East and Southern Africa




Feature Story
Botsuana entra en una nueva fase en la respuesta al sida
20 Junio 2019
20 Junio 2019 20 Junio 2019Botsuana ha reafirmado su compromiso para poner fin a la epidemia de sida como amenaza para la salud pública para el año 2030 con el reciente lanzamiento de dos nuevas estrategias a cinco años.
El tercer Marco estratégico nacional para el VIH/sida y la Estrategia multisectorial para la prevención de enfermedades no transmisibles guiará hasta 2023 la respuesta estratégica del Gobierno para mejorar los resultados sanitarios para la población del país.
Botsuana ha avanzado significativamente en su respuesta a la epidemia del VIH en los últimos años. De las aproximadamente 380 000 personas que vivían con el VIH en 2017, 320 000 tienen acceso a tratamiento para estar bien.
De hecho, este país fue el primero de África oriental y meridional en proporcionar un tratamiento gratuito y universal a las personas que viven con el VIH. Botsuana ha adoptado la estrategia Opción B+, la cual ofrece a las mujeres que viven con el VIH un tratamiento de por vida, así como la estrategia «test-and-treat» (pruebas y tratamiento), por medio de la cual se proporciona tratamiento inmediato a las personas que dan positivo en las pruebas del VIH.
Durante una visita de dos días al país, que tuvo lugar del 13 al 14 de junio, la Directora ejecutiva adjunta de ONUSIDA, Gunilla Carlsson, asistió a la presentación que hizo el presidente del país de las nuevas estrategias sanitarias.
«Como país, necesitamos renovar nuestro enfoque y volver a dar prioridad en nuestro programa a la respuesta al VIH, con el fin de lograr los objetivos para 2020 y conseguir que el sida deje de ser una amenaza para la salud pública para 2030. Además, las enfermedades no transmisibles se han convertido en una nueva epidemia que amenaza nuestra salud como nación, así como nuestro programa de desarrollo nacional», apuntó el presidente Mokgweetsi Masisi durante el acto para dar a conocer la estrategia.
Durante su visita, la Sra. Carlsson también nombró a la primera dama de Botsuana, la Sra. Neo Masisi, Embajadora especial para la capacitación y el compromiso de la gente joven en Botsuana. Desde este cargo, la Sra. Masisi se ocupará de defender las necesidades de la juventud, su promoción y sus derechos, así como enfatizará su papel como agentes del cambio, de manera especial el de las mujeres jóvenes y niñas.
«Quisiera agradecer a ONUSIDA la confianza que ha depositado en mí al encargarme esta misión. Mi papel como primera dama me ayudará a poner fin a la epidemia de sida entre la gente joven y a añadir valor al trabajo que ya estoy realizando», señalo la Sra. Masisi.
En una reunión celebrada entre la Sra. Carlsson y los miembros de la sociedad civil en Botsuana, los participantes mostraron su preocupación sobre la complacencia, especialmente entre la gente joven, a la adherencia al tratamiento y a la prevención del VIH.
Tras la histórica decisión del Tribunal Superior de Botsuana de descriminalizar las relaciones entre personas del mismo sexo, los miembros de la comunidad de LGBTI expresaron esperanza, pero también advirtieron de que se necesita seguir trabajando para abordar las cuestiones relacionadas con el estigma y la discriminación, especialmente en las comunidades y en los centros de atención sanitaria.
«El principal desafío al que se enfrenta Botsuana en su respuesta al sida es la complacencia. Si el país consigue superar este reto, mostrará a todo el mundo que sí se puede lograr», remarcó Gunilla Carlsson, Directora ejecutiva adjunta de ONUSIDA.
Durante su estancia en el país, la señora Carlsson también visitó Ramotswa, una pequeña localidad fuera de Gaborone, para comprobar cómo las comunidades están aunando esfuerzos para acelerar la respuesta al sida. Asimismo, se acercó al centro clínico Tebelope, en Gaborone, el cual proporciona servicios sanitarios integrados y relacionados con el VIH a un gran abanico de población, entre la que se incluyen mujeres trabajadoras sexuales, hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, chicas adolescentes y mujeres jóvenes.
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Press Statement
ONUSIDA celebra la decisión del Tribunal Superior de Botsuana de derogar las leyes que criminalizan y discriminan a las personas LGTB.
11 Junio 2019 11 Junio 2019GINEBRA, 11 de junio de 2019 — ONUSIDA aplaude la decisión histórica del Tribunal Superior de Botsuana de declarar inconstitucionales disposiciones clave de los artículos 164 y 167 del Código Penal de Botsuana. Estas premisas criminalizan ciertos actos sexuales privados y han llevado a la discriminación y violencia en contra del colectivo de lesbianas, gays, bisexuales y transgénero (LGTB) en Botsuana.
