Asia Pacific

Después de un año, los asociados de la India reflexionan sobre la afirmación de los derechos humanos de los trabajadores sexuales

05 de octubre de 2023

En 2022, el Tribunal Supremo de la India dictaminó que los trabajadores sexuales estaban amparados por el artículo 21 de la Constitución, que garantiza el derecho de toda persona a la vida. Este reconoció que los trabajadores sexuales tienen derecho a una protección legal igualitaria.

El Tribunal ordenó al Gobierno central y a los Gobiernos estatales que los trabajadores sexuales no fuesen detenidos, sancionados, acosados o victimizados durante los registros en prostíbulos.  (Manejar un prostíbulo en la India es ilegal. El trabajo sexual autónomo no lo es.) La posesión de preservativos u otros productos básicos para el mantenimiento de relaciones sexuales más seguras tampoco debería ser considerada como prueba de un delito. Y la policía debería estar sensibilizada con los derechos de la comunidad.

Además, el Tribunal subrayó la necesidad vital de defender la protección básica de la decencia humana de los hijos de los trabajadores sexuales que «al ser los más afectados por el estigma social... son expulsados a los márgenes de la sociedad, privados de su derecho a vivir con dignidad». Esta sentencia ayudará a garantizar que los hijos de los trabajadores sexuales puedan acceder a servicios básicos, entre ellos la asistencia sanitaria y la educación.

Para conmemorar esta sentencia histórica, la Red india de trabajadores sexuales (AINSW por sus siglas en inglés) celebró una conferencia nacional llamada «Sororidad y solidaridad con los trabajadores sexuales: un año desde la histórica sentencia del Tribunal Supremo de 2022».  AINSW ha estado trabajando en cuestiones relativas a los derechos del trabajador sexual en varios estados desde 2011.

«Las leyes marcan la diferencia», dice David Bridger, director nacional de ONUSIDA en la India, en su discurso de apertura.  «La sentencia del Tribunal Supremo ha sido histórica porque, con ella, la India se une a un pequeño grupo de países como Canadá y Nueva Zelandia que ha instaurado una acción de tutela que ampara a los trabajadores sexuales explícitamente. Reconocer que toda persona tiene el mismo valor y dignidad no solo es ético, sino que es fundamental para poner fin a la epidemia de sida.» 

Además de ofrecer una visión general de la sentencia del Tribunal Supremo, abogado ante el Tribunal, Anand Grover, señaló que los trabajadores sexuales habían tomado medidas que habrían contribuido al descenso de la incidencia del VIH en la India mediante la negociación de la utilización preservativos.  Un estudio elaborado en 2021 reveló que el 98% de los trabajadores sexuales los utilizaban, así que la labor de educar y capacitar a esta comunidad para que tengan relaciones sexuales más seguras está dando sus frutos. La prevalencia del VIH entre las trabajadoras sexuales está por debajo del 2%. Proteger la seguridad y los derechos humanos de grupos de población clave amplia su acceso a los servicios para el VIH, lo que acelera el progreso en la respuesta al VIH.

El Sr. Grover instó a una comprensión completa de la legislación y de cómo esta afecta a la vida de los trabajadores sexuales. También recalcó la importancia de la participación ciudadana en el desarrollo de leyes y políticas, y señaló que el propio Tribunal pedía que se incluyera a los trabajadores sexuales en los procesos de toma de decisiones relacionados con los asuntos que les afectasen.

Shyamala Natraj, Directora Ejecutiva del Programa de Acción contra el Sida en el Sur de la India (SIAAP, por sus siglas en inglés), informó a los asistentes sobre lo que hizo posible la sentencia de 2022. Afirmó que la sentencia era el resultado de una defensa coherente y estratégica centrada en las experiencias vividas por los trabajadores sexuales.

En 2020, por ejemplo, la Comisión Nacional de Derechos Humanos publicó un aviso en el que, por primera vez, se les reconocía a los trabajadores sexuales el derecho a la misma protección social que otros trabajadores informales. Los trabajadores sexuales habían sido unos de los más afectados durante la pandemia de COVID-19. No solo experimentaron una repentina pérdida de ingresos, sino que a algunos se les excluyó de las respuestas de la red de seguridad social estatal. Las consecuencias fueron terribles: hambre, pérdida de la vivienda, deudas, depresión e, incluso, suicidios.

El SIAAP presentó el ejemplo de Usha Ram (nombre ficticio) procedente de la ciudad de Theni: «No tenía con qué pagar el alquiler. El dueño de la casa me obligó a desalojarla y me humilló delante de los vecinos por ejercer el trabajo sexual. Me quedé con mis hijos en la calle y ni siquiera me devolvió  la fianza.»  

La Señora Natraj animó a la comunidad a reivindicar sus derechos humanos y a conseguir el acceso a servicios que normalmente estarían previstos por la ley, como por ejemplo la emisión de tarjetas (de identificación) Aadhar, las raciones alimentarias, las ayudas apoyo para la reducción de la pobreza y los documentos que demuestren la residencia.

Sin embargo, a pesar de que el Tribunal Supremo haya declarado que «el trabajo sexual es una profesión» con los mismos derechos humanos que las demás, y que la policía no debería acosar a los trabajadores sexuales, las desigualdades, el estigma y la discriminación persisten. Muchos trabajadores sexuales siguen denunciando acoso policial: a algunos se les sigue acusando por captar clientes.

Para salvaguardar los derechos humanos de los trabajadores sexuales, los expertos recalcaron la necesidad de aplicar la sentencia del Tribunal Supremo desde los niveles de base. ONUSIDA y sus copatrocinadores se han comprometido a trabajar con las comunidades, los legisladores y las fuerzas del orden para aumentar la concienciación y asegurar el mantenimiento de los derechos humanos de los trabajadores sexuales.

Un arcoíris de esperanza para las personas LGBTQI+ en las zonas rurales de Japón

17 de mayo de 2023

Durante muchos años, Mami enseñó en una escuela pública en Kanazawa, Japón. En cuanto inició su transición y empezó a vestirse de una manera menos masculina, sus compañeros y superiores pasaron a mirarla con malos ojos. Y la acabaron despidiendo.

Como persona trans en una ciudad pequeña y conservadora, Mami tuvo difícil conseguir otro trabajo y llegó un momento en que se sintió muy aislada. «Cuando una amiga me invitó a trabajar en el centro comunitario Kanazawa Rainbow Pride, me sentí feliz por encontrar un lugar en el que la gente por fin me aceptara», dijo.

Fundado en el año 2022, el centro Kanazawa LGBTQI+ se ubica en una casa de té de 150 años de antigüedad, en el antiguo mercado Samurai de la ciudad. Los paneles deslizantes permiten una variedad de configuraciones en función del tipo de encuentro. Mami y su amigo, Kennosuke Okumara, director de la secretaría del centro Kanazawa, servían té y café en la parte de cafetería abierta a los visitantes.

