Tuberculosis TB
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Feature Story
Una oportunidad para poner fin a dos de las enfermedades infecciosas más letales del mundo: la tuberculosis y el VIH
26 Septiembre 2018
26 Septiembre 2018 26 Septiembre 2018La Organización Mundial de la Salud ha publicado recientemente su Informe global sobre la tuberculosis de 2018. Aunque muestra focos de progreso alentadores en la respuesta a la tuberculosis y el VIH en algunas áreas, presenta una imagen bastante sombría en cuanto a la perspectiva de acabar con esta doble epidemia para el 2030.
El VIH, identificado por primera vez a principios de los 80, es una epidemia relativamente reciente; la tuberculosis, sin embargo, lleva entre nosotros miles de años. Los arqueólogos piensan que la tuberculosis ya afectaba a los antiguos egipcios y que incluso el propio Tutankamón pudo padecerla.
A lo largo de los años, muchas personas famosas la han sufrido o han muerto a causa de esta enfermedad, como John Keats, Frédéric Chopin, Charlotte y Emily Brontë, Nelson Mandela y Franz Kafka, por nombrar tan solo algunas. A principios del siglo XX, los supuestos tratamientos para la tuberculosis incluían echar siestas reconstituyentes al aire libre durante todo el día en los sanatorios de las montañas suizas, duchas heladas y dietas compuestas por hasta 12 comidas al día y varios litros de leche y vino o, incluso, permanecer en establos, donde el calor y los gases del amoniaco de la orina de los animales actuaban como un supuesto bálsamo para la infección pulmonar.
Los tratamientos médicos eficaces no estuvieron disponibles hasta mediados de los 40, y han cambiado muy poco desde entonces. Los medicamentos actuales, pese a ser tóxicos y estar anticuados, son increíblemente efectivos y relativamente baratos. No obstante, resulta problemático identificar a las personas que necesitan tratamiento para la tuberculosis y garantizar que lo siguen, cosa especialmente urgente para las personas que viven con el VIH.
La Organización Mundial de la Salud calcula que en 2017 había alrededor de 10 millones de personas con la enfermedad activa, el 9% de las cuales eran además personas que viven con el VIH. De esos 10 millones de personas, aproximadamente 3,6 millones o, lo que es lo mismo, el 36%, no estaban identificadas; es decir, no habían sido diagnosticadas o debidamente tratadas. Entre las personas que viven con el VIH, la discrepancia es mucho mayor, ascendiendo hasta el 49%.
Para las personas que viven con el VIH y tienen tuberculosis las probabilidades de desarrollar tuberculosis activa son 20 veces más altas. Si no se trata, la tuberculosis puede acabar rápidamente con la vida de una persona que vive con el VIH.
Las pruebas para la detección de la tuberculosis se les realiza a menos del 60% de los pacientes con VIH, lo que impide que se trate y ocasiona muertes que podrían haberse evitado. La tuberculosis es la epidemia más mortífera a nivel mundial y es responsable de una de cada tres muertes asociadas al sida, lo que la convierte en la primera causa de muerte entre las personas que viven con el VIH. En 2017 murieron de tuberculosis alrededor de 1,6 millones de personas, incluidas 300 000 personas que vivían con el VIH.
Es posible avanzar significativamente mejorando la colaboración entre los programas para el VIH y para la tuberculosis en aras de identificar y tratar ambas enfermedades e incluyendo inversiones para el diagnóstico, la vacunación y los medicamentos, tanto los preventivos como aquellos utilizados en el tratamiento de la tuberculosis y de la tuberculosis multirresistente.
Sin embargo, es necesario un mayor compromiso, más inversiones y más medidas.
Se estimaba que para responder de forma a eficaz a la tuberculosis en 2018 en los 118 países de rentas bajas y medias en los que se dan el 97% de casos de todo el mundo serían necesarios 10 400 millones de dólares. La cifra con la que en realidad se ha contado en 2018 ha sido de 6900 millones, 3500 millones de dólares por debajo de lo necesario.
ONUSIDA calcula que para 2020 serán necesarios 26 200 millones de dólares para una respuesta eficaz al VIH. En 2017, en los países de rentas bajas y medias se contó con 21 300 millones, unos 5000 millones de dólares por debajo de lo necesario. El fin de las epidemias tan solo podrá llegar si se logra solventar la insuficiencia de los fondos.
Con 1700 millones de personas, es decir el 23% de la población mundial, infectadas con tuberculosis latente, y sin olvidar que entre el 5 y el 10% de ellas pueden acabar desarrollando la enfermedad activa, resulta evidente que el mundo debe tomar medidas urgentemente.
