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Un nuevo informe se hace eco de las grandes desigualdades en el acceso a los servicios de prevención y tratamiento del VIH para niños: los socios hacen un llamamiento a la acción urgente
21 Julio 2021 21 Julio 2021Casi la mitad (46 %) de los 1,7 millones de niños que viven con el VIH en el mundo no estaban siguiendo un tratamiento en 2020 y 150 000 niños se infectaron por el VIH, cuatro veces más que el objetivo para 2020 de 40 000
GINEBRA, 21 de julio de 2021-En el informe final de la iniciativa Start Free, Stay Free, AIDS Free, ONUSIDA y sus socios* advierten de que el progreso hacia el fin del sida entre niños, adolescentes y mujeres jóvenes se ha detenido e insisten en que, lamentablemente, no se ha cumplido ninguno de los objetivos para 2020.
El informe refleja que el número total de niños en tratamiento descendió por primera vez, pese al hecho de que casi 800 000 niños que viven con el VIH no están actualmente en tratamiento. También muestra que se han pasado por alto las oportunidades para identificar a los recién nacidos y a los niños pequeños que viven con el VIH de forma temprana: más de un tercio de los niños nacidos de madres que viven con el VIH no se han sometido a pruebas. Si no se les administran medicamentos, alrededor del 50 % de los niños que viven con el VIH mueren antes de su segundo cumpleaños.
«Hace más de 20 años, las iniciativas para que las familias y los niños evitaran la transmisión vertical y se acabaran las muertes infantiles por sida pusieron en marcha lo que ahora se ha convertido en nuestra respuesta mundial al sida. El origen de todo estuvo en la reacción y el compromiso sin precedentes de todos los socios. Al principio hubo un notable avance, pero, aunque a día de hoy contamos con más herramientas y conocimientos que nunca, los niños se están quedando muy por detrás de los adultos. En lo que a población infantil se refiere, estamos muy lejos de alcanzar nuestros objetivos», afirmó Shannon Hader, directora ejecutiva adjunta de programas de ONUSIDA. «Las desigualdades son alarmantes: los niños tienen casi un 40 % menos de probabilidades que los adultos de recibir un tratamiento que salve vidas (el 54 % de los niños frente al 74 % de los adultos), y representan un número desproporcionado de muertes (solo el 5 % de todas las personas que viven con el VIH son niños, pero los niños representan el 15 % de todas las muertes relacionadas con el sida). Se trata del derecho de los niños a la salud y a una vida sana, es concederles el valor que tienen en nuestra sociedad. Ha llegado el momento de reactivarnos en todos los frentes: necesitamos el liderazgo, el activismo y las inversiones para hacer por los niños lo que ellos se merecen».
Start Free, Stay Free, AIDS Free es un marco de acción de cinco años que comenzó en 2015 tras el enorme éxito del Plan mundial para eliminar las nuevas infecciones por el VIH en niños para 2015 y mantener a sus madres con vida. En aquel entonces se instó a adoptar un enfoque de acción acelerada para garantizar que cada niño iniciara su vida sin VIH y permaneciera libre de sida durante la adolescencia. En el caso de los niños y adolescentes seropositivos, se trabajó para que todos tuvieran acceso a un tratamiento antirretroviral. Este enfoque se centró sobre todo en 23 países, 21 de los cuales estaban en África, los cuales representaban el 83 % del número mundial de mujeres embarazadas que viven con el VIH, el 80 % de los niños que viven con el VIH y el 78 % de las mujeres jóvenes de entre 15 y 24 años que acaban de infectarse por el VIH.
«La comunidad del VIH tiene una larga historia en la que ha tenido que hacer frente a desafíos sin precedentes. Hoy nos hace falta la misma energía y perseverancia para abordar las necesidades de los más vulnerables: nuestros hijos. Los líderes africanos tienen el poder de ayudarnos a cambiar el ritmo de la atención, y deben actuar y liderar hasta que no quede ningún niño que viva con el VIH», insistió Ren Minghui, director general adjunto de la División de Cobertura Sanitaria Universal/Enfermedades Transmisibles y No Transmisibles de la Organización Mundial de la Salud.
Aunque no se alcanzaron los objetivos para 2020, los 21 países prioritarios de África sí lograron un mayor progreso que los países sobre los que no se estableció prioridad. Sin embargo, hubo grandes disparidades entre los países y estos aún soportan la mayor carga de la enfermedad: Son solo 11 países los que concentran casi el 70 % de esos «niños que faltan», aquellos que viven con el VIH pero no están en tratamiento. De los años 2015 a 2020, hubo un descenso del 24 % en las nuevas infecciones por el VIH entre niños en los países prioritarios, frente a la bajada del 20 % observada en todo el mundo. Los países diana también lograron una cobertura de tratamiento del 89 % para las mujeres embarazadas que viven con el VIH, en comparación con el 85 % en todo el mundo, pero aún por debajo del objetivo del 95 %, y hubo grandes diferencias entre los países. Por ejemplo, Botsuana logró una cobertura de tratamiento del 100 %, pero la República Democrática del Congo solo alcanzó el 39 %.
«Aunque estamos profundamente angustiados por el déficit mundial de VIH pediátrico, también nos alienta el hecho de que tengamos las herramientas que necesitamos para cambiar la situación», afirmó Angeli Achrekar, coordinadora mundial de los Estados Unidos para el sida. «Por ello, entendamos este informe como una llamada a la acción para desafiar la complacencia y trabajar incansablemente con el objetivo de cerrar la brecha»
El informe describe tres acciones necesarias para acabar con las nuevas infecciones por el VIH entre los niños en los países diana. En primer lugar, llegar a las mujeres embarazadas con pruebas y tratamiento lo antes posible. Se produjeron 66 000 nuevas infecciones por el VIH entre los niños porque sus madres no recibieron ningún tratamiento durante el embarazo o la lactancia. En segundo lugar, garantizar la continuidad del tratamiento y la supresión vírica durante el embarazo, la lactancia y toda la vida: 38 000 niños se infectaron por el VIH porque sus madres dejaron de ser atendidas durante el embarazo y la lactancia. En tercer lugar, prevenir las nuevas infecciones por el VIH entre las mujeres embarazadas y lactantes: 35 000 nuevas infecciones entre los niños se produjeron porque una mujer se infectó por el VIH durante el embarazo o la lactancia.
Sí se han dado algunos pasos al frente que han ayudado a evitar nuevas infecciones por el VIH entre chicas adolescentes y mujeres jóvenes. En los países prioritarios, el número de chicas adolescentes y mujeres jóvenes que contraen el VIH descendió un 27 % entre 2015 y 2020. Sin embargo, el número de chicas adolescentes y mujeres jóvenes que adquirieron el VIH en los 21 países prioritarios fue de 200 000, el doble del objetivo mundial establecido para 2020 (100 000). Además, la COVID-19 y el cierre de las escuelas están alterando muchos servicios educativos, sexuales y reproductivos para las chicas adolescentes y las mujeres jóvenes. En este sentido, destaca la urgente necesidad de redoblar los esfuerzos ligados a la prevención del VIH para llegar a las mujeres jóvenes y adolescentes.