«Antes trabajaba en Tokio, pero luego volví a mi ciudad natal», explicó el Sr. Okumara. «Y el problema era que aquí ni había ni hay opciones para los gais», añadió.  El Sr. Okumara vive con el VIH y lamenta profundamente el hecho de que los problemas relacionados con el VIH y la comunidad LGBTQI+ sigan siendo tabú. «Se dispone de muy poca información, y eso es una vergüenza. Por eso estoy aquí, para compartir mi experiencia y concienciar», dijo.

Mientras removía su té verde en una taza pequeña con un batidor de bambú, el Sr. Okumara, ataviado con su delantal, se detuvo y miró a Mami. «Este es un espacio seguro para todo el mundo», afirmó.

Diana Hoon, copresidenta del centro, se refirió a este como un faro de esperanza. «Somos como un faro en una sociedad patriarcal muy conservadora», dijo. Mientras, en su biblioteca improvisada, nos enseñaba un sinfín de panfletos y folletos referentes tanto a conocer el estado serológico de una persona como al desfile del Orgullo en la ciudad, así como iba sacando libros sobre cómo mostrarse tal y como cada uno es ante la sociedad, la Sra. Hoon insistió en que el centro no solo estaba atrayendo a más personas, sino que también contaba con 10 voluntarias que prestaban su ayuda... muchas de ellas madres.

«Nuestros seminarios para padres sobre LGBTQI+ han tenido un gran impacto», aseguró. «La gente comparte historias sobre sus hijos y acaba estableciéndose una conexión».

Como singapureña que convive con otra mujer originaria de Kanazawa, la Sra. Hoon siente que está aportando su granito de arena para convertirse en la tabla de salvación de mucha gente y promover una mayor aceptación.

«Entre nuestras muchas prioridades, destacan la concienciación en materia de VIH, la defensa de unos aseos de género neutro, la lucha por uniformes escolares unisex y, lo que es aún más importante, el derecho de todas las personas al matrimonio, algo que todavía no existe en Japón», destacó. También espera, en un plazo de cinco años, conseguir un nuevo hogar para acoger a personas LGBTQI+.

En su mente, se han dado pasos importantes. «Las personas trans están siendo más abiertas últimamente e incluso tenemos campeones LGBTQI+ entre la comunidad», dijo.

Como modelo a seguir sobresale Gon Matsunaka, fundador y antiguo presidente del consorcio Pride House Tokyo, y director del consorcio Marriage for All en Japón. El Sr. Matsunaka, exejecutivo de publicidad de una de las principales empresas japonesas, Dentsu, escondió su sexualidad durante décadas. «En mi rural ciudad natal no había futuro para mí, por lo que decidí marcharme a Tokio», añadió. Luego estudió en Australia, trabajó en Tokio y en la ciudad de Nueva York, y finalmente dejó su empresa.

Hizo pública su homosexualidad en el año 2010 y, a partir de entonces, se esforzó por abrir un centro comunitario en Tokio. Los Juegos Olímpicos parecían una oportunidad de oro.

Pero entonces apareció la pandemia de la COVID-19, y muchos proyectos se vieron interrumpidos. Sin embargo, el Sr. Matsunaka y su equipo no se rindieron.

«En mayo de 2020, todas las encuestas apuntaban a que la juventud LGBTQI+ se sentía insegura en casa o había perdido el contacto con la gente. Y precisamente esa fue mi mayor motivación», afirmó. A base de mucho trabajo, consiguió 15 patrocinadores para un espacio seguro LGBTQI+ temporal durante los Juegos Olímpicos y Paralímpicos llamado Tokyo Pride House. No obstante, y como consecuencia del aplazamiento de los Juegos, también se canceló el centro.

El equipo logró convencer a los patrocinadores para que cambiaran su financiación y crearan un espacio permanente. Años después de los Juegos Olímpicos, Tokyo Pride House sigue enorgulleciéndose de estar a poca distancia a pie de la popular zona de Shinjuku, en Tokio, un lugar amigable con la comunidad LGBTQI+.

En Kanazawa, el Sr. Matsunaka se había asociado con la Sra. Hoon para lanzar un desfile del Orgullo en 2021. Y fue a raíz de ese éxito cuando surgió la idea de un centro comunitario.

El Sr. Matsunaka se siente especialmente orgulloso de que la prefectura (distrito de la ciudad) haya aportado la mitad de la financiación necesaria para la apertura del centro Kanazawa Nijinoma. El resto fue fruto de una recaudación de fondos colectiva.

Radiante en la Tokyo Pride House y rodeado por banderas del arcoíris, confesó: «Nunca soñé con todo esto y jamás imaginé que pudiera llegar a ser posible, sobre todo en una ciudad tan pequeña como Kanazawa».

Para él, no hay duda de que las mujeres han desempeñado un papel clave. «Las mujeres están en una segunda categoría respecto de los hombres, especialmente en áreas rurales como Kanazawa, por lo que han sido nuestras mayores aliadas para cambiar las mentalidades patriarcales», explicó. «Tenemos mucho más trabajo por delante. Y a partir de ahora solo podemos avanzar, nunca retroceder».    

En el Día Internacional contra la Homofobia, la Bifobia y la Transfobia (IDAHOT), ONUSIDA muestra su solidaridad con la comunidad LGBTQI+. Debemos unirnos y celebrar la diversidad; hemos de lograr una sociedad donde todas las personas, sin importar dónde vivan o a quién amen, puedan vivir en paz y sentirse seguras; una sociedad en la que todos sus miembros puedan contribuir a la salud y el bienestar de su comunidad.

ONUSIDA insta a todos los países a despenalizar la homosexualidad como paso fundamental para garantizar la salud de las personas

Descubra qué países penalizan a las poblaciones clave

ONUSIDA celebra la despenalización de las relaciones homosexuales aprobada por el Parlamento de las Islas Cook

15 de abril de 2023

BANGKOK, 15 de abril de 2023 — ONUSIDA aplaude la decisión tomada hoy por los responsables políticos de las Islas Cook de suprimir de la Ley de Delitos (Crimes Act) las leyes que prohíben actos sexuales consentidos entre hombres. Con la despenalización de las relaciones sexuales entre parejas del mismo sexo, la nación del Pacífico se une a un movimiento mundial de afirmación de los derechos humanos en defensa de la no discriminación y de la intimidad.

"La última medida de las Islas Cook forma parte de una oleada de avances mundiales en torno a la eliminación de leyes que dañan a los ciudadanos. Inspirará a países de todo el Pacífico, Asia y del resto del mundo a seguir su ejemplo. La despenalización salva vidas", declaró Eamonn Murphy, Director Regional de ONUSIDA para Asia y el Pacífico.

La criminalización de las relaciones homosexuales socava los derechos humanos de las personas lesbianas, gays, bisexuales y trans (LGBT). Las leyes punitivas refuerzan la estigmatización y la discriminación contra las personas LGBT y socavan su acceso a los derechos, tratamientos y oportunidades que sí están a la disponibilidad de las demás personas. Estas leyes también obstaculizan el acceso a servicios vitales, entre ellos la asistencia sanitaria sexual y reproductiva.

