Press Statement
Cumplir con el objetivo de poner fin al sida para 2030 y sostener la respuesta al VIH más allá: la transición de ONUSIDA dentro de la visión UN80
23 Septiembre 2025 23 Septiembre 2025GINEBRA, 19 de septiembre de 2025 — El Secretario General de las Naciones Unidas ha presentado propuestas de reforma de la ONU en su nuevo informe de progreso UN80, Shifting Paradigms: United to Deliver, que ONUSIDA planea discutir con su Junta y las partes interesadas. Tal como subrayó el Secretario General, corresponde a los Estados Miembros y a los órganos de gobierno determinar la manera de implementar las reformas de UN80.
ONUSIDA ha estado trabajando dentro de la visión UN80 del Secretario General y ha consultado con el equipo de UN80 mientras desarrollaba sus planes de transformación. ONUSIDA ha avanzado en su ruta de transición y se enorgullece de liderar el camino en el proceso de reforma del sistema de la ONU.
Un nuevo modelo operativo y una ruta de transición compuesta por dos fases se desarrollaron mediante un proceso de consulta amplio e inclusivo, y fueron aprobados por la Junta de ONUSIDA en junio de 2025. Este proceso se basó en las recomendaciones del Panel de Alto Nivel sobre un Programa Conjunto de ONUSIDA resiliente y adecuado para su propósito, integrado por diversos Estados Miembros, sociedad civil y otras partes interesadas. En julio de 2025, el ECOSOC tomó nota del nuevo modelo operativo y del proceso de transformación propuesto.
Este nuevo modelo operativo se alinea con la visión UN80 para un sistema de desarrollo de la ONU más integrado, coherente y con mayor impacto. Se trata de una transformación en dos fases: la primera ya en implementación, y la segunda que comenzará en 2027, conduciendo a una integración más completa en el sistema de la ONU.
La primera fase de la transformación incluye una reducción del 55% en el personal de la Secretaría de ONUSIDA (de 661 a 294 personas). La presencia de ONUSIDA en los países se está consolidando de 85 a 54 países, con una presencia más ligera en 40 de ellos. Este despliegue prioriza los países donde vive el 80% de las personas con VIH y donde ocurren el 71% de las nuevas infecciones. Se prevé que Coordinadores/as Senior de ONUSIDA se integren en 21 oficinas de Coordinadores Residentes de la ONU (40% de la cobertura de ONUSIDA en países), y que la experiencia programática se traslade a centros regionales en Nairobi, Johannesburgo y Bangkok. La presencia en Ginebra se reducirá en más del 80%.
En la segunda fase, según la decisión de la Junta de ONUSIDA, el Programa Conjunto presentará en junio de 2027 un plan para su consideración, con el fin de transformar, consolidar e integrar aún más, con miras a cerrar eventualmente la Secretaría de ONUSIDA en su forma actual. Esto incluirá mayores fusiones y consolidaciones con Copatrocinadores y la transferencia de algunas funciones a países y otras entidades, como los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de África (CDC África). Con base en las decisiones de la Junta, la resolución programada del ECOSOC sobre el Programa Conjunto en 2027 revisará el mandato de ONUSIDA.
La prioridad de ONUSIDA es apoyar respuestas nacionales al VIH inclusivas, multisectoriales y sostenibles, lideradas por gobiernos y comunidades, y cada vez más financiadas con recursos internos. El sida no ha terminado; la respuesta mundial al sida se ha visto afectada en los últimos meses y se necesita hacer mucho más para alcanzar la meta de los ODS de poner fin al sida para 2030.
En 2025 y 2026, en paralelo con la implementación de su nuevo modelo operativo, ONUSIDA se centra en llevar adelante una ambiciosa nueva Estrategia Mundial contra el Sida 2026-2031 y en lograr el consenso de los Estados Miembros sobre las metas del VIH para 2030 en la Reunión de Alto Nivel sobre el VIH en junio de 2026. ONUSIDA está comprometida a garantizar que las nuevas innovaciones en prevención del VIH —capaces de cambiar decisivamente la trayectoria de las nuevas infecciones— estén disponibles, y que las más de 40 millones de personas que viven con el VIH continúen teniendo acceso ininterrumpido al tratamiento y mantengan la supresión viral.
