GINEBRA, 29 de noviembre de 2021 - ONUSIDA emitió hoy la advertencia fehaciente de que, si los líderes no logran abordar las desigualdades, el mundo podría enfrentarse a 7,7 millones* de muertes relacionadas con el sida en los próximos diez años. ONUSIDA insiste en que, si no se adoptan las medidas transformadoras necesarias para la respuesta al sida, el mundo permanecerá además atrapado en la crisis de la COVID-19 y las futuras pandemias nos pillarán a todos peligrosamente desprevenidos.
«Tratamos de hacer un llamamiento urgente a la acción», dijo la Directora Ejecutiva de ONUSIDA, Winnie Byanyima. «Si bien ya antes estábamos lejos del camino para poner fin al sida, los obstáculos ahora son mucho mayores, puesto que la COVID-19 sigue azotando al mundo con fuerza, lo que obliga a interrumpir los servicios de prevención y tratamiento del VIH, la escolarización, los programas de prevención de la violencia y mucho más. No nos podemos ver obligados a elegir entre poner fin a la pandemia de sida hoy y prepararnos para las pandemias del mañana. Con un único enfoque exitoso lograremos ambos objetivos. Pero, tal y como estamos ahora, no vamos bien».
La advertencia se incluye en un nuevo informe de ONUSIDA presentado antes del Día Mundial del Sida (1 de diciembre) y titulado Unequal, unprepared, under threat: why bold action against inequalities is needed to end AIDS, detener la COVID-19 y prepararnos para futuras pandemias.
Algunos países, entre ellos algunos con las tasas más altas de VIH, han dado grandes pasos contra el sida, de modo que nos han abierto el camino para saber todo lo que sí se puede conseguir. Sin embargo, las nuevas infecciones por el VIH no están disminuyendo lo suficientemente rápido en todo el mundo como para detener la pandemia: en 2020 hubo 1,5 millones de nuevas infecciones por el VIH y las tasas de infección por el virus son cada vez mayores. Las infecciones también siguen líneas de desigualdad. Seis de cada siete nuevas infecciones por el VIH entre adolescentes del África subsahariana se producen entre las adolescentes. Los hombres gais y otros hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, los trabajadores sexuales y las personas que consumen drogas se enfrentan a un riesgo de infección por el VIH entre 25 y 35 veces mayor en todo el mundo.
La COVID-19 está socavando la respuesta al sida en muchos lugares. El ritmo de las pruebas del VIH disminuyó casi de manera uniforme y en 2020 menos personas que viven con el VIH iniciaron tratamiento en 40 de los 50 países que informan a ONUSIDA. Del mismo modo, los servicios de prevención del VIH se han visto afectados: en 2020, los servicios de reducción del daño para las personas que consumen drogas se vieron interrumpidos en el 65 % de los 130 países encuestados.
«Aún es posible poner fin a la epidemia para 2030», afirma el Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, en su mensaje para el Día Mundial del Sida. «Sin embargo, eso nos exigirá una acción gradual y una mayor solidaridad. Para vencer al sida y crear resiliencia contra las pandemias del mañana, necesitamos más que nunca una acción colectiva».
En su nuevo informe, ONUSIDA examina cinco elementos fundamentales del plan acordado por los Estados miembros en la Reunión de alto nivel de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre el Sida que deben implementarse urgentemente para detener la pandemia de sida y que, pese a ser fundamentales, carecen de financiación y no han recibido ninguna prioridad para la prevención, preparación y respuesta a la pandemia. Estos compromisos son:
- Infraestructura dirigida por la comunidad y centrada en las personas.
- Acceso equitativo a medicamentos, vacunas y tecnologías sanitarias.
- Apoyo a los trabajadores en las primeras líneas de la pandemia.
- Derechos humanos en el centro de las respuestas a la pandemia.
- Sistemas de datos centrados en las personas que pongan de manifiesto las desigualdades.
El llamamiento a la ampliación de las inversiones y los cambios en las leyes y políticas para acabar con las desigualdades que impulsan el sida y otras pandemias está respaldado por los líderes en la respuesta mundial a la salud y la pandemia de todo el mundo.