“Esta decisión de las Islas Cook va a salvar vidas”, afirmó el Sr. Murphy. “La abolición de leyes coloniales punitivas y discriminatorias en todo el mundo es fundamental para la preservación de la salud pública y para garantizar también el fin de la epidemia del sida”.

El apoyo bipartito que recibió el proyecto de ley Crimes (Sexual Offences) Amendment Bill demuestra que los responsables políticos, la sociedad civil y las comunidades pueden llegar a un acuerdo para elaborar leyes que construyan sociedades más justas y equitativas.

ONUSIDA

El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA) lidera e inspira al mundo para hacer realidad su meta global de cero nuevas infecciones por el VIH, cero discriminación y cero muertes relacionadas con el sida. ONUSIDA aúna los esfuerzos de 11 organizaciones de las Naciones Unidas (ACNUR, UNICEF, PMA, PNUD, UNFPA, UNODC, ONU Mujeres, OIT, UNESCO, OMS y Banco Mundial) y trabaja en estrecha colaboración con asociados mundiales y nacionales para poner fin a la epidemia de sida para el 2030 como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Obtenga más información en unaids.org y conecte con nosotros a través de Facebook, Twitter, Instagram y YouTube.

Contacto

UNAIDS
Cedriann Martin
MartinC@unaids.org

Más allá de la visibilidad transgénero: India trabaja por la equidad en el empleo

31 de marzo de 2023

Ratrish Saha es una mujer transgénero de Calcuta (India). Aún contando con siete años de experiencia laboral, el año pasado se encontró inquieta a la hora de solicitar un nuevo empleo. 

"Encontrar trabajo nunca es fácil siendo una mujer transgénero. Me rechazaban con frases como: 'actualmente no estamos contratando a personas LGBTI+' o 'no tenemos las instalaciones necesarias para admitir a una persona trans en nuestra oficina'", recuerda. Pero a través del Transgender Welfare Equity and Empowerment Trust o de la TWEET Foundation, se le ofrecieron oportunidades adecuadas en empresas que habían recibido formación en materia de sensibilidad. Pronto consiguió el puesto de consultora asociada para Siemens Technology en Bangalore. 

Sobre el proceso de entrevistas, afirmó: "Solo hablé de mis habilidades y no incluí explicaciones de género de ningún tipo en esas conversaciones". La Sra. Saha, eufórica, comenta que está "aprovechando la oportunidad... poniendo todo mi empeño en ello".  

Las personas transgénero de la India disponen ahora de una nueva vía hacia trabajos dignos gracias a la colaboración para el desarrollo entre comunidades, gobierno y asociados.

En vísperas del Día Internacional de la Visibilidad Trans, la Delegación Nacional de ONUSIDA para la India y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) apoyaron la Trans Employment Mela, una feria del empleo en Nueva Delhi. La iniciativa fue organizada conjuntamente por el National Institute of Social Defence, el Ministry of Social Justice and Empowerment, la TWEET Foundation e In Harmony, una consultoría centrada en diversidad. 

El objetivo del programa es acelerar la inclusión socioeconómica de la comunidad trans sensibilizando a las grandes empresas sobre sus problemas y ofreciéndoles una plataforma para ponerles en contacto con puestos de trabajo en organizaciones inclusivas.  

"Este planteamiento no solo brinda la oportunidad de entablar un diálogo entre representantes del gobierno, organizaciones de la sociedad civil y empresas, sino que también facilita el acceso a la formación en capacidades, el asesoramiento profesional, el apoyo al emprendimiento y el apoyo de mentores", explicó Maya Awasthi, copresidenta y cofundadora de la TWEET Foundation. 

La Ley de Personas Transgénero de 2019 (Protección de Derechos) de India prohíbe la discriminación laboral hacia las personas trans, tanto en el sector público como en el privado. Aunque las partes interesadas señalan aspectos de la ley que podrían reforzarse, reconocen que la amplia disposición contra la discriminación crea una vía hacia la construcción de una cultura más inclusiva y la búsqueda de reparación cuando se vulneran los derechos. 

Abordar la desigualdad en el acceso a empleos es importante para la respuesta al VIH. En 2021 la prevalencia del VIH entre las personas transgénero en la India era del 3,8 %, casi 20 veces más que la media nacional. Un estudio encargado por la National Human Rights Comission de la India reveló que, en 2017, solo el 6 % de las personas transgénero tenían un empleo formal en el sector privado o en organizaciones no gubernamentales (ONG). En torno al 5 % se dedicaba al trabajo sexual y al servicio doméstico respectivamente. El 13 % vendía comida y otros productos y el 11 % informó que mendigaba.  

“Hay muchas formas con las un empleo estable y mejor remunerado puede reducir la vulnerabilidad al VIH”, expuso David Bridger, el Director Nacional de ONUSIDA en la India, David Bridger. “Si hacemos frente a las desigualdades que han alejado de manera injusta a las personas trans de sus oportunidades, podremos ayudar a construir una comunidad más empoderada en la que todos desarrollen su potencial mientras gozan de mejor salud y bienestar en el proceso”. 

El estudio de la Human Rights Comission de 2017 reveló que alrededor de la mitad de la población transgénero nunca fue a la escuela. Varios asociados para el desarrollo están apoyando iniciativas para proporcionar a la comunidad oportunidades educativas en un entorno libre de estigma social y formación en competencias para fomentar la autosuficiencia. 

Aarav Singh es un hombre trans que llevaba seis meses desempleado. Consiguió unas prácticas de recursos humanos en Roop Automotives gracias a la campaña Trans Employment Mela.  

“Se trata de una organización sensibilizada y trans-inclusiva en la que no he tenido ni un solo problema con la documentación. Y no solo yo; mis amigos también han conseguido grandes oportunidades en algunas de las principales empresas trans-inclusivas”, matizó el Sr. Singh. “Espero que esto siga así”. 

Aunque los beneficiarios del Trans Employment Mela reconocen la dimensión comunitaria de su desafío, se sienten, en otros aspectos, como cualquier otro joven profesional o recién graduado.  

Yumnam Thawalngamba Meetei terminó su Máster en Administración de Empresas en 2022 pero le resultó complicado encontrar un puesto en gestión o incluso un empleo más modesto.  

“Con la ayuda de la TWEET Foundation entré a trabajar en Mahindra Logistics Limited como Ejecutivo de Gestión de Talento y Desarrollo Organizativo en Mumbai”, aseguró el Sr. Thawalngamba. “Estoy agradecido por que este empleo sea el primer paso en mi camino hacia el éxito”. 

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Las comunidades están trabajando para abordar las dificultades a las que se enfrentan las personas trans en el acceso a la asistencia sanitaria en Asia y el Pacífico

31 de marzo de 2023

Zara Fauziah es una mujer transgénero de Indonesia. Se enteró de que vivía con el VIH en 2017, pero durante cuatro años se enfrentó sola a su diagnóstico. El hospital donde podía recibir tratamiento no era acogedor.