El 26 de septiembre, líderes de todo el mundo se reunirán en la sede de las Naciones Unidas de Nueva York, en Estados Unidos, para la primera Reunión de Alto Nivel de las Naciones Unidas sobre la Tuberculosis. El protagonismo de la tuberculosis en este día señalado brinda al mundo la ocasión de establecer objetivos ambiciosos y factibles para poner fin a dos de las infecciones que más víctimas se cobran en el mundo: la tuberculosis y el VIH.
Aprovechar esta oportunidad no solo impediría la muerte de más de 6000 personas cada día a causa de la tuberculosis y el VIH, sino que también evitaría nuevas infecciones y haría que el mundo estuviera muchísimo más cerca de mejorar la salud global, reducir la pobreza y alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
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Feature Story
Estamos ante un año crucial en materia de TB
19 Marzo 2018
19 Marzo 2018 19 Marzo 2018El 2018 es un año crucial para la comunidad internacional que sigue avanzando hacia el fin de la epidemia mundial de la tuberculosis (TB) que se pretende conseguir para el año 2030 como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Los Estados Miembro de las Naciones Unidas se darán cita en septiembre de este año en Nueva York con motivo de la Reunión de Alto Nivel de las Naciones Unidas en materia de Tuberculosis. Así pretenden mostrar su liderazgo y compromiso político con respecto a la erradicación de la TB para el 2030. En esta reunión de alto nivel, se tratarán algunos de los principales retos a la hora de dar respuesta, entre los que se incluyen la necesidad de equidad y la garantía de acceso a servicios de TB para los grupos de población vulnerables. Asimismo, también se debatirán tanto la necesidad de facilitar pruebas y tratamiento para la TB a través de los servicios de atención sanitaria primaria, como la necesidad urgente de movilización de recursos.
En aras de prepararse para este hito histórico que constituirá la primera Reunión de Alto Nivel de las Naciones Unidas en materia de Tuberculosis de la historia, los líderes mundiales se reunieron en Nueva Delhi (India) los días 14 y 15 de marzo en la Cumbre para Erradicar la Tuberculosis que se celebró al calor de la 30ª Reunión del Consejo de la Iniciativa Alto a la Tuberculosis.
En esta reunión, se congregó un gran número de líderes mundiales en materia de TB. J. P. Nadda, ministro de salud y bienestar familiar del Gobierno de la India, afirmó durante el evento lo siguiente: “Nos aseguraremos de que se cumplan los objetivos a los que nos comprometimos para erradicar la tuberculosis. Para lograr los objetivos, se necesitarán tanto innovación como una nueva puesta en práctica de ideas. La India reafirma su compromiso de apoyo a los países vecinos en la lucha contra esta enfermedad”.
En el año 2016, el déficit de financiación estimado en programación de TB fue de 2,3 mil millones de USD. Además, se produjo un desplome de 1,2 mil millones de USD en investigación del TB y ciencia. Se hará mención especial a la necesidad urgente de inversiones más cuantiosas en innovación los días previos a esta reunión de alto nivel. Esto formará parte de los esfuerzos para conseguir diagnósticos, tratamientos y una vacuna en el siglo XXI para dar respuesta a la TB.
Isaac Folorunso Adewole, ministro de sanidad de Nigeria, declaró lo siguiente: “Los líderes mundiales tienen que aprovechar esta oportunidad, comprometerse firmemente y conseguir una resolución para así poder ser testigos de la erradicación de la tuberculosis por la vía rápida. Las medidas que se empleen para cumplir estos compromisos necesitarán la ayuda de iniciativas sólidas por parte de los ministerios de sanidad, el resto de ministerios, el sector privado, la sociedad civil y las comunidades”.
La tuberculosis existe desde hace miles de años y todavía sigue siendo una gran crisis sanitaria a nivel mundial. La Organización Mundial de la Salud estimaba que, en 2016, alrededor de 1,3 millones de personas murieron de TB y que más de 400,000 que vivían con el VIH murieron de coinfección de TB y VIH; a nivel mundial, se consideró que estas muertes tenían relación con el sida.
Soumya Swaminathan, Directora General Adjunta para Programas de la OMS, decía así: “No podemos erradicar la tuberculosis con tan solo un enfoque verticalista. Debemos trabajar todos juntos para proporcionar los instrumentos necesarios a las comunidades y así apoyarles en la lucha contra la tuberculosis. Este movimiento debe extenderse mucho más allá de la comunidad médica”.
Las personas que viven con el VIH se ven particularmente afectadas por la TB. Uno de cada diez casos de TB se da entre personas que viven con el VIH, y una de cada cuatro muertes producidas por la TB se asocian al VIH. A pesar de tener cura y ser una enfermedad prevenible, la TB fue en 2016 la novena principal causa de muerte a nivel mundial.
Según Tim Martineau, Director Ejecutivo Adjunto en ONUSIDA: “Todavía hay mucha gente que no tiene acceso a tratamiento. Tenemos que buscar estrategias para ampliar el acceso a los servicios de atención, concretamente para los más marginados que no están teniéndolo en estos momentos”.
