Resources and funding

ONUSIDA celebra el anuncio del gobierno español de una nueva contribución de 1 millón de euros para superar la pandemia mundial de sida

15 de octubre de 2024

GINEBRA, 15 de octubre de 2024— El Gobierno español ha anunciado hoy una nueva contribución de 1 millón de euros a ONUSIDA para apoyar su labor encaminada a poner fin al sida para 2030 como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. El anuncio se hizo tras una reunión entre la ministra española de Sanidad, Mónica García Gómez, y la directora ejecutiva de ONUSIDA, Winnie Byanyima, en la capital del país, Madrid.

«Acogemos con gran satisfacción el compromiso de España para acabar con el sida», declaró Byanyima. «Nos encontramos en un momento crítico en la respuesta al VIH, y el camino que tomen los líderes mundiales este año determinará si la pandemia continúa indefinidamente o si acabamos con el sida para 2030. La solidaridad de España con ONUSIDA y la respuesta mundial al sida, así como su compromiso para hacer frente al estigma y la discriminación, son testimonio de su determinación para encaminar al mundo hacia el fin del sida y salvar millones de vidas. España ha dado ejemplo al resto del mundo».

España es un antiguo defensor del derecho a la salud. Durante la Presidencia española del Consejo de la Unión Europea en el segundo semestre de 2023, España hizo de la lucha contra el estigma y la discriminación asociados al VIH una prioridad política. España también se unió a la Alianza Mundial para la Acción para Eliminar todas las Formas de Estigma y Discriminación relacionadas con el VIH y está avanzando en su plan de implementación para eliminar el estigma en entornos sanitarios, laborales y educativos.

ONUSIDA espera seguir fortaleciendo su asociación con España para avanzar hacia los objetivos mundiales y construir una respuesta sólida y basada en los derechos para poner fin al sida en 2030 y mantener los logros en el futuro.

ONUSIDA

El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA) lidera e inspira al mundo para hacer realidad su meta global de cero nuevas infecciones por el VIH, cero discriminación y cero muertes relacionadas con el sida. ONUSIDA aúna los esfuerzos de 11 organizaciones de las Naciones Unidas (ACNUR, UNICEF, PMA, PNUD, UNFPA, UNODC, ONU Mujeres, OIT, UNESCO, OMS y Banco Mundial) y trabaja en estrecha colaboración con asociados mundiales y nacionales para poner fin a la epidemia de sida para el 2030 como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Obtenga más información en unaids.org y conecte con nosotros a través de Facebook, Twitter, Instagram y YouTube.

ONUSIDA lanza un nuevo enfoque para garantizar la sostenibilidad a largo plazo de la respuesta al VIH

19 de enero de 2024

A medida que los países trabajan para alcanzar el objetivo de acabar con el sida como amenaza para la salud pública para 2030, urge planificar el mantenimiento de los logros de la respuesta al VIH más allá de 2030.

Teniendo esto en cuenta, ONUSIDA ha publicado el "Manual de sostenibilidad de la respuesta al VIH", que propone un nuevo enfoque para garantizar la sostenibilidad de la respuesta al VIH. Este enfoque holístico incluye aspectos programáticos, políticos, normativos y financieros de la respuesta al VIH. El nuevo Manual proporciona los fundamentos, las definiciones y una explicación en profundidad de este nuevo enfoque de la sostenibilidad.

"El momento es oportuno, el imperativo es ahora, la comunidad mundial del VIH debe reunirse para dialogar sobre lo que se necesita para sostener la respuesta al VIH antes y después de 2030", dice Jaime Atienza, Director de Financiación Equitativa de ONUSIDA. "Hacemos un llamamiento a los líderes para que inicien conversaciones nacionales sobre el estado futuro de una respuesta sostenida al VIH, y las transformaciones necesarias para lograr y mantener el impacto, antes y después de 2030, incluyendo el examen de los cambios políticos, el compromiso de los donantes y las inversiones necesarias para traducirlos en resultados y cambios concretos a nivel nacional."

