Stop TB Partnership

Diálogo de alto nivel: hacer que el nuevo modelo de financiación del Fondo Mundial funcione para la tuberculosis

31 de octubre de 2014

La tuberculosis sigue siendo una de las principales causas de muerte entre las personas que viven con el VIH. En 2013 fallecieron en todo el mundo 360.000 personas seropositivas a causa de la tuberculosis, una enfermedad prevenible y curable. Se necesita un mayor compromiso y mayores recursos para llevar a cabo una respuesta eficaz a la tuberculosis; una mesa redonda de alto nivel estudió cómo puede conseguirse esto mediante el nuevo modelo de financiación del Fondo Mundial para la Lucha contra el SIDA, la Tuberculosis y la Malaria (Fondo Mundial).

La reunión, que se celebró en Barcelona el 30 de octubre, proporcionó una oportunidad para intercambiar experiencias nacionales e información sobre la financiación para la tuberculosis y sobre cómo invertir con éxito. Los participantes también debatieron acerca de los retos y las oportunidades que presenta el nuevo modelo de financiación, que promueve una inversión más estratégica, flexible y predecible.  

En el panel de apertura, al Director Ejecutivo del Fondo Mundial Mark Dybul se sumaron el Ministro de Sanidad de Sudáfrica Aaron Motsoaledi, Blessi Kumar de la Coalición Global de Activistas de Tuberculosis, la Asesora Superior de Políticas y Estrategia de USAID TB Amy Bloom y el Director Ejecutivo de ONUSIDA Michel Sidibé.

Los panelistas destacaron la importancia de los movimientos sociales y la participación de la comunidad para adoptar enfoques más sostenibles e inclusivos. Reconocieron la necesidad de recursos adicionales e instaron a hacer un uso más concentrado de los recursos existentes. También se recalcó que los esfuerzos centrados en la tuberculosis y el VIH deben centrarse en las personas en vez de en las enfermedades.

Citas

"No le pregunten a la tesorería si puede permitirse invertir en la tuberculosis. Pregunten si puede permitirse no hacerlo".

Aaron Motsoaledi, Ministro de Sanidad, Sudáfrica

"Es inteligente invertir en la participación de las comunidades en la lucha contra la tuberculosis. Esto conduce a resultados más sostenibles. También necesitamos una sensación de urgencia para erradicar la tuberculosis".

Blessi Kumar, Coalición Global de Activistas de TB

"Tenemos las herramientas para curar la tuberculosis ahora, pero el progreso es demasiado lento. Debemos ser más ambiciosos para acabar con la tuberculosis".

Mark Dybul, Director Ejecutivo del Fondo Mundial para la Lucha contra el SIDA, la Tuberculosis y la Malaria

"Los programas para el VIH y la tuberculosis no deberían competir por los mismos recursos escasos. Nuestros programas necesitan fortalecerse mutuamente y centrarse en las personas".

Michel Sidibé, Director Ejecutivo de ONUSIDA

ONUSIDA insta a un acceso más temprano a las pruebas y al tratamiento del VIH y de la tuberculosis

21 de marzo de 2014

GINEBRA, 24 de marzo de 2014— Con motivo del Día Mundial de la Tuberculosis, ONUSIDA hace un llamamiento urgente para que se intensifique el empeño mundial para asegurar un acceso más temprano a las pruebas y al tratamiento de la tuberculosis y el VIH. La tuberculosis sigue siendo la principal causa de muerte entre quienes viven con el VIH. Se calcula que en 2012 se produjeron 1,1 millones de nuevos casos de tuberculosis en personas infectadas por el VIH, el 75 % de ellos en África.

El doble impacto de la tuberculosis y el VIH resulta devastador para millones de personas y para sus familias. Ese hecho es inaceptable, habida cuenta de que la tuberculosis es evitable y curable. Si se amplía el acceso a medidas básicas de prevención de la tuberculosis para las personas que viven con el VIH, será posible lograr para 2015 el objetivo de reducir en un 50 % las muertes por tuberculosis en ese grupo.

Los estudios científicos han demostrado que un diagnóstico y tratamiento tempranos para el VIH pueden reducir el riesgo de contraer la tuberculosis en un 65 %. Si el tratamiento de la tuberculosis se combina con un tratamiento antirretrovírico, el riesgo de contraer tuberculosis se puede reducir en torno al 90 %.

