CHN

Atrapado en Nepal sin medicamentos para el VIH

15 de marzo de 2021

Wang Tang (nombre ficticio) nunca había estado en Nepal, pero a finales de marzo de 2020 era uno de los pocos países que no había cerrado sus fronteras con China. Dado que estaba desesperado por irse de Pekín, tras haber tenido que quedarse en casa durante meses después de que el brote de coronavirus se propagara por toda China, compró un billete.

Pero, unos días después de su llegada, mientras estaba en Pokhara, la cuarta parada de su viaje, el gobierno local anunció el cierre de la ciudad. Escuchó que el confinamiento no duraría más de un mes.

Como es una persona que vive con el VIH, había llevado suficiente tratamiento contra el VIH para un mes. Sin embargo, pronto se enteró de que la reapertura de la ciudad se iba a posponer, lo que significaba que corría el riesgo de quedarse sin los medicamentos que necesitaba tomar con regularidad para suprimir su carga vírica y mantenerse sano.

El Sr. Wang tragó saliva mientras contaba las pastillas que le quedaban. No tenía ni idea de cómo conseguir más.

A medida que el confinamiento se prolongaba, parecía no ver el final. El Sr. Wang empezó a tomar sus medicamentos cada dos días para que su suministro durara un poco más. 

Se puso en contacto con sus amigos, con la esperanza de que le enviaran medicamentos a Nepal, pero no pudieron. El país estaba confinado, no se podía importar nada.

Entonces, el Sr. Wang se puso en contacto con su amigo Mu-Mu, director de Beijing Red Pomegranate, una organización no gubernamental que presta servicios voluntarios a personas que viven con el VIH. Con la ayuda de Mu-Mu, el Sr. Wang había aprendido cómo conseguir el tratamiento contra el VIH después de ser diagnosticado. Puesto que se conocían desde hace muchos años, Mu-Mu contaba con la confianza de su amigo. Mu-Mu se puso en contacto con la Oficina de ONUSIDA en China para ver si era posible entregar los medicamentos al Sr. Wang. Un miembro del personal de ONUSIDA enseguida se puso en contacto con la Oficina de ONUSIDA en Nepal.

Todo pasó tan rápido que el Sr. Wang se quedó asombrado cuando recibió un mensaje de Priti Acharya, que trabaja para AHF Nepal y con la que se había puesto en contacto la Oficina de ONUSIDA en Nepal, en el que decía que le llevaría los medicamentos.

Al día siguiente, la Sra. Acharya recorrió 15 km en moto por un camino polvoriento antes de llegar al lugar donde se iba a reunir con el Sr. Wang. Cuando bajó de las montañas para reunirse con ella, la Sra. Acharya, empapada en sudor, lo estaba esperando bajo el sol del mediodía.

«Estaba muy feliz y agradecido por su duro trabajo. A cambio, ella me ofreció una alegre sonrisa nepalí e instrucciones detalladas acerca de la dosis del medicamento», dijo el señor Wang.

Se hicieron una fotografía juntos y luego el señor Wang observó cómo la señora Acharya se marchaba en su motocicleta. Su imagen, desvaneciéndose en la distancia, ha quedado grabada en su memoria. Para asistir al encuentro, que duró cinco minutos, la señora Acharya tuvo que hacer un viaje de más de 30 km ida y vuelta.

«Durante aproximadamente medio mes había estado padeciendo dolor y ansiedad casi de forma diaria debido a la ausencia de medicación y a la soledad que me provocaba estar sola en un país extranjero. No me podía creer que hubiera conseguido los medicamentos para el VIH en tan poco tiempo», dijo el señor Wang. Después del viaje le escribió a la señora Acharya explicándole lo importantes que eran los medicamentos que ahora estaban a su alcance: «son capaces de salvar vidas».

Al finalizar su estancia en Nepal, el señor Wang quiso hacer algo por ONUSIDA. Como es un fotógrafo experimentado, se ofreció voluntario para llevar a cabo una sesión de fotos para la oficina de Nepal de ONUSIDA.

El tema que escogió fue el antiguo jugador de fútbol Gopal Shrestha, la imagen de una organización benéfica que lucha contra el VIH en Nepal y la primera persona que vive con el VIH en alcanzar la cima del Monte Everest. Tras haber sido diagnosticado con VIH en 1994, el señor Shrestha lanzó la campaña Step-Up y dedicó muchos años a escalar montañas alrededor del mundo, con la ilusión de dar fuerza y esperanza a aquellas personas que viven con el VIH.

En 2019 el señor Shrestha alcanzó el pico de la montaña más alta del mundo, el Monte Everest, registrando un logro histórico para las personas que viven con el VIH. «Si 28 000 personas ya han sido capaces de escalar el Monte Everest, ¿por qué no iba a poder hacerlo yo?», añadió. «Al escalar la montaña más grande del mundo, lo que quiero es probar que no somos diferentes al resto y que todos podemos marcar la diferencia».

«En cuanto lo vi, me di cuenta de que era un hombre sofisticado», dijo el señor Wang. El señor Shrestha posó de forma natural delante de la cámara sin necesidad de ninguna instrucción. Irradiaba confianza y encanto. Sus ojos, felices y satisfechos, reflejaban la belleza de la naturaleza. «Los ojos son verdaderamente el espejo del alma», confesó el señor Wang.

