East and Southern Africa

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ONUSIDA acoge positivamente la decisión parlamentaria de derogar la ley que penaliza la transmisión del VIH en Zimbabwe

GINEBRA, 18 de marzo de 2022— ONUSIDA felicita al parlamento de Zimbabwe por derogar la sección 79 del Código Penal, que criminaliza la transmisión del VIH. El presidente va a firmar un nuevo proyecto de ley de matrimonio, adoptado por el parlamento y que deroga la sección del Código Penal, para su entrada en vigor. La penalización de la transmisión del VIH es ineficaz, discriminatoria y mina los esfuerzos de reducir las nuevas infecciones por el VIH. Ese tipo de legislación disuade a las personas de realizarse pruebas del VIH y de que se les derive al tratamiento y los servicios de prevención apropiados. 

«Los objetivos de salud pública no se cumplen si a las personas se les niegan sus derechos individuales y elogio a Zimbabwe por haber dado este paso tan importante», dijo la directora ejecutiva de ONUSIDA, Winnie Byanyima.  «Esta decisión refuerza la respuesta al VIH en Zimbabwe, a través de la reducción del estigma y de la discriminación que, con demasiada frecuencia, impiden a los grupos de personas que están en una situación social vulnerable recibir servicios de prevención del VIH, atención y tratamiento».

ONUSIDA ha trabajado en estrecha colaboración con el Consejo Nacional sobre el Sida de Zimbabwe, la organización Zimbabwe Lawyers for Human Rights, parlamentarios, activistas de la sociedad civil y comunidades para promover la derogación de la ley que penaliza el VIH.  La aplicación demasiado amplia e inapropiada de la legislación penal contra las personas que viven con el VIH sigue siendo una constante preocupación por todo el mundo.  Más de 130 países todavía penalizan la ocultación, exposición y transmisión del VIH a través de legislación penal específica o general. 

En 2018, ONUSIDA, la Asociación Internacional de Proveedores de Atención al Sida y la Sociedad Internacional de Sida reunieron a un grupo de expertos científicos que desarrollaron una Declaración de Consenso de Expertos en la Ciencia del VIH en el Contexto de la Legislación Penal. La declaración hace un llamamiento para que el sistema de justicia penal garantice que la aplicación de la ley en las causas penales relacionadas con el VIH se base en evidencias científicas. 

Zimbabwe ha progresado mucho en la respuesta al VIH a lo largo de la última década. Se estima que 1,2 millones de las 1,3 millones de personas que viven con el VIH en el país se tratan con medicamentos que salvan vidas. Las muertes relacionadas con el sida han disminuido en un 63 % desde 2010 y las nuevas infecciones por el VIH se han reducido un 66 % en el mismo periodo.

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Las empresas sociales y el ahorro financiero apoyan a las trabajadoras sexuales malgaches a lo largo de la COVID-19

15 Marzo 2022

Pionera en la respuesta al VIH en Madagascar, la Réseau Association des Femmes Samaritaines (Réseau AFSA, la Asociación de Mujeres Samaritanas), una asociación de trabajadoras sexuales, se creó tras el descubrimiento del primer caso de VIH entre las trabajadoras sexuales, en 1987. Durante las últimas tres décadas, se ha centrado en la capacitación e integración social de las trabajadoras del sexo, con el objetivo de prevenir la transmisión del VIH y otras infecciones de transmisión sexual.

Pero la pandemia de la COVID-19 trajo consigo una nueva oleada de dificultades socioeconómicas que hizo sufrir a las trabajadoras sexuales de todo el mundo. Las pérdidas de ingresos y las restricciones del confinamiento, junto con el estigma y la discriminación arraigados en la sociedad y el sistema, han planteado retos únicos a las trabajadoras sexuales a la hora de proteger su salud y seguridad. En consonancia con estos complejos retos mundiales, las comunidades marginadas de Madagascar, uno de los países más pobres del mundo, se han visto muy perjudicadas en estos tiempos de incertidumbre.

A través del Fondo de Solidaridad de ONUSIDA, creado para empoderar económicamente a las poblaciones clave a través del emprendimiento social, Réseau AFSA  desarrolló actividades de pequeña empresa en la región de Antananarivo. Réseau AFSA está apoyando a 10 trabajadoras sexuales con negocios de producción de alimentos y venta de frutas, verduras y ropa. También, se les está enseñando técnicas simplificadas de gestión financiera para potenciar sus negocios individuales.

ONUSIDA habló con Rarivoharilala Esther, coordinadora técnica de Réseau AFSA, sobre cómo el proyecto del Fondo de Solidaridad está fomentando la resistencia de la comunidad y la capacidad financiera de sus miembros.

¿Cuál es el objetivo de su proyecto de empresa social?

Nuestro principal objetivo es capacitar a las trabajadoras sexuales para que gestionen y dirijan eficazmente sus propios negocios, obteniendo así unos ingresos sostenibles.