El objetivo de la sostenibilidad no es perpetuar la respuesta al VIH en su forma actual. Se trata más bien de garantizar la durabilidad del impacto de la respuesta al VIH. Esto requerirá un cambio de enfoque hacia la sostenibilidad a largo plazo. Será necesaria una acción transformadora, que comience ahora, para que esto sea una realidad antes de 2030 y después de esa fecha.

Por ejemplo, las estrategias y modalidades de prestación necesarias para ampliar los servicios de prevención y tratamiento y garantizar un entorno propicio estable para alcanzar la meta de 2030 diferirán de las que se necesitarán para la sostenibilidad a largo plazo. Aprovechar los habilitadores sociales será especialmente crítico para la sostenibilidad, incluida la minimización de la vulnerabilidad al VIH y la garantía de acceso a los servicios en décadas futuras. En lugar de construir gradualmente sobre lo que ya existe, la sostenibilidad exigirá transformaciones en las políticas, los programas y los sistemas basados en los derechos humanos y centrados en las personas.

La sostenibilidad requerirá diferentes medidas y enfoques en diversos entornos, lo que subraya la importancia de adaptar la planificación y la ejecución a contextos específicos. Por lo tanto, este Manual esboza un nuevo enfoque para planificar y aplicar respuestas nacionales sostenibles al VIH, con el fin de alcanzar los objetivos mundiales sobre el sida y mantener los logros de la respuesta al VIH más allá de 2030.

A través de procesos impulsados y asumidos como propios por los países que aprovechan datos específicos, los países desarrollarán hojas de ruta para la sostenibilidad de la respuesta al VIH que trazarán las vías para que las estrategias y acciones a nivel nacional logren y mantengan el impacto, sin dejar a nadie atrás. Las etapas y formas de desarrollar estas hojas de ruta también figuran en el "Manual de sostenibilidad de la respuesta al VIH".

La Hoja de Ruta para la Sostenibilidad será distinta de los ejercicios de Planificación Estratégica Nacional (PEN), aunque los complementará. La hoja de ruta de cada país debe ser un documento vivo, que permita la continua reevaluación y evolución de las intervenciones, programas y políticas sobre el VIH a medida que cambien los contextos y las circunstancias.

Como transformación clave necesaria para la sostenibilidad a largo plazo, se aconseja a los países que den prioridad a la integración cuidadosa y eficaz de la respuesta al VIH en los sistemas nacionales, prestando la debida atención a las reformas o modificaciones necesarias para las poblaciones clave y vulnerables. Esta transformación aumentará la eficiencia, promoverá la equidad, maximizará la utilización de los recursos y contribuirá al doble objetivo de lograr y mantener el control de la epidemia de VIH y fortalecer los sistemas de salud basados en los derechos humanos y centrados en las personas.

El proceso de elaboración de las Hojas de Ruta para la Sostenibilidad de la Respuesta al VIH está en consonancia con los principios, objetivos y metas establecidos en la Estrategia Mundial sobre el Sida 2021-2026 y en la Declaración Política para Poner Fin al Sida 2021. Los socios internacionales apoyarán los procesos impulsados por los países mediante la prestación de apoyo técnico, incluida una serie de recursos descritos en este Manual.

El nuevo enfoque de la sostenibilidad que se propone en este manual recién publicado exigirá que todos los participantes, incluidos los actores internacionales, estén dispuestos a cambiar su forma de llevar a cabo la respuesta para prepararse mejor para el mundo posterior a 2030.

Para apoyar estas acciones, la sostenibilidad ocupará un lugar prioritario en la agenda de ONUSIDA en 2024. Junto con sus copatrocinadores, socios como el PEPFAR y el Fondo Mundial, y otras partes interesadas de la comunidad mundial del VIH, ONUSIDA está firmemente decidido a ayudar a los países a aprovechar las herramientas y los análisis, las lecciones aprendidas, la ciencia de lo que funciona y dónde, para fomentar un diálogo abierto y honesto sobre el futuro de la respuesta al VIH, las transformaciones necesarias para garantizar que las respuestas en todo el mundo no corren el riesgo de poner en peligro millones de vidas y medios de subsistencia y los compromisos de financiación necesarios para la escala y el impacto.