En contextos con una alta carga de morbilidad, las personas han de tener la oportunidad de conocer su estado serológico respecto al VIH y comenzar temprano el tratamiento, con el fin de prevenir los casos de tuberculosis activa. En tales casos, el comienzo inmediato del tratamiento antirretrovírico puede reducir la probabilidad de morir en un 50 %. Desgraciadamente, pese a todo lo que sabemos sobre la importancia del diagnóstico y el tratamiento tempranos del VIH y la tuberculosis, millones de personas descubren demasiado tarde que tienen esas enfermedades.

ONUSIDA puso en marcha Tratamiento 2015 para ampliar el acceso al tratamiento del VIH, que es primordial para la prevención tanto del VIH como de la tuberculosis. ONUSIDA hace un llamamiento para que se lleve a cabo una labor innovadora e integral para prevenir el VIH y la tuberculosis, aunando esfuerzos para aumentar los recursos disponibles y llegar a todos los que viven con el VIH, con intervenciones esenciales de prevención de la tuberculosis, especialmente mediante un acceso más temprano a las pruebas y al tratamiento del VIH y de la tuberculosis.

ONUSIDA trabaja en estrecha colaboración con los países, los donantes y los socios —como la Alianza Alto a la Tuberculosis, el Fondo Mundial de Lucha contra el SIDA, la Tuberculosis y la Malaria y el Plan de Emergencia del Presidente de los Estados Unidos para el Alivio del Sida— con el fin de crear soluciones sostenibles para ofrecer servicios indispensables para el VIH y la tuberculosis y lograr su plena integración.


ONUSIDA

El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA) lidera e inspira al mundo para conseguir su visión compartida de cero nuevas infecciones por el VIH, cero discriminación y cero muertes relacionadas con el sida. El ONUSIDA reúne los esfuerzos de 11 organizaciones de las Naciones Unidas (ACNUR, UNICEF, PMA, PNUD, UNFPA, UNODC, ONU Mujeres, OIT, UNESCO, OMS y Banco Mundial) y trabaja en estrecha colaboración con asociados globales y nacionales para maximizar los resultados de la respuesta al sida. Acceda a más información en unaids.org y conecte con nosotros a través de Facebook y Twitter.


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Delegación de alto nivel se compromete a hacer frente a las epidemias mortales de la tuberculosis y el VIH en África meridional

22 de marzo de 2013

De izquierda a derecha: El director ejecutivo de ONUSIDA, Michel Sidibé, y el doctor Barnabas Sibusiso Dlamini, primer ministro de Swazilandia.
Fotografía: ONUSIDA/J.Matas

Pese a ser uno de los países de menor tamaño de África, Swazilandia tiene el mayor porcentaje de personas que viven con el VIH del mundo. Más de un cuarto de la población adulta vive con el virus. Además, la población de Swazilandia se enfrenta no sólo a una, sino a dos epidemias mortales que, en conjunto, están causando estragos no sólo en Swazilandia, sino en toda la región del África Subsahariana. Estas epidemias son la tuberculosis y el VIH.

Más de tres cuartas partes de las personas con tuberculosis en Swazilandia viven al mismo tiempo con el VIH y se calcula que 16.000 habitantes contraen cada año tuberculosis activa, una enfermedad potencialmente mortal. La combinación de ambas epidemias ha dado lugar a que la tuberculosis constituya la principal causa de muerte entre las personas que viven con el VIH, ya que la bacteria de la tuberculosis acelera la progresión de la infección por el VIH hacia el sida, lo que debilita el sistema inmunitario del cuerpo hasta que no puede seguir luchando contra la enfermedad.

Sin embargo, Swazilandia también está decidida a cortar la epidemia de raíz.

Esta semana Swazilandia acogió a una influyente delegación de líderes y expertos de la salud comprometidos a acabar con la epidemia dual de la tuberculosis y el VIH en toda la región. La reunión, convocada por los ministros de Sanidad de Swazilandia y de Sudáfrica y financiada por la asociación Alto a la Tuberculosis (Stop TB Partnership), reunió mentes brillantes y una sólida experiencia para encontrar modos de acelerar las acciones que acaben con la tuberculosis y con la coepidemia de tuberculosis y VIH en los países de la Comunidad del África Meridional para el Desarrollo (SADC por sus siglas en inglés).

"Esta es nuestra última oportunidad de enderezar el rumbo de África y conseguir los objetivos relacionados con la tuberculosis y el VIH", declaró Sibusiso Dlamini, Primer Ministro de Swazilandia. Asimismo, enfatizó que el progreso hacia el objetivo de reducir a la mitad las muertes por tuberculosis en personas que viven con el VIH para 2015, establecido en la Declaración política sobre VIH/sida de la Asamblea General de las Naciones Unidas de 2011, no es lo suficientemente rápido.