El señor Wang está deseando volver a Nepal. Con el fin de la pandemia, las orillas del lago Pokhara se inundarán de turistas y espera ver la pequeña ciudad de la montaña repleta de gente, como en los viejos tiempos.

Nuestra acción

COVID-19 y VIH

Los jóvenes de China se convierten en los protagonistas de la prevención del VIH

13 de octubre de 2020

«En mi época no había ninguna enfermedad así. El sida ha aparecido por culpa de estudiantes como vosotros, que estáis todo el día haciendo el bobo y perdiendo el tiempo», gritó un señor mayor a un grupo de estudiantes que estaban hablando a la gente sobre la prevención del VIH en el precioso lago del Oeste de China. «¡Aprended a comportaros! No necesitamos escuchar vuestra basura».

En el año 2020, casi tres años después, Zhao Honghui, líder del grupo y estudiante de tercer año de Medicina en la Universidad de Zhejiang, sigue teniendo grabadas en su cabeza cada una de aquellas palabras, aunque sabía que él no había hecho nada malo. «Me quedé con ganas de responderle a ese hombre que, en realidad, las nuevas infecciones por el VIH entre los adultos también estaban aumentando», señala. «Y que el odio y la negación no son nunca una solución al VIH».

Hace bien poco, el Sr. Zhao tuvo la oportunidad de decir lo que siempre había querido decir, y habló sobre todas sus experiencias, buenas y malas, como voluntario para lograr la prevención del VIH. Y lo hizo de forma online y en directo ante más de 71 000 personas de todos los rincones de China.

Él y otros cinco jóvenes voluntarios en la respuesta al VIH participaron en un diálogo online en materia de juventud y VIH organizado por ONUSIDA y Tencent, una empresa tecnológica china. Fue uno de los actos de entre toda una serie de diálogos entre jóvenes organizados por las Naciones Unidas en China y Tencent para celebrar el Día Internacional de la Juventud y el 75.º aniversario de las Naciones Unidas. El objetivo del programa era que los jóvenes chinos pudieran alzar la voz y expresar su opinión con relación a los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

En China, según las estadísticas del Gobierno, las nuevas infecciones por el VIH entre los jóvenes de 15-24 años no han parado de crecer en los últimos años. Al invitar a jóvenes voluntarios a compartir sus historias, ONUSIDA busca que su diálogo logre concienciar a los jóvenes sobre los riesgos de la infección por el VIH. Asimismo, con estos actos se quiere enseñar a los más jóvenes a protegerse tanto a sí mismos como a los demás, y se pretende que cada vez un mayor número se comprometa a trabajar por la prevención del VIH.

Mei Junyan, estudiante de segundo curso de la Universidad Tecnológica del Sur de China, compartió su experiencia como educador de iguales en los ámbitos de la educación sexual y la prevención del VIH. Sun Yinghui, de la Universidad de Zhongshan, contó a los espectadores que su equipo de investigación médica había estudiado el impacto de la COVID-19 en las personas que viven con el VIH y explicó cómo se podían abordar los desafíos a los que se enfrentaba el mundo. «Veo el futuro con esperanza porque el diálogo me ha hecho darme cuenta de que no estoy sola en esta batalla», explica la Sra. Sun. «Se trata de un diálogo tremendamente inspirador para todas las personas que, como yo, estamos entregadas a la prevención del VIH», insistió el Sr. Mei.

Además, pudieron conversar e interactuar con otros ponentes invitados. Huang Xiaoming, actor y embajador de buena voluntad de ONUSIDA en China, confesó que ser voluntario no era una tarea sencilla. Hao Yang, director de la Asociación china para el control y la prevención de las enfermedades de transmisión sexual y el sida, animó a todos los participantes a seguir adelante con su gran labor. Comentó que la educación entre iguales complementa la educación impartida por los centros educativos, y animó a todos los estudiantes a realizar más voluntariado.  

Uno de los invitados especiales fue Andy Liu (nombre ficticio). Contrajo el VIH hace cinco años, cuando tan solo tenía 21. Ahora mismo, tras iniciar y adherirse a una terapia antirretrovírica, su carga vírica es indetectable y se ha convertido en voluntario para ayudar a otras personas que viven con el VIH. Sin embargo, y desgraciadamente, siente que todavía tiene que desconectar su cámara para ocultar su identidad, ya que el estigma contra las personas que viven con el VIH no ha desaparecido en China. Al final del diálogo hubo un momento realmente conmovedor, cuando el Sr. Huang le dijo al Sr. Liu que soñaba con el día en que pudiera mostrar su rostro sin miedo. Él se mostraba convencido de que ese día llegaría pronto y de que entonces podría continuar dirigiéndose a las personas que viven con el VIH y defendiéndolas del estigma y la discriminación.

El Sr. Zhao hizo público otro de sus deseos: que esos diálogos entre jóvenes se convirtieran en un acontecimiento anual en el que los jóvenes voluntarios en el ámbito del VIH pudieran intercambiar sus ideas. «Este diálogo resulta muy útil para nosotros, ya que nos permite conocer lo que están haciendo otros voluntarios y podemos aprender unos de otros. Quiero dar las gracias a ONUSIDA por proporcionarnos esta plataforma, y deseo de corazón que se convierta en un acontecimiento periódico».