Feature Story
Las mujeres afrodescendientes colombianas están dando forma a la respuesta al VIH en sus propios términos
06 Agosto 2025
06 Agosto 2025 06 Agosto 2025Esta historia apareció por primera vez en el informe Actualización mundial sobre el SIDA 2025 de ONUSIDA .
En Colombia, las mujeres afrodescendientes están tomando las riendas de la respuesta al VIH. Ante el racismo, la desigualdad y la violencia —factores que las hacen más vulnerables al VIH—, se organizan, alzan la voz y exigen un mejor acceso a la atención médica, la protección y los derechos.
En las regiones costeras del Caribe y el Pacífico de Colombia, las mujeres representan la mitad de las personas diagnosticadas con VIH, en comparación con solo una quinta parte a nivel nacional. Esta brecha está estrechamente vinculada a la desigualdad de género y otras barreras estructurales, como la violencia y el acceso deficiente a servicios básicos de salud, incluidas las pruebas y el tratamiento del VIH. Además, el estigma, agravado por el racismo y el sexismo, dificulta que muchas mujeres obtengan educación, encuentren trabajo o reciban atención médica adecuada, dejándolas más expuestas a los riesgos del VIH.
Los conflictos armados y los desplazamientos forzados han afectado a las comunidades, exacerbando la pobreza y la exposición a la violencia, incluida la violencia sexual.
ONUSIDA, con la ayuda de donantes clave, apoya a diversas organizaciones que lideran la respuesta al VIH en comunidades afrocolombianas, indígenas y rurales. La Fundación Afro Mata 'e Pelo trabaja para mejorar el acceso a la información sobre salud sexual y reproductiva en la región Caribe colombiana, donde los mitos, el estigma, la discriminación y las deficiencias en la formación del personal sanitario siguen siendo desafíos comunes.
En el departamento del Valle del Cauca, ubicado a lo largo de la costa Pacífica y dentro de la región Andina, la Fundación RedLujo apoya a mujeres trans, trabajadoras sexuales y personas no binarias mediante estrategias artísticas y pedagógicas para generar conciencia sobre el VIH y abogar por políticas públicas inclusivas que garanticen el acceso a la prevención y atención del VIH.
Estas organizaciones están impulsando cambios en sus comunidades, liderando la respuesta al VIH e impulsando un acceso justo y respetuoso a la atención médica. Trabajan con instituciones del Gobierno colombiano para garantizar que las políticas de prevención y atención del VIH reflejen las realidades locales e incluyan las voces y necesidades de las comunidades.
“Es un reto visibilizar a las mujeres, especialmente en los contextos y territorios donde viven mujeres negras e indígenas”, afirma Yaneth Valencia, activista contra el VIH y fundadora de la Asociación Lila Mujer , una organización comunitaria enfocada en las mujeres del suroeste de Colombia. A través de sus sesiones, las mujeres aprenden sobre la prevención del VIH y comparten sus experiencias. La organización aboga por un mejor acceso a los servicios y promueve la participación de las mujeres como agentes de cambio en sus territorios.
Estos espacios de hermandad —de comadre , como los llamamos en las comunidades— nos permiten hablar con nuestras comadres . Pueden ser grupos de autoayuda o asesoras de pares con quienes podemos hablar y confiar. También se trata de recuperar toda esa ascendencia que nos permite reconectarnos y resistir, porque no solo existimos, sino que resistimos en un contexto machista, racista, clasista y muy blanco.