Aaron Motsoaledi, ministro de Sanidad de Sudáfrica, reconoció la importancia de este reto e instó a los participantes a actuar: "Uno no se propone escalar el Everest pensando en fracasar", afirmó. "Debemos partir con la esperanza de triunfar, sin importar las dimensiones del reto al que nos enfrentamos. Los atletas olímpicos con frecuencia tienen una larga trayectoria tras de sí antes de ganar la carrera, y nosotros podemos hacer lo mismo".

El Everest al que se refería era la sólida declaración de compromiso que resultó de la reunión: la 'Declaración de Swazilandia (en inglés)’. La declaración enfatiza la determinación de cada asociado de reducir de manera considerable las muertes relacionadas con la tuberculosis y el VIH en los próximos 1000 días y de alcanzar los objetivos de 2015.

"Necesitamos elevar nuestras expectativas y aumentar nuestras contribuciones financieras y técnicas para cumplir nuestros compromisos de reducir el impacto de la tuberculosis", dijo Lucica Dittu, secretario ejecutivo de la asociación Alto a la Tuberculosis.

Entre los compromisos importantes presentes en la declaración se encuentran la integración completa de los servicios para el tratamiento de la tuberculosis y del VIH, el establecimiento de asociaciones con nuevos asociados, el refuerzo de los programas y servicios, y métodos nuevos e innovadores para financiar la respuesta a ambas enfermedades.

"Mil personas que viven con el VIH mueren cada día de tuberculosis en el continente africano. Es algo inaceptable", dijo el director ejecutivo de ONUSIDA Michel Sidibé. "Esta iniciativa aporta impulso, compromiso y energía renovada, lo que dará resultados y mejorará las vidas de millones de personas de toda la región".

ONUSIDA se comprometió a continuar trabajando estrechamente con sus asociados, entre los que se encuentran la asociación Alto a la Tuberculosis y el Fondo Mundial para la lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria, para garantizar que todos aquellos que viven con el VIH y la tuberculosis activa puedan comenzar un tratamiento del VIH, que quienes están en atención para la tuberculosis tengan acceso a una prueba del VIH, y que quienes están en atención del VIH tengan acceso a métodos de detección de la tuberculosis.

ONUSIDA y otras organizaciones sanitarias apoyan la nueva iniciativa relacionada con la tuberculosis y el VIH en África

20 de marzo de 2013

El director ejecutivo de ONUSIDA, Michel Sidibé, se unió a los líderes de la salud de África y a los de otras organizaciones internacionales para apoyar un nuevo impulso para acelerar el progreso contra la tuberculosis y el VIH. La iniciativa se dio a conocer en una rueda de prensa en Johannesburgo (Sudáfrica), el 20 de marzo, y será lanzada formalmente el 21 de marzo en Mbabane (Swazilandia).

La iniciativa incluye un paquete de nuevas inversiones valoradas en más de 120 millones de dólares que se emplearán para acelerar el progreso contra la tuberculosis y el VIH en los próximos 1.000 días. La iniciativa trabajará con países de la Comunidad del África meridional para el desarrollo (SADC) para alcanzar los objetivos internacionales de reducir a la mitad las muertes relacionadas con la tuberculosis y con la tuberculosis asociada al VIH para el 2015.

El Sr. Sidibé y otros líderes sanitarios firmarán la Declaración de Swazilandia en Mbabane, mañana, en el lanzamiento formal de la iniciativa.

Citas

En la región de la SADC, la tuberculosis y el VIH se han combinado en una tormenta perfecta, y lo que tenemos que hacer es movilizar una respuesta de emergencia para esta tormenta.

Benedict Xaba, ministro de salud de Swazilandia

Debemos dar prioridad a las intervenciones en los focos calientes, y uno de los más calientes es la tuberculosis en la industria minera. Las nuevas alianzas que estamos presenciando hoy entre el gobierno, el sector empresarial y organismos mundiales pueden y deben guiar nuestro esfuerzo renovado en los próximos 1.000 días.

Dr. Aaron Motsoaledi, ministro de salud de Sudáfrica

Tenemos el potencial para detener la tuberculosis y el VIH en sus trayectos. Debemos adoptar la Tolerancia cero para los sistemas paralelos para la tuberculosis y el VIH. Si no copamos las carencias de financiación y nos centramos en los focos calientes de VIH y tuberculosis, el África subsahariana podría enfrentarse a un desastre peor relacionado con el VIH y la tuberculosis farmacorresistente.

