KEN

ONUSIDA celebra la sentencia del Tribunal Supremo de Kenia en un caso histórico sobre la esterilización forzada de las mujeres que viven con VIH

20 de diciembre de 2022

GINEBRA, 20 de diciembre de 2022—ONUSIDA aplaude la sentencia dictada por el Tribunal Supremo de Kenia con sede en Nairobi que reconoce que la esterilización forzada de las mujeres que viven con el VIH supone una vulneración de sus derechos humanos.

La sentencia pone fin a un caso iniciado en 2014 por una mujer keniana seropositiva que fue forzada por el personal de un centro de salud a someterse a un procedimiento de ligadura de trompas que le impidió tener hijos.  El Tribunal Supremo consideró que realizar esta operación sin su consentimiento constituía una vulneración de su derecho a la no discriminación, a la dignidad, a la salud y a la familia.   

“Esta decisión constituye un paso importante en la protección de la salud y de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres que viven con VIH”, dijo Winnie Byanyima, Directora ejecutiva de ONUSIDA. “ONUSIDA está preparada para colaborar con todos los gobiernos a fin de garantizar la eliminación de estas prácticas y el acceso por parte de las mujeres a los servicios de salud sin estigma ni discriminación”.

ONUSIDA participó en este caso con un escrito de amicus curiae (amigo del tribunal) que informaba al Tribunal Supremo de Kenia sobre las directrices sanitarias y las normas de derechos humanos que cada país debe seguir para respetar, proteger y garantizar los derechos humanos de las personas que viven con el VIH. Asimismo, advertía sobre el impacto que pueden tener estas prácticas forzadas en la respuesta al VIH. Las organizaciones Kenyan Legal and Ethical Issues Network on HIV/AIDS (KELIN) y African Gender and Media Initiatives Trust (GEM) también fueron partes demandantes en este proceso.

La discriminación y el estigma relacionado con el VIH tienen un impacto significativo en la salud, la vida y el bienestar de aquellas personas que viven con el VIH o que tienen riesgo de contraerlo.  El estigma y la discriminación obstaculizan la respuesta al VIH al limitar el acceso a servicios más amplios de salud sexual y reproductiva y a otros servicios de salud. ONUSIDA continúa trabajando día tras día para asegurarse de que los gobiernos invierten en prevenir y responder a las violaciones relacionadas con las formas de discriminación interseccional a las que se han visto sometidas las personas que viven con el VIH. 

En este caso, la demandante declaró: “El objetivo nunca fue el dinero. Quería luchar por la justicia para mí y para todas las mujeres que han vivido esta experiencia, y también quería asegurarme de que esto no le ocurre a otras mujeres seropositivas que necesitan acceder a servicios de salud reproductiva”.  

“Este caso ha tenido una trascendencia importante para la justicia reproductiva y para el movimiento feminista.  La esterilización forzada de las mujeres que viven con el VIH supone una violación de los derechos humanos más fundamentales de las mujeres y debilita las respuestas eficaces al VIH”, indicó la Directora nacional de ONUSIDA en Kenia, Medhin Tsehaiu.  “Solo a través de un enfoque basado en los derechos humanos lograremos poner fin a la epidemia de sida como amenaza para la salud pública”.

Este enfoque basado en derechos incluye el derecho a formar una familia y a tener hijos; el derecho a decidir el número de hijos y la frecuencia con que se tienen; el derecho a la autonomía reproductiva; y el derecho a acceder a servicios de calidad que respalden sus decisiones sobre la salud reproductiva, basadas en un consentimiento informado, seguro y voluntario. Estos son derechos humanos fundamentales que pertenecen a todas las mujeres, sin importar su estado serológico, y que se encuentran garantizados en convenios internacionales y regionales.

“Celebramos la decisión del tribunal y, aunque tardó mucho tiempo, nos alegramos de que éste considerara que los derechos de la clienta habían sido violados. En particular, nos alegramos de la declaración de discriminación por razón de sexo y por estado serológico.

La Estrategia Mundial contra el Sida 2021-2026: Acabar con las desigualdades, Acabar con el sida otorga un papel central a la promoción de los derechos humanos, de la igualdad de género y de la dignidad, libre de estigma y discriminación hacia las personas que viven con el VIH o que están afectadas por él.  Se trata de un compromiso de ONUSIDA a una visión ambiciosa para acabar con las desigualdades de género y hacer realidad los derechos humanos, incluido el derecho a la salud. Su objetivo es hacer un llamamiento a todos los socios y partes interesadas en la respuesta al VIH en todos los países para transformar las normas desiguales de género y acabar con el estigma y la discriminación.

ONUSIDA

El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA) lidera e inspira al mundo para hacer realidad su meta global de cero nuevas infecciones por el VIH, cero discriminación y cero muertes relacionadas con el sida. ONUSIDA aúna los esfuerzos de 11 organizaciones de las Naciones Unidas (ACNUR, UNICEF, PMA, PNUD, UNFPA, UNODC, ONU Mujeres, OIT, UNESCO, OMS y Banco Mundial) y trabaja en estrecha colaboración con asociados mundiales y nacionales para poner fin a la epidemia de sida para el 2030 como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Obtenga más información en unaids.org y conecte con nosotros a través de Facebook, Twitter, Instagram y YouTube.

Contacto

NUESTRA ACCIÓN

Derechos humanos

Related reading: We’ve got the power — Women, adolescent girls and the HIV response

Related: UNAIDS welcomes Chile’s public apology in landmark case of involuntary sterilization of women living with HIV ( 27 May 2022)

Discurso de la Directora Ejecutiva de ONUSIDA Winnie Byanyima durante la presentación del informe del Día Mundial del Sida

26 de noviembre de 2019

INTRODUCCIÓN

James Nyoro, secretario de gabinete y gobernador en funciones, compañeros del sistema de las Naciones Unidas. ¡Hola! ¡Jambo!

Voluntarios de la comunidad que dedicáis vuestro tiempo a la atención sanitaria, sois mis héroes. Me siento muy feliz por estar hoy aquí, en el condado de Kiambu, en Kenia.