«Las vidas de las niñas y las jóvenes más vulnerables penden de un hilo. Están encerradas en ciclos de vulnerabilidad y negligencia profundamente arraigados que deben interrumpirse urgentemente. Con el respaldo de los Estados miembros de las Naciones Unidas, la nueva estrategia mundial contra el sida nos recomienda a todos a abordar estas vulnerabilidades entrecruzadas para detener e invertir los efectos del VIH para 2030. En el caso de las niñas y las mujeres jóvenes, sabemos que podemos alcanzar logros rápido. Solo necesitamos el coraje para aplicar las soluciones, y la disciplina para implementarlas con rigor y escala», apuntó Chewe Luo, directora del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia y directora asociada de programas de salud.
ONUSIDA y sus socios continuarán trabajando juntos para desarrollar nuevos marcos que aborden la agenda inacabada. Los Estados miembros de las Naciones Unidas adoptaron oficialmente los nuevos objetivos para 2025 en la Declaración política sobre el VIH y el sida de 2021: Acabar con las desigualdades y estar en condiciones de poner fin al sida para 2030 en junio de este mismo año. En ella se proporciona una hoja de ruta para los próximos cinco años.
«Es evidente que acabar con la transmisión maternoinfantil requiere enfoques innovadores que apoyen integralmente a la mujer a lo largo de toda su vida. Por supuesto, se precisan también esfuerzos intensificados de prevención primaria, como la profilaxis previa a la exposición (PPrE), el acceso a una atención completa a la reproducción y la atención centrada en las adolescentes y las mujeres jóvenes. El informe Start Free, Stay Free, AIDS Free incluye nuevos objetivos para 2025 que, si se cumplen, impulsarán una nueva era de prevención y tratamiento del VIH para mujeres, niños y familias. No hay tiempo para complacencias. Tenemos ante nosotros la ocasión de redoblar las inversiones para reducir y eliminar la transmisión maternoinfantil», recordó Chip Lyons, presidente y director ejecutivo de la Fundación Elizabeth Glaser para el Sida Pediátrico.
* El Plan de Emergencia del Presidente de los Estados Unidos para el Alivio del Sida, ONUSIDA, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia y la Organización Mundial de la Salud, con el apoyo de la Fundación Elizabeth Glaser para el Sida Pediátrico.
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PEPFAR
El PEPFAR es el mayor compromiso de cualquier nación para abordar una sola enfermedad en la historia. Supervisado y gestionado por el Departamento de Estado de los Estados Unidos, y respaldado por la compasión y la generosidad del pueblo norteamericano, PEPFAR ha salvado ya 20 millones de vidas, ha evitado millones de nuevas infecciones por el VIH y ha contribuido a transformar la respuesta mundial al VIH/sida.
UNICEF
UNICEF trabaja en algunos de los lugares más rigurosos del mundo para llegar a los niños más desfavorecidos. Presente en más de 190 países y territorios, UNICEF trabaja para construir a todos los niños, en todos los rincones del globo, un mundo mejor. Sigue a UNICEF en Twitter, Facebook, Instagram y YouTube
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Dedicada al bienestar de todas las personas y guiada por la ciencia, la Organización Mundial de la Salud (OMS) lidera y defiende los esfuerzos mundiales para brindar a todos, en todas partes, las mismas oportunidades para disfrutar de una vida segura y saludable. Somos la agencia de las Naciones Unidas para la salud que conecta a naciones, socios y personas en primera línea en más de 150 zonas geográficas. Lideramos la respuesta mundial a las emergencias sanitarias, evitando enfermedades, abordando las causas raíz de los problemas de salud y ampliando el acceso a los medicamentos y la atención sanitaria. Nuestra misión es promover la salud, hacer del mundo un lugar seguro y ayudar a los vulnerables. https://www.who.int/es/home
Fundación Elizabeth Glaser para el Sida Pediátrico
La Fundación Elizabeth Glaser para el Sida Pediátrico ha demostrado desempeñar un papel líder en la lucha por una generación sin sida. Ha conseguido acercar a más de 31 millones de mujeres embarazadas servicios para prevenir la transmisión del VIH a sus bebés. Fundada en 1988, la Fundación Elizabeth Glaser para el Sida Pediátrico ha prestado apoyo a más de 15 000 centros y actualmente trabaja en 17 países para ofrecer servicios de asesoramiento, prevención, diagnóstico y tratamiento del VIH, junto con una atención sanitaria a familias de alta calidad. Cada etapa de la vida, desde la infancia hasta la edad adulta, plantea desafíos nuevos y diferentes. El objetivo de la Fundación es llegar a vivir en un mundo en el que ninguna otra madre, niño o familia quede devastado por esta enfermedad. Para obtener más información, visite www.pedaids.org.
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Nuestra acción




Feature Story
El PNUD y ONUSIDA apoyan a más de 300 mujeres embarazadas y lactantes que viven con el VIH en Abiyán
08 Julio 2021
08 Julio 2021 08 Julio 2021Al igual que ha sucedido en el resto del mundo, la COVID-19 ha golpeado con fuerza Costa de Marfil. En cuanto se confirmaron los primeros casos de COVID-19 en marzo de 2020, el Gobierno desarrolló un plan de respuesta nacional. Desgraciadamente, las medidas restrictivas para proteger a la población tuvieron un impacto en el uso de los servicios sanitarios, incluidos los relacionados con el VIH, lo que amenazó la ya de por sí frágil retención en la atención de las personas que viven con el VIH. Las mujeres embarazadas y lactantes que viven con el VIH y sus hijos, uno de los grupos más vulnerables, se han visto particularmente afectadas, cuando el mantener su acceso a los servicios y la atención era esencial para evitar desandar lo andado durante años.
El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y ONUSIDA aunaron fuerzas para ayudar a retener a 333 mujeres embarazadas y lactantes que viven con el VIH en los servicios prenatales, de maternidad y pediátricos de Abiyán. El proyecto se encargará de suministrar, durante nueve meses, 1000 kits de alimentos y 1000 kits de higiene para ayudar a las beneficiarias con la asistencia alimentaria y ayudarlas a protegerse contra la COVID-19. Cada kit de alimentos contiene 20 kilos de arroz, 6 litros de aceite, 10 pastillas de jabón y 4 cajas de harina para niños. Por su parte, los kits de higiene constan de 2 botellas de gel hidroalcohólico, 2 botellas de jabón líquido y 50 mascarillas quirúrgicas. El proyecto también tiene como objetivo garantizar que las mujeres tengan acceso al completo paquete de servicios desarrollado en el marco del programa de prevención de la transmisión maternoinfantil del VIH (transmisión vertical) de Costa de Marfil, con el fin de garantizar que todos los hijos expuestos de las beneficiarias del proyecto sean examinados pronto y tengan acceso a una atención adecuada. Del mismo modo, se persigue documentar y compartir buenas prácticas.
