Social norms

Las personas que viven con el VIH en Kirguistán han adquirido el derecho a adoptar

12 de febrero de 2021

A finales de enero de 2021, el Tribunal Constitucional de Kirguistán decidió sacar el VIH del listado de enfermedades que hacen imposible que las personas puedan adoptar niños, asumir su custodia o convertirse en padres de acogida. La barrera a la paternidad para las personas que viven con el VIH en el país ha estado vigente durante muchos años.

Así, el cambio (logrado gracias al esfuerzo conjunto de activistas, abogados y defensores de los derechos humanos, pero, sobre todo, de las personas que en primera persona sufrieron la discriminación y decidieron luchar por sus derechos) supone una gran victoria sobre el estigma y la discriminación hacia los ciudadanos que viven con el VIH en Kirguistán.

Baktygul Israilova, quien aparece arriba en la imagen y lidera la red nacional de mujeres que viven con el VIH, es una de las muchas personas afectadas. Hace varios años, quiso adoptar un niño. «En aquel momento apenas entendía del todo la profundidad del problema. Estaba convencida de que, si reunía la documentación necesaria y la enviaba al departamento correcto, me tendrían en cuenta y valorarían positivamente mi ofrecimiento», recuerda la Sra. Israilova. «Soy ya madre de dos niñas maravillosas. Tengo un trabajo estable, así en en ese momento, la verdad, pensé que tenía todo a mi favor».

Cuando se enteró de que no podía adoptar un niño por su estado serológico, se quedó completamente en shock. «Ya estoy más que acostumbrada al hecho de que las personas que viven con el VIH son objeto constante de discriminación, mas ¿por qué no pueden ser padres y darle todo su amor y regalar sus cuidados a un niño de un orfanato?», se preguntaba.

En aquel preciso momento, la Sra. Israilova empezaba su camino como activista del VIH. «Hasta ese momento siempre tenía miedo de algo; lo primero de todo, de mi estado serológico. Me preocupaban mis hijas. Me asustaba no encontrar un trabajo. Tenía miedo de que la gente no me entendiera. Me aterraba el hecho de no conseguir nada en la vida. Pero entonces me cansé de sentir miedo. Aquel fue todo un punto de inflexión en mi vida. Ahí fue cuando públicamente reconocí mi estado serológico positivo y me convertí en la primera mujer del país en vivir abiertamente con el VIH».

De acuerdo con los datos recogidos por el Comité Nacional de Estadística de Kirguistán, en el año 2019 había mas de 2000 niños y adolescentes menores de 18 años privados del cuidado parental. De ellos, 592 eran huérfanos.

En 2018, la Sra. Israilova conoció a Svetlana Izambayeva, arriba en la imagen, una activista de la Federación Rusa que vive con el VIH y que fue una de las primeras mujeres de la Federación Rusa en dar a conocer públicamente que vivía con el VIH. La Sra. Izambayeva disponía de una extensa y exitosa experiencia en la lucha por hacer realidad el derecho a adoptar en su país natal. Precisamente por eso, asesoró a las mujeres de Kirguistán en su lucha.

Un caso similar había sido llevado ya a los tribunales de Kirguistán. Una abogada local, Ainura Osmonalieva, y otros abogados del bufete legal Adilet estuvieron intentando ayudar a una mujer que vivía con el VIH a lograr la custodia de su sobrino tras el fallecimiento de su madre.

Las activistas aunaron esfuerzos y recursos, y estudiaron todo el marco legal existente, las obligaciones internacionales, las convenciones ratificadas y la Declaración política de las Naciones Unidas para acabar con el sida, la cual el país se había comprometido a implementar. El proceso duró dos años. Activistas de otros países, sobre todo de la Red euroasiática sobre el sida, la ayudaron a recabar todas las pruebas necesarias. Las activistas subrayaron ejemplos de cambios en la legislación en tres países de Europa del Este: la República de Moldova, la Federación Rusa y Ucrania. La Oficina regional de ONUSIDA en Kirguistán apoyó los esfuerzos de defensa de la Red nacional de mujeres que viven con el VIH en todas las etapas y brindó apoyo técnico para fortalecer su capacidad defensora y organizativa.

La Sra. Israilova dijo que, cuando tuvo que hablar y defender su postura ante los jueces del Tribunal Constitucional, estaba plenamente preparada para seguir adelante. «Aun cuando la resolución hubiera sido negativa, no nos habríamos rendido. Lo habríamos seguido intentando una y otra vez hasta lograr un resultado de acuerdo con el cual cualquier persona que viviera con el VIH pudiera adoptar o tener la custodia de un menor».

