Epidemiology

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Las nuevas infecciones por el VIH difieren en función del sexo y de la región

08 Junio 2020

En el África subsahariana, donde se producen el 61 % de todas las nuevas infecciones por el VIH, las mujeres son las más afectadas, desproporcionadamente, por el virus, y, por ejemplo, en el año 2018 solo ellas representaron el 54 % de todas las nuevas infecciones por el VIH. En concreto, las mujeres jóvenes de entre 15 y 24 años son las más golpeadas por el virus. Representan el 25 % de las nuevas infecciones por el VIH en la región, aunque suponen solo el 10 % de la población total.

Sin embargo, fuera del África subsahariana, la situación es muy diferente. Los hombres de entre 25 y 49 años representan casi la mitad de todas las nuevas infecciones por el VIH, a pesar de que representan solo el 18 % de la población total. 

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Grandes diferencias en la tasa incidencia-prevalencia por región

20 Abril 2020

Si bien hemos realizado un gran avance en lo referente a la tasa de incidencia-prevalencia mundial, la cual, aunque pasó del 11,2 % del año 2000 al 4,6 % en 2018, todavía no nos acerca al objetivo de acabar con el sida como amenaza para la salud pública en el año 2030, lo cierto es que el progreso es desigual entre las distintas regiones.

En Europa central y occidental y América del Norte, donde la cobertura del tratamiento es habitualmente elevada y un gran porcentaje de las personas en riesgo de contraer el VIH dispone de un conjunto integral de opciones para la prevención del virus, la tasa de incidencia-prevalencia se situaba en el 3,1 % en el año 2018. En otras regiones las cifras iban desde el 3,9 % en África oriental y meridional al 4,6 % del Caribe, el 5,4 % tanto en Latinoamérica y Asia como en el Pacífico, el 5,5 % en África central y occidental, el 8,0 % en Oriente Medio y África septentrional, y el 9,0 % en Europa del Este y Asia central.

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Baja la tasa de nuevas infecciones por el VIH en relación con el número de personas que viven con el VIH

14 Abril 2020

La reciente evolución de las nuevas infecciones por el VIH y de la mortalidad a causa del sida sólo muestra una parte de la historia de la respuesta al sida. ONUSIDA y sus asociados han desarrollado los parámetros de transición de la epidemia; medidas que los países pueden adoptar para orientar mejor sus avances hacia el fin del sida como amenaza para la salud pública.

Uno de estos parámetros, la tasa incidencia-prevalencia, emplea el número de nuevas infecciones por el VIH y de personas que viven con el VIH en una población. Un indicador de la transición de la epidemia del 3 %—tres infecciones por cien personas que viven con el VIH, al año— corresponde a una esperanza de vida media de 30 años después de la infección. Con esta esperanza de vida, la población total de personas que viven con el VIH caerá de manera gradual si el país se sitúa por debajo de ese 3 % de referencia. Dicho 3 % combina dos circunstancias deseables: la vida prolongada y sana de las personas que viven con el VIH y la reducción en el número de nuevas infecciones.

La tasa mundial de incidencia-prevalencia ha disminuido desde el 11,2 % en el año 2000 al 6,6 % en 2010 y al 4,6 % en 2018, lo que revela un gran progreso en la acción contra la epidemia del VIH. A pesar de esto, la humanidad no va en camino de poner fin a la epidemia de sida en tanto que amenaza para la salud pública para 2030.

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La verificación de datos sobre el VIH en el distrito de la capital nacional de Papua Nueva Guinea

06 Marzo 2020

Durante seis semanas, dos equipos cubrieron 12 clínicas de VIH en una misión de verificación de datos en Papua Nueva Guinea. ONUSIDA se unió al grupo de trabajo técnico de información estratégica en el distrito de la capital nacional, que incluye Puerto Moresby, para inspeccionar los informes de las clínicas y ver si encajan con los informes del Departamento Nacional de Salud.

«La evaluación de la calidad de los datos forma parte del plan de monitorización y evaluación del país para garantizar la calidad de los datos y para dar parte de la respuesta al sida», explica Zimmbodilion Mosende, asesor de información estratégica de ONUSIDA Papua Nueva Guinea.