Amakobe Sande, directora regional de ONUSIDA en China, subrayó el firme compromiso de ONUSIDA para con los más jóvenes, y manifestó que tanto ONUSIDA como el Gobierno chino y las organizaciones socias basadas en la comunidad están al servicio de la juventud. «Ojalá que los jóvenes que han participado en el diálogo de hoy logren inspirar cada vez a más personas y que cada vez seamos más los que aunamos nuestras fuerzas. Juntos podemos conseguir una generación sin VIH. Juntos podemos poner fin al sida como amenaza para la salud pública».

«He salvado vidas en primera línea durante la pandemia de COVID-19 en China»

28 de abril de 2020

Xiao Yang jamás olvidará el invierno de 2019/2020 en Wuhan, China. Durante los 60 días que trabajó en un hospital improvisado como enfermero de urgencias, vio la vida y la muerte, la felicidad y la pena, las lágrimas y las risas.

Xiao se ofreció como voluntario para ir a Wuhan desde su ciudad natal, Beijing, para salvar vidas. «Salvar vidas es responsabilidad de todos los trabajadores médicos», afirma. Esta dedicación está profundamente arraigada en su familia: hace 17 años, su padre trabajó como médico en la primera línea de la epidemia de SARS.

Xiao no le dijo a su novio que se iba a Wuhan hasta el último minuto. «No quería que fuera, pero respetó mi decisión», dice Xiao.

La noche de su llegada a Wuhan, los voluntarios se dividieron en dos grupos: cuidados intensivos y casos leves.

Xiao fue asignado a cuidados intensivos. Para su protección, se le exigió que usara cinco guantes y dos mascarillas. Sin embargo, la mayoría de los guantes eran demasiado pequeños para él. Al llevarlos durante más de 20 minutos le hacían daño. También le costaba respirar. «Era como si alguien estuviese cubriéndome la boca todo el tiempo», afirma.

Lo peor para Xiao es que él es asmático.  Si le daba un ataque de asma, no tendría tiempo de alcanzar su medicina por todo el equipo de protección que llevaría.

«Todos los trabajadores médicos grabamos unas últimas palabras para nuestras familias en nuestros teléfonos», afirma.

Su novio, Lin Feng, es policía. Él también está mucho más ocupado ahora debido a la pandemia de COVID-19. Cuando el COVID-19 irrumpió por primera vez en Beijing, estuvo de guardia durante muchas horas, inspeccionando las autopistas, calles y zonas residenciales.

Cuando estaban separados, la mensajería instantánea era su única vía de comunicación. Cubierto de nieve después de terminar su turno de noche, recibió un mensaje de texto de Xiao recordándole que se pusiera ropa más gruesa. Su respuesta: «Tú cuida de tus pacientes. Yo te cuido a ti».

Seis días después de su llegada a Wuhan, Xiao se dio cuenta de que la muerte podía estar cerca.

Mientras caminaba por la sala, vio cómo un paciente experimentaba una fuerte caída del nivel de oxígeno en sangre e insuficiencia respiratoria. Corrió a intubarlo, la manera más efectiva de mantenerlo con vida. Pero lo hizo con demasiada energía y su traje protector se rompió por la espalda; un compañero le tapó el agujero para que pudiera seguir trabajando.

Cuando el paciente estaba estable, Xiao no podía apenas respirar y sentía unos dolores punzantes en las manos, los oídos y la cara: había llevado las mascarillas, los guantes y el traje protector demasiado tiempo. Cuando desaparecieron los dolores, le invadió el miedo. Por el agujero se podía haber infectado fácilmente por el nuevo coronavirus. Además, le recordaba los riesgos a los que se enfrentaba todos los días. «Solo puedo rezar para estar bien», explica. «Estaba preparado para lo peor cuando decidí venir».

Muchas personas de la comunidad de lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersexuales, como Xiao y Lin, han trabajado duro para contener el virus y salvar vidas durante la pandemia. En el Centro de Wuhan de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transgénero, 26 voluntarios trabajaron contra reloj para entregar medicinas a las personas que viven con el VIH. Desde ONUSIDA, nos sentimos orgullosos de haber apoyado sus esfuerzos conectando el centro con las autoridades sanitarias locales para facilitar la entrega de medicinas. También ayudamos a que las recibiera la población china seropositiva residente en el extranjero y apoyamos la creación de un número de atención que ofrecía servicios de asesoramiento para las personas que viven con el VIH. En consecuencia, los centros pudieron entregar medicinas a más de 2600 personas y el número de atención ayudó a otras 5500.

«En principio iba a estar una semana, pero me la extendieron a tres y después a más tiempo», afirma Xiao, conteniendo las lágrimas.

Se fue a principios de abril, cuando disminuyó la pandemia de COVID-19 en la ciudad. Dice que lo recordará todo, pero no quiere revivirlo. Nadie debería.

Ahora, a salvo con su novio en Beijing, recuerda las palabras del piloto en el vuelo a Wuhan: «Este vuelo es de Beijing a Beijing, con escala en Wuhan. Cuando hayan ganado la batalla, los llevaremos de vuelta a casa».