Una de las beneficiarias, Ouattara Maimouna, que lleva cinco años viviendo con el VIH y es madre lactante de tres hijos, afirmó: «Doctor, este regalo fue increíblemente importante para nosotros. ¡Nos ha ayudado muchísimo! Esta reserva de comida es la que me ayuda a alimentar a mi familia. Nunca podré agradecerlo lo suficiente, porque justo entonces se me habían acabado las opciones para poder seguir tirando del pequeño negocio que me permitía sacar adelante a mi familia».
«Desde el comienzo del proyecto en diciembre de 2020, se han distribuido aproximadamente 700 kits de higiene y 700 kits de alimentos. Los socios que han puesto en marcha el Plan emergencia del Presidente de los Estados Unidos para paliar los efectos del SIDA (PEPFAR, por sus siglas en inglés) coinciden en que los kits han contribuido a la adhesión de las mujeres embarazadas y lactantes a las medidas para prevenir la transmisión vertical, a los servicios de atención pediátrica y del VIH, y a los grupos de apoyo personal», afirmó Brigitte Quenum, directora nacional de ONUSIDA para Costa de Marfil.
En esta fase de implementación, ya se están viendo algunas de las lecciones aprendidas. El proyecto ha sido muy bien recibido por las beneficiarias debido a su vulnerabilidad, que se ha visto agravada por la crisis de la COVID-19. El apoyo ha contribuido a aumentar el cumplimiento de las citas en las distintas consultas prenatales, mejorar la continuidad del tratamiento y de las pruebas de carga viral para las mujeres embarazadas y lactantes, y fortalecer la relación entre las mujeres que viven con el VIH y el personal que presta atención tanto clínica como comunitaria. El proyecto también enfatiza la importancia de tener en cuenta el componente social en el cuidado de las mujeres en lo relacionado con la prevención de la transmisión vertical de los servicios para el VIH.
La distribución de los kits de alimentación e higiene continuará hasta finales de 2021. Las mujeres embarazadas y lactantes que viven con el VIH se han vuelto más vulnerables en medio de la respuesta a la COVID-19 y deben diseñar estrategias de asistencia que respondan a sus sensibilidades específicas. «La movilización del PNUD, ONUSIDA, los socios implementadores del PEPFAR y sus socios de organizaciones no gubernamentales ha garantizado una coalición de apoyo para la defensa y el aumento de los esfuerzos de divulgación para llegar a las poblaciones vulnerables», añadió la Sra. Quenum. «Aunque esta iniciativa única es útil, hemos de esforzarnos para integrar otras actividades, como la promoción de la nutrición y la integración de un componente social en la atención a las mujeres que viven con el VIH en los servicios de transmisión vertical y otros centros de atención».
En los próximos meses comenzará a evaluarse la protección social inclusiva y sensible al VIH en colaboración con los principales ministerios implicados. Para ello hará falta movilizar fondos para cuestiones sociales relacionadas con las mujeres que viven con el VIH y promover medidas de apoyo sostenibles.
Region/country


Press Release
ONUSIDA llama a todos los países a emprender una acción mundial y propone nuevos grandes desafíos en materia del VIH para el año 2025
26 Noviembre 2020 26 Noviembre 2020Mientras la COVID-19 sigue obstaculizando los avances en la respuesta al sida y ha hecho que no se estén pudiendo alcanzar los objetivos para 2020, ONUSIDA insta con más fuerza que nunca a todos los dirigentes políticos, para que aprendan de las lecciones del pasado y tengan presente lo que sucede cuando no se invierte lo suficiente en salud. Asimismo, hace un llamamiento generalizado para que cada país dé un paso al frente en su acción mundial, pues solo así se logrará erradicar el sida y vencer otras pandemias.
GINEBRA, 26 de noviembre de 2020 - En su nuevo informe, Vencer a las pandemias priorizando a las personas, ONUSIDA pide a los países que inviertan mucho más en las respuestas mundiales a las pandemias y que adopten un nuevo conjunto de objetivos para el VIH audaces y ambiciosos, pero alcanzables. Si logramos hacer realidad dichos objetivos, el mundo volverá de nuevo a la senda de lo programado para poner fin al sida como amenaza para la salud pública para 2030.
La respuesta mundial al sida ya se había ralentizado antes del brote de la COVID-19. Sin embargo, la rapidísima expansión de la enfermedad del nuevo coronavirus ha supuesto aún más reveses. El modelaje del impacto a largo plazo que la pandemia tendrá en la respuesta al VIH nos muestra que las nuevas infecciones por el VIH se calcula que podrían pasar de 123 000 a 293 000 de 2020 a 2022. Asimismo, para este mismo periodo, las estimaciones apuntan a que las muertes relacionadas con el sida podrían crecer de 69 000 a 148 000.
«Estamos pagando ahora un precio altísimo por el error colectivo que hemos cometido de no invertir lo suficiente en respuestas para el VIH integrales, basadas en los derechos humanos y centradas en las personas», advierte Winnie Byanyima, Directora Ejecutiva de ONUSIDA. «El implementar únicamente aquellos programas que resultan más agradables desde el punto de vista político no nos ayudará, ni de lejos, a acabar con la COVID-19 ni a erradicar el sida. Para que la respuesta mundial vuelva a funcionar, es absolutamente imprescindible que pongamos a las personas en el centro y que abordemos las desigualdades que alimentan las epidemias».
Nuevos objetivos para reactivar la respuesta
Aunque algunos países del África subsahariana, como Botswana y Eswatini, lo han hecho considerablemente bien y han alcanzado, e incluso superado, los objetivos fijados para 2020, son muchos más los países que están quedando atrás. Aquellos que mejor lo han hecho han abierto el camino para todos los demás. ONUSIDA lleva un tiempo trabajando con sus socios para extraer todas las lecciones aprendidas y convertirlas en una serie de objetivos de cara a 2025 en los que las personas ocupen siempre un papel central.
Los objetivos pretenden lograr una gran cobertura tanto de los servicios de salud sexual y reproductiva, como de todos aquellos relacionados con el VIH. Además, se persigue acabar con las leyes y las políticas punitivas, y reducir el estigma y la discriminación. En todos los nuevos objetivos las personas están en el centro, sobre todo aquellas más en riesgo y marginadas, como las mujeres jóvenes y las niñas, las adolescentes, los trabajadores sexuales, las personas transgénero, los consumidores de drogas inyectables, y los gais y otros hombres que mantienen relaciones sexuales con hombres.
