Middle East and North Africa

ONUSIDA expresa su profunda preocupación por la aprobación de una nueva legislación anti-LGBT en Iraq

30 de abril de 2024

GINEBRA, 30 de abril de 2024—El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA (ONUSIDA) está profundamente preocupado por el impacto de la nueva legislación perjudicial en Iraq que modifica la ley de 1988 contra el trabajo sexual para criminalizar a las personas LGBTQ+. La legislación impone una pena de prisión de entre 10 y 15 años por relaciones sexuales entre personas del mismo sexo. Las personas transgénero se enfrentan a penas de hasta tres años de prisión por expresar su género o recibir atención para la afirmación de su género.   También se enfrentan a penas de hasta siete años por promover la homosexualidad. Y hasta tres años por proporcionar cuidados de afirmación de género.

Criminalizar las relaciones consentidas entre personas del mismo sexo y la expresión de género no sólo viola los derechos humanos fundamentales, sino que también socava los esfuerzos para acabar con el sida al llevar a las poblaciones marginadas a la clandestinidad y alejarlas de los servicios sanitarios esenciales, incluidos los servicios de prevención, tratamiento y atención del VIH que salvan vidas.

A escala mundial, el movimiento en favor de los derechos humanos ha progresado en los últimos 40 años. Al comienzo de la pandemia de sida, a principios de los años 80, la mayoría de los países penalizaban las relaciones sexuales entre hombres del mismo sexo; ahora, dos tercios no lo hacen. Un número cada vez mayor de países ha reconocido también los derechos de las personas trans y otras personas con diversidad de género. Sin embargo, esta nueva legislación en Irak representa un importante retroceso y forma parte de una oleada de leyes punitivas y restrictivas que se están aprobando y que menoscaban los derechos de las personas LGBTQ+.  

La legislación aprobada en el Parlamento es una enmienda a una ley vigente de 1988 contra el trabajo sexual que sigue penalizando tanto la venta como la compra de servicios sexuales. Las enmiendas aprobadas el sábado 27 de abril de 2024 endurecen las penas en relación con el trabajo sexual. Asimismo, estas leyes menoscaban los derechos humanos y la salud pública de los profesionales del sexo que los países se comprometieron a salvaguardar en la Declaración Política sobre el VIH y el Sida de la Asamblea General de las Naciones Unidas de 2021.

ONUSIDA hace un llamamiento a las autoridades iraquíes para que deroguen esta legislación discriminatoria y cumplan sus obligaciones en virtud de la legislación internacional sobre derechos humanos para proteger los derechos de todas las personas, independientemente de su orientación sexual o identidad de género. ONUSIDA se solidariza con las personas y comunidades LGBTQ+ y reafirma su compromiso de trabajar con sus asociados para promover la igualdad, acabar con el estigma y la discriminación, defender los derechos humanos -incluido el derecho a la salud- y garantizar el acceso a servicios integrales contra el VIH para todos, en todas partes.

ONUSIDA

El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA) lidera e inspira al mundo para hacer realidad su meta global de cero nuevas infecciones por el VIH, cero discriminación y cero muertes relacionadas con el sida. ONUSIDA aúna los esfuerzos de 11 organizaciones de las Naciones Unidas (ACNUR, UNICEF, PMA, PNUD, UNFPA, UNODC, ONU Mujeres, OIT, UNESCO, OMS y Banco Mundial) y trabaja en estrecha colaboración con asociados mundiales y nacionales para poner fin a la epidemia de sida para el 2030 como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Obtenga más información en unaids.org y conecte con nosotros a través de Facebook, Twitter, Instagram y YouTube.

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ONUSIDA renueva la asociación con la Unión Africana para una respuesta al sida en África más fuerte y resistente

17 de marzo de 2021

ONUSIDA y la Unión Africana han firmado un nuevo Memorando de entendimiento (MOU, por sus siglas en inglés de «Memorandum of Understanding») para reforzar su asociación y para volver a comprometer a los Estados miembros para terminar con el sida a través del marco estratégico para acabar con el sida, la tuberculosis y eliminar la malaria en África hacia el 2030.