Rere Agistya, otra mujer trans indonesia, explica el porqué: "Muy a menudo nos dan charlas con el supuesto propósito de curarnos cuando venimos a obtener servicios o a que nos realicen pruebas del VIH.  La mayoría de las veces culpan a nuestras acciones: ‘Si ya sabes que eres hombre, ¿por qué quieres ser mujer?’"

Muchos países en la región de Asia y el Pacífico carecen de directrices nacionales sobre atención a personas transgénero. Como consecuencia, los trabajadores sanitarios no suelen prestar servicios libres de discriminación y adecuados desde el punto de vista médico.

Se trata de una laguna crítica para la respuesta al sida, dadas las tasas de VIH desproporcionadamente altas entre las personas transgénero. La prevalencia del VIH en la comunidad ronda el 4 % en India y Filipinas. En Camboya, Indonesia, Malasia y Tailandia, aproximadamente una de cada diez mujeres transgénero vive con el VIH.

Samira Das vive en Chingrihata, India. Es una hijra (las hijras incluyen a las personas transgénero e intersexuales).

"Cuando mis familiares se enteraron de que era VIH-positiva, separaron mis utensilios y otros objetos de los suyos. Me trataron, pero me mantuvieron aislada. Me quedé allí, soportándolo todo", rememoró la Sra. Das.

La médica e investigadora transgénero indonesia, Alegra Wolter, afirmó: "Hoy en día las personas no mueren por VIH. Mueren por el estigma social y la discriminación que rodean su salud física y mental y, a veces, su sexualidad, así como por otros factores sociodemográficos.  He visto a personas trans que abandonan su medicación contra el VIH porque no reciben los servicios de salud mental adecuados".  

Sin embargo, la Sra. Alegra subraya que el problema va más allá del VIH.  Las personas transgénero carecen de un acceso adecuado a todos los servicios, desde la asistencia sanitaria primaria hasta la terapia hormonal. Con el apoyo del Fondo Robert Carr, Youth LEAD se asoció con la Asia Pacific Transgender Network (APTN, por sus siglas en inglés) para realizar un análisis de la situación del acceso de los jóvenes trans a la asistencia sanitaria en Indonesia, Tailandia y Filipinas.  

Leo Villar, responsable de la sección de Comunicación y Proyectos de Youth LEAD, explicó: "Realizamos el estudio para aumentar la visibilidad de los jóvenes trans en el debate sobre los derechos y la asistencia sanitaria de las personas trans, especialmente porque sufren estigmatización y discriminación como jóvenes y como personas trans. El estudio demostró que los jóvenes buscan conocimiento de sus iguales y se someten a tratamientos caseros. Esto podría conducir a una información sanitaria incorrecta y al uso indebido de hormonas o medicamentos contra el VIH". 

Las conclusiones preliminares del estudio en línea encargado en diciembre de 2022 revelaron que muchas personas transgénero de entre 18 y 30 años sufren discriminación sistémica y abusos cuando acceden a la asistencia sanitaria.  

Uno de los encuestados relató: "Viví un incidente en el que un funcionario me pidió el documento de identidad y luego se burló de mí. Esta situación me inquietó porque ocurrió dos veces. Por ello, he estado evitando los servicios sanitarios". 

 El investigador Benjamin Hegarty apuntó que más de la mitad de los participantes del estudio (52 %) coincidían en la preocupación por los prejuicios motivados por su identidad de género o sexualidad al acceder a la atención sanitaria. Alrededor de un tercio consideró que esto podría repercutir negativamente en sus evaluaciones y diagnósticos. Cuando se les interrogó por sus prioridades principales en materia de asistencia sanitaria y financiación, la mayoría de los encuestados reclamó la necesidad de clínicas de género, acceso a cobertura sanitaria universal y a servicios de asesoramiento y de salud mental. En los primeros puestos de la lista también figuraban la investigación en salud para las personas trans y la educación en diversidad de género. 

La APTN acaba de lanzar el Towards Transformative Healthcare Module. Se trata de un curso formativo en línea, autodidáctico e interactivo, diseñado como recurso introductorio a la asistencia sanitaria competente para las personas trans y para la afirmación de género y destinado a profesionales médicos y otros trabajadores sanitarios en Asia y el Pacífico. Esto incluye a aquellos que trabajan en atención primaria y en servicios sanitarios comunitarios.  

Este módulo emplea un enfoque basado en derechos y se aleja de los modelos patologizan, es decir,  ue tratan a las personas transgénero como algo anormal. En su lugar, fomenta una atención innovadora y que tiene en cuenta los aspectos culturales. Se abordan doce temas, entre ellos la diversidad de género, la salud mental, sexual y reproductiva y la atención para la afirmación de género. 

“A través de este módulo, los profesionales sanitarios y usuarios trans pueden aprender a trabajar juntos para crear un cambio positivo y lograr así el control de la epidemia del VIH”, expuso Joe Wong, Director Ejecutivo de la APTN. “Hacemos hincapié en los principios básicos que los profesionales sanitarios pueden poner en práctica incluso en zonas con recursos y oportunidades de formación limitados”. 

Las convenciones Southeast Asia Stigma Reduction Quality Improvement Community of Practice están convocadas conjuntamente por la iniciativa HEALTHQUAL de la Universidad de San Francisco en California (UCSF, por sus siglas en inglés), la Red de Asia y el Pacífico de personas que viven con el VIH (APN+) y el Equipo de apoyo regional de ONUSIDA para Asia y el Pacífico. Como parte de su objetivo conjunto de reducir la estigmatización y la discriminación en entornos sanitarios, estas iniciativas buscan mejorar las experiencias sanitarias de las personas trans con la formación de alianzas entre profesionales, legisladores y comunidades. 

“Se pueden realizar cambios en centros sanitarios y comunidades que marquen grandes diferencias en la vida de las personas transgénero”, reflexionó Quinten Lataire, Asesor Regional en Derechos Humanos y Legislación de ONUSIDA. “La colaboración con comunidades, la exploración entre compañeros y la creación de servicios clínicos accesibles son enfoques de eficacia demostrada. Asimismo, los usuarios transgénero necesitan formación para aprender a hacer uso de la atención sanitaria, al igual que asesoramiento para poder procesar las cuestiones alrededor de su identidad de género”.  

Los espacios en línea pueden desempeñar un papel fundamental en esta función de apoyo comunitario. Por ejemplo, haciendo uso de la Subvención de Comunicaciones para la COVID-19 de ONUSIDA, la APTN desarrolló un Kit de herramientas en redes sociales para la resiliencia de las personas trans contra la COVID-19, que incluía contenido sobre salud mental, seguridad financiera, protección social y derechos humanos.  

La experiencia de la Sra. Fauziah es prueba del papel decisivo que una comunidad puede llegar a desempeñar. En 2021 contactó con la organización Sanggar Swara. No solo le han asistido en el seguimiento de su tratamiento, sino que también le han proporcionado apoyo emocional. 

“Tu trabajo no es juzgar a la gente. Cuando tu paciente es alguien de diferente género u orientación sexual, lo único que busca es tu ayuda. Necesitamos cuidados, pero también necesitamos espacios donde podamos ser nosotros mismos sin tener que ocultarnos”, reclamó la Sra. Fauziah. 