Y estoy muy agradecida por la gran y sincera acogida que vuestra comunidad ha dado a la publicación del informe de ONUSIDA, Power to the people.

Gracias, miles de gracias, jóvenes. Sobre todo a esa persona joven con discapacidad que acaba de hablarnos y que nos ha recordado que todas las personas que viven con el VIH no son iguales. Todas y cada una de ellas es diferente, y hemos de llegar a todas, sin excepción. Lo tendremos muy presente. Actuaremos en consecuencia.

Quiero, asimismo, expresar mis condolencias y transmitir mi solidaridad a todas las personas de Pokot Occidental por las trágicas pérdidas de vidas y propiedades de las que han sido víctimas debido a las lluvias torrenciales y los desprendimientos de tierras. Vuestro dolor es el nuestro.

Lanzamiento del informe Power to the people

Estoy aquí porque África es el continente más afectado por la epidemia del VIH.

Más de 25 millones de personas viven con el VIH en el África subsahariana, una cifra que representa más de dos terceras partes del total de todo el mundo, que está en 37,9 millones de personas que viven con el virus.

Estoy también aquí porque muchos países africanos están liderando la estrategia para poner fin al sida. Somos héroes, luchamos contra la epidemia.

En Kenia, las muertes relacionadas con el sida se han reducido en más del 50 % desde 2010, y las nuevas infecciones por el VIH también han descendido en torno a un 30 %. Eso es un logro. Un gran logro. Un logro gigante. Hemos conseguido un gran progreso en poco tiempo.

Hoy puedo anunciaros que 24,5 millones de personas que viven con el VIH en todo el mundo ya tienen acceso a un tratamiento que va a salvarles la vida. Tenemos grandes noticias y hemos sido testigos de un gran progreso.

Unámonos a la maratón para erradicar el sida

Es un día muy especial para mí.

Estoy presentando mi primer informe de ONUSIDA.

Con este nuevo informe, no pretendo sino rendir un homenaje a todas las familias y las comunidades devastadas por el sida, y también a los grupos y las comunidades de mujeres que han movilizado y transformado la respuesta al sida. Os felicito. Mi más sincera enhorabuena. Os debemos muchísimo.

En mi país, las mujeres se reúnen en los pueblos, compran cazuelas y mantas, se cuidan las unas a las otras, entierran a los muertos y no permiten que nadie sufra en soledad. Fueron las mujeres de nuestras comunidades las que consiguieron todo eso.

Hoy muestro mi compromiso con ONUSIDA, para dar con ella grandes pasos en una nueva dirección.

Lucharemos contra la desigualdad y la pobreza.

El primer paso ha de ser ocuparnos de la desigualdad y de las injusticias que alimentan la epidemia del VIH.

El sida hiere a las personas que viven en la pobreza. Supone un problema para todos, pero, en el caso de las personas sin recursos, es un gran problema. Con mayúsculas.

Tenemos que acabar con la desigualdad. No hay derecho a que haya gente que pueda seguir un tratamiento y vivir muchos años, mientras que otros ni tan siquiera disponen de atención sanitaria y su destino inmediato es la muerte.

Tenemos que enfrentarnos a la desigualdad, debemos sacar a todo el mundo de la pobreza.

Necesitamos proveer a la gente de más servicios: educación, salud y protección social. Solo así acabaremos con el sida.

La clave está en la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres.

Si queremos decir adiós al sida, debemos fomentar los derechos de las mujeres. Por ello, nuestro segundo gran paso debe ir dirigido a abordar la desigualdad de género.

A pesar de los logros alcanzados en materia de prevención y tratamiento, el VIH sigue siendo la principal causa de muerte en todo el mundo de las mujeres en edades comprendidas entre los 15 y los 49 años.

Cada semana aproximadamente 6000 chicas jóvenes de entre 15 y 24 años se infectan por el VIH.

En toda la región del África subsahariana, las mujeres jóvenes y las chicas se enfrentan a tasas de VIH mucho más elevadas que los hombres y los chicos.

Las mujeres jóvenes del África subsahariana de entre 15 y 24 años tienen el doble de probabilidades de vivir con el VIH que los hombres de la misma edad.

Son cifras que nos avergüenzan a todos.

Estamos ante una injusticia de género cuyas repercusiones son trágicas. ¿Por qué las mujeres jóvenes son más vulnerables?

Si vamos a cumplir nuestras promesas, tenemos que acabar con las desigualdades de poder entre hombres y mujeres que solo llevan al riesgo y la vulnerabilidad por el VIH.

Hemos de defender la igualdad de género y capacitar a las mujeres jóvenes y a las chicas para transformar nuestras sociedades.

En todo el mundo, una de cada tres mujeres sufrirá algún tipo de violencia física o sexual a lo largo de su vida.

En muchísimas de nuestras comunidades, la primera experiencia sexual de una mujer es forzada y violenta. Eso es una realidad.

Ayer lanzamos 16 días de activismo contra la violencia de género. Cada día deberíamos comprometernos a conseguir la igualdad para las mujeres y las chicas, pues será así como acabaremos con su vulnerabilidad a la violencia.

Aquí en Kenia me preocupan muchísimo las tasas de feminicidio.

No hay una semana en la que no veamos en los medios de comunicación la noticia de que una mujer, casi siempre joven, ha sido asesinada por su pareja.

Alcemos la voz por esas mujeres, reclamemos justicia y peleemos por acabar con la impunidad. El mundo ha de ser un lugar seguro para todos.

ONUSIDA prestará más atención para luchar contra estas leyes, tradiciones, culturas y prácticas que permiten y perpetúan la violencia de género. El cuerpo de una mujer es su cuerpo. Solo suyo.

Tenemos el deber prioritario de garantizar que todas las mujeres y las chicas, de todas las edades, tengan despejado el acceso a los servicios de salud sexual y reproductiva.

Es inaceptable que millones de mujeres aún no tengan acceso a anticonceptivos, porque todos nosotros sabemos que su derecho a los métodos anticonceptivos es una parte esencial de su capacitación en todos los aspectos de la vida.

Estamos cometiendo una injusticia contra millones de jóvenes que todavía no pueden acceder a los servicios sanitarios básicos que precisan: preservativos gratuitos, pruebas del VIH sin consentimiento paterno y profilaxis previa a la exposición.