«Esta es una decisión histórica para el colectivo de lesbianas, gays, bisexuales y transgénero (LGBT) en Botsuana» Gunilla Carlsson, Directora Ejecutiva de ONUSIDA, ad interim. «Reestablece la privacidad, el respeto y la dignidad de la comunidad LGBT del país y es un día para celebrar el orgullo, la compasión y el amor. Felicito a los activistas, las organizaciones de la sociedad civil y los grupos comunitarios que han hecho una campaña tan dura para llegar a este momento.»
ONUSIDA ha estado trabajando con colectivos LGBT, organizaciones de la sociedad civil y otros socios para promover un entorno jurídico más propicio en el país. En los últimos años, los tribunales de Botsuana han tomado la iniciativa en la protección y promoción de los derechos humanos de los grupos marginados.
La criminalización de relaciones sexuales consentidas entre el mismo sexo es una violación de los derechos humanos y legitimiza el estigma, la discriminación y la violencia en contra de las personas LGBT. La criminalización priva el acceso de las personas a la prevención del VIH, a servicios de control y tratamientos, incrementando su riesgo de infección por el VIH.
Globalmente, el riesgo de infección por el VIH es 28 veces mayor entre gays y otros hombres que tienen relaciones sexuales con hombres que entre la población general y 13 veces mayor para las mujeres transgénero. Entornos con políticas legales prohibitivas y la falta de servicios adaptados para grupos de población clave incrementan la vulnerabilidad al VIH. ONUSIDA insta a los países a garantizar que los derechos humanos de todas las personas, independientemente de su orientación sexual, se respeten plenamente mediante la derogación de las leyes que prohíben las relaciones sexuales consentidas, privadas y entre adultos, promulgando leyes que los protejan de la violencia y la discriminación, abordando la homofobia y la transfobia y garantizando la disponibilidad de servicios sanitarios fundamentales.
«Espero que esta decisión refleje un movimiento hacia un enfoque más humano, compasivo y basado en los derechos hacia las relaciones entre personas del mismo sexo en todo el mundo. Debería animar a otros países a derogar leyes injustas que criminalizan las relaciones entre personas del mismo sexo y bloquean el acceso de las personas a servicios esenciales, incluyendo el de la atención sanitaria», dice la Sra. Carlsson.
Las relaciones consentidas entre personas del mismo sexo todavía permanecen criminalizadas en al menos 67 países y territorios del todo el mundo.
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Aumento de la circuncisión médica masculina voluntaria en Malaui
29 Mayo 2019
29 Mayo 2019 29 Mayo 2019La circuncisión médica masculina voluntaria (CMMV) sigue siendo la única intervención que se practica en una sola ocasión que reduce el riesgo de infección por el VIH. El procedimiento proporciona protección parcial de por vida frente a la transmisión del VIH de mujer a hombre, y debe utilizarse como parte de la prestación de unos servicios de salud sexual y reproductiva más amplios para los niños y los hombres.
La ampliación de la CMMV en combinación con el fomento del uso del preservativo, la profilaxis previa a la exposición, las pruebas del VIH y el inicio temprano del tratamiento antirretrovírico pueden tener efectos importantísimos en las epidemias de VIH existentes en entornos de alta prevalencia. En 2017, en Malaui se realizaron más de 165 000 circuncisiones; más del doble de las que se llevaron a cabo en 2014 y muy por encima de las escasas 589 de 2008.
En 2016, la Asamblea General de las Naciones Unidas estableció el objetivo de que 25 millones de hombres en países de incidencia elevada, o lo que es lo mismo, 5 millones de hombres al año, se hubieran realizado la circuncisión voluntaria para 2020.
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Cambiando la vida de los transgénero en Malawi
03 Junio 2019
03 Junio 2019 03 Junio 2019El colectivo de lesbianas, intersexuales, transgéneros y otras opciones (LITE, por sus siglas en inglés) nació en el año 2016 como un grupo de apoyo para la población lesbiana, gay, bisexual, transgénero e intersexual (LGTBI) residente en Lilongwe, Malawi. «En los desafíos a los que se enfrentaban las personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersexuales había tanto en común que me llevó a crear una organización no gubernamental que se ocupara de estas cuestiones», señala Lawrence Phriri Chipili, director ejecutivo de LITE y hombre transgénero.
Desde su formación en 2016 y su registro formal en 2017, LITE ha transitado por importantes plataformas nacionales, entre las que se incluyen el grupo de trabajo técnico de la Comisión nacional sobre el SIDA de Malawi que guía la respuesta multisectorial al sida.
En mayo de 2019, LITE, junto con otros colectivos LGTBI de Malawi, colaboró en la creación del Foro de la diversidad, con el fin de alcanzar juntos el objetivo común de garantizar que se fomenten, protejan y respeten los derechos LGTBI en Malawi. LITE es también vicepresidente del Foro trans de Sudáfrica, el cual aglutina 18 organizaciones transgénero de la Comunidad del África Meridional para el Desarrollo. En 2019, LITE y el señor Chipili fueron reconocidos por la Campaña de Derechos Humanos por ser unos de sus innovadores globales.