Bajo la dirección de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), los dos equipos de 12 integrantes se dividieron en grupos más pequeños para encontrar el número de nuevas personas registradas como inscritas en la terapia antirretrovírica, de personas que no regresan a las clínicas y el porcentaje de personas que vuelve a reabastecerse.  Además, los grupos registraron información sobre, por ejemplo, la edad y el sexo de cada persona.

Los voluntarios de grupos de la sociedad civil, de ONGs internacionales, de asociados para el desarrollo y de delegaciones de enlace claves para el gobierno sumaban un total de casi 5000 personas en los registros.

Papua Nueva Guinea posee la incidencia y prevalencia de VIH más alta de la región del Pacífico. El país, de 8,4 millones de habitantes, cuenta con el 95% de los casos registrados de VIH de la región. Hay aproximadamente 45 000 personas que viven con el VIH en el país, de las cuales el 65 % recibe terapia antirretrovírica.

Los grupos intentaron averiguar si había discrepancias en los datos, y por qué. Albert Arija, especialista en monitorización y evaluación de USAID, describió las razones de las discrepancias, que van desde la falta de personal, lo que conlleva la reducción del tiempo disponible para llenar todos los registros, a los datos incorrectos en las entradas o a la malinterpretación de la información. Por el miedo al estigma y a la discriminación, algunos clientes no quieren dar información personal.

Otro dato clave que faltaba eran las fechas de nacimiento. «Muchas personas en Papua Nueva Guinea no pueden recordar su fecha de nacimiento exacta», afirma Arija.

El grupo de trabajo técnico aboga por el uso de formularios electrónicos y de registros a tiempo real. «Puesto que los formularios actuales de la terapia antirretrovírica son en papel, existen riesgos riesgos asociados a la calidad de parte de los datos potenciales, incluyendo los errores humanos de entrada y procesamiento de datos», afirma Mosende.

En general, la mayor parte de las clínicas gozan de un procesado de datos de buena calidad, según afirman los equipos de evaluación. Esperan simplificar el proceso completo para ampliar la verificación de datos a todo el país.

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Trazando leyes y políticas para el VIH

31 Julio 2019

ONUSIDA ha lanzado un nuevo sitio web que permite a las personas identificar leyes y políticas nacionales relacionadas con la respuesta al sida.

Al cubrir áreas tan diversas como la capacidad de un país para diagnosticar el VIH en bebés, la existencia de leyes que discriminen contra las personas transgénero y si se persigue a la gente por utilizar preservativos, el sitio web titulado Laws and Policies Analytics (análisis de leyes y políticas, en español) busca ofrecer una visión general de las leyes y las políticas relacionadas con la respuesta al VIH. También permite ver datos referentes a políticas junto a otros datos que hablan sobre la epidemia de VIH y la respuesta a ella.

«Debemos conocer mejor los entornos legales y políticos para orientar las respuestas a la epidemia de VIH de manera más efectiva. Esta nueva herramienta permite el acceso a datos con relación a leyes y políticas nacionales y, así mismo, permite el análisis conjunto de los datos referentes a la epidemia y a la respuesta. De esta forma, podemos estar mucho más informados para tomar decisiones», señaló Shannon Hader, directora ejecutiva adjunta del Programa.

Con la Declaración política de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida de 2016, los países se comprometieron a acelerar sus esfuerzos para aumentar significativamente la disponibilidad de datos de alta calidad en materia de VIH.  La información utilizada en el nuevo sitio web se venía proporcionando desde el año 2017 y, últimamente, en 2019, a través del Instrumento de observación de los Compromisos y las Políticas Nacionales (ICPN), como parte del mecanismo de Monitoreo global del sida a través del cual los países informan de sus progresos respecto de los compromisos que adquirieron en la Declaración política de 2016.

Los datos fueron proporcionados por las autoridades nacionales, las organizaciones de la sociedad civil y otros socios no gubernamentales implicados en la respuesta al sida. Los datos con relación a las leyes y políticas relacionadas con el VIH recopilados de documentos oficiales externos complementan los datos proporcionados por el país. ONUSIDA valida minuciosamente todos los datos incluidos referentes a políticas para garantizar su precisión. Los datos se actualizarán anualmente.

El sitio web alberga datos de 140 países. Los usuarios pueden buscar por país o por región en un mapa interactivo o pueden seleccionar un tema específico.