Vea el vídeo de la APTN “El precio de la estigmatización: las personas transgénero que viven con el VIH luchan por acceder a la asistencia sanitaria” (129) El precio de la estigmatización: Las personas transgénero que viven con el VIH luchan por acceder a la asistencia sanitaria 

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Las mujeres de Asia y el Pacífico que viven con el VIH se pronuncian sobre la violación de sus derechos

08 de marzo de 2023

Nirmala Singh (nombre ficticio) descubrió que era VIH-positiva tras someterse a una prueba durante el embarazo. El diagnóstico fue inesperado, pero inmediatamente supo cómo lo había contraído. La habían violado antes de casarse. Las enfermeras informaron al marido de Nirmala del resultado positivo sin su consentimiento. Inmediatamente la echaron de casa.

Sita Shahi, Coordinadora Regional de la Comunidad Internacional de Mujeres que Viven con el VIH en Asia y el Pacífico (ICWAP, por sus siglas en inglés), ha respondido tanto a este caso como a muchos otros de su Nepal natal.

Shahi afirma que “hay muy poco conocimiento de los derechos de las mujeres que viven con el VIH y de cómo su experiencia se ve afectada por los abusos”. Y, además, apuntó que “se culpa a las mujeres de transmitir el VIH porque suelen ser las primeras de la familia en ser diagnosticadas. Este es el punto de partida para que sufran violaciones de los derechos humanos, como violencia de pareja en el hogar y violencia de género en la sociedad en general”.

En un taller de trabajo de la ICWAP organizado en 2022 con el apoyo de ONUSIDA y con participantes de países de toda la región, las mujeres que viven con el VIH compartieron sus historias personales.

A una participante que fue diagnosticada durante el embarazo, el personal sanitario le negó asistencia durante el parto. Dio a luz en el suelo de su habitación del hospital, sola.

Algunas mujeres que habían sobrevivido a la violencia doméstica afirmaron haber sido rechazadas por su estado serológico en centros de acogida gestionados por organizaciones gubernamentales y no gubernamentales.

Y hubo consenso en que en todos los países la violencia doméstica es habitual, pero rara vez se denuncia.

Las preocupaciones de las mujeres que viven con el VIH en la región de Asia y el Pacífico han permanecido relativamente ocultas e ignoradas. Las tasas de nuevas infecciones y muertes relacionadas con el sida entre los hombres de la región son más del doble que las de las mujeres. Pero para los 2,2 millones de mujeres que se estima que viven con el VIH en Asia y el Pacífico, una cifra menor no significa que los problemas sean menores.

Michela Polesana, Asesora Regional de ONUSIDA para Respuestas Lideradas por la Comunidad, afirma que “las mujeres de Asia y el Pacífico siguen enfrentándose a políticas discriminatorias, barreras sociales y culturales, desigualdades en el acceso a la asistencia sanitaria y amenazas a su seguridad que violan sus derechos”.

«Cuando las mujeres están libres de estigma social y discriminación, violencia de género o abuso de confianza por parte de los profesionales sanitarios, no existe ninguna epidemia acusatoria», reflexionó la Sra. Shahi. «Si una mujer está libre de violencia a nivel político, social y familiar puede ser mentalmente fuerte y su salud podría ser tan buena como la de otras personas. Entonces no hay inconveniente en cuidar de sí misma y de su familia mientras contribuye a la economía».

Como red regional, la ICWAP está trabajando en incrementar la capacidad de las organizaciones por y para las mujeres que viven con el VIH con el propósito de poder abogar por estas cuestiones a nivel nacional. Una de las prioridades clave es proporcionarles a las partes interesadas, incluidos los profesionales sanitarios, la información necesaria para defender los derechos de las mujeres que viven con el VIH.

Un elemento fundamental de esta estrategia ha sido preparar a sus miembros para llevar a cabo un activismo eficaz usando herramientas y espacios digitales. ONUSIDA ha respaldado la formación en activismo en redes sociales para el Equipo de Redes Sociales de Jóvenes Activistas de la ICWAP. Durante las ocho semanas del programa, se introdujo a los participantes en los elementos básicos de las redes sociales, se exploraron cuestiones sobre salud y derechos sexuales y reproductivos, y se practicaron competencias como entrevistas, blogs y edición.

«Recibimos con los brazos abiertos el papel de la tecnología, no solo por proporcionar un espacio para crear comunidad y por el apoyo psicosocial para las mujeres que viven con el VIH, sino también por los medios que proporciona para alzar la voz sobre problemas que las afectan», aclaró la Sra. Polesana.

Para empoderar a las mujeres que viven con el VIH y que así participen en espacios de toma de decisiones, la ICWAP también organizó una formación sobre creación de movimientos feministas para redes dirigidas por mujeres de seis países. Este ejercicio forjó la capacidad de las mujeres que viven con el VIH de participar en programas que fomentan la igualdad de género y los derechos humanos, y también de liderar iniciativas activistas con el fin de obtener servicios de emergencia de buena calidad para las mujeres y niñas de la región.

En el Día Internacional de la Mujer de 2023, bajo el lema «DigitALL: innovación y tecnología para la igualdad de género», la ICWAP reclamó lo siguiente:

  • Plataformas digitales de uso fácil  
  • Acceso a internet y a herramientas digitales
  • Desarrollo de capacidades en torno al activismo en redes sociales
  • Refuerzo de la protección de datos y mecanismos de reparación
  • Sistemas de denuncia en línea y respuesta rápida para la violencia ejercida por parejas sentimentales
  • Estrategias para aumentar el empoderamiento económico de las mujeres que viven con el VIH

 

La dura legislación sobre drogas socava la salud y los derechos humanos en Asia y el Pacífico

01 de marzo de 2023

Rosma Karlina y Yulistyo Dwi viven con sus dos hijos pequeños en la lluviosa ciudad de Bogor, en el sur de Yakarta.

La Sra. Karlina relató: “A veces vamos a museos para introducir a los niños a la historia o damos de comer a los ciervos del Palacio Presidencial. Es un entretenimiento sencillo, pero puede enseñar a los niños a amar incluso a los animales”.

Si su vida familiar es tradicional, su vida laboral es todo menos eso. La Sra. Karlina es la fundadora y Directora de Suar Perempuan Lingkar Napza Nusantara (también denominada en inglés Womxn's Voice), una organización que defiende y atiende a mujeres y a mujeres trans que consumen drogas. Bambang, conocido popularmente como Tedjo, fundó la AKSI Keadilan Indonesia (también conocida como Indonesian Justice Action Foundation). Desde 2018, su equipo ofrece asistencia jurídica y apoyo a personas que consumen drogas y defiende sus derechos.

Sus jornadas de trabajo son una mezcla de organización comunitaria, burocracia paralegal y atención a llamadas de socorro. Una clienta denunció violencia doméstica por parte de su marido. Cuando la policía llegó a la casa, el marido informó a los agentes del consumo de drogas de su mujer y la detuvieron a ella en lugar de a él.