La organización no ha conseguido ninguno de estos reconocimientos fácilmente. Gracias a su formación académica en económicas, el señor Chipili ha presionado para obtener pruebas que apoyen la defensa de la organización.
«Cuando estábamos formando el colectivo, decidimos que precisábamos un conocimiento base de las necesidades que tenían las personas transgénero de Malawi tanto en las áreas rurales como en las urbanas », señala. «No queríamos basar nuestros supuestos en el pequeño grupo de personas que viven en Lilongwe. Llevamos a cabo una evaluación de las necesidades con las comunidades y percibimos los ingentes desafíos a los que se enfrentan en lo relacionado con los servicios de salud, educación, empleo, asistencia jurídica y el disfrute de la seguridad».
El estudio ha ayudado a nuestra organización a diseñar su estrategia de defensa, la cual implica hacer visibles los problemas que afectan a la población transgénero en las esferas públicas y políticas.
La organización también emplea políticas y leyes para dar forma a su defensa. En 2015, el Gobierno de Malawi reconoció el acceso a la sanidad y la seguridad de las personas LGTBI. Sin embargo, de acuerdo con el señor Chipili, estas recomendaciones no se llevaron a la práctica. Así, partiendo de estas recomendaciones, LITE diseña su estrategia para generar un estudio que se comprometa estratégicamente con el Gobierno.
Nadie conoce estos desafíos mejor que el señor Chipili. Fue expulsado de su casa, del colegio y de la universidad. Su resiliencia y determinación parecen haberse hecho más fuertes con las experiencias vividas.
«Arriesgo mi vida; y arriesgo la vida de las personas de mi círculo más próximo, pero esto son problemas que experimentamos a diario y, por tanto, hemos de hablar sobre ellos. El discurso del odio hacia mi comunidad hiere mi alma, pero también me motiva, pues la gente desconoce el impacto que tienen sus palabras. Mi misión es trabajar codo con codo con estas personas y ayudarlas a entenderlo», dice.
El señor Chipili reconoce que, si bien la comunidad LGTBI ha emprendido una lucha solitaria para hacerse más visible, el papel desempeñado por los socios, incluido ONUSIDA, ha sido determinante. «ONUSIDA nos ha ayudado a comprender dónde están nuestros espacios en las políticas de la organización y a trazar el camino que debemos seguir», apunta. «Ha defendido nuestra inclusión en las plataformas nacionales y nos ha ayudado a crear un compromiso estratégico con el Gobierno, siempre en línea con nuestro objetivo de no dejar excluido a nadie».
Para el señor Chipili y su organización el trabajo acaba de comenzar. «Precisamos más apoyo técnico y necesitamos más recursos humanos y económicos. Uno de los principales problemas es que la planificación y la financiación mundiales destinadas a la población transgénero son limitadas. Muchos recursos se conceden a organizaciones que trabajan con hombres que tienen relaciones sexuales con hombres y con mujeres trabajadoras sexuales», denuncia. «La población transgénero suele ser invisible y, sin embargo, estamos experimentando muchísimo odio y estigmatización, lo que incluso nos pone más en riesgo de infección del VIH», dice.
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Press Statement
ONUSIDA lamenta profundamente la decisión del Tribunal Supremo de Kenia de mantener leyes que criminalizan y discriminan a las personas LGBTI
24 Mayo 2019 24 Mayo 2019
GINEBRA, 24 de mayo de 2019 ONUSIDA lamenta la decisión del Tribunal Supremo de Kenia de mantener disposiciones clave de las secciones 162 y 165 del Código Penal del país. Dichas disposiciones penalizan determinadas actos sexuales privados y fomentan la discriminación y la violencia contra las personas las personas lesbianas, gais, bisexuales y transgénero (LGBT) de Kenia.
“Con el fallo de hoy, Kenia pierde una oportunidad de defender los derechos humanos y restablecer la intimidad, el respeto y la dignidad a la comunidad de lesbianas, gais, bisexuales y transgénero (LGBT)”, afirmaba Gunilla Carlsson, directora ejecutiva provisional de ONUSIDA. “Comparto la profunda decepción y la frustración que sienten las personas LGBTI de Kenia, y quiero asegurarles que ONUSIDA seguirá defendiendo que haya justicia e igualdad para todos”.
ONUSIDA ha estado cooperando con la Comisión Nacional por los Derechos Humanos de Gais y Lesbianas (NGLHRC), otros grupos LGTB, organizaciones de la sociedad civil y otros colaboradores para promover un entorno jurídico más propicio en el país.
Hay indicios de que la sentencia será recurrida.