El MOU compromete a sus asociados a trabajar para abordar el impacto socioeconómico y político del VIH en África y acelerar la meta de alcanzar la cobertura sanitaria universal para sacar al sida del aislamiento. Allanará el camino hacia unos sistemas sanitarios más resistentes, ágiles e inclusivos en África.

«El renovado MOU entre la Unión Africana y ONUSIDA abre nuevas puertas a la cooperación y a nuevas oportunidades para poner fin a la epidemia de sida en África. Necesitamos cumplir esta promesa: es factible», dijo Amira Elfadil Mohhamed Elfadil, Comisionada para el Departamento de Salud, Servicios Humanos y Desarrollo Social en la ceremonia en la ceremonia de firma.

El Departamento de Salud, Servicios Humanos y Desarrollo Social, antes denominado Departamento de Asuntos Sociales, coordinará los departamentos y los órganos de la Comisión de la Unión Africana para garantizar que el VIH siga siendo una prioridad continental y se integre en el programa de desarrollo, derechos humanos, asuntos humanitarios y paz y seguridad más amplio de la Unión Africana. 

«Estoy encantada de firmar la renovación del MOU con la Unión Africana», dijo Winnie Byanyima, la Directora Ejecutiva de ONUSIDA. «La Unión Africana es uno de los socios más importantes de ONUSIDA. Espero reforzar nuestra relación para situar a las comunidades en el centro de la respuesta al VIH, abordar otros retos sanitarios como la COVID-19 y reducir las desigualdades que aumentan la vulnerabilidad de las personas».

Este año es fundamental, ya que se espera que los Estados Miembros de las Naciones Unidas vuelvan a comprometerse con la respuesta al VIH, adoptando una nueva declaración política en junio. El acuerdo de asociación con la Unión Africana se firma en un momento en el que el continente se enfrenta a unos sistemas sanitarios sobrecargados y con una financiación insuficiente frente a la pandemia de la COVID-19.

Más información

Félix Tshisekedi, Presidente de la República Democrática del Congo y Presidente de la Unión Africana para 2021, hace un llamamiento a sus compañeros para aprender del VIH y reforzar los sistemas de salud

15 de febrero de 2021

La 34.ª Asamblea Ordinaria de Jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Africana se celebró virtualmente los días 6 y 7 de febrero de 2021.

El Presidente de la República Democrática del Congo y nuevo Presidente de la Unión Africana, Félix Tshisekedi, en la fotografía de arriba, instó a los Estados miembros a no olvidar epidemias mundiales devastadoras como la malaria y el sida, y a aprender de ellas para fortalecer los sistemas de salud, incluyendo el refuerzo de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de África. 

«Aprovechando la experiencia que hemos adquirido en la lucha contra la adversidad y nuestra capacidad para adaptarnos, no deberíamos darnos por vencidos. No olvidemos otras pandemias, a menudo más letales, que todavía afectan al continente, como la malaria y el VIH», declaró el Presidente de la República Democrática del Congo.

La asamblea reconoció el papel de la Unión Africana en la construcción de una asociación unida, innovadora y fuerte entre los Estados miembros para afrontar la pandemia de COVID-19, que ha tenido un impacto económico significativo en África y ha debilitado todavía más sus sistemas de salud.

Los jefes de estado se comprometieron a mantener el esfuerzo para frenar la expansión del virus y mitigar el impacto socioeconómico mediante el Acuerdo de Libre Comercio Continental Africano, y a implementar un programa de vacunación coordinada a través del Equipo de Adquisición de Vacunas de África para asegurar que ningún país se quede atrás. 

«Hemos estado a la vanguardia de la innovación en la respuesta a la pandemia. Hemos creado la pionera Plataforma Africana de Suministros Médicos para ayudar a los Estados miembros de la Unión Africana a que accedan a suministros y equipo médico asequibles», ha afirmado el Presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, en la fotografía de arriba.