El velar por la escolarización de las chicas y su permanencia en los colegios reduce el riesgo del VIH. Tenemos que asegurarnos de que toda la gente joven siga en las escuelas, y que las escuelas ofrezcan una educación integral sobre sexualidad. Han de conocer su cuerpo, su salud.

ONUSIDA, junto con sus copatrocinadores (el Fondo de Población de las Naciones Unidas, la Entidad de las Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia), dará un paso al frente por las mujeres y las chicas, sobre todo en África.

Derechos humanos

El tercer paso que pido que demos tiene que ver con los derechos humanos.

En muchos lugares no se reconocen los derechos humanos y ciudadanos de las mujeres y las chicas, de los gais y otros hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, de las personas transgénero, de los trabajadores sexuales, de las personas que consumen drogas y de las que están en prisión.

Es indudable que hemos de garantizar que todas estas personas puedan tener acceso a los servicios del VIH, pues así acabaremos con la enfermedad. Debemos tratarlas como ciudadanos con los mismos derechos, por lo que tendrán que disfrutar de su derecho a la atención sanitaria y a los servicios que las protegen del sida, a ellas y a sus parejas.

Un tercio de los grupos de población clave desconoce su estado serológico.

En muchos países todavía a día de hoy nos topamos con leyes que criminalizan a los grupos de población clave o discriminan a las personas que viven con el VIH. Por este motivo, es gente que se oculta y se esconde y, en consecuencia, que no ejerce su derecho a la salud.

Las ofensivas, las restricciones y las campañas contra las personas gais, bisexuales y transgénero, y los grupos intersexuales son, sencillamente, inaceptables.

La gente joven es juzgada y castigada por ser quien es y amar a quien ama.

No seremos capaces de acabar con el VIH si no garantizamos el respeto a los derechos humanos de todas las personas, especialmente de los grupos de población clave.

Financiación y recursos

A pesar del progreso alcanzado en los últimos años, todavía no tenemos a nuestro alcance los recursos suficientes para acabar con la epidemia de sida. Los países pobres están librando una auténtica batalla para pagar lo que necesitan: salud, educación, carreteras, agua y servicios sanitarios.

La salud ha de encabezar nuestra lista de prioridades. Sin personas sanas, nunca alcanzaremos el progreso.

Dos terceras partes de los países africanos todavía cobran tasas por acceder a la atención sanitaria, y millones de personas se encuentran a tan solo una enfermedad de caer en la más absoluta pobreza.

A pesar de que todos los países se comprometieron a hacer realidad la cobertura sanitaria universal, el porcentaje de personas que están pagando de su propio bolsillo la atención sanitaria no ha hecho más que aumentar en los últimos cinco años. La salud no puede ser en ningún caso un privilegio de los ricos. Ha de ser un derecho para todos.

La deuda pública ha subido por encima del 50 % del producto interior bruto en la mitad de los países del África subsahariana. Inmersos en una situación económica tan complicada, los Gobiernos han de hallar la manera de obtener una financiación sostenible a largo plazo para su respuesta al sida. Queremos trabajar con los Gobiernos para ver con ellos cómo crear ese ámbito fiscal y cómo gestionar las prioridades dentro de sus reducidísimos presupuestos como consecuencia del pago de la deuda.

Durante la última reposición del Fondo mundial de lucha contra el sida, la tuberculosis y la malaria, los países y las fundaciones aportaron una cantidad histórica para avanzar en la respuesta al sida. No obstante, hemos de seguir trabajando para garantizar que cada dólar, cada euro y cada chelín se empleen de manera efectiva.

En muchos países de medianos ingresos, los Gobiernos aún están pagando miles de dólares de más por medicinas de igual calidad que están a disposición de los países de bajos ingresos a cambio de unos cuantos centavos. Es inaceptable. Nos esforzaremos para conseguir bajar los precios.

El acceso universal a una atención sanitaria de calidad no es un lujo. Es un derecho de todos los seres humanos.

Conclusión

No infravaloro los retos que tenemos por delante, pero siento mucha emoción por todo lo que podemos conseguir para la gente. Estamos sobre los hombros de personas que luchan, ¿cómo vamos a dejarlo aquí?

Lo que he tratado de haceros llegar hoy son algunos de los cambios más urgentes que hemos de empezar a llevar a cabo ya.

Cambios en cuanto a lo que pensamos que es posible.

La atención sanitaria para todas y cada una de las personas no es imposible.

Cambios en cuanto a la rapidez con que actuamos.

Cambios en cuanto a nuestra labor y compromiso con ONUSIDA. Nosotros también hemos de mirarnos en un espejo.

Pero, lo más importante de todo, no tengamos ni una sola duda de que podremos derribar al sida.

He perdido seres queridos.

Ahora podemos adentrarnos en un futuro en el que haya salud para todos.

Secretario de gabinete y activistas aquí reunidos hoy, les deseo todo lo mejor en este camino, ONUSIDA está con todos ustedes.

ONUSIDA lamenta profundamente la decisión del Tribunal Supremo de Kenia de mantener leyes que criminalizan y discriminan a las personas LGBTI

24 de mayo de 2019

 

GINEBRA, 24 de mayo de 2019   ONUSIDA lamenta la decisión del Tribunal Supremo de Kenia de mantener disposiciones clave de las secciones 162 y 165 del Código Penal del país. Dichas disposiciones penalizan determinadas actos sexuales privados y fomentan la discriminación y la violencia contra las personas las personas lesbianas, gais, bisexuales y transgénero (LGBT) de Kenia.

“Con el fallo de hoy, Kenia pierde una oportunidad de defender los derechos humanos y restablecer la intimidad, el respeto y la dignidad a la comunidad de lesbianas, gais, bisexuales y transgénero (LGBT)”, afirmaba Gunilla Carlsson, directora ejecutiva provisional de ONUSIDA. “Comparto la profunda decepción y la frustración que sienten las personas LGBTI de Kenia, y quiero asegurarles que ONUSIDA seguirá defendiendo que haya justicia e igualdad para todos”.