La criminalización de las relaciones sexuales consentidas entre personas del mismo sexo es una violación de los derechos humanos y legitima el estigma, los prejuicios y la violencia contra las personas LGBT. Impide a las personas acceder y usar los servicios de prevención, pruebas y tratamiento del VIH, y aumenta el riesgo de que lo contraigan.
“No despenalizar las relaciones sexuales consentidas entre personas del mismo sexo minará el objetivo de Kenia de lograr la cobertura sanitaria universal”, explicaba la Sra. Carlsson.
En términos generales, el riesgo de infección por el VIH es 28 veces mayor entre los hombres gais y otros hombres que tienen relaciones sexuales con hombres que entre la población general, y 13 veces mayor para las mujeres transgénero. Los entornos legales y políticos represivos y la carencia de servicios adaptados para las poblaciones clave incrementan su vulnerabilidad ante el VIH. ONUSIDA insta a los países a garantizar que los derechos humanos de todas las personas, independientemente de su orientación sexual, se respeten plenamente mediante la derogación de las leyes que prohíben las relaciones sexuales consentidas, privadas y entre adultos, promulgando leyes que los protejan de la violencia y la discriminación, abordando la homofobia y la transfobia y garantizando la disponibilidad de servicios sanitarios fundamentales.
“En lo tocante a las relaciones entre personas del mismo sexo, el mundo entero debe encaminarse hacia un enfoque más humano, compasivo y basado en los derechos humanos. Esta decisión refuerza leyes injustas que criminalizan las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo y obstaculiza el acceso de las personas a servicios esenciales, como el de la asistencia sanitaria”, manifestaba la Sra. Carlsson.
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“Sé parte del cambio”: hacer oír la voz de los trabajadores sexuales masculinos de Malaui
27 Mayo 2019
27 Mayo 2019 27 Mayo 2019“Si quiero que haya cambios, tengo que formar parte del cambio”, se pronunciaba Aniz Mitha, director ejecutivo de Community Health Rights Advocacy (CHeRA), una organización que trabaja con trabajadores sexuales masculinos en Malaui. Cuando el Sr. Mitha habla de cambios, lo hace con la autoridad sosegada e inquebrantable de quien sabe muy bien de lo que está hablando.
Procede de una familia musulmana conservadora de Malaui, y aún era muy joven cuando sus padres descubrieron que era gay y le echaron de casa. Sin ningún sitio al que poder acudir ni medios para mantenerse, huyó a Johannesburgo, en Sudáfrica, donde pasó varios años como trabajador sexual. “Para mí solo se trataba de sobrevivir, no estaba pensando en mi salud”, afirma.
Cuando enfermó, se realizó una prueba del VIH, que le reveló que vivía con el VIH. Al ser un inmigrante ilegal, no podía acceder a los servicios de atención sanitaria de Sudáfrica. Regresó a Malaui, donde inició el tratamiento del VIH y puso en marcha CHeRA. “Pensé, ‘¿Cómo puedo contribuir a que otros no pasen por la misma experiencia que yo?’”, explica.
CHeRA conciencia y desarrolla la capacidad de los trabajadores sexuales masculinos en relación con la prevención y el tratamiento del VIH, la salud y los derechos sexuales y reproductivos, el empoderamiento económico, el apoyo psicosocial y el acceso a la justicia. Gracias a un acuerdo de financiación con ONUSIDA, recientemente ha llegado a más de 250 trabajadores sexuales masculinos de tres distritos prioritarios de Malaui, ha distribuido más de 30 000 preservativos y lubricante y ha facilitado que seis trabajadores sexuales masculinos que viven con el VIH accedan a la asistencia y el tratamiento. En otro programa financiado por el Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria, la organización formó a 50 educadores inter pares, distribuyó más de 6000 preservativos y lubricante apto para los mismos.
El Sr. Mitha es muy consciente de los numerosos desafíos a los que se enfrentan los trabajadores sexuales masculinos, ya que él mismo ha tenido que afrontarlos. “En Malaui, el trabajo sexual no se considera un trabajo, por lo que no hay leyes que protejan a los trabajadores sexuales. Además, la mayoría de los trabajadores sexuales son hombres gais u hombres que tienen relaciones sexuales con hombres que viven con miedo de que les arresten, ya que en este país la homosexualidad es ilegal”, indicaba.
“El estigma y la discriminación son institucionales”, añadía. “Los trabajadores sexuales masculinos no se consideran una población clave de la respuesta al VIH de Malaui, así que no estamos entre las prioridades de los planes gubernamentales. Por si fuera poco, las actitudes negativas de los profesionales sanitarios obstaculizan la asistencia”.
“Si, por ejemplo, abusan de mí o me golpean y voy a una comisaría”, agrega el Sr. Mitha, “se me harán preguntas como ‘¿Por qué va vestido de esta forma?’ o ‘¿Por qué habla de esa manera?’. Hay un abuso institucionalizado. Nos marginan de tal forma que, incluso en lo tocante a la atención sanitaria, tenemos que ir a hospitales privados, donde tenemos que pagar un dinero que puede que ni siquiera tengamos”.