Al poner a disposición de todo el mundo los datos referentes a las políticas, ONUSIDA busca promover la transparencia y el mayor uso de datos con relación a políticas al analizar la epidemia de sida y la respuesta al VIH en todos los países del mundo.

Para acceder al sitio web Laws and Policies Analytics, visita lawsandpolicies.unaids.org (en inglés).

Laws and Policies Analytics website

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ONUSIDA exige tomar medidas urgentes contra la ralentización de las ganancias mundiales y los resultados dispares de los países para lograr los objetivos de VIH en 2020

Grandes avances en algunos países y fracasos preocupantes en otros, como la reducción de 1.000 millones de dólares en los recursos disponibles para el VIH

ESHOWE/GINEBRA, 16 de julio de 2019 — El ritmo del progreso en la reducción de nuevas infecciones por el VIH, la mejora del acceso al tratamiento y la eliminación de las muertes relacionadas con el sida se está ralentizando, según un nuevo informe publicado hoy por ONUSIDA. El Global AIDS Update de ONUSIDA, Communities at the centre, muestra una imagen mixta: algunos países han logrado avances impresionantes, mientras que otros están experimentando un aumento en las nuevas infecciones por el VIH y las muertes relacionadas con el sida.

“Necesitamos urgentemente un aumento del liderazgo político para poner fin al sida”, afirmó Gunilla Carlsson, Directora Ejecutiva interina de ONUSIDA. “Para ello, comenzaremos por invertir de forma adecuada e inteligente, prestando atención a aquellos elementos que determinan el éxito de algunos países. Es posible acabar con el sida si nos centramos en las personas en lugar de en la enfermedad, creamos planes de acción para las personas y lugares que se han dejado atrás y adoptamos un enfoque basado en los derechos humanos para llegar a aquellos más afectados por el VIH.”

El informe muestra que los grupos de población clave y las personas con las que mantienen relaciones sexuales representan más de la mitad (54 %) de las nuevas infecciones por el VIH a nivel mundial . En 2018, estos grupos de población clave (entre ellos, las personas que se inyectan droga, gays y otros hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, personas transgénero, trabajadores sexuales y presos) representaron un 95 % de las nuevas infecciones por el VIH en Europa Oriental, Asia Central, Oriente Medio y el Norte de África.

No obstante, el informe también revela que, en más de la mitad de los países estudiados, menos del 50 % de los grupos de población clave pudieron acceder a servicios combinados de prevención del VIH. Esto resalta la marginación a la que se ven expuestos dichos grupos, a los que se deja de lado en la respuesta al VIH.

En 2018, alrededor de 1,7 millones de personas contrajeron el VIH a nivel mundial, una caída del 16 % desde 2010 que está impulsada, sobre todo, por el progreso constante en la mayor parte de África Oriental y Meridional. Por ejemplo, Sudáfrica ha avanzado mucho, ya que ha reducido de forma significativa las nuevas infecciones por el VIH (más de un 40 %) y las muertes relacionadas con el sida (aproximadamente un 40 %) desde 2010.

Sin embargo, todavía queda mucho camino por recorrer en África Oriental y Meridional, la región más afectada por el VIH, y se ha producido un aumento preocupante de las nuevas infecciones por el VIH en Europa Oriental y Asia Central (29 %), el Oriente Medio y el Norte de África (10 %), así como en América Latina (7 %).

El informe fue presentado en un evento comunitario en Eshowe (Sudáfrica), de mano de la Sra. Carlsson y David Mabuza, Vicepresidente de Sudáfrica. Contiene estudios monográficos y testimonios que determinan cuáles son los programas comunitarios que acelerarían el ritmo de respuesta al VIH.

“Sudáfrica cuenta con un amplio historial de comunidades que han sido fundamentales en la respuesta al sida, por lo que resulta apropiado presentar el Global AIDS Update 2019 de ONUSIDA en este país, concretamente en Eshowe, en KwaZulu-Natal. Aquí existe un modelo de prestación de servicios basado en la comunidad, con el VIH como interés fundamental, que está mostrando resultados”, apuntó el Vicepresidente Mabuza.

