Estudiantes que participan en una intervención ‘Positive Speaking’ (Hablando en positivo) en Luanda, Angola
Fotografía: UNESCO
Los estudiantes y maestros de cuatro países del sur de África se benefician de un ambicioso programa sobre el VIH liderado por la UNESCO. Desde sus inicios en 2008, el programa se ha diseñado para fortalecer la respuesta al sida del sector educativo en Angola, Lesotho, Namibia y Swazilandia.
Con el nombre “Construir conocimientos, competencias y esperanzas: La educación preventiva del VIH y el sida para los niños africanos”, el proyecto de tres años ha abarcado la mejora del plan de estudios y de los materiales didácticos sobre el VIH. También se ha centrado en el apoyo de la formación docente con una mejor orientación del programa y de las políticas. El programa tuvo como objetivo fortalecer los sistemas de atención y apoyo para los estudiantes y el personal docente afectados por el VIH, así como mejorar la educación sobre el sida en cientos de escuelas.
Implementado por la UNESCO y financiado por la Fundación Virginio Bruni Tedeschi, el proyecto fue realizado bajo la Iniciativa Mundial sobre Educación, VIH y Sida (EDUSIDA) de ONUSIDA y reforzó el trabajo constante en el ministerio de educación de cada país.
De acuerdo a la UNESCO, el resultado ha sido la reubicación del sector educativo en el centro de la respuesta nacional al sida en los cuatro países. En todos los países del proyecto hay reformas en curso para integrar la educación sobre el VIH y la sexualidad en el programa de estudios de las escuelas y las instituciones de formación docente.
La iniciativa ha dado origen a un número de innovaciones tales como el establecimiento de las primeras redes nacionales de maestros afectados por el VIH. “Desde el inicio de esta iniciativa, compartimos nuestras experiencias, temores, esperanzas y sueños”, dijo Nelao Martin, maestra que vive con el VIH y miembro de la red de apoyo EduSector sobre la salud y el VIH en Namibia. “En el pasado, alguien en algún lugar necesariamente habrá pasado por las mismas dificultades y habrá podido lidiar con ello”.
Se han establecido los primeros grupos de apoyo para niños y adolescentes afectados por el sida. También, en colaboración con asociaciones de personas que viven con el VIH, se han utilizado nuevas metodologías para comunicarse con los estudiantes seropositivos en las escuelas. Se iniciaron las sesiones ‘Positive Speaking’ (Hablar en positivo) en las que los testimonios y las experiencias personales de facilitadores jóvenes que se declararon abiertamente seropositivos permitieron a los alumnos “ponerle un rostro” al virus.
Nkuebe Peete, joven seropositivo de 23 años que vive en Lesotho, ha participado en dichas intervenciones: “Siento orgullo por compartir mi historia y experiencia con personas más jóvenes que yo, para que no cometan los mismos errores que he cometido y que brinden apoyo a los que viven con el VIH. Esto le ha dado un nuevo significado a mi vida. Ahora siento que soy una persona mucho mejor que antes”.
Desde los comienzos de esta iniciativa, compartimos nuestras experiencias, temores, esperanzas y sueños. En el pasado, alguien en algún lugar necesariamente habrá pasado por las mismas dificultades y habrá podido lidiar con ello.
Nelao Martin, maestra que vive con el VIH y miembro de una red nacional de maestros afectados por el virus en Namibia
Además, se han desarrollado materiales educativos y didácticos innovadores, tal como la serie de libros con audio sobre el VIH para alumnos de primaria en Swazilandia. La mayoría de los materiales para la sensibilización de estudiantes de años superiores han sido desarrollados por los mismos estudiantes de manera creativa e interactiva. Una metodología particular incluyó exposiciones nacionales y regionales de ‘Foto-Voz’, en las que se resaltaron testimonios de alumnos y maestros seropositivos. En total, las actividades del proyecto llegaron a más de 4 000 escuelas, 17 000 maestros y casi medio millón de estudiantes.
Basándose en el trabajo previo del proyecto, se están desarrollando nuevas iniciativas. Por ejemplo, en mayo de 2011, el ministerio de educación de Namibia hizo obligatoria y asignó presupuesto para la introducción de maestros de tiempo completo dedicados exclusivamente a la educación en habilidades necesarias para la vida cotidiana, orientación y ayuda psicológica en todas las escuelas primarias y secundarias.
En Lesotho y Swazilandia están por adoptar políticas que reconocen el impacto del sida en sus sistemas educativos. Dichas políticas instan a la integración de estrategias para la prevención y atención adaptadas a las necesidades de los estudiantes y maestros. Se han iniciado campañas similares en Angola, donde se aborda la formulación de una estrategia y política sobre el sida para el sector educativo.
Los socios del proyecto creen que el programa ha contribuido significativamente para mejorar la respuesta al sida en los sectores educativos de los cuatro países. De acuerdo con Majoele Likonelo Hlasoa, Directora de Planificación del Ministerio de Educación y Formación de Lesotho, “Cuando comencé a trabajar en el Ministerio de Educación, no comprendía lo que el sector educativo podía y debía hacer acerca del VIH. Entonces pensaba que este era un tema de salud que le incumbía completamente al Ministerio de Salud. Desde que he recibido la formación sobre el Marco de Acción de EDUSIDA, he cambiado de opinión y tengo un concepto real de los desafíos que implica”.