Nuestra acción

COVID-19 y VIH

ONUSIDA y China trabajan juntos durante el brote de COVID-19 para garantizar que las personas que viven con el VIH puedan continuar recibiendo su tratamiento

19 de febrero de 2020

GINEBRA, 19 de febrero de 2020—Según una encuesta realizada entre las personas que viven con el VIH, el actual brote de coronavirus, conocido como COVID-19, está teniendo un mayor impacto en la vida de las personas seropositivas.

En la encuesta, casi un tercio (32,6 %) de las personas que viven con el VIH dijo que, debido a la cuarentena y a las restricciones de movimiento decretadas en algunos lugares de China, corría el riesgo de quedarse sin su tratamiento del VIH para los días siguientes. De ellos, casi la mitad (48,6 %) confesó que desconocía dónde ir a recoger su siguiente dosis de terapia antirretrovírica. Sin embargo, el Gobierno y los socios de la comunidad han establecido una estrecha colaboración para garantizar que no se interrumpa el acceso a los tratamientos para el VIH que salvan vidas, mientras el país sigue luchando para tener el COVID-19 bajo control.

El Centro nacional chino para la prevención y el control del sida y las enfermedades de transmisión sexual ha ordenado a las autoridades locales que se aseguren de que las personas no residentes que viven con el VIH puedan también recoger su medicación allí donde estén. Para ello, ha publicado y dado a conocer listas de clínicas que disponen de terapias antirretrovíricas. La oficina regional de ONUSIDA en China está trabajando con la alianza de personas que viven con el VIH BaiHuaLin y otros socios de la comunidad para llegar con urgencia a todas esas personas seropositivas que corren el riesgo de quedarse sin su medicación en los próximos 10-14 días y ofrecerles todo su apoyo. ONUSIDA donará también equipos de protección personal a las organizaciones de la sociedad civil que ayudan a las personas que viven con el VIH, a los hospitales, etc., con el fin de contribuir a mejorar la calidad de la atención que reciben las personas en las instalaciones sanitarias y evitar la coinfección por VIH y COVID-19.

«Las personas que viven con el VIH tienen que seguir tomando los medicamentos antirretrovíricos que necesitan para seguir vivas», enfatizó Winnie Byanyima, Directora Ejecutiva de ONUSIDA. «Agradezco y aplaudo intensamente los esfuerzos realizados por el Centro nacional chino para la prevención y el control del sida y las enfermedades de transmisión sexual de cara a apoyar a las personas que viven con el VIH y que se han visto afectadas por el cierre de algunas ciudades, para que estas puedan conseguir sus medicinas. Tenemos que asegurarnos de que todo el mundo reciba el tratamiento antirretrovírico que necesita esté donde esté».

El brote de coronavirus en China ha desencadenado una respuesta sin precedentes, y ha hecho que los hospitales y los sanitarios estén sobrepasados atendiendo a los pacientes con COVID-19. El cierre de las ciudades ha ocasionado que las personas que viven con el VIH y que habían salido de su zona ahora no puedan volver al lugar donde residen ni tener acceso a los servicios para el VIH, incluyéndose aquí el tratamiento, que reciben de sus proveedores de atención sanitaria habituales.

Si bien la gran mayoría de los participantes en la encuesta (82 %) reconoció disponer de la información necesaria para valorar los riesgos personales y tomar las medidas preventivas pertinentes para escapar del COVID-19, casi el 90 % echó en falta tener más información relativa a las medidas de protección específicas para las personas seropositivas. Al igual que la población general, muchos de los encuestados (más del 60 %) afirmaron no tener suficientes equipos de protección personal ni doméstica, tales como mascarillas, jabones o desinfectantes, alcohol de uso sanitario o guantes. Casi un tercio de las personas preguntadas admitió sentir ansiedad y precisar apoyo psicológico durante el brote de COVID-19.

«Necesitamos saber cuánta gente que vive con el VIH está contrayendo el coronavirus, si las personas que viven con el VIH tienen más riesgo de infectarse, y si, en caso de infectarse, corren más peligro. En este punto del brote de COVID-19 sigue habiendo muchos interrogantes abiertos. Hemos de tener más datos, de ser capaces de responder a estas preguntas, y de hacerlo ya», añadió la Sra. Byanyima.

La encuesta fue elaborada y lanzada conjuntamente por ONUSIDA y la alianza de personas que viven con el VIH BaiHuaLin, con el apoyo del Centro nacional chino para el control y la prevención del sida y las enfermedades de transmisión sexual. ONUSIDA consiguió el apoyo de la comunidad para la encuesta y la difundió online para recabar el mayor número de respuestas. En total respondieron más de 1000 personas seropositivas. Las respuestas se recogieron del 5 al 10 de febrero de 2020. Se llevará a cabo otra encuesta de seguimiento más a fondo en colaboración con la Escuela de Medicina de la Universidad de Zhongshan, la cual irá más allá de las necesidades de la comunidad y se ocupará también de las cuestiones del sistema sanitario que influyen directamente en los servicios para el VIH.