ONUSIDA ha estado cooperando con la Comisión Nacional por los Derechos Humanos de Gais y Lesbianas (NGLHRC), otros grupos LGTB, organizaciones de la sociedad civil y otros colaboradores para promover un entorno jurídico más propicio en el país.

Hay indicios de que la sentencia será recurrida.

La criminalización de las relaciones sexuales consentidas entre personas del mismo sexo es una violación de los derechos humanos y legitima el estigma, los prejuicios y la violencia contra las personas LGBT. Impide a las personas acceder y usar los servicios de prevención, pruebas y tratamiento del VIH, y aumenta el riesgo de que lo contraigan.

“No despenalizar las relaciones sexuales consentidas entre personas del mismo sexo minará el objetivo de Kenia de lograr la cobertura sanitaria universal”, explicaba la Sra. Carlsson.

En términos generales, el riesgo de infección por el VIH es 28 veces mayor entre los hombres gais y otros hombres que tienen relaciones sexuales con hombres que entre la población general, y 13 veces mayor para las mujeres transgénero. Los entornos legales y políticos represivos y la carencia de servicios adaptados para las poblaciones clave incrementan su vulnerabilidad ante el VIH. ONUSIDA insta a los países a garantizar que los derechos humanos de todas las personas, independientemente de su orientación sexual, se respeten plenamente mediante la derogación de las leyes que prohíben las relaciones sexuales consentidas, privadas y entre adultos, promulgando leyes que los protejan de la violencia y la discriminación, abordando la homofobia y la transfobia y garantizando la disponibilidad de servicios sanitarios fundamentales.

“En lo tocante a las relaciones entre personas del mismo sexo, el mundo entero debe encaminarse hacia un enfoque más humano, compasivo y basado en los derechos humanos. Esta decisión refuerza leyes injustas que criminalizan las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo y obstaculiza el acceso de las personas a servicios esenciales, como el de la asistencia sanitaria”, manifestaba la Sra. Carlsson.

ONUSIDA

El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA) lidera e inspira al mundo para hacer realidad su meta global de cero nuevas infecciones por el VIH, cero discriminación y cero muertes relacionadas con el sida. ONUSIDA aúna los esfuerzos de 11 organizaciones de las Naciones Unidas (ACNUR, UNICEF, PMA, PNUD, UNFPA, UNODC, ONU Mujeres, OIT, UNESCO, OMS y Banco Mundial) y trabaja en estrecha colaboración con asociados mundiales y nacionales para poner fin a la epidemia de sida para el 2030 como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Obtenga más información en unaids.org y conecte con nosotros a través de Facebook, Twitter, Instagram y YouTube.

La primera dama de Kenia visita ONUSIDA para destacar la labor de la iniciativa Beyond Zero

22 de mayo de 2019

El 21 de mayo, Margaret Kenyatta, primera dama de Kenia, visitó la sede de ONUSIDA en Ginebra (Suiza) para hablar sobre la iniciativa Beyond Zero, cuyo objetivo es mejorar la salud maternoinfantil y reducir los efectos del VIH en el país. Durante su visita, la Sra. Kenyatta se reunió con Gunilla Carlsson, directora ejecutiva provisional de ONUSIDA, y se dirigió al personal en una reunión abierta. 

Desde su lanzamiento en 2014, la iniciativa Beyond Zero ha transformado las vidas de miles de mujeres y niños a lo largo de toda Kenia mediante la movilización de recursos y el establecimiento de nuevas alianzas para mejorar los resultados sanitarios, y con un especial énfasis en la reducción de la mortalidad maternoinfantil y la prevención de las nuevas infecciones por el VIH.

Beyond Zero ha puesto en marcha más de 50 clínicas móviles para todos los condados de Kenia. Gracias a ellas, se ha mejorado el acceso y la eficacia de los servicios sanitarios. La iniciativa también ha contribuido significativamente en los avances de la respuesta al sida del país, y las nuevas infecciones por el VIH se han reducido de 13 000 en 2013 a 8000 en 2017.

En 2018 se inició Beyond Zero Medical Safari, que se concentra es proporcionar servicios de atención sanitaria y quirúrgicos, como operaciones de fístula, a los kenianos de las zonas más remotas del país de forma gratuita. También hay un sólido compromiso con el incremento de la inclusión social de los niños que viven con discapacidades y con interactuar con los adolescentes para reducir el riesgo de infección por el VIH.

La Sra. Kenyatta le trasladó al personal de ONUSIDA que la respuesta al VIH debe continuarse con energías renovadas.

“Todavía no podemos abandonar el campo de batalla”, afirmó. “Tenemos que refirmar nuestro compromiso con poner fin al sida para 2030 para que en los años venideros, cuando se hable del sida como de una cosa del pasado, podamos recordar el papel que nosotros mismos desempeñamos, fuera grande o pequeño”.

La Sra. Carlsson agradeció a la Sra. Kenyatta su apoyo constante a la respuesta al VIH.

“La Primera Dama es una increíble valedora de la salud maternoinfantil. Es una firme defensora de aspectos que nos tocan de cerca el corazón. La iniciativa Beyond Zero está transformando las vidas de mujeres y niños por toda Kenia”.

En su visita a ONUSIDA, la Sra. Kenyatta estuvo acompañada por Sicily Kariuki, secretaria del Gabinete para la Salud de Kenia; Nduku Kilonzo, presidenta del Consejo Nacional de Control del Sida; y Cleopa Mailu, embajador de Kenia para las Naciones Unidas en Ginebra.

Instituciones nacionales de África del Sur para los derechos humanos subrayan la importancia del derecho a la salud

19 de septiembre de 2018

Para alcanzar los objetivos sanitarios y en relación al VIH en el continente africano, es necesario proteger, fomentar y respetar los derechos humanos y garantizar el acceso a los servicios de prevención, tratamiento, asistencia y apoyo relativos al VIH. Esta fue la tesis principal del llamamiento a la acción durante la reciente consulta regional a las instituciones nacionales para los derechos humanos y los parlamentarios que se celebró en Nairobi (Kenia).