«Si no tomamos las medidas necesarias para abordar las desigualdades que impulsan el VIH hoy en día, no solo no lograremos poner fin a la pandemia de sida, sino que también dejaremos nuestro mundo peligrosamente desprotegido para futuras pandemias», afirmó Helen Clark, copresidenta del Panel Independiente de Preparación y Respuesta ante una Pandemia, en un prólogo especial del informe de ONUSIDA. «La pandemia encuentra espacio para crecer en las fracturas de sociedades divididas. Los increíbles científicos, médicos, enfermeros y comunidades que trabajan para acabar con las pandemias nunca podrán tener éxito a menos que los líderes mundiales adopten las medidas que les permitan lograrlo».
ONUSIDA y los expertos en salud mundial subrayan que, si bien los intereses económicos, como siempre, matarán a millones de personas y dejarán al mundo atrapado en las pandemias colindantes que llevan décadas azotándonos, los líderes sí pueden, actuando de forma audaz y conjunta, abordar todas esas desigualdades en las que las pandemias prosperan, acabar con el sida, superar la crisis de la COVID-19 y proteger al mundo frente a las amenazas de futuras pandemias.
«Los patógenos que van desde el VIH hasta el virus que se esconde detrás de la COVID-19 invaden las grietas y las fisuras de nuestra sociedad con un oportunismo incansable», afirmó Paul Farmer, de Partners in Health, una organización sin ánimo de lucro que desde hace décadas se dedica a tratar eficazmente el sida en entornos de pobreza material. «No obstante, el hecho de que la pandemia de sida esté determinada por las profundas desigualdades estructurales no tiene que dejarnos inactivos. Nuestros equipos, en el Haití rural y en todo el mundo, llevan años demostrándonos que con una atención integral, formas sólidas de acompañamiento y apoyo social, y una mayor dosis de justicia social, las disparidades en los resultados del VIH se pueden reducir rápidamente y los sistemas sanitarios pueden verse enseguida reforzados. No deberíamos conformarnos con menos».
Este año precisamente hace cuarenta años que se notificaron los primeros casos de sida. Desde entonces, cuando las inversiones han cumplido los objetivos, se han producido enormes avances, especialmente en la ampliación del acceso al tratamiento. En junio de 2021, 28,2 millones de personas tenían acceso al tratamiento contra el VIH, frente a 7,8 millones en 2010, aunque el progreso se ha ralentizado considerablemente.
Los países que gozan de leyes y políticas alineadas con las pruebas, un fuerte compromiso, la participación de la comunidad y unos sistemas de salud sólidos e inclusivos han obtenido los mejores resultados, mientras que las regiones con las mayores deficiencias en materia de recursos y los países con leyes punitivas y que no han adoptado un enfoque basado en los derechos de la salud han protagonizado las peores cifras.
«Ya sabemos qué es lo que funciona: hemos visto respuestas brillantes en algunos lugares, pero es necesario aplicarlas en todas partes y para todos. Contamos con una estrategia efectiva que los líderes acordaron este año en la ONU, pero que debe implementarse en su totalidad. Poner fin a las desigualdades para poner fin al sida es una elección política que requiere reformas políticas audaces y dinero. Hemos llegado a una encrucijada. Debemos elegir qué líderes queremos: aquellos que apuestan por acciones audaces, o aquellos otros que se limitan a actuar a medias».
* La estimación de 7,7 millones de muertes relacionadas con el sida entre 2021 y 2030 es lo que los modelos de ONUSIDA predicen si la cobertura de los servicios para el VIH se mantiene constante a niveles de 2019. Si se pone en marcha la Estrategia Mundial contra el Sida 2021-2026: Acabar con las desigualdades, Acabar con el sida, y logramos alcanzar los objetivos para 2025, ONUSIDA estima que a lo largo de esta década conseguiremos evitar al menos 4,6 millones de todas esas muertes.
ONUSIDA
El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA) lidera e inspira al mundo para hacer realidad su meta global de cero nuevas infecciones por el VIH, cero discriminación y cero muertes relacionadas con el sida. ONUSIDA aúna los esfuerzos de 11 organizaciones de las Naciones Unidas (ACNUR, UNICEF, PMA, PNUD, UNFPA, UNODC, ONU Mujeres, OIT, UNESCO, OMS y Banco Mundial) y trabaja en estrecha colaboración con asociados mundiales y nacionales para poner fin a la epidemia de sida para el 2030 como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Obtenga más información en unaids.org y conecte con nosotros a través de Facebook, Twitter, Instagram y YouTube.