Financiación

Aunque resulte desconcertante, el informe muestra que la brecha entre los recursos necesarios y su disponibilidad es cada vez mayor. Por primera vez, los recursos mundiales disponibles para responder al sida han caído de forma significativa, alrededor de 1.000 millones de dólares, ya que los donantes contribuyeron con menos dinero y las inversiones nacionales no aumentaron lo suficientemente rápido para compensar la inflación. En 2018, se disponía de 19.000 millones de dólares (en dólares constantes de 2016) para responder al sida, 7.200 millones por debajo de los 26.200 millones necesarios en 2020.

Para seguir avanzando en la erradicación del sida, ONUSIDA insta a todos los asociados a intensificar sus acciones e invertir en la respuesta a la enfermedad, por ejemplo, mediante la financiación total del Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria (con un mínimo de 14.000 millones de dólares durante su reposición en octubre) o mediante el aumento de la financiación nacional y bilateral para el VIH.

Tratamiento y objetivos 90-90-90

Se sigue avanzando en relación con los objetivos 90-90-90. En 2018, aproximadamente el 79 % de las personas que vivían con el VIH conocían su estado serológico con respecto al VIH, un 78 % de los que conocían dicho estado tenían acceso a tratamiento y un 86 % de las personas que vivían con el VIH que tenían acceso a tratamiento lograron suprimir la carga vírica, por lo que conservaron la vida y la salud y evitaron la transmisión.

Communities at the centre, a pesar de todo, muestra que los avances hacia los objetivos 90-90-90 varían mucho en función de la región o el país. Por ejemplo, en Europa Oriental y Asia Central, el 72 % de las personas que vivían con el VIH conocían su estado serológico con respecto al VIH en 2018, pero solo el 53 % de los que conocían dicho estado accedieron a tratamiento.

“Llevo 16 años en tratamiento, he suprimido la carga vírica y estoy sano”, afirmó Sthandwa Buthelezi, fundadora de Shine, una organización en Eshowe que combate el estigma y la discriminación en la comunidad. “No obstante, el estigma y la discriminación siguen estando generalizados, sobre todo en los entornos sanitarios. Como activista, animo a todo el mundo a hablar abiertamente sobre el VIH, también a los líderes de las comunidades, de forma que las personas puedan vivir positivamente y ser felices”.

Muertes relacionadas con el sida

Las muertes relacionadas con el sida siguen disminuyendo, pues el acceso al tratamiento sigue aumentando y se está avanzando en la mejora de la prestación de servicios relacionados con el VIH y la tuberculosis. Desde 2010, las muertes relacionadas con el sida han disminuido hasta 770.000 en 2018, lo cual representa un descenso del 33 %.

El progreso varía en función de la región. La disminución a nivel mundial de las muertes relacionadas con el sida se debe, en su mayoría, a los avances logrados en África Oriental y África Meridional. Sin embargo, en Europa Oriental y Asia Central, las muertes relacionadas con el sida han aumentado un 5 % desde 2010, mientras que en Oriente Medio y el Norte de África han alcanzado el 9 %.

Niños

A día de hoy, alrededor del 82 % de las mujeres embarazadas que viven con el VIH tienen acceso a medicamentos antirretrovíricos, un aumento de más del 90 % desde 2010. Esto ha dado lugar a una reducción del 41 % de las nuevas infecciones por el VIH entre los niños desde 2010, particularmente en Botswana (85 %), Rwanda (83 %), Malawi (76 %), Namibia (71 %), Zimbabwe (69 %) y Uganda (65 %). No obstante, lejos de alcanzar el objetivo mundial de reducir las nuevas infecciones por el VIH entre los niños a menos de 40.000 en 2018, se registraron cerca de 160.000 nuevas infecciones a nivel mundial.

Se deben tomar más medidas para facilitar el acceso al tratamiento entre los más pequeños. Se estima que, en 2018, 940.000 niños (de 0 a 14 años) que vivían con el VIH se sometieron a terapia antirretrovírica a escala mundial, lo que representa casi el doble de las personas registradas en 2010. No obstante, quedaba mucho para alcanzar el objetivo de 1,6 millones en 2018.