Michel Sidibé, director ejecutivo de ONUSIDA

Disponemos de 1.000 días para alcanzar los objetivos internacionales de reducir en un 50% la mortalidad a causa de la tuberculosis y las muertes relacionadas con la tuberculosis y el VIH para el 2015. Juntos estamos ganando velocidad e ímpetu hacia el fin de la tuberculosis y la doble epidemia de tuberculosis y VIH en la SADC.

Dra. Lucica Ditiu, secretaria ejecutiva de la Alianza Alto a la Tuberculosis

ONUSIDA y la Alianza Alto a la Tuberculosis unen sus fuerzas para poner fin a las muertes por VIH/TB

27 de noviembre de 2012

La mayoría de las muertes por TB/VIH podrían evitarse ampliando los servicios de tuberculosis y VIH y logrando que trabajen juntos más eficazmente

Ginebra, 27 de noviembre de 2012— La semana pasada, el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA) informó de que en los últimos dos años se han reducido en un 13 % las muertes debidas a la coinfección de tuberculosis y VIH. Eso se debe al fuerte incremento en el número de personas coinfectadas que han accedido al tratamiento antirretrovírico (TAR), un aumento que fue del 45 % entre 2009 y 2011.

Sin embargo, la tuberculosis sigue siendo la principal causa de muerte entre quienes viven con el VIH. ONUSIDA y la Alianza Alto a la Tuberculosis han firmado un nuevo acuerdo con el fin de acelerar las acciones para alcanzar el objetivo fijado para 2015 de reducir en un 50 % las muertes por tuberculosis entre las personas que viven con el VIH.

«Estamos perdiendo valiosas vidas humanas debido a la tuberculosis, que es una enfermedad prevenible y curable, y podemos hacer que cambie esa situación. El mundo nunca alcanzará su meta de una generación sin sida sin abordar la tuberculosis. Ya es hora de actuar», afirmó Benedict Xaba, ministro de Salud de Swazilandia, un país que tiene la mayor tasa mundial de personas con tuberculosis entre quienes viven con el VIH.

Las personas que viven con el VIH tienen entre 20 y 30 veces más probabilidades de desarrollar tuberculosis activa que quienes viven sin el VIH. Se calcula que 8,7 millones de personas contrajeron tuberculosis en todo el mundo en 2011, de los que más de un millón vivían con el VIH. Las mujeres embarazadas y los niños son especialmente vulnerables. Si una mujer embarazada que vive con el VIH tiene asimismo tuberculosis, el riesgo de muerte para la madre y el niño aumenta y el riesgo de transmisión del VIH al niño es más del doble. En 2011, 430 000 de las 1,7 millones de muertes relacionadas con el sida (un 25 %) fueron causadas por la tuberculosis asociada al VIH.

«La coinfección TB/VIH es una combinación mortal. Podemos evitar esas muertes mediante la integración y simplificación de los servicios de VIH y tuberculosis», declaró Michel Sidibé, director ejecutivo del ONUSIDA. «El objetivo para 2015 es claro: reducir en un 50 % las muertes por tuberculosis de personas que viven con el VIH. Podemos hacerlo realidad, pero solo si ampliamos los servicios en los países mediante esfuerzos concertados y conjuntos.»

En 2011, en la Reunión de Alto Nivel sobre el Sida de las Naciones Unidas, los Estados Miembros de las Naciones Unidas establecieron el objetivo de reducir a la mitad las muertes por la coinfección TB/VIH hasta 2015, lo cual salvaría 600 000 vidas. Tres cuartas partes de las muertes por TB/VIH en la actualidad se producen en solo diez países: Etiopía, India, Kenya, Mozambique, Nigeria, Sudáfrica, la República Unida de Tanzania, Uganda, Zambia y Zimbabwe. Si se intensificaran los esfuerzos en esos diez países se avanzaría significativamente hacia el logro del objetivo de 2015.

«La tuberculosis es prevenible y curable a un bajo costo, pese a lo cual una de cada cuatro muertes relacionadas con el sida se debe a la tuberculosis, algo que resulta indignante. Los países aún no han emprendido todas las acciones necesarias para hacer frente a la coepidemia», afirmó Lucica Ditiu, secretaria ejecutiva de la Alianza Alto a la Tuberculosis. «Con este nuevo acuerdo, ONUSIDA y la Alianza Alto a la Tuberculosis se han comprometido a poner en marcha un intenso programa de acción, con la participación de nuevos asociados y prestando ayuda a los países más afectados en la integración de sus servicios de VIH y TB y el desarrollo de planes de acción.»