ONUSIDA y la Iniciativa Alto a la Tuberculosis mantienen una colaboración de larga duración gracias a la cual trabajan mano a mano para promover, monitorizar y prestar apoyo a los programas destinados a poblaciones y países afectados por las epidemias conjuntas de la TB y el VIH. El Consejo de la Iniciativa Alto a la Tuberculosis proporciona dirección e indicaciones, controla la implementación de las políticas, planes y actividades acordadas en el marco de esta asociación, y garantiza una coordinación fluida entre los diferentes componentes de la Iniciativa Alto a la Tuberculosis.
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La Conferencia Ministerial Mundial concluye con la aprobación de la Declaración de Moscú para Poner Fin a la Tuberculosis
23 Noviembre 2017
23 Noviembre 2017 23 Noviembre 2017La conferencia ministerial mundial celebrada en Moscú, Federación de Rusia, el 16 y 17 de noviembre, reunió a más de 1000 participantes, entre ellos 75 ministros y 114 delegaciones nacionales, y concluyó con la aprobación de la Declaración de Moscú para Poner Fin a la TB.
Esta Declaración establece un nuevo compromiso para acelerar la actuación multisectorial y aumentar la responsabilidad en la respuesta mundial a la tuberculosis (TB) con el objetivo de poner fin a esta epidemia para 2030. Dicha declaración servirá de guía para la Reunión de Alto Nivel sobre la TB que la Asamblea General de las Naciones Unidas celebrará en 2018, donde se tratará de promover el compromiso de los jefes de estado y de gobierno para acabar con la TB.
La declaración subraya la importancia de la actuación internacional para abordar cuestiones prioritarias en la respuesta a la TB: la financiación sostenible, la ciencia, la investigación y el desarrollo y el establecimiento de una directiva de responsabilidad multisectorial.
La Primera Conferencia Ministerial de la Organización Mundial de la Salud, titulada “Poner fin a la tuberculosis en la era del desarrollo sostenible: una respuesta multisectorial”, fue inaugurada por el Presidente de la Federación de Rusia, Vladimir Putin. El acto contó con la asistencia de altos cargos de las Naciones Unidas, como Amina J. Mohammed, Asesora Especial de la Secretaría General de las Naciones Unidas, Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la Organización Mundial de la Salud, y Michel Sidibé, Director Ejecutivo de ONUSIDA.
La TB es la enfermedad infecciosa más letal del mundo (en 2016, 1,7 millones de personas murieron a causa de esta enfermedad) y acarrea consecuencias económicas y sociales de gran alcance. La crisis para la salud pública que representa la tuberculosis multirresistente persiste y la TB es la principal causa de muerte entre las personas que viven con el VIH.
Durante la conferencia, la representante de la organización TBpeople (la red euroasiática de personas que viven con la tuberculosis) Mariam Avanesova, quien recibió tratamiento contra la tuberculosis multirresistente en Armenia desde el 2010 hasta el 2012, presentó la campaña #StepUpforTB. Es un llamamiento urgente a los ministros de sanidad de los principales países afectados por la TB para garantizar que sus políticas y prácticas sobre esta enfermedad están en consonancia con los estándares internacionales definidos por la Organización Mundial de la Salud, como las pruebas y el tratamiento de la TB y sus formas farmacorresistentes. La petición, impulsada por Médicos Sin Fronteras y la alianza Alto a la Tuberculosis, ya la han firmado más de 30 000 personas de 120 países.
La Declaración de Moscú para Poner Fin a la TB está disponible en el siguiente enlace: http://www.who.int/tb/features_archive/Online_Consultation_MinisterialConferenceDeclaration/en/.
Quotes
"Somos conscientes de nuestra responsabilidad y de la importancia tan grande de este asunto, y estamos concentrando nuestros esfuerzos y recursos en resolverlo... Reducir la mortalidad por tuberculosis está entre nuestras prioridades estatales, junto con la reducción de la mortalidad por enfermedades cardiovasculares y cáncer".
"La tuberculosis es un problema complejo y multisectorial que requiere una respuesta sistémica y altamente coordinada para hacer frente a las condiciones que propician la propagación de la enfermedad. El marco de la rendición de cuentas que hemos decidido desarrollar marca un nuevo comienzo y, con el apoyo de la Organización Mundial de la Salud para coordinar y seguir los progresos, esperamos que la Declaración de Moscú para Poner Fin a la TB nos sirva de guía para la reunión de alto nivel sobre la tuberculosis que la Asamblea General de las Naciones Unidas celebrará en 2018".
"Hoy se produce un punto de inflexión en la lucha contra la tuberculosis. Este hito demuestra el compromiso mundial que se tiene desde hace mucho tiempo para acabar con la muerte y el sufrimiento causado por este antiguo asesino".