ONUSIDA pide que se mantengan y amplíen las inversiones en salud y VIH en las reuniones de primavera del FMI y el Banco Mundial

16 de abril de 2024

Urge reestructurar la deuda y reformar el sistema fiscal mundial para financiar los sistemas sanitarios y otros servicios esenciales

WASHINGTON/GINEBRA, 16 de abril de 2024—Mientras los líderes financieros se reúnen en Washington con motivo de las reuniones anuales de primavera del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, ONUSIDA hace un llamamiento para que se realicen inversiones mayores y sostenibles en la respuesta mundial al VIH y otras amenazas para la salud.

"En un momento de múltiples crisis geopolíticas y económicas, la necesidad de hacer frente a las restricciones financieras que amenazan la lucha mundial contra el VIH y otras amenazas para la salud nunca ha sido mayor", declaró Winnie Byanyima, Directora Ejecutiva de ONUSIDA. "En sus reuniones de primavera en Washington, los líderes financieros mundiales deben encontrar el valor para rechazar los llamamientos a una mayor contención fiscal y adoptar medidas que puedan liberar las inversiones necesarias para salvar a millones de personas y transformar las vidas de los más vulnerables en todo el mundo, incluidas las mujeres y las niñas."

Mientras el mundo lucha por alcanzar muchos de los objetivos de salud establecidos en la Agenda de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, las inversiones en la respuesta al VIH han reportado extraordinarios beneficios a la humanidad. Desde 2010, las muertes relacionadas con el sida han disminuido un 51% en todo el mundo y las nuevas infecciones por el VIH se han reducido un 38%.

Sin embargo, más de 9 millones de personas siguen esperando recibir la medicación contra el VIH que les impida morir de sida, y en 2022 aún se produjeron 1,3 millones de nuevas infecciones por el VIH. Aumentar hoy las inversiones en la respuesta al VIH es crucial para llegar a todos los que necesitan tratamiento y evitar nuevas infecciones que no harán sino aumentar los costes futuros del tratamiento.     

Sin embargo, existe un enorme déficit en las inversiones mundiales necesarias para acabar con el sida como amenaza sanitaria mundial para 2030. En 2022 se disponía de un total de 20 800 millones de dólares (dólares constantes de 2019) para programas contra el VIH en países de ingresos bajos y medios, un 2,6% menos que en 2021 y muy por debajo de los 29 300 millones de dólares necesarios para 2025.

En muchos países con las pandemias de VIH más graves, el servicio de la deuda está consumiendo una parte cada vez mayor de los ingresos públicos y limitando el gasto público.

En Angola, Kenia, Malawi, Ruanda, Uganda y Zambia, las obligaciones del servicio de la deuda superan el 50% de los ingresos públicos. El año pasado, en términos de PIB, Sierra Leona gastó 15 veces más en el servicio de la deuda pública que en sanidad, 7 veces más en el servicio de la deuda pública que en educación y 37 veces más en el servicio de la deuda que en protección social. En Angola, el servicio de la deuda fue 7 veces mayor que las inversiones en sanidad, 6 veces mayor que en educación y 14 veces mayor que en protección social.

ONUSIDA sostiene que la reforma del sistema financiero mundial, incluida la cancelación de la deuda, la introducción de mecanismos de financiación más justos y asequibles y la reforma de la fiscalidad mundial, es clave para liberar la financiación transformadora para la salud, la educación y la protección social que también se necesita para acabar con el sida como amenaza para la salud pública para 2030.