Las mujeres afrodescendientes lideran esfuerzos comunitarios en Colombia para responder al VIH con un enfoque en los derechos humanos. Garantizan que la respuesta satisfaga las necesidades reales de sus comunidades. Su trabajo da voz a personas que a menudo quedan excluidas de las iniciativas contra el VIH y defiende su derecho a la salud y la dignidad.
Region/country
Press Release
Los países deben intensificar urgentemente la transformación de sus respuestas al VIH en medio de una crisis de financiación internacional que pone en riesgo millones de vidas
10 Julio 2025 10 Julio 2025GINEBRA/JOHANNESBURGO, 10 de julio de 2025 —ONUSIDA lanzó hoy su Actualización mundial sobre el sida 2025, SIDA, crisis y el poder de transformar , que muestra que una crisis de financiación histórica amenaza con desbaratar décadas de progreso a menos que los países puedan realizar cambios radicales en la programación y la financiación del VIH.
El informe destaca el impacto que los recortes repentinos y a gran escala de la financiación de los donantes internacionales están teniendo en los países más afectados por el VIH. Sin embargo, también muestra algunos ejemplos inspiradores de resiliencia, con países y comunidades que se movilizan ante la adversidad para proteger los logros alcanzados e impulsar la respuesta al VIH.
Aproximadamente 25 de los 60 países de ingresos bajos y medianos incluidos en el informe han indicado aumentos en sus presupuestos nacionales para sus respuestas al VIH en 2026. El aumento estimado entre los 25 países asciende a un 8 % con respecto a los niveles actuales, lo que se traduce en aproximadamente 180 millones de dólares estadounidenses en recursos nacionales adicionales. Si bien esto es prometedor, no es suficiente para reemplazar la magnitud de la financiación internacional en países con una alta dependencia.
Una emergencia mundial: los recortes masivos y el debilitamiento del consenso sobre la ayuda amenazan con revertir el progreso
A pesar de los notables avances en la respuesta al VIH en 2024, el debilitamiento del consenso sobre la ayuda y los importantes y abruptos déficits de financiación en la respuesta al VIH en 2025 han provocado una perturbación generalizada en los sistemas de salud y recortes a los trabajadores sanitarios de primera línea, deteniendo los programas de prevención del VIH y poniendo en peligro los servicios de tratamiento del VIH.
Solo en Mozambique, más de 30 000 profesionales sanitarios se vieron afectados. En Nigeria, el inicio de la profilaxis preexposición ( PrEP ) se ha desplomado de 40 000 a 6000 personas al mes. Si los servicios de tratamiento y prevención del VIH financiados por Estados Unidos colapsan por completo, ONUSIDA estima que podrían producirse 6 millones de nuevas infecciones por VIH y 4 millones de muertes adicionales relacionadas con el sida entre 2025 y 2029.
“Esto no es solo un déficit de financiación, es una bomba de relojería”, declaró Winnie Byanyima, directora ejecutiva de ONUSIDA. “Hemos visto desaparecer servicios de la noche a la mañana. El personal sanitario ha sido enviado a casa. Y las personas, especialmente los niños y las poblaciones clave, están siendo expulsadas de la atención médica”.
Incluso antes de las interrupciones a gran escala de los servicios, los datos reportados para 2024 muestran que 9,2 millones de personas que vivían con VIH aún no tenían acceso a servicios de tratamiento vitales el año pasado. Entre ellas, había 620 000 niños de entre 0 y 14 años que vivían con VIH pero no recibían tratamiento, lo que contribuyó a 75 000 muertes infantiles relacionadas con el sida en 2024.
En 2024, 630 000 personas murieron por causas relacionadas con el sida, el 61 % de ellas en África subsahariana. Más de 210 000 adolescentes y mujeres jóvenes de entre 15 y 24 años contrajeron el VIH en 2024, lo que representa un promedio de 570 nuevas infecciones diarias.