«En el momento en que obtuve una respuesta positiva, me fui corriendo a casa y le conté a mis hijas lo que habíamos conseguido. Llevan años soñando con tener un hermano, e incluso tienen escogido su nombre. Mis hijas son mi luz, ellas son quienes iluminan mi camino. He logrado muchísimas cosas en la vida gracias a tenerlas a ellas. Y ahora debo preparar todos los documentos que necesito para llenar de felicidad la vida de otro pequeño», señala la Sra. Israilova.

Fotografías: ONUSIDA, noviembre de 2019

VER: LA HISTORIA DE SVETLANA IZAMBAYEVA

VER: LA HISTORIA DE BAKTYGUL ISRAILOVA

¿Qué se necesita para crear una protección social de vía rápida para acabar con el sida?

09 de mayo de 2018

En 2016, los Estados miembros acordaron un conjunto de objetivos en la Reunión de Alto Nivel de las Naciones Unidas para Poner Fin al sida que deben cumplirse y ponerse en práctica en el mundo para erradicar la epidemia de sida en 2030. Uno de estos objetivos tiene como meta consolidar los sistemas nacionales de protección social y protección infantil. De esta manera se pretende garantizar que, para el año 2020, el 75 % de las personas que viven con VIH, las personas que viven con riesgo de infección o las personas afectadas por el VIH se beneficien de una protección social sensible con respecto del VIH. Dicho objetivo está basada en los derechos humanos. Además, se nutre y beneficia de la promoción, la protección y del cumplimiento de todos los derechos humanos y de la dignidad de todas personas que viven con, en riesgo de o afectadas por el VIH.

Las pruebas muestran cómo los programas de protección social satisfacen las necesidades de las personas que son pobres y marginadas y cómo están aumentando los beneficios de las personas viven con, en riesgo de o afectadas por el VIH. La pregunta no es si la respuesta al sida debería aumentar la atención destinada a la protección social, sino cómo sería la mejor manera de aprovechar los recursos y las alianzas de los movimientos que trabajan sobre la erradicación de la pobreza y la desigualdad con el objetivo de trabajar con eficacia para acabar con el sida.

De 127 países que aparecen en los informes del Índice Compuesto de Política Nacional de ONUSIDA en el 2017, 109 (el 86 %) dijo que habían aprobado una estrategia de protección social, la política o el marco en 2016, y 99 de esos países (el 78 %) implementaron estos programas. Un total de 85 países declararon que sus estrategias eran sensibles al VIH al menos en cierta medida. Más de la mitad (47) de los 87 países con un mecanismo de coordinación para su estrategia de protección social han incluido a su programa nacional contra el sida en esa estructura. Sin embargo, sólo 12 países informaron que sus estrategias de protección social eran completamente sensibles al VIH.

Para intensificar los esfuerzos centrados en conseguir una protección social de vía rápida, ONUSIDA recientemente celebró una conferencia en la que los participantes escucharon acerca de cómo fortalecer los sistemas nacionales de protección social y de protección infantil. La conferencia se centró en tres objetivos: fortalecer los vínculos con los movimientos sociales y otros movimientos basados en acabar con la pobreza y la desigualdad; intensificar la acción de la protección social; y revitalizar la programación para el VIH, la seguridad alimentaria y la nutrición.

"Se necesitan vínculos más fuertes mediante sistemas de salud, educación y comunidad para reducir la vulnerabilidad de personas que viven con, en riesgo de y afectadas por el VIH a través de los servicios de protección social", afirma Tim Martineau, Director Ejecutivo Adjunto de ONUSIDA Programa, a.i.

En el evento también se vió el lanzamiento de un nuevo informe de ONUSIDA titulado Protección Social: un compromiso de vía rápida para poner fin al sida. El informe proporciona una guía sobre cómo aumentar lo que funciona en contextos diferentes al de la epidemia del VIH y para diversas poblaciones. Además, también proporciona asistencia a los gobiernos, a las personas que viven con o afectadas por el VIH, los responsables políticos y otras partes interesadas en cómo intensificar la integración del VIH, en la protección social y en otros programas para acabar con la pobreza y la desigualdad con el fin de terminar con el sida.

"Hay que recordar que, sin una mejora del bienestar material y emocional de las personas, no podemos terminar la epidemia de sida", dijo Denys Dmytriiev, de la All Ukrainian Network of People Living with HIV (Red de Todas las Personas Ucranianas que Viven con VIH).