A día de hoy, CHeRA está registrada como una organización no gubernamental. Aunque comenzó su andadura en 2016, hasta 2017 no contó con reconocimiento oficial, y esto sucedió después de que ONUSIDA desempeñara un papel fundamental en la modificación de las disposiciones de la Ley de Gestión y Control del VIH y el Sida de 2018 de Malaui que criminalizaban o discriminaban a determinados colectivos, como los trabajadores sexuales. Esto sentó las bases para que otras organizaciones de personas lesbianas, gais, bisexuales, transgénero e intersexuales y de trabajadores sexuales también se registraran.
Como les sucede a muchas otras personas que ayudan a los demás, su trabajo se extiende a su vida privada. Sabiendo como sabe lo que se siente al ser repudiado por la familia, el Sr. Mitha acoge a personas que no tienen dónde ir y que pueden quedarse tanto tiempo como necesiten para valerse por sí mismas.
A través de su trabajo y de su vida, ha construido un sólido concepto de sí mismo, de la familia y de la comunidad. “Vivo mi condición de persona que vive con el VIH y de gay de forma pública y, para muchos, soy un ejemplo a seguir. Así ven que puede hacerse. Ahora puedo ver que muchos otros como yo se abren y viven sin ocultar su homosexualidad ni su estado serológico”, afirma.
Al Sr. Mitha le gustaría que CHeRA se convirtiera en una organización que defienda con firmeza el acceso equitativo a la atención sanitaria para los trabajadores sexuales masculinos.
“Necesitamos más apoyo financiero para ampliar el trabajo que hacemos”, explicaba. “Facilitamos el acceso a la información y los servicios de prevención del VIH a una población a la que se margina. Es algo que marca un antes y un después. Trabajar en una organización comunitaria implica que lo que afecta a la comunidad también me afecta a mí”, apuntaba.
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La primera dama de Kenia visita ONUSIDA para destacar la labor de la iniciativa Beyond Zero
22 Mayo 2019
22 Mayo 2019 22 Mayo 2019El 21 de mayo, Margaret Kenyatta, primera dama de Kenia, visitó la sede de ONUSIDA en Ginebra (Suiza) para hablar sobre la iniciativa Beyond Zero, cuyo objetivo es mejorar la salud maternoinfantil y reducir los efectos del VIH en el país. Durante su visita, la Sra. Kenyatta se reunió con Gunilla Carlsson, directora ejecutiva provisional de ONUSIDA, y se dirigió al personal en una reunión abierta.
Desde su lanzamiento en 2014, la iniciativa Beyond Zero ha transformado las vidas de miles de mujeres y niños a lo largo de toda Kenia mediante la movilización de recursos y el establecimiento de nuevas alianzas para mejorar los resultados sanitarios, y con un especial énfasis en la reducción de la mortalidad maternoinfantil y la prevención de las nuevas infecciones por el VIH.
Beyond Zero ha puesto en marcha más de 50 clínicas móviles para todos los condados de Kenia. Gracias a ellas, se ha mejorado el acceso y la eficacia de los servicios sanitarios. La iniciativa también ha contribuido significativamente en los avances de la respuesta al sida del país, y las nuevas infecciones por el VIH se han reducido de 13 000 en 2013 a 8000 en 2017.
En 2018 se inició Beyond Zero Medical Safari, que se concentra es proporcionar servicios de atención sanitaria y quirúrgicos, como operaciones de fístula, a los kenianos de las zonas más remotas del país de forma gratuita. También hay un sólido compromiso con el incremento de la inclusión social de los niños que viven con discapacidades y con interactuar con los adolescentes para reducir el riesgo de infección por el VIH.
La Sra. Kenyatta le trasladó al personal de ONUSIDA que la respuesta al VIH debe continuarse con energías renovadas.
“Todavía no podemos abandonar el campo de batalla”, afirmó. “Tenemos que refirmar nuestro compromiso con poner fin al sida para 2030 para que en los años venideros, cuando se hable del sida como de una cosa del pasado, podamos recordar el papel que nosotros mismos desempeñamos, fuera grande o pequeño”.
La Sra. Carlsson agradeció a la Sra. Kenyatta su apoyo constante a la respuesta al VIH.
“La Primera Dama es una increíble valedora de la salud maternoinfantil. Es una firme defensora de aspectos que nos tocan de cerca el corazón. La iniciativa Beyond Zero está transformando las vidas de mujeres y niños por toda Kenia”.
En su visita a ONUSIDA, la Sra. Kenyatta estuvo acompañada por Sicily Kariuki, secretaria del Gabinete para la Salud de Kenia; Nduku Kilonzo, presidenta del Consejo Nacional de Control del Sida; y Cleopa Mailu, embajador de Kenia para las Naciones Unidas en Ginebra.