Las organizaciones abogaron con éxito por que un hombre saliera de un centro de rehabilitación obligatoria para que pudiera acceder al tratamiento del VIH. De lo contrario, habría estado tres meses sin tomar sus medicamentos.

Las organizaciones han sido testigos de muchos ejemplos de mujeres que viven con el VIH que se enfrentan a un desprecio extremo. En una ocasión, un agente de policía arrojó un paquete de compresas a la celda de una mujer en lugar de pasárselo y alegó miedo de estar cerca de ella.

La Sra. Karlina afirmó: “Desde 2018 he visto muchas violaciones de derechos perpetradas por agentes de la autoridad: abuso físico, psicológico e incluso económico”. Y, además, puntualizó que “extorsionan a las familias por dinero para que sus seres queridos puedan volver a casa”.

La actual Rosma Karlina, educadora y apasionada activista, evolucionó tras casi dos décadas de abuso de sustancias. Ha estado 17 veces en centros de rehabilitación. Tocó fondo durante un encarcelamiento de 18 meses por posesión de heroína.

“Mi familia pagó mucho dinero a la fiscalía, pero aún así, seguía en prisión. Perdí la custodia de mi hijo mayor. El juez pensó que no merecía ser madre porque consumía drogas”, relató.

Tedjo también evolucionó de la adicción al activismo.

“Consumí drogas entre 1989 y 2015. Ha sido un largo viaje”, reflexionó. “Cuando mi vida era un desastre, hice daño a mucha gente. No fue fácil demostrar que había mejorado”.

Estas personas son dos de las más destacadas por alzar su voz con respecto a cómo la dura legislación penal sobre posesión y consumo de drogas acarrea violaciones de los derechos de las personas que consumen drogas, al tiempo que reduce el acceso a los servicios sanitarios.

Un análisis político y jurídico de 38 países realizado por ONUSIDA y el PNUD reveló que 14 países de la región cuentan con castigo corporal o pena capital por el uso o posesión de drogas. Algunos estados han justificado los asesinatos extrajudiciales por delitos por consumo o posesión de drogas.  Se estima que, en 2021, el 12 % de las nuevas infecciones por el VIH en Asia y el Pacífico se produjeron entre personas que se inyectaban drogas.

 “La guerra contra las drogas ha creado un gran estigma social y una cultura que ve a toda una comunidad como criminales. Cuando accedemos a la asistencia sanitaria, nos tratan como si fuéramos malas personas”, manifestó Tedjo.

Francis Joseph, el Coordinador Regional de la Network of Asian People who Use Drugs (NAPUD, por sus siglas en inglés), explicó que al carecer de entornos legalmente favorables, estas personas no tienen acceso a los servicios adecuados.

“Los profesionales sanitarios y los organismos del orden público los tratan con violencia y abuso”, confesó. “Por ello, no quieren destaparse y reconocer: 'He compartido agujas y jeringas y ahora necesito una prueba del VIH'.  Puesto que las personas que consumen drogas no son bienvenidas en nuestros centros sanitarios, lo que provoca esto es que huyan del sistema y se queden fuera de él”.

Lord Lawrence Latonio, un estudiante de derecho y socio de la Community Access to Redress and Empowerment (CARE, por sus siglas en inglés), ha puntualizado que Filipinas también criminaliza la posesión de lo que se considera parafernalia de drogas. Asimismo, esto implica que los educadores inter pares que distribuyen agujas y jeringas limpias tengan que estar alerta para no ser detenidos.

Afortunadamente, los defensores presionaron con éxito para que se incluyera la protección a los trabajadores sanitarios que proporcionan servicios para el VIH en la Ley de Política sobre el VIH y el Sida de 2018. Parte de la labor de CARE consiste en impartir conocimientos jurídicos básicos para que las comunidades puedan comprender sus derechos. Y también cuenta con una red de funcionarios inter pares trabajando en diferentes regiones para apoyar a los miembros de las comunidades de población clave y a las personas que viven con el VIH a obtener reparación en casos donde se hayan violado sus derechos.

Veintiún países de la región cuentan con centros estatales de detención y rehabilitación obligatoria o centros similares para personas que consumen drogas. Estos consisten en una forma de confinamiento donde aquellos acusados o conocidos por consumo de drogas son ingresados de manera involuntaria para su desintoxicación y supuesto tratamiento. Se ha indicado que las condiciones incluyen trabajo forzoso, falta de nutrición adecuada y acceso limitado a asistencia sanitaria.

En 2012 y 2020, los organismos de las Naciones Unidas exigieron el cierre definitivo de estos centros de internamiento involuntario. Pero según un informe de 2022 se han paralizado, en gran medida, los avances en este asunto en el Este y el Sudeste Asiático.

“ONUSIDA está trabajando con la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, por sus siglas en inglés) para alentar a estos países a pasar de centros de internamiento involuntario a tratamientos voluntarios de base comunitaria que proporcionen servicios basados en pruebas y en derechos humanos”, anunció el Asesor Jurídico y de los Derechos Humanos de ONUSIDA Asia y el Pacífico, Quentin Lataire.

ONUSIDA Indonesia está colaborando con Womx'n Voice para poner a prueba un programa piloto multisectorial de refugio y educación para mujeres y niños en Bogor. Sus acciones incluyen protección social, respaldo jurídico, apoyo a la salud mental, educación sanitaria y sobre el VIH y acompañamiento a los servicios.

La Sra. Karlina ha pedido mayores inversiones en asistencia a la salud mental, reducción de la pobreza y educación. “Necesitamos evaluaciones adecuadas para poder analizar mejor cada situación y encontrar la solución más eficaz. La cárcel no es la respuesta. Si nos veis como seres humanos, nos cuidaréis como seres humanos”, insistió.

Los socios de Tailandia elaboran un programa liderado por la comunidad sobre atención del VIH

23 de febrero de 2023

Durante 20 años, Kochaphan Wangtan ha sido trabajadora comunitaria de la salud al servicio de las personas que viven con el VIH en Tailandia.

"Muchas de mis amistades, que viven con el VIH, han acudido muy tarde a la atención sanitaria con infecciones oportunistas", afirmó.

"Me centro en ayudar a traerlos y proporcionarles apoyo para que empiecen el tratamiento antirretrovírico de inmediato, y también realizo visitas domiciliarias, servicios de asesoramiento y análisis psicosociales para derivarlos a los servicios que necesitan", explicó la Sra. Wangtan.

La Sra. Wangtan pertenece al Centro Integral de Atención Continuada Jai-Prasan-Jai (CCC) del Hospital del Distrito de Phan, en la provincia de Chiang Rai. Es una de los casi mil trabajadores de la salud que viven con el VIH y que atienden en más de 230 hospitales tailandeses a casi 60.000 personas que viven con el VIH al año.