“Esta conferencia resulta de lo más oportuna para África, ya que brinda una oportunidad para reflexionar sobre la mejor manera en que las instituciones nacionales para los derechos humanos pueden trabajar junto con los parlamentos para promover el derecho a la salud a través del establecimiento de colaboraciones sólidas”, apuntaba Enid Muthoni, directora nacional de Kenia de la Organización Internacional de Derecho para el Desarrollo.

Las instituciones nacionales para los derechos humanos desempeñan un papel fundamental en la promoción y protección de los derechos humanos relacionados con el VIH, entre los que se incluye el derecho a la salud, y en garantizar que se aborden de forma eficaz a nivel tanto local como nacional. Constituyen un valioso puente entre el gobierno, la sociedad civil y otras partes interesadas, y contribuyen a empoderar a los responsables para que puedan responder ante las violaciones del derecho a la salud, y a los titulares de los derechos para que puedan verlos satisfechos.

“Los derechos humanos y la salud son inherentes a todas las personas. Las instituciones nacionales para los derechos humanos, los parlamentos, la sociedad civil y toda persona a nivel individual juegan un papel en el fomento del derecho a la salud”, afirmó Madeleine Nirere, presidenta de la Red de Instituciones Nacionales Africanas de Derechos Humanos.

Resulta especialmente importante animar aquellos que quedan excluidos en la respuesta al sida, incluyendo a las poblaciones clave (como gais, hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, trabajadores sexuales, personas transgénero y personas que se inyectan drogas), a reclamar su derecho a no ser discriminados, a los servicios de prevención y tratamiento del VIH, a la información y la educación y a no sufrir coerción ni agresión sexual alguna.

“Si no tienes salud, no tienes nada. Todo el mundo debería disfrutar del derecho a la salud”, mencionaba Miriam Were, expresidenta del Consejo Nacional de Control del Sida y defensora de la iniciativa que persigue una generación libre de sida.

El llamamiento a la acción de la consulta se centró en una amplia gama de cuestiones relacionadas con los derechos humanos, como la promoción de la colaboración entre entidades públicas y privadas y la adopción de políticas y medidas para acabar con el estigma y la discriminación en los entornos sanitarios y en otros entornos institucionales, como los centros educativos o el lugar de trabajo. Los participantes también demandaron la eliminación de las leyes, políticas y prácticas punitivas que dificultan el acceso a los servicios sanitarios y del VIH, y solicitaron a los países que ratifiquen e implanten a nivel nacional los numerosos mecanismos para la defensa de los derechos humanos que ya existen en África.

“Este llamamiento permitirá a las instituciones nacionales para los derechos humanos y a los parlamentarios manifestar su firme determinación de ayudar a alcanzar los objetivos sanitarios y en relación al VIH y de poner en marcha las resoluciones y mecanismos disponibles”, explicó Jantine Jacobi, directora nacional de ONUSIDA en Kenia.

Related resources

Right to health report

Hablar abiertamente sobre sexo y VIH

17 de julio de 2017

La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible amplía lo que se ha estado haciendo en la respuesta al sida a lo largo de 30 años, un enfoque multisectorial, basado en los derechos y centrado en las personas, que aborda los factores determinantes para la salud y el bienestar. Las historias personales de esta serie ponen de relieve las conexiones entre el VIH y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) relacionados, y cada una se narra desde la perspectiva personal de los afectados por el VIH. La serie ofrece una imagen de cómo se relaciona el VIH y los ODS, y cómo estos son interdependientes entre sí. Lo más importante es que estas historias nos muestran los avances que hemos logrado en la respuesta al sida y lo lejos que hemos llegado en los ODS.  

Hace 18 años, cuando tenía 19, Florence Anam se quedó embarazada. Era una simple adolescente que se había dejado halagar por las atenciones de las que le colmaba un hombre mayor. Buena estudiante y a punto de empezar en la universidad, sus padres le dijeron que les había decepcionado, pero nunca volvieron a sacar el tema.

“Cuando me quedé embarazada nunca me preguntaron cómo había llegado a esa situación ni quién era el responsable”, afirma Florence. “El sexo era un tema tabú, no algo sobre lo que los padres hablaran con sus hijos”.

Florence no supo que era seropositiva hasta 2006. Durante una campaña nacional de prevención del VIH en Kenia, ella y cuatro amigas fueron a hacerse las pruebas. Cuando las pruebas del VIH confirmaron que era seropositiva, se quedó conmocionada.

Un año después la realidad golpeó a Florence cuando la despidieron del trabajo por su estado serológico. “Por aquel entonces no había redes juveniles para el VIH ni mucha información disponible, así que me puse en contacto con una mujer que había salido en el periódico y la abordé para preguntarle 'Por qué no se me permite ser productiva si todavía no estoy enferma?'”, relata Anam.

Aquella mujer, Asunta Wagura, resultó ser la directora de la Red de Mujeres con Sida de Kenia. Wagura le pidió que fuera a ver la organización, y así fue como Anam comenzó a trabajar como voluntaria. Cuenta que esa experiencia le abrió los ojos a la cruda realidad. Escuchó las historias de otras mujeres, muchas de las cuales vivían en condiciones de pobreza y sufriendo la violencia. “Me sumergí de lleno en este mundo que, como niña sobreprotegida, ni siquiera había imaginado que existiera y, de repente, todos mis problemas me parecieron insignificantes, y supe que tenía que hacer partícipes a otros de lo que estaba viendo cada día”.

También adoptó una postura más franca sobre el VIH y consiguió atraer mucha atención hacia sí misma y hacia su estado.
“No aguantaba más que la gente me impusiera sus opiniones sobre mi vida, echaba de menos a la niña que solía ser y necesitaba desesperadamente salir de aquel agujero”, afirma.

Una parte de las labores de concienciación y difusión de Florence en la Comunidad Internacional de Mujeres Seropositivas consiste en reuniones de orientación mensuales con niñas y mujeres que viven con el VIH. “Quiero que tengan presente cómo puede ser su vida dentro de 20 años”, explica.