"Aquí, en Europa Oriental y en todo el mundo, los programas relacionados con el VIH necesitan hacer mucho más para diagnosticar, tratar y prevenir la tuberculosis entre personas que viven con el VIH".
"Considero inaceptable que haya personas que se estén muriendo por un diagnóstico tardío o porque los medicamentos no son efectivos, o simplemente porque dejan el tratamiento porque los efectos secundarios de 20 pastillas al día durante dos años fueron demasiado. Hago un llamamiento a todos los gobiernos para que se esfuercen por hacer accesibles las pruebas y el tratamiento de la tuberculosis a todas las personas que lo necesiten".
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Feature Story
Viven con el VIH, pero mueren de tuberculosis
03 Noviembre 2017
03 Noviembre 2017 03 Noviembre 2017El progreso mundial para acabar con la tuberculosis no es lo suficientemente rápido como para alcanzar los objetivos mundiales contra la TB y el VIH
La tuberculosis (TB) sigue siendo la enfermedad infecciosa más letal del mundo. Según el último informe de la OMS publicado esta semana (WHO Global Tuberculosis Report 2017), el avance mundial hacia la reducción de nuevos casos de tuberculosis (TB) es insuficiente para la consecución de los objetivos mundiales contra la TB y el VIH, a pesar de que la mayor parte de las muertes se pueden prevenir con el diagnóstico precoz y el tratamiento adecuado de estas enfermedades.
En el marco de los esfuerzos mundiales por conseguir avances en la respuesta a la TB, este objetivo adquiere cada vez más importancia en el programa mundial de desarrollo, tal y como prueban la asistencia de cientos de líderes mundiales a la primera Conferencia Ministerial Mundial de la OMS para poner fin a la TB, celebrada en Moscú del 14 al 17 de noviembre, y la Reunión de Alto Nivel sobre la TB de la Asamblea General de las Naciones Unidas programada para 2018.
"Tenemos una oportunidad sin precedentes para que la atención política se centre en las desigualdades que impulsan las epidemias de TB y VIH", declaró Michel Sidibé, Director Ejecutivo de ONUSIDA. "El rendimiento de la inversión en la TB y el VIH no debe medirse solamente en dólares, sino en voces escuchadas, derechos protegidos y vidas salvadas".
En 2016, el riesgo de desarrollar la TB entre los 37 millones de personas que viven con el VIH era aproximadamente 21 veces mayor que el riesgo que corría el resto de la población mundial. Hubo más de un millón de casos de TB entre personas que viven con el VIH: el 10% de todos los casos de esta enfermedad que se registraron a nivel mundial ese mismo año. Las personas que viven con el VIH son mucho más propensas a morir de TB que las personas seronegativas, y una de cada cinco muertes por tuberculosis (el 22%) se produce entre personas que viven con el VIH. En 2016, se registraron 374 000 fallecimientos por TB entre personas que viven con el VIH, lo que representa casi el 40% de todas las muertes relacionadas con el sida.
Las muertes por TB y la propia enfermedad pueden evitarse con una terapia preventiva, pero la mayoría de personas que viven con el VIH y que pueden beneficiarse de ella no la están recibiendo. En 2016, menos de un millón de las personas inscritas en el programa de atención del VIH comenzaron el tratamiento preventivo de la TB. Sudáfrica representa la mayor parte del total con un 41%. Le siguen Mozambique, Zimbabwe y Malawi.
La carga mundial de tuberculosis farmacorresistente sigue aumentando con unas 600 000 personas que requieren tratamiento, pero en 2016 sólo una de cada cinco se inscribió para recibirlo.
La incidencia mundial de TB sólo está disminuyendo en torno al 2% por año, y el 16% de las personas con TB mueren a causa de esta enfermedad. Para 2020, estas cifras tienen que haber descendido del 4 al 5% por año y al 10%, respectivamente, para alcanzar los primeros objetivos de la estrategia Alto a la Tuberculosis de la OMS, previstos para ese mismo año. En este 2017 sigue habiendo lagunas importantes en la financiación mundial para la prevención y tratamiento de la TB (2 300 millones de dólares estadounidenses) y para la investigación en nuevos medicamentos, vacunas y diagnóstico de esta enfermedad (1 200 millones de dólares estadounidenses).
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Press Release
ONUSIDA advierte de que los países no lograrán alcanzar la meta de reducir en un 75% para 2020 las muertes por tuberculosis entre las personas que viven con el VIH a menos que se emprendan medidas urgentes
22 Marzo 2017 22 Marzo 2017GINEBRA, 24 de marzo de 2017—Con motivo del Día Mundial de la Tuberculosis, que se celebra el 24 de marzo, ONUSIDA insta a los países a adoptar muchas más medidas para reducir el número de muertes por tuberculosis entre las personas que viven con el VIH. La tuberculosis es la causa más común de ingreso hospitalario y muerte entre estas personas. En 2015, 1,1 millones de personas murieron por enfermedades relacionadas con el SIDA y, de ellas, en torno a 400.000 personas, de las cuales 40.000 eran niños, murieron de tuberculosis.