Los nuevos objetivos respecto a la distribución de los servicios relacionados con el VIH aspiran a lograr una cobertura del 95 % para cada subpoblación de personas que viven con el VIH y que tienen mayor riesgo de infectarse del VIH. Al adoptar un enfoque centrado en las personas y ocuparse especialmente de las zonas clave, los países lograrán estar más preparados para controlar las epidemias que los azotan.
Los objetivos para 2025 también exigen asegurar un entorno propicio para una respuesta al VIH eficaz, así como incluir otros objetivos ambiciosos y antidiscriminatorios para conseguir que menos de un 10 % de los países tenga leyes y políticas punitivas, menos de un 10 % de las personas que viven con el VIH o están afectadas por el virus sufra el estigma y la discriminación, y menos de un 10 % sea víctima de la desigualdad de género y la violencia.
Venciendo pandemias
La inversión y la acción insuficiente tanto en el VIH como en otras pandemias han dejado el mundo expuesto a la COVID-19. Si los sistemas sanitarios y las redes de la seguridad social hubieran sido más fuertes, el mundo habría estado en una mejor posición para frenar la propagación de la COVID-19 y soportar su impacto. La COVID-19 nos ha demostrado que la inversión en salud no solo salva vidas, sino que también sienta las bases de economías mucho más fuertes. La salud y los programas para el VIH deben estar plenamente financiados, tanto en tiempos de holgura económica como en momentos de crisis.
«Ningún país es capaz de derrotar solo las dos epidemias», insiste la Sra. Byanyima. «Un desafío de esta magnitud solo se puede lograr potenciando al máximo la solidaridad mundial, cultivando la responsabilidad compartida y aunando esfuerzos para movilizar una respuesta que no deje a nadie atrás. Podemos hacerlo compartiendo la carga y trabajando juntos».
Hay algunos puntos sobresalientes: se está dando más importancia que nunca al liderazgo, las infraestructuras y las lecciones aprendidas de la respuesta al VIH, para derrotar a la COVID-19. La respuesta al VIH ha ayudado a garantizar la continuidad de los servicios ante esos desafíos extraordinarios. La respuesta por parte de las comunidades contra la COVID-19 ha hecho más que evidente todo lo que podemos lograr si trabajamos juntos.
Además, el mundo debe aprender de los errores cometidos en los primeros momentos de la respuesta al VIH, cuando millones de personas de países en vías de desarrollo murieron esperando su tratamiento antirretroviral. Aun hoy, más de 12 millones de personas todavía no tienen acceso al tratamiento para el VIH, y 1,7 millones contrajeron el VIH en 2019 por no tener acceso a los servicios esenciales para el VIH.
Todo el mundo tiene derecho a la salud. Precisamente por eso ONUSIDA está liderando la defensa de una vacuna universal contra la COVID-19. Ahora que están apareciendo vacunas prometedoras contra la COVID-19, hemos de garantizar que no se conciban solo como un privilegio de los ricos. Por eso, ONUSIDA y sus socios están rogando a los laboratorios farmacéuticos que compartan su tecnología y sus conocimientos, y que renuncien a sus derechos de propiedad intelectual para que el mundo pueda fabricar vacunas exitosas a gran escala y al ritmo necesario para proteger a toda la población.
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Sri Lanka elimina la transmisión vertical del VIH y de la sífilis
13 Diciembre 2019 13 Diciembre 2019GINEBRA/BANGKOK, 13 de diciembre de 2019—ONUSIDA felicita a Sri Lanka por su éxito al conseguir acabar con la transmisión vertical del VIH y la sífilis congénita. «El gran logro de Sri Lanka me llena de esperanza y me demuestra que el cambio es posible. Es evidente que, cuando un país se asegura de que los servicios sean accesibles y estén libres del estigma para las mujeres, incluyéndose a aquellas que viven con el VIH o que están afectadas por el virus, los resultados que se obtienen benefician a la salud de las mujeres, a la salud de los niños y a la sociedad en su conjunto», señaló Winnie Byanyima, Directora Ejecutiva de ONUSIDA.
Según el Ministerio de Salud Pública de Sri Lanka, en 2018 todas las mujeres embarazadas diagnosticadas con el VIH comenzaron una terapia antirretrovírica, y el 97 % de las mujeres embarazas y con sífilis recibieron tratamiento. El país lleva sin tener constancia de ningún caso de transmisión maternoinfantil del VIH desde 2017, y la tasa de sífilis congénita se ha reducido a menos de 50 casos por cada 100 000 nacimientos vivos en 2017 y 2018.
«La eliminación de la transmisión maternoinfantil del VIH se debe al fortísimo compromiso político, al fructífero enfoque integrado multisectorial construido sobre las bases del sistema de salud pública y a la experticia técnica», resalto Anil Jasinghe, director general de los servicios sanitarios en Sri Lanka.
Sri Lanka se ha convertido en el cuarto país de la región Asia-Pacífico después de Tailandia, Malasia y las Maldivas en ser validado por eliminar la transmisión vertical del VIH y la sífilis congénita.
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ONUSIDA insta a los países a acelerar los esfuerzos y eliminar las carencias existentes en los servicios para poner fin a la epidemia de sida entre niños y adolescentes
22 Julio 2019 22 Julio 2019Mientras que los objetivos globales de 2018 no se han alcanzado, el informe Start Free, Stay Free, AIDS Free muestra que los esfuerzos han de concentrarse en los países que están por detrás
GINEBRA/CIUDAD DE MÉXICO, 22 julio de 2019—Un nuevo informe dado a conocer hoy en la X Conferencia del IAS sobre la ciencia del sida celebrada en la Ciudad de México (México) indica que el mundo está yendo a la zaga en su compromiso para acabar con la epidemia de sida entre niños y adolescentes. El informe, titulado Start Free, Stay Free, AIDS Free, muestra un descenso significativo en el ritmo del progreso al reducir las nuevas infecciones por el VIH entre niños y lograr un mayor acceso al tratamiento para niños, adolescentes y embarazadas que viven con el VIH. Asimismo, no se han alcanzado los objetivos propuestos para 2018, aunque en algunos países sí se han conseguido importantes mejoras.
En todo el mundo, alrededor de 160 000 niños de entre 0 y 14 años contrajeron el VIH en 2018, lo que supone un enorme progreso, si tenemos en cuenta las 240 000 nuevas infecciones registradas en 2010. Sin embargo, la audaz e importante cifra que se tenía como objetivo para 2018 estaba en menos de 40 000 nuevas infecciones.
