Julio Montaner, director, Centro para la Excelencia en VIH y Sida de la Columbia Británica; Terry Lake, ministro de Salud, gobierno de la Columbia Británica; Christy Clark, primera ministra, gobierno de la Columbia Británica; Tiko Kerr, artista que vive con el VIH; y el Director Ejecutivo de ONUSIDA, en la presentación de la obra de arte de Tiko Kerr, en la que se representa el cambio de la sección 10C del hospital St. Paul’s de Vancouver.
El Director Ejecutivo de ONUSIDA asiste al acto de la sección 10C de Vancouver, junto con Terry Lake, ministro de Salud, gobierno de la Columbia Británica.
El Director Ejecutivo de ONUSIDA junto a Christy Clark, primera ministra, gobierno de la Columbia Británica, en la presentación de la primera ministra del Global Leaders Citizenship Circle de ONUSIDA.
El director ejecutivo de ONUSIDA; Tiko Kerr, artista que vive con el VIH; y Julio Montaner, director, Centro para la Excelencia en VIH y Sida de la Columbia Británica; en la presentación de dos cuadros de Tiko Kerr en los que se representan los cambios de la sección 10C del hospital St. Paul's de Vancouver.
Reportaje
La Columbia Británica remodela su sección del sida, concediendo nuevas oportunidades para el tratamiento contra el VIH
28 de mayo de 2014
28 mayo 201428 mayo 2014Lo llamaban sección 10C. Y no "la sección del sida".
Lo llamaban sección 10C. Y no "la sección del sida". Pero, a pesar de ello, se sobreentendía que era el lugar donde iban los pacientes con VIH. El estigma y la desesperación ensombrecían las escasas intervenciones médicas que se podían realizar. Esta sección, inaugurada en 1997, sufrió una media de una muerte relacionada con el sida diaria durante sus peores momentos.
Sin embargo, hoy, el hospital St. Paul’s de Vacouver ha anunciado que la sección 10C ha superado su papel de ser el lugar donde la vida terminaba, lo cual supone un giro histórico simbólico.
La primera ministra de la Columbia Británica, Christy Clark, y otros funcionarios presidieron una ceremonia oficial el pasado martes en la que se celebraba la metamorfosis de esta sección, como símbolo de que el sida ya no es una sentencia de muerte, y de que el VIH está prácticamente controlado en la provincia.
El nuevo objetivo de la sección será ofrecer atención y tratamiento puntero para las personas que viven con el VIH, así como tratamiento para las infecciones bacterianas y víricas como la hepatitis B y C crónica para aquellas personas en riesgo de contraer el VIH.
Según el gobierno, las muertes relacionadas con el sida han descendido en más de un 80% en la última década, y las nuevas infecciones por el VIH se han reducido en dos tercios en la provincia.
Julio Montaner, uno de los líderes del movimiento a favor del tratamiento temprano, y su equipo del Centro para la Excelencia en VIH y Sida de la Columbia Británica, han demostrado que si se recibe tratamiento antirretrovírico temprano, las personas que viven con el VIH no solo sobreviven y mejoran, sino que también reducen el riesgo de transmisión del virus a sus parejas.
En la ceremonia del pasado martes en la sección 10C, el Dr. Montaner declaró que cuando él sugirió que el tratamiento contra el VIH podría evitar nuevas infecciones "no fue muy bien recibido, me dijeron que estaba loco, no solo en mi entorno sino en todo el mundo; pero ahora estamos viendo cómo el sida empieza a desaparecer. Nosotros lo conseguimos, y cualquier otra persona también puede hacerlo".
"Gracias al aumento del acceso al tratamiento, las personas viven más años, con un mejor estado de salud, y estamos comenzando a ver cómo cierran algunas clínicas del VIH. Se trata de un gran paso hacia el fin de la epidemia", dijo Michel Sidibé, director ejecutivo de ONUSIDA. En la ceremonia, también anunció el nombramiento del Dr. Montaner como asesor mundial de tratamiento de ONUSIDA.
Asimismo, Sidibé elogió a la Primera Ministra por lo que ella y su gobierno habían llevado a cabo a favor de la respuesta al sida, tanto en la Columbia Británica, como a nivel internacional. Por último, recordó a los asistentes que aproximadamente 18 millones de personas en países de ingresos bajos y medios siguen sin tener acceso al tratamiento antirretrovírico, y que "solo a través de la solidaridad mundial podemos asegurar que no se deja a nadie atrás".