"Resulta inaceptable que tantas personas que viven con el VIH mueran de tuberculosis y que la mayoría de casos no se diagnostiquen ni se traten", dice Michel Sidibé, Director Ejecutivo de ONUSIDA. "Solo si se fomenta la colaboración entre los programas de VIH y tuberculosis para acelerar la acción conjunta podrán alcanzarse las importantes metas en materia de VIH y tuberculosis a nivel mundial".
Ocho países, a saber, la República Democrática del Congo, la India, Indonesia, Mozambique, Sudáfrica, la República Unida de Tanzanía y Zambia, representan alrededor del 70% de todas las muertes por tuberculosis entre las personas que viven con el VIH. La intensificación de las acciones en estos ocho países situaría al mundo en la vía adecuada para alcanzar la ambiciosa meta establecida en la Declaración Política de las Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA de 2016 de reducir las muertes relacionadas con la tuberculosis entre las personas que viven con el VIH en un 75% para 2020.
Las actuales debilidades de los sistemas sanitarios siguen produciendo deficiencias en los diagnósticos de tuberculosis de estas personas, pues en 2015, en torno al 57% de los casos de tuberculosis relacionados con el VIH seguían sin tratarse. Otros factores que no ayudan: los vínculos inadecuados con la atención médica tras el diagnóstico, un escaso acompañamiento de las personas, la falta de seguimiento y la incapacidad para llegar a las personas con más riesgo de contraer la enfermedad, en particular, las poblaciones marginadas, entre ellas las personas que se inyectan drogas, presos y trabajadores migrantes, así como los resultados poco satisfactorios de los tratamientos. En 2014, alrededor del 11% de los pacientes de tuberculosis seropositivos murieron, frente al 3% de los pacientes seronegativos. La detección temprana y el tratamiento efectivo son esenciales para prevenir las muertes relacionadas con la tuberculosis, especialmente entre las personas que viven con el VIH.
La farmacorresistencia constituye también una preocupación importante; se estima que en 2015 aparecieron unos 480.000 nuevos casos de tuberculosis multirresistente. La reciente aprobación de dos nuevos medicamentos para tratar la tuberculosis, la primera en más de 60 años, está mejorando las perspectivas para las personas con tuberculosis resistente.
ONUSIDA insta a eliminar las muertes por tuberculosis entre las personas que viven con el VIH, fortalecer los sistemas de salud e integrar los servicios para permitir una cobertura más amplia y rápida en las áreas del VIH y la tuberculosis. Los países deben aumentar los programas de prevención y tratamiento del VIH para que incluyan pruebas de detección periódicas de la tuberculosis, tratamiento preventivo y tratamiento temprano, pues se trata de programas simples, asequibles y efectivos en la prevención de las muertes por tuberculosis.
ONUSIDA sigue apoyando a los países en la aceleración de sus esfuerzos por alcanzar las importantes metas fijadas para 2020 de la Declaración Política de 2016. Como parte de esto, ONUSIDA insta a que intensifiquen las medidas en los 35 países de alta prioridad para acelerar los resultados mediante la aplicación de programas específicos de gran impacto a fin de fomentar los progresos en la erradicación de la epidemia del SIDA.
Si desea obtener más información, consulte unaids.org
Press centre
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La amenaza mundial de la resistencia a los medicamentos, destacada en el nuevo informe de la OMS sobre la tuberculosis
13 Octubre 2016
13 Octubre 2016 13 Octubre 2016En el informe de 2016 sobre el estado de la epidemia y la respuesta mundiales a la tuberculosis (TB), la Organización Mundial de la Salud comunicó que se calculaba que en el año 2015 se produjeron 10,4 millones de nuevos casos de tuberculosis, una cantidad superior a la de las estimaciones previas. Sin embargo, en el año 2015 únicamente se detectaron y comunicaron oficialmente 6,1 millones de casos de TB, lo que demuestra la existencia de importantes deficiencias para localizar y aplicar las pruebas a quienes quizás padezcan TB. Seis países representan el 60% de la incidencia mundial total de la TB: China, India, Indonesia, Nigeria, Pakistán y Sudáfrica. La tuberculosis sigue siendo la principal causa de muerte entre quienes viven con el VIH, a pesar de que se podrían curar por un coste reducido. El coste generado por dejar de tratar la tuberculosis es, sin embargo, alto en términos de la propagación de la enfermedad y de la mortalidad.