Por primera vez, Tailandia ha creado una certificación nacional de trabajador comunitario de la salud para estos voluntarios. La iniciativa se llama "Atención y apoyo continuo e integral al VIH/sida para y por las personas que viven con el VIH". El programa fue elaborado por el centro Ratchasuda College de la Universidad Mahidol en estrecha colaboración con la Red Tailandesa de Personas que Viven con el VIH/sida, así como con el apoyo de la División de Sida y ETS del Ministerio de Salud y la Oficina Nacional de Seguridad Sanitaria. A través del III Unify Collaboration Programme, USAID-PEPFAR y ONUSIDA proporcionaron apoyo técnico y financiero.

"Los voluntarios que viven con el VIH han proporcionado el primer compromiso comunitario en la respuesta al VIH desde el inicio de la epidemia en Tailandia", afirmó Patchara Benjarattanaporn, directora nacional de ONUSIDA en dicho país. "El apoyo entre iguales favorece el inicio y la permanencia en el tratamiento y es fundamental para la respuesta al VIH", afirmó. Esta iniciativa garantiza que los servicios sanitarios dirigidos por personas que viven con el VIH sean normalizados, reconocidos y valorados.

Se imparten dos módulos a lo largo de 90 horas. El primer módulo se centra en la formación teórica, incluida la atención integral de seguimiento, el asesoramiento sobre el cumplimiento del tratamiento y la elaboración de un plan de servicio integral. El segundo módulo es práctico. Además de centrarse en el VIH, el plan de estudios también integra la tuberculosis, las infecciones de transmisión sexual, la hepatitis C y las enfermedades no contagiosas. La primera cohorte de 46 trabajadores sanitarios que viven con el VIH recibió su certificado a comienzos de este mes.

La Dr. Wachara Riewpaiboon, médica rehabilitadora y antigua decana del Ratchasuda College, elaboró el plan de estudios.

"El sistema sanitario no es solo para los profesionales de la salud... Es de todos", dijo. "Recibir un diagnóstico de VIH no ayuda a los clientes a comprender a qué se enfrentan. Cuando las personas que viven con el VIH cuentan su historia, los conocimientos que transmiten son muy diferentes. Los conocimientos que ayudan a que las personas tomen decisiones por sí mismas suelen proceder de sus iguales, no de los médicos."

Para ella, la atención va más allá de la medicina.

"No solo nos ocupamos de la biología, sino también de la psicología y de nuestra interacción con el entorno social: cómo ve el público a las personas que viven con el VIH y cómo ellas se perciben a sí mismas", añadió la Dr. Riewpaiboon. "Es muy importante ayudar a la gente a ver el lado positivo de su experiencia".

Según la enfermera Chulaporn SingPae, coordinadora de VIH en el hospital del distrito de Phan, los voluntarios que viven con el VIH ayudan con el asesoramiento, el cumplimiento del tratamiento, el seguimiento de las citas perdidas, las visitas a domicilio, la proporción del tratamiento, la superación del estigma social y del propio paciente, y el fomento de la comprensión de I=I, indetectable es igual a intransmisible. (Una carga viral indetectable significa que el virus es intransmisible). La formación garantiza que estas contribuciones sean reconocidas por el sistema sanitario como conformes a las normas de calidad.

Ahora que el programa ya ha sido desarrollado y aprobado, ha sido reconocido por la Oficina Nacional de Seguridad Sanitaria (NHSO). Las organizaciones de la sociedad civil tailandesa que prestan servicios de VIH e ITS con trabajadores comunitarios de la salud certificados han sido acreditadas y pueden registrarse como unidades de servicios sanitarios en el plan de cobertura sanitaria universal. Tras haber apoyado el desarrollo y la prueba piloto del programa, ONUSIDA actualmente respalda un estudio para calcular el coste de dichos servicios. La delegación de ONUSIDA también está tratando de fomentar una financiación suficiente y sostenible de los servicios sanitarios liderados por la comunidad para las personas que viven con el VIH y los grupos de población clave.

“Esta formación va a garantizar de que un educador inter pares presta un servicio de alta calidad, de manera integral, que abarca no solo los aspectos físicos, sino también los mentales, emocionales y sociales”, declaró Apiwat Kwangkeaw, Presidente de la Red tailandesa de personas que viven con el VIH/Sida.  “A medida que se institucionaliza, estamos lanzando un mensaje al sistema sanitario en su conjunto para que permita a la comunidad de educadores inter pares ser un socio en igualdad de condiciones”, afirmó. El señor Kwangkeaw espera que esto se traduzca en una financiación nacional sostenible de los servicios sanitarios liderados por la comunidad y en una mejor calidad de vida para las personas que viven con el VIH. 

Prevenir la transmisión y luchar contra el estigma: El poder de saber lo que significa I = I

12 de diciembre de 2022

I = I equivale a Indetectable = Intransmisible y es un mensaje vital de salud pública para la respuesta al VIH. Indetectable = Intransmisible significa que las personas seropositivas que reducen su carga vírica hasta un nivel indetectable mediante el tratamiento antirretroviral y el monitoreo constante, no pueden transmitir el VIH. Como bien ha demostrado Tailandia, este mensaje también contribuye a luchar contra la estigmatización que las personas que viven con el VIH pueden sufrir en los sistemas de salud y en la sociedad en general.

I = I es una actividad prioritaria para Tailandia y está recogida en la Estrategia nacional para poner fin a la epidemia de sida 2017 – 2030. Ya se ha probado la eficacia de esta iniciativa en la capital, Bangkok. Un programa en el que se empezaba el tratamiento el mismo día del diagnóstico ha conseguido que más del 95 % de las personas que reciben tratamiento alcancen la supresión viral después de tan solo seis meses de terapia antirretroviral. La iniciativa nacional reúne al Instituto tailandés de Investigación e Innovación sobre el VIH (IHRI, por sus siglas en inglés), al Departamento de Control de Enfermedades, a los Ministerios de Salud Pública, Educación y Trabajo, a la Oficina Nacional de Seguridad Sanitaria y al Subcomité para la Promoción y Protección de los Derechos de las Personas que Viven con el Sida, todos ellos apoyados por ONUSIDA.

La respuesta más amplia de Tailandia al VIH ha obtenido resultados muy positivos. Se calcula que el 94 % de las personas que viven con el VIH conocen su estado serológico, el 91 % de las personas diagnosticadas están en tratamiento y el 97 % de las que están en tratamiento han alcanzado la supresión viral. A pesar de todos estos logros, siguen existiendo barreras debido a la estigmatización. Hay demasiados diagnósticos tardíos y algunas personas siguen teniendo miedo de acudir a los servicios relacionados con el VIH. Para aumentar el uso de los servicios relacionados con el VIH y conseguir que la carga viral sea indetectable en todas las personas que viven con el VIH, es imprescindible que el sistema de salud trate a todas las personas con respeto y dignidad.

 Nittaya Phanuphak, directora ejecutiva del IHRI, insistió en que conocer el estado serológico es el primer paso indispensable para iniciar el tratamiento antirretroviral.

“Los grupos de población clave de mayor riesgo y las personas que viven con el VIH pertenecientes a cualquier sector de la sociedad tailandesa deben tener un acceso equitativo y fácil a las pruebas del VIH y, en caso de ser positivas, al tratamiento antirretroviral lo antes posible para lograr la I = I”, declaró el viceministro de Salud Pública,  Sopon Makthon.