ONUSIDA

El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA) lidera e inspira al mundo para hacer realidad su meta global de cero nuevas infecciones por el VIH, cero discriminación y cero muertes relacionadas con el sida. ONUSIDA aúna los esfuerzos de 11 organizaciones de las Naciones Unidas (ACNUR, UNICEF, PMA, PNUD, UNFPA, UNODC, ONU Mujeres, OIT, UNESCO, OMS y Banco Mundial) y trabaja en estrecha colaboración con asociados mundiales y nacionales para poner fin a la epidemia de sida para el 2030 como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Obtenga más información en unaids.org y conecte con nosotros a través de Facebook, Twitter, Instagram y YouTube.

Contacto

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Una voz poderosa para la respuesta al sida

25 de junio de 2019

En septiembre de 2018, durante la cumbre en Pekín del Foro para la cooperación entre China y África (FOCAC), la primera dama de China, la profesora universitaria Peng Liyuan, y sus compañeras primeras damas de África iluminaron un lazo rojo en el centro de la sala de reuniones, para lanzar oficialmente la Iniciativa conjunta de la reunión temática de China y África sobre la prevención y el control del VIH/sida.

La cumbre del FOCAC de 2018 juntó a más de 20 jefes de Estado y primeras damas de África con el fin de hablar sobre una cooperación más estrecha entre China y los países africanos, también en las cuestiones relacionadas con la salud. Durante la reunión temática, la profesora Peng anunció una campaña de tres años de duración para prevenir el VIH entre adolescentes que comenzaría en 2019, así como un programa para el fomento de la salud en la comunidad que incluía a China, varios países africanos y organizaciones internacionales, entre ellas, ONUSIDA.

A lo largo de más de diez años, la profesora Peng ha mostrado un especial interés por reducir el impacto del VIH entre niños y adolescentes, sobre todo entre los niños huérfanos por el sida.  En 2016, presentó el campamento de verano para niños de China y África, el cual reunió a niños que viven con el VIH, o que están afectados por el virus, procedentes de China, Ghana, Sudáfrica y Zimbabue. Durante el campamento, la primera dama contribuyó a lanzar la versión china de El niño más valiente que conozco, un libro que ayuda a los niños a entender las cuestiones en torno al VIH y a reducir el estigma y la discriminación a los que se enfrentan los pequeños afectados por el virus.

En 2015, la profesora Peng asistió a una reunión de la Organización de primeras damas africanas contra el VIH/sida (OAFLA, por sus siglas en inglés) en Johannesburgo, Sudáfrica, en la que destacó la importancia de cuatro cuestiones clave para poner fin al sida para 2030: acceso universal al tratamiento del VIH; información y educación públicas; oportunidades educativas para adolescentes y desarrollo económico para erradicar la pobreza.

Junto con los embajadores nacionales del lazo rojo, la profesora Peng lleva muchos años visitando comunidades de toda China, incluidos colegios y universidades, con el objeto de concienciar con respecto a la prevención del VIH y reducir el estigma y la discriminación asociados al virus.

Como la aclamada soprano que es, la profesora Peng ha resultado ser una voz poderosa para todos aquellos que viven con el VIH o están afectados por el virus.

Desde 2011 es Embajadora de buena voluntad de la Organización Mundial de la Salud para la tuberculosis y el VIH/sida. En 2017, ONUSIDA le otorgó una distinción como reconocimiento a sus logros destacados en la respuesta al sida.

«Un corazón compasivo es nuestra mejor arma contra el sida», señaló al recibir el premio. «Podemos salvar vidas si pasamos a la acción.  Tenemos que conseguirlo y lo conseguiremos».

Las comunidades virtuales impulsan los servicios relacionados con el VIH en China

21 de junio de 2019

Según los cálculos del país, aproximadamente 1,25 millones de personas viven con el VIH en China, de las cuales casi 400 000 desconocen su estado. La epidemia de China se concentra en los grupos de población clave con mayor riesgo de VIH, entre los que se incluyen los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres. Precisamente por ello es fundamental llegar a las comunidades en las que socializan, incluidos los espacios virtuales como las aplicaciones de citas gais.

Danlan Public Welfare es una organización no gubernamental que aboga por los derechos de lesbianas, gais, bisexuales y personas transgénero. También está detrás de la aplicación de citas gay más grande en China, Blued, que actualmente cuenta con más de 28 millones de usuarios. Esta ha incorporado mensajes para la prevención del VIH impulsados por la comunidad, e incluye hechos básicos sobre el virus, así como información referente a la prevención, las pruebas y las opciones de tratamiento. Del mismo modo, la aplicación indica cómo y dónde contactar con los servicios relacionados con el VIH  y ofrece concursos interactivos que evalúan lo que los usuarios conocen acerca del VIH.

Al igual que esta poderosa herramienta virtual, Danlan también lleva a cabo proyectos de alto impacto relacionados con las pruebas rápidas para la detección del VIH, junto con los centros municipales para el control de la enfermedad y la prevención. Las personas pueden realizarse una prueba del VIH gratuita y obtener sus resultados en tan solo 10 o 15 minutos.