Se calcula que, en 2015, 1,8 millones de personas murieron de tuberculosis y que, de estas muertes, 0,4 millones se produjeron entre quienes también eran seropositivas. Más del 20% de las personas que viven con el VIH y la enfermedad de la tuberculosis no estaba recibiendo medicamentos antirretrovirales que salvaran su vida, una oportunidad perdida de ofrecer atención y tratamiento completos e integrados. La TB también se puede evitar entre las personas que viven con el VIH recibiendo tratamiento antirretroviral temprano y terapia preventiva con isoniazida, aunque la respuesta a la terapia preventiva sigue siendo insuficiente.
Un hallazgo del informe que es particularmente preocupante se refiere a la respuesta inadecuada ante la creciente incidencia de la TB resistente a múltiples fármacos (MDR en inglés). En el año 2015, solamente una de cada cinco personas que reunían los requisitos recibió tratamiento contra la TB-MDR. Por otra parte, la tasa de curación de la tuberculosis multirresistente sigue siendo decepcionantemente baja: el 52% a nivel mundial, a pesar de las recientes mejoras para acceder a los nuevos tratamientos.
El aumento de la resistencia a los medicamentos es una de las mayores amenazas contra la reducción de la incidencia de la enfermedad y las muertes por enfermedades infecciosas, como el VIH, la tuberculosis y la malaria, que impide que alcancen su pleno potencial muchas personas que viven en países con rentas bajas y medias. Es necesario tomar medidas urgentes que eviten el desarrollo y la propagación de la resistencia a los medicamentos, y es fundamental invertir en investigación para encontrar nuevas terapias que sustituyan a las que han demostrado ser ineficaces debido a la resistencia a los medicamentos.
Quotes
“Nos enfrentamos a una ardua batalla para alcanzar los objetivos mundiales contra a la tuberculosis. Tiene que haber un incremento generalizado de los esfuerzos, o los países seguirán corriendo detrás de esta mortífera epidemia, y estas ambiciosas metas no se alcanzarán”.
“Cada vez que perdemos un tratamiento efectivo de primera línea contra la enfermedad infecciosa debido al desarrollo de la resistencia a los medicamentos, el mundo pierde otra oportunidad de salvar vidas y de fomentar la salud, el bienestar y el desarrollo de las personas, especialmente de las que viven en la pobreza. La atención urgente, la acción, la inversión y la investigación son necesarias para afrontar esta crisis que se avecina”.
Recursos
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Comunidades unidas para acabar con las epidemias de sida y tuberculosis
07 Abril 2016
07 Abril 2016 07 Abril 2016ONUSIDA y la iniciativa Alto a la tuberculosis han celebrado un debate interactivo en Nueva York, EE. UU., con algunos representantes de las organizaciones de la sociedad civil y otras partes interesadas en la respuesta al VIH y a la tuberculosis (TB). El debate tuvo lugar durante la Audiencia Informal Interactiva sobre el VIH con la Sociedad Civil, y fue moderado por el presidente de la Asamblea General de las Naciones Unidas como preparación para la Reunión de alto nivel sobre el sida de la Asamblea General de las Naciones Unidas, que tendrá lugar en Nueva York del 8 al 10 de junio.
Durante las conversaciones, los participantes describieron los desafíos que plantea la epidemia y se exploraron distintas ideas para integrar mejor las respuestas. Tanto ONUSIDA como la iniciativa Alto a la tuberculosis han establecido objetivos ambiciosos en un plazo de cinco años para responder a la epidemia y situarse en buen camino para ponerle fin, como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
La estrategia para 2016-2021 de ONUSIDA ha establecido tres metas centradas en las personas y diez objetivos cuantificables que se deben cumplir para 2020, para acabar con la epidemia de sida para 2030. También se debe cumplir el objetivo de tratamiento 90-90-90 para 2020, conforme al cual el 90% de las personas que viven con el VIH debe saber su estado serológico, el 90% de los que saben que son seropositivos tenga acceso al tratamiento antirretrovírico y el 90% de los que reciben tratamiento tenga una carga vírica reducida. Otros objetivos son reducir las nuevas infecciones por el VIH a menos de 500.000 al año para 2020 y llegar a una cero discriminación relacionada con este virus.
El Plan Mundial para detener la tuberculosis es un plan de cinco años de la iniciativa Alto a la tuberculosis para acelerar la respuesta a la enfermedad y prevé un aumento de las inversiones de 2016 a 2020, para cumplir con el objetivo 90-(90)-90. Esto implica llegar hasta, al menos, el 90% de las personas diagnosticadas con TB y permitirles el acceso a una terapia adecuada; llegar hasta el 90%, como mínimo, de los grupos de población clave que viven con tuberculosis y lograr el éxito en el 90% de los casos diagnosticados.
La prevención de VIH y tuberculosis también será clave para poner fin a ambas epidemias.
La tuberculosis es una causa importante de mortalidad entre las personas que viven con el VIH y, en la actualidad, es responsable de una de cada tres muertes relacionadas con el sida.