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Una vida dedicada a la respuesta al sida
17 Mayo 2019
17 Mayo 2019 17 Mayo 2019Isaac Ahemesah lleva involucrado en la respuesta al sida casi 25 años, de los cuales, ha pasado los últimos 16 trabajando para ONUSIDA en diferentes puestos y en distintos lugares de África. Su cargo más reciente fue como asesor sobre la acción acelerada en la oficina nacional de ONUSIDA de Malaui.
El Sr. Ahemesah comenzó a interesarse en la respuesta al sida en 1995, cuando estudiaba Trabajo Social en la Universidad de Ghana. Como parte de sus estudios, tuvo que llevar a cabo un trabajo de campo en un hospital local en el que había un hospital de cuidados paliativos para los numerosos pacientes terminales a causa de enfermedades relacionadas con el sida.
“En aquel momento no había ningún tratamiento para el VIH. No había ningún recurso en absoluto para las personas que viven con el VIH”, explica; y continúa, “No sabía en que me estaba metiendo, lo único que sabía es que tenía que ayudar”.
Ese fue el inicio de su prolongada implicación en la respuesta al sida. Comenzó su carrera profesional en Catholic Relief Services trabajando como responsable del programa para el VIH y el sida y, en 2003, se incorporó a ONUSIDA en la oficina nacional de Ghana. Desde entonces, a desempeñado diversos cargos, como asesor de desarrollo institucional, asesor sobre derechos humanos, género y movilización comunitaria en Liberia y, en la actualidad, asesor sobre acción acelerada en Malaui.
El Sr. Ahemesah, que ha sobrevivido al atentado terrorista que se perpetró en 2011 en el complejo de las Naciones Unidas de Abuya, en Nigeria, y al brote de ébola que se produjo en Liberia en 2013, sigue conservando una pasión inquebrantable por que se lleve a cabo una respuesta al sida que se centre en las personas.
“Las personas que viven con el VIH necesitan que sus voces se escuchen para lograr dignidad y respeto. Todo el mundo debe tener acceso a servicios de prevención, tratamiento, asistencia y apoyo relativos al VIH que estén libres de estigma y discriminación. Tenemos que asegurarnos de que nadie quede excluido”, añade. “ONUSIDA me brinda la oportunidad de hacer que estos principios fundamentales se hagan realidad”.
Del tiempo que ha pasado en Malaui, uno de los logros del que se siente más orgulloso es la labor de concienciación que sus colegas y él han podido llevar a cabo junto con colaboradores como el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y las organizaciones civiles. Juntos, han trabajado en la Ley de Gestión y Control del VIH y el Sida de 2018 del país, cuyo objetivo es la eliminación o modificación de todas aquellas disposiciones que criminalizan a las personas o discriminan a determinados colectivos. Esta colaboración garantizó que la legislación final respetara los estándares internacionales de derechos humanos y estuviera en consonancia con las leyes modelo desarrolladas por la Comunidad del África Meridional para el Desarrollo y la Comisión de Derecho.
La nueva ley ha facilitado que en Malaui se cree un entorno propicio para que los servicios para el VIH puedan suministrarse a todo el mundo, incluidas las personas lesbianas, gais, bisexuales, transgénero e intersexuales y las trabajadoras sexuales, cuyo riesgo de infección por el VIH es más alto que el de la población general.
“Los cambios del entorno jurídico han permitido que ONUSIDA y sus colaboradores trabajen de forma más abierta y eficaz con las poblaciones clave, como los trabajadores sexuales y las personas lesbianas, gais, bisexuales, transgénero e intersexuales (LGBTI)”, declara el Sr. Ahemesah. “Ahora hay seis organizaciones LGBTI comunitarias registradas oficialmente, lo que significa que pueden solicitar fondos, participar en las oportunidades de formación y administrarse como organizaciones plenamente funcionales”.
El Sr. Ahemesah celebra los progresos que está haciendo Malaui para alcanzar los objetivos relacionados con el sida, entre los que se incluyen los objetivos 90-90-90. En Malaui hay alrededor de un millón de personas que viven con el VIH, de las cuales, el 90% conoce su estado serológico. Se estima que el 71% de las personas que viven con el VIH está bajo tratamiento en la actualidad, y que el 61% presenta supresión de la carga vírica.
Los avances en la lucha contra el VIH han contribuido a que la esperanza de vida del país haya aumentado de 46 años en el 2000 a 64 en el 2018. Además, Malaui también ha sido el primer país de África en adoptar la estrategia Opción B+, que busca garantizar que las mujeres embarazadas que viven con el VIH dispongan de acceso inmediato y para toda la vida al tratamiento, de modo que se preserve su salud y sus hijos permanezcan libres de VIH.
