UNFPA The United Nations Population Fund

En la 68 Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer ONUSIDA pide acción para lograr la igualdad de género y acabar con el sida

11 de marzo de 2024

GINEBRA/NUEVA YORK, 11 de marzo de 2024 — ONUSIDA se está preparando para la 68ª sesión de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer (#CSW68) que comienza hoy y se prolongará hasta el 22 de marzo de 2024. La #CSW68, la mayor reunión anual de las Naciones Unidas sobre igualdad de género y empoderamiento de la mujer, se celebra este año bajo el tema prioritario Acelerar el logro de la igualdad de género y el empoderamiento de todas las mujeres y niñas abordando la pobreza y fortaleciendo las instituciones y la financiación con una perspectiva de género.

A pesar de los avances, ningún país ha logrado la igualdad de género hasta la fecha, y las violaciones de los derechos humanos de las mujeres y la violencia de género siguen alimentando la pandemia de sida. El mundo está lejos de alcanzar las metas de género establecidas en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y, en muchos de los países más pobres del mundo, la crisis de la deuda está reduciendo la inversión en educación, sanidad y protección social, lo que perjudica especialmente a las mujeres y las niñas.

En la actualidad, 129 millones de niñas de todo el mundo están sin escolarizar, lo que les niega información vital sobre cómo protegerse del VIH. Cada tres minutos, una adolescente o mujer joven (15-24 años) contrajo el VIH en 2022 en el África subsahariana, y en toda África, el sida sigue siendo la principal causa de muerte entre las mujeres en edad reproductiva.

"No puede haber más excusas. Acabar con el sida entre las mujeres y las niñas no es solo un imperativo moral, sino también una prioridad estratégica para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible", ha declarado Winnie Byanyima, directora ejecutiva de ONUSIDA. "Sólo protegiendo e invirtiendo en los derechos de las mujeres y las niñas podremos proteger su salud, y sólo protegiendo la salud de las mujeres podremos acabar con la pandemia de sida. Debemos aprovechar esta oportunidad para acelerar el progreso hacia un mundo en el que todas las mujeres y niñas puedan, no sólo sobrevivir, sino prosperar."

Durante la #CSW68, ONUSIDA copatrocinará varios actos importantes, entre ellos una reunión de alto nivel convocada conjuntamente por el Gran Ducado de Luxemburgo y Education Plus (una iniciativa conjunta de ONUSIDA, UNESCO, UNFPA, UNICEF y ONU Mujeres) que movilizará a gobiernos, asociados y partes interesadas para acelerar la ampliación de las acciones en favor de los derechos de la mujer y aprovechar la educación de las niñas para la igualdad de género y la prevención del VIH en toda África.

ONUSIDA insta a una acción renovada y anticipa resultados sólidos de la #CSW68. ONUSIDA espera con interés las asociaciones que se forjarán para acelerar el progreso hacia la igualdad de género y poner fin al sida como amenaza para la salud pública mundial.

ONUSIDA se mantiene firme en su compromiso de trabajar en colaboración con los gobiernos, la sociedad civil y otros asociados para crear un mundo en el que se respeten y protejan los derechos y la dignidad de todas las mujeres y niñas, incluidas las que viven con el VIH, corren el riesgo de contraerlo o están afectadas por él.

La #CSW68, organizada por las Naciones Unidas, reunirá a líderes, defensores, gobiernos, organizaciones de la sociedad civil, activistas y expertos para debatir, acordar acciones e inversiones que puedan acabar con la pobreza de las mujeres y hacer avanzar la igualdad de género.

Siga en directo el acto de Education Plus el martes 12 de marzo a las 08:00 - 09:30 EST - Making Education Investment Cases Work for Gender Equality and HIV Prevention

 

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El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA) lidera e inspira al mundo para hacer realidad su meta global de cero nuevas infecciones por el VIH, cero discriminación y cero muertes relacionadas con el sida. ONUSIDA aúna los esfuerzos de 11 organizaciones de las Naciones Unidas (ACNUR, UNICEF, PMA, PNUD, UNFPA, UNODC, ONU Mujeres, OIT, UNESCO, OMS y Banco Mundial) y trabaja en estrecha colaboración con asociados mundiales y nacionales para poner fin a la epidemia de sida para el 2030 como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Obtenga más información en unaids.org y conecte con nosotros a través de Facebook, Twitter, Instagram y YouTube.

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Las Naciones Unidas acogen la decisión del Tribunal Supremo de despenalizar las relaciones homosexuales en Mauricio

04 de octubre de 2023

Esto acelerará los progresos para poner fin a la pandemia del sida y salvar vidas.

GINEBRA, 4 de octubre de 2023— Las Naciones Unidas en Mauricio (incluidos ONUSIDA, UNFPA, ACNUDH, PNUD y la OMS) han acogido la resolución dictada hoy por el Tribunal Supremo de Mauricio, según la cual una ley discriminatoria que tipifica como delito las relaciones consensuales entre personas del mismo sexo es inconstitucional y será inmediatamente eliminada del código legal. Previamente, de conformidad con el artículo 250 del Código Penal mauriciano (que data de 1898), toda persona declarada culpable podría haberse enfrentado a una pena de hasta cinco años de prisión.

«Hoy el Tribunal Supremo ha revocado una ley colonial obsoleta y ha demostrado su adhesión a la no discriminación y su compromiso de no dejar a nadie atrás», dijo Lisa Singh, coordinadora residente de las Naciones Unidas en Mauricio. «La ONU, tanto en Mauricio como a nivel internacional, acoge la decisión de Mauricio de sumarse a la lista cada vez más larga de países africanos que protegen los derechos humanos de todos, incluidas las personas LGTBIQ+».