El Presidente de Sudáfrica ha elogiado a los jefes de Estado por su extraordinario y decisivo liderazgo a la hora de abordar la crisis del COVID-19. Expresó su consternación por el incremento de la violencia contra la mujer y apeló al organismo continental para que priorizara el empoderamiento económico de las mujeres y elaborara un convenio con el fin de fomentar, proteger y satisfacer los derechos de la mujer. Recurrió a los Estados miembros para ratificar el Convenio núm. 190 de la Organización Internacional del Trabajo sobre la eliminación de la violencia y el acoso en el mundo laboral. 

Aparte de transferir la presidencia de la Unión Africana (UA) de Sudáfrica a la República Democrática del Congo, en la asamblea, que duró dos días, se tomaron una serie de decisiones críticas en cuanto a la implementación de la reforma institucional de la UA, incluida su Comisión y la elección de cuatro nuevos comisionados. Moussa Faki Mahamat fue reelegido como presidente de la Comisión de la Unión Africana para un segundo cuatrienio y Monique Nsanzabaganwa, la primera mujer en la historia de la Comisión, fue elegida recientemente como su diputada. 

«Felicito al Presidente de la República Democrática del Congo, Félix Tshisekedi por tomar las riendas como presidente de la Unión Africana en 2021 y lo elogio por apelar a sus pares para que no dejen de lado sus esfuerzos en la respuesta al sida y fortalezcan los sistemas sanitarios de África mientras se sigue afrontando la pandemia de COVID-19. Reitero el apoyo de ONUSIDA a la Unión Africana. Salvar vidas, afrontar desigualdades y promover la atención sanitaria universal son lecciones que se han aprendido del sida y que permiten abordar con éxito tanto las pandemias actuales como las futuras», comentó Clémence Aissatou Habi Baré, directora de la Oficina de Enlace de ONUSIDA con la Unión Africana y la Comisión Económica para África de las Naciones Unidas.

«Seguimos luchando»

28 de febrero de 2020

«Durante cinco años he sufrido acoso y amenazas: amenazas de violación, amenazas de muerte, denigraciones, difamaciones, llamadas de teléfono a mi familia, a mi madre», afirma la presentadora de televisión libanesa Dima Sadek.

Con el objetivo de sensibilizar a la sociedad sobre el acoso sexual y las intimidaciones que sufren las mujeres en Líbano (especialmente las periodistas en el marco de las recientes protestas), la Fundación Árabe para las Libertades y la Igualdad (en inglés Arab Foundation for Freedoms and Equality), socios regionales de ONUSIDA en derechos y salud, ha creado un vídeo que esclarece la violación de derechos humanos que sufren tantas mujeres de este país.

El vídeo está realizado en colaboración con el programa de HIVOS Mujeres Empoderadas para el Liderazgo (en inglés Women Empowered for Leadership, o por sus siglas WE4L), financiado por el Ministerio neerlandés de Asuntos Exteriores. Su objetivo es poner de manifiesto casos de agresiones y abusos; reporteras que sufren violaciones de su integridad física, cuyos números de teléfono personales han sido filtrados y posteriormente han recibido pornografía y amenazas de violación; y a las que atacan verbal y físicamente en directo.

«No piensas que alguien pueda ser así de hiriente o diga cosas así. No les conoces y ellos a ti tampoco, pero por el simple hecho de que vuestras visiones políticas difieren, se creen legitimados para hablarte de esa manera», afirma Layal Saad, una reportera.

Debido a que las manifestantes también han denunciado ataques similares, entre ellos intimidaciones y abusos tanto en línea como fuera de ella, el vídeo pretende sensibilizar sobre el acoso sexual, las intimidaciones y la violencia en general que sufren las mujeres en el día a día. Además, resalta la necesidad de políticas que permitan que las mujeres accedan a puestos de responsabilidad.

La periodista Diana Moukalled indicó que la protección legal frente al acoso sexual es imprescindible, dado que en Líbano actualmente no existen leyes que lo penalicen. «Las libanesas se encuentran entre las mujeres más marginadas del mundo, no solo de nuestra región. Vemos que están presentes en muchos niveles, aunque existe una clara divergencia entre el papel de las libanesas y su representación», declaró.