El valor añadido del proyecto de emprendimiento social es que se anima a cada beneficiario a ahorrar parte de sus ganancias en una cuenta de ahorro para garantizar la continuidad de sus empresas. Esto fue posible gracias a la colaboración con el Ministerio de Correos y Telecomunicaciones de Madagascar, que creó las cuentas de ahorro.

¿Qué problema quiere resolver con su empresa social?

A través de las actividades de emprendimiento social, estamos apoyando a las trabajadoras sexuales, incluidas las que tienen hijos que cuidar.

Los ingresos obtenidos a través de las empresas sociales les ayudan a mantener a hijos. Además, tener ahorros puede garantizar la continuidad de sus empresas y, potencialmente, el cuidado sostenido de sus hijos. 

¿Cuál es su mayor preocupación sobre el proyecto y cómo la superará?

Nuestra principal preocupación ahora es fomentar el hábito del ahorro continuo para garantizar la sostenibilidad de las empresas lideradas por la comunidad. Pero con la respuesta y la mejora de las estrategias de gestión que hemos visto por parte de la comunidad, estoy segura de que están dispuestas a continuar con estas empresas. Réseau AFSA también se compromete a supervisar sus empresas y a apoyarlas durante el próximo año. Estamos centrados en la búsqueda de financiadores y socios para garantizar la continuidad de este proyecto.

¿Qué quiere conseguir para la comunidad en el futuro?

Esperamos que los beneficios de este proyecto se extiendan a más miembros de la comunidad. También esperamos que el proyecto llegue a otras regiones o provincias de Madagascar.

Para hacer frente a las dificultades derivadas de la pandemia de COVID-19, la Plateforme Océan Indien (Plataforma del Océano Índico) encomendó a Réseau AFSA la gestión y la distribución de alimentos, mascarillas, jabón y geles para más de un centenar de profesionales del sexo, así como para otros grupos de población clave con mayor riesgo de contraer el VIH y la COVID-19, como lesbianas, gays, bisexuales, transgéneros e intersexuales, personas que viven con el VIH y personas que se inyectan drogas. La red también mejoró el acceso a los servicios sanitarios y a las vacunas durante la pandemia.

El siguiente paso en este inspirador viaje sigue siendo garantizar la sostenibilidad de las empresas sociales y buscar socios que puedan potenciarlas. Inculcar el hábito del ahorro para fomentar el crecimiento de sus empresas sociales y reforzar la capacidad de los miembros de la comunidad para cuidar de sus hijos es un primer paso en esta dirección.

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Press Statement

La respuesta mundial al sida pierde a uno de sus grandes defensores

ONUSIDA lamenta enormemente la pérdida del Arzobispo Emérito Desmond Tutu

GINEBRA, 26 de diciembre de 2021—ONUSIDA lamenta enormemente el fallecimiento del Arzobispo Desmond Tutu, quien luchó contra el apartheid en Sudáfrica, el racismo y la injusticia en el mundo. Era una de las grandes voces en la lucha contra el sida, luchando en contra de la negación, exigiendo el acceso al tratamiento para todos, denunciando la discriminación que sufren las personas que viven con el VIH y defendiendo los derechos humanos de las personas, las mujeres y los niños lesbianas, gays, bisexuales y transgénero. Su trabajo en la prevención y el tratamiento frente al VIH y a la tuberculosis cambió el panorama internacional y salvó muchas vidas.

“Ha caído un gigante. El Arzobispo Tutu fue un luchador por la libertad, un hombre santo, un gran héroe que desempeñó un papel fundamental en la liberación de África”, dijo la Directora Ejecutiva de ONUSIDA, Winnie Byanyima. “Puso el foco de atención mundial en la injusticia de una manera que pocos pudieron hacerlo, y fue un defensor de los derechos de todas las personas que viven o están afectadas por el VIH. Salvó y liberó millones de vidas gracias al camino que él marcó y a la paz que le trajo a este mundo”.

El Arzobispo Tutu fue muy directo a la hora de pedir el fin del negacionismo del sida en Sudáfrica.  Luchó por el acceso a medicamentos que pueden salvar vidas. "Son las personas, y no los beneficios, los que deben estar en el centro de la ley de patentes de los medicamentos", declaró al tiempo que pedía a la industria farmacéutica que hiciera los medicamentos del VIH accesibles. También fue un gran defensor de los derechos de las personas de la comunidad gay. Comparó las leyes que criminalizaban formas de expresar el amor humano con las del apartheid—”un gran error”.

Tutu abogó por la prevención de la infección por el VIH en adolescentes y jóvenes. Copresidió la comisión de ONUSIDA sobre la prevención del VIH en 2011, la cual condujo al establecimiento de unos objetivos mundiales ambiciosos para la prevención del VIH.  Alentó a los jóvenes a tomar las riendas del liderazgo contra el sida. “Se necesitan acciones osadas y honestas, y confiamos en la próxima generación de líderes para conseguir un cambio positivo en las actitudes y las acciones”, dijo el Arzobispo Tutu al dirigirse a los líderes jóvenes en Robben Island en materia de prevención del VIH.