De acuerdo con Gunilla Carlsson, Directora ejecutiva adjunta de ONUSIDA, «el no haber alcanzado los objetivos propuestos para 2018 en cuanto a la reducción de las nuevas infecciones por el VIH en niños y adolescentes, y el no haber logrado ampliar el acceso a tratamientos que salvan vidas nos sobrecoge, disgusta y frustra». «Hemos de actuar rápidamente para revertir la situación y cumplir con nuestro compromiso con el objeto de poner fin a la epidemia de sida para la siguiente generación».
A día de hoy alrededor del 82 % de las mujeres embarazadas que viven con el VIH no pueden acceder a la medicación antirretrovírica. Se ha producido un enorme progreso en países de África oriental y meridional, como en Etiopía, Kenia, Uganda, la República Unida de Tanzania y Zimbabue, donde más del 90 % de las mujeres tienen acceso a la terapia antirretrovírica. El avance es aún superior en Botsuana, Malaui, Mozambique, Namibia y Zambia, donde el 95 %, o más, de las embarazas seropositivas pueden acceder al tratamiento. Todo ello se ha traducido en una reducción del 41 % en el número de nuevas infecciones por el VIH entre niños, y destacan las importantes reducciones logradas desde 2010 en Botsuana (85 %), Ruanda (83 %), Malaui (76 %), Namibia (71 %), Zimbabue (69 %) y Uganda (65 %). El progreso alcanzado por estos países nos muestra que se puede lograr mediante el liderazgo político, la adopción rápida de medidas y la suma de los esfuerzos coordinados de todos los interesados.
El informe arroja luz sobre los huecos que se han de cubrir para evitar nuevos casos de infecciones por el VIH entre la población infantil. Por ejemplo, en África oriental, en el año 2018, 10 000 de las 26 000 nuevas infecciones por el VIH entre niños se debieron a que las madres interrumpieron el tratamiento durante el embarazo y la lactancia. En África oriental, por su parte, 17 000 de las 53 000 nuevas infecciones entre niños se produjeron porque las madres contrajeron el VIH durante el embarazo o la lactancia. Así, un total de 16 000 nuevas infecciones se podrían evitado en África meridional si se hubiera administrado el tratamiento a las madres durante el embarazo y la lactancia. En África occidental y central, casi 27 000 de las 44 000 nuevas infecciones se podrían haber evitado si las madres hubieran tenido acceso a la terapia antirretrovírica.
«Estos nuevos datos nos muestran que, mientras que muchos países han logrado un importante progreso hacia la consecución de los objetivos para 2020, todavía hay otros muy rezagados», apuntó Deborah Birx, coordinadora mundial de los Estados Unidos para el sida y representante especial para la Diplomacia de la salud mundial. «Estas grandes disparidades subrayan el papel fundamental que desempeñan el compromiso político, la rápida puesta en marcha de medidas y las inversiones basadas en datos para acelerar el impacto de la respuesta al sida».
El análisis a nivel nacional de cómo el VIH se transmite de madre a hijo proporciona una información fundamental para dar forma a las respuestas nacionales.
«Poner fin al sida y lograr la cobertura sanitaria universal supone no dejar a nadie detrás. Sin embargo, hay demasiados niños y adolescentes con VIH que todavía no tienen la oportunidad de crecer sanos porque no pueden acceder al tratamiento», destacó Ren Minghui, director general adjunto de la Organización Mundial de la Salud para la cobertura sanitaria universal y las enfermedades transmisibles y no transmisibles. «Hemos de intensificar los esfuerzos y mantener nuestra promesa para con estos niños».
Los menores que viven con el VIH también son dejados atrás en lo referente a la ampliación de la escala del tratamiento para el VIH. Ni se los diagnostica ni se los trata lo suficientemente a tiempo. Aproximadamente 940 000 niños de edades comprendidas entre los 0 y los 14 años tuvieron acceso al tratamiento en 2018, una cifra que dobla la registrada en 2010, pero que está muy por debajo de los 1,6 millones de niños con acceso al tratamiento que se tenía como objetivo para 2018.
Los niños que viven con el VIH tienen, aún hoy, menos posibilidades de acceder al tratamiento para el VIH que los adultos que viven con el virus, una disparidad que va en aumento en algunos países, sobre todo en África occidental y central. Como resultado de ello, la epidemia de sida todavía se está cobrando la vida de muchos pequeños de entre 0 y 14 años. Los niños en este grupo de edad representaban el 5 % de todas las personas que viven con el VIH en 23 países prioritarios, pero el 18 % de todas las personas que murieron por enfermedades relacionadas con el sida en 2018 en esos países.
«Sabemos cómo evitar que los niños se infecten por el VIH y cómo prevenir la aparición del sida en los niños una vez que estos se infectan. Han de realizárseles las pruebas y ponerles en tratamiento rápidamente, pero carecemos de oportunidades para poner esta teoría en práctica», explicó Henrietta Fore, directora ejecutiva del Fondo de Naciones Unidas para la infancia. «No basta con saber qué hacer. Debemos aunar esfuerzos y renovar nuestro compromiso con los niños y adolescentes que viven con el VIH con el fin de darles las mejores oportunidades para vivir y crecer.
Para obtener resultados óptimos, los niños que contraen el VIH deben acceder al tratamiento lo más rápidamente posible. No obstante, en 2018, únicamente al 63 % de los 1,1 millones de bebés expuestos al VIH en los 23 países más afectados por la epidemia se les realizaron las pruebas a los dos meses.
«De muchas formas, nosotros como comunidad nos hemos conformado con una atención de baja calidad para los niños que viven con el VIH», resaltó Chip Lyons, presidente y director ejecutivo de la fundación Elizabeth Glaser para el sida pediátrico. «Bajo ningún concepto podemos permitir que los niños reciban siempre una atención que esté por debajo del estándar básico que pedimos para los adultos. Especialmente cuando la consecuencia última de ese enfoque es que el número de niños y jóvenes que están muriendo por el VIH es desproporcionadamente e inaceptablemente altísimo».
El mencionado informe también prevé que es imposible alcanzar para 2020 el objetivo de reducir a menos de 100 000 el número anual de nuevas infecciones por el VIH entre las mujeres jóvenes y las adolescentes de 15 a 24 años de edad. En todo el mundo, las nuevas infecciones por el VIH entre las mujeres jóvenes y las adolescentes se redujeron en un 25 % entre 2010 y 2018, hasta alcanzar la cifra de 310 000. Mientras que las nuevas infecciones por el VIH entre las adolescentes y las mujeres jóvenes de entre 15 y 24 años se redujeron en torno a un 40 % en Botsuana, Burundi, Lesoto y Sudáfrica, el no alcanzar los objetivos mundiales supone que hoy en día cada semana todavía contraen el virus 6000 adolescentes y mujeres jóvenes.