Puesto que la aplicación para citas Blued es cada vez más famosa en todo el mundo, Danlan está extendiendo su programa de prevención del VIH a los países del cinturón y de la ruta de la seda. Desde marzo de 2019, los usuarios en Indonesia han tenido acceso al centro de ayuda Blued. Este servicio se presta en cooperación con una organización de la sociedad civil llamada VictoryPlus, la cual permite a los usuarios publicar sus preocupaciones en cuanto a cuestiones referentes al VIH y obtener una respuesta inmediata. El programa «Te cuidamos» de Blued ofrece también información virtual sobre servicios cercanos relacionados con el VIH.

En Tailandia, Danlan trabajó junto con una organización civil denominada Impulse para defender los programas de prevención del VIH y suministrar servicios relacionados con las pruebas del VIH. Asimismo, Danlan ha colaborado con la Universidad Mahidol en la investigación relacionada con los comportamientos de riesgo vinculados al VIH.

En abril de 2019, el director ejecutivo de Danlan, Geng Le, recibió un reconocimiento por su destacado modelo innovador que le fue otorgado por la Confederación Sindical de Chaoyang. Se calcula que las organizaciones comunitarias como Danlan son las responsables de la detección del 30 % de los nuevos casos de VIH en la ciudad.

«Estamos haciendo todo lo posible por utilizar la ciencia y la tecnología para mejorar las vidas de las comunidades lesbianas, gais, bisexuales y transgénero, y también su salud», apunta Geng Le. «Consideramos que toda la gente joven debería ser capaz de llevar una vida digna, libre de estigma y discriminación y amar a quien quieran, sin importar su procedencia, su orientación sexual o su estado serológico».

Ahora mismo, Blued es más que solo una aplicación para citas. Se trata de un recurso de atención sanitaria virtual que proporciona bienestar a la comunidad LGBT.

Stepping up for China’s AIDS response

13 de junio de 2019

Zhou Kai lleva trabajando en la oficina de ONUSIDA casi 13 años e implicada desde hace más de 16 en la respuesta al sida. Antes de esta labor, trabajó diez años como profesora universitaria e investigadora en el ámbito de la salud pediátrica y adolescente.

Su experiencia muestra la evolución de la respuesta al sida de China a lo largo del tiempo. Trabajó en primer lugar como investigadora clínica en el Programa Integrado chino para el SIDA antes de unirse a ONUSIDA en 2006 para gestionar la coordinación de las nueve agencias patrocinadoras tras ONUSIDA en China.                

«La estrategia de respuesta al sida en China era muy débil en aquella época», explica Zhou, quien empezó a trabajar en la prevención del VIH entre grupos de población clave. Como médico, proporcionó una sólida asistencia técnica para las pruebas y la prevención del VIH a sus homólogos en el país y reforzó la participación de la comunidad en programas de prevención. 

En los años siguientes, la respuesta al sida en China fue mejorando de forma gradual. El gobierno chino deseaba compartir su experiencia y comenzó a trabajar en proyectos de desarrollo, también en el sector de la salud, con objeto de reforzar la colaboración entre China y África.  

Una de las agendas para la cooperación entre China y África consiste en compartir las mejores prácticas entre China y los países africanos. En 2018, con la ayuda del Equipo de apoyo regional para África Oriental y Meridional de ONUSIDA y la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, Zhou ayudó a preparar una visita para funcionarios de Uganda, Kenia y Tanzania a Pekín y Yuxi en la provincia de Yunnan, en el suroeste del país.

Durante la visita, los delegados visitaron una clínica de rehabilitación para drogadictos y se informaron sobre los programas de intercambio de agujas y jeringas y proyectos de terapias de sustitución de opioides que han reducido de forma notable las infecciones por VIH entre las personas que consumen drogas por vía inyectada.

Otra de las responsabilidades de Zhou es abogar por la producción local de medicamentos y productos de salud en África. «Creo que la producción local de productos farmacéuticos es esencial si África desea seguir avanzando en la respuesta al sida y la sanidad pública. No es un asunto meramente de salud, sino que está estrechamente relacionado con el desarrollo industrial de un país». Comenzó a trabajar en ello en 2014 y lo traspasó a su puesto actual de asesora estratégica y de políticas en 2018.

Gracias a sus esfuerzos se han organizado numerosas visitas bilaterales que se han traducido en la celebración de muchos acuerdos entre empresas farmacéuticas chinas y sus homólogas africanas.

La cooperación entre China y África también se ha impulsado a nivel nacional. La Mesa Redonda de la Cooperación China-África ha ascendido al Foro de Cooperación China-África (FCCA), llevando el diálogo académico a un foro multitemático a nivel nacional.

A medida que la Iniciativa de la Franja y la Ruta de la Seda atrae a más países, Zhou ve más oportunidades para la cooperación Sur-Sur. Espera asimismo expandir la cooperación en materia de salud pública a más países asiáticos con objeto de compartir los conocimientos y las experiencias entre ellos.

ONUSIDA ha firmado un acuerdo de asociación estratégico con China que refuerza la cooperación en torno a la Iniciativa de la Franja y la Ruta y la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, incluida una ampliación de la producción local de medicamentos y productos de salud. 

«El potencial de China para participar en la cooperación Sur-Sur es enorme y está avanzando en materia de respuesta al sida y salud pública», según Zhou, «la asociación también va a beneficiarse de la Iniciativa de la Franja y la Ruta».