Durante los 15 años que ha pasado trabajando en ONUSIDA, el Sr. Ahemesah ha desempeñado diferentes cargos y, aunque su dilatada experiencia le será muy útil ahora que se dispone a dejar Malaui a finales de este mismo año para comenzar en su nuevo puesto como director nacional de ONUSIDA en Sierra Leona, lo que de verdad marcará la diferencia, sus atributos más valiosos, será su entrega y compromiso con la mejora de la vida de las personas que viven con el VIH o afectadas por el virus.
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20 de febrero de 2025




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ONUSIDA y ONU Mujeres trabajan juntas en Malawi
07 Mayo 2019
07 Mayo 2019 07 Mayo 2019ONUSIDA está trabajando en estrecha colaboración con ONU Mujeres, uno de sus once copatrocinadores, para mejorar la calidad de vida de las mujeres y niñas en todo el mundo. En Malawi, por ejemplo, estas organizaciones se han asociado para disminuir las consecuencias de la violencia de género y reducir el riesgo de infección por el VIH en la población femenina.
«ONU Mujeres es la organización más reciente de los Copatrocinadores de ONUSIDA, y es un placer trabajar estrechamente con todo su equipo y otros asociados en el Marco Unificado de Presupuesto, Resultados y Rendición de Cuentas de ONUSIDA 2016–2021», afirma Clara M.W. Anyangwe, la representante de ONU Mujeres en Malawi. Este Marco (UBRAF) es un programa que optimiza tanto la coherencia como la coordinación y la repercusión de la respuesta al VIH de las Naciones Unidas mediante la combinación de los esfuerzos de los Copatrocinadores y la Secretaría de ONUSIDA. Su objetivo principal es destinar los recursos financieros necesarios para impulsar la acción nacional en la respuesta al sida.
Gracias a la financiación del Marco Unificado, ONU Mujeres ha colaborado con un gran número de socios, entre los que se incluyen ONUSIDA; el Ministerio de Género, Infancia, Discapacidad y Bienestar Social; la Comisión Nacional del Sida; el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo; la Red de Organización de Servicios sobre el Sida de Malawi y la sociedad civil, con el fin de implementar un proyecto que tiene por objeto intensificar la respuesta nacional al VIH, la violencia sexual y de género, las prácticas perjudiciales, la salud y derechos sexuales y reproductivos.
«La colaboración como Copatrocinadores de ONUSIDA supone un planteamiento mucho más efectivo», afirma Clara M. W. Anyangwe. «No existe un único organismo que pueda ayudar a cumplir los objetivos 90–90–90 de ONUSIDA. En cambio, cada uno tiene puntos positivos que ofrecer. En este caso, ONU Mujeres aporta la perspectiva de género y ONUSIDA, su experiencia en la respuesta al VIH».
Malawi ha conseguido grandes progresos en cuanto a la reducción de las infecciones por el VIH. En 2017, se registraron 39 000 nuevos casos, una disminución del 40 % desde 2010, pero 9500 se dieron entre chicas y mujeres jóvenes de edades comprendidas entre 15 y 24 años. Esto supone más del doble del número de hombres en el mismo grupo de edad.
El proyecto ha supuesto un estudio de percepción sobre las normas de género imperantes que fomentan la violencia contra las mujeres y las chicas y su riesgo de infección por el VIH en Malawi, como las prácticas de los ritos de iniciación, la limpieza sexual, el matrimonio infantil o por poder y las relaciones sexuales remuneradas. A partir de las conclusiones, se ha elaborado un marco de referencia que se utilizará para hacer un seguimiento de los progresos del Plan Estratégico Nacional sobre el VIH y el sida en el país.
Una parte importante del proyecto consiste en involucrar a los líderes, entre los que se incluyen aquellos que dirigen las prácticas de los ritos de iniciación, y a los grupos de madres y padres. Como resultado de estos compromisos, se ha elaborado un marco que vincula a los asociados en la respuesta local al VIH, la salud y los derechos sexuales reproductivos y en la respuesta a la violencia sexual y de género para vigilar y abordar las prácticas que ocurren durante las ceremonias de los ritos de iniciación locales.
Se reveló, en una serie de diálogos intergeneracionales que reunieron a jóvenes, personas que viven con el VIH y líderes tradicionales y religiosos, la necesidad de abordar cuestiones como la falta de servicios para la salud y los derechos sexuales y reproductivos que tengan en cuenta a los jóvenes, la presión de grupo, el estigma, la discriminación y la violencia de género. Esto permitiría aumentar la capacidad de resistencia de los jóvenes y los incitaría a protegerse contra la infección por el VIH.
«También hemos aprovechado la campaña de ONU Mujeres a nivel mundial He for She pedir la participación de hombres y chicos. En particular, buscábamos fomentar una masculinidad positiva. ¿Cómo podemos hacer uso de esta masculinidad para proteger a las mujeres y a las chicas de las prácticas nocivas?», comentó Clara M.W. Anyangwe.