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Related: A triple dividend: the health, social and economic gains from financing the HIV response in Africa

Un nuevo informe insta a ampliar los servicios relacionados con el VIH para mejorar la salud en general

15 de abril de 2024

WASHINGTON/GINEBRA, 15 de abril de 2024— Un nuevo informe publicado hoy por ONUSIDA y Amigos de la Lucha Mundial contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria muestra cómo los países están aprovechando sus respuestas al VIH tanto para asegurar el impacto en la respuesta al VIH como para mejorar la salud y el bienestar nacional en general. El informe concluye que invertir ahora para acabar con el sida como amenaza para la salud pública de aquí a 2030 no solo permitirá cumplir el compromiso de acabar con la pandemia, sino que también aumentará los beneficios sanitarios más amplios de las inversiones específicas en el VIH.

El informe, Expanding the HIV response to drive broad-based health gains, presenta ejemplos de Colombia, Costa de Marfil, Jamaica, Sudáfrica, Tailandia y Uganda. Las experiencias de estos seis países indican que el fortalecimiento de las respuestas al VIH ha contribuido a obtener beneficios sanitarios más amplios. Lejos de estar aislados, los programas de tratamiento, prevención y atención del VIH también están ayudando a construir sistemas sanitarios más sólidos que mejoran el acceso a una atención centrada en las personas y refuerzan la preparación ante una pandemia.

Por ejemplo, la integración de servicios específicos y no específicos del VIH está aumentando el acceso a los servicios sanitarios holísticos e integrales que necesitan las personas que viven con el VIH o están afectadas por él. En Costa de Marfil, Jamaica, Sudáfrica y otros países, las plataformas de servicios desarrolladas originalmente para responder al VIH se aprovechan para ofrecer una amplia gama de servicios sanitarios, como prevención, detección y tratamiento de enfermedades no transmisibles.

La atención al VIH está inspirando modelos de atención en otros ámbitos. En Colombia, un modelo de atención desarrollado específicamente para el VIH se está utilizando ahora para prestar una atención integral y coordinada a otras enfermedades crónicas, como la diabetes, el cáncer y las enfermedades cardiovasculares.

Los componentes del sistema sanitario reforzados mediante inversiones en el VIH también están mejorando una amplia gama de resultados sanitarios además de los relacionados con el VIH y el SIDA. En Costa de Marfil, los sistemas de laboratorio reforzados a través de las inversiones en VIH están contribuyendo a los servicios de diagnóstico para múltiples problemas sanitarios, como la salud maternoinfantil, la tuberculosis, la hepatitis vírica y el COVID-19.

A medida que se avanza con retraso en la consecución de muchas de las metas sanitarias de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, los esfuerzos para acabar con el sida destacan como un faro de esperanza. Desde 2010, las nuevas infecciones anuales por el VIH y las muertes relacionadas con el sida han disminuido en todo el mundo un 38% y un 51%, respectivamente.

Angeli Achrekar, Directora Ejecutiva Adjunta de Programas de ONUSIDA, ha afirmado que "este informe pone de manifiesto la necesidad de que los países realicen esfuerzos más decididos para identificar y capitalizar oportunidades "beneficiosas para todos" que aumenten de forma eficiente y eficaz el alcance de los servicios sanitarios para acelerar el progreso hacia el fin del sida como amenaza para la salud pública para 2030 y alcanzar otros Objetivos de Desarrollo Sostenible relacionados con la salud."

El informe concluye con una serie de recomendaciones para potenciar aún más los beneficios sanitarios más amplios a través de inversiones mayores y sostenidas en el VIH. Afirma que es necesario prestar especial atención a mantener y reforzar las inversiones en redes comunitarias sólidas y sostenibles de personas que viven con el VIH y poblaciones clave, incluidas las redes dirigidas por mujeres y jóvenes.

Chris Collins, Presidente y Director General de Friends of the Global Fight, ha declarado: "La respuesta al VIH es una fuerza para el compromiso de múltiples partes interesadas, la programación basada en los derechos humanos, el liderazgo comunitario y la innovación constante. Se trata de puntos fuertes que debemos aportar a los servicios sanitarios en un sentido más amplio, incluida la preparación para pandemias y la Cobertura Sanitaria Universal. Pero este papel catalizador de la respuesta al VIH sólo es posible si los gobiernos, los donantes y las comunidades invierten adecuadamente y se comprometen a acelerar el progreso contra el VIH."