En la sentencia se ha señalado que «Mauricio no promulgó el artículo 250 para reflejar ningún valor indígena mauriciano, sino que constituye un legado de nuestra historia colonial con Gran Bretaña. Su aprobación no fue la expresión de la voluntad democrática interna, sino un rumbo impuesto a Mauricio y  a otras colonias bajo dominio británico».  También se señaló que un número cada vez mayor de países ha despenalizado las relaciones consensuales entre personas del mismo sexo, entre ellos el Reino Unido, que revocó su ley en 1967. 

«La decisión de Mauricio de despenalizar la homosexualidad es un importante avance para la salud pública y hacia la igualdad de derechos, el respeto y la dignidad de la comunidad LGTBIQ+», dijo Anne Githuku-Shongwe, directora del equipo de apoyo regional de ONUSIDA para África oriental y meridional. «ONUSIDA celebra la decisión tomada hoy por Mauricio, gracias a la cual aquellos hombres que mantengan relaciones sexuales con otros hombres tendrán un acceso más fácil a los servicios sanitarios y sociales que necesiten sin temor a ser detenidos o penalizados.  Hay que continuar trabajando para derribar las barreras del estigma y la discriminación contra la comunidad LGBTQI+, pero la sentencia de hoy es un paso en la dirección correcta.  Salvará vidas».

Mauricio pasa a ser el miembro más reciente de una creciente lista de países que declaran la inconstitucionalidad de aquellas leyes que hayan criminalizado a las personas LGTBIQ+. Sin embargo, ONUSIDA calcula que 66 países mantienen aún leyes que criminalizan las relaciones consensuadas entre personas del mismo sexo. Estas leyes, además de contravenir los derechos humanos de las personas LGTBIQ+, impiden el acceso a servicios sanitarios y sociales, entre los que se encuentran los servicios para el VIH. Dichas leyes avivan el estigma y la discriminación contra las personas LGTBIQ+, y las somete a un miedo constante de ser castigadas o detenidas.

Abdool Ridwan Firaas Ah Seek, presidente de Arc-en-Ciel, la organización más grande y antigua de Mauricio que aboga por los derechos humanos de las personas LGTBIQ+, expuso el asunto y recibió el apoyo de otros organismos asociados, como Human Dignity Trust.

Las organizaciones de la sociedad civil y, especialmente, aquellas lideradas por la comunidad son las que están al frente de una oleada de progreso mundial que da acceso a unos servicios sanitarios para todos. ONUSIDA insta a todos los países a despenalizar las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo. La despenalización salva y cambia vidas.

Manish Gobin, Fiscal General y Ministro de Asuntos Exteriores e Integración Regional de Mauricio, dijo: «Mauricio, de acuerdo con su respeto por el estado de derecho aclamado internacionalmente, comparecerá ante los Estados Miembros de la Naciones Unidas en el próximo ciclo del Examen Periódico Universal». El Examen Periódico Universal es un mecanismo único del Consejo de Derechos Humanos que estipula que cada Estado Miembro de las Naciones Unidas se debe someter cada cuatro años y medio a una revisión inter pares de sus registros en materia de derechos humanos.

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El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA) lidera e inspira al mundo para hacer realidad su meta global de cero nuevas infecciones por el VIH, cero discriminación y cero muertes relacionadas con el sida. ONUSIDA aúna los esfuerzos de 11 organizaciones de las Naciones Unidas (ACNUR, UNICEF, PMA, PNUD, UNFPA, UNODC, ONU Mujeres, OIT, UNESCO, OMS y Banco Mundial) y trabaja en estrecha colaboración con asociados mundiales y nacionales para poner fin a la epidemia de sida para el 2030 como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Obtenga más información en unaids.org y conecte con nosotros a través de Facebook, Twitter, Instagram y YouTube.

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Curso virtual sobre VIH, género y derechos humanos: empoderando a los docentes de medicina en Guatemala

18 de mayo de 2023

La Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de San Carlos de Guatemala (USAC), en colaboración con ONUSIDA, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), lanzó un curso en línea titulado Conceptos clave sobre VIH, género y derechos humanos. El curso de cuatro módulos está diseñado para proporcionar al personal docente un conocimiento detallado sobre los conceptos clave relacionados con el VIH, su tratamiento y prevención, y el marco legal nacional e internacional que guía la respuesta al VIH, así como las dimensiones de género y derechos humanos de la epidemia.

El curso es un paso significativo para abordar los desafíos del VIH en el país teniendo en cuenta que en Guatemala cada día se producen tres nuevas infecciones por el VIH y solo el 73% de las 31.000 personas que viven con el VIH reciben tratamiento antirretroviral (según estimaciones) y dado el alto nivel persistente de estigma y discriminación hacia las personas que viven con el VIH. El curso tiene como objetivo dotar al personal docente y a los estudiantes de los recursos necesarios para promover, proteger y hacer efectivos los derechos humanos de las personas adultas, adolescentes y niños que viven con o en riesgo de adquirir el VIH, en toda su diversidad.

El curso consta de 140 horas de estudio, incluidas 70 horas de teoría y 70 horas de práctica, y se realizará entre mayo y agosto de 2023. Los participantes del curso se incorporarán a clases virtuales y talleres grupales sincrónicos y deberán presentar las tareas requeridas según un horario de trabajo.

El curso comprende cuatro módulos: Módulo 1 - Actualización sobre el VIH y el sida; Módulo 2 - Marco legal nacional e internacional para la respuesta al VIH; Módulo 3 - Marco de políticas del sector de la salud para la respuesta al VIH; Módulo 4- Conceptos clave sobre género y derechos humanos.

Durante la inauguración, Marie Engel, directora nacional de ONUSIDA, expresó su esperanza de que los participantes disfrutaran del curso tanto como ella y otros socios lo habían hecho al desarrollarlo. También enfatizó que "el curso se enriquecerá con los conocimientos y experiencias individuales de los participantes, sus dudas e inquietudes. Obviamente, hay mucho conocimiento y sabiduría entre los participantes del curso que los facilitadores se esforzarán por capturar".