Durante estos diálogos, más de 100 hombres y jóvenes se comprometieron con la iniciativa He for She para fomentar la igualdad de género y reducir las infecciones y la violencia sexual y de género. El planteamiento relativo a los derechos humanos incorporado en el proyecto ha hecho que las leyes y las políticas que se relacionan con el VIH y el género se traduzcan a los idiomas locales y se difundan ampliamente en las comunidades afectadas.
Clara M.W. Anyangwe insiste en que aprovechar la experiencia específica de los asociados bajo el Marco Unificado está dando sus frutos en Malawi.
«También ha sido magnífico contar con ONUSIDA como miembro del Mecanismo de Coordinación de País del Fondo Mundial para la Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria. La participación de ONUSIDA en estos mecanismos nos beneficia a todos», comenta.
«Valoramos enormemente el continuo respaldo y la colaboración de ONU Mujeres para acabar con el VIH y la violencia de género en Malawi», afirma Thérèse Poirier, la Directora Nacional de ONUSIDA de Malawi. «Ha sido muy beneficioso colaborar unidos dentro de la ONU para no olvidar a nuestros homólogos nacionales al trabajar por separado en diferentes áreas de estas epidemias interrelacionadas y con múltiples niveles», declaró.
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La importancia de mantener el impulso en la respuesta mundial al sida
24 Abril 2019
24 Abril 2019 24 Abril 2019Durante una visita a Sudáfrica, el Director Ejecutivo de ONUSIDA, Michel Sidibé, ha advertido que la respuesta al sida se encuentra en un punto de inflexión, en el que los avances logrados hasta la fecha podrían revertirse fácilmente si no se toman medidas urgentes para alcanzar los objetivos previstos para 2020 y otras metas prometedoras en la década siguiente.
En una reunión con el Ministro de Sanidad de Sudáfrica, Aaron Motsoaledi, Michel Sidibé felicitó al país por el progreso que se había logrado hasta el momento y alentó al gobierno a que acelere la actuación para conseguir objetivos prometedores que sitúen la respuesta al VIH en un senda sostenible para poner fin a la epidemia de sida en el año 2030. El Director Ejecutivo de ONUSIDA afirmó que había llegado el momento de aprovechar al máximo el poder de las comunidades para cerrar las brechas que aún quedan pendientes en lo que respecta a los objetivos 90–90–90 relacionados con el tratamiento.
En una reunión con la Primera Dama de Sudáfrica, Tshepo Motsepe, Michel Sidibé la animó a utilizar su voz y su capacidad de divulgación para empoderar a las personas que carecen de visibilidad y acceso a los servicios. En particular, hizo hincapié en la importancia de poner al alcance de las jóvenes la vacuna contra el virus del papiloma humano para prevenir el cáncer de cuello de útero.
Tshepo Motsepe expresó su voluntad de participar en cuestiones nacionales e internacionales en favor del desarrollo social. «La salud no solo es la ausencia de enfermedades», afirmó. «Algunos se dirigen a mí como la Primera Dama, otros, como la esposa del Presidente, pero, me llamen como me llamen, soy una trabajadora social para Sudáfrica».
Michel Sidibé también se reunió con el anterior Presidente de Sudáfrica, Kgalema Motlanthe, y le instó a mantener a la gente alerta sobre los graves riesgos de perder el impulso en la respuesta al sida y, en especial, sobre la necesidad de que un mayor número de hombres se sometan a las pruebas del VIH y al tratamiento continuado.
Kgalema Motlanthe, miembro de los Paladines para una generación libre de sida en África, expresó su agradecimiento por los esfuerzos realizados por Michel Sidibé a lo largo de su trayectoria, incluso como Director Ejecutivo de ONUSIDA. Además, señaló que este ha identificado y propugnado en repetidas ocasiones varias medidas fundamentales para avanzar en la respuesta al sida.
«Siempre ha actuado en el momento oportuno», afirmó.
Durante su visita a Johannesburgo, Michel Sidibé se dirigió a los directores de las delegaciones nacionales de ONUSIDA en África oriental y meridional. Les recordó el propósito principal: atender las necesidades de las personas que viven con el VIH y de las que corren el riesgo de contraerlo. Recalcó que, como organización de la salud, ONUSIDA desempeña un papel único en la defensa de los derechos de la población que está en una situación vulnerable, se compromete firmemente con la sociedad civil e insiste en que nadie debería ser discriminado por cómo vive o por a quién ama.
«ONUSIDA no es una organización impulsada por la logística o los recursos», declaró. «Es una organización que pone a las personas en el centro».
«Especialmente en África oriental y meridional, la respuesta al sida brinda una serie de lecciones y planteamientos para garantizar la sostenibilidad a través del liderazgo político, la movilización de recursos y la participación comunitaria», añadió.
«Con el apoyo de la gente, se puede cambiar mucho el mundo».