“ONUSIDA ha perdido a un amigo, a un guía y a un mentor”, declaró la Sra Byanyima. “Nuestros sentimientos están con su familia, con el pueblo de Sudáfrica y con muchas personas de todo el mundo cuyas vidas marcó y cambió para mejor”.

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La necesidad de una mayor prestación de servicios diferenciados centrados en las personas para las pruebas y el tratamiento del VIH en África

10 Diciembre 2021

A pesar del notable progreso realizado en la respuesta al sida en África, todavía existen importantes carencias y retos que impiden alcanzar los objetivos de tratamiento y pruebas 95-95-95 en 2025 y alejan al continente de poner fin a la epidemia de sida para 2030. ONUSIDA, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y diversos copatrocinadores se reunieron en una sesión satélite de la Conferencia Internacional sobre el Sida y las Enfermedades de Transmisión Sexual en África de 2021 para analizar cómo la prestación de servicios diferenciados pueden acercanos a los objetivos.

La prestación de servicios diferenciados y centrados en las personas es esencial para acelerar el acceso y la aceptación del tratamiento y pruebas del VIH. Aunque la pandemia de la COVID-19 ha provocado que muchos países adapten los servicios al VIH para que incluyan la prestación de atención médica fuera de los centros de salud y por parte de las comunidades, y aumenten la dispensación multi-mensual del tratamiento para el VIH y otros medicamentos, también ha puesto de manifiesto la falta de resistencia en zonas claves de los sistemas de salud, entre los que se encuentran la capacidad para asegurar el suministro continuo de medicinas y productos básicos, la financiación adecuada para que las organizaciones lideradas por la comunidad ofrezcan servicios y apoyo y la prestación de servicios integrados para diversas condiciones de salud. Estas adaptaciones y deficiencias han resaltado la viabilidad y la importancia de las prestaciones diferenciadas, descentralizadas, integradas y modelos de pruebas de base comunitaria y servicios de tratamiento en diferentes escenarios.

Durante la reunión, los representantes de los ministerios de la salud y las comunidades, los ejecutores de programas, investigadores y demás asociados para el desarrollo subrayaron las maneras en las que la prestación de servicios diferenciados ha fortalecido los esfuerzos nacionales para alcanzar los objetivos de pruebas y tratamiento para todos los grupos de población relevantes. Asimismo, hicieron públicas nuevas asociaciones, herramientas, políticas y prácticas óptimas, y pusieron de relieve importantes cambios políticos y las innovaciones para aumentar la prestación de servicios diferenciados, como las pruebas a una comunidad específica y las pruebas de autodiagnóstico de VIH, un mayor espacio entre el suministro de la terapia antirretroviral y las visitas a clínicas, la distribución en la comunidad de la terapia antirretroviral y el apoyo de los compañeros para la vinculación y la permanencia en la atención de las poblaciones clave y vulnerables.

“Vemos grandes diferencias en la aceptación de las pruebas y el tratamiento en diferentes grupos de población en diferentes escenarios en África. Por ejemplo, los niños se quedan atrás respecto a los adultos, los hombres de las mujeres, y los grupos de población clave que viven con el VIH respecto a la población general seropositiva. Es fundamental garantizar métodos de prestación de servicios diferenciados centrados en las personas y en la comunidad que respondan a las barreras de acceso y a las diversas necesidades de todas las poblaciones relevantes, junto con la prestación de servicios convencionales en los centros de salud, para no dejar a nadie atrás", afirmó Ani Shakarishvili, asesora especial de ONUSIDA para el acceso al tratamiento, la atención y la integración.

En abril de 2021, la OMS publicó nuevas directrices para la prevención, pruebas, tratamiento, prestación de servicios y monitorización del VIH. Estas recomendaciones actualizadas incluyen el comienzo de la terapia fuera del centro de salud, un mayor espacio entre las visitas a las clínicas y el suministro del tratamiento antirretroviral cada tres o seis meses. Por otro lado, se han renovado los criterios que determinan si una persona es elegible para beneficiarse de la prestación de servicios diferenciados para el tratamiento contra el VIH.

“Los cambios realizados permiten un acceso mayor y más temprano a los servicios diferenciados para el tratamiento contra el VIH para apoyar la continuidad del tratamiento por parte de las personas, cumpliendo sus necesidades y preferencias y dejando a un lado una perspectiva común a todos para adoptar un enfoque centrado específicamente en cada individuo”, indicó Clarice Pinto, consultora sobre la prestación de servicios diferenciados para el tratamiento del VIH en la Organización Mundial de la Salud.

En lo referente a la aplicación y ampliación de los modelos diferenciados en los países, Anthony Ashinyo, director adjunto del Programa Nacional de Control del Sida y las Infecciones de Transmisión Sexual en Ghana, destacó la necesidad de una colaboración multisectorial y de asociaciones entre el gobierno, los encargados de poner en práctica y las comunidades para aumentar la aceptación de la prestación de servicios diferenciados.