Florence considera que lleva una vida plena. Su hijo de 17 años y su hija de 11, ambos adoptados, le reprochan que saque temas como el sexo y otras cosas “incómodas” a la hora de cenar.
“Soy como la madre rarita que habla de sexo y comportamiento sexual responsable en los sitios más descabellados”, menciona Anam. “No paro de repetirles que las decisiones que tomen hoy, por inmaduros que sean, tendrán un impacto a largo plazo”.

 


 

SDG9.jpg

ODS 5: conseguir la igualdad de género y empoderar a todas las mujeres y las niñas

La desigualdad de género, la discriminación y las prácticas nocivas crean un entorno cultural que perjudica a las mujeres, las niñas, los hombres y los niños. Las niñas y las mujeres son mucho más vulnerables, y la infección por el VIH las afecta desproporcionadamente. A menudo, carecen de la capacidad de controlar o decidir sobre los aspectos determinantes de sus propias vidas, como sobre sus estudios, con quién casarse o con quién mantener relaciones sexuales, a qué servicios sanitarios acceder, sus posibilidades laborales o su capacidad de expresar una opinión y de ser respetadas.

Los programas diseñados para educar e informar a las niñas y las mujeres sobre los riesgos del VIH y para proporcionarles algunos medios para protegerse son elementos esenciales de la respuesta al sida. Y, pese a que son muy necesarios, siguen siendo insuficientes. El acceso a una educación integral sobre sexualidad y a unos servicios de salud sexual y reproductiva solo puede cosechar éxitos parciales en la protección ante el VIH de las niñas y las jóvenes si sus posibles compañeros siguen ignorando o sin querer cambiar su comportamiento. Aumentar la concienciación de hombres y niños sobre los riesgos del VIH, proporcionarles los medios para la prevención y capacitarles para que cambien su comportamiento y vean los beneficios de una relación equilibrada y respetuosa es fundamental para reducir el número de nuevas infecciones por el VIH y para aumentar la igualdad de género.

Como muchas jóvenes, Florence creció sin una educación integral sobre sexualidad ni acceso a servicios de salud sexual y reproductiva. Ha dedicado su vida a expandir los servicios sanitarios y para el VIH adaptados para los jóvenes y a orientar a las jóvenes que viven con el VIH dándoles esperanzas de futuro. La historia de Florence plasma lo importante que es avanzar en el ODS 5 (conseguir la igualdad de género y empoderar a todas las mujeres y las niñas) para posibilitar que los jóvenes tomen decisiones fundadas en relación a su protección ante la infección por el VIH.

The Sustainable Development Goals and the HIV response: Stories of putting people at the centre

SDGsandHIV_en.pdf.png

Naomi Watts visita la Nyumbani Children’s Home para saber más acerca del tratamiento del VIH pediátrico

12 de julio de 2017

El 11 de julio Naomi Watts, embajadora de buena voluntad de ONUSIDA, visitó la Nyumbani Children’s Home en Kenia para saber más acerca del programa de prevención de la transmisión maternoinfantil del VIH y del trabajo que se lleva a cabo en la casa de acogida para dar asistencia a los niños que viven con el VIH.

En el transcurso de solo unos pocos años, y fruto de una colaboración sólida entre los líderes políticos, los responsables de ejecución de los programas y la comunidad, las nuevas infecciones por el VIH entre los niños de 0 a 14 años de edad en Kenia han descendido de las 12 000 en 2013 a 6600 en 2015. En junio, bajo la dirección de la primera dama, Margaret Kenyatta, Kenia presentó su nueva estrategia para agilizar los esfuerzos del país en pro de la eliminación de la transmisión maternoinfantil del VIH y la sífilis para 2021. La estrategia propugna la eliminación del estigma y de la discriminación y la creación de un entorno en el que se empodere a las mujeres que viven con el VIH.

La Nyumbani Children’s Home abrió en 1992 y en la actualidad acoge a 124 niños que viven con el VIH. La casa de acogida proporciona asistencia nutricional, médica, psicosocial y espiritual a los niños y a la comunidad circundante, y procura un entorno en Nairobi en el que los niños abandonados que viven con el VIH pueden estar seguros. Además, la organización tiene un programa comunitario para apoyar a los más de 3100 niños que viven con el VIH que residen en los asentamientos informales de Nairobi y a los 1000 huérfanos de Nyumbani Village.

La Srta. Watts y sus dos hijos visitaron varias de las instalaciones de la casa de acogida, incluyendo su puntero laboratorio, equipado para realizar diagnósticos tempranos en los bebés y pruebas de carga vírica. La Srta. Watts felicitó a la Nyumbani Children’s Home por el impacto que tiene cada día sobre las vidas de tantos niños extraordinarios y empoderados. Se comprometió a continuar trabajando en la sensibilización acerca de la necesidad de garantizar que los niños que viven con el VIH se mantengan libres de sida. 

Citas

"Hoy he sido testigo de logros increíbles. Los niños de Nyumbani son el vivo ejemplo de los efectos que tiene el tratamiento antirretrovírico en la salud y el bienestar de los niños que viven con el VIH”.

Naomi Watts embajadora de buena voluntad internacional de ONUSIDA

"Debemos combatir el estigma y la discriminación, especialmente contra los niños que viven con el VIH. Ellos merecen nuestro amor y nuestra compasión para mantenerse libres del sida”.

Jantine Jacobi directora nacional de ONUSIDA en Kenia

“Cada día veo los efectos del tratamiento antirretrovírico. Nuestros niños están felices, sanos y escolarizados. Juntos, podemos asegurarnos de que los niños que viven con el VIH desarrollen al máximo sus potenciales”.

Protus Lumiti director general de la Nyumbani Children’s Home

La misión de Florence Anam: dar a los jóvenes una razón para vivir

13 de junio de 2017

CICLO HÉROES LOCALES

ONUSIDA te presenta las historias de aquellos que, gracias a su trabajo a nivel local, son artífices del cambio en la respuesta al sida. Les damos las gracias por ser unos héroes anónimos. No se ha acabado con el sida, pero es posible hacerlo.


Un grupo de chicas entra atropelladamente en la oficina de Florence Anam para su charla de orientación mensual. Anam ha preparado algo para picar y ha colocado las sillas formando un círculo. Para poner en marcha la conversación, les pide a las 16 chicas que hablen sobre el recuerdo más feliz y el más triste que tengan, y sobre cómo afrontaron cada uno de esos momentos. Algunas relatan la despreocupación de sus infancias y cómo su mundo se vino abajo cuando descubrieron que eran seropositivas.