Mujeres y adolescentes

Aunque todavía existen grandes disparidades entre las mujeres y los hombres jóvenes, puesto que las mujeres jóvenes tienen un 60 % más de posibilidades de contraer la infección por el VIH que los hombres jóvenes de la misma edad, se ha logrado reducir el número de nuevas infecciones por el VIH entre ellas. A nivel mundial, las nuevas infecciones por el VIH entre las mujeres jóvenes (de 15 a 24 años) se redujeron en un 25 % entre 2010 y 2018, en comparación con una reducción del 10 % entre las mujeres mayores (de 25 años en adelante). No obstante, sigue siendo inaceptable que 6.200 niñas adolescentes y mujeres jóvenes contraigan la infección por el virus del VIH cada semana. Se deben ampliar los programas de derechos en materia de salud sexual y reproductiva para mujeres jóvenes, con objeto de llegar a lugares de mayor incidencia y maximizar el impacto.

Prevención del VIH

Communities at the centre muestra que la gama completa de opciones disponibles para evitar nuevas infecciones por el VIH no está logrando un impacto óptimo. Por ejemplo, en 2018, solo utilizaron la profilaxis previa a la exposición (PPrE), que son medicamentos para prevenir el VIH, alrededor de 300.000 personas, de las cuales 130.000 se encontraban en los Estados Unidos de América. En Kenya, uno de los primeros países de África Subsahariana en integrar la PPrE como un programa nacional en el sector público, alrededor de 30.000 personas tuvieron acceso a medicina preventiva en 2018.

El informe muestra que, aunque la reducción del daño es una solución evidente para las personas que se inyectan droga, el cambio ha sido lento. Las personas que se inyectan droga representaron el 41 % de las nuevas infecciones por el VIH en Europa Oriental y Asia Central, y el 27 % en Oriente Medio y África del Norte, dos regiones que carecen de programas adecuados de reducción del daño.

Sigue siendo muy difícil llegar a los hombres. La supresión vírica entre los hombres de 25 a 34 años que viven con el VIH es muy baja (menos del 40 % en algunos países con alta carga, según encuestas recientes), lo que contribuye al retraso en los avances para detener las nuevas infecciones por el VIH entre las personas con las que tienen relaciones.

El estigma y la discriminación

Se han logrado progresos contra el estigma y la discriminación relacionados con el VIH en muchos países, pero las actitudes discriminatorias hacia las personas que viven con el VIH siguen siendo extremadamente elevadas. Es urgente combatir los factores estructurales subyacentes de desigualdad y las barreras a la prevención y el tratamiento del VIH, especialmente en lo que respecta a las normas y leyes sociales perjudiciales, el estigma, la discriminación y la violencia por razón de género.

El derecho penal, la aplicación agresiva de la ley, el acoso y la violencia fomentan la marginación de los grupos de población clave del resto de la sociedad y les niegan el acceso a servicios básicos de salud y sociales. Las actitudes discriminatorias hacia las personas que viven con el VIH siguen siendo muy frecuentes en demasiados lugares. En 26 países, más de la mitad de los encuestados expresaron actitudes discriminatorias hacia las personas que viven con el VIH.

Comunidades

El informe pone de relieve el hecho de que las comunidades son fundamentales para poner fin al sida. En todos los sectores de respuesta al sida, el empoderamiento de las comunidades y la pertenencia a ellas han dado lugar a una mayor aceptación de los servicios de prevención y tratamiento del VIH, la reducción del estigma y la discriminación y la defensa de los derechos humanos. No obstante, la insuficiente financiación para las respuestas comunitarias y los entornos normativos negativos impiden que estos éxitos sean totales y generen el máximo impacto.

En KwaZulu-Natal (Sudáfrica), uno de cada cuatro adultos (con edades comprendidas entre los 15 y los 59 años) vivían con el VIH en 2016. A fin de avanzar en la respuesta a la enfermedad, Médicos sin Fronteras gestionó un enfoque comunitario para realizar pruebas del VIH que asocia a las personas con el tratamiento y las ayuda a seguirlo. En 2018, se alcanzaron los objetivos 90-90-90 en la ciudad de Eshowe, su entorno rural y Mbongolwane, anticipándose así a la fecha límite en 2020.