«Seguimos luchando» es el título del vídeo, que refleja el sentimiento de las muchas mujeres que lo vieron y actuaron en consecuencia. Un sentimiento de resistencia frente a la adversidad y también de tenacidad para lograr la justicia social que reclaman las mujeres en Líbano.

Capacitando a las mujeres que viven con el VIH en Yibuti para que lleven una vida digna

25 de julio de 2019

Zarah Ali (nombre ficticio) recuerda cómo las cosas cambiaron para mejor. «En 2014 recibí un préstamo de 40 000 francos yibutianos (250 dólares estadounidenses) que empleé para desarrollar y mejorar mi negocio de ropa. También me formé en materia de iniciativa empresarial, y adquirí conocimientos de marketing y satisfacción del cliente. Importo prendas de Dubái y Somalia, y obtengo unos ingresos decentes que me permiten mantener a mi hijo de 25 años, a mi hija de 16, que sigue en la escuela secundaria, y a mi hijo adoptado de tres años. Soy capaz de pagar el alquiler, la electricidad y el agua y, asimismo, puedo permitirme comidas decentes».

El préstamo de la señora Ali procedía de un programa de generación de ingresos establecido por el Programa Mundial de Alimentos en colaboración con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, ONUSIDA y la red nacional de personas que viven con el VIH en Yibuti (RNDP+, por sus siglas en inglés). El programa apoya la capacitación a largo plazo de las mujeres que viven con el VIH en la ciudad de Yibuti y les proporciona unos ingresos regulares. Gracias a ello, consiguen una seguridad económica, pueden comprar comida y mejoran su acceso a los servicios de atención sanitaria. Las actividades dirigidas a generar ingresos, como las apoyadas por el programa, presentan un enorme potencial para ayudar a las personas que viven con el VIH a adherirse a la terapia antirretroviral y optimizar sus resultados en lo referente a la salud. 

Los préstamos, que van desde los 141 hasta los 438 dólares estadounidenses por persona, se conceden para empezar o crear un negocio minorista. Las beneficiarias, seleccionadas de entre dos redes de personas que viven con el VIH afiliadas a RNDP+ (ARREY y Oui à la Vie - Yes to Life), aprenden también a llevar un negocio. El apoyo del Gobierno en forma de políticas y leyes valiosas ha resultado vital para el éxito del programa. 

Dekah Mohammed (nombre ficticio) lleva una vida muy satisfactoria tras haber recibido una ayuda procedente del programa de generación de ingresos. La señora Mohammed, que perdió a su marido como consecuencia del sida, vive con seis hijos. Tras perder su trabajo en el sector de la hostelería debido a su salud, cada vez más débil, y al estigma y la discriminación, empezó su propio negocio de ropa y recibió un préstamo de 50 000 francos yibutianos (equivalente a 313 dólares estadounidenses) para ampliar su empresa. En diez meses devolvió el préstamo. Desde entonces su negocio ha seguido creciendo, ahora vende también muebles y aparatos electrónicos, y ha contratado a un empleado. «Ya no soy en absoluto una mujer desesperada. Gano lo suficiente para cuidar de mi familia y de quienes dependen de mí», señala. 

El programa ha mejorado la calidad de vida de muchas mujeres yibutianas, al permitirles recuperar su dignidad y garantizar su seguridad económica. Capacita a las mujeres y a las chicas para que puedan protegerse del VIH, tomar decisiones sobre su salud, vivir libres de la violencia y ser económicamente independientes. 

Basado en la creencia de que el capacitar a las mujeres que viven con el VIH y a sus hogares para que sean económicamente independientes fortalece la adherencia al tratamiento y conduce a vidas más plenas y dignas, el programa apoya la contribución estratégica más amplia del Programa Mundial de Alimentos con el fin de acabar con el sida como amenaza de salud pública para 2030.

