200 delegados de 42 países se reunieron en Dublín (Irlanda) el 6 y el 7 de octubre para celebrar el IV Foro mundial de asociados sobre los niños afectados por el VIH y el sida.
Fotografía: ONUSIDA
Con el fin de evaluar los progresos realizados, establecer prioridades mundiales y adoptar compromisos con los niños afectados por el VIH, 200 delegados de 42 países, incluidos líderes de gobierno, de la sociedad civil y organismos de las Naciones Unidas, se reunieron en Dublín (Irlanda) el 6 y el 7 de octubre para celebrar el IV Foro mundial de asociados sobre los niños afectados por el VIH y el sida.
El Foro mundial de asociados se estableció en 2004 para avanzar en los compromisos mundiales con los niños afectados por el VIH, como se señalaba en la Declaración de compromiso en la lucha contra el VIH/SIDA de la Asamblea General y en Objetivos de Desarrollo del Milenio.
Los niños afectados por el VIH se definen actualmente , según UNICEF y ONUSIDA, como aquellos menores de 18 años que viven con el VIH o han perdido a uno o a ambos padres debido al sida, o aquellos cuya supervivencia, bienestar o desarrollo se ve amenazado o alterado por el VIH. Sin embargo, en países hiperendémicos, donde la prevalencia del VIH rebasa el 15%, la mayoría de los niños se ven afectados directa o indirectamente por el sida.
Según el último informe de ONUSIDA sobre la epidemia mundial de sida, el número de niños seropositivos ha ascendido de 1,6 millones en 2001 a 2 millones en 2007, un 90% de los cuales vive en África subsahariana, donde además cerca de 12 millones de niños han perdido a uno o a ambos padres por causa de la enfermedad.
El objetivo del IV Foro mundial de asociados, organizado por el gobierno de Irlanda, UNICEF y ONUSIDA, era renovar el compromiso de los asociados internacionales para impulsar la protección y la atención de los niños afectados por el VIH, informar de los progresos y resaltar las prácticas óptimas que han sido identificadas desde el III Foro mundial de asociados en 2006, así como para elaborar un comunicado adoptado por los participantes que definiera las prioridades para los próximos dos años.
La reunión fue inaugurada por el ministro de Desarrollo Internacional, Peter Power, T.D, mientras que el Primer Ministro, An Taoiseach Brian Cowen, dió un discurso de apertura. Entre los oradores también se encontraban la Primera Dama de Honduras, Xiomara Castro de Xelaya, y Annie Lennox, cantante y compositora comprometida con la lucha contra el VIH. La presencia y la contribución activa de niños de Europa occidental y oriental, Asia, África y América Latina, algunos de los cuales eran seropositivos y otros estaban afectados por el virus, marcó una diferencia entre esta reunión y otras del mismo tipo.
A pesar de los esfuerzos realizados para cuidar y proteger a los niños vulnerables, la exclusión, el estigma y la discriminación que sufren estos niños siguen siendo problemas comunes en la mayoría de los países.
Fotografía: ONUSIDA
La vulnerabilidad de los niños frente a la epidemia quedó recogida en un documento de síntesis que UNICEF presentó en el foro para promover la sensibilización y aportar información a los debates. Durante los debates se trataron otras cuestiones prioritarias, como la atención centrada en las familias, el fortalecimiento de las respuestas nacionales en favor de los niños más vulnerables, y los programas de calidad a nivel comunitario. Aunque las iniciativas mundiales para los niños afectados por el sida han mejorado considerablemente, también se reconoció que existen grandes limitaciones que impiden que algunos niños vean realizados sus derechos humanos.
Las conclusiones del documento de síntesis y de los debates, así como de las contribuciones de los niños, pusieron de manifiesto que a pesar de los esfuerzos realizados para cuidar y proteger a los niños vulnerables, la exclusión, el estigma y la discriminación que sufren estos niños siguen siendo problemas comunes en la mayoría de los países. El estigma ha sido identificado como una de las principales razones por las que los niños no van a al escuela, no reciben la atención necesaria o son olvidados de las respuestas programáticas.
Acudir a la escuela es esencial para desarrollar habilidades y adquirir conocimientos que permitan a los jóvenes realizarse económica y socialmente. Las escuelas tienen asimismo un efecto de protección, ya que pueden informar a los niños sobre el VIH y sobre cómo evitarlo. Sin embargo, el VIH presenta diversas limitaciones que impiden que los niños acudan a la escuela o que hacen que abandonen los estudios prematuramente. Por ejemplo, muchos niños se ven obligados a responsabilizarse del cuidado de sus hermanos o de otros miembros de la familia cuando la salud de sus padres es débil. La necesidad de conseguir alimentos o generar ingresos impide que estos niños acudan a la escuela y al mismo tiempo aumenta su vulnerabilidad ante el VIH. La vulnerabilidad de estos niños forma parte de un círculo vicioso: sus circunstancias les exponen a un alto riesgo de explotación y abuso; y por lo tanto al VIH.
Las escuelas tienen un efecto de protección, ya que pueden informar a los niños sobre el VIH y sobre cómo evitarlo. Fotografía: ONUSIDA
Los datos presentados en el IV Foro mundial de asociados mostraban que las familias cargan con los costes de los niños infectados, por lo que las familias que se enfrentan a la pobreza crónica, se ven limitadas para trabajar y sufren el impacto de la enfermedad y la muerte necesitan ayuda externa. Para abordar estos problemas, algunos países han comenzado a incrementar las transferencias de dinero en efectivo como parte de una iniciativa de protección social destinada a aliviar la pobreza y ampliar el acceso a los servicios esenciales. Esta protección social ha mostrado ser viable incluso en algunos países de recursos limitados altamente afectados por el VIH.
Aunque el principal modo de transmisión del VIH y la vulnerabilidad entre los niños difieren de unas regiones a otras, los problemas para responder al virus son comunes, como por ejemplo el miedo de los padres a realizar las pruebas del VIH, la falta de acceso al tratamiento para niños, y la carencia de apoyo social y psicológico.
Los mensajes de la reunión y los puntos de acción se resumieron en un comunicado que fue presentado, debatido y adoptado durante la reunión. Este comunicado reconoce que actualmente existen más información y datos y que también se conoce mejor la realidad sobre el terreno. En función de la información presentada, el comunicado subrayó cuatro puntos de acción prioritarios: el bienestar de los niños y los padres infectados por el VIH; el fortalecimiento de las familias y las comunidades como unidades de prevención, tratamiento, atención y apoyo; el aumento de la eficacia de los programas, servicios y recursos; y los derechos humanos de los niños vulnerables.
Los participantes se comprometieron a poner en marcha los puntos de acción del comunicado, evaluar su progreso y responsabilizarse de los niños afectados por el VIH. Por su parte, ONUSIDA se comprometió a trabajar con los gobiernos, la familia de las Naciones Unidas y la sociedad civil, para hacer que los niños y las familias se sitúen en el centro de la respuesta al VIH mediante iniciativas a nivel mundial, regional y nacional.