Otro estudio realizado en Sudáfrica y Zambia contó con la participación de cientos de proveedores de atención comunitaria relacionada con el VIH (CHIPS) durante cinco años para visitar hogares y ofrecer información sobre el VIH, pruebas del VIH y registro en la atención sanitaria. El estudio determinó que las zonas con comunidades de CHIPS registraban aproximadamente un 20 % menos de nuevas infecciones por el VIH cada año y que la proporción de personas que vivían con el VIH, conocían su estado serológico con respecto al VIH, se habían sometido a terapia antirretrovírica y habían suprimido el virus aumentó del 54 % a más del 70 %.

ONUSIDA anima a los países a cumplir con el compromiso asumido en la Declaración Política sobre el Sida de 2016 de las Naciones Unidas, de modo que la prestación de servicios liderada por la comunidad se amplíe hasta cubrir, como mínimo, el 30 % de toda la prestación de servicios en 2030. Se debe invertir adecuadamente para desarrollar la capacidad de las organizaciones de la sociedad civil, a fin de que puedan prestar servicios de prevención y tratamiento del VIH no discriminatorios, basados en los derechos humanos y centrados en las personas que viven en las comunidades más afectadas por el VIH.

En 2018, aproximadamente:

37,9 millones [32,7 millones - 44,0 millones] de personas vivieron con el VIH

23,3 millones [20,5 millones - 24,3 millones] de personas tuvieron acceso a terapia antirretrovírica

1,7 millones [1,4 millones - 2,3 millones] de personas contrajeron el VIH

770.000 [570.000 - 1,1 millones] personas murieron por enfermedades relacionadas con el sida

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Malawi pone en marcha una sala de control sanitario

12 Abril 2019

Malawi se ha convertido en el último país en poner en marcha una sala de control sanitario, una plataforma de software diseñada para ayudar al gobierno en la toma de decisiones informadas sobre políticas y programas relacionados con la salud, entre ellos los relativos al VIH.

Esta novedosa herramienta refuerza los sistemas nacionales de información mediante la visualización en tiempo real de la información procedente de múltiples bases de datos. Además, permitirá que los jefes y los directores mejoren los programas de salud para conseguir los objetivos 90–90–90, según los cuales el 90 % de las personas que viven con el VIH conocerá su estado serológico; el 90 % de las personas que conocen su estado tendrá acceso al tratamiento y el 90 % de las personas en tratamiento suprimirá la carga vírica para el año 2020.

Malawi está consiguiendo grandes avances en la respuesta al VIH. En 2017, el 90 % de las personas que viven con el VIH conocía su estado, el 71 % tuvo acceso al tratamiento y el 61 % suprimió la carga vírica. Alrededor de 1 millón de personas viven con el VIH en el país, pero las nuevas infecciones se han reducido en un 40 % desde el año 2010. Sin embargo, el número de infecciones entre las mujeres jóvenes y las adolescentes de entre 15 y 24 años sigue siendo elevado y representa más de una de cada cuatro nuevas infecciones cada año.

En el discurso de la presentación de la sala de control sanitario en la capital, Lilongüe, el Presidente de Malawi, Arthur Peter Mutharika, declaró que se trataba de una herramienta muy importante para seguir adelante.

«La sala de control sanitario demuestra el compromiso del gobierno en cuanto a la rendición de cuentas y a la transparencia», dijo Peter Mutharika. «Espero que la sala nos permita averiguar los puntos en los que debemos centrarnos para avanzar aún más en nuestro intento por mejorar la salud de la población».

El Director Ejecutivo de ONUSIDA, Michel Sidibé, afirmó que la iniciativa fortalecerá el sector sanitario del país.

«La sala de control sanitario supone un avance importante, ya que comparte datos en tiempo real para fomentar la comprensión de la epidemia de VIH del país y otros problemas sanitarios», alegó Michel Sidibé en la presentación. «Orientará la respuesta de Malawi y ayudará a los funcionarios a cerrar las brechas, lo que garantizará que nadie se queda al margen mientras el país se encamina a poner fin a la epidemia de sida para 2030».

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Una nueva recopilación de datos sobre el VIH está en proceso

26 Marzo 2019

Media hora antes de que empezara el seminario, la sala de reuniones ya estaba llena. Un murmullo de voces resonaba en la sala mientras los participantes echaban un último vistazo a los datos que serían usados en la siguiente fase del proceso. Era importante hacerlo bien, ya que los resultados del seminario acabarían afectando a la distribución de miles de millones de dólares estadounidenses destinados a inversiones en la respuesta al sida.