Anam, que trabaja en la Comunidad Internacional de Mujeres Seropositivas en Kenia, observa cierto patrón tras escuchar unas cinco respuestas, y pregunta “¿Quién se ha sentido tan mal que dudaba de si podría seguir adelante?”

De las 16 chicas, 15 levantan la mano.

“Me preocupo mucho cuando veo lo deprimidos que están los jóvenes y pienso en cómo les afectará esto cuando sean adultos”, dice. “Tenemos que darles a nuestros jóvenes una razón para vivir”.

Las raíces de su determinación son profundas.

Hace 18 años, cuando tenía 19, Anam se quedó embarazada. Era una simple adolescente que se había dejado halagar por las atenciones de las que le colmaba un hombre mayor. Buena estudiante y a punto de empezar en la universidad, sus padres le dijeron que les había decepcionado, pero nunca volvieron a sacar el tema.

“Cuando me quedé embarazada nunca me preguntaron cómo había llegado a esa situación ni quién era el responsable”, afirma Anam. “El sexo era un tema tabú, no algo sobre lo que los padres hablaran con sus hijos”.

Su madre la llevó a una clínica donde, según cuenta, se sintió como bajo una lupa. En aquel momento pensó que seguramente el médico se preguntaba cómo se había quedado embarazada siendo tan joven, pero ahora cree que lo que estaban haciendo era ocultarle la realidad.

“Me parece que en aquellos tiempos el sistema de salud no estaba preparado para una joven como yo. Recuerdo que el personal se dirigía a mi madre en lugar de a mí”, menciona.

Anam piensa que los médicos sí que informaron a su madre de que era seropositiva, aunque a ella no se lo dijeron. Recuerda que su madre en seguida le dijo que dejara de darle el pecho a su pequeño, aunque la adolescente creyó que era simplemente porque tenía que retomar sus clases, lo que hizo siete días después de dar a luz.

En 2006, durante una campaña nacional de prevención del VIH en Kenia, ella y cuatro amigas fueron a hacerse las pruebas. “Quería demostrarles a todos lo equivocados que estaban y salir del centro de realización de pruebas gritando que no tenía VIH”, afirma. Cuando las pruebas de VIH confirmaron que era seropositiva, se quedó conmocionada.

Anam cuenta que fue realmente consciente del impacto de ser seropositiva un año después, cuando tuvo que hacerse una prueba de VIH para el seguro de salud de su nuevo empleo. El día que llegaron los resultados se encontró la carta de despido encima de la mesa.

“Fue un duro golpe saber que no podría alcanzar mis sueños. Me vine abajo al darme cuenta de que lo que mis padres habían soñado para mí nunca llegaría a pasar porque no iba a poder trabajar”, dice Anam. “Me desmoroné por completo”.

Dejó de relacionarse con los demás, se distanció de su familia y se sintió totalmente perdida y enfadada.

“Por aquel entonces no había redes juveniles para el VIH ni mucha información disponible, así que me puse en contacto con una mujer que había salido en el periódico y la abordé para preguntarle “¿Por qué no se me permite ser productiva si todavía no estoy enferma?”, relata Anam.

La mujer, Asunta Wagura, resultó ser la directora de la Red de Mujeres con Sida de Kenia, con base en Nairobi. Wagura le pidió que fuera a ver la organización, y así fue como Anam comenzó a trabajar como voluntaria. Cuenta que esa experiencia le abrió los ojos a la cruda realidad. Escuchó las historias de otras mujeres, muchas de las cuales vivían en condiciones de pobreza y sufriendo la violencia.

“Me sumergí de lleno en este mundo que, como niña sobreprotegida, ni siquiera había imaginado que existiera y, de repente, todos mis problemas me parecieron insignificantes, y supe que tenía que hacer partícipes a otros de lo que estaba viendo cada día”.

También adoptó una postura más franca sobre el VIH y consiguió atraer mucha atención hacia sí misma y hacia su estado.

“No aguantaba más que la gente me impusiera sus opiniones sobre mi vida, echaba de menos a la niña que solía ser y necesitaba desesperadamente salir de aquel agujero”, afirma.

Con el tiempo, aprendió a tomar el control de su vida.

“Parte de mi familia fue comprensiva, pero otros menospreciaron mi decisión”, explica Anam. “Hice mi primera entrevista para los medios cuando mi hermana me hizo notar que había encontrado mi causa”.

Y nunca volvió la vista atrás.

El punto de inflexión para Anam llegó cuando se dio cuenta de que ella misma tenía una historia que contar, así que empezó a escribirla. No solo le sirvió a nivel terapéutico, también inspiró a otros.

Acompañó a Wagura y habló con sus compañeras.

Gracias a su apoyo, Anam consiguió madurar y llegar a ser la persona que es hoy en día.

Los miembros del grupo de apoyo para jóvenes que puso en marcha en 2008 aún forman parte de su vida.

Anam trabajó en el sector privado en un programa sobre el VIH en el lugar de trabajo e implementó estrategias para la prevención del VIH y para la ampliación de los servicios de salud. “Aquellos fueron unos buenos años porque pude volver al sistema que me había enseñado a lo que puede conducir el estigma y ayudar a arreglar las cosas”.

Entonces se unió a la Red de Empoderamiento de Seropositivos de Kenia (NEPHAK, por sus siglas en inglés) para coordinar la agenda de concienciación y comunicación a nivel nacional. Actualmente, mientras trabaja en concienciación y comunicación en la Comunidad Internacional de Mujeres Seropositivas y cría a su hijo de 17 años y a su hija adoptiva de 11, considera que tiene una vida plena. Sus hijos le reprochan que saque temas como el sexo y otras cosas “incómodas” a la hora de cenar.

“Soy como la madre rarita que habla de sexo y comportamiento sexual responsable en los sitios más descabellados”, menciona Anam. “No paro de repetirles que las decisiones que tomen hoy, por inmaduros que sean, tendrán un impacto a largo plazo”.