Focus on

China

Un vínculo de intimidad, libre de VIH

06 de junio de 2019

«Pensaba que nunca podría volver a ser feliz», dijo Mei Zi, con VIH y madre de un enérgico niño. Ella llama a su hijo «Ángel de la calma», puesto que él no habla mucho. Mei Zi dice que el «Ángel de la calma» es un regalo de Dios.

Mei Zi conoció a su marido dos años después de saber que vivía con VIH. Después de la boda, ella se fue a vivir con su marido a Pekín (China), donde él trabajaba. Recuerda haber recibido como regado de su marido una chaqueta roja cuando se bajó del tren en Pekín. Todavía lo recuerda con emoción aunque haya pasado mucho tiempo. 

Poco después de casarse Mei Zi se quedó embarazada. Aunque el doctor le aconsejó que podía tomar medicamentos para asegurar que su bebé naciese libre de VIH, ella tomó la dolorosa decisión de terminar con su embarazo. Tanto ella como su marido vivían con el VIH, y ella, además, con hepatitis C.

Mei Zi descartó de su mente la idea de tener hijos, pero cinco años más tarde una prueba de embarazo dio positivo.

Mei Zi fue tratada como cualquier otra mujer embarazada en el hospital. Decidió tomar el tratamiento para que su bebé no llegase a infectarse del VIH y para tratar su hepatitis después del nacimiento del bebé.

Por causa de la hepatitis, Mei Zi tuvo un parto por cesárea en la semana 34 de su embarazo. Tenía miedo de la intervención quirúrgica, pero estaba ansiosa de ver a su bebé.

«Cuando se abrió la puerta del quirófano empecé a llorar», dijo Mei Zi. «Sentí como si fuese la puerta entre la vida y la muerte.» Cuando el doctor le presentó al recién nacido, ella no podía creer que fuese verdad –un niño sano, libre de VIH.

La Red de mujeres contra el SIDA en China (WNAC) está luchando para que cada vez más mujeres viviendo con VIH y hepatitis C sean conscientes de que pueden tener niños sanos y recibir ayuda para conseguirlo.

WNAC se fundó en 2009 con la ayuda de ONUSIDA y está formada por 27 organizaciones de comunidades de mujeres a lo largo de 12 provincias en China. Es una plataforma que reúne y defiende a mujeres viviendo con VIH y asegura que estas reciban la ayuda y el apoyo que necesitan para acceder a un cuidado sanitario adecuado y que puedan dar a luz a bebés libres del virus.

Mei Zi alcanzó su sueño de tener un bebé sano, pero no fue de casualidad. Esto fue posible gracias al apoyo que recibió de su profesional de la salud, del WNAC, de las organizaciones en red y de muchos otros grupos de comunidades.

El «Ángel de la calma» tiene ahora cuatro años y medio, y está lleno de energía y con ganas de descubrir el mundo.

Líderes de China y África se unen para construir comunidades más sólidas y sanas

10 de septiembre de 2018

Los días 3 y 4 de septiembre, durante el Foro para la Cooperación entre China y África (FOCAC) de 2018, los líderes de los países africanos y de China se reunieron en Pekín (China) en aras de acelerar el desarrollo social y económico de África. El objetivo de la cumbre de dos días, cuyo lema fue “China y África: hacia una comunidad aún más fuerte con un futuro compartido a través de la cooperación de beneficio mutuo”, era el de fortalecer la colaboración entre África y China en ocho aspectos fundamentales: el fomento de la industria y del comercio, el desarrollo ecológico, la creación de capacidades, la asistencia sanitaria, los intercambios entre los pueblos y la paz y la seguridad. Xi Jiping, jefe de Estado de la República Popular China, también anunció un paquete de ayuda, inversiones y préstamos al continente africano de 60 millones de dólares.

Durante la apertura oficial, Xi Jiping recalcó el enorme potencial con el que cuenta África, y que es un continente lleno de esperanza. Declaró la intención de China de lanzar una iniciativa de atención sanitaria y de intensificar la cooperación en relación a la información y el intercambio en la salud pública. Se pondrán en marcha programas de cooperación para prevenir y controlar las enfermedades transmisibles que aparezcan o reaparezcan, la esquistosomiasis, el VIH y la malaria. 

Cyril Ramaphosa, actual copresidente del FOCAC y presidente de Sudáfrica, celebró las nuevas iniciativas del FOCAC, cuya repercusión en la paz, estabilidad y desarrollo sostenible del continente africano se prevé será notable y perdurable. Paul Kagame, actual presidente de la Unión Africana y presidente de Ruanda, afirmó que los países africanos intensificarán sus esfuerzos por mejorar la industria, las infraestructuras y el comercio. António Guterres, secretario general de las Naciones Unidas, describió el FOCAC como la materialización de dos importantes prioridades de las Naciones Unidas: la globalización justa y un desarrollo en el que nadie quede excluido. Moussa Faki Mahamat, presidente de la Comisión de la Unión Africana, destacó la necesidad de continuar creando sinergias entre la Agenda 2063 de la Unión Africana y la iniciativa de la Franja y la Ruta de China.