Para participar en el seminario web del 16 de abril (09:00 ET/15:00 CET) en el que se destacarán las conclusiones del informe, inscríbase aquí.

 

Amigos de la Lucha Mundial

Amigos de la Lucha Mundial contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria defiende el apoyo estadounidense al Fondo Mundial y el objetivo de acabar con las epidemias de sida, tuberculosis y malaria. Para más información sobre Amigos de la Lucha Mundial, visite www.theglobalfight.org.

ONUSIDA

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Expanding the HIV response to drive broad-based health gains: Six country case studies

Con un modesto aumento de la inversión, ONUSIDA puede conseguir que 35 países pongan fin a sus pandemias de sida para 2025

28 de marzo de 2024

ONUSIDA necesita aumentar la financiación a tan sólo el 1% de los 20.000 millones de dólares de recursos destinados al VIH para apoyar eficazmente a los países en su objetivo de acabar con el sida para 2030.

GINEBRA, 28 de marzo de 2024-ONUSIDA insta a los donantes a un modesto aumento de la financiación para garantizar que 35 países puedan poner fin a sus pandemias de sida para 2025, cinco años antes del objetivo fijado para 2030. La financiación actual de ONUSIDA es de 160 millones de dólares, menos del 50% de los recursos disponibles en 2015. Para lograr el máximo impacto, ONUSIDA calcula que necesitará 210 millones de dólares anuales, lo que representa menos del 0,02% del gasto sanitario total en los países de ingresos bajos y medios.

"ONUSIDA ha seguido siendo un socio firme y fiable, que ha defendido y aprovechado los puntos fuertes del sistema de las Naciones Unidas para catalizar la acción, garantizar compromisos, movilizar a las partes interesadas, generar datos fidedignos, capacitar a las comunidades, abordar las vulnerabilidades y hacer frente a los obstáculos", declaró Ruth Laibon-Masha, directora ejecutiva del Consejo Nacional de Control de Enfermedades de Kenya. "Aprovechemos este momento histórico, en el que estamos unidos en nuestro consenso de que necesitamos que ONUSIDA funcione plenamente, ya que no tenemos ninguna duda de la contribución de ONUSIDA a la salud mundial y de su importancia fundamental para acabar con el sida como amenaza para la salud pública. Kenia reafirma su compromiso con ONUSIDA cumpliendo su promesa de aportar fondos en 2024 e invita a otros países implementadores y donantes a no quedarse atrás aumentando también sus contribuciones."

ONUSIDA prevé que la plena financiación del Programa Conjunto permitiría a 35 países alcanzar los objetivos de supresión de la carga vírica para 2025. Ese logro salvaría 1,8 millones de vidas, evitaría 5,7 millones de nuevas infecciones por el VIH para 2030 y establecería una base sólida para que el mundo acabe con el sida en 2030. 

"Si ONUSIDA no existiera, todos estaríamos pidiendo que se creara ONUSIDA. Aunque celebramos los progresos realizados, seguimos necesitando un ONUSIDA muy fuerte y bien dotado de recursos para seguir impulsando esos progresos", afirmó el embajador John Nkengasong, coordinador mundial de los Estados Unidos para el sida y alto funcionario de la Oficina de Seguridad Sanitaria Mundial y Diplomacia. "Una amenaza generacional requiere un liderazgo sostenido, un liderazgo sostenido que viene acompañado del compromiso sostenido de proporcionar financiación a ONUSIDA. Así que nuestro compromiso desde los Estados Unidos es siempre hacer que ONUSIDA sea más fuerte y continuará haciendo de ONUSIDA ese organismo que proporcione esa Estrella del Norte para todos nosotros."