El Dr. José María Gramajo, Coordinador General del Área de Docentes y Posgrados de la Facultad de Ciencias Médicas de la USAC, destacó que “este curso de actualización contribuirá al desarrollo profesional de los docentes de la facultad, compartiendo con ellos los últimos conocimientos sobre las innovaciones relacionadas con la prevención, detección y atención del VIH, y asegurando una comprensión profunda de los temas transversales relevantes para el VIH y otros problemas de salud pública".

El personal docente y los estudiantes son catalizadores con el poder de cambiar la respuesta nacional al VIH. Tal como lo expresó la Dra. Mirna Herrarte, Coordinadora del Programa Nacional de VIH, ITS y Sida, “Me alegra saber que hay tantos profesionales que quieren saber más sobre el VIH. En el país se revisan constantemente los esquemas de tratamiento del VIH. Como anécdota, hace un año Guatemala tenía más de 200 esquemas de antirretrovirales, bajo mi liderazgo hemos reducido esos esquemas en un 75%”.

Persisten las desigualdades en los servicios de salud y VIH más básicos, como el acceso a la detección, el tratamiento y los preservativos. La iniciativa de colaboración de la USAC es un paso importante para garantizar que todos los sectores, incluido el académico, se comprometan a poner fin a las desigualdades sociales, económicas y legales. La Universidad de San Carlos de Guatemala es la universidad más grande y antigua de Guatemala, y la única universidad nacional y pública del país centroamericano.

Inauguración del curso

Unidas para acabar con el cáncer de cuello uterino, el VIH y las desigualdades en mujeres y niñas

17 de noviembre de 2022

En este Día de Acción, mientras celebramos el segundo aniversario de la inauguración por la Organización Mundial de la Salud (OMS) de la Estrategia mundial para acelerar la eliminación del cáncer de cuello uterino como un problema de salud pública, recordamos que, a pesar de disponer de conocimientos, herramientas y tecnologías, el cáncer de cuello uterino sigue cobrando más de 342 000 vidas de mujeres al año (en 2020) en todo el mundo.  Cada dos minutos una mujer pierde la vida a causa del cáncer de cuello uterino, una enfermedad que se puede prevenir y curar.

La alta incidencia del cáncer de cuello uterino se debe al género, a las desigualdades sociales y económicas, así como a las diferencias sanitarias en lo relativo al acceso a vacunas contra el VPH, a los métodos de detección, a los cuidados y a las tecnologías modernas de prevención y tratamiento. Debido a estas desigualdades, las mujeres y las niñas que pertenecen a países de renta baja y media continúan siendo las más afectadas.  Nueve de cada diez mujeres que fallecen a causa del cáncer de cuello uterino viven en países de renta media o baja.   El cáncer de cuello uterino es la primera causa de muerte relacionada con el cáncer entre las mujeres que viven en África subsahariana.

La Estrategia mundial para acelerar la eliminación del cáncer de cuello uterino de la OMS, que se inauguró el 17 de noviembre de 2020, contó con el apoyo de muchas organizaciones asociadas a la ONU, entre las que se incluyen: OIEA, ONUSIDA, UNFPA, UNICEFUNITAID. El Grupo de Acción Conjunta de la ONU está compuesto por estas entidades, y cada una de ellas aporta sus mandatos y recursos únicos. Este Grupo se ha comprometido a apoyar los esfuerzos de los países en alcanzar los objetivos de eliminación del cáncer de cuello uterino para el año 2030. Estos objetivos consisten en que el 90% de las niñas estén completamente vacunadas contra el VPH con 15 años, que el 70% de las mujeres se sometan a una prueba de detección entre los 35 y los 45 años, y que el 90% de las mujeres diagnosticadas con cáncer de cuello uterino reciban tratamiento. Si se cumplen estos objetivos, para 2030 se podrían evitar 300 000 muertes causadas por el cáncer de cuello uterino, para 2070 se podrían evitar 14 millones y para 2120 se podrían evitar más de 62 millones. 

«En países con altas tasas de VIH, más del 50% de los casos de cáncer de cuello uterino se registran en mujeres que viven con el VIH.   Estas mujeres son seis veces más propensas a padecer cáncer de cuello uterino y a padecerlo a una edad más temprana que aquellas mujeres sin VIH.  Es inaceptable afirmar que le hemos salvado la vida a una mujer al darle acceso a la terapia antirretroviral para el VIH únicamente, si después la dejamos morir de cáncer de cuello uterino. Nuestro objetivo conjunto es romper los silos, tender puentes entre el VIH y el cáncer de cuello uterino, y unir a las dos comunidades, porque ya sabemos que los vínculos salvan vidas». – Winnie Byanyima, Directora ejecutiva de ONUSIDA 

"Ninguna mujer debería morir de cáncer de cuello uterino siendo que disponemos de una vacuna muy eficaz contra el VPH y de diagnósticos de calidad. Es necesaria la prevención y la detección precoz: así garantizaremos que desaparezca la enfermedad mundialmente.  Los gobiernos y los asociados necesitan invertir en un acceso rápido para la atención primaria de salud que ofrezca atención integrada, como la inmunización rutinaria y la salud sexual y reproductiva. Y debemos comprometer recursos humanos sólidos a largo plazo, para tener sanitarios adecuados y accesibles en las comunidades y a nivel de los centros de salud. La financiación para la sanidad y para la igualdad sanitaria son prerequisitos para la desaparición del cáncer de cuello uterino en todo el mundo.» dijo el Dr. Aboubacar Kampo, el Director del Programa de Salud, de la oficina central de UNICEF en Nueva York.