Más de 100 personas procedentes de 11 países de África oriental y meridional, con el apoyo de nueve organizaciones, se habían reunido en Johannesburgo (Sudáfrica) para analizar la evolución y el coste de la epidemia en sus respectivos países. El seminario de ONUSIDA fue uno de los 11 que se celebraron entre el 28 de enero y el 30 de marzo de 2019 a nivel mundial y en el que participaron 140 equipos nacionales formados por epidemiólogos, directores de programas del VIH, expertos en seguimiento y evaluación, entre otros.Durante estos días, los participantes conocieron las novedades respecto a los sistemas informáticos usados para calcular el número de personas que viven con el VIH, las nuevas infecciones y las muertes relacionadas con el sida.

Además, los equipos aportaron nuevas estimaciones sobre la epidemia en sus respectivos países desde 1970 hasta 2018 y procuraron ser más precisos con los datos de los últimos años. Los programas nacionales y las donaciones se hacen en función de los datos más recientes y exactos, que, luego, se usan para fijar objetivos, identificar los núcleos problemáticos, revisar los programas nacionales y establecer la trayectoria de la respuesta al sida.

Antes del seminario, todos los equipos nacionales recopilaron los datos de los programas y de vigilancia de los sistemas de información sanitarios. Durante la sesión, se introdujeron los datos en Spectrum, un programa informático subvencionado por ONUSIDA que compila y analiza los datos de la epidemia. El objetivo era generar las estimaciones nacionales del VIH.

Los países que pueden acceder fácilmente a la información hacen uso de esta, junto con las cifras acerca de la infraestructura vial, la densidad demográfica y otras variables, para calcular el numero de personas que viven con el VIH por distrito.Todo ello es de vital importancia para abordar la respuesta al sida con un enfoque local y demográfico. Las estimaciones de los distritos se desglosan por grupos de diferentes edades y sexo.

Los países subvencionados por los Estados Unidos de América importan sus estimaciones a una hoja de cálculos, conocida como Paquete de Datos, que se emplea para determinar el grado de financiación que recibe un país.

Lesoto es uno de los países que recibe subvenciones de los Estados Unidos de América destinadas a la respuesta al sida. Una de las personas encargadas de ayudar a los equipos nacionales durante la reunión fue John Stover, desarrollador principal de Spectrum, y que, además, posee una capacidad espectacular para explicar conceptos complejos y encontrar soluciones rigurosas incluso si faltan datos.

El equipo nacional de Lesoto afrontó con entusiasmo el desarrollo de un plan exhaustivo con el objetivo de conseguir más financiación, pero el aumento del número de niños infectados les preocupaba. John Stover colaboró con el equipo durante esa semana para guiarlos en cada uno de los supuestos y les explicó cómo el modelo emparejaba la información nacional disponible con los resultados de la última LEPHIA (Evaluación del impacto del VIH en la población de Lesoto) y, por último, les indicó la causa de los cambios en las estimaciones. Spectrum posee una nueva herramienta que muestra el origen de las nuevas infecciones infantiles y, a su vez, enseña cómo reforzar la prevención de la transmisión maternoinfantil con el fin de reducir el número de niños infectados en el futuro. Cuando el seminario acabó, el equipo estaba capacitado para explicarle a los legisladores nacionales y al resto del mundo las nuevas estimaciones, además de realizar propuestas para contraatacar las nuevas infecciones.

Más de 500 personas han aprendido a usar el programa Spectum en seminarios adicionales que se han llevado a cabo a diferentes países: Bangkok (Tailandia), Ciudad de Panamá (Panamá), Marrakesh (Marruecos), Dakar (Senegal), Estocolmo (Suecia) y Puerto de España (Trinidad y Tabago). Catorce organizaciones ofrecieron a sus moderadores para llevar a cabo los talleres.

ONUSIDA revisará los datos recopilados en los talleres a lo largo del próximo mes para hacer un control de calidad antes de que los ministros de Sanidad los firmen y se publiquen, tanto en aidsinfo.unaids.org como en su informe de mediados de 2019. 

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