Achievements and contributions by UNAIDS Cosponsors and Secretariat

Las mujeres toman la iniciativa para reducir el impacto del VIH y la violencia de género en Oriente Medio y África del Norte

23 de abril de 2019

Según los datos de la Organización Mundial de la Salud, aproximadamente una de cada tres mujeres en todo el mundo ha sido víctima de la violencia. En algunas regiones, las que han sufrido violencia ejercida por parejas sentimentales son 1,5 veces más propensas a contraer el VIH que aquellas que no la han sufrido. En las poblaciones marginadas, como las trabajadoras sexuales o las mujeres transgénero, se relaciona la elevada prevalencia de la violencia con las altas tasas de infección por el virus.

En la región de Oriente Medio y África del Norte (MENA, por sus siglas en inglés), ONUSIDA calcula que alrededor de 220 000 personas viven con el VIH. Además, se incrementaron las nuevas infecciones en un 12 % entre 2010 y 2017, así como lo hicieron las muertes relacionadas con el sida en un 11 % durante el mismo período. El estigma y la discriminación que se asocian al VIH están dificultando el progreso de varios países en la lucha contra la epidemia, además de los altos niveles de violencia de género, que se encuentra estrechamente relacionada con normas y estereotipos de género muy perjudiciales.

En 2018, se puso en marcha el proyecto LEARN MENA con el fin de ofrecer a las mujeres una plataforma en la que compartir experiencias y analizar la relación entre la violencia de género y el VIH en la región. Este se encuadra en el proyecto de investigación Action Linking Initiatives in Violence against Women and VIH Everywhere (ALIV(H)E), que recopila pruebas sobre las medidas que funcionan en la prevención de la violencia y conciencia a las mujeres para que comprendan y se enfrenten a esta relación entre la violencia y el virus.

Gracias a los diálogos comunitarios que dirige MENA-Rosa, una red regional de mujeres seropositivas o que se encuentran afectadas por el VIH, se ha logrado que las mujeres comprendan mejor las causas fundamentales de la relación entre la violencia de género y el VIH. Estos diálogos han puesto de relieve el hecho de que la desigualdad de género es la principal causa de la violencia y del mayor riesgo de infección por el VIH. Por ejemplo, muchas mujeres revelaron que no habían ido nunca a la escuela , así como otras comentaron que habían contraído matrimonio a una edad temprana o que este había sido forzoso. Desgraciadamente, muchas mujeres se infectan por el VIH como consecuencia de la violencia sexual, incluso dentro de su propio matrimonio.

«La violencia está en todas partes. Con el tiempo, a medida que vas creciendo, llega a verse como algo normal», afirmó una participante argelina. 

Las participantes expusieron múltiples formas de violencia en diferentes entornos, entre ellos los centros de atención sanitaria, en los que se les impidió el acceso a servicios como los de prevención y de tratamiento del VIH.

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Hasta la fecha, se ha puesto en marcha el proyecto en siete países: Argelia, Egipto, Jordania, Líbano, Marruecos, Sudán y Túnez.

Los resultados del proyecto están siendo de gran ayuda para que las mujeres afectadas y que viven con el VIH aboguen por una respuesta más eficaz a la epidemia en la región y por medidas que reduzcan los efectos de la violencia. Los diálogos han dado voz a las mujeres que se encuentran marginadas y han alentado a los responsables de la toma de decisiones y a los asociados a elaborar respuestas comunitarias más sólidas a nivel nacional. ONUSIDA apoya a los países para que apliquen las recomendaciones y los planes de acción que se han elaborado a partir del proyecto.

«Las dirigentes de MENA-Rosa se han concienciado de la necesidad de denunciar la violencia contra nosotras en vez de esconderla a lo largo de este doloroso proceso», afirmó Rita Wahab, Coordinadora Regional de MENA-Rosa. «Este empoderamiento permitirá que todas las mujeres conozcan y sean conscientes de sus derechos. Nuestras mediadoras seguirán en este camino para exponer la relación entre la violencia contra las mujeres y el VIH. La igualdad de género empieza en casa, crece en sociedad y florece en el entorno legal propicio».