El memorando de entendimiento firmado por ONUSIDA y la Alianza Alto a la Tuberculosis (titulado «Llegar a cero muertes por tuberculosis entre las personas que viven con el VIH») afirma que las partes «tomarán medidas [...] para abordar estratégicamente la intolerable carga de la mortalidad por tuberculosis entre quienes viven con el VIH». Ambas organizaciones están desarrollando un plan de trabajo detallado y se han comprometido a colaborar para lograr tres objetivos principales en los próximos tres años: aumentar el compromiso político y la movilización de recursos para la coinfección TB/VIH; reforzar los conocimientos, la capacidad y la participación de las organizaciones de la sociedad civil, las comunidades afectadas y el sector privado; y ayudar a los países más afectados a integrar los servicios de tuberculosis y VIH.

Prevenir las muertes por VIH/TB

  • En los países donde el VIH y la tuberculosis son prevalentes, es necesario suministrar a todo el mundo las pruebas para ambas afecciones.
  • Las personas que viven con el VIH tienen muchas menos probabilidades de enfermar y morir de tuberculosis si comienzan un tratamiento antirretrovírico (TAR) antes de que sus sistemas inmunitarios se vean seriamente afectados. Todas las personas que reúnan las condiciones para el TAR deben recibirlo lo antes posible.
  • Además de un TAR temprano, las personas que viven con el VIH deben ser protegidas con una dosis diaria de isoniacida para no contraer la tuberculosis.
  • Todas las personas que dan positivo en la prueba del VIH y que también tengan tuberculosis han de comenzar inmediatamente el tratamiento antituberculoso. Dos semanas después de comenzar el tratamiento contra la tuberculosis deben comenzar el TAR, independientemente del estado de su sistema inmunitario.

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Ya está en marcha el plan dirigido a reducir a la mitad la prevalencia de la tuberculosis y las tasas de mortalidad para 2015

13 de octubre de 2010

La iniciativa Alto a la tuberculosis ha lanzado el Plan mundial para detener la tuberculosis (2011-2015), cuyo objetivo es reducir a la mitad para 2015 la prevalencia de esta enfermedad y las tasas de mortalidad. De este modo, se pretende alcanzar el objetivo de desarrollo del Milenio de detener y comenzar a reducir la epidemia para 2015.

El Plan, que se puso en funcionamiento en Sudáfrica, detectó carencias de investigación que deben subsanarse si se quieren proporcionar pruebas rápidas para la detección de la tuberculosis, regímenes de tratamiento más rápidos y una vacuna totalmente efectiva. Asimismo, muestra cómo los laboratorios de diagnóstico se pueden modernizar a través de programas sanitarios, de manera que se empiece a utilizar las nuevas pruebas disponibles para la detección de esta enfermedad en lugar de los anticuados métodos de diagnóstico que aún se siguen usando en muchos países.

La iniciativa Alto a la tuberculosis requiere 37.000 millones de dólares para financiar el plan de 2011 a 2015, una cantidad que, de acuerdo a sus estimaciones, les permitirá diagnosticar y tratar a 32 millones de personas durante los próximos cinco años.

Según sus cálculos, de no contar con la financiación y el compromiso político necesario, entre los años 2010-2015 más de 50 millones de personas desarrollarían tuberculosis activa y se perderían más de 10 millones de vidas a causa de una enfermedad curable y evitable.

Cada año, alrededor de medio millón de personas muere de tuberculosis asociada al VIH. Si se cumplen los objetivos del plan, a finales de 2015 se habrán realizado pruebas del VIH a todos los pacientes con tuberculosis, y cuando el resultado sea positivo, recibirán medicamentos antirretrovíricos y otros apropiados para el VIH. Asimismo, en los tratamientos del VIH se realizarán pruebas para la detección de la tuberculosis a todos los pacientes, y estos recibirán la terapia preventiva apropiada o el tratamiento necesario.

"Más de un millón de personas que viven con el VIH enferman de tuberculosis cada año", dijo el Dr. Paul De Lay, director ejecutivo adjunto de programas de ONUSIDA. "Tenemos que asegurarnos de que, por un lado, todas las personas que viven con el VIH reciben la terapia antirretrovírica que precisan y, por otro lado, de que a todas ellas se les realicen pruebas para la detección de la tuberculosis cada vez que acudan a los servicios de atención sanitaria. Esto nos ayudará a realizar un diagnóstico y a proporcionar un tratamiento temprano y efectivo contra la tuberculosis, con lo que se evitarán muertes innecesarias".

El Programa conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA (ONUSIDA) y la iniciativa Alto a la tuberculosis firmaron el pasado julio un memorándum de entendimiento. Con este acuerdo se comprometen a aunar esfuerzos con el fin de reducir a la mitad para 2015 el número de personas que viven con el VIH y que fallecen a causa de la tuberculosis. El memorándum también señala la importancia que tiene el proporcionar un tratamiento antirretrovírico a todas las personas que vivan con el VIH y que padezcan tuberculosis, pues puede salvarles la vida.