Quotes
"No acabaremos con el sida si no superamos el reto que supone la coinfección con tuberculosis. Aquí no tiene cabida un enfoque fragmentado."
"Estamos ante una encrucijada mundial en lo que respecta al VIH y a la tubeculosis. Sabemos que no podremos acabar con la tuberculosis para 2030 a menos que pongamos fin al sida para ese año. De la misma manera, no tenemos posibilidades de acabar con el sida para entonces si no cambiamos drásticamente nuestra respuesta a la tuberculosis."
"Vengo de Ucrania, el país con la quinta mayor carga de tuberculosis multirresistente del mundo. La causa de muerte para el 60% de las personas seropositivas en Ucrania es la tuberculosis. Algunas de ellas eran amigos míos."
"Me enfurece el hecho de que la tuberculosis se haya cobrado tres vidas en mi familia: mi padre, mi madre y mi hermano. No debería morir nadie si hay una cura y se puede prevenir. Nuestro enfoque a esta enfermedad es erróneo."
"La tuberculosis y el VIH son como hermanos. No los podemos separar."
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Press Statement
ONUSIDA hace un llamado a asociaciones más fuertes para poner fin a la epidemia de tuberculosis y VIH
23 Marzo 2016 23 Marzo 2016GINEBRA, 24 de marzo de 2016—En el Día Mundial de la Tuberculosis (TB), ONUSIDA hace un llamado a asociaciones más fuertes y a un enfoque unificado para poner a fin a las epidemias coexistentes de TB y VIH y así salvar millones de vidas. Nunca ha sido más urgente para los gobiernos, las comunidades científica y médica, el sector privado y las personas afectadas por estas enfermedades, unirse para asegurar el acceso a los esquemas terapéuticos existentes y pugnar por nuevas herramientas de diagnóstico y tratamientos para llegar a todas las personas necesitadas.
"Nuestro logro es mayor cuando trabajamos conjuntamente y utilizamos todas nuestras fortalezas para alcanzar metas ambiciosas", dijo el Director Ejecutivo de ONUSIDA, Michel Sidibé. "Hoy, más que nunca, es preciso hacer uso del potencial de cada uno de los involucrados en la respuesta al VIH y la TB, para poner fin a estas epidemias y crear un mundo más sano, como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible".
A escala mundial, 9,6 millones de personas contrajeron la TB y 1,5 millones murieron por la enfermedad en 2014. La tuberculosis continúa siendo la causa principal de muerte entre las personas que viven con el VIH y da cuentas de una de cada tres de las muertes relacionadas con el VIH cada año —cerca de 390 000 de las 1,2 millones de muertes en 2014—. Además, cerca de 480 000 personas en el año 2014 desarrollaron TB resistente a múltiples fármacos. En cuanto al VIH, las comunidades más pobres y los grupos de población afectados por el estigma y la discriminación son más vulnerables a la infección.
La comunidad internacional está comprometida con poner fin a la epidemia de TB y VIH en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Esto solo será posible fortaleciendo y acelerando las respuestas actuales y maximizando la contribución de todos los involucrados a través de un enfoque unificado a escala internacional, regional, nacional y comunitaria. Por ejemplo, es preciso acelerar el desarrollo de nuevas herramientas de diagnóstico, tratamientos y potenciales vacunas contra el VIH y la TB, especialmente en respuesta a la emergencia de tuberculosis multirresistente. De mayor importancia, estos nuevos esquemas terapéuticos y herramientas deben estar al alcance de todas las personas afectadas por la TB y el VIH.
Adoptada en 2014, la Estrategia Alto a la Tuberculosis de la Organización Mundial de la Salud reconoce que poner fin a la epidemia de TB depende de una mejor elaboración de políticas a nivel internacional, regional y nacional, así como de medidas más contundentes para aumentar la protección social, reducir la pobreza y atacar otros factores determinantes que aumentan la vulnerabilidad de las personas a la infección. El fortalecimiento de las capacidades sanitarias también será un factor importante para alcanzar los objetivos, mediante la reducción de las muertes por la TB en un 95% y los nuevos casos de TB en un 90% para el año 2035. Los mismos factores son aplicables para poner fin a la epidemia de VIH.
ONUSIDA continúa comprometida con el trabajo en estrecha colaboración con los países, los donantes, las comunidades y las asociaciones, entre ellas la Organización Mundial de la Salud, la Asociación Alto a la Tuberculosis y el Fondo Mundial para la Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y el Paludismo para maximizar todo el poder de las comunidades por doquier para poner fin a la epidemia de TB y VIH.
Press centre
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Feature Story
Japón acoge una importante conferencia sobre la financiación de la respuesta al sida, la tuberculosis y la malaria
17 Diciembre 2015
17 Diciembre 2015 17 Diciembre 2015Japón acogió la 5ª Reunión preparatoria de reabastecimiento del Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria (Fondo Mundial) el 16 y 17 de diciembre, que sentó las bases para una conferencia a mediados de 2016 en la que los donantes finalizarán el siguiente ciclo de financiación de tres años del Fondo Mundial.