LEARN MENA se ha puesto en marcha gracias a ONUSIDA, Frontline AIDS y MENA-Rosa, con el apoyo financiero de USAID. Salamander Trust, creador principal del proyecto ALIV(H)E, ofrece el apoyo técnico adicional.

Ampliación de los servicios libres de estigma social para las mujeres en Egipto

11 de abril de 2019

Cuando la familia y los amigos de Salma Karim (nombre ficticio) descubrieron que vivía con el VIH, la echaron de su propia casa. Sin tener donde ir, se vio forzada a dejar atrás a sus dos hijos pequeños. Esta historia no es insólita en Egipto. Una de cada cinco personas que viven con el VIH informan que los propietarios, la familia o los vecinos les forzaron a dejar sus hogares.

Los altos niveles de discriminación y estigma social son uno de los factores clave que impulsan nuevas infecciones por el VIH en el país, los cuales se duplicaron entre 2010 y 2016. Con frecuencia, las mujeres y las adolescentes son las más vulnerables. Las normas sociales, la desigualdad de género, la dependencia económica, la discriminación legal y las prácticas perjudiciales las afectan de manera desproporcionada. De esta manera, las hacen más vulnerables al VIH y, en caso de infección por el VIH, tienen que enfrentarse a niveles más altos de discriminación y estigma social.

En 2016, ONUSIDA aunó esfuerzos con el Ministerio de Salud y Población de Egipto para elaborar una respuesta transformativa de género en la epidemia del VIH. Con la financiación del gobierno neerlandés, se lanzó un proyecto piloto denominado Mejora de la Salud Sexual y Reproductiva de las Mujeres Afectadas y que Viven con el VIH. Tres años más tarde, este proyecto ha alcanzado el doble de sus beneficiarios previstos gracias a servicios de salud sexual y reproductiva libres de estigma social.

«Perdí a mi primer hijo porque no sabía que tenía el VIH», explica Nour Tarek (nombre ficticio). Guiza fue uno de los emplazamientos en los que este proyecto piloto se llevó a cabo, en el que Tarek recibió el respaldo necesario para conseguir sus derechos reproductivos libres de discriminación. «Realicé un seguimiento con el médico en el hospital y me quedé embarazada de nuevo».

Gracias al medicamento antirretrovírico que recibió durante el embarazo, su hija Mona (nombre ficticio) nació seronegativa. «Tengo que realizarle de nuevo las pruebas hasta que se haga mayor para asegurarme de que está completamente bien», explicó Nour Tarek. 

Tras comprobar su éxito, se está ampliando el proyecto piloto hasta alcanzar un tercio de las gobernaciones del país. El objetivo es ofrecer servicios de salud sexual y reproductiva y del VIH de alta calidad para las 1300 mujeres que viven con el VIH y las 3000 que tienen un alto riesgo de contraerlo. El centrarse en la creación de medios de acción de profesionales de la salud y organizaciones de la sociedad civil será clave para evitar una futura discriminación y estigma social, que, de acuerdo a los informes, llevan a una de cada cuatro personas que viven con el VIH en Egipto a no revelar su estado serológico cuando solicitan atención.

Durante su visita a El Cairo, el 9 de abril, el Director Ejecutivo de ONUSIDA, Michel Sidibé y el Embajador de los Países Bajos, Laurens Westhoff, debatieron sobre la ampliación de este proyecto. Implementados a través de un subsidio neerlandés de tres años, estos servicios ampliados complementarán los esfuerzos nacionales para alcanzar la ambiciosa Estrategia Nacional del Sida 2018-2022 de Egipto y los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

La ONU y la UA trabajan juntos por el desarrollo sostenible

27 de marzo de 2019

«No podemos conseguir un desarrollo sostenible sin mantener la paz. Tampoco podemos construir un futuro seguro para todo el mundo sin abordar las causas fundamentales de nuestros conflictos y vulnerabilidades», afirmó Amina Mohammed, la Vicesecretaria General de las Naciones Unidas.