La Conferencia Internacional sobre la Protección Social de vía rápida para poner fin sida se celebró en Ginebra (Suiza) los días 25 y 26 de abril.

Las injusticias a las que se enfrentan las mujeres transgénero en Perú

26 de abril de 2018

Tamara, una mujer transgénero de Lima (Perú), lleva luchando con su identidad desde la escuela primaria, donde  sus compañeros le acosaban desorbitadamente hasta que tuvo que marcharse. Cuando tenía 18 años, a causa de las pocas opciones que tenía, comenzó a trabajar en las calles como trabajadora sexual. A menudo decía que no iba a pasar de los 30 años; se preguntaba con rabia que si la sociedad la estaba tratando como un ser inferior, ¿cómo podría conseguirlo?

Como si se tratase de una profecía, Tamara murió menos de un mes después de su 30 cumpleaños por una enfermedad relacionada con el SIDA y la tuberculosis. Su muerte a una edad tan temprana es tristemente común, de ahí que la mayoría de las mujeres transgénero en América Latina muera antes de llegar a los 35 años. América Latina lidera el mundo en homicidios de personas transgénero, casi el 80 % de los asesinatos de personas transgénero a nivel mundial ocurren en la región. Según un reciente estudio de la Revista de la Sociedad Internacional del SIDA, la prevalencia del VIH entre las mujeres transgénero es superior al 38 %  —las mujeres transgénero tienen un 50 % más probabilidades de adquirir el VIH que el resto de la población.

Las violaciones de los derechos humanos perpetradas contra mujeres transgénero a lo largo de América Latina son el resultado de la presión que existe en su sociedad. La cultura de la región es muy machista, conservadora y transfóbica, de forma que margina y estigmatiza a las personas transgénero, lo que supone una grave amenaza para su salud, seguridad, esperanza de vida y perspectivas de empleo. Como se ven con un apoyo y opciones escasos, muchas se deciden ser trabajadoras sexuales. Siendo trabajadores sexuales no tienen protección legal y corren un mayor riesgo de sufrir violencia y abuso sexual y de sustancias, además, la mayoría tienen poco acceso a los servicios de salud. Muchos de los casos de violencia y asesinato no se documentan y no hay un reconocimiento al respecto.

Durante los últimos años, la fotoperiodista Danielle Villasana ha documentado una comunidad de mujeres transgénero en Lima, fotografiando las terribles realidades a las que se enfrentan con frecuencia como las complicaciones del VIH, el abuso a manos de la policía, de parejas o de clientes y la muerte. "La mayoría de los gobiernos de América Latina y del mundo  no protegen continuamente a las mujeres transgénero, por lo que estoy decidida a mostrar cómo estas injusticias tan ignoradas a menudo provocan consecuencias fatales" dijo la Sra. Villasana.

Como resultado, ha lanzado una campaña en Kickstarter para publicar estas importantes historias en un fotolibro bilingüe. El objetivo es sensibilizar a la policía, la instituciones médicas y a los legisladores. Según cuenta, los sectores a menudo son ignorantes en cuanto a los abusos cometidos contra mujeres transgénero debido a los prejuicios institucionales y a una falta de comprensión. Puedes apoyar y aprender más sobre su proyecto de libro en http://bit.ly/a-light-inside.

Desde una edad temprana, las personas transgénero se enfrentan al estigma, la discriminación y el rechazo social en sus hogares y comunidades. Dicha discriminación, violencia y criminalización son los factores que evitan que las personas transgénero reciban los servicios de VIH que necesitan para mantenerse sanos. ONUSIDA está trabajando con gobiernos, socios y  comunidades de personas transgénero para aumentar el acceso de personas transgénero a los servicios sanitarios.

Todas las fotos han sido realizadas por Danielle Villasana

Danielle Villasana

Fotolibro

Puesta en marcha de programas exhaustivos sobre el VIH y las ITS con personas transgénero

06 de abril de 2016

En colaboración con ONUSIDA y otros asociados, el Programa de las Naciones Unidas para el desarrollo (PNUD) y la IRTG, una Red Mundial de Mujeres Transgénero y VIH, han lanzado hoy una nueva publicación titulada Puesta en marcha de programas exhaustivos sobre el VIH y las ITS con personas transgénero: guía práctica para intervenciones colaborativas. La publicación incluye pasos concretos que los funcionarios de salud pública, los trabajadores sanitarios y las organizaciones no gubernamentales pueden adoptar para poner en marcha programas sobre el VIH e infecciones de transmisión sexual (ITS) con personas transgénero.