“Nos veo en el asiento del conductor. Nos veo reforzando la influencia de las personas que viven con VIH, de los receptores de la atención y de las comunidades afectadas en el diseño y ejecución de planes y estrategias nacionales para que reflejen y respondan adecuadamente a nuestras realidades y necesidades vitales”, declaró Elsie Ayeh, la presidenta de la Red de Personas que viven con VIH/sida en Ghana.

El anuncio de un llamamiento a la acción para no dejar a nadie atrás mediante el aumento de la prestación de servicios diferenciados de tratamiento y pruebas del VIH en África puso el punto final a la sesión.

Dispone de más información sobre la reunión; así como puede ver las presentaciones previamente grabadas de los hablantes sobre la prestación de servicios diferenciados en este enlace.

Call to Action to Leave No One Behind

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La continuación del tratamiento preocupa cada vez más

08 Noviembre 2021

Los datos de Sudáfrica resaltan el reto al que se enfrentan muchos programas de tratamiento cuando se trata de retener eficazmente a las personas en la atención del VIH.

El programa de tratamiento del VIH en Sudáfrica beneficia a muchas más personas que viven con dicho virus que en cualquier otro del mundo, pues en 2020 más de 5 millones de adultos (mayores de 15 años) recibieron terapia antirretroviral. Entre los 2,5 millones de adultos que viven con el VIH en Sudáfrica sin recibir el tratamiento, un porcentaje cada vez mayor corresponde a personas que lo habían iniciado pero que no continúan.

Los esfuerzos por apoyar que las personas que reciben tratamiento lo mantengan y que logren una supresión viral duradera son cruciales para mejorar los resultados de salud. Además mejora los beneficios de prevención del tratamiento y evita la aparición de cepas del VIH resistentes a los medicamentos. Hace poco, la Organización Mundial de la Salud actualizó sus directrices sobre el tratamiento del VIH con una nueva recomendación para rastrear a aquellas personas que se han desvinculado de la atención médica y brindarles apoyo para que la retomen.

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Alianzas para fortalecer el compromiso de la comunidad con las respuestas al VIH y la COVID-19 en Namibia

12 Octubre 2021

En la respuesta a las pandemias colindantes de COVID-19 y VIH, las comunidades continúan demostrando resiliencia, agilidad e innovación. Para capacitar, formar y proteger a las comunidades, ONUSIDA, en colaboración con el Ministerio de Sanidad y Servicios Sociales de Namibia y los Centros Africanos para el Control y la Prevención de Enfermedades, está apoyando a las organizaciones de la sociedad civil con el fin de poner en marcha la iniciativa de la Alianza para acelerar las pruebas de COVID-19 (PACT, por sus siglas en inglés) en Namibia. Además, se están llevando a cabo actividades de sensibilización comunitaria para reducir tanto la propagación de la COVID-19 como el estigma y la discriminación asociados, así como para minimizar sus efectos en las personas que viven con el VIH.

En mayo de 2021, Namibia experimentó un aumento exponencial en la transmisión comunitaria de casos de COVID-19 debido a la aparición de la variante delta, que hizo descarrilar los esfuerzos de contención del país y puso muy contra las cuerdas a su sistema sanitario. La nación se enfrentó al reto con un fuerte liderazgo político y compromiso. Las intervenciones fundamentadas en pruebas y de alto impacto lograron una disminución notable de los casos, las tasas de positividad y las muertes.

A través de la iniciativa PACT, cuatro organizaciones de la sociedad civil con experiencia en el trabajo con comunidades y redes vulnerables de personas que viven con el VIH en asentamientos informales recibieron el apoyo del Ministerio de Salud y Servicios Sociales y ONUSIDA para poner en marcha el proyecto PACT. El proyecto se centra en la prevención de la COVID-19 y en el rastreo de contactos, y persigue reducir el impacto de la COVID-19 en la respuesta al VIH y facilitar el acceso a una atención sanitaria de calidad en las 14 regiones del país. Asimismo, en el marco del PACT se desplegará a 270 trabajadores sanitarios comunitarios.

ONUSIDA se está asociando con tres de las cuatro organizaciones de la sociedad civil, trabajando en las tres regiones con la mayor carga de VIH y COVID-19, Oshana, Erongo y Khomas, que representan el 36 % de las personas que viven con el VIH, el 52 % de los casos de COVID-19 y el 42 % de las muertes relacionadas con la COVID-19 en el país. Estas organizaciones de la sociedad civil han realizado un notable trabajo para abordar las necesidades de los grupos de población clave, las adolescentes y las mujeres jóvenes, y las personas que viven con el VIH utilizando las infraestructuras y los sistemas existentes para el VIH.