«Tenemos las herramientas y la tecnología para terminar con el cáncer de cuello uterino. Ahora es cuestión de acceso. Unitaid dio un paso adelante en cuanto la OMS publicó su llamada a la acción, y en unos pocos años hemos presentado tecnología eficaz y desarrollado modelos de control y tratamiento que funcionan en escenarios con recursos limitados. La última pieza del rompecabezas es subir de nivel, es necesario que veamos un esfuerzo global conjunto, con el fin de que todas las mujeres se puedan beneficiar de atención preventiva que puede salvar vidas y podemos terminar con el cáncer de cuello uterino en las generaciones futuras.» Añadió el Dr Philippe Duneton, Director ejecutivo, Unitaid.  

«A pesar de ser una de las principales causas de muerte por cáncer en mujeres de países de renta baja y media, el cáncer de cuello uterino también es uno de los tipos de cáncer más fáciles de tratar y prevenir. Las aplicaciones nucleares, como el diagnóstico por imagen, pueden ayudar a detectar el cáncer en una fase temprana y aumentar las tasas de supervivencia. Con radioterapia se puede tratar con éxito a mujeres con cáncer de cuello uterino, incluso en casos avanzados.  Con nuestra iniciativa Rayos de Esperanza, pretendemos aumentar el acceso a estas técnicas globalmente y subsanar la inaceptable brecha de desigualdad.»  dijo Najat Mokhtar, el Director Adjunto General y Cabeza del Departamento de Ciencias Nucleares y Aplicaciones de OIEA (Organismo Internacional de Energía Atómica)

«En el segundo aniversario de la Estrategia Mundial para la Eliminación del Cáncer De cuello uterino, UNJAG* (Grupo de Acción Conjunta de la ONU) celebra los triunfos alcanzados. Conforme la población mundial continua aumentando, más chicas y mujeres requieren vacunas vitales, revisiones y tratamiento. Admitimos la necesidad de movilizar recursos eficaces y asociados para conseguir el 90-70-90 de objetivos globales de eliminación. De ahora en adelante continuaremos enfocando nuestra atención y esfuerzos conjuntos en asegurar la prevención completa, servicios de alta calidad que salven vidas e igualdad en el acceso a las tecnologías modernas para mujeres y chicas en todo el mundo.» Petra ten Hoope-Bender, Presidenta de UNJAG, Asesora Técnica en Salud y Derechos Sexuales y Reproductivos, UNFPA (Fondo de Población de las Naciones Unidas).

*OIEA, ONUSIDA, UNFPA, UNICEF, UNITAID y la OMS 

Infographic: HIV and cervical cancer

Global strategy to accelerate the elimination of cervical cancer as a public health problem

ONUSIDA saluda la decisión de los Estados Unidos de América de apoyar la salud, la seguridad y los derechos de las mujeres

03 de febrero de 2021

GINEBRA, 3 de febrero de 2021- ONUSIDA acoge con tremendo agrado el anuncio realizado por el presidente de los Estados Unidos de América, Joe Biden, con relación a la rescisión de la medida Protección de la vida en la asistencia global de salud (PLGHA, por sus siglas en inglés, y antes conocida como Política de la Ciudad de México). Esta política obligaba a las organizaciones extranjeras no gubernamentales a aceptar como condición para recibir financiación del Gobierno de los Estados Unidos que no realizarían ni promoverían directamente abortos con fondos procedentes de cualquier fuente (incluyéndose aquí fondos de fuera de los Estados Unidos).

«La anulación de la PLGHA demuestra el firme compromiso de la nueva Administración de los Estados Unidos a la hora de apoyar a las mujeres en la defensa de sus derechos y el acceso a la información y los servicios relacionados con su salud sexual y reproductiva», destaca Winnie Byanyima, Directora Ejecutiva de ONUSIDA.  «Estamos deseando trabajar codo con codo con la nueva Administración de los Estados Unidos de América para garantizar que todas las mujeres y las chicas puedan disfrutar del ejercicio efectivo de los derechos humanos, y tener acceso a la información relativa a la salud reproductiva y sexual, y todos esos servicios que quieren y necesitan».

La anterior Administración de los Estados Unidos llevó las antiguas restricciones establecidas por la Política de la Ciudad de México a un nuevo nivel al aplicar la política a la asistencia sanitaria mundial brindada por todos los departamentos y agencias del Ejecutivo. La medida limitó gravemente el acceso a los servicios básicos de atención sanitaria sexual y reproductiva, y ahogó los esfuerzos locales en materia de esos derechos. A su vez, dicha política minó los derechos humanos en general, y en particular los relacionados con la atención sanitaria sexual y reproductiva en todo el mundo.

ONUSIDA se congratula ante la llamada de la Casa Blanca a renunciar a todos aquellos condicionantes vinculados a la PLGHA en cualquier subvención actual, y con efecto inmediato; a notificar a los beneficiarios de dichas ayudas, cuanto antes, que esas condiciones han sido eliminadas, y a dejar de imponer cualquiera de esas condiciones en toda ayuda financiera futura.

«El hecho de que las mujeres y las chicas puedan disfrutar del pleno acceso a los servicios relacionados con su salud sexual y reproductiva y vean respetados sus derechos influye directamente en su seguridad, salud y bienestar. Esperamos que esta sea la base para la Ley mundial de asistencia sanitaria, capacitación y derechos, la legislación diseñada para derogar para siempre la PLGHA», añade la Sra. Byanyima.

ONUSIDA también transmite su enorme satisfacción ante el anuncio realizado por el presidente de los Estados Unidos, quien ha señalado que retomará la financiación al Fondo de Población de las Naciones Unidas, una organización clave copatrocinadora de ONUSIDA que trabaja en todo el mundo para proporcionar atención en lo referente a la salud reproductiva a las mujeres y las personas jóvenes. ONUSIDA agradece profundamente el sólido compromiso adquirido por el secretario de Estado de los Estados Unidos de América, Anthony Blinken, de destinar este año 32,5 millones de dólares estadounidenses al UNFPA.