El ministro de sanidad sudafricano, el Dr. Aaron Motsoaledi, presentó el Plan mundial para detener la tuberculosis en una conferencia de prensa celebrada en la escuela primaria Phosolo, en Alexandra, en la que estudian más de 2.000 niños y niñas de la región.‏

Tras el lanzamiento, los oradores de la conferencia de prensa participaron junto a niños de la escuela en un torneo de fútbol enmarcado dentro de la campaña Patada a la tuberculosis. Se trata de una campaña que busca medidas contra la tuberculosis y el estigma asociado a ella, fusionando deporte y movilización social con el fin de crear una plataforma a través de la cual se puedan transmitir de manera efectiva los mensajes sobre la tuberculosis.

Los asociados de la tuberculosis se reúnen en Viet Nam

04 de mayo de 2010

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Evitar que las personas que viven con el VIH mueran de tuberculosis es una de las diez áreas prioritarias de ONUSIDA incluidas en el Marco de resultados de ONUSIDA para el periodo de 2009 a 2011. Fotografía: ONUSIDA/P.Virot

La 18ª reunión de la Junta Coordinadora de la Alianza Alto a la TB está teniendo lugar del 4 al 5 de mayo de 2010 en Hanói, Viet Nam. Allí se han unido ONUSIDA y la Alianza Alto a la TB para fortalecer su respuesta conjunta a la coinfección por el VIH y la tuberculosis y para establecer un pacto con el fin de reducir a la mitad el número de muertes por tuberculosis en personas que viven con el VIH para 2015.

“Una de cada cuatro muertes por el sida está vinculada a la tuberculosis. Este pacto representa un hito significativo para garantizar que ninguna persona que viva con el VIH muera de tuberculosis, una enfermedad que es prevenible y curable”, señaló el director ejecutivo adjunto de programas de ONUSIDA, Paul De Lay.

Cada tres minutos una persona que vive con el VIH muere de tuberculosis. Las tasas de mortalidad se han incrementado (a un ritmo de unas 500.000 muertes al año) durante los últimos 10 años. La aparición de cepas de tuberculosis resistentes a los medicamentos es una amenaza especialmente letal para las poblaciones que tienen altas tasas de infección por el VIH.

Evitar que las personas que viven con el VIH mueran de tuberculosis es una de las diez áreas prioritarias de ONUSIDA incluidas en el Marco de resultados de ONUSIDA para el periodo de 2009 a 2011. ONUSIDA espera conseguir este objetivo garantizando la prestación integrada y efectiva de servicios para el VIH y la tuberculosis así como el apoyo nutricional en todos los contextos.

El acceso universal a los ODM relacionados con el VIH y la tuberculosis será complicado de conseguir, por no decir imposible, si no se presta una mayor atención a los grupos marginados y vulnerables, como los reclusos, los usuarios de drogas, las mujeres y los migrantes. El acceso universal depende así mismo del fortalecimiento de un enfoque basado en el respeto de los derechos humanos que garantice un acceso igualitario a los servicios y la reducción del riesgo.

Se espera que los participantes que acudan a la reunión sean muy variados. Entre los presentes estarán los ministros de Salud de Viet Nam, Sudáfrica y Myanmar, el director regional de la Organización Mundial de la Salud en la región del Pacífico Occidental, así como representantes de alto nivel de ONUSIDA, la Alianza Alto a la TB y el Fondo mundial de lucha contra el sida, la tuberculosis y la malaria.

Las conversaciones incluirán desde una visión general de la epidemia de la tuberculosis en Viet Nam y en la región del Pacífico Occidental hasta una revisión de los avances en el desarrollo de nuevos medicamentos, diagnósticos y vacunas para la tuberculosis.

También se pretende que la reunión de la Junta sirva como seguimiento de la Reunión ministerial de Beijing que tuvo lugar en abril de 2009, donde ministros de los países más afectados por la tuberculosis multirresistente a los medicamentos (MDR-TB) y por la tuberculosis extremadamente resistente a los medicamentos (XDR-TB) se reunieron para hacer frente a la amenaza alarmante de esta enfermedad. La 18ª reunión de la Junta Coordinadora de la Alianza Alto a la TB servirá para revisar los progresos que han conseguido los países desde Beijing así como para recomendar acciones que podrán adoptar en el futuro para eliminar los obstáculos y acelerar la acción.