«Poner fin a las dos pandemias requiere una mayor implicación de las comunidades impulsada por los datos, alianzas y la integración de los servicios contra la COVID-19 y el VIH. Además, hay que tratar de llegar a las comunidades marginadas y vulnerables. Este es precisamente el enfoque que la iniciativa PACT ha adoptado en Namibia para mitigar la propagación de la COVID-19», afirmó Alti Zwandor, directora nacional de ONUSIDA para Namibia.

Para adaptar, armonizar y mantener la formación de los trabajadores sanitarios comunitarios, ONUSIDA ha estado trabajando incansablemente con el Centro Nacional de Formación en Salud, el cual ha incluido el programa de formación de los Centros Africanos para el Control y la Prevención de Enfermedades con relación a la COVID-19 para incluir información sobre las vacunas, el VIH y la salud y los derechos sexuales y reproductivos. Se instruyó a cuarenta formadores sénior del centro de formación para impartir varios cursos en todo el país. Posteriormente, se capacitaron y desplegaron otros 250 trabajadores sanitarios comunitarios y 25 supervisores para poner en marcha actividades de divulgación comunitaria. Aparte de las visitas domiciliarias y las actividades de sensibilización comunitaria, una de las organizaciones no gubernamentales, la red Tonata people living with HIV, ha incorporado mensajes de texto masivos con información sobre la COVID-19 en los idiomas locales para apoyar a los grupos de personas que viven con el VIH, con lo que se ha logrado difundir la iniciativa PACT a un público mucho más amplio.

«Los trabajadores sanitarios de la comunidad que están en el terreno experimentaron situaciones en las que los miembros de la comunidad mostraban agresividad al recibir información sobre la COVID-19. En algunas zonas clave, la población también se quejó de pasar hambre e indicó que solo se involucraría con los trabajadores sanitarios de la comunidad una vez que se les proporcionaran algunos alimentos básicos que les permitieran concentrarse», detalló Agatha Kuthedze, directora de la Asociación de Planificación Familiar de Namibia (NAPPA, por sus siglas en inglés). Añadió que la organización había remitido a las autoridades a las personas que necesitaban medidas de bienestar social para que les prestaran más ayuda. 

La iniciativa continuará apoyándose en los éxitos e integrará programas fundamentales sobre el VIH y la salud y los derechos sexuales y reproductivos, al tiempo que explorará continuamente innovaciones para una respuesta al VIH continua y completa. Las organizaciones no gubernamentales asociadas implicadas son Tonata, Walvis Bay Corridor Group, NAPPA y Project Hope.

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El dispar avance en la respuesta al sida gira en torno a las desigualdades

20 Septiembre 2021

El progreso contra el VIH siempre ha sido desigual. Los pasos dados gracias a los enfoques centrados en las personas dentro de los programas para el VIH de mayor rendimiento se han visto atenuados por la acción insuficiente que impera en otros países.

Zimbabue ha ido a la cabeza relacionado con las pruebas y el tratamiento del VIH. El impuesto contra el sida implantado por el país sudafricano ha movilizado una importantísima cantidad de financiación nacional. Las comunidades tienen un fuerte compromiso con la prestación de servicios, y el apoyo financiero y técnico internacional ha sido sólido y constante. El 82 % de los adultos que viven con el VIH en el país ha logrado suprimir su carga viral. Por el contrario, Mozambique se ha quedado rezagado con respecto a la media regional, y allí casi la mitad (el 44 %) de los adultos que viven con el VIH aún no ha logrado suprimir su carga viral. Los conflictos, el cambio climático, los altos niveles de pobreza y las malas infraestructuras sanitarias son algunos de los muchos retos a los que se enfrenta el país.

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ONUSIDA, desolada por la muerte del expresidente de Zambia, Kenneth Kaunda

GINEBRA/LUSAKA, 18 de junio de 2021 - ONUSIDA muestra su profunda tristeza por la muerte del primer presidente de Zambia, Kenneth Kaunda, y comparte el dolor de su familia, sus amigos y todo el país. El Sr. Kaunda fue un acérrimo defensor de la respuesta al sida y mostró un gran liderazgo y valor a la hora de alzar la voz contra el estigma y la discriminación relacionados con el VIH en los comienzos de la epidemia.

Él, a quien el sida también arrebató un hijo en la década de los ochenta, fue uno de los primeros miembros del grupo de campeones africanos para una generación libre de VIH, formado por distinguidos expresidentes y líderes influyentes de África que hicieron uso de su liderazgo político para acabar con el sida como amenaza para la salud pública en el continente para 2030. El Sr. Kaunda también dedicó tiempo y esfuerzo a la respuesta al sida a través de su Fundación Kenneth Kaunda Children of Africa y del Zambia Chapter de la campaña Brothers for Life, que tenía como objetivo fomentar estilos de vida más saludables entre los hombres jóvenes.