Amina Mohammed dio una conferencia en Marrakech, Marruecos, en la vigésima reunión del Mecanismo de Coordinación Regional para África (RCM-Africa por sus siglas en inglés), el organismo conformado por las Naciones Unidas y la Unión Africana encargado de apoyar el desarrollo en el continente africano.

«Las Naciones Unidas trabajan con la Unión Africana para intentar que el 47% de la población que vive bajo el umbral de pobreza en el continente salga de esta situación. También colaboran con el fin de proporcionar energía eléctrica a los 500 millones de personas que viven sin ella y de obtener los 60 000 millones de dólares estadounidenses necesarios para el empoderamiento de las mujeres africanas», señaló Vera Songwe, Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para África de las Naciones Unidas.

La Comisionada de Recursos Humanos, Ciencia y Tecnología de la Unión Africana, Sarah Anyang Agbor, dirigió unas palabras alentadoras con las que animó a los colaboradores: «Vivid con el espíritu de Ubuntu. La responsabilidad de fortalecer la colaboración para conseguir las reformas es tanto mía como vuestra, es la de todos nosotros».

Michel Sidibé, Director Ejecutivo de ONUSIDA, copresidió esta reunión del RCM-Africa junto a Sarah Anyang Agbor. Durante esta reunión, titulada Upscaling durable solutions, including addressing the forced displacement-development nexus, se señaló que más de un tercio de las personas desplazadas se encuentra en África. Los colaboradores estuvieron de acuerdo en la necesidad de entender y de abordar las causas fundamentales de este desplazamiento y en elaborar una solución que acabe con este ciclo de vulnerabilidad. Michel Sidibé resaltó que favorecer a las sociedades con capacidad de adaptación es el primer paso que dar en el reto de la desigualdad salarial.

La reunión del RCM-Africa tuvo lugar los días 23 y 24 de marzo.

Los jóvenes hacen campaña contra el estigma social y la discriminación en Egipto

27 de febrero de 2019

Antes del Día de la Cero Discriminación, los jóvenes se han unido en El Cairo, Egipto, para aprender a responder ante el estigma social y a la discriminación relacionada con el VIH, así como para informarse sobre el efecto de la epidemia del VIH en Egipto y el papel que los jóvenespueden desempeñar en la respuesta al sida.

«La carga de la epidemia es mayor en los jóvenes. En Egipto, el liderazgo en la respuesta al VIH tiene que recaer en los jóvenes», afirma Walid Kamal, Director Nacional del Programa contra el VIH de Egipto.

Durante un debate sobre el estigma social y la discriminación, las personas que viven con el VIH compartieron algunas de sus experiencias y testimonios, así ayudaron a los participantes a entender mejor cómo el estigma y la discriminación afectan a estas personas.

«Es nuestra responsabilidad hacer que las personas que viven con el VIH se sientan parte de la comunidad», comentó uno de los jóvenes participantes.

«No solo es el VIH, también se trata de justicia social, igualdad, del empoderamiento de las mujeres y de promover normativas de género positivas», afirmó Ahmed Khamis, Director General de ONUSIDA en Egipto.

Los participantes también aprendieron a planear, diseñar e implementar una sensibilización en línea y una campaña de concienciación en las redes sociales.

Al final de la reunión, organizada por ONUSIDA y el Programa Nacional contra el VIH el 21 de febrero, los jóvenes accedieron a liderar campañas en las redes sociales para poner el foco sobre el daño causado por el estigma social y la discriminación. Las campañas comenzarán el 1 de Marzo, Día de la Cero Discriminación,y durarán tres semanas. Además, cuentan con el apoyo de la oficina nacional de ONUSIDA en Egipto y serán respaldadas por el Ministerio de Salud y Población de Egipto.

30 años de respuesta al VIH en Marruecos

19 de enero de 2018

En 2018, Marruecos llevará 30 años respondiendo al VIH, por lo que tiene mucho que celebrar. Los esfuerzos coordinados del país han reducido en un 42% las nuevas infecciones por el VIH desde 2010, algo muy significativo si se compara con el escaso 4% en Oriente Medio y África septentrional. La cobertura del tratamiento contra el VIH también ha crecido, de un 16% en 2010 a un 48% en 2016.