La Alianza Alto a la TB es una asociación pública-privada líder para la salud mundial que se estableció en 2001 con el fin de que la tuberculosis deje de ser un problema de salud pública y, en último lugar, conseguir un mundo libre de esta enfermedad. Está formada por una red de más de 900 organizaciones internacionales, países, donantes de los sectores públicos y privados, organizaciones gubernamentales y no gubernamentales e individuos.

Urge ampliar los sistemas de detección integral de la TB y el VIH para abordar ambas epidemias interrelacionadas

24 de marzo de 2009

A pesar de que en gran parte sea prevenible y curable, la tuberculosis (TB) es una de las principales causas de mortalidad entre las personas que viven con el VIH en todo el mundo. De acuerdo con el informe anual de la Organización Mundial de la Salud sobre el control mundial de la TB, que se ha presentado hoy, de los 33 millones de personas que viven con el VIH, solamente el 20% saben que están infectadas y una mínima parte, el 2% en 2007, se ha sometido a pruebas de detección de la TB.

Según el informe, el VIH está avivando con gran fuerza la epidemia de TB en África subsahariana, donde hasta el 80% de los pacientes de TB están coinfectados por el VIH. Una infección respiratoria que se propaga como el resfriado común, la TB se aprovecha de un sistema inmunitario ya debilitado por el VIH.

“Debemos evitar de una vez por todas que las personas que viven con el VIH fallezcan como consecuencia de la tuberculosis,” ha declarado el Sr. Michel Sidibé, Director Ejecutivo del ONUSIDA. “El acceso universal a la prevención, tratamiento, atención y apoyo relacionados con el VIH debe incluir la prevención, diagnóstico y tratamiento de la TB. Cuando los servicios relacionados con el VIH y la TB están integrados, salvan vidas.”

"Debemos evitar de una vez por todas que las personas que viven con el VIH fallezcan como consecuencia de la tuberculosis. El acceso universal a la prevención, tratamiento, atención y apoyo relacionados con el VIH debe incluir la prevención, diagnóstico y tratamiento de la TB. Cuando los servicios relacionados con el VIH y la TB están integrados, salvan vidas."

Michel Sidibé, director ejecutivo de ONUSIDA

Control mundial de la tuberculosis 2009proporciona una evaluación actualizada de la situación de la epidemia de TB y de los progresos realizados en el control de esta enfermedad. En el informe se destaca que en el mundo solamente el 16% de los pacientes de TB conoce su estado y que la mayoría de los pacientes de TB que son VIH-positivos desconocen que están viviendo con el VIH y no solicitan tratamiento para esta enfermedad.

No obstante, se han realizado algunos avances en esta área, como el aumento en el número de personas sometidas a pruebas del VIH entre las que siguen tratamiento para la TB, en particular en África. En 2004, tan solo el 4% de los pacientes de TB de esa región se hizo la prueba del VIH; en 2007 esta cifra aumentó al 37%, y en algunos países (Kenya, Lesotho, Malawi, Rwanda y Swazilandia) más del 70% de todos los pacientes de TB conocía su estado del VIH.

Gracias al aumento de las pruebas del VIH entre pacientes de TB, un mayor número de personas está recibiendo tratamiento apropiado, aunque esa cifra sigue correspondiendo a una pequeña parte de las personas que lo necesitan. En 2007, 200.000 pacientes de TB que eran VIH-positivos iniciaron tratamiento con cotrimoxazol para prevenir infecciones oportunistas, y otros 100.000 recibieron terapia antirretrovírica..

Se necesitan servicios integrados de la TB y el VIH

Durante muchos años, los esfuerzos para enfrentar la TB y el VIH se han mantenido en buena parte separados a pesar de la interrelación epidemiológica que existe entre ambas enfermedades. Una mayor colaboración entre los programas que se ocupan de la TB y el VIH contribuirá a conseguir una prevención y un tratamiento más eficaces de la TB entre las personas que viven con el VIH y a obtener notables progresos en la esfera de la salud pública.

La publicación del informe coincide con el Día Mundial de la Tuberculosis y con la importante congregación de 1.500 personas en Rio de Janeiro con motivo del tercer Foro de la Alianza Alto a la Tuberculosis.

Haga clic en la imagen para inicial el vídeo (en inglés)

Los líderes de la salud pública promueven un ambicioso programa para acabar con los casos de muerte por tuberculosis entre las personas que viven con el VIH

22 de julio de 2010


22 de julio de 2010 - Viena (Austria) - Es la historia que se repite cada día en todo el mundo y, sin embargo, son muy pocos los que la conocen. Una mujer, un hombre o un niño que vive con el VIH vive expuesto a un mayor riesgo de contraer tuberculosis en un lugar donde no existen medidas para frenar la propagación de la infección; puede suceder en el lugar de trabajo, en un centro penitenciario, en una clínica o incluso en sus propias casas. La persona se pone enferma; comienza a toser, a tener fiebre y a sentirse cada vez más débil.