Por todo ello, en el año 2018, ONUSIDA concedió su Premio al Liderazgo al Sr. Kaunda por sus servicios a la respuesta mundial, regional y nacional al sida. Al recoger su galardón, se lo dedicó a todas aquellas personas que habían muerto por enfermedades relacionadas con el sida, así como a quienes desde primera línea libraban la batalla contra el VIH. Asimismo, serán muchos los que siempre recordarán con tremendo cariño al Sr. Kaunda por su actuación en un sinfín de actos públicos cantando su We Shall Fight and Conquer AIDS (lucharemos y venceremos al sida).

«Nos ha dejado una gran persona, un hombre tremendamente bueno, enorme defensor de la libertad, panafricano, el padre fundador de la Organización de la Unidad Africana y todo un gigante de la respuesta al VIH», destacó Winnie Byanyima, directora ejecutiva de ONUSIDA. «Se enfrentó al estigma y la discriminación relacionadas con el VIH de forma valiente, comprometida e incansable. Se entregó a la respuesta al sida desde el mismo origen de la epidemia, y su contribución a la respuesta africana será siempre imposible de olvidar. Como él siempre cantó, debemos seguir luchando hasta vencer al sida».

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«Aunque somos trabajadoras sexuales, seguimos siendo personas»: así se vive la dura realidad del trabajo sexual en Zimbabue

02 Junio 2021

Con su bebé en brazos, Melody (Melody, en la foto de arriba, prefirió usar su primer nombre para esta historia) huyó de su casa en Harare, Zimbabue, una noche después de que unos policías entraran en su vivienda y dispararan a su marido hasta acabar con su vida.

«No tenía ni idea de que mi marido fuera un criminal. Una noche, mientras dormíamos, la policía entró a la fuerza en nuestra casa y lo mató», relata.

Con miedo a perder su vida y sin nada de dinero, buscó refugio en el hogar de Emma Mambo, en la foto de abajo, una educadora entre iguales y activista comunitaria en Epworth, al sudeste de la capital de Zimbabue.

La Sra. Mambo, cariñosamente conocida como MaiTino, es voluntaria de Katswe Sistahood, una organización que busca capacitar a mujeres y niñas jóvenes para que reivindiquen su salud y sus derechos en materia sexual y reproductiva. Lleva a cabo un enorme trabajo con mujeres de su comunidad, incluidas las trabajadoras sexuales. También dirige un grupo de danza y teatro para chicas adolescentes y mujeres jóvenes, en el cual se analizan, a través de las artes, los distintos problemas a los que se enfrentan.

«No se trata de un trabajo remunerado, pero me encanta Katswe porque me hizo crecer, sentirme capaz y darme cuenta de que puedo enseñar y trabajar con gente. Incluso cuando recibo llamadas telefónicas por la noche de alguien que me pide ayuda, no me importa», insiste. Y todo ello pese a no ser una empleada y, además, criar a su hija, Tanaka, en la imagen de abajo, como madre soltera.

«Algunas de las circunstancias que rodean a estas mujeres despiertan en mí un tremendo dolor. A veces hasta uso mi propio dinero para ayudarlas, aun cuando a mí también me cuesta llegar a fin de mes», continúa.

Tras huir de su casa, Melody tuvo problemas para subsistir y sacar adelante a su hijo: el dinero no llegaba. Pronto se vio obligada a regresar al trabajo sexual, una vida que había dejado atrás al casarse.

El trabajo sexual para Melody y otras mujeres de Zimbabue es una industria difícil y peligrosa que, sin embargo, da trabajo. Aunque la violencia de género es una epidemia mundial que afecta a una de cada tres mujeres en todo el mundo, su impacto es aún mayor en el caso de las trabajadoras sexuales.

Zimbabue es uno de los 103 países del mundo en los que se criminaliza el trabajo sexual. De esta forma, las trabajadoras sexuales quedan desprotegidas por la ley y se ven expuestas a un sinfín de violaciones de los derechos humanos.

Según los estudios, las trabajadoras sexuales a menudo son víctimas de la violencia de la policía, los clientes y las parejas, lo que aumenta su riesgo de contraer el VIH. La prevalencia del VIH entre las trabajadoras sexuales en Zimbabue es tremendamente elevada, se calcula que ronda el 42,2 %. Las trabajadoras sexuales también sufren el estigma y la discriminación, y son objeto de una tremenda falta de privacidad por parte de los trabajadores sanitarios.

En este sentido, la Sra. Mambo afirma: «Cuando acudimos a una clínica, nuestra dignidad se olvida y a menudo se nos niega la atención médica que precisamos. Esto se agudiza en el caso de las trabajadoras sexuales que acuden con una enfermedad de transmisión sexual. Los propios sanitarios enseguida se encargan de pregonar a los cuatro vientos lo que nos pasa».

Y lo mismo sucede en el caso del tratamiento para el VIH. La Sra. Mambo ayudó a una joven trabajadora sexual a buscar asesoramiento y solicitar una prueba del VIH, y al final descubrió que la chica se dio a la fuga en lugar de ir a recoger su tratamiento.