Los participantes fueron el ministro de Asuntos Exteriores, Fumio Kishida, los ministros de Sanidad de varios países, Margaret Chan, la directora general de la Organización Mundial de la Salud, Bill Gates, copresidente de la Bill & Melinda Gates Foundation, y Luiz Loures, director ejecutivo adjunto de ONUSIDA.
"Tenemos una oportunidad sin precedentes en los próximos cinco años para detener la epidemia de sida", declaró el Sr. Loures. "Si ampliamos los servicios de atención, tratamiento y prevención y creamos un entorno en el que la gente tenga pleno acceso a ellos estaremos en el vía de poner fin a la epidemia de sida para 2030".
En las vísperas de la reunión, Japón también organizó una conferencia sobre la cobertura sanitaria universal a fin de evaluar los sistemas económicos y de financiación que necesitan los países para fomentar el acceso a una atención sanitaria y unos medicamentos asequibles. La cobertura sanitaria universal es fundamental para poner fin a la epidemia de VIH, tuberculosis y malaria, que está impulsada por la pobreza, el estigma y la discriminación.
Japón ha sido uno de los principales inversores en la respuesta al sida, prestando apoyo a los programas centrados en poblaciones clave en toda Asia e invirtiendo en proyectos como el Kenya HIV Situation Room, que utiliza tecnología de vanguardia para proporcionar datos de alta calidad sobre la epidemia del país.
Durante su estancia en Japón, el Sr. Loures también visitó PLACE Tokyo, que proporciona servicios basados en la comunidad relacionados con el VIH y la salud sexual, incluidos servicios de asesoramiento para las personas que viven con el VIH.
"El papel de las comunidades sigue siendo tan fundamental como siempre para abordar las realidades, necesidades y problemas de las personas que viven con el VIH en Japón", declaró el Sr. Loures. "Felicito a PLACE Tokyo por el trabajo que están haciendo para apoyar a las personas que viven con el VIH, sus socios y familiares".
Region/country
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
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Feature Story
El director ejecutivo adjunto de ONUSIDA destaca la necesidad de un mayor compromiso de las comunidades para poner fin a la tuberculosis y el VIH
04 Diciembre 2015
04 Diciembre 2015 04 Diciembre 2015Luiz Loures, director ejecutivo adjunto de ONUSIDA, se unió a un grupo de expertos de alto nivel en la sesión plenaria de apertura de la 46ª Conferencia Mundial de la Unión sobre Salud Pulmonar para debatir los problemas mundiales que cabe enfrentar para acabar con las epidemias vinculadas de VIH y tuberculosis, como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
La conferencia de cinco días se celebró en Ciudad del Cabo (Sudáfrica) del 2 al 6 de diciembre de 2015. Sudáfrica tiene la tasa más alta de tuberculosis relacionada con el VIH del mundo, de modo que el 60 % de las personas que viven con tuberculosis también viven con el VIH.
El Sr. Loures subrayó la necesidad de comprometerse y apoyar a las personas y las comunidades más afectadas por la tuberculosis y el VIH. "Un enfoque basado en los derechos y centrado en las personas es esencial para abordar el VIH y la tuberculosis", declaró el Sr. Loures. "El poder del cambio solo llega si se apoya en las propias personas, mediante el empoderamiento, la participación y la inclusión".
Constance Manwa, superviviente de tuberculosis resistente a la politerapia, activista comunitaria y madre que vive con el VIH afirmó: "La implicación de la comunidad ayuda mucho. Yo era una paciente, pero también daba conferencias a otros pacientes de la comunidad. Es importante divulgar el mensaje de que hay que hacerse las pruebas en una fase temprana. La gente escucha más a una persona que ha tenido la misma experiencia".
Las comunidades ayudan a adaptar los servicios de prevención y tratamiento para cubrir las necesidades de las personas que viven con la tuberculosis y que puedan llegar a las personas que se quedan atrás. También pueden prestar ayuda para que las personas que viven con el VIH y la tuberculosis se sigan cuidando y continúen el tratamiento.
Se han hecho progresos. Desde 1990 las muertes por tuberculosis se han reducido en casi un 50 %. Sin embargo, la tuberculosis sigue siendo la principal causa de muerte en Sudáfrica y una de las principales causas de mortalidad en todo el mundo. En 2014 más de un millón de personas murió de tuberculosis en el planeta.
“Debemos dejar de hablar de problemas y empezar a hablar de soluciones", dijo Mark Dybul, director ejecutivo del Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria. "Necesitamos fármacos, necesitamos diagnósticos, indudablemente podemos eliminar la tuberculosis".