"Confiamos en ONUSIDA para que apoye la voz de las comunidades más afectadas por el VIH en las políticas nacionales sobre el VIH y en los procesos de toma de decisiones, así como en los esfuerzos para mejorar el acceso a los servicios y hacer frente al estigma y la discriminación y a la desigualdad de género", declaró Peter Sands, Director Ejecutivo del Fondo Mundial. "Garantizar que ONUSIDA cuente con los recursos adecuados es fundamental para lograr un progreso continuado en el control del VIH".

Como explica Mary Mahy, Directora de Datos para Impacto de ONUSIDA, "Las enfermedades pasan por un periodo de aumento de nuevas infecciones y, con el tiempo, tras la aplicación de las intervenciones, las nuevas infecciones empiezan a disminuir y los países alcanzan un punto de control de la enfermedad, luego de eliminación y, finalmente, de erradicación. Pero con el VIH no hemos conseguido controlar la enfermedad en todo el mundo y algunos países siguen en la fase de aumento de las infecciones. Así que todavía queda mucho trabajo por hacer en la respuesta al VIH para lograr el control, la eliminación y la erradicación de la enfermedad".

En 2022, cada minuto moría alguien de sida, 4.000 mujeres jóvenes y niñas de entre 15 y 24 años se infectaban por el VIH cada semana, y de los 39 millones de personas que viven con el VIH, más de 9 millones no tienen acceso al tratamiento contra el VIH.

"Las pandemias suelen atravesar ciclos de pánico y negligencia. Pero la seguridad sanitaria sólo puede conseguirse cuando rompemos estos ciclos y alcanzamos y mantenemos los logros que hemos conseguido juntos", declaró Winnie Byanyima, Directora Ejecutiva de ONUSIDA. "Con un modesto aumento de la financiación, en los próximos dos años, ONUSIDA podrá ayudar a 35 países a alcanzar los objetivos 95-95-95 y contribuir a mantener los logros. Será un logro mundial excepcional". 

ONUSIDA ha desarrollado una propuesta de valor que destaca tres mensajes clave para el periodo 2024-2025:

  • Sabemos cómo acabar con el sida como amenaza para la salud pública. Tomar este camino es una decisión política y financiera.
  • Una inversión modesta en ONUSIDA tendrá el máximo impacto a escala nacional y mundial.
  • ONUSIDA ocupa una posición privilegiada como líder de la respuesta mundial al VIH. Invertir en ONUSIDA es vital para invertir para acabar con el sida, luchar contra las desigualdades y salvar vidas.

ONUSIDA lidera la agenda de sostenibilidad de la respuesta al VIH, apoyando a los países para que garanticen programas contra el VIH bien dotados de recursos, centrados en las personas y basados en los derechos humanos, que se financian cada vez más con recursos nacionales. La agenda de sostenibilidad abarca la sostenibilidad política, programática y financiera, desarrollada en estrecha colaboración con el PEPFAR, el Fondo Mundial y otros donantes, países y comunidades.

La agenda considerará las implicaciones de las crecientes crisis financieras y de deuda a las que se enfrentan muchos países de ingresos bajos y medios, que también se ven muy afectados por el VIH. Aproximadamente el 60% de los recursos para las respuestas al VIH en los países de ingresos bajos y medios procedieron de fuentes nacionales en 2022, frente al 50% en 2010. ONUSIDA tiene un papel fundamental a la hora de garantizar que se mantengan los compromisos políticos, programáticos y financieros para la respuesta al VIH.

"Todos queremos que el Programa Conjunto siga liderando la respuesta al sida de cara a 2030", afirmó Cleopa K. Mailu, embajadora de Kenya ante la oficina de las Naciones Unidas en Ginebra y presidenta de la Junta Coordinadora del Programa ONUSIDA. "Es la prioridad que damos a las personas vulnerables que necesitan nuestro apoyo para llevar una vida significativa y plena. Debemos ser capaces de encontrar una solución colectiva para colmar el déficit de financiación. Cualquier momento que perdamos hablando de la financiación insostenible de ONUSIDA es un momento perdido para salvar una vida, prevenir una nueva infección o una muerte."