«Cuando por fin conseguí hablar con ella, me confesó que en la clínica no se respetaba en absoluto la privacidad. Todo el mundo podría verla recoger su medicación. Y entonces la ayudé a encontrar un transporte que la llevara a recoger su tratamiento de cualquier otro sitio», recuerda.

Como trabajadora sexual en Harare, Trish (Trish, en la foto de abajo, prefiere usar solo su nombre de pila para esta historia) conoce bien los peligros del comercio, incluida la violencia de género. Los clientes a menudo consumen alcohol y se vuelven violentos con las trabajadoras sexuales.

«Por ejemplo, la semana pasada no pude salir de casa. Tenía el ojo hinchadísimo. Te golpean hasta que te hieren de verdad. Y si denuncias a la policía, el cliente soborna para que ni te escuchen. Por el simple hecho de ganarte la vida como trabajadora sexual, te ven como algo sin valor y sin poder», narra.

La policía también acosa a las trabajadoras sexuales y las ridiculiza por su trabajo, detalla la Sra. Mambo, que a menudo recibe llamadas de las trabajadoras sexuales en prisión.

«A veces la policía entra en un bar y exige que todo el mundo se tumbe en el suelo, y entonces empieza a buscar gente y a asestar golpes. Si tienes mala suerte, pueden incluso detenerte», se lamenta.

Inmersa en la realidad de los arrestos y los asaltos, para Melody la pobreza fue la única razón que la empujó a entrar en el mundo del trabajo sexual, el cual ya había conocido con tan solo 19 años Tras la muerte de su primer marido, se enamoró de un hombre con un buen empleo que podía cuidar tanto de ella como de su hijo y logró escaparse por un tiempo de ese comercio sexual.

Sin embargo, aquello duró poco, ya que a su segunda pareja la arrestaron enseguida por robar en su lugar de trabajo.

«No puedo decir nada en contra de mi última pareja, que fue arrestada», dice Melody. Pero aún no ha sido capaz de liberarse de la reputación que se le atribuyó por culpa de su primer marido.

«Cuando trabajo en bares, la policía me acosa por quién fue mi primer marido», dice Melody. «La policía debería velar por nosotras, para que podamos trabajar libres de abusos». Nuestros hijos necesitan comer y nuestros padres necesitan ser atendidos», reitera.

Sus experiencias personales y laborales con hombres han afectado negativamente a su percepción del género masculino. Sin embargo, dice que no expresa completamente su dolor porque son los hombres quienes pueden darle de comer.

Pero se niega a que esto sea así para siempre. «Desearía encontrar un trabajo mejor que no me exponga a tanto peligro», expresa.

La Sra. Mambo también sueña con una vida más allá de sus circunstancias actuales. «Alguien me ofreció un pedazo de terreno en el que poder cultivar. Busco fertilizantes para cultivar patatas porque el trabajo sexual y mi edad ya no están en sintonía», afirma.

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#NotYetUhuru: Patson Manyati, a sus 60 años, habla sobre ser homosexual en Zimbabwe*

17 Mayo 2021

Patson Manyati parece una persona solitaria y extraña en una sala repleta de jóvenes veinteañeros. Su elegante aplomo, su barba canosa y su camisa azul celeste hacen que parezca al menos 40 años demasiado mayor para este escenario.

El señor Manyati visita por primera vez el centro de acogida y consulta de homosexuales "Gays and Lesbians of Zimbabwe" (GALZ) en Mutare, al este del país. GALZ es una asociación de miembros que fomenta, representa y protege los derechos de las personas lesbianas, gays, bisexuales, trans e intersexuales (LGBTI) en Zimbabwe.

Aunque pueda parecer que el señor Manyati está fuera de lugar, encontrarse en GALZ es lo más "cómodo" que se ha sentido como hombre gay en los 60 años que lleva viviendo en Zimbabwe  

"Cuando veo a gente como yo, me siento muy feliz", afirma con su voz musical y suave, mientras sus ojos no dejan de brillar cuando habla. Es extraordinario para alguien que ha crecido rodeado de un tipo de homofobia imperante que, tan recientemente como en 2017, presenció como el expresidente describía a los homosexuales como "peor que los perros y los cerdos".

GALZ sostiene que el odio y el miedo causados por la característica homofobia del difunto presidente "se siguen sintiendo en Zimbabwe hoy en día".

Aunque estar en GALZ le hace feliz, en cuanto el señor Manyati se aventura a salir más allá de las puertas de las instalaciones, debe mantenerse alerta y precavido. Más allá de los insultos, la amenaza de cárcel es real, ya que Zimbabwe castiga las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo con hasta 14 años de prisión.

Además de la cárcel, las personas LGBTI también tienen que hacer frente día a día a la discriminación, la violencia y los delitos de odio, no solo en Zimbabwe, sino también en los 69 países del mundo que penalizan las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo.