Los líderes suscribieron la Declaración de Pekín y el Plan de Acción de Pekín, que servirán como base para la futura cooperación entre China y África en los próximos tres años. Los documentos finales, que incluyen los objetivos de poner fin al sida y detener e invertir el VIH (junto con la tuberculosis y la malaria) como parte de la cooperación sanitaria entre China y África, también se centran en la sostenibilidad de la salud, y comprenden la producción local de medicamentos en el continente africano, el fortalecimiento de los sistemas y el desarrollo de equipos de profesionales de la salud pública como aspectos esenciales para lograr una atención sanitaria universal.

En las reuniones bilaterales que Michel Sidibé, director ejecutivo de ONUSIDA, sostuvo con los presidentes de Costa de Marfil, Guinea Ecuatorial, Mali y Sierra Leona, hizo hincapié en la importante contribución que la cooperación sanitaria entre China y África puede suponer en cuanto a la mejora del acceso a las medicinas y la producción de fármacos en África.

La Unión Africana expresó su apoyo a la iniciativa que pretende movilizar a 2 millones de trabajadores comunitarios de la salud en África, y que se planteó en la reunión bilateral con el Presidente de Sierra Leona. El Presidente le explicó al Sr. Sidibé que en una reciente visita a un hospital de maternidad había descubierto que en todo el país tan solo se contaba con dos ginecólogos, y que, bajo su punto de vista, el enfoque basado en trabajadores comunitarios de la salud resulta fundamental para garantizar que los servicios sanitarios esenciales lleguen a las personas.

El Sr. Sidibé se reunió con el Consejo Económico de China y África, que también preside la Alianza Chino-africana de la Industria Sanitaria. La cooperación entre China y África puede originar cambios transformadores en la salud, así como proporcionar una plataforma para buscar soluciones para poner fin al sida que se centren en las personas y ampliar la cobertura sanitaria universal.

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Primeras damas de África y la primera dama de China aúnan esfuerzos para luchar por un futuro sin sida

05 de septiembre de 2018

Las primeras damas de diversos países de África y Peng Liyuan, la primera dama de China, han reafirmado su compromiso con un futuro sin sida encabezando una nueva iniciativa conjunta para evitar las infecciones por VIH entre los jóvenes. China trabajará con los países africanos y organizaciones internacionales para implementar un programa de tres años de promoción de la salud y de la prevención del VIH dirigido a los adolescentes, que se iniciará en 2019.

La campaña chino-africana se presentó el 4 de septiembre en el marco de la cumbre del Foro para la Cooperación entre China y África (FOCAC) celebrada en Pekín (China) en 2018. Su objetivo es aumentar el acceso a los servicios integrales de salud sexual y reproductiva y para el VIH y fortalecer su compromiso en la respuesta al sida.

En todo el mundo, hay alrededor de 3,9 millones de jóvenes de entre 15 y 24 años que viven con el VIH. Unos 1600 jóvenes contraen el VIH cada día, y un joven fallece debido a una enfermedad relacionada con el sida cada diez minutos.

Michel Sidibé, director ejecutivo de ONUSIDA, expresó su agradecimiento a las primeras damas por su acción colectiva en la respuesta al sida, y las instó a continuar su labor de patrocinio de alto nivel para movilizar recursos en aras de fomentar el compromiso de los jóvenes en la prevención, tratamiento y asistencia en relación al VIH. “Involucrar a los jóvenes implica apoyarlos en su papel de colaboradores y líderes de la respuesta al sida”, apuntaba el Sr. Sidibé. “Solo trabajando estrechamente con los jóvenes conseguiremos progresar”.

Los debates durante el evento se centraron en abordar las causas de que los jóvenes se encuentren en riesgo de infección por el VIH, como el estigma, la discriminación, la violencia de género y el acceso limitado a la información y los servicios de salud reproductiva. Las primeras damas coincidieron en que para poner fin a la epidemia de sida entre los adolescentes y los jóvenes es necesario invertir más en aquellos aspectos cuya repercusión puede ser mayor, como la educación integral sobre sexualidad, y fomentar programas de prevención del VIH de carácter innovador y multisectorial.

Durante el evento, Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la Organización Mundial de la Salud, habló sobre la coinfección por VIH y tuberculosis. La tuberculosis es la principal causa de muerte entre las personas que viven con el VIH. 

Las primeras damas de África y la primera dama de China aunarán esfuerzos para detener las nuevas infecciones por el VIH entre los jóvenes compartiendo información, colaborando para adquirir más experiencia y movilizando recursos para la promoción de la prevención del VIH.

El evento de las primeras damas concluyó con la suscripción de una declaración conjunta que hace un llamamiento a los gobiernos para que garanticen la prevención, el tratamiento, la asistencia y los servicios de apoyo en relación al VIH, así como la cobertura sanitaria universal, especialmente entre los jóvenes, para, en última instancia, poder alcanzar el objetivo de poner fin a la epidemia de sida para 2030.

En los actos paralelos al FOCAC, el Sr. Sidibé y Gertrude Mutharika, primera dama de Malaui, se reunieron con StarTimes para estudiar la forma de sacar el mayor partido a las nuevas tecnologías con el objetivo de que los servicios de prevención del VIH lleguen a los jóvenes. A través de la televisión digital y su nueva aplicación de redes sociales, StarTimes está utilizando su plataforma para compartir mensajes de prevención y concienciación del VIH.

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