Los factores que llevan a la vulnerabilidad de las mujeres jóvenes y las chicas con respecto a las nuevas infecciones por el VIH son sociales, estructurales y conductuales, y han de abordarse para conseguir resultados sostenibles en cuanto a la prevención. La discriminación de género, la violencia de género, el acceso restringido a las oportunidades y la falta de servicios a medida son la causa de su vulnerabilidad frente al VIH. Las respuestas efectivas priorizan un enfoque que combina el acceso a los servicios dedicados al VIH y a la salud sexual y reproductiva con programas sociales, estructurales y conductuales.
«La disparidad en las tasas de supresión de la carga viral entre adolescentes con el VIH en comparación con los adultos es inaceptable y corresponde a la comunidad defender regímenes de tratamiento antirretrovírico más robustos y potentes para los adolescentes, así como apresurar los esfuerzos para evitar las nuevas infecciones en esta población tan críticamente vulnerable», insistió Fatima Tsiouris, directora adjunta de la unidad clínica y de formación y del área para la prevención de la transmisión madre a hijo del Centro internacional para el cuidado del sida y programas de tratamiento (ICAP, por sus siglas en inglés) de la Universidad de Columbia.
El número de circuncisiones médicas masculinas voluntarias llevadas a cabo entre 2015 y 2018 fue de 11 millones entre todos los grupos de edad, lo que significa que al menos 13 millones de intervenciones de este tipo deberán llevarse a cabo para 2020 con el fin de alcanzar el objetivo de 25 millones de circuncisiones voluntarias en hombres y chicos entre 2015 y 2020.
ONUSIDA y el Plan de emergencia del presidente de los Estados Unidos para el alivio del sida lanzaron la iniciativa Start Free, Stay Free, AIDS Free en 2016 con el fin de integrar los logros del Plan mundial para eliminar las nuevas infecciones por VIH en niños para el año 2015 y mantener a sus madres vivas, el cual terminó en 2014.


Actualizar
Solo se realizan las pruebas del VIH a la mitad de recién nacidos expuestos al virus
25 Marzo 2019
25 Marzo 2019 25 Marzo 2019Cuanto antes se diagnostiquen los casos de VIH en recién nacidos y se les proporcione tratamiento, mejores serán los resultados.
Para diagnosticar el virus en niños con menos de 18 meses de vida, se debe realizar una prueba virológica, que puede detectar el virus en sí o sus componentes. La prueba serológica se realiza en personas adultas y niños con más de 18 meses de vida. Esta detecta la presencia de antígenos del VIH y/o de los anticuerpos que el sistema inmunitario genera en respuesta al virus. Sin embargo, esta prueba no puede diferenciar los anticuerpos que produce un lactante infectado de los que la madre le transmite durante el embarazo, que no implica necesariamente contagio.
La prueba virológica, que no está disponible de forma regular en la mayoría de países de renta media o baja, suele ser muy cara y conlleva un largo proceso, ya que implica varias visitas a la clínica, el transporte de las muestras a laboratorios centrales y posibles retrasos en la entrega de los resultados.
A escala mundial, solo se realiza la prueba del VIH a la mitad de recién nacidos menores de ocho semanas que estuvieron expuestos al virus durante el embarazo. La mortalidad infantil por falta de diagnóstico es más alta durante los tres primeros meses de vida, por eso es de vital importancia diagnosticar el virus a tiempo y conseguir acceso al tratamiento.




Press Release
ONUSIDA advierte de que el progreso se está ralentizando y de que se acaba el tiempo para lograr los objetivos sobre el VIH fijados para 2020
18 Julio 2018 18 Julio 2018Las nuevas infecciones van en aumento en unos 50 países, las muertes relacionadas con el sida no disminuyen todo lo rápido que deberían y la ausencia de incrementos de los recursos supone una amenaza para el éxito. La mitad de las nuevas infecciones por el VIH se produce entre personas pertenecientes a poblaciones clave y sus parejas, que todavía no reciben los servicios que necesitan.
PARIS/GINEBRA, 18 de julio de 2018 — El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida (ONUSIDA) está enviando a los países una clara señal de advertencia. En un nuevo informe, publicado hoy en París (Francia) en un acto organizado en colaboración con Coalition PLUS, ONUSIDA advierte de que la respuesta mundial al VIH se encuentra en un punto precario. Cuando se cumple la mitad del plazo para alcanzar los objetivos establecidos para 2020, el informe, Miles to go—closing gaps; breaking barriers; righting injustices, advierte de que el ritmo del progreso no cumple las expectativas mundiales. En él, se insta a que se emprendan medidas inmediatas para orientar el rumbo y alcanzar los importantes objetivos fijados para 2020.
“Estamos dando la voz de alarma”, afirmó Michel Sidibé, Director Ejecutivo de ONUSIDA. “Hay regiones enteras que se están quedando atrás, no se mantienen los enormes avances que logramos en relación con los niños, las mujeres siguen estando entre las personas más afectadas, los recursos continúan sin ajustarse a los compromisos políticos y sigue ignorándose a las poblaciones clave. Todos estos elementos están obstaculizando el progreso y deben abordarse de frente y con urgencia”.
Crisis de prevención del VIH
Las nuevas infecciones van en aumento en unos 50 países y, a escala mundial, solo han disminuido un 18% durante los últimos siete años, de 2,2 millones en 2010 a 1,8 millones en 2017. Aunque esta cifra representa casi la mitad del nivel máximo de nuevas infecciones registrado en 1996 (3,4 millones), la reducción no es lo suficientemente rápida para alcanzar el objetivo de menos de 500.000 de aquí a 2020.
La reducción de las nuevas infecciones por el VIH ha sido mayor en la región más afectada por el VIH, África oriental y meridional, donde las nuevas infecciones por el VIH se han reducido en un 30% desde 2010. Sin embargo, en Europa oriental y Asia central, la cifra anual de nuevas infecciones por el VIH se ha duplicado, mientras que, en el Oriente Medio y África septentrional, las nuevas infecciones por el VIH han aumentado más de un 25% en los últimos 20 años.
El aumento del tratamiento no debe darse por sentado
Gracias a la implantación de la terapia antirretrovírica, el número de muertes relacionadas con el sida es el más bajo que se ha registrado este siglo (940.000), tras haberse situado por debajo de un millón por primera vez en 2016. Sin embargo, el actual ritmo de descenso no es lo suficientemente rápido para alcanzar el objetivo fijado para 2020 de menos de 500.000 muertes relacionadas con el sida.
En solo un año, otros 2,3 millones de personas accedieron al tratamiento por primera vez. Este es el aumento anual más significativo hasta la fecha, con el que el número total de personas que reciben tratamiento asciende a 21,7 millones. Casi el 60% de los 36,9 millones de personas que viven con el VIH recibía tratamiento en 2017, lo cual supone un logro importante, pero, para alcanzar el objetivo de 30 millones de personas, debe producirse un aumento anual de 2,8 millones de personas, y hay indicios de que el ritmo de este incremento se está ralentizando.