La iniciativa de Tailandia se basa en un enfoque comunitario que permite a las personas que viven con el VIH ayudar a otras recién diagnosticadas a comenzar y seguir el tratamiento antirretroviral. “El liderazgo de la comunidad es fundamental para difundir I=I con eficacia”, afirmó Patchara Benjarattanaporn, directora de ONUSIDA en Tailandia. “Esto ayudará a abordar el estigma y autoestigma y también contribuirá a impulsar conductas saludables”.

Apiwath Kwangkaew, presidente de Thailand HIV/AIDS Network, insta a todos los profesionales de la salud a difundir el mensaje de I=I: “El personal médico debe explicar con determinación en qué consiste I=I para que la sociedad lo comprenda. Los servicios de salud deben ser valientes y hablar claro. Las cosas empezarán a cambiar si las personas comprenden que si la carga viral es indetectable, el virus es intransmisible”, dijo el Sr. Kwangkaew.

“ONUSIDA celebra la difusión de I = I.  Esto es clave para alcanzar la meta global de cero nuevas infecciones por el VIH, cero discriminación y cero muertes relacionadas con el sida”, concluyó el director regional de ONUSIDA, Taoufik Bakkali.

Mplus Tailandia: prestación de servicios contra VIH con estilo

13 de diciembre de 2022

“¡Esta no es la clínica de tu madre!”, exclamó asombrado un visitante.

Todos los productos publicitarios son elegantes y alegres, desde las pancartas hasta los folletos.  Las caritas sonrientes y los torsos tonificados están por todas partes.  El edificio entero es morado e incluso los archivos y las mascarillas del personal son de colores a juego.  Algunos de los presentadores Facebook Live tienen el atractivo y la energía de las estrellas del K-pop.  Además, el lema de esta organización es claramente optimista:  “la comunidad te llena de felicidad”.

Durante casi dos décadas, la fundación Mplus de Tailandia ha perfeccionado un enfoque único de prestación de servicios relacionados con el VIH a grupos de población clave, como los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres o las mujeres transgénero.

Su estrategia va mucho más allá de una imagen de marca moderna.  Mplus ha sabido aprovechar las asociaciones nacionales e internacionales para crear un servicio de salud dirigido por grupos de población clave y ha obtenido resultados extraordinarios.  De hecho, ellos administran más de la mitad de la profilaxis previa a la exposición (PrEP) en la provincia tailandesa de Chiang Mai.

Este año realizaron pruebas al 95 % de las casi 8000 personas a las que llegaron con sus servicios presenciales.  De aquellos que dieron positivo, el 91 % fue sometido a tratamiento, mientras que el 9 % restante está bajo un seguimiento individualizado. El 100 % de los clientes que se sometieron a pruebas de carga vírica resultaron tener supresión viral.   

“Las organizaciones de la comunidad son las que mejor pueden llegar a los grupos de población clave para que reciban sus servicios. Nos hemos dado cuenta de que las personas que no quieren realizarse pruebas en los hospitales están cómodos con aquellos que saben que entenderán sus vidas”, explicó Pongpeera Patpeerapong, Director de la fundación Mplus.   

Desde su creación en 2003, Mplus ha evolucionado hasta ofrecer una extensa gama de servicios. Ahora tienen centros de salud en cuatro provincias y sus unidades de análisis móviles atienden a clientes en otros cinco distritos. Asimismo, trabajan con un hospital de cada provincia, dando acceso a la atención médica y ayudando con el seguimiento.  Mplus ofrece pruebas rápidas y monitoreos de carga viral y de CD4. Además, está autorizada a administrar medicamentos.  Incluso cuentan con un pequeño grupo de motocicletas que realiza entregas de PrEP a las zonas más alejadas.

Sus actuaciones, tanto online como en persona, se basan en una estrategia dirigida entre iguales.  Su presencia en las redes sociales es impresionante, desde Twitter hasta Tik Tok.  Hay grupos privados de Facebook y aplicaciones especiales para que los clientes puedan conectarse con la comunidad.  En persona van más allá de los simples puestos de información, ya que organizan fiestas y encuentros deportivos. No se trata solo de actividades para unir a las personas.  Los clientes reservan citas online y las interacciones cara a cara normalmente acaban en la realización de una prueba del VIH.

Mplus también otorga asistencia técnica a otros países.  Por ejemplo, ha respaldado a una organización en Laos con intervenciones online y ha ayudado a grupos comunitarios en Camboya para que desarrollen campañas de fomento del PrEP.

Desempeñaron un papel fundamental en la defensa nacional de la homologación de los trabajadores sanitarios comunitarios.  Todo el personal de Mplus está certificado por el Departamento de Control de Enfermedades tras completar un riguroso programa de estudio, evaluación y práctica.

El programa sigue mejorando.  Mplus está reforzando su oferta de apoyo a la salud mental y emocional, y también está trabajando para poder obtener la certificación que les permita ofrecer tratamientos contra el VIH y contra las infecciones de transmisión sexual (ITS).

En el pasado, el programa estaba financiado en mayor medida por el Plan de Emergencia del Presidente de Estados Unidos para el Alivio del Sida, a través de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional. Sin embargo, actualmente, la mitad de sus inversiones provienen de la Oficina Nacional de Seguridad Sanitaria de Tailandia.

“La financiación nacional es esencial para poder desarrollar nuestros sistemas”, indicó Patpeerapong. “Las organizaciones de base comunitaria deben ser capaces de acceder a esta financiación nacional para tratar más problemas, como el estigma y la discriminación”.

El hecho de otorgar poder a los servicios de salud dirigidos por grupos de población clave ha sido un factor determinante en la mejora de los resultados del programa del VIH en Tailandia.  Una de cada cinco personas que viven con el VIH en Tailandia fue identificada y derivada por un servicio de salud dirigido por grupos de población clave en el marco del plan nacional de financiación sanitaria. Cuatro de cada cinco personas que reciben el PrEP en el país son atendidas por organizaciones lideradas por la comunidad.  Estos servicios cumplen una función en la estrategia tailandesa de Llegar, Reclutar, Examinar, Tratar, Prevenir, Retener (RRTTR, por sus siglas en inglés).

“Tailandia se encuentra en una buena posición para liderar la necesidad de una respuesta sostenible dirigida por la comunidad como parte esencial de la infraestructura sanitaria”, dijo el Director de ONUSIDA de Tailandia, Patchara Benjarattanaporn. "Mediante la creación de un sistema que permita la divulgación sanitaria podemos enfrentarnos al reto del diagnóstico tardío y facilitar un mejor acceso a los servicios a los grupos de población clave".

Tailandia ha incluido los servicios del VIH en su cobertura sanitaria universal y ha aumentado sus inversiones en los servicios de salud dirigidos por comunidades y por grupos de población clave. Los miembros de la Junta Coordinadora del Programa de ONUSIDA (JCP) visitaron Mplus y otros servicios de salud dirigidos por la comunidad en vista de la 51ª reunión de la JCP en Chiang Mai (Tailandia).

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