“Quiero que tengan presente cómo puede ser su vida dentro de 20 años”, explica. Les dice a los jóvenes que ella se cuenta entre los afortunados porque se recuperó.

También sostiene que las familias y las comunidades tienen que atender mejor las necesidades de los jóvenes de 19 a 24 años, y fomentar un diálogo y una tutela abiertos.

A Anam le parece que los padres piensan que una vez que sus hijos cumplen 18 todo está hecho, ya no necesitan orientación ni apoyo y, sin embargo, se cometen muchos errores después de esa edad. Explica que los jóvenes necesitan quererse a sí mismos y ser conscientes de que pueden aprender de todas sus experiencias en la vida, sean las que sean.

Poder ayudar a los demás es la causa que la motiva. Además, añade “Me gustaría evitar que otros pasen por lo que yo pasé y, si lo hacen, me gustaría ayudarles a encarrilar de nuevo sus vidas”. 

Victoria Beckham y su hijo Brooklyn en una misión para la sensibilización sobre el VIH en Kenya con Born Free Africa y ONUSIDA

09 de octubre de 2016

Tras ser testigos de primera mano de los éxitos y los problemas de la respuesta al sida de Kenya, Victoria y Brooklyn Beckham hacen un llamamiento a un mayor grado de compromiso, acción y financiación para poner fin a la epidemia de sida

Nairobi, Kenya, 8 de octubre de 2016—La Embajadora de Buena Voluntad de ONUSIDA, Victoria Beckham, y su hijo, Brooklyn Beckham, han visitado Kenya en una misión de tres días con Born Free Africa y ONUSIDA para sensibilizar acerca del VIH. Su visita se centró en la prevención de las nuevas infecciones por el VIH entre los recién nacidos y la conservación de la salud de sus madres y en la urgencia de fomentar las pruebas, la prevención y el tratamiento del VIH en los jóvenes, especialmente las adolescentes y las jóvenes. 

Durante la misión, Victoria y Brooklyn Beckham viajaron por todo el país visitando emocionantes proyectos que pretenden reducir los efectos del VIH en Kenya. Se reunieron con trabajadores comunitarios y sanitarios para conocer los problemas a los que se enfrentan en su trabajo y descubrir sus muchos éxitos. Victoria y Brooklyn pasaron tiempo con niños y hablaron con jóvenes y adultos que viven con o están afectados por el VIH, escuchando de primera mano sus historias y experiencias personales sobre el VIH.

Junto a su madre, Brooklyn participó en la campaña nacional de fútbol "Maisha kick out HIV stigma" (Maisha mete un gol al estigma del VIH), que tiene como objetivo motivar a los jóvenes para que se realicen las pruebas del VIH. Los servicios de tratamiento, prevención y realización de pruebas del VIH son esenciales para poner fin a la epidemia de sida, pero a menudo la gente, en especial los jóvenes, no acceden a estos servicios debido a la falta de información y al estigma y la discriminación asociados al VIH. Brooklyn se unió al partido de fútbol y mostró sus talentos futbolísticos en el campo.

ONUSIDA calcula que 1,5 millones de personas viven con el VIH en Kenya y que en 2015 se produjeron 71 000 nuevas infecciones por el VIH entre los adultos. Un tercio de todas las nuevas infecciones por el VIH se produjeron en mujeres jóvenes y adolescentes de entre 15 y 24 años, que presentan un riesgo especialmente alto. En 2015 se produjeron 6600 nuevas infecciones por el VIH en niños. El gobierno de Kenya se ha comprometido a poner fin al sida y además de financiar su propio programa nacional contra el VIH, recientemente ha prometido aportar 5 millones de dólares al Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria y 500 000 dólares a ONUSIDA para poner fin al sida como amenaza para la salud pública para 2030.

La respuesta al sida ha logrado numerosos éxitos, pero la Sra. Beckham aprovechó la oportunidad para destacar que la epidemia de sida está lejos de haber terminado. "Hemos recorrido un camino muy largo juntos para vencer al sida, conocemos los datos, tenemos las herramientas, pero necesitamos compromiso, acción y financiación para lograrlo. Es posible poner fin al sida, pero solo si nos unimos y acabamos con toda forma de estigma y discriminación".

"Contar con el apoyo de nuestra Embajadora de Buena Voluntad es extremadamente importante para que Kenya avance hacia el fin de la epidemia de sida como amenaza para la salud pública", declaró la directora nacional de ONUSIDA, Jantine Jacobi.

La misión estuvo organizada por el Ministerio de Sanidad de Kenya, Born Free Africa y ONUSIDA.

Born Free Africa

Born Free Africa es una iniciativa filantrópica privada para eliminar la transmisión maternoinfantil del VIH. Born Free trabaja con los gobiernos africanos para invertir en proyectos muy específicos y poner a prueba la hipótesis de que el talento catalítico puede impulsar un cambio importante en los sistemas sanitarios públicos. Las inversiones de Born Free en Nigeria y Kenya demuestran que el talento catalítico puede ser un instrumento esencial para el cambio. Born Free también se ha asociado con el mundo de la moda para emplear su voz, creatividad y difusión para dar a conocer la urgencia de eliminar la transmisión maternoinfantil del VIH.

ONUSIDA

El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA) lidera e inspira al mundo para hacer realidad su meta global de cero nuevas infecciones por el VIH, cero discriminación y cero muertes relacionadas con el sida. ONUSIDA aúna los esfuerzos de 11 organizaciones de las Naciones Unidas (ACNUR, UNICEF, PMA, PNUD, UNFPA, UNODC, ONU Mujeres, OIT, UNESCO, OMS y Banco Mundial) y trabaja en estrecha colaboración con asociados mundiales y nacionales para poner fin a la epidemia de sida para el 2030 como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Obtenga más información en unaids.org y conecte con nosotros a través de Facebook, Twitter, Instagram y YouTube.

Contacto

Born Free Africa
Taylor Buonocore
tel. +1 973 723 7105
TBuonocore@healthenvoy.org

Contacto

UNAIDS
Tina Bille
tel. +41 79 611 0031
billet@unaids.org

Pages