Mediante la plena financiación de ONUSIDA y aprovechando la experiencia técnica y el alcance geográfico de sus 11 copatrocinadores de las Naciones Unidas, ONUSIDA puede seguir liderando y dirigiendo estratégicamente la respuesta al VIH, basándose en datos, objetivos acordados y principios establecidos en la Estrategia Mundial sobre el Sida 2021-2026. ONUSIDA puede maximizar el rendimiento de las inversiones realizadas por los gobiernos, el PEPFAR y el Fondo Mundial, y trabajar codo con codo con los países para poner fin a sus pandemias de sida para 2030 y garantizar la sostenibilidad en el futuro.

ONUSIDA

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En las vísperas del Día Mundial del Sida, ONUSIDA pide apoyo urgente para que las comunidades lideren la lucha para poner fin al sida

28 de noviembre de 2023

Un nuevo informe de ONUSIDA demuestra el papel fundamental que desempeñan las comunidades en la respuesta al VIH y cómo la financiación insuficiente y las barreras perjudiciales están impidiendo su trabajo para salvar vidas y obstaculizan acabar con el sida.

LONDRES/GINEBRA, 28 de noviembre de 2023. A medida que se acerca el Día Mundial del Sida (1 de diciembre), ONUSIDA insta a los gobiernos de todo el mundo a liberar el poder de las comunidades locales para liderar la lucha para poner fin al sida. Un nuevo informe de ONUSIDA, Que lideren las comunidades, muestra que el sida puede dejar de ser una amenaza para la salud pública antes de 2030, pero solo si las comunidades de primera línea reciben todo el apoyo necesario de los gobiernos y los donantes.

«Las comunidades de todo el mundo han demostrado que están preparadas y dispuestas y que son capaces de liderar la ruta a seguir. Pero necesitan eliminar las barreras que obstaculizan su trabajo y disponer de los recursos adecuados para poder ampliar su contribución», afirmó Winnie Byanyima, directora ejecutiva de ONUSIDA. «Con demasiada frecuencia, los responsables de la toma de decisiones tratan a las comunidades como problemas que deben gestionarse, en lugar de ser reconocidas y apoyadas como líderes. Las comunidades no se interponen en la ruta a seguir, sino que iluminan la ruta para poner fin al sida».

El informe, presentado en Londres durante un evento del Día Mundial del Sida encabezado por la organización de la sociedad civil STOPAIDS, muestra cómo las comunidades han sido la fuerza impulsora del progreso.

La defensa de la comunidad desde las calles hasta los tribunales y los parlamentos ha garantizado cambios revolucionarios en la política. La campaña de las comunidades ayudó a abrir el acceso a los medicamentos genéricos para el VIH, lo que condujo a reducciones considerables y sostenidas en el coste del tratamiento antirretroviral de 25 000 USD por persona y año en 1995 a menos de 70 USD en muchos de los países más afectados por el VIH a día de hoy.

Que lideren las comunidades muestra que invertir en programas contra el VIH dirigidos por la comunidad aporta beneficios transformadores. Establece cómo los programas realizados por organizaciones comunitarias en Nigeria se asociaron con un aumento del 64 % en el acceso al tratamiento del VIH, una duplicación de la probabilidad de uso de los servicios de prevención del VIH y un aumento cuádruple en el uso constante del preservativo entre las personas en riesgo de contraer el VIH. Señala también cómo entre los trabajadores sexuales, a los que llegó un paquete de intervenciones entre iguales en la República Unida de Tanzania, la tasa de incidencia del VIH se redujo a menos de la mitad (5 % frente al 10,4 %).

«Somos el vehículo del cambio que puede poner fin a las sistemáticas injusticias que siguen impulsando la transmisión del VIH. Hemos visto desarrollos revolucionarios con U=U, hemos mejorado el acceso a los medicamentos y hemos hecho grandes avances en la descriminalización», afirmó Robbie Lawlor, cofundador de Access to Medicines Ireland. «Sin embargo, se espera de nosotros que movamos montañas sin ningún apoyo financiero. Se supone que luchamos por un mundo más equitativo y tenemos la tarea de desmantelar el estigma, pero nos dejan fuera de debates que son cruciales. Estamos en un punto de inflexión. Las comunidades ya no pueden relegarse a la periferia. Ahora es el momento del liderazgo».