Esta es la historia que se ha repetido una y otra vez entre los 20.000 participantes de la Conferencia internacional sobre el sida 2010; una historia que puede tener un final feliz si dicha persona tiene la suerte suficiente como para tener acceso tanto a los antirretrovíricos como a un tratamiento contra la tuberculosis. No obstante, en la mayoría de las ocasiones, la historia tiene otro final. Si no siguen un tratamiento adecuado, cerca de 9 de cada 10 personas que viven con el VIH y que han contraido la tuberculosis fallecerán en los dos o tres meses siguientes.

La epidemia dual se ha extendido por África, Asia y Europa oriental, y afecta tanto a niños como a mujeres y hombres de todas las profesiones y condiciones sociales. Una de cada cuatro de las muertes que se dan entre las personas que viven con el VIH está relacionada con la tuberculosis, lo que implica que aproximadamente medio millón de personas fallecen anualmente de manera innecesaria.

“Cada tres minutos, la vida de una persona que vive con el VIH se hace más corta debido a la tuberculosis; esto es algo completamente inaceptable a día de hoy, puesto que la tuberculosis es una enfermedad que se puede prevenir y curar", afirmó el Dr. Jorge Sampaio, enviado especial del secretario general de las Naciones Unidas para la iniciativa Alto a la tuberculosis.

Los líderes del sector de la salud pública que se reunieron en esta conferencia se han comprometido a cumplir un nuevo y ambicioso programa para poner fin a este tipo de muertes evitables. El Dr. Sampaio, por su parte, presidió la conferencia durante el día de hoy, en la que se firmó un nuevo documento al respecto: un memorando de entendimiento entre el Programa conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida (ONUSIDA) y la Iniciativa Alto a la tuberculosis. Dicho acuerdo une en compromiso a ambas organizaciones, a fin de conseguir un objetivo común: esforzarse por reducir a la mitad el número de personas que viven con el VIH y que fallecen a causa de la tuberculosis para el próximo 2015, en comparación con los índices registrados en 2004. Otra de las metas clave del mencionado acuerdo consiste en suministrar tratamiento antirretrovírico a todos los pacientes de tuberculosis que vivan con el VIH.

"Ya contamos con las herramientas necesarias para evitar que las personas que viven con el VIH fallezcan a causa de la tuberculosis", declaró el Sr. Michel Sidibé,
director ejecutivo de ONUSIDA. "Ahora tenemos que unirnos a nuestros asociados que trabajan en materia de tuberculosis, a fin de promover un enfoque basado en pruebas y en los derechos humanos para hacer frente a la tuberculosis y al VIH. Juntos podemos eliminar las muertes por sida relacionadas con la tuberculosis".

La iniciativa Alto a la tuberculosis y ONUSIDA tratarán de ejercer influencia sobre los programas de salud gubernamentales para que estos puedan llegar a todas las personas que necesitan atención relacionada con la tuberculosis o el VIH, a través de la integración de servicios de diagnóstico y tratamiento para ambas dolencias; asimismo, intentarán aumentar la disponibilidad de los recursos necesarios para alcanzar dicho objetivo. Otro de los fines que se persiguen consiste en movilizar a las organizaciones de la sociedad civil, a las comunidades afectadas por la tuberculosis y el VIH y al sector privado para crear asociaciones sólidas destinadas a hacer frente a la tuberculosis y al VIH de forma conjunta.

Siguiendo la línea del tema central de la conferencia internacional sobre el sida de este año, los suscriptores del acuerdo hicieron especial hincapié en las necesidades de los grupos marginales. "Queremos hacer un llamamiento a los líderes mundiales, a fin de que promuevan el acceso universal a los servicios relacionados con la tuberculosis y el VIH para las mujeres y las niñas, los huérfanos, los desplazados, los migrantes, los reclusos, los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, los usuarios de drogas y los demás grupos más vulnerables", afirmó el Dr. Marcos Espinal, secretario ejecutivo de la iniciativa Alto a la tuberculosis.

A lo largo del 2010 y del 2011, el liderazgo asumido por Alto a la tuberculosis y ONUSIDA permitirá la organización de al menos dos visitas conjuntas anuales a países gravemente afectados por la tuberculosis y el VIH; y, además, fomentará su nueva iniciativa por medio de la celebración de, al menos, un acontecimiento internacional al año.