Algunos de los temas que se tratan en la publicación son: la capacitación de las comunidades, los derechos humanos, el tratamiento de la violencia, el estigma y la discriminación, y la prestación de servicios competentes para las personas transgénero, en especial, para la prevención, el diagnóstico, el tratamiento y los cuidados frente al VIH y las ITS. La publicación también incluye la difusión dirigida por las comunidades, espacios seguros y el uso de la tecnología de la información y las comunicaciones en la prestación de servicios. Explica cómo manejar programas y capacitar a las organizaciones dirigidas por personas transgénero. También muestra cómo pueden diseñarse y ponerse en marcha los servicios para que sean aceptables y accesibles para las mujeres transgénero. Allí dónde es posible, presta particular atención a los programas llevados a cabo por organizaciones transgénero.

La publicación ha sido el resultado de una colaboración con personas transgénero y asociados, proveedores de servicios, investigadores, funcionarios del gobierno y representantes de organizaciones no gubernamentales de todo el mundo. El PNUD y la IRTG coordinaron su elaboración con el apoyo del Fondo de Población de las Naciones Unidas, la Universidad de California (San Francisco), el Centro de Excelencia para la Salud Transgénero, la Escuela de Salud Pública Johns Hopkins Bloomberg, la Organización Mundial de la Salud, la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional,el Plan Presidencial de Emergencia para el Alivio del Sida y ONUSIDA.

El documento está basado en las recomendaciones incluidas en las Directrices consolidadas sobre prevención, diagnóstico, tratamiento y cuidados frente al VIH para grupos de población clave ,publicadas en 2014 por la Organización Mundial de la Salud.

Las mujeres transgénero siguen viéndose profundamente afectadas por el VIH. Son 49 veces más propensas a contraer el VIH que los adultos no transgénero.

Citas

"La discriminación, la violencia y la criminalización impiden que las personas transgénero puedan acceder a los servicios que necesitan para estar y permanecer sanas. Esta herramienta ayuda a los organizadores a poner en marcha programas exhaustivos a lo largo de todo el espectro".

Joanne Keatley, copresidenta del IRGT y directora del Centro de Excelencia para la Salud Transgénero en la Universidad de California, San Francisco.

"Es realmente necesario asegurar que se ponen en marcha programas, políticas y un compromiso comunitario para las personas transgénero. Esta publicación, realizada con la colaboración de activistas transgénero a escala mundial, constituye un paso importante para lograr que esto ocurra".

Luis Loures, director ejecutivo adjunto de ONUSIDA

Día Internacional contra la Homofobia, la Transfobia y la Bifobia

14 de mayo de 2015

Mensaje de Michel Sidibé, director ejecutivo de ONUSIDA

GINEBRA, 17 de mayo de 2015 — Vivimos en una época de rápidos cambios sociales. Las personas lesbianas, gais, bisexuales, transgénero e intersexuales (LGBTI) están alcanzando nuevas conquistas y celebran logros notables.

Pese a esa transformación, siguen dándose actos de discriminación y violencia contra la comunidad LGBTI.

No podemos tolerar que los derechos se escojan a gusto de cada cual en una sociedad moderna, en una sociedad que celebre la diversidad; una sociedad donde todo el mundo, viva donde viva o ame a quien ame, pueda vivir en paz y seguridad; una sociedad donde todo el mundo pueda contribuir a la salud y el bienestar de su comunidad.

Podemos hacer que esa sociedad sea una realidad, pero necesitamos la solidaridad mundial.

Lo hicimos cuando luchamos contra el apartheid, ¡y ganamos!

Al conmemorar el Día Internacional contra la Homofobia, la Transfobia y la Bifobia, hago un llamamiento para que todo el mundo se una al movimiento por la justicia social, la igualdad y la equidad, para que todos puedan vivir con respeto y dignidad.

Ese es el futuro por el que me esfuerzo. Ese es el futuro que queremos.

Los trabajadores del espectáculo de Camboya acogen con satisfacción la nueva normativa sobre derechos laborales

12 de noviembre de 2014

Cuando Sopheap vuelve de trabajar a las 2.00 horas, entra de puntillas en su apartamento de una habitación porque todo el mundo está durmiendo. Esta madre de 35 años se mete en la cama que comparte con sus dos hijos pequeños y duerme algunas horas antes de levantarse a preparar el desayuno.

"Soy el sostén económico de la familia. Mantengo a mis hijos, mi sobrina y mi madre", dijo Sopheap. "También le envío dinero a mis hermanos y hermanas".