África occidental y central van a la zaga
Solo el 26% de los niños y el 41% de los adultos que viven con el VIH tuvieron acceso al tratamiento en África occidental y central en 2017, frente al 59% de los niños y el 66% de los adultos de África oriental y meridional. Desde 2010, las muertes relacionadas con el sida disminuyeron un 24% en África occidental y central, frente al descenso del 42% en África oriental y meridional.
La carga del VIH de Nigeria es más de la mitad (51%) de la total de la región y se han observado muy pocos progresos en la reducción de las nuevas infecciones en los últimos años. Las nuevas infecciones por el VIH solo se redujeron un 5% (9.000) en siete años (de 179.000 a 170.000) y solo 1 de cada 3 personas que viven con el VIH sigue un tratamiento (33%), si bien la cobertura del tratamiento del VIH ha aumentado con respecto al 24% de hace dos años.
El progreso en relación con los niños se ha ralentizado
El informe muestra que los logros alcanzados en lo que respecta a la situación de los niños no se han mantenido. Las nuevas infecciones por el VIH entre los niños solo se han reducido un 8% en los dos últimos años, solo la mitad (52%) de todos los niños que viven con el VIH están recibiendo tratamiento y 110.000 niños murieron a causa de enfermedades relacionadas con el sida en 2017. Aunque el 80% de las mujeres embarazadas que viven con el VIH tuvo acceso a medicamentos antirretrovíricos para prevenir la transmisión del virus a su hijo en 2017, unos 180.000 niños contrajeron el VIH al nacer o en el período de lactancia, una cifra que dista mucho del objetivo de menos de 40.000 para finales de 2018.
“Un niño que contrae el VIH o muere a causa del sida ya es demasiado”, declaró el Sr. Sidibé. “Poner fin a la epidemia del sida no es un logro que esté asegurado y el mundo necesita prestar atención a esta señal de advertencia y poner en marcha un plan acelerado para alcanzar los objetivos”.
Las poblaciones clave representan casi la mitad de las nuevas infecciones por el VIH en todo el mundo
En el informe también se pone de relieve que no se está prestando suficiente atención a las poblaciones clave en los programas de VIH. Las poblaciones clave y sus parejas sexuales representan el 47% de las nuevas infecciones por el VIH en todo el mundo y el 97% de las nuevas infecciones en Europa oriental y Asia central, donde un tercio de las nuevas infecciones por el VIH se produce entre las personas que se inyectan drogas.
La mitad de los trabajadores sexuales de Eswatini, Lesotho, Malawi, Sudáfrica y Zimbabwe vive con el VIH. El riesgo de contraer el VIH es 13 veces superior para las trabajadoras sexuales, 27 veces superior entre los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, 23 veces superior para las personas que se inyectan droga y 12 veces superior para las mujeres transgénero.
“El derecho a la salud para todas las personas no es negociable”, afirmó el Sr. Sidibé. “Los trabajadores sexuales, los gays y otros hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, los presos, los migrantes, los refugiados y las personas transgénero son los más afectados por el VIH, pero siguen quedando excluidos de los programas de VIH. Se necesitan más inversiones para llegar a estas poblaciones clave”.
El estigma y la discriminación persisten
La discriminación por parte de los trabajadores sanitarios, el personal encargado de hacer cumplir la ley, los profesores, los empleadores, los padres, los líderes religiosos y los miembros de las comunidades impide que los jóvenes, las personas que viven con el VIH y las poblaciones clave accedan a la prevención y al tratamiento del VIH, así como a otros servicios de salud sexual y reproductiva.
En 19 países, 1 de cada 5 personas que viven con el VIH encuestadas afirmó que se le había denegado la asistencia sanitaria y 1 de cada 5 personas que viven con el VIH evitó visitar un centro sanitario por miedo al estigma o la discriminación relacionados con su estado serológico respecto del VIH. En 5 de cada 13 países acerca de los que hay datos disponibles, más del 40% de las personas afirmaron que consideraban que los niños que viven con el VIH no deberían poder asistir a la escuela con niños seronegativos.
“Las comunidades están haciéndose eco del llamamiento de ONUSIDA”, explicó Vincent Pelletier, líder positivo y Director Ejecutivo de Coalition PLUS. “Necesitamos un acceso universal a servicios de prevención adaptados y protección contra la discriminación. Exhortamos a los dirigentes mundiales a que cumplan sus compromisos con financiación, tanto en los países donantes como en aquellos en los que se ejecutan los programas”.
Es necesaria una nueva agenda para poner fin a la violencia contra las mujeres
En 2017, alrededor del 58% de todas las nuevas infecciones por el VIH entre adultos mayores de 15 años se produjo entre mujeres, y 6.600 mujeres jóvenes con edades comprendidas entre los 15 y los 24 años se infectaron con el VIH cada semana. Esta mayor vulnerabilidad al VIH se ha relacionado con la violencia. Más de una de cada tres mujeres en todo el mundo ha sufrido violencia física o sexual, a menudo a manos de sus compañeros íntimos.
“La desigualdad, la falta de empoderamiento y la violencia contra las mujeres constituyen infracciones de los derechos humanos y siguen impulsando las nuevas infecciones por el VIH”, afirmó el Sr. Sidibé. “No debemos cejar en nuestro empeño por abordar y arrancar de raíz el acoso, el abuso y la violencia, ya sea en el hogar, en la comunidad o en el lugar de trabajo”.
El objetivo 90-90-90 puede y debe conseguirse
Se han logrado progresos en relación con el objetivo 90-90-90. Tres cuartos (75%) de las personas que viven con el VIH conocen ahora su estado serológico con respecto al VIH; de las personas que conocen su estado, el 79% tuvo acceso al tratamiento en 2017 y, de las personas con acceso al tratamiento, el 81% suprimió su carga viral.
Hay 6 países (Botswana, Camboya, Dinamarca, Eswatini, Namibia y los Países Bajos) que ya han alcanzado sus objetivos 90-90-90 y otros 7 países que avanzan por el buen camino. La deficiencia más importante se encuentra en los primeros 90; en África occidental y central, por ejemplo, solo el 48% de las personas que viven con el VIH conoce su estado serológico.
Un buen año para la respuesta contra la tuberculosis
Se han observado avances en el tratamiento y el diagnóstico del VIH entre las personas con tuberculosis (alrededor de 9 de cada 10 personas con tuberculosis a las que se les diagnostica el VIH reciben tratamiento). Sin embargo, la tuberculosis sigue siendo una de las principales causas de muerte para las personas que viven con el VIH, y 3 de cada 5 personas que empiezan a seguir el tratamiento del VIH no se someten a reconocimientos, pruebas ni tratamientos para la tuberculosis. La Reunión de Alto Nivel sobre la Lucha contra la Tuberculosis de las Naciones Unidas, que se celebrará en septiembre de 2018, constituye una oportunidad para reforzar el impulso dirigido a alcanzar los objetivos relacionados con la tuberculosis y el VIH.
