Fotografía: ONUSIDA/D.Kwande
Un estudio parcial sobre la aplicación del Plan Mundial para eliminar las nuevas infecciones por el VIH en niños para el 2015 y para mantener con vida a sus madres tuvo lugar en Nairobi, Kenya, del 6 al 7 de diciembre. En este taller, que duró dos días, se debatió la manera de avanzar en la superación de tres obstáculos principales para alcanzar los objetivos del Plan Mundial, incluyendo el diagnóstico precoz infantil, recursos humanos para la salud y la gestión de una cadena de suministro.
En junio de 2011, ONUSIDA y el Plan de emergencia del presidente de los Estados Unidos para el Alivio del sida (PEPFAR, por sus siglas en inglés) dieron a conocer el Plan Mundial con dos objetivos principales para el 2015: una reducción del 90% en el número de niños con nuevas infecciones por el VIH, así como una reducción del 50% en el número de muertes maternas relacionadas con el sida. El Plan Mundial se centra en los 22 países prioritarios con el mayor número estimado de mujeres embarazadas que viven con el VIH.
Al inaugurar la reunión, la coordinadora adjunta principal del PEPFAR, Deborah Von Zinkernagel, señaló el impulso que se había conseguido en los 18 meses desde que se lanzara el Plan Mundial. "Un fuerte liderazgo político, un cambio progresista de la política y el fomento programático acelerado en varios niveles están ayudando a reducir de manera significativa las nuevas infecciones por el VIH en los niños y las muertes maternas relacionadas con el sida", declaró la Sra. Von Zinkernagel. "Si bien el trabajo está lejos de haber concluido, los esfuerzos intensificados de numerosos asociados en el marco del Plan Mundial están avanzando nuestro progreso hacia el objetivo de alcanzar una generación libre de sida", añadió.
En cuanto a los retos, los participantes destacaron que la confirmación inmediata de las nuevas infecciones por el VIH en los niños es urgente para garantizar el comienzo a tiempo de los tratamientos antirretrovíricos, puesto que la mitad de los niños que viven con el virus mueren antes de cumplir los dos años de edad. ONUSIDA estima que en 2010, de entre 65 países que presentaron informes, sólo el 28% de los niños cuyas madres viven con el VIH fueron sometidos a pruebas del VIH durante los dos primeros meses de vida. En 2011, 230 000 niños murieron en todo el mundo por causas relacionadas con el VIH y sólo el 28% de los niños aptos para el tratamiento lo recibían, en comparación con un 54% para el caso de los adultos.
Los participantes también destacaron que, pese al progreso conseguido en la prestación de servicios para prevenir la transmisión maternoinfantil del VIH, el acceso al diagnóstico apropiado y/o al tratamiento para mujeres embarazadas todavía sigue siendo inadecuadamente bajo. Según ONUSIDA, el 30% de las mujeres embarazadas que viven con el VIH y que son aptas para el tratamiento lo recibieron para su propia salud en 2011.
En países como la República Democrática del Congo, Chad y Nigeria, menos del 20% de las mujeres embarazadas fueron sometidas a pruebas del VIH y recibieron asesoramiento en 2010. Los participantes señalaron que, en algunos casos, la falta de acceso a estos servicios se debe a las políticas gubernamentales erróneas o carentes de información, que no dan prioridad a la prestación de estos tratamientos que pueden salvar vidas.
Los retos de la cadena de suministro en general, y el coste de los productos básicos en particular han agravado las consecuencias. Los participantes coinciden en que sin una cadena de suministro eficaz, los objetivos del Plan Mundial no se pueden lograr. Por ello, para maximizar la eficacia de esta cadena son cruciales estrategias como la puesta en común y la integración de las adquisiciones, el fortalecimiento y la armonización de los sistemas reglamentarios, la transparencia de los sistemas y la mejora de la precisión del cálculo de productos básicos para reducir el desperdicio de los productos disponibles. En la reunión también se debatió sobre la importancia de una financiación predecible y de un personal cualificado para permitir una gestión logística eficiente al mismo tiempo que se reducen los costes.
La escasez de recursos humanos para la salud, incluyendo la falta de médicos, enfermeras y matronas, se trató como obstáculo principal en la rápida expansión de los servicios de prevención, tratamiento y apoyo al VIH para madres y niños. Muchos de los países participantes están experimentando con la delegación y el reparto de funciones, así como con el trabajar con la comunidad y los trabajadores de la salud para ampliar el alcance de los servicios de atención sanitaria. Se compartieron estrategias que pueden acelerar el reclutamiento, la retención y el reciclaje de los profesionales de la salud, tales como la formalización del papel de los trabajadores sanitarios de la comunidad, el desarrollo de un entorno de gestión formal profesional para supervisar los centros de salud y una mayor rapidez en los proyectos de formación anteriores al servicio.
Si bien el trabajo está lejos de haber concluido, los esfuerzos intensificados de numerosos asociados en el marco del Plan Mundial están avanzando nuestro progreso hacia el objetivo de alcanzar una generación libre de sida
Coordinadora adjunta principal del PEPFAR, Deborah Von Zinkernagel
Los participantes coincidieron en que la eliminación de nuevas infecciones por el VIH en los niños y el mantener a sus madres con vida no sólo no se consigue, sino que tampoco se debería conseguir únicamente con pastillas. Se consigue, ante todo y sobre todo, mediante la protección de la salud, la dignidad y la seguridad de las madres que viven con el VIH y sus hijos. También se consigue con la superación de los retos del sistema para la consecución de la ampliación de los resultados sanitarios más allá de aquellos del VIH, mediante la formación de trabajadores sanitarios y la superación de obstáculos en la cadena de suministro de medicamentos. Durante el taller, los participantes acordaron las medidas clave necesarias para el progreso en contra de los objetivos del Plan Mundial en estos ámbitos. Los participantes también debatieron sobre la arquitectura de financiación mundial, y sobre cómo maximizarla de cara a recursos disponibles como el Fondo Mundial y el PEPFAR, pero partiendo de su propia financiación nacional.
Al clausurar la reunión, el director del Departamento de evidencia, innovación y políticas de ONUSIDA, el Dr. Bernhard Schwartlander, elogió a los países por su rápido impulso. "El llamamiento para la eliminación de las nuevas infecciones por el VIH en los niños para el 2015 y el poder mantener a sus madres con vida ha tenido una gran acogida, y ahora los países están efectuando inversiones importantes y constantes para sus poblaciones", declaró. Ahora ha llegado el momento de coordinar nuestros esfuerzos, ya que nos adentramos en la segunda fase del Plan Mundial, así como de ser más responsables ante nuestros gobiernos y la población a la que servimos".
A la reunión asistieron representantes de los gobiernos de 16 de los 22 países prioritarios en el marco del Plan Mundial, así como representantes del PEPFAR, la ONU y varios organismos de realización a escala mundial. Otros presentes fueron Mujeres en Lucha contra el Sida en Kenya (WOFAK, por sus siglas en inglés), La Comunidad internacional de mujeres que viven con el VIH/sida (ICW, por sus siglas en inglés), y el Equipo de Tareas Interinstitucional sobre la Prevención de la Infección por el VIH en Mujeres Embarazadas, Madres e Hijos.