Como otras madres que trabajan en el turno de noche, disfruta por el día de buenos ratos con sus hijos: juega con ellos, les prepara la comida y los cuida. Por la noche es su madre la que cuida de ellos.

Sopheap es trabajadora del espectáculo y pasa las noches en una cervecería en Phnom Penh. Empezó a trabajar en este ámbito después de mudarse a la capital de Camboya hace siete años. Su trabajo ahora es muy distinto del que tenía en su ciudad de origen, donde vendía frutas y verduras en el mercado.

"Ahora gano unos 120 dólares estadounidenses al mes, que es mucho más de lo que conseguía con mi trabajo de vendedora. Antes no llegaba a fin de mes", dijo Sopheap.

Como muchos otros trabajadores del espectáculo en Camboya, su precaria situación financiera la llevó a marcharse a la capital. Dice que tuvo suerte porque era guapa y le gustaba cantar. Su primer trabajo consistía en entretener a los clientes de un restaurante, y después, hace un año, entró a trabajar en el local en el que está ahora.

"No es fácil. A veces los hombres nos obligan a beber. Nos acosan e incluso pueden ponerse violentos. Pero tengo suerte, porque mi jefe es comprensivo. Si no nos encontramos bien suele concedernos la baja por enfermedad", afirmó Sopheap.

La baja por enfermedad es uno de los derechos básicos de los trabajadores reconocido en la Ley de Trabajo de Camboya, pero hasta hace poco muchos trabajadores del espectáculo no gozaban de este beneficio. Ahora la baja por enfermedad está reconocida como un derecho de todos los trabajadores del espectáculo. Este reconocimiento llega tras la decisión que tomó el Ministerio de Trabajo y Formación Profesional de Camboya de elaborar una nueva normativa ministerial que inste a que se protejan los derechos laborales, así como aquellos relacionados con la salud y la seguridad en el trabajo, de todos los trabajadores del espectáculo. El término "trabajadores del espectáculo" se aplica a las personas de Camboya que trabajan en hoteles, restaurantes, hostales, locales de karaoke, discotecas, cervecerías, casinos y centros de masaje, entre otros locales. Aunque Sopheap dice que no realiza ningún tipo de trabajo sexual, suele reconocerse que este trabajo puede llevar a la venta de servicios sexuales.

Esta medida fue bien acogida por los representantes sindicales."El Gobierno por fin ha reconocido que los trabajadores del espectáculo son trabajadores como el resto y que deberían estar protegidos por la ley laboral", afirmó Chan Dyna, representante de la Red Nacional de Trabajadores del Espectáculo.

Muchos trabajadores del espectáculo se enfrentan a malas condiciones laborales, muchas horas de trabajo, salarios bajos y acoso sexual. Además, los empleadores suelen exigir a sus empleados que paguen una sanción cuando llegan tarde o enferman de repente, lo que hace que los trabajadores caigan en la trampa a la hora de intentar pagar sus deudas. La nueva normativa prohíbe estas sanciones y el trabajo forzado de cualquier tipo, así como obligar a los trabajadores a consumir drogas o abortar. Así se ayuda a crear un entorno propicio para que los trabajadores del espectáculo reciban educación sanitaria y tengan acceso a servicios sanitarios.

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) está colaborando con el Gobierno de Camboya para formar a todos los inspectores del trabajo en el nuevo reglamento para junio de 2015.El programa de formación no solo incluye aspectos relacionados con los derechos y la seguridad laborales, sino también con la prevención del VIH y la reducción del estigma y la discriminación hacia los trabajadores del espectáculo que viven con el VIH.

"Este último paso en favor de los derechos laborales de los trabajadores del espectáculo se ha desarrollado a partir de todo el trabajo llevado a cabo en relación con el VIH", dijo Richard Howard, Especialista Principal en VIH y Sida de la Oficina Regional de la OIT para Asia y el Pacífico.

Gracias a su participación en programas del VIH, los trabajadores del espectáculo han aprendido no solo a prevenir y mitigar el efecto del VIH, sino también a reclamar sus derechos sexuales y reproductivos, así como la protección social.

"El movimiento contra el VIH ha ayudado a empoderar a la mujer. Ha sentado las bases de la solidaridad y se ha convertido en una plataforma para conseguir derechos más amplios”, afirmó el Sr. Howard.

Sopheap también trabaja como agente de extensión inter pares y comparte información relacionada con el VIH con otros trabajadores del espectáculo. "Hacemos frente un alto grado de estigma y discriminación. Espero que estas nuevas directrices animen a las personas a respetarnos como mujeres profesionales" dijo.

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