ONUSIDA

El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA) lidera e inspira al mundo para hacer realidad su meta global de cero nuevas infecciones por el VIH, cero discriminación y cero muertes relacionadas con el sida. ONUSIDA aúna los esfuerzos de 11 organizaciones de las Naciones Unidas (ACNUR, UNICEF, PMA, PNUD, UNFPA, UNODC, ONU Mujeres, OIT, UNESCO, OMS y Banco Mundial) y trabaja en estrecha colaboración con asociados mundiales y nacionales para poner fin a la epidemia de sida para el 2030 como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Obtenga más información en unaids.org y conecte con nosotros a través de Facebook, Twitter, Instagram y YouTube.

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Cartografía de la vulnerabilidad para ayudar a las trabajadoras sexuales en Bangladesh y Myanmar

12 de enero de 2021

Cálidas sonrisas dan la bienvenida a Lily a medida que se aproxima a su primera parada del día: uno de los once burdeles dispersos por el país que Lily, presidenta de la Red de trabajadoras sexuales de Bangladesh, visita cada tres meses para interesarse por las mujeres que allí trabajan y conocer de su propia boca el tipo de ayuda que cada una necesita. Pese a que sus visitas se han visto limitadas en los últimos meses como consecuencia de las restricciones a la movilidad para frenar la expansión de la COVID-19, Lily sabe bien que todas esas sonrisas no son sino la coraza que esconde las dificultades que esas mujeres como ella están viviendo.

«Para mí todas esas trabajadoras sexuales son como mis hermanas. Siento profundamente su felicidad y su dolor, los siento como propios, y trato siempre de hacer todo lo que está en mi mano para solucionar cualquier problema que las pueda estar perturbando», confiesa Lily. Durante la pandemia de la COVID-19, Lily y las 29 organizaciones basadas en la comunidad que atienden a las trabajadoras sexuales en el país han luchado incansablemente para responder a las cada vez mayores solicitudes de ayuda. En marzo, las restricciones a la movilidad que el Gobierno impuso en todo el país hicieron que las trabajadoras sexuales no pudieran tener más clientes, debido a lo cual la mayoría vio desaparecer su fuente de ingresos y, con ello, se extinguió su capacidad de mantenerse a sí mismas y a sus familias.

«Los hijos de las trabajadoras sexuales se enfrentaron a desafíos gigantescos durante la situación de la COVID-19, ya que sus madres no podían proporcionarles nada que llevarse a la boca. En cuanto nosotros [la Red de trabajadoras sexuales de Bangladesh] nos enteramos de ello, nos pusimos en contacto con muchas organizaciones y con el sector privado para buscar apoyo», explica Lily. En respuesta a la llamada a la acción, la red movilizó fondos para apoyar a 2100 trabajadoras sexuales a lo largo y ancho de todo el país. El apoyo liderado por la comunidad en Bangladesh también ha obtenido un gran reconocimiento mundial. Hace muy poco, una extrabajadora sexual, Rina Akter, fue reconocida por la BBC por su gran esfuerzo y el de su equipo de ayudantes, ya que juntos lograron servir 400 comidas a la semana a las trabajadoras sexuales que más lo necesitaban.

«Aunque algunas, muy pocas, trabajadoras sexuales tienen ahorros, la gran mayoría no puede sobrevivir sola» apunta Rahat Ara Nur, responsable técnica del Fondo de Población de las Naciones Unidas en Bangladesh. «A través del Fondo de Población de las Naciones Unidas, proporcionamos a las trabajadoras sexuales los productos básicos de prevención contra la COVID-19, como mascarillas faciales y materiales para el lavado de manos. Asimismo, elaboramos anuncios para el servicio público que emitimos en la radio de la comunidad para asegurarnos de que lográbamos concienciar sobre las medidas de prevención frente a la COVID-19 entre la comunidad».

Con el cierre de los locales de ocio, categoría en la que se incluyen los burdeles, algunas de las trabajadoras sexuales han vuelto a recurrir al trabajo sexual en la calle, el cual incrementa el riesgo de violencia, implica un menor uso de preservativos y se traduce en que muchos de los clientes se van sin pagar o pagan menos.

Asimismo, las trabajadoras sexuales están experimentado una mayor vulnerabilidad a la violencia de género. Al perderse una fuente de ingresos, surgen los conflictos con relación a las cuestiones económicas, y las redes de trabajadoras sexuales informan de que sus miembros han sido víctimas de abusos por parte de sus cónyuges, parejas y propietarios de los burdeles.

Algunas trabajadoras sexuales se han quedado sin hogar al cerrarse los burdeles y, en algunos casos, los dueños de los inmuebles las echaron a la calle por no poder hacer frente al alquiler de su vivienda. Muchas trabajadoras sexuales señalan el estigma y la discriminación como una barrera que les impide acceder a otras formas de empleo. Los servicios de promoción de la salud que en su día se ocupaban de la salud sexual y reproductiva en los burdeles, entre otras cosas de acercar los servicios relacionados con las pruebas y la prevención del VIH, se han visto también suspendidos por las restricciones de movilidad.

Bangladesh, octubre de 2019. Fotografía: UNFPA Bangladesh/Naymuzzaman Prince

Y todo ello no sucede solo en Bangladesh. A lo largo y ancho de toda la región Asia-Pacífico, las redes nacionales y regionales de trabajadoras sexuales están informando de que el brote de la COVID-19 ha exacerbado las desigualdades de las que son objeto las trabajadoras sexuales, y de que, además, muchas de ellas se han visto apartadas o excluidas de los servicios de protección social.

«No hay ni un solo programa de ayuda del Gobierno que vaya especialmente dirigido a las trabajadoras sexuales. Hay prestaciones para la población general, sobre todo para las personas de bajos ingresos, pero las trabajadoras sexuales no pueden optar a dichas medidas de protección social porque desempeñan su trabajo en la economía informal», reivindica Hnin Hnin Yu, presidenta de la red Trabajadoras sexuales en Myanmar (SWiM, por sus siglas en inglés), un grupo activista no gubernamental que lucha por el respeto a los derechos de las trabajadoras sexuales.