Los servicios de prevención del VIH se ven gravemente afectados. Los servicios comunitarios, vitales para llegar a las poblaciones marginadas, están perdiendo financiación a un ritmo alarmante. A principios de 2025, más del 60 % de las organizaciones de VIH lideradas por mujeres encuestadas habían perdido financiación o se vieron obligadas a suspender sus servicios. El Plan de Emergencia del Presidente de los Estados Unidos para el Alivio del SIDA (PEPFAR) brindó servicios integrales de prevención del VIH a 2,3 millones de adolescentes y mujeres jóvenes en 2024 y permitió que 2,5 millones de personas utilizaran la PrEP del VIH ; muchos de estos programas ya se han suspendido por completo.
Mientras tanto, el aumento de leyes punitivas que penalizan las relaciones entre personas del mismo sexo, la identidad de género y el consumo de drogas está agravando la crisis, haciendo inaccesibles los servicios para el VIH. Países como Uganda, Malí y Trinidad y Tobago han experimentado recientemente cambios perjudiciales y discriminatorios en sus leyes penales dirigidos a poblaciones clave, alejándolas aún más de la atención médica y aumentando drásticamente su riesgo de contraer el VIH.
Un faro de esperanza: los países y las comunidades están intensificando sus esfuerzos para proteger los avances esenciales en el tratamiento del VIH y se están logrando avances.
Sudáfrica financia actualmente el 77% de su respuesta al sida y su revisión presupuestaria para 2025 incluye un aumento anual del 5,9% en el gasto sanitario durante los próximos tres años, incluyendo un aumento anual del 3,3% para los programas de VIH y tuberculosis . El gobierno pretende financiar el desarrollo de un sistema de información para pacientes, un sistema centralizado de dispensación y distribución de medicamentos para enfermedades crónicas y un sistema de vigilancia de las reservas de medicamentos en los centros.
Para diciembre de 2024, siete países (Botsuana, Esuatini, Lesoto, Namibia, Ruanda, Zambia y Zimbabue) habían alcanzado las metas 95-95-95: el 95 % de las personas con VIH conocen su estado serológico, el 95 % de ellas reciben tratamiento y el 95 % de las personas en tratamiento presentan supresión viral. Estos logros deben mantenerse y seguir ampliéndose.
la PrEP inyectable de acción prolongada , incluido Lenacapavir , que ha demostrado una eficacia casi completa en ensayos clínicos, aunque la asequibilidad y el acceso siguen siendo desafíos clave.
“Aún hay tiempo para convertir esta crisis en una oportunidad”, afirmó la Sra. Byanyima. “Los países están intensificando su apoyo con fondos nacionales. Las comunidades están demostrando lo que funciona. Ahora necesitamos una solidaridad global que esté a la altura de su valentía y resiliencia”.
Un llamado a la solidaridad
La Actualización Mundial sobre el SIDA 2025 concluye con un llamado urgente: la respuesta mundial al VIH no puede depender únicamente de los recursos nacionales. La comunidad internacional debe unirse para reducir la brecha financiera, apoyar a los países para cerrar las brechas restantes en los servicios de prevención y tratamiento del VIH, eliminar las barreras legales y sociales, y empoderar a las comunidades para que lideren el camino a seguir.
ONUSIDA enfatiza que cada dólar invertido en la respuesta al VIH no solo salva vidas, sino que también fortalece los sistemas de salud y promueve objetivos de desarrollo más amplios. Desde el inicio de la epidemia, se han evitado 26,9 millones de muertes mediante el tratamiento y 4,4 millones de niños han sido protegidos de la infección por VIH mediante la prevención de la transmisión vertical.
“En tiempos de crisis, el mundo debe optar por la transformación en lugar de la retirada”, afirmó la Sra. Byanyima. “Juntos, aún podemos acabar con el sida como amenaza para la salud pública para 2030, si actuamos con urgencia, unidad y un compromiso inquebrantable”.
El informe de ONUSIDA se presenta antes de la Conferencia Científica sobre el SIDA IAS 2025 que tendrá lugar en Kigali, Ruanda, del 13 al 17 de julio de 2025.