También incluso en países que no lo hacen, como su vecina Sudáfrica. Aunque el matrimonio entre personas del mismo sexo es legal y los derechos LGBTI están constitucionalmente consagrados, ser homosexual es peligroso. En los primeros seis meses de 2021, se ha producido una serie de asesinatos de hombres gays jóvenes y un fuerte llamamiento de la comunidad LGBTI para que el gobierno, los medios de comunicación y el público aborden los delitos de odio con mayor seriedad.

En estas condiciones, constituye un acto de rebeldía el mero hecho de existir y, más aún, de ser deliberadamente feliz.

La felicidad es algo que el señor Manyati ha intentado forjar para sí mismo, a pesar de las dificultades.

Nacido en Mutoko, un pequeño pueblo de la provincia zimbabuense de Mashonalandia Oriental, dice que sus padres esperaban que se casara a los veinte años con una mujer y que perpetuara el nombre de la familia como uno de los siete hijos de los Manyati.

No obstante, por más que sus padres insistieron en el matrimonio, él se mantuvo firme en su postura. Debido a que era el único al cuidado de sus padres y hermanos, finalmente ellos cedieron y vivió su vida soltero, sin salir del armario con sus padres. 

"No pude casarme porque tengo el cuerpo de un hombre pero, por dentro, me siento una mujer. Sé que lo soy... me siento... como una mujer. Así que, ¿por qué debería casarme con una mujer?", se pregunta, mientras se esfuerza visiblemente por manejar conceptos complejos sobre su identidad de género sin tener el vocabulario necesario para hacerlo.

En GALZ, todo el mundo le dice "quienes son", explica Manyati. Puede que con unas cuantas visitas más y un mayor contacto con los jóvenes que le rodean, mucho más conscientes de su orientación sexual e identidad de género, no sea demasiado tarde para que el señor Manyati ponga nombre a sus sentimientos.

GALZ es un soporte para sus miembros. Ofrece citas regulares en su centro de acogida y consulta de Harare, así como derivaciones a sus otros centros de Mutare y Masvingo para una serie de servicios de atención sanitaria, incluidos la prevención y el tratamiento del VIH. También proporciona un servicio de asesoramiento esencial y espacios seguros para que las personas LGBTI socialicen y descansen, lejos de las “duras” calles.

Los dirigentes de GALZ afirman que las cosas están mejorando lentamente para las personas LGBTI en Zimbabwe.

En 2017 GALZ se incluyó como uno de los participantes oficiales en la propuesta de financiación que desarrolló el Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria. Esto contribuyó a la obtención de dos millones de dólares estadounidenses para destinar a programas de ayuda a los gays y otros hombres que tienen relaciones sexuales con hombres; la mayor inversión nunca hecha en la respuesta al VIH y en la salud sexual y reproductiva para la comunidad. La financiación hizo posible la creación de los tres centros de acogida y consulta de GALZ.

El Consejo Nacional sobre el Sida de Zimbabwe presenta un foro de grupos de población clave, apoyado por ONUSIDA, del cual GALZ forma parte. El Consejo Nacional sobre el Sida está trabajando para mejorar la salud y el bienestar de los grupos de población clave, aunque su actividad se siga criminalizando.

Pese al progreso, el estigma y la discriminación persistentes a los que se enfrenta la comunidad LGTBI han hecho que el Sr. Manyati y otras personas de su generación lleven una vida en aislamiento. 

“Estar solo hace que me sienta más seguro”, confiesa el Sr. Manyati, mientras añade que todos sus compañeros y amigos de la comunidad LGBTI han muerto desde entonces. “A veces lloro”, suspira.

Cuando los amigos del Sr. Manyati vivían, lo hacían al máximo, a pesar de que la ley supusiese una constante amenaza, y seguían sin tener suerte en el amor con los hombres que encontraban. 

“[Sabrías que] a él en realidad no le gustas porque tiene otro amor en alguna parte y tú solo eres uno más. Al final se casa y te deja”, opina el Sr. Manyati de estos encuentros.

El Sr. Manyati insiste en que ya es “demasiado viejo” como para buscar el amor ahora y en que, en su lugar,  preferiría centrarse en el cuidado de su salud, como uno de los estimados 1,4 millones de zimbabuenses que viven con el VIH.

El Sr. Manyati descubrió que estaba viviendo con el VIH hace cinco años, cuando desarrolló una tos. Acudió a una organización local no gubernamental, New Start, para que le realizaran una prueba del VIH y, después de tomar un tratamiento para la tuberculosis, inició el del VIH de inmediato. Su salud es su principal prioridad.

“Sigo con el tratamiento del VIH. Por eso en estos momentos me veo sano”, concluye el Sr. Manyati con los ojos todavía brillantes.

* “Not Yet Uhuru” es una cita del luchador por la libertad de Kenia Oginga Odinga. Uhuru es una palabra swahili que significa “libertad”; por lo tanto, en líneas generales significa “todavía no somos libres”.  Se trata de un hashtag que GALZ usa de forma habitual en las publicaciones de sus redes sociales.

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