Sumado a ello está el hecho de que muchas trabajadoras sexuales son migrantes (internacionales o nacionales) y carecen de los papeles necesarios o no están registradas en las autoridades locales para poder acceder a las ayudas gubernamentales. Los requisitos de elegibilidad para recibir ayuda social, como la documentación que justifique los ingresos, el certificado de residencia, una identificación nacional y la contribución a los esquemas nacionales de protección social y presentación de impuestos, son las razones en que las administraciones se amparan para excluir a las trabajadoras sexuales de las ayudas del Gobierno. De acuerdo con una consulta online llevada a cabo por ONUSIDA y SWiM a las trabajadoras sexuales de todo el país, aparte de los fondos limitados procedentes de los actores humanitarios, ninguna de las trabajadoras sexuales había recibido otra ayuda social.

«Cuando se asignaron las ayudas para la COVID-19 del Fondo Mundial de lucha contra el sida, la tuberculosis y la malaria, en la cantidad reservada para las personas que vivían con el VIH se incluyó a las trabajadoras sexuales más vulnerables, para que ellas también pudieran recibir provisiones de alimentos», relata el Sr. Myo, asesor de apoyo a la comunidad de ONUSIDA en Myanmar. «Sin embargo, pronto nos dimos cuenta de que se trataba de una solución ad hoc que llegaba solo a un pequeño porcentaje de la población vulnerable. Necesitamos un apoyo más sostenible para las trabajadoras sexuales, algún tipo de protección social».

Se ha hecho evidente que se ha de dar prioridad a las ayudas y los apoyos especialmente dirigidos a las trabajadoras sexuales. Sabedora de que es necesario conocer mucho más sobre las brechas existentes en materia de protección social para las trabajadoras sexuales, ONUSIDA, en colaboración con el Fondo de Población de las Naciones Unidas y el Programa Mundial de Alimentos, está explorando la posibilidad de llevar a cabo una evaluación de necesidades y una iniciativa de cartografía para conocer a fondo la vulnerabilidad de las trabajadoras sexuales durante la pandemia de la COVID-19. Los datos obtenidos a partir de la iniciativa de cartografía liderada por la comunidad se utilizarán para elaborar programas de apoyo para la subsistencia y la seguridad alimentaria; facilitar un mejor acceso a las terapias antirretrovirales y a los servicios para la salud sexual y reproductiva; prevenir la violencia de género y conseguir mejores servicios para la respuesta.

Respecto a este horizonte que se atisba en el que las agencias de las Naciones Unidas unen sus fuerzas con el fin de coordinar, codo con codo con las redes de trabajadoras sexuales, un ejercicio de cartografía para conocer la vulnerabilidad, la Sra. Nur deja entrever una gran emoción. Esta herramienta de apoyo no solo ayudará a identificar los desafíos a los que se enfrentaron las trabajadoras sexuales durante el brote de la COVID-19, sino que también catalizará el trabajo posterior para movilizar recursos para los programas y abordar las injusticias ya anteriores a la pandemia de la COVID-19.

Hnin Hnin Yu se refiere a la discriminación y el acoso por parte de la Policía como el gran desafío al que, desde hace años, se enfrentan las trabajadoras sexuales, quienes ven cómo se violan sus derechos. Durante el brote de la COVID-19, las comunidades han informado de una mayor vigilancia policial así como de abusos y hasta violencia física por parte de los agentes. Igualmente, se ha obligado al pago de tasas para llevar a cabo el trabajo sexual. En respuesta a ello, SWiM proporciona asistencia legal liderada por la comunidad y entre iguales para las trabajadoras sexuales que han sido arrestadas. Su objetivo no es otro que el que toda la gente conozca sus derechos.

Para quienes trabajan muy de cerca con las organizaciones lideradas por la comunidad ha sido sumamente inspirador comprobar que, aunque las redes de trabajadoras sexuales y las trabajadoras sexuales a las que representan se han enfrentado a grandes retos, siempre han dado lo mejor de sí para apoyar a sus compañeras. Existe optimismo. Se espera que los datos recabados en un ejercicio de cartografía de la vulnerabilidad constituyan las pruebas que hacen falta para expandir el alcance de la protección social y los servicios para la respuesta humanitaria, de manera que esta llegue también a las trabajadoras sexuales. Y no solo eso, cabe la esperanza de que los resultados de la cartografía sirvan también para incrementar el número de programas liderados por la comunidad.

Infographic: Sex workers have rights

La primera estrategia transgénero de Jamaica que va más allá de la salud

08 de enero de 2021

Imaginemos un sistema de atención sanitaria que no nos tuviera en cuenta como personas y que pasara por alto todas nuestras necesidades particulares. Las enfermeras no nos plantearían preguntas que son importantes. Los médicos subestimarían e ignorarían las soluciones que verdaderamente necesitamos. Nos sentiríamos mal recibidos, indeseados.

Pues justo esa ha sido siempre la realidad de las personas transgénero en Jamaica. Sin embargo, una nueva estrategia parece introducir un gran cambio.

Con el apoyo de ONUSIDA y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), Transwave Jamaica ha lanzado la Estrategia de salud nacional no convencional para la transexualidad y el ge´nero, la primera de este tipo en las regiones caribeñas angloparlantes. Este plan de cinco años es una hoja de ruta basada en los derechos humanos que nos indica de qué manera se puede mejorar la salud y el bienestar de las personas transgénero. Lejos de reducirse únicamente a las recomendaciones para el sistema sanitario, presenta los cambios estructurales y sociales necesarios para lograr un acceso igualitario a los servicios y las oportunidades para la comunidad transgénero.