El informe destaca cómo las comunidades están a la vanguardia de la innovación. En Windhoek, Namibia, un proyecto autofinanciado por el Grupo de Capacitación de la Juventud está utilizando bicicletas eléctricas para proporcionar medicamentos contra el VIH, alimentos y apoyo a los jóvenes para comprobar que siguen las normas necesarias, ya que a menudo no pueden asistir a las clínicas debido a sus horarios escolares. En China, las organizaciones comunitarias desarrollaron aplicaciones para teléfonos inteligentes que facilitan el autodiagnóstico, lo que contribuyó a que el aumento de las pruebas del VIH fuese casi cuatro veces mayor en todo el país entre 2009 y 2020.

El informe revela cómo las comunidades también están haciendo que los proveedores de servicios sean responsables. En Sudáfrica, cinco redes comunitarias de personas que viven con el VIH inspeccionaron 400 centros en 29 distritos y realizaron más de 33 000 entrevistas con personas que viven con el VIH. En la provincia del Estado Libre, estos resultados llevaron a los funcionarios de salud provinciales a implementar nuevos protocolos de citas para reducir los tiempos de espera en la clínica y dispensar medicamentos antirretrovirales para períodos de tres y seis meses.

A pesar de la clara evidencia de impacto dirigido por la comunidad, las respuestas dirigidas por la comunidad no son reconocidas, tienen pocos recursos y, en algunos lugares, incluso están en el punto de mira. La represión de la sociedad civil y de los derechos humanos de las comunidades marginadas dificulta que las comunidades proporcionen servicios de prevención y tratamiento del VIH. La subfinanciación de las iniciativas lideradas por la comunidad hace que tengan dificultades para seguir operando y les impide expandirse. Si se eliminan estos obstáculos, las organizaciones lideradas por la comunidad pueden añadir un impulso aún mayor para poner fin al sida.

En la Declaración política de 2021 para poner fin al sida, los Estados miembros de las Naciones Unidas reconocieron el papel crítico que desempeñan las comunidades en la prestación de servicios para el VIH, especialmente a personas en mayor riesgo de contraerlo. Sin embargo, mientras que en 2012, cuando más del 31 % de la financiación del VIH se canalizó a través de organizaciones de la sociedad civil, diez años más tarde, en 2021, solo el 20 % de la financiación para el VIH estaba disponible, un retroceso sin precedentes en los compromisos que ha costado y sigue costando vidas.

«En estos momentos, la acción liderada por la comunidad es la contramedida más importante en la respuesta al sida», dijo Solange Baptiste, directora ejecutiva de la Coalición Internacional de Preparación para el Tratamiento. «Sin embargo, sorprendentemente, no es una piedra angular de los planes, agendas, estrategias o mecanismos de financiación globales para mejorar la preparación y la salud de todos ante la pandemia. Es hora de cambiar eso».

Cada minuto se pierde una vida por el sida. Cada semana, 4000 niñas y mujeres jóvenes se infectan con el VIH, y de los 39 millones de personas que viven con el VIH, 9,2 millones no tienen acceso a tratamientos que salven vidas. Existe un camino que pone fin al sida. Se puede acabar con el sida antes de 2030, pero solo lo conseguiremos si las comunidades lideran.

ONUSIDA insta a: Convertir los roles de liderazgo de las comunidades en el núcleo de todos los planes y programas para el VIH; financiar los roles de liderazgo de las comunidades de forma completa y fiable; y eliminar las barreras a los roles de liderazgo de las comunidades.

El informe incluye nueve ensayos de invitados de líderes comunitarios, en los que comparten su experiencia sobre los logros que han alcanzado, las barreras a las que se enfrentan y lo que el mundo necesita para poner fin al sida como amenaza para la salud pública.

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