Marruecos también ha conseguido mantener  baja la prevalencia del VIH entre la población general (0,1%). Sin embargo, hay otras áreas que preocupan seriamente. Los datos muestran que la prevalencia del VIH es alta entre las poblaciones de alto riesgo de infección por el VIH, como las profesionales del sexo (1,3%), las personas que se inyectan drogas (7,9%) y los inmigrantes (3%), lo que demuestra la necesidad de que los servicios para el VIH lleguen a los grupos de población clave. Marruecos está intensificando sus esfuerzos por conseguirlo mediante la implantación de programas de prevención combinada y de tratamientos de sustitución para personas que consumen drogas y el aumento de las pruebas del VIH.

El Director Ejecutivo de ONUSIDA, Michel Sidibé, visitó Marruecos para mostrar su apoyo a los 30 años de respuesta al VIH. Durante su visita, se reunió con el Presidente del Consejo nacional de los derechos humanos (CNDH), el Secretario General del Ministerio de Sanidad, el Ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación Internacional y con el Coordinador Residente de las Naciones Unidas y el equipo de la ONU en el país.

Destacó lo importante que era el compromiso del equipo de Naciones Unidas del país con la reforma de la ONU y con la respuesta al VIH a través del Plan Conjunto. Señaló la importancia de tener una estrategia nacional sobre los derechos humanos y el VIH y felicitó al CNDH por ser pionero en la región. Alabó la iniciativa del CNDH por la formación en derechos humanos y ciudadanía y también subrayó el papel tan importante que Marruecos puede desempeñar en los esfuerzos por contratar a 2 millones de trabajadores comunitarios de la salud en África, así como en el fomento de la producción local de medicamentos.

El señor Sidibé felicitó al Ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación Internacional por el progreso hecho en la respuesta al sida gracias al liderazgo del rey Mohammed VI, la colaboración del gobierno con la sociedad civil y el aumento de la inversión pública en temas de VIH. 

Sidibé participó en la ceremonia de apertura de la 12ª reunión de la Asociación por la Lucha contra el Sida (ALCS) para celebrar los 30 años de respuesta al VIH. La ALCS lleva años a la cabeza de la respuesta al VIH en Marruecos y trabajando por la prevención en grupos de población clave, por el asesoramiento y pruebas del VIH, por el apoyo psicosocial, por la sensibilización, por la movilización de recursos y por la introducción de nuevas innovaciones, entre otras, el análisis sistemático de comunidades y la profilaxis previa a la exposición.

A finales de 2016 se calculaba que había 22 000 personas que vivían con el VIH en Marruecos y que hubo menos de 1000 nuevas infecciones por el VIH y menos de 1000 muertes relacionadas con el sida. ONUSIDA trabaja estrechamente con Marruecos para aumentar tanto los enfoques innovadores en la prevención del VIH y la realización de pruebas a grupos de población clave, como los servicios de terapia antirretrovírica y su integración en el sistema de sanitario. Otros de sus objetivos son aplicar una hoja de ruta para eliminar la transmisión maternoinfantil del VIH y poner en marcha una estrategia de cero discriminación. ONUSIDA también coordina el Plan de Apoyo Conjunto y trabaja para asegurar la disponibilidad de información estratégica y para movilizar y poner en marcha becas las del Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria.

Citas

“Marruecos es un ejemplo para otros países, alcanzará los objetivos 90-90-90 para 2020. Es importante ser optimista, y yo soy incorregiblemente optimista”.

Michel Sidibé Director Ejecutivo de ONUSIDA

“Marruecos valora mucho lo que ONUSIDA está haciendo a nivel nacional e internacional”.

Nasser Bourita Ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación Internacional de Marruecos

“Sabemos que estamos en el buen camino y que no podemos relajarnos en lo referente a la prevención y al acceso al tratamiento, así que no sé por qué no íbamos a conseguir poner fin a la epidemia en nuestro país para 2030”.

Hakima Himmich Presidenta de la Asociación por la Lucha contra el Sida de Marruecos

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