«Demasiadas personas transgénero se quedan en casa y aguantan el sufrimiento, mientras que otras optan por cambiar quienes son para poder así acceder a los espacios públicos de atención sanitaria», apunta Renae Green, directora adjunta de políticas y promoción de TransWave. «Necesitamos mejoras en los servicios básicos, incluyéndose aquí el apoyo psicosocial. Y necesitamos que las personas transgénero puedan acceder a los servicios sanitarios públicos siendo ellas mismas».

Mediante el Sobre nacional para Jamaica del Marco Unificado de Presupuesto, Resultados y Rendición de Cuentas, ONUSIDA aunó esfuerzos con el UNFPA para apoyar un sólido proceso de un año de duración vinculado con la investigación, el compromiso de la comunidad y el desarrollo de una estrategia, incluyéndose aquí un marco de supervisión y evaluación. El proceso de desarrollo de la estrategia fue informado por un comité directivo multisectorial compuesto por organizaciones de la sociedad civil, socios de cooperación internacional y autoridades gubernamentales.

El VIH es la gran prioridad para la comunidad transgénero de Jamaica. Alrededor del 50 % de las mujeres transgénero participantes en dos estudios recientes estaban viviendo con el VIH. Sin embargo, existen otras preocupaciones urgentes. De acuerdo con los resultados de dos encuestas recientes, en torno a la mitad de los encuestados estaba en situación de desempleo. Un tercio se veía obligado a sacrificar alguna comida. Una de cada diez personas se prostituía para sobrevivir. Según un estudio llevado a cabo por TransWave en el año 2020, la mitad de los participantes en la investigación había sido víctima de violencia física el año anterior, y un 20 % incluso confesó haber sufrido abusos sexuales. Más del 80 % señaló haber sido objeto de un fuerte acoso verbal.

«Las necesidades van más allá del VIH y la atención sanitaria. Existen otros factores que también impiden que la gente esté segura, se pueda adherir al tratamiento y pueda continuar siendo seronegativa. Hemos de tener en cuenta a toda la persona, todas sus parcelas y no solo una», señala Denise Chevannes-Vogel, responsable en materia de VIH y sida de la Oficina subregional para el Caribe del UNFPA.

«Valoramos muchísimo el hecho de que fuimos capaces de reunir a toda la comunidad para hablar sobre todas esas necesidades que van más allá del VIH», apunta la Sra. Green.

El equipo de TransWave se ocupó de liderar la evaluación de las necesidades de la comunidad. Esta comunidad tiene algunas peticiones únicas, como la terapia hormonal sustitutiva o la cirugía de reasignación de sexo. Otras, sin embargo, son comunes a las de toda la población. Las personas transgénero también quieren acceder a la atención sanitaria, a una vivienda, al sistema educativo y a un empleo. Asimismo, quieren verse representadas en esos espacios de la sociedad civil en los que muchos reciben atenciones y apoyos.

«No conseguiremos ninguno de los objetivos relacionados con el sida si no damos prioridad a la salud, entendida globalmente, de las personas transgénero. A día de hoy la gente está muriendo como consecuencia de la violencia, la vida en la calle y la falta de empleo y oportunidades. Hasta aquellas nociones básicas respecto a la prevención del VIH que la mayoría de la gente adquiere en un entorno educativo formal quedan fuera del alcance de la población transgénero cuando, debido al acoso sufrido, es obligada a abandonar su formación. De este modo, el objetivo de este proceso no era sino reflexionar sobre los indicadores de impacto. ¿De qué manera podrían vivir más y mejor?», cuestiona Ruben Pages, asesor de ONUSIDA en Jamaica en lo referente a la movilización de la comunidad.

Pese a todo, ¿qué posibilidades de sobrevivir tiene esta estrategia integral e innovadora en un país cuya seña distintiva es su conservadurismo social? Los socios son optimistas. Por un lado, el enfoque adoptado invita a objetivos a más largo plazo, incluyéndose aquí la reforma de las leyes con relación a cuestiones como el reconocimiento de la identidad de género y la despenalización de las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo. Aparte de ello, la estrategia se presenta también como una guía práctica para la inclusión de la comunidad transgénero en sistemas y marcos establecidos. Con una acción orientada, se pueden lograr grandes avances en poco tiempo.

Manoela Manova, directora nacional de ONUSIDA para Jamaica, apuesta a que la estrategia ayudará a acelerar el progreso del país en su batalla contra el sida.

«Mirando hacia delante, lograremos un enfoque renovado capaz de garantizar el logro de excelentes resultados en materia de prevención, pruebas y tratamiento para todas las comunidades, especialmente para los grupos de población clave y más vulnerables», destaca la Sra. Manova. «Tenemos ante nosotros la oportunidad de mejorar, y mucho, nuestro compromiso de no dejar a nadie atrás».

ONUSIDA y el Fondo de Población de las Naciones Unidas publican el cuarto informe de progreso anual de la Coalición Mundial para la Prevención del VIH

23 de noviembre de 2020

GINEBRA, 23 de noviembre de 2020—El último informe de progreso de la Coalición Mundial para la Prevención del VIH muestra que, a pesar de que se apreció un descenso de nuevas infecciones por el VIH en adultos en varios países, el progreso general en los esfuerzos de prevención del VIH sigue siendo variable y es demasiado lento como para alcanzar los objetivos de 2020 establecidos en la Reunión de alto nivel para poner fin al sida de las Naciones Unidas de 2016.

«No podemos ponerle fin al sida si, año tras año, la gente sigue contrayendo el VIH», dijo Winnie Byanyima, Directora Ejecutiva de ONUSIDA. «Este año es fundamental para hacer balance de una década de progreso en el camino a acabar con el sida para 2030. Por desgracia, el mundo no ha logrado cumplir con los objetivos marcados para reducir drásticamente las nuevas infecciones por el VIH».

En 2016, los Estados miembros de las Naciones Unidas se comprometieron a alcanzar el objetivo de prevención del VIH a nivel mundial de menos de 500 000 nuevas infecciones en adultos en 2020, una reducción del 75 % desde 2010. A finales de 2019, la reducción había sido de solo un 23 %, con 1,7 millones de nuevas personas infectadas con el VIH el año pasado.