El coste de la falta de acción
En 2017, había en torno a 20.600 millones de dólares estadounidenses disponibles para la respuesta al sida, un aumento del 8% desde 2016 y un 80% del objetivo para 2020 establecido por la Asamblea General de las Naciones Unidas. Sin embargo, no se adquirieron compromisos nuevos importantes y, en consecuencia, es poco probable que se mantenga el aumento anual de los recursos. El logro de los objetivos fijados para 2020 solo será posible si aumentan las inversiones nacionales y de los donantes.
Posibilidades para seguir avanzando
Desde los municipios de África meridional hasta las aldeas remotas del Amazonas y las megalópolis asiáticas, las múltiples innovaciones que figuran en las páginas del informe ponen de manifiesto que, mediante la colaboración entre los sistemas de salud y las distintas comunidades, es posible reducir el estigma y la discriminación de manera satisfactoria, así como ofrecer servicios a la mayor parte de las personas que más los necesitan.
Estos enfoques innovadores siguen favoreciendo las soluciones necesarias a fin de alcanzar los objetivos para 2020. Cuando la combinación de actividades de prevención del VIH (entre ellas, la distribución de preservativos y la circuncisión médica masculina voluntaria) se lleva a cabo a una escala significativa, se logra reducir el nivel de nuevas infecciones por el VIH. La profilaxis previa a la exposición (PPrE) de administración oral está teniendo efectos positivos, en especial entre las poblaciones clave. El hecho de ofrecer asesoramiento y pruebas del VIH a los familiares y las parejas sexuales de las personas a las que se ha diagnosticado el VIH ha mejorado de manera significativa el acceso a las pruebas.
En África oriental y meridional se han combinado unas inversiones nacionales e internacionales considerables con un firme compromiso político y comunitario, y se están observando avances significativos hacia el logro de los objetivos fijados para 2020.
“Para cada problema existe una solución”, afirmó el Sr. Sidibé. “Los dirigentes políticos, los Gobiernos nacionales y la comunidad internacional tienen la responsabilidad de realizar inversiones financieras suficientes y de crear los contextos jurídicos y normativos propicios para llevar las innovaciones al plano mundial. De este modo, se generará el impulso necesario para lograr los objetivos para 2020”.
En 2017, aproximadamente:
36,9 millones (31,1 millones-43,9 millones) de personas en todo el mundo vivían con el VIH
21,7 millones (19,1 millones-22,6 millones) de personas tenían acceso al tratamiento
1,8 millones (1,4 millones-2,4 millones) de personas contrajeron la infección por el VIH
940.000 (670.000-1,3 millones) personas murieron por enfermedades relacionadas con el sida
Actualización de 2018 sobre el sida a nivel mundial
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Feature Story
Aisha Muhammadu Buhari garantiza que para 2020 conseguirán que ningún niño nazca con VIH en Nigeria
26 Marzo 2018
26 Marzo 2018 26 Marzo 2018Aisha Muhammadu Buhari, mujer del Presidente de Nigeria, quien además es la nueva Embajadora Especial de ONUSIDA para la Erradicación de la Transmisión Maternoinfantil del VIH y la Promoción del Tratamiento para Niños que Viven con VIH en Nigeria, se ha comprometido a poner fin la Transmisión Maternoinfantil del VIH en el país.
“Con un gran sentido de responsabilidad y humildad, acepto el honor de trabajar como Embajadora Especial de ONUSIDA. Estoy deseando utilizar mi voz para conseguir que, para el año 2020, ningún niño nazca con VIH en Nigeria”, comentó la Sra. Buhari, con vistas al comienzo de su nuevo cargo.
Nigeria tiene uno de los mayores índices mundiales de nuevas infecciones por VIH entre niños. En 2016, se estimó que 37 000 [22 000-56 000] niños contrajeron nuevas infecciones por el VIH y 24 000 [14 000–37 000] niños murieron por enfermedades relacionada con el sida. Alrededor de 270 000 [180 000–380 000] niños vivían con VIH en 2016. Por otra parte, solo el 32 % de las mujeres embarazadas que vivían con VIH tenían acceso a medicamentos antirretrovirales para evitar la transmisión del virus a su hijo.
“Me alegra poder anunciar la aceptación del cargo de Aisha Muhammadu Buhari como Embajadora Especial de ONUSIDA para Nigeria. La confianza y el respeto que ella establece en el país nos ayudará a facilitar la detención de nuevas infecciones por VIH entre niños, así como garantizar que todos los niños que viven con el VIH reciban tratamiento", dijo Michel Sidibé, Director Ejecutivo de ONUSIDA.
El nombramiento de la Sra. Buhari reforzará los recientes esfuerzos de ampliar la respuesta al VIH en Nigeria. En diciembre de 2016, Muhammadu Buhari, Presidente de Nigeria, implementó un plan acelerado que incluye el uso de recursos nacionales para costear el tratamiento de las 60 000 personas que viven con VIH y para asegurar otras 50 000 personas adicionales puedan recibir tratamiento cada año.
"Estamos encantados de que su excelencia haya aceptado este importante cargo de Embajadora Especial de ONUSIDA. Erradicar la transmisión maternoinfantil del VIH en Nigeria es loable es un objetivo admirable al que se debe llegar”, afirmó Pauline Tallen, Presidenta de la Junta de la Agencia Nacional para el Control del SIDA en Nigeria.
La Sra. Buhari es una defensora apasionada de los derechos de las mujeres y niñas vulnerables. Durante el año en el que ejercerá su labor, buscará aumentar el acceso a servicios de atención prenatal, las pruebas de VIH para todas las mujeres embarazadas y la puesta en marcha de un tratamiento adecuado y una asistencia. Asimismo, abogará por un aumento de los recursos nacionales para la respuesta al VIH a nivel federal y estatal.
“Mis queridos tres hijos están libres de VIH porque me pude beneficiarme de los servicios de prevención de la transmisión maternoinfantil del VIH. Todas las mujeres embarazadas que viven con el VIH en Nigeria merecen niños que nazcan sin el virus y la voz de la nueva Embajadora Especial de ONUSIDA puede ayudarnos a conseguir una gran diferencia. Ahora ella goza de una posición fuerte para defender que los servicios de prevención de trasmisión de VIH sean gratuitos en el país", afirma Lucy Attah Enyia, una beneficiaria de los servicios de prevención de la transmisión maternoinfantil del VIH.
A lo largo de la visita del Sr. Sidibé en abril de 2018 en Abuja (Nigeria) se celebrará una ceremonia oficial para conmemorar la aceptación del cargo de la Sra. Buhari.