso viaje hacia Uganda atravesando el lago Alberto en barcos pesqueros. Desde enero de 2018, 59.000 personas aproximadamente recorrieron esa travesía. En un día normal, pueden llegar alrededor de 500 refugiados; en un día más agitado, pueden llegar a ser hasta 2.000.

Las familias llegan con cualquier cosa que puedan traer consigo: desde colchones y utensilios de cocina hasta objetos de valor, como, por ejemplo, placas solares; todo ello, amontonado entre los pasajeros del barco. La duración del viaje ronda las seis horas si las personas viajan en un barco motorizado. Sin embargo, pueden llegar a ser 12 horas si se desplazan en canoa. Bornwell Katande, Representante de la Delegación del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados en Uganda, dijo lo siguiente: “A veces, los barcos se quedan sin combustible en medio del lago y la policía naval ugandesa debe rescatarlos”. A esto, añadió el hecho de que “otros barcos vuelcan debido a la sobrecarga: en el punto álgido del flujo de refugiados, se pueden contar hasta 200 en una sola canoa”.

Cuando llegan al centro de recepción de Kyangwalli, los trabajadores de ayuda humanitaria registran a los refugiados y les dan una pulsera para identificarlos. Además les dan galletas de alto contenido energético y agua; aquellos que la necesitan, también reciben atención sanitaria de urgencia. Los refugiados permanecen un día o dos en el centro de recepción antes de que los trasladen al campamento. Allí, se les asigna una pequeña parcela de tierra, material y equipo para construir un refugio temporal para instalarse. 

En una visita reciente al centro de recepción, Michel Sidibé, Director Ejecutivo de ONUSIDA, presenció en primera persona los servicios sanitarios que se ofrecen a los refugiados recién llegados a su pequeña clínica improvisada. Aquí, los refugiados acceden a la atención sanitaria de emergencia y se les informa sobre el paquete de servicios iniciales mínimos de salud reproductiva. Este paquete se les entrega durante las diferentes fases de su llegada: tras cruzar la frontera, durante su corta estancia en el centro de recepción, en el momento antes de dirigirse al campamento, y una vez instalados allí. Estos servicios incluyen la prueba del VIH y las de detección de tuberculosis, la prevención de la transmisión maternoinfantil del VIH, la prestación de tratamiento del VIH y la tuberculosis a personas afectadas, entre otros servicios de salud sexual y reproductiva.

Durante su visita, Sidibé escuchó las historias de numerosos refugiados que le explicaron no solo el impacto que tuvo el desplazamiento sobre su salud y sus vidas, sino que también le confesaron sus aspiraciones y sueños para conseguir una vida mejor para ellos y sus familias. Él comentaba lo siguiente: “He oído historias de tristeza, pero también de esperanza y superación”.

Uganda es ya un hogar para la mayor población de refugiados en África, que llega a la cifra de 1,4 millones de refugiados repartidos entre los 13 campamentos establecidos por todo el país. La mayoría proceden de la República de Sudán del Sur y de la República Democrática del Congo. De hecho, este país está cerca de alcanzar los 5 millones de personas desplazadas, casi igual que en la República Árabe Siria.

Sidibé destacaba lo siguiente: “Sobrepasa lo admirable el hecho de ofrecer refugio desinteresadamente a cientos de miles de mujeres, niños y hombres que necesitan protección internacional”, a lo que añadió que “la política de refugiados ugandesa está entre las más progresistas del mundo y que, por ello, es un ejemplo a seguir para otros países”.

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