La Coalición Mundial para la Prevención del VIH, puesta en marcha en 2017, aspira a ofrecer un entusiasmo y una claridad renovados a los programas de prevención del VIH en 28 países prioritarios —los 28 países con el mayor número de nuevas infecciones por el VIH en todo el mundo.  Los 28 países de la coalición han identificado y fomentado enfoques e intervenciones de programas prioritarios, reavivado el compromiso político con la prevención del VIH y también guiado y apoyado la ejecución de programas.

El progreso en la reducción de nuevas infecciones por el VIH de los países de la coalición varía. En Eswatini, por ejemplo, la cifra de nuevas infecciones por el VIH descendió en un 64 % entre 2010 y 2019. Por el contrario, en Pakistán hubo un aumento del 74 %. Sin embargo, las nuevas infecciones por el VIH descendieron en 26 países de la coalición.

El informe indica que ha habido un progreso significativo en la implementación de diez acciones estratégicas establecidas en la hoja de ruta de 2020 de los objetivos mundiales de prevención del VIH. Sin embargo, una serie de países aún tiene dificultades a la hora de cambiar factores subyacentes que frenan programas de prevención del VIH efectivos, incluyendo la escasez de fondos; acciones insuficientes para abordar las barreras legales, normativas y estructurales que entorpecen los programas destinados a grupos de población claves; y vulnerables y la lenta adopción de orientaciones sobre contratación social.

«Para reducir drásticamente las nuevas infecciones por el VIH, debemos suplir las carencias y eliminar las barreras que niegan a niñas adolescentes, mujeres jóvenes y grupos de población clave el acceso a servicios de salud sexual y reproductiva respetuosos y de calidad. Es hora de acabar, de una vez por todas, con cualquier forma de estigma, discriminación y marginación que se interponga en su camino», dijo Natalia Kanem, Directora Ejecutiva del Fondo de Población de las Naciones Unidas.

Este año, la pandemia de COVID-19 supone un reto añadido al mantenimiento del progreso en la prevención del VIH.  Constituyen una preocupación especial las interrupciones en los servicios de prevención del VIH,  como la circuncisión médica masculina voluntaria, el acceso interrumpido a recursos de prevención —incluyendo suministros de inyección seguros—, los efectos de los confinamientos en los servicios de apoyo educativo y social, y la interacción entre las crisis económicas y el aumento de conductas de riesgo en relación con el VIH y la vulnerabilidad. Por tanto, el informe de este año empieza a documentar las adaptaciones que los países están llevando a cabo para mitigar los posibles efectos de la pandemia de COVID-19.

El informe de progreso fue presentado en una reunión virtual de los ministros de Salud de países prioritarios de la Coalición Mundial para la Prevención del VIH en la que los miembros hicieron balance del progreso hasta la fecha, con el objetivo de establecer los pasos a seguir durante los próximos cinco años en el camino a erradicar el sida para 2030.

«La prevención del VIH se situará en el centro de la nueva estrategia mundial contra el sida durante los próximos cinco años», añadió la Sra. Byanyima. «Junto al Fondo de Población de las Naciones Unidas y el resto del Programa Conjunto de ONUSIDA, apoyaremos a la Coalición Mundial para la Prevención del VIH a fin de alcanzar nuestro objetivo final de cero nuevas infecciones por el VIH».

ONUSIDA

El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA) lidera e inspira al mundo para hacer realidad su meta global de cero nuevas infecciones por el VIH, cero discriminación y cero muertes relacionadas con el sida. ONUSIDA aúna los esfuerzos de 11 organizaciones de las Naciones Unidas (ACNUR, UNICEF, PMA, PNUD, UNFPA, UNODC, ONU Mujeres, OIT, UNESCO, OMS y Banco Mundial) y trabaja en estrecha colaboración con asociados mundiales y nacionales para poner fin a la epidemia de sida para el 2030 como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Obtenga más información en unaids.org y conecte con nosotros a través de Facebook, Twitter, Instagram y YouTube.

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tel. +41 79 514 68 96
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Leer último informe

Hoja de ruta de prevención del VIH para 2020

HIV Prevention 2020 Road Map — Accelerating HIV prevention to reduce new infections by 75%

Nuestra acción

Prevención del VIH

Evaluación del apoyo del UNFPA a la respuesta al VIH

04 de septiembre de 2020

Dentro del Programa conjunto de ONUSIDA, el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) coordina, junto con otros fondos y programas de las Naciones Unidas, la prevención del VIH entre los adolescentes, los jóvenes y los grupos de población clave. Asimismo, se ocupa de descentralizar e integrar la salud y los derechos en materia sexual y reproductiva, y los servicios para el VIH. El UNFPA desempeña también un papel clave en lo referente a la prevención y los programas para fomentar el uso de los preservativos dentro de la Coalición mundial para la prevención del VIH.

La Oficina de Evaluación del UNFPA realizó una evaluación para valorar la labor del UNFPA a la hora de integrar su enfoque para apoyar la respuesta al VIH dentro del cada vez más amplio contexto de la salud y los derechos en materia sexual y reproductiva, las dinámicas de población, la igualdad de género y los derechos humanos durante el período comprendido entre los años 2016 y 2019. Los resultados de dicha evaluación acaban de ser publicados.

«Las lecciones y recomendaciones extraídas de esta evaluación fortalecerán la respuesta al VIH por parte de la organización, para arrojar resultados más fuertes durante el Decenio de acción de la Secretaría General de las Naciones Unidas y conseguir los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Los resultados de la evaluación son también muy importantes, puesto que el UNFPA canaliza sus esfuerzos para orientar su programa hacia la respuesta a la pandemia de la COVID-19 y la recuperación de la crisis sanitaria internacional», apuntó Marco Segone, director de la Oficina